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Guerras de los Castores para niños

Enciclopedia para niños

Las Guerras de los Castores, también conocidas como Guerras Iroquesas o Guerras franco-iroquesas, fueron una serie de conflictos que ocurrieron en la segunda mitad del siglo XVII en el noroeste de Norteamérica. En estas guerras, la Confederación iroquesa, apoyada por sus socios comerciales ingleses y neerlandeses, buscó expandir su territorio alrededor de la región de los Grandes Lagos. Su objetivo principal era controlar el comercio de pieles de castor, que era muy valioso en los mercados de Europa. Los iroqueses se enfrentaron a los colonos franceses y a sus aliados, principalmente pueblos que hablaban lenguas algonquinas.

Estos conflictos fueron muy intensos y se consideran uno de los periodos más difíciles en la historia de América del Norte. La expansión del territorio iroqués cambió el mapa de los pueblos indígenas en Norteamérica. Grandes grupos de tribus, como los hurones, neutrales, erie y conestoga, fueron afectados. Muchas tribus del este tuvieron que moverse hacia el oeste, más allá del río Misisipi. Regiones como el territorio del Ohio y la península inferior de Míchigan quedaron casi sin sus habitantes originales, quienes huyeron como refugiados. Más tarde, estas regiones fueron repobladas por los mismos pueblos, pero organizados de manera diferente.

Las sociedades algonquinas e iroquesas sufrieron grandes cambios debido a estas guerras. El conflicto disminuyó cuando los iroqueses perdieron el apoyo de sus aliados neerlandeses en la colonia de los Nuevos Países Bajos. Además, los franceses empezaron a querer a los iroqueses como aliados contra la expansión inglesa. Con el tiempo, los iroqueses se hicieron socios comerciales de los británicos, lo que fue clave para la expansión británica en el Viejo Noroeste.

Datos para niños
Guerras de los Castores
Parte de Colonización francesa de América
Castor fiber canadensis (Canadian beaver) fur skin (cut).jpg
Piel de castor.
Fecha Segunda mitad del siglo XVII:
Agosto de 1642-5 de noviembre de 1653. Primera Guerra Iroquesa.
Mediados de 1654-1656. Segunda Guerra Iroquesa.
1656-junio de 1667. Tercera Guerra Iroquesa.
20 de septiembre de 1659-15 de julio de 1660. Primera Guerra Esopus.
Abril de 1663-1675. Cuarta guerra iroquesa.
7 de junio de 1663-16 de mayo de 1664. Segunda Guerra Esopus.
20 de junio de 1675-fines de 1676. Guerra del rey Felipe.
Septiembre de 1680-Primavera de 1684. Quinta Guerra Iroquesa.
12 de mayo de 1689-30 de septiembre de 1697. Guerra del rey Guillermo.
Lugar Región de los Grandes Lagos
Resultado Gran Paz de Montreal (4 de agosto de 1701)
Beligerantes
1642-1653
Confederación Hurona
Tionontaté
Confederación Neutral
1654-1656
Confederación Erie
1656-1667
Tribus algonquinas del lago Hurón (fox, sauk, potawatomi, ottawa y kikapú)
1659-1660/1663-1664
Lenape
1663-1675:
Conestoga
1675-1676
Wampanoag
Nipmuck
Narragansett
Podunk
Mohicanos
1680-1684
Miami
Confederación Illinois
Ottawa
1689-1697
Alianza tribal en Ohio (potawatomi, shawnee, miami e illinois)
Confederación Anishinaabeg (ojibwa, ottawa y algonquinos)
Confederación Wabanaki (abenaki, maliseet, micmac y passamaquoddy)
Winnebago
Menomini
Apoyados por:
Royal Standard of the King of France.svg Reino de Francia
· Nueva Francia
Flag of Sweden.svg Reino de Suecia
· Nueva Suecia
Flag of the Iroquois Confederacy.svg 'Haudenosaunee'
· Mohawk
· Seneca
· Cayuga
· Oneida
· Onondaga
Apoyada por:
Prinsenvlag.svg Provincias Unidas de los Países Bajos
· Nuevos Países Bajos
Flag of England.svg Reino de Inglaterra
· América británica
Fuerzas en combate
4000-6000 neutrales
3000-4000 erie
2000-3000 hurones
1000 lenape
3000 tribus algonquinas en Ohio e Illinois (cifras pre-epidémicas)
Más de 3000 lanzas (1634)
2200 (finales de 1630s)
Menos de 1000 (1650)
2200 (1660)
2250 (1689)
1230 (1698)

Las Guerras de los Castores: Un Conflicto por el Comercio

¿Por qué Empezaron las Guerras?

La Confederación iroquesa era una alianza fuerte entre cinco tribus: los mohawk, seneca, cayuga, oneida y onondaga. Todas hablaban dialectos de una misma lengua, lo que les permitía entenderse y vivir en paz entre ellas. Esta unión les dio el poder para enfrentarse a otros grupos, incluso a algunos más grandes. Sin embargo, no todas las tribus que hablaban lenguas iroquesas se unieron a la Confederación. Algunas, como los hurones, se convirtieron en sus principales rivales. Otros enemigos importantes eran las tribus algonquinas.

Primeros Encuentros con Europeos

El primer contacto entre los iroqueses y los europeos ocurrió en 1535, cuando el explorador francés Jacques Cartier viajó por el valle del río San Lorenzo. Allí encontró a los iroqueses "laurencianos", un grupo diferente a la Confederación. Cartier notó que estaban en guerra con otra tribu. Cuando los franceses regresaron en 1603, los laurencianos habían desaparecido, y sus aldeas estaban destruidas. El territorio ahora estaba habitado por los innu y los algonquinos.

