Combate del Albujón para niños
Datos para niños Combate del Albujón |
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Parte de guerra de sucesión española | ||||
![]() Monumento conmemorativo del combate, obra del escultor Pedro José García Andreo (2006).
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Fecha | 21 de septiembre de 1706 | |||
Lugar | El Albujón, Cartagena, Región de Murcia ( ![]() |
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Resultado | Victoria borbónica | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La Gazeta de Murcia cifra en 150 los muertos de ambos contendientes.
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El combate del Albujón fue un enfrentamiento militar que ocurrió el 21 de septiembre de 1706. En él se enfrentaron las tropas que apoyaban a Felipe V (llamadas borbónicas) contra las que apoyaban al Archiduque Carlos de Austria (conocidas como austracistas) y sus aliados ingleses.
Este combate tuvo lugar en la localidad de El Albujón, cerca de Cartagena, en la Región de Murcia. Fue parte de la guerra de sucesión española, un conflicto muy importante en la historia de España. La victoria fue para el bando borbónico. Este triunfo, junto con otra victoria en la batalla del Huerto de las Bombas ese mismo mes, ayudó a recuperar Cartagena y mostró que la campaña de los austracistas en la región de Murcia no estaba funcionando bien.
Contenido
¿Qué pasó antes del combate del Albujón?
La situación en Murcia durante la guerra
Cuando la guerra de sucesión española comenzó en 1701, la región de Murcia se mantuvo del lado de Felipe V. Sin embargo, en Cartagena hubo algunas dudas, ya que la ciudad tenía muchos lazos comerciales con otros países que apoyaban al Archiduque Carlos. Por eso, los líderes de Cartagena tardaron un año en jurar lealtad a Felipe V.
La posición de Felipe V en la región se hizo más fuerte con la llegada de Luis Antonio de Belluga y Moncada en mayo de 1705. Él era el Obispo de Cartagena, pero pronto se convirtió también en un líder político y militar muy importante. En ese momento, la guerra parecía ir a favor del Archiduque Carlos, cuyos seguidores habían logrado tomar Barcelona en octubre de 1705.
Después de asegurar el control de Cataluña, el Archiduque Carlos llegó a Barcelona el 22 de octubre y fue proclamado rey. Mientras tanto, las tropas aliadas avanzaban sobre las regiones de Valencia y Aragón, que cayeron en diciembre de 1705 y junio de 1706, respectivamente.
A medida que la guerra se acercaba a Murcia, el obispo Belluga envió tropas para ayudar a ciudades cercanas y animó a la gente a unirse a la causa de Felipe V. Incluso publicó un periódico llamado La Gazeta de Murcia y trabajó para encontrar a los partidarios del Archiduque Carlos.
La toma de Cartagena por los austracistas
En 1706, la situación para los que apoyaban a Felipe V no mejoraba. Aunque en enero habían logrado romper el asedio de Alicante, en junio la ciudad de Elche fue tomada por las fuerzas del Archiduque. La amenaza para Murcia se hizo aún mayor entre el 22 y el 24 de junio de ese año.
Antes de esas fechas, dos barcos con dinero, municiones y comida para la guarnición de Orán (una ciudad en el norte de África que estaba siendo atacada) se encontraban en Cartagena. El encargado de la entrega era el conde de Santa Cruz de los Manueles, quien estaba involucrado en un plan secreto para apoyar al Archiduque.
Por eso, al salir del puerto, el conde lideró un motín (una rebelión) y anunció su lealtad al Archiduque Carlos. Abandonó el rumbo a África para dejarse alcanzar por la Marina Real británica al mando del vicealmirante John Leake. En la mañana del 24 de junio, los ingleses entraron en Cartagena, y los líderes de la ciudad que apoyaban la rebelión negociaron la rendición. Una semana después, el Archiduque Carlos entró en Madrid por primera vez, aunque la gente de Castilla no lo recibió con mucho agrado.
