Pedro González de Mendoza (cardenal) para niños
Datos para niños Pedro González de Mendoza |
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![]() Patriarca latino de Alejandría |
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13 de noviembre de 1482-11 de enero de 1495 | ||
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![]() 79.º arzobispo de Toledo Primado de España Canciller Mayor de Castilla |
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13 de noviembre de 1482-11 de enero de 1495 | ||
Predecesor | Alfonso Carrillo de Acuña | |
Sucesor | Francisco Jiménez de Cisneros | |
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![]() Administrador apostólico de Sevilla |
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9 de mayo de 1474-13 de noviembre de 1482 | ||
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![]() Obispo de Sigüenza |
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30 de octubre de 1467-11 de enero de 1495 | ||
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![]() Obispo de Calahorra y La Calzada |
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21 de julio de 1454-30 de octubre de 1467 | ||
Información religiosa | ||
Ordenación episcopal | 21 de julio de 1454 por Alfonso Carrillo de Acuña | |
Proclamación cardenalicia | 7 de mayo de 1473 por Sixto IV | |
Título cardenalicio | Cardenal presbítero de Santa Maria in Domnica (1473-1478) Cardenal presbítero de la Santa Cruz de Jerusalén (1478-1495) |
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Información personal | ||
Nacimiento | 3 de mayo de 1428 | |
Fallecimiento | 11 de enero de 1495 |
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Padres | Íñigo López de Mendoza y de la Vega y Catarina Suárez de Figueroa | |
Hijos | Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, Diego Hurtado de Mendoza y Lemos y Juan Hurtado de Mendoza y Tovar | |
Alma mater | Universidad de Salamanca | |
![]() Escudo de Pedro González de Mendoza
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Pedro González de Mendoza (nacido en Guadalajara el 3 de mayo de 1428 y fallecido en la misma ciudad el 11 de enero de 1495) fue una figura muy importante en la Corona de Castilla. Fue un líder religioso, político, militar y mecenas (alguien que apoya las artes y la cultura). Se le conoció como el Gran Cardenal de España.
Pedro González de Mendoza venía de una familia noble muy poderosa, la Casa de Mendoza. Era el quinto hijo de Íñigo López de Mendoza, el primer marqués de Santillana. Desde pequeño, sus padres lo prepararon para una carrera en la Iglesia. Fue una de las personas más destacadas de la nobleza en la segunda mitad del siglo XV, una época de grandes cambios entre la Edad Media y el mundo moderno.
- Su carrera en la Iglesia: Ascendió en la Iglesia española gracias a su familia y a su buena educación universitaria. Era muy bueno administrando asuntos de Estado y se preocupaba por la formación de otros religiosos.
- Su influencia política: Tuvo mucha influencia con el rey Enrique IV de Castilla y con el papa Sixto IV. Durante el reinado de los Reyes Católicos, se decía que era tan importante como "el tercer rey de España". Logró prosperar en tiempos de guerras civiles y cambios, gracias a su habilidad como consejero real, diplomático y líder en batallas. Siempre supo adaptarse y apoyar a quien estaba en el poder.
- Su apoyo a la cultura: Fue un mecenas excepcional. Contribuyó al avance del Renacimiento en España y apoyó el descubrimiento de América.
Contenido
¿Cómo fue la vida de Pedro González de Mendoza?
Pedro pasó su infancia en Guadalajara. Como estaba destinado a la vida religiosa, la influencia de su familia le ayudó a ser nombrado cura de Santa María de Hita a los doce años, y arcediano de Guadalajara a los catorce. En 1442, su padre lo envió a Toledo para que estudiara con su tío, el arzobispo Gutierre Álvarez de Toledo. Allí aprendió Retórica, Historia y Latín, hasta que su tío falleció en 1445.
Después, estudió Leyes en la Universidad de Salamanca entre 1446 y 1452, donde obtuvo el título de doctor en Derecho civil y eclesiástico.
Sus primeros pasos en la corte real
En 1452, Pedro llegó a la corte del rey Juan II, donde fue nombrado capellán real. Un año después, en 1453, murió Álvaro de Luna, quien había sido el favorito del rey y enemigo de su padre. Al año siguiente (1454), el rey Juan II falleció. Con 27 años, Pedro fue nombrado obispo de Calahorra y la Calzada.