Las historias orales iroquesas cuentan que los mohawk lucharon contra los conestoga y los algonquinos entre 1580 y 1600. Antes de 1603, el explorador francés Samuel de Champlain formó una alianza con los innu, algonquinos y hurones contra los iroqueses. Su objetivo era proteger el comercio de pieles, ya que los iroqueses lo interrumpían. En 1609, Champlain y sus aliados se enfrentaron a 300 iroqueses, principalmente mohawk, cerca del lago Champlain. Champlain usó un arcabuz y mató a dos jefes iroqueses. Un año después, Champlain ayudó a sus aliados a derrotar a un grupo de iroqueses. Los franceses animaron a los hurones a expandir su territorio hacia el oeste.

La Competencia por las Pieles

En 1610, los neerlandeses establecieron un puesto comercial cerca del territorio iroqués, en el valle del río Hudson. Esto les dio a los iroqueses acceso directo a los mercados europeos, sin necesidad de intermediarios. A cambio de pieles de animales, los iroqueses obtenían herramientas valiosas. Esto llevó a una caza de castores a gran escala y aumentó los conflictos entre los iroqueses y los aliados de los franceses. Los iroqueses vivían en lo que hoy es Nueva York, rodeados por pueblos algonquinos y otras confederaciones iroquesas como los hurones y neutrales.

Entre 1610 y 1615, los mohawk luchaban contra sus enemigos del norte (hurones, innu y algonquinos). También atacaron a los conestoga con apoyo neerlandés. En 1622, la Confederación y sus enemigos del norte firmaron la paz, pero duró poco. Al mismo tiempo, los mohicanos empezaron a cobrar a los neerlandeses por pasar por sus tierras, lo que llevó a una guerra con los mohawk. Los neerlandeses tuvieron que abandonar un fuerte en 1618, pero lograron una nueva paz.

Las enfermedades traídas por los europeos, como la viruela, causaron estragos. Una epidemia entre 1617 y 1619 mató al 90% de los indígenas en las costas de Nueva Inglaterra. Otra en 1633-1634 se extendió hasta los Grandes Lagos, afectando gravemente a las tribus.

El Regreso de los Conflictos

En 1624, los algonquinos y franceses atacaron a los iroqueses, pero estos prefirieron firmar la paz. La Confederación estaba más preocupada por los mohicanos, que actuaban como intermediarios en el comercio de pieles. Los iroqueses querían controlar ese comercio. Los mohawk atacaron a los mohicanos y los expulsaron al este del Hudson, monopolizando el comercio con el Fuerte Orange.

Los iroqueses, especialmente los mohawk, dependían de este comercio para conseguir armas de fuego y otros productos europeos. Para 1630, los iroqueses tenían muchas armas y eran expertos en usarlas debido a sus constantes guerras. Los franceses, en cambio, prohibían la venta de armas a sus aliados, aunque a veces las regalaban a quienes se convertían al cristianismo. La introducción de estas armas también provocó una disminución rápida de la población de castores. Para 1640, casi no quedaban castores en el valle del Hudson. A medida que los castores desaparecían en sus tierras, los iroqueses comenzaron sus guerras de expansión. El centro del comercio de pieles se movió a las regiones frías del sur de Ontario, territorio de los neutrales y hurones, aliados de la Nueva Francia. Con menos pieles y una población afectada por enfermedades, los iroqueses decidieron expandir su control.

Los ingleses se involucraron en estas guerras cuando tomaron Quebec en 1629, aunque la devolvieron a los franceses tres años después. Durante esos años, los algonquinos e innu no tuvieron acceso a armas de fuego y fueron vulnerables a los ataques mohawk. La Confederación intentó un acuerdo comercial con los hurones, pero estos se negaron. La guerra comenzó cuando guerreros hurones mataron a un cazador iroqués en un territorio en disputa. La paz de 1627 se rompió.

Tácticas de Guerra y Población

Estrategias de Combate

Los jefes guerreros iroqueses eran elegidos por las mujeres mayores de cada clan, quienes también decidían cuándo ir a la guerra. Los conflictos en Norteamérica en los siglos XVII y XVIII se basaban en ataques rápidos, emboscadas y sorpresas. El combate individual y la búsqueda de lugares seguros para disparar eran importantes. Los fuertes también eran cruciales como centros de población y comercio. Las grandes batallas en campo abierto eran raras.

Al principio, los iroqueses usaban arcos, flechas, escudos y armaduras. Pero cuando Champlain introdujo el arcabuz en 1609, quedaron en desventaja por un cuarto de siglo. Su solución era fingir retiradas para atraer a los algonquinos a emboscadas y forzarlos a luchar cuerpo a cuerpo. Los escudos y arcos se volvieron menos importantes, y las clavas y lanzas ganaron relevancia. Los iroqueses estaban a la defensiva, tratando de proteger sus tierras de caza. A partir de 1630, consiguieron armas de fuego y sus tácticas cambiaron. Se enfocaron en la guerra de guerrillas con tiradores ocultos, priorizando la movilidad y la precisión de sus armas.

Para 1641, los iroqueses habían modernizado su forma de luchar con las armas neerlandesas. Disparaban a través de las empalizadas al atacar fuertes. En campo abierto, cargaban y disparaban a corta distancia para asustar al enemigo. Gracias a estas nuevas tácticas y armas, podían vencer a enemigos más numerosos pero peor armados.

Finalmente, sus enemigos también cambiaron sus tácticas. En 1647, los hurones formaron una media luna para enfrentarlos. Cuando los iroqueses atacaban, los hurones se tiraban al suelo y disparaban mientras los iroqueses recargaban. Esto hizo que los iroqueses prefirieran atacar los convoyes de canoas huronas desde las orillas de los ríos para robar pieles y comprar más armas, buscando una superioridad total. Para estas emboscadas fluviales, usaban largas líneas de tiradores.