Los esfuerzos de Felipe V por mantener la lealtad de Cartagena no habían funcionado. Los partidarios del Archiduque habían conseguido un puerto muy importante, que estaba protegido de forma natural por su bahía y que, desde 1670, era la base naval principal de las galeras españolas en el mar Mediterráneo. Por lo tanto, tomar Cartagena era un objetivo clave para controlar la región de Murcia y fortalecer la posición del Archiduque en el este de España.
La rendición de Cartagena tuvo varias consecuencias. En julio, la ciudad de Orihuela y el marqués de Rafal cambiaron de bando. Las fuerzas del Archiduque avanzaron sobre Albacete, Almansa y Chinchilla de Montearagón. Además, la falta de suministros causó la caída de Orán en enero de 1708. Ante esta situación preocupante, el rey Felipe V nombró al obispo Belluga como capitán general y virrey de Murcia y Valencia el 11 de julio de 1706, para que se encargara de la defensa.
La Batalla del Huerto de las Bombas y la respuesta de Felipe V
La ciudad de Murcia quedó rodeada por el norte (Albacete y Almansa), el sur (Cartagena) y el este (Orihuela). Solo le quedaban las comunicaciones con Andalucía por el oeste. El 18 de agosto, los austracistas enviaron una delegación pidiendo la rendición de Murcia, pero el obispo Belluga se negó rotundamente. Mientras tanto, Madrid había vuelto a manos de Felipe V, lo que demostraba que el Archiduque no había logrado ganarse el apoyo de la población de Castilla.
Entre mediados de agosto y principios de septiembre, hubo pequeños enfrentamientos alrededor de Murcia, que anunciaban un ataque final. Los partidarios del Archiduque atacaron pueblos de la Cordillera Sur y tomaron Beniel y Espinardo entre el 24 y el 27 de agosto. El obispo Belluga fue a Lorca para unirse a las tropas de refuerzo que venían de Andalucía, dejando instrucciones para la defensa de la ciudad al brigadier Fernando de Arias y Ozores.
El enfrentamiento más importante ocurrió el sábado 4 de septiembre, en la batalla del Huerto de las Bombas. Un regimiento de unos 6000 soldados ingleses y neerlandeses, con varios cañones, se acercó desde Orihuela a la parte norte de la Huerta de Murcia. Allí les esperaban los soldados de Felipe V, escondidos en las acequias (canales de riego) y plantaciones. Siguiendo el plan del obispo, se abrieron las compuertas de las acequias, inundando la huerta e impidiendo que la caballería enemiga pudiera moverse. Después, hubo un combate con artillería en una casa que desde entonces se conoce como "del Huerto de las Bombas". Los austracistas sufrieron tantas bajas que tuvieron que retirarse.
Aunque la batalla fue exagerada por la propaganda del bando de Felipe V, sí sirvió para reducir la presión sobre Murcia y permitió que sus partidarios lanzaran una contraofensiva. El obispo Belluga regresó con nuevas fuerzas y decidió que la prioridad era recuperar Cartagena. Para ello, estableció puestos de vigilancia en los pueblos cercanos al Campo de Cartagena, para cortar las comunicaciones por tierra de Cartagena con las zonas controladas por los austracistas en Valencia. Entre estas zonas estaba Alicante, que se había rendido en septiembre después de ser cercada de nuevo en agosto.
¿Cómo fue el combate del Albujón?
La información principal sobre este combate viene de un número de La Gazeta de Murcia del 23 de septiembre de 1706. Este periódico relata un enfrentamiento que ocurrió dos días antes, el 21 de septiembre, en la localidad de El Albujón. Este pueblo está a medio camino entre Cartagena y Murcia.
Antes de que comenzara el bloqueo de Cartagena, ya eran comunes los pequeños choques entre grupos de soldados de ambos bandos. A menudo, eran incursiones de grupos valencianos o expediciones para saquear, como una que ocurrió en junio cerca de Torre-Pacheco, donde los borbónicos tuvieron 5 muertos y 10 heridos.