Su papel con el rey Enrique IV
En mayo de 1455, el nuevo rey Enrique IV de Castilla organizó una campaña militar contra el reino de Granada. El padre de Pedro y sus hermanos participaron. Antes de irse, el padre de Pedro le dejó en su testamento el control de las villas de Pioz y El Pozo de Guadalajara. En Pioz, Pedro construyó un bonito castillo que aún se conserva. En 1456, Pedro dejó su obispado y se fue a la corte de Enrique IV, donde comenzó una etapa muy activa en la política.
Cuando su padre murió en 1458, Pedro González de Mendoza se convirtió en el líder de la poderosa familia Mendoza. Esta familia daría origen a importantes linajes de la nobleza castellana, como la Casa del Infantado. Pedro usó su gran influencia en la corte para su propio ascenso y el de sus hermanos.
Después de un breve conflicto con el rey, Pedro se convirtió en uno de sus consejeros más cercanos. Apoyó siempre a Enrique IV en las luchas contra la nobleza rebelde. Tuvo una rivalidad constante con el arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo de Acuña y con Juan Pacheco, marqués de Villena. A partir de entonces, la estrategia de los Mendoza fue prosperar apoyando al rey y combatiendo a la nobleza que se oponía. Por su lealtad, el rey recompensó a Pedro en 1456 con el obispado de Sigüenza, una zona cercana a las tierras de su familia.
En 1460, Pacheco, el favorito del rey en ese momento, atacó Guadalajara, la villa controlada por los Mendoza. Logró tomarla con un engaño. Nombró nuevos funcionarios a su favor y declaró fuera de la ley a Diego Hurtado de Mendoza, el segundo marqués de Santillana, y a sus hermanos. Ellos tuvieron que huir a Sigüenza, donde Pedro González de Mendoza ya era obispo. Para ganarse a la gente, Pacheco consiguió que Enrique IV de Castilla le diera a Guadalajara el título de "ciudad".
La mala racha de la familia no duró mucho. El obispo logró hacer las paces con el rey e incluso consiguió que el rey se enemistara con el marqués de Villena. Esto facilitó la llegada de un nuevo favorito a la corte, Beltrán de la Cueva, quien era yerno de Diego Hurtado de Mendoza, el hermano mayor de Pedro.
Desde 1462, los Mendoza mostraron su lealtad a Enrique IV apoyando los derechos de su hija Juana la Beltraneja, nacida ese año. Esto fue en contra de la postura de Carrillo y Pacheco, quienes apoyaban a los hermanastros del rey, Alfonso e Isabel.
El cambio de bando y la sucesión real
El rey dependía cada vez más del apoyo de los Mendoza frente a sus poderosos adversarios. Pronto estalló una guerra civil. En 1465, en la farsa de Ávila, el arzobispo Carrillo quitó la corona a una figura que representaba a Enrique IV, y sus seguidores se levantaron en armas, apoyando los derechos del joven Alfonso de Castilla, medio hermano del rey. Pedro González de Mendoza ordenó a su hermano Íñigo López de Mendoza y Figueroa que protegiera a la princesa Juana en la fortaleza de Buitrago. También hizo que las tropas de su hermano Diego Hurtado de Mendoza protegieran las tierras de la familia en la frontera con Aragón, para evitar la entrada en Castilla del príncipe Fernando debido a su matrimonio con la princesa Isabel.
El obispo luchó personalmente junto a otros miembros de la familia Mendoza en la segunda batalla de Olmedo en 1467, defendiendo la causa de Enrique IV de Castilla. Este apoyo no fue sin recompensa. Con su habilidad para conseguir nuevos cargos religiosos, que le daban importantes beneficios económicos, Pedro obtuvo en 1469 el cargo de abad de San Zoilo, en Carrión de los Condes, gracias a una orden del papa Paulo II. También, a petición de Enrique IV al papa, fue nombrado arzobispo de Sevilla.
La muerte del príncipe Alfonso en 1468 no puso fin a la rebelión. Carrillo apoyó a la joven Isabel, hermana del príncipe fallecido y futura reina de Castilla. Los Mendoza mantuvieron su apoyo a la princesa Juana, y vieron como una traición que el rey Enrique cediera los derechos de su hija en los toros de Guisando.