El Poder de los Iroqueses

En la década de 1630, los iroqueses eran entre 20,000 y 30,000 personas, aunque las enfermedades y guerras redujeron mucho su número. Estaban divididos en clanes.

Su organización política les permitía movilizar ejércitos más grandes que sus vecinos. Sin embargo, rara vez enviaban más de 1,200 guerreros en una incursión, usualmente entre 500 y 1,000. Nunca superaron los 2,000. Para compensar las pérdidas en la guerra, los iroqueses adoptaban a muchos prisioneros. Los prisioneros eran integrados en un clan, como hermanos o hijos. Cuanto más afectado estaba un clan, más probable era que adoptaran a muchas personas.

Las crónicas antiguas dicen que en 1595, antes de las guerras y enfermedades, podían reunir hasta 8,000 guerreros. Sin embargo, en la década de 1630, se estima que tenían entre 3,000 y 5,000 guerreros. Un misionero jesuita que vivió con ellos entre 1666 y 1712, Jacques Bruyas, afirmó que la Confederación no tenía más de 2,000 guerreros.

El Desarrollo de los Conflictos

Primeros Años de Lucha

Las poblaciones de castores en territorio iroqués comenzaron a disminuir a finales de la década de 1630. En 1636, 300 iroqueses fueron emboscados por los innu, perdiendo 28 hombres. En 1637, una partida de algonquinos e innu fue derrotada por los iroqueses. Los vencidos buscaron alianzas con hurones y franceses, pero fueron rechazados. Una ofensiva iroquesa expulsó a los algonquinos e innu más al norte.

Mientras tanto, en el frente hurón, los seneca atacaron a los hurones en 1634, causando muchas bajas. En 1635, 500 hurones intentaron asaltar una aldea seneca, pero los iroqueses se enteraron y lanzaron un ataque preventivo, matando a 200 hurones. Ese mismo año, ambas confederaciones firmaron la paz.

En 1636, los hurones atacaron a los iroqueses con éxito. En 1637, los iroqueses intentaron cortar la ruta comercial entre los franceses y Huronia. Hubo varios enfrentamientos en el lago St. Lawrence, donde el jefe hurón Taratouan fue capturado y ejecutado. Esto motivó a los hurones a reconstruir su alianza con los algonquinos. Los oneida respondieron saqueando una aldea hurona.

En 1638, los hurones contraatacaron con ayuda algonquina. Una expedición de 300 guerreros entró en territorio iroqués y rodeó un pequeño fuerte. La mayoría de los sitiados intentó escapar, pero su líder se negó. Murieron 70 u 80 iroqueses, y 8 fueron capturados y maltratados. Esta batalla dejó a los oneida con pocos hombres adultos. Los hurones lanzaron más ataques y tomaron 100 prisioneros. Los seneca se vengaron, infligiendo una grave derrota a los hurones.

Los wenro, una tribu pequeña, servían como un "colchón" entre los iroqueses y los neutrales y erie. Los wenro fueron abandonados por sus aliados y sus territorios fueron tomados por los iroqueses. La mayoría de los wenro fueron muertos o capturados. Cerca de 600 sobrevivientes buscaron refugio en una aldea hurona. Los últimos grupos de wenro fueron derrotados en 1643 y tuvieron que huir con los neutrales.

En el verano de 1638, los hurones se sentían seguros de poder obligar a las Cinco Naciones a pagar por la paz. Los neerlandeses, sus socios comerciales, animaron a los iroqueses a seguir luchando. Como la fuente de pieles iroquesa había disminuido, los ingresos de los puestos comerciales también.

Relación con los Franceses

En 1641, 700 mohawk viajaron a Trois-Rivières, en Nueva Francia, para proponer la paz con los franceses y sus aliados. Pidieron a los franceses que establecieran un puesto comercial en su territorio. El gobernador Charles de Montmagny rechazó la propuesta, ya que significaría abandonar a sus aliados hurones. La guerra comenzó formalmente a principios de la década de 1640 con ataques iroqueses a las aldeas huronas para interrumpir su comercio con los franceses. La interrupción fue tan grande que los franceses pidieron a las tribus negociar un tratado. Dos líderes iroqueses viajaron a Nueva Francia para las negociaciones. Los franceses aceptaron la mayoría de las demandas iroquesas, incluyendo derechos de tráfico. Al verano siguiente, una flota iroquesa de 80 canoas cargadas de pieles llegó a los dominios franceses. Sin embargo, los franceses se negaron a comprar las pieles y les dijeron a los iroqueses que se las vendieran a los hurones como intermediarios. Los iroqueses se indignaron y la guerra se reanudó.

Los iroqueses decidieron armarse comprando mosquetes a los neerlandeses. Para 1641, ya habían recibido más de 400 mosquetes. Los franceses, preocupados, decidieron participar directamente en el conflicto. Para tener más fuerza, los hurones y los conestoga formaron una alianza contra los iroqueses en 1647. Esta nueva unión los hacía mucho más numerosos. Los hurones intentaron dividir a la Confederación iroquesa negociando la paz por separado con los onondaga y los cayuga, pero las otras tribus interceptaron a sus mensajeros, poniendo fin a las negociaciones. El verano de 1647 hubo varias escaramuzas. En 1648, dos tribus algonquinas lograron pasar un convoy de pieles a través de un bloqueo iroqués, causando muchas bajas a sus enemigos.

Los iroqueses pasaron los años siguientes fortaleciendo su confederación y trabajando más unidos bajo un liderazgo central. Para la década de 1660, las cinco naciones iroquesas dejaron de luchar entre sí. Pudieron coordinar planes económicos y militares, lo que les dio un gobierno más avanzado que el de las tribus vecinas.