El martes 21 de septiembre, un grupo de 400 soldados a caballo y 200 soldados de a pie salió de Murcia. El grupo de caballería estaba dirigido por el comandante Patricio Morán, y los soldados de a pie por el cabo José Hernández. Este cabo era muy popular entre los soldados por su buena actuación en la Batalla del Huerto de las Bombas dos semanas antes. El objetivo de este grupo era impedir que se recogiera el trigo, para así hacer más efectivo el bloqueo de Cartagena.
Al llegar al pueblo de El Albujón, encontraron a unos 350 soldados austracistas, entre caballería e infantería. Al ver que los soldados de Felipe V eran más numerosos, todo el grupo de caballería austracista se retiró hacia Cartagena. La caballería borbónica atacó entonces a la infantería austracista, que retrocedió y se refugió en las casas y en la torre del pueblo (una torre antigua que ya no existe). Los soldados de Felipe V atacaron a los defensores de la torre, hasta que estos huyeron, siendo perseguidos.
Los partidarios del Archiduque, entre los que había soldados ingleses (los famosos "casacas rojas"), perdieron a todos sus hombres de a pie, entre muertos, capturados y huidos. Los prisioneros, que según La Gazeta eran al menos 54 personas, fueron llevados a Murcia junto con los bienes que se tomaron del pueblo: cinco carros de cereal y mucho ganado. Los soldados de Felipe V tuvieron menos bajas que sus enemigos, aunque entre ellas estuvo la del cabo Hernández.
¿Qué pasó después del combate?
La consecuencia inmediata del combate fue que las tropas austracistas se retiraron por completo dentro de las murallas de Cartagena. Así comenzó el asedio de la ciudad, aunque los enfrentamientos fuera de las murallas continuaron hasta su rendición. El obispo Belluga reclutó más soldados en las zonas de Murcia que no habían sido afectadas por la guerra. A finales de octubre, sus fuerzas aumentaron con la llegada del experimentado ejército francés del duque de Berwick y un regimiento de dragones irlandeses. Berwick, que era un importante líder militar francés, había venido a la región en respuesta a las peticiones de ayuda del Obispo a Felipe V. Ocupó Orihuela y Elche entre el 8 y el 24 de octubre.
Cartagena fue sitiada por 4000 soldados de infantería, 1000 de caballería y un número desconocido de milicianos. La ciudad resistió hasta la noche del 17 de noviembre de 1706, cuando su gobernador se rindió ante Berwick. La semana anterior, el bombardeo sobre la ciudad se había intensificado. Cuando se entregó, los líderes borbónicos permitieron a sus soldados saquear la ciudad. Al día siguiente, llegó una flota de ayuda enviada por el Archiduque Carlos, pero no desembarcó a los 5000 hombres que traía al ver que ya era tarde. La Marina Real británica, que ya era británica desde la firma del Acta de Unión de 1707, siguió cerca del puerto de Cartagena el resto del conflicto, pero no volvió a ser un peligro serio.
El apoyo al Archiduque dejó de ser una preocupación para la región de Murcia el 25 de abril de 1707. Ese día, el duque de Berwick obtuvo una gran victoria sobre la Gran Alianza en la batalla de Almansa, donde una brigada de Murcia se destacó. Esta batalla permitió el avance sobre las regiones de Valencia y Aragón, que fueron ocupadas entre mayo de 1707 y enero de 1708. Los aliados no pudieron organizar una resistencia fuerte porque los habitantes estaban desmotivados y molestos por la anulación de algunas medidas que los habían beneficiado. El escenario de la guerra se trasladó entonces a Cataluña, el último lugar donde los partidarios del Archiduque se refugiaban en la península ibérica.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Battle of El Albujón Facts for Kids