Aunque había sido un gran defensor de los derechos de Juana la Beltraneja, a partir de 1473, un año antes de la muerte del rey, Pedro González de Mendoza y todos sus hermanos se unieron al bando de la princesa Isabel. En este cambio influyó su rivalidad con el arzobispo Carrillo en la carrera religiosa y política. También fue importante la visita que hizo a Castilla y a Sigüenza el futuro papa Alejandro VI, entonces cardenal Borja, con promesas de grandes favores del partido aragonés en Roma. Detrás de esto estaba el rey Juan II de Aragón, padre de Fernando. Las promesas se cumplieron rápidamente: el papa Sixto IV lo nombró cardenal en 1473, y el rey lo llamó "Cardenal de España".
Desde entonces, Pedro González de Mendoza y su familia permanecieron al lado de la futura reina. Creían que ella era la persona mejor preparada para gobernar y asegurar la prosperidad de su familia. Tras la muerte de Pacheco y Enrique IV, Pedro asistió en diciembre de 1474 a la coronación de Isabel en Segovia. Allí, provocó los celos de su rival Carrillo, quien decidió apoyar a doña Juana e iniciar otra guerra. El cardenal Mendoza fue un apoyo clave durante la Guerra de Sucesión Castellana para la causa de Isabel contra los partidarios de Juana la Beltraneja.
Su influencia con los Reyes Católicos
La colaboración entre el cardenal y los monarcas fue total. Por ejemplo, dirigió los ejércitos reales contra la invasión portuguesa el 1 de marzo de 1476 en la batalla de Toro, lo que ayudó a Isabel a consolidarse en el trono castellano. Mendoza se convirtió en uno de los principales consejeros de los Reyes Católicos, especialmente en asuntos religiosos, y también en uno de sus diplomáticos más hábiles. En 1477, logró un gran éxito al poner fin a la hostilidad francesa a favor de Juana y conseguir que se inclinaran hacia los reyes en la guerra civil del Reino de Navarra. El rey Luis XI de Francia quedó tan impresionado que lo nombró abad de Fécamp. Al año siguiente, recibió el obispado de Osma "en administración perpetua".
La recuperación de Rosellón y Cerdaña
Juan II de Aragón, padre de Fernando II de Aragón, había entregado el condado de Rosellón y el condado de Cerdaña al rey Luis XI de Francia como garantía de un préstamo. Cuando las tropas francesas invadieron Rosellón el 14 de junio de 1474, Castilla, que ya estaba en guerra con Francia, también se vio involucrada por Cataluña. Gracias a la diplomacia del cardenal, se ofreció a Luis XI una solución pacífica al conflicto y se obtuvo un año de tregua. Las delegaciones se reunieron en San Juan de Luz el 9 de noviembre de 1478. Por parte de los reyes, asistió Juan Ruiz de Medina, y por parte del cardenal, que actuaba como mediador, Alonso Yáñez, su diplomático.
El rey de Francia le dio al cardenal el poder, por cinco años (hasta 1483), para tener provisionalmente Perpiñán (la capital del condado de Rosellón) y todas las fortalezas de ambos condados, hasta que se resolvieran las diferencias sobre su dominio. La tregua se confirmó en Guadalupe en febrero de 1479. Un año después de la Conquista de Granada (1492), Fernando II de Aragón recuperó pacíficamente la posesión de los condados.
Arzobispo de Toledo

El 1 de julio de 1482, falleció Alfonso Carrillo de Acuña, el arzobispo de Toledo. Así, quedó vacante la sede principal de la Iglesia en España. El 13 de noviembre de 1482, Pedro González de Mendoza fue nombrado arzobispo de Toledo por el papa Sixto IV. Dejó el resto de sus cargos, excepto el obispado de Sigüenza.
El cardenal siguió aumentando su influencia en la corte, colocando a personas de su confianza en puestos importantes. A principios de 1492, se buscaba un nuevo confesor para la reina, ya que fray Hernando de Talavera había sido nombrado arzobispo de Granada. Mendoza insistió a la reina Isabel para que aceptara a un fraile franciscano del monasterio de La Salceda, introduciendo así en los círculos más altos al futuro Cardenal Cisneros.
La Guerra de Granada y el descubrimiento de América
Una vez terminada la guerra con Portugal en 1479 y asegurados los derechos al trono, los reyes se propusieron como nuevos objetivos la unidad de la península y la unidad religiosa. Las campañas militares contra el reino de Granada se hicieron más intensas a partir de 1485. Todos los miembros de la familia Mendoza participaron en estas campañas. En 1485, el cardenal estaba en Córdoba acompañando a don Fernando. Dos años después, en 1487, entró en Málaga, y finalmente en 1492, acompañado por su sobrino, colocó el estandarte de Castilla en la Alhambra de Granada.