Aunque los ataques iroqueses no eran constantes, cuando ocurrían eran terribles para los habitantes de Nueva Francia. Los colonos se sentían indefensos. Algunos héroes franco-canadienses, como Dollard des Ormeaux y Madeleine de Verchères, se hicieron famosos por resistir estos ataques. Los franceses se negaron a hacer la paz con los iroqueses, ya que los veían cada vez más como aliados de los neerlandeses e ingleses.

La Derrota de los Hurones

Los líderes iroqueses, con un suministro constante de armas, decidieron eliminar la amenaza de los hurones. Para empezar, cortaron el comercio entre Quebec y Huronia.

En 1642, 11 canoas huronas fueron emboscadas por los mohawk y oneida. Esa temporada, los iroqueses incendiaron una aldea, pero los hurones, demasiado débiles, no respondieron. Esto animó a los iroqueses a atacar a todas las tribus aliadas de Huronia para aislarla. Los hurones intentaron negociar con los onondaga, pero sus embajadores fueron emboscados por los mohawk. El jesuita Isaac Jogues fue capturado por los iroqueses. En 1645, la Confederación expulsó a los algonquinos e innu hacia el este.

En 1647, entre 600 y 800 iroqueses con 300 arcabuces lanzaron una nueva incursión. Los conestoga ofrecieron 1,300 guerreros a los hurones para una alianza, pero fueron rechazados. Los hurones intentaron dividir a la Confederación negociando por separado con los onondaga y cayuga, pero sus mensajeros fueron interceptados.

Desde 1648, los colonos neerlandeses vendieron armas directamente a la Confederación. Pronto, los iroqueses acumularon más de 400 armas. Luego, 300 seneca capturaron una aldea y asaltaron otras antes de marchar hacia el corazón de Huronia. El 4 de julio, los iroqueses atacaron la misión de Saint-Joseph II, matando a la mayoría de sus 2,000 habitantes, incluyendo al sacerdote Antonio Daniel. Los pocos sobrevivientes huyeron. Los hurones quedaron desmoralizados y no defendieron sus aldeas. Como resultado, los hurones de las regiones orientales migraron al oeste.

En el invierno de 1648-1649, 1,000 mohawk y seneca se infiltraron en los bosques hurones y destruyeron dos aldeas, matando a miles en el corazón de Huronia. El 16 de marzo de 1649, la misión de Saint-Ignace II fue destruida, y Juan de Brébeuf y Gabriel Lalemant fueron capturados y ejecutados. Las misiones y aldeas cercanas ardieron. Los habitantes de Saint-Michel enviaron 700 guerreros para perseguir a los iroqueses, pero antes de que regresaran, los residentes abandonaron y quemaron la misión. El 1 de mayo, 15 aldeas huronas fueron quemadas. Las Cinco Naciones reunieron un ejército de 2,000 guerreros y atacaron la misión de Sainte-Marie I. Después de un día de lucha, 20 hurones prisioneros fueron ejecutados. Cerca de 700 hurones murieron en esa campaña.

Los hurones huyeron con la Confederación Anishinaabeg al norte de los Grandes Lagos. Sin los hurones, ya no había tribus entre los iroqueses y Nueva Francia, y una región rica en pieles quedó en manos de la Confederación. Unos 6,000 a 8,000 hurones huyeron a una isla, donde cientos murieron de hambre antes del invierno, y 4,000 más hasta junio de 1650.

La Adopción de Prisioneros

Unos 7,000 hurones fueron capturados e integrados a la Confederación. La adopción masiva de prisioneros fue necesaria para reemplazar las bajas. Después de la campaña, la Confederación tenía menos de 1,000 guerreros, pero pudo reconstruir sus fuerzas adoptando a hurones y tionontaté. La Relación Jesuítica de 1646-48 dice que dos tercios de la población oneida eran miembros de esas tribus adoptados. Esta política fue tanto una causa como una consecuencia de los conflictos. Los iroqueses necesitaban reemplazar las bajas y estaban obligados a lanzar nuevas incursiones para capturar y adoptar personas, lo que a su vez producía nuevas bajas.

Las enfermedades europeas causaron estragos entre los iroqueses y sus vecinos antes de la guerra, y sus poblaciones disminuyeron drásticamente. Para solucionar esto y reemplazar a los guerreros perdidos, los iroqueses integraron a muchos de sus enemigos capturados en sus propias tribus. Se esforzaron por mantener contentos a los prisioneros, incluso invitando a los jesuitas a su territorio para atender a los que se habían convertido al cristianismo. Un sacerdote recordó: "Por lo que puedo ver, el plan de los iroqueses es capturar a todos los hurones... matar a sus jefes... y con el resto formar una nación y un país". Los jesuitas trabajaron rápidamente entre los iroqueses, convirtiendo a muchos al catolicismo.

La Caída de los Tionontaté y Neutrales

Los tionontaté, también conocidos como la "nación del tabaco", vivían en un territorio llamado Pétunia. Antes de las epidemias, eran entre 5,000 y 12,000 personas, pero su número había caído a solo 2,000 o 4,000. Eran aliados cercanos de los hurones. Sufrieron los primeros ataques iroqueses en el invierno de 1648-1649.

A finales de 1649, los tionontaté se enteraron de que 300 iroqueses avanzaban hacia su capital fortificada, Etarita. Los defensores salieron a enfrentarlos, dejando la aldea desprotegida. El 7 de diciembre, la misión fue quemada, y los jesuitas Carlos Garnier y Natalio Chabanel fueron maltratados hasta morir. Mujeres y niños fueron tomados prisioneros. Pronto, toda la tribu fue conquistada.

