Farsa de Ávila para niños
La Farsa de Ávila es el nombre que se le dio a un evento importante en la historia de Castilla. Fue una ceremonia donde un grupo de nobles decidió "quitar" al rey Enrique IV de Castilla de su trono de forma simbólica. En su lugar, proclamaron como nuevo rey a su medio hermano, el príncipe Alfonso de Trastámara.
Este suceso ocurrió cerca de la ciudad de Ávila el 5 de junio de 1465. Los que no estaban de acuerdo con esta acción llamaron a este evento "farsa", y así es como se le conoce en los libros de historia.
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¿Por qué ocurrió la Farsa de Ávila?
Durante el reinado de Enrique IV, había muchos conflictos entre los nobles, quienes querían tener más poder. El marqués de Villena no estaba contento porque el rey favorecía a otros nobles, como la familia Mendoza y a Beltrán de la Cueva, un consejero cercano al rey.
Por eso, el marqués de Villena formó una alianza contra el rey. Se unieron a él importantes figuras como los arzobispos de Toledo, Sevilla y Santiago, además de otros nobles como el conde de Paredes y los condes de Plasencia y Alba.
El 11 de diciembre de 1464, este grupo de nobles le dio un ultimátum al rey Enrique IV. Le dijeron que si no cambiaba su forma de gobernar y no se deshacía de sus consejeros, lo destituirían. El rey intentó negociar, pero no llegaron a un acuerdo. Así, el rey fue depuesto simbólicamente primero en Plasencia y luego en Ávila.
¿Cómo fue la ceremonia de Ávila?

Para la ceremonia, los nobles rebeldes construyeron un gran escenario que se podía ver desde lejos. Sobre él, colocaron una estatua de madera que representaba al rey Enrique IV. La estatua estaba vestida de luto y llevaba los símbolos de la realeza: la corona, el bastón y la espada.
En la ceremonia estaban presentes los líderes de la rebelión, como el arzobispo de Toledo, el marqués de Villena y varios condes. También había mucha gente del pueblo. El infante Alfonso, que en ese momento tenía menos de once años, también estaba allí.
Después de una misa, los rebeldes subieron al escenario y leyeron una lista de quejas contra Enrique IV. Lo acusaban de varias cosas, como de no ser un buen gobernante y de que la princesa Juana no era su verdadera hija, lo que significaría que no tenía derecho a heredar el trono.
Tras el discurso, el arzobispo de Toledo le quitó la corona a la estatua, que representaba la dignidad del rey. Luego, el conde de Plasencia le quitó la espada, símbolo de la justicia, y el conde de Benavente le quitó el bastón, símbolo del gobierno. Finalmente, Diego López de Zúñiga derribó la estatua.
Inmediatamente después, subieron al infante Alfonso al escenario y lo proclamaron rey con el grito de "¡Castilla, por el rey don Alfonso!". Luego, se realizó la ceremonia del besamanos, donde los nobles le mostraban su respeto al nuevo rey.
¿Qué pasó después de la Farsa de Ávila?
El nuevo rey, Alfonso XII, fue visto por muchos como un rey manejado por el marqués de Villena. Gran parte del país no lo aceptó y se mantuvo leal a Enrique IV. Esta situación provocó muchos problemas y conflictos que duraron hasta la muerte de Alfonso en 1468.
Aunque fue un rey simbólico, Alfonso XII tuvo una corte activa con importantes caballeros y poetas como Gómez Manrique y su sobrino Jorge. Gómez Manrique incluso organizó fiestas y obras de teatro para celebrar el cumpleaños del joven rey.
Más tarde, el marqués de Villena y algunos de sus aliados se separaron de Isabel, la hermana de Alfonso. Cuando Enrique IV murió en 1474, apoyaron a la princesa Juana como heredera al trono. Esto llevó a la guerra de sucesión castellana, que duró hasta 1479.
La Farsa de Ávila en la televisión
La serie de televisión Isabel ha recreado este importante evento histórico en sus episodios.
Véase también
En inglés: Farce of Ávila Facts for Kids