Además de su participación en la Guerra de Granada, la actitud política de Pedro fue muy importante para otro de los grandes proyectos de los Reyes Católicos: el viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Desde el principio, Colón recibió el apoyo de Luis II de la Cerda, el primer duque de Medinaceli, sobrino del cardenal. La familia Mendoza, liderada por el cardenal Pedro González, fue uno de los grandes impulsores, financiando la larga espera de Colón hasta conseguir la aprobación real. Sobre todo, lograron el interés y el compromiso de la reina Isabel I con los proyectos de Colón, en un momento en que todos los esfuerzos del Reino de Castilla estaban dedicados a la toma del reino de Granada.
Fallecimiento
Pedro González de Mendoza falleció en la ciudad de Guadalajara el 11 de enero de 1495, después de casi un año enfermo. Los Reyes Católicos lo visitaron en varias ocasiones. Dejó como heredero de todos sus bienes al hospital de la Santa Cruz de Toledo. Su cuerpo fue trasladado en una solemne procesión que duró cuatro días, acompañado por los Reyes, desde Guadalajara hasta Toledo. Fue enterrado en el presbiterio de la catedral, como él había deseado.
Su legado cultural

Su papel más importante en la cultura de la segunda mitad del siglo XV fue como mecenas. Gracias al cardenal Mendoza, la arquitectura castellana se renovó por completo, introduciendo los estilos del Renacimiento. Esto fue influenciado por el cardenal don Rodrigo de Borja, el futuro papa Alejandro VI, quien fue enviado por el papa Sixto IV en 1472 para calmar las diferencias entre Enrique IV y su hermana Isabel.
Su trabajo de construcción fue incansable. Sabía que construir y decorar edificios le ganaría el aprecio de la gente, especialmente porque en cada uno de ellos aparecerían los símbolos de su familia y su escudo.
Sus obras se extendieron por todo el reino de Castilla:
- En Valladolid, el Colegio Mayor Santa Cruz, terminado en 1492.
- En Toledo, el hospital de la Santa Cruz, gran parte del palacio arzobispal, y la sillería baja del coro de la catedral con tallas de la guerra de Granada.
- En Alcalá de Henares, la reforma del palacio de los obispos y la ampliación de las Escuelas Generales.
- En Sevilla, obras en la Catedral, en San Francisco y en la iglesia de Santa Cruz.
- En la Catedral de El Burgo de Osma, la portada principal del mediodía, la sacristía y el púlpito del Evangelio, muy similar al de la Catedral de Sigüenza.
También dejó su huella como mecenas en Roma y Jerusalén:
- En Roma, la reconstrucción completa de la iglesia de la Santa Cruz o Croce.
- En Jerusalén, la consolidación de la iglesia del Santo Sepulcro y la construcción de otro templo en honor de la Santa Cruz.
Obras en la provincia de Guadalajara
Pero donde más obras y mecenazgos realizó el Cardenal fue en la provincia de Guadalajara, su lugar de nacimiento y donde su familia tenía la mayoría de sus propiedades:
- Casa-palacio de Guadalajara: un palacio de estilo renacentista muy famoso en los siglo XV y siglo XVI, que fue destruido por un incendio en el siglo XVIII.
- Castillo de Jadraque o castillo del Cid: construido con su estructura actual en el último tercio del siglo XV, con un estilo que se acercaba al de los palacios renacentistas italianos.
- Monasterio de Sopetrán: el antiguo monasterio de Santa María de Sopetrán, cerca de la unión de los ríos río Badiel y Henares, donde se construyó la sacristía.
- Monasterio de San Francisco en Guadalajara: se realizaron obras en su iglesia, que era el lugar de enterramiento de la familia Mendoza desde 1395.
- Universidad de Sigüenza: en 1476 se fundó el Colegio Grande de San Antonio de Portaceli. El papa Sixto IV aprobó sus primeras reglas en 1483. Años después, a petición del cardenal, el papa Inocencio VIII permitió en 1489 que se otorgaran títulos universitarios en las materias que se enseñaban.
- Catedral de Sigüenza: realizó varias obras, como el coro.
Véase también
En inglés: Pedro González de Mendoza Facts for Kids