Los neutrales o attiwandaron vivían al noroeste del lago Erie. Antes de las enfermedades, eran entre 30,000 y 40,000, pero disminuyeron a 12,000 para 1640. Podían movilizar ejércitos de 4,000 a 6,000 guerreros.

En 1641 o 1643, 2,000 neutrales y ottawa sitiaron una aldea fortificada. La aldea cayó al décimo día: 800 mujeres y niños fueron capturados; 70 hombres fueron quemados; y los ancianos fueron abandonados. En 1648, 300 iroqueses destruyeron una aldea neutral. Los franceses, preocupados, decidieron participar directamente. Los mohawk atacaron las colonias francesas, y dos años después, los franceses pidieron la paz, abandonando a los neutrales.

En la primavera de 1650, los neutrales compraban armas a los franceses. Formaron una alianza con los conestoga y recibieron a refugiados tionontaté y hurones. Estos refugiados continuaron luchando contra la Confederación desde Neutralia. Los iroqueses exigieron su entrega, pero los neutrales se negaron, lo que desató la guerra. 1,500 iroqueses destruyeron una gran aldea neutral en otoño. Los seneca tuvieron que abandonar la mayoría de sus aldeas y huir con los cayuga. Los conestoga intentaron ayudar a los neutrales, pero fueron vencidos fácilmente por los mohawk.

Los seneca y mohawk lanzaron una nueva ofensiva a inicios del invierno de 1650-1651. Entre 600 y 1,200 guerreros destruyeron la principal aldea neutral, Teotondiation. 1,600 neutrales quedaron dispersos. A finales de 1651, los iroqueses habían expulsado a los neutrales de sus tierras, matando o asimilando a miles de ellos. Muchos hurones y tionontaté fueron capturados, y otros tuvieron que huir nuevamente con los erie y conestoga.

La Lucha contra los Erie

Los erie eran otro grupo tribal que frenaba la expansión iroquesa. Vivían al sudeste del lago homónimo y eran una confederación con una población de 10,000 a 12,000 personas hacia 1650.

Miles de refugiados hurones y neutrales huyeron con los erie, la tribu más temida por los iroqueses, y promovieron la guerra contra la Confederación. Los iroqueses exigieron su entrega, pero los erie se negaron. La violencia en la frontera aumentó. En 1653, 2,000 erie incursionaron en territorio seneca, quemaron un pueblo y mataron a 80 guerreros. Treinta embajadores erie fueron enviados a la capital seneca para acordar la paz. Desafortunadamente, un erie mató a un seneca, y en respuesta, todos los embajadores fueron masacrados, excepto cinco. Esto llevó a los cayuga, oneida y onondaga a apoyar una nueva campaña.

En junio de 1654, los seneca, cayuga, oneida y onondaga se unieron para enfrentar a los erie. A finales de agosto o en septiembre, los iroqueses lanzaron una incursión devastadora con 1,800 o 1,900 combatientes. La capital erie, Riqué, fue asaltada y destruida. Entre 3,000 y 4,000 indígenas intentaron defenderla sin éxito. Las aldeas cercanas habían sido quemadas para obligar a los erie a huir, lo que llenó Riqué. Los onondaga asaltaron las empalizadas y tomaron la aldea cuando los defensores se quedaron sin municiones. La fuerza iroquesa incluía 1,200 onondaga y 700 mohawk.

Un nuevo ataque iroqués ese mismo año fue menos exitoso. El invierno de 1654-1655, la hostilidad continuó, pero los iroqueses se dedicaron a preparar nuevas incursiones. En 1655, los erie pidieron armas a los franceses, pero estos temían provocar a la Confederación. Durante el invierno siguiente, ataques fuertes acabaron con la capacidad defensiva de los erie. Para 1656, la Confederación Erie estaba casi destruida. Sus miembros estaban muertos, capturados o dispersados. Las últimas aldeas independientes de los erie continuaron enfrentando a los iroqueses hasta su derrota definitiva alrededor de 1680.

Para esa época, los seneca se habían convertido en la tribu más poderosa de la Confederación y lideraron las campañas contra los wenro, hurones, tionontaté, neutrales y erie para expandir sus dominios. Esto tuvo un costo. En la lucha contra los erie y conestoga, sufrieron muchas bajas y para no disminuir su población, comenzaron a adoptar comunidades enteras. En 1656, visitantes europeos observaron individuos de hasta 11 tribus viviendo entre ellos. Los seneca también comenzaron a establecerse en las tierras de los hurones, tionontaté y neutrales al norte de Ontario, pero fueron expulsados a finales de siglo por los mississauga y otros pueblos algonquinos canadienses.

Los Mohicanos y Conestoga

Los mohicanos, junto a los conestoga, fueron los principales enemigos de los mohawk. Después de una derrota en 1628, los mohicanos migraron al norte. Los mohawk buscaron una alianza con los mohicanos. Sin embargo, hacia 1640, los territorios de mohawk y mohicanos se agotaron, lo que llevó a una serie de guerras de conquista con el apoyo de sus socios europeos, quienes aumentaron la venta de armas de fuego.

A principios de 1643, los mohicanos sometieron a otros pueblos. Los refugiados huyeron a Nuevos Países Bajos, donde fueron atacados por los colonos, lo que desató la guerra Wappinger. En el otoño, 1,500 munsee y aliados mataron a cientos de neerlandeses. En 1645, las tribus del este del Hudson pidieron la paz. Más de 1,000 indígenas habían muerto.

En 1650, los mohicanos, sin abandonar su alianza formal con los iroqueses, comenzaron a conspirar contra ellos con franceses y otras tribus. En 1662, los mohawk atacaron a los mohicanos, pero fueron vencidos. Esto permitió a los mohicanos cortar las comunicaciones entre los iroqueses y el Fuerte Orange. En 1664, los neerlandeses se rindieron a los ingleses, y su colonización terminó.

En 1666, ingleses e iroqueses entraron en guerra con los franceses y presionaron a los mohicanos para que se mantuvieran neutrales. Se firmó un tratado en agosto que se rompió de inmediato. En 1669, una poderosa partida de 300 mohicanos, reforzados por otras tribus, atacó la principal aldea mohawk, Caughnawaga. Los refuerzos iroqueses lograron rechazarlos. Después, un ejército iroqués invadió la cuenca del Hudson y sometió a los aliados de los mohicanos.

En 1675, los iroqueses y la Confederación Mohicana firmaron la paz. Los mohicanos dejaron de ser una potencia. Para entonces, se habían reducido a poco más de 1,000 personas.

Con las tribus del norte y oeste derrotadas, los iroqueses se enfocaron en el sur, hacia los conestoga. En el invierno de 1652, 1,000 guerreros iroqueses lanzaron una incursión exitosa contra los conestoga, derrotándolos en una gran batalla. Los iroqueses tuvieron 130 muertos, y una aldea enemiga fue destruida. Este ataque costó un número desconocido de vidas y entre 500 y 600 prisioneros que fueron asimilados por los iroqueses. En 1656, los cazadores conestoga fueron atacados por los onondaga, iniciando escaramuzas. Para entonces, los conestoga tenían armas de fuego y cañones pequeños suministrados por los suecos.

El año 1660 marcó el punto más alto del poder militar iroqués. En 1661, comenzó una guerra contra los seneca, onondaga y cayuga. Los conestoga se habían aliado con la colonia inglesa de Maryland en 1661. Los ingleses temían a los iroqueses y esperaban que una alianza con los conestoga ayudara a frenar su avance. Los conestoga necesitaban esa alianza después de una epidemia de viruela.

En abril de 1663, los iroqueses enviaron un ejército de 800 a 1,600 guerreros contra territorio conestoga y sitiaron una aldea. Después de fallar en el asalto, los iroqueses enviaron 25 negociadores que fueron maltratados y muertos. Los atacantes se retiraron. La agresión obligó a Maryland a declarar la guerra a los iroqueses. Los ingleses suministraron artillería a los fuertes conestoga, lo que hizo imposible el triunfo iroqués. Los conestoga tomaron la delantera y lanzaron incursiones en territorio iroqués, causando daños significativos.

Esta situación continuó hasta 1674, cuando los ingleses cambiaron su política y negociaron la paz con los iroqueses, rompiendo su alianza con los conestoga. En 1675, las milicias de Virginia y Maryland capturaron y ejecutaron a los jefes conestoga, aprovechando que la tribu estaba debilitada por una hambruna. Los iroqueses aprovecharon la oportunidad y derrotaron a sus rivales, obligándolos a pagar tributo. Los conestoga que lograron escapar se unieron a los iroqueses en 1676. Los iroqueses rápidamente tomaron el control de la nación.

Respecto a los lenape o delaware, se enfrentaron a los iroqueses en las Guerras Esopus en 1659-1660 y 1663-1664, donde fueron vencidos y su capital destruida. En 1677, las Cinco Naciones los obligaron a pagar tributo. Los conflictos habían costado la vida de 1,000 lenape, mohicanos, wappinger y montauk.

Después de la derrota de los tionontaté, erie y neutrales, el avance de las Cinco Naciones se dirigió lentamente hacia los ottawa desde la década de 1660. En 1656, los ottawa y wyandot rompieron el control iroqués de las rutas fluviales. Los potawatomi, originalmente rivales de los hurones, se aliaron con los neutrales para resistir a los iroqueses. Forzados a migrar en 1641, se instalaron junto a los ojibwa.

El Contraataque Francés y la Gran Paz

La Intervención Francesa

Los iroqueses continuaron controlando las áreas alrededor de Nueva Francia, llegando en sus incursiones hasta las murallas de Quebec y Montreal. En mayo de 1660, 160 guerreros iroqueses atacaron Montreal, capturando a 17 colonos. Un segundo ataque capturó a otros 10. Hubo varias incursiones en 1661 y 1662 contra los abenaki, aliados de los franceses. Este peligro en el corazón de Nueva Francia fue un factor importante para que la Corona francesa decidiera cambiar el gobierno de Canadá. Se creó una pequeña fuerza militar para contrarrestar los ataques iroqueses, formada por franceses, hurones y algonquinos.

La situación de la guerra en Nueva Francia cambió a mediados de la década de 1660 con la llegada de tropas regulares de Francia, el regimiento Carignan-Salières. La administración de Nueva Francia cambió su política hacia sus aliados indígenas, vendiendo armas y ofreciendo apoyo militar directo. En 1664, los aliados neerlandeses de los iroqueses perdieron el control de los Nuevos Países Bajos ante las colonias inglesas. El apoyo europeo a los iroqueses disminuyó después de la derrota neerlandesa.

En enero de 1666, los franceses invadieron el territorio iroqués. La primera fuerza invasora, dirigida por Daniel de Rémy, tuvo que retirarse. Una segunda fuerza, al mando de Alexandre de Prouville, encontró poca resistencia, ya que muchos guerreros iroqueses estaban luchando contra los conestoga. Aunque la incursión fue abortada, el jefe Canaqueese fue tomado prisionero. Sin el apoyo europeo, los iroqueses pidieron la paz, y Francia aceptó.

En 1669-1670, los mohawk y oneida eran las tribus menos numerosas debido a las guerras y hambrunas. Gracias a la ayuda de los mohawk católicos, pudieron aumentar su población.

En el este, los mohawk intervinieron en la Guerra del rey Felipe. En 1675-1676, el jefe wampanoag Metacomet viajó a su territorio para pedir ayuda contra los británicos. Los mohawk se negaron y enviaron 300 guerreros para ayudar a los europeos, siendo clave en la derrota de los indígenas rebeldes.

La Guerra con Francia se Reanuda

Cuando los ingleses comenzaron a colonizar el antiguo territorio neerlandés, estrecharon lazos con los iroqueses para usarlos como barrera contra la expansión francesa. Pronto les suministraron más armas de fuego que los neerlandeses y los animaron a perturbar los intereses franceses. Con la reanudación de las hostilidades, las milicias de Nueva Francia se fortalecieron en 1683 con la llegada de tropas regulares de la marina francesa. Estas tropas se especializaron en la "pequeña guerra", caracterizada por expediciones largas y silenciosas en los bosques y ataques repentinos contra campamentos enemigos, el mismo tipo de guerra que practicaban los iroqueses.

En junio de 1685, llegó de Europa el marqués de Denonville, Jacques-René de Brisay, con 550 marinos y 150 colonos. Muchos murieron o enfermaron gravemente. A pesar de esto, el marqués estaba decidido a restablecer el poder francés. En 1686, envió 105 hombres a bahía James para destruir fuertes ingleses. En junio de 1687, lanzó otra invasión con 3,000 milicianos y regulares. No encontraron al ejército iroqués, por lo que quemaron sus cultivos y casas, destruyendo grandes cantidades de maíz. Muchos iroqueses murieron de hambre el invierno siguiente. La incursión, al mando del marqués, contaba con 1,200 a 1,600 soldados franceses y 400 colonos canadienses, además de 983 auxiliares indígenas. Durante la campaña, el marqués fue emboscado por 600 a 800 guerreros y derrotado. Sin embargo, la campaña logró destruir muchos asentamientos de los seneca. También se fundó un fuerte en el lago Ontario. En 1688, una epidemia de viruela mató a 1,000 de los 11,000 soldados y colonos de la región. En 1689, los iroqueses marcharon a Nueva Francia para lanzar ataques de represalia. En agosto, 1,500 iroqueses atacaron el pueblo francés de La Chine, cerca de Montreal. Quemaron 56 edificios, mataron a 24 residentes y capturaron a 90.

Durante la Guerra del rey Guillermo, los franceses instaron a los indígenas a atacar los asentamientos coloniales ingleses. Uno de los ataques más notables en 1690 fue la devastación de Schenectady, en la provincia de Nueva York. Estos ataques fueron realizados por partidas de soldados e indígenas entrenados en la "pequeña guerra" y solo sirvieron para unir a las divididas colonias inglesas.

En octubre, el ataque inglés contra Quebec fue vencido por 39 barcos y 2,000 milicianos al mando de Frontenac. La fuerza inglesa se retiró, dejando 30 muertos en el campo de batalla, pero 1,000 murieron por una epidemia de viruela. En la primavera de 1691, 1,000 iroqueses arrasaron todas las granjas entre Montreal y el río Richelieu. En 1693, 625 franceses atacaron el territorio mohawk sin problemas. Entre 1692 y 1694, los iroqueses vencieron a los delaware, mohicanos y shawnee, expulsando a estos últimos del valle del Ohio. En julio de 1695, 2,000 soldados, milicianos e indígenas aliados arrasaron los territorios de los oneida y onondaga. Los iroqueses respondieron quemando todos los pueblos fronterizos que encontraron. El conde de Frontenac quemó un fuerte oneida y tomó 30 prisioneros. En 1696, los iroqueses perdieron muchas de sus conquistas y casi quedaron reducidos a su territorio original. En esos momentos, los jefes iroqueses estaban desesperados; las muertes por combates y epidemias habían disminuido su poder. El Tratado de Rijswijk de 1697 puso fin a las hostilidades anglo-francesas, pero los conflictos tribales continuaron.

La Gran Paz de Montreal

A finales de 1698, los iroqueses comenzaron a ver que los ingleses se estaban convirtiendo en una amenaza mayor que los franceses. Los ingleses habían comenzado a colonizar Pensilvania en 1681, y el crecimiento colonial empezó a invadir la frontera sur del territorio iroqués. La política francesa cambió de opinión respecto a los iroqueses. Después de 50 años de guerra, se dieron cuenta de que era imposible destruirlos, por lo que decidieron que la amistad con los iroqueses sería la mejor forma de asegurar su control del comercio de pieles en el norte y ayudarlos a detener la expansión inglesa. Tan pronto como los ingleses se enteraron del tratado, intentaron evitarlo, ya que perderían el control del comercio de pieles con los iroqueses en Albany y la protección de su flanco norte. Sin embargo, a pesar de la interferencia británica, el tratado se logró.

El tratado de paz, la Gran Paz de Montreal, fue firmado en 1701 por 39 jefes indígenas, los franceses y los ingleses. En el tratado, los iroqueses aceptaron detener los ataques y permitir que los refugiados regresaran del este a la región de los Grandes Lagos. Los shawnee recuperaron el control del territorio del Ohio. La tribu miami volvió a controlar lo que hoy es Indiana y el noroeste de Ohio. Los potawatomi regresaron a Míchigan, y los illiniwek a Illinois. Con los neerlandeses fuera de Norteamérica, los ingleses se habían vuelto tan poderosos como los franceses. Los iroqueses mantendrían el equilibrio de poder entre las dos potencias europeas y usarían su posición a su favor en las décadas siguientes. Su sociedad comenzó a cambiar rápidamente, enfocándose en construir una nación fuerte, mejorando su agricultura y la educación de su gente. La paz sería duradera, y no sería hasta la década de 1720 cuando su territorio volvería a estar amenazado por los europeos.

¿Qué Consecuencias Tuvieron las Guerras?

Cambios en el Territorio y la Población

A través de varios tratados europeos, el control inglés sobre los iroqueses y sus territorios, reconocido durante la guerra, había terminado. Debido a esto, los ingleses exageraron la extensión de los dominios iroqueses en el oeste para disputar a los franceses el control de Illinois y Ohio. Para esto, usaron nuevamente los conflictos entre tribus. En 1742, los iroqueses actuaron como intermediarios de los británicos para obligar a los conestoga a aceptar reubicarse en una pequeña reserva. Esto llevó a muchos lenape a abandonar sus hogares y migrar al oeste para establecerse con los shawnee y mingo. En 1749, las tres tribus formaron una "República" en Ohio, enfrentándose a la Confederación. Los franceses apoyarían a la República, mientras que los británicos apoyarían a la Confederación durante la guerra franco-india.

El costo para las tribus indígenas de estas guerras fue enorme, sumado a las migraciones forzadas y las víctimas de las epidemias. Por ejemplo, los neutrales perdieron 9,000 personas por las guerras hasta 1651, los hurones otros 10,000, los tionontaté 8,000 y los erie 18,000 hasta 1658. Además, en 1645, mohicanos y mohawk ayudaron a los holandeses en su campaña contra los wappinger y munsee (lenapes), muriendo 1,600 en total. Los sobrevivientes solían ser expulsados o integrados en las tribus iroquesas, que buscaban compensar sus propias bajas. Alrededor de 20,000 indígenas fueron desplazados por las conquistas.

Tribus Población
1600-1615
Población
1640-1660
Neutrales (Attiwandaron) 10,000-30,000 12,000-21,000
Wenro (wenrohronon) 1,200-3,000
Hurones (wendat) 20,000-30,000 10,000
Conestoga (susquehannock) 5,000-7,000 2,000-3,000
Tionontaté 8,000-10,000 3,000
Erie (erieehronon) 10,000
Ottawa (odawa) 8,000 1,500-2,000
Ojibwa (chippewa) 35,000
Algonquinos 6,000 2,000
Shawnee 10,000
Mohicanos 8,000
Miami 15,000
Innu (montagnais) 10,000
Abenaki 40,000
Illiniwek (illinois) 12,000-20,000
Lenape (delaware) 20,000 4,000
Menomini 2,000-4,000 500
Winnebago 8,000-20,000 500
Kickapoo 4,000
Mascouten 6,000

Para los mismos iroqueses, las guerras fueron costosas, especialmente para los hombres adultos. Si a esto le sumamos las muertes por epidemias, la reducción de su población fue inevitable. Sin embargo, los historiadores tienen diferentes opiniones sobre el impacto. Algunos dicen que la adopción de miles de enemigos capturados ayudó a compensar la disminución e incluso aumentó su población. Otros creen que los iroqueses nunca superaron su población máxima de principios del siglo XVII.

Tradicionalmente, se ha estimado la población de las tribus iroquesas hacia 1660. Los mohawk fueron la tribu que más población perdió.

Tribu 1620-1634 1634-1660 Decrecimiento
Mohawk 8,025 1,140 -6,685
Oneida 1,789 392 -1,397
Onondaga 2,718 1,140 -1,578
Cayuga 2,700 1,100 -1,600
Seneca orientales 1,730 1,831 +101
Seneca occidentales 3,100 1,307 -1,793
Haudenosaunee 20,062 6,810 -13,252

En cuanto al número de guerreros iroqueses, al inicio de su gran expansión militar, se estimaba que podían movilizar más de 3,000 guerreros, o incluso 4,000 a 5,000. La guerra constante causó muchas muertes y deserciones, reduciendo su número a 2,250 en 1689 y 1,230 en 1698. Sin embargo, antes de las guerras y epidemias, hacia 1595, los cronistas dicen que los iroqueses podían reunir 8,000 guerreros. En la práctica, nunca movilizaron más de 2,000 guerreros a la vez. Aunque la disminución fue compensada por el acceso a armas de fuego, el debilitamiento de la confederación fue clave para el fin de sus conquistas. Finalmente, la población iroquesa se estabilizó en torno a los 10,000 individuos, con un quinto de guerreros, manteniéndose así durante gran parte del siglo XVIII.

El Impacto en las Colonias Europeas

Además del debilitamiento de las naciones indígenas, otra consecuencia indirecta fue el desarrollo y expansión de las colonias europeas en Norteamérica, aunque de manera muy diferente según el país. Mientras que el modelo de colonización francés buscaba evangelizar y cooperar con los indígenas, dispersando a sus colonos como cazadores o comerciantes, el modelo inglés era de ocupar las tierras indígenas y fundar colonias, concentrando a su gente en granjas y ciudades. Hasta la década de 1750, la mayoría de las tribus del Piedmont, una región fértil al este de los Apalaches, habían sido expulsadas, conquistadas o absorbidas por la Confederación, creando un vacío que facilitó la colonización británica.

De este modo, los colonos ingleses rápidamente superaron en número a sus rivales franceses. Además, mientras los británicos enviaban a sus minorías religiosas, junto con delincuentes y aventureros, a poblar sus colonias, los franceses solo permitían a los católicos convertirse en colonos. Las cifras indican que por cada colono francés que llegaba a América, los británicos enviaban a cuatro, y por cada soldado francés, llegaban diez ingleses. Esta diferencia sería una de las claves en la imposición final del dominio británico durante la guerra franco-india (1754-1763).

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Beaver Wars Facts for Kids

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Guerras de los Castores para Niños. Enciclopedia Kiddle.