Guerra hispano-sudamericana para niños
Datos para niños Guerra hispano-sudamericana |
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![]() "Combate del 2 de mayo", pintura anónima peruana.
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Fecha | Operaciones bélicas: 1865-1866 Estado de guerra: 1865-1871 |
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Lugar | Costa del Pacífico-América del Sur y costa del Atlántico-Madeira | |||
Resultado | Tratados de España con Perú (1879), Bolivia (1879), Chile (1883) y Ecuador (1885) | |||
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La Guerra Hispano-Sudamericana, también conocida como la Guerra del Pacífico en España y la Guerra contra España en Chile y Perú, fue un conflicto naval que ocurrió entre 1865 y 1866. En esta guerra se enfrentaron España y una alianza de países sudamericanos: Chile, Perú, Ecuador y Bolivia. Aunque Ecuador y Bolivia no participaron directamente con sus ejércitos, apoyaron a Chile y Perú y no permitieron que la flota española se abasteciera en sus puertos.
Este conflicto surgió en un tiempo en que las potencias europeas intervenían mucho en las nuevas repúblicas de América. Había problemas diplomáticos sin resolver, deudas pendientes y un fuerte sentido del honor que a veces complicaba las cosas. La presencia de barcos militares españoles en la costa del Pacífico y la desconfianza de los gobiernos sudamericanos llevaron a esta guerra. Algunos historiadores dicen que fue una guerra sin un objetivo claro, que nadie sabe bien cómo empezó.
El conflicto se encendió por un problema entre ciudadanos peruanos y españoles que no se resolvió bien. Cuando el gobierno peruano de Juan Antonio Pezet no aceptó las condiciones de España, los marinos españoles ocuparon las islas Chincha el 14 de abril de 1864. Estas islas eran muy importantes para Perú porque de allí venían muchos de sus ingresos. Como Perú no tenía una flota fuerte para expulsarlos, tuvo que aceptar un acuerdo llamado Tratado de Vivanco-Pareja. Esto causó que el presidente Pezet fuera derrocado y reemplazado por Mariano Ignacio Prado.
Chile se unió al conflicto negándose a dar suministros a los barcos españoles. Luego, el 25 de septiembre de 1865, Chile le declaró la guerra a España después de un ultimátum. Perú hizo lo mismo el 14 de enero de 1866, y después se unieron Ecuador y Bolivia ese mismo año.
Las batallas de esta guerra se dieron en las costas de Chile y Perú, entre finales de 1865 y mediados de 1866. Las acciones más importantes fueron las batallas navales de Papudo y Abtao, el bombardeo de Valparaíso y la batalla del Callao.
Las hostilidades terminaron a mediados de 1866, pero no se firmó un acuerdo de paz hasta 1871. Los tratados de paz definitivos se firmaron por separado entre España y cada país sudamericano: con Perú y Bolivia en 1879, con Chile en 1883 y con Ecuador en 1885.
Contenido
- ¿Por qué ocurrió la Guerra Hispano-Sudamericana?
- El conflicto se agrava
- Guerra civil en Perú
- La guerra comienza
- Poder naval de los países
- Bloqueo de puertos chilenos
- La captura de la Virgen de la Covadonga
- La flota peruana se dirige al sur
- Méndez Núñez llega con la Numancia
- Alianza sudamericana
- La escuadra aliada en Abtao
- Primera expedición española a Chiloé
- Batalla de Abtao
- Segunda expedición española a Chiloé
- Batalla de Huite
- En la ensenada de Huito
- Bombardeo de Valparaíso
- Batalla del Callao
- Retirada española y concentración aliada
- Captura del velero chileno Tornado en el Atlántico
- Fin de la guerra
- Consecuencias de la guerra
- Otros temas relacionados
- Véase también
¿Por qué ocurrió la Guerra Hispano-Sudamericana?
El historiador peruano Fabián Novak explica que hubo dos tipos de razones para la guerra: las ocultas y las visibles.
Entre las razones ocultas, Novak menciona:
- Algunos españoles querían recuperar su influencia en América.
- Había interés en que el dinero del guano peruano (un fertilizante muy valioso) fuera para España.
- España quería que Perú pagara una deuda antigua.
- Las presiones e intereses de la política interna de España.
Entre las razones visibles, se destacan:
- La falta de experiencia de los diplomáticos de los países involucrados.
- Un concepto muy fuerte del honor y la dignidad, tanto nacional como personal.
- La forma en que las potencias europeas trataban a las nuevas repúblicas americanas.
- Las heridas que aún quedaban de las guerras de independencia.
- La falta de relaciones diplomáticas formales entre Perú y España.
Es importante saber que "recuperar su influencia" no significaba que España quisiera volver a ocupar territorios. La flota española no tenía suficientes soldados para eso.
Algunos autores también mencionan que había grupos en América que apoyaban a España.
Intervenciones extranjeras en América Latina
Las potencias europeas y Estados Unidos intervenían a menudo en la región. Por ejemplo, España en México y Centroamérica, Francia en Veracruz, y bloqueos en Buenos Aires. En 1860, España intervino en Santo Domingo. Estas potencias usaban su poder naval para proteger sus intereses.
A mediados del siglo XIX, España quería volver a ser importante en Europa. Después de perder muchas de sus colonias en América, excepto Cuba, el gobierno español buscó acciones que le dieran prestigio. Esto incluyó expediciones militares en Asia y África, y la anexión de Santo Domingo.
Reconocimiento de las nuevas repúblicas
El fin de las guerras de independencia no resolvió todos los problemas entre España y sus antiguas colonias. El proceso para que España reconociera a las nuevas repúblicas fue lento. De los países que participaron en esta guerra, solo Ecuador (1840), Chile (1844) y Bolivia (1847) habían sido reconocidos por España antes del conflicto. Perú, donde comenzó la guerra, no había sido reconocido oficialmente.
Prensa, honor y el lenguaje
Un acuerdo de paz de 1853 no fue aceptado por Perú porque el texto decía que la Reina de España renunciaba a "sus derechos" en Perú, lo que se consideró ofensivo. También hubo problemas por el título de "comisario regio" para los enviados españoles, que recordaba a la época colonial.
La prensa de la época también empeoró el conflicto. Los periódicos publicaban noticias que a veces no eran del todo ciertas o exageraban los hechos, lo que aumentaba la indignación. Un historiador español, Pedro de Novo y Colson, dijo que la prensa chilena enfurecía tanto a los marinos españoles que era difícil controlarlos.
Deuda peruana
En la Capitulación de Ayacucho, Perú se había comprometido a pagar las deudas del virreinato. España también exigía la devolución de bienes que habían sido tomados a sus ciudadanos durante la guerra de independencia. Estas reclamaciones eran importantes para personas influyentes en España y Perú.
Otras disputas
También había otros temas sin resolver, como el problema de los marinos que desertaban y el pago por los daños causados durante las guerras. La nacionalidad de los hijos de españoles nacidos en América también era un punto de desacuerdo. España los consideraba españoles, mientras que las repúblicas americanas los consideraban ciudadanos del país donde nacían.
Percepción de España en América
Las acciones de España eran vistas con sospecha por los países americanos, que las consideraban una amenaza a su independencia. Por eso, las repúblicas buscaban unirse y obtener apoyo de otros países. Sin embargo, la unidad interna era difícil, y el apoyo externo, como el de Estados Unidos, no siempre llegaba.
Algunos españoles que vivían en América querían que España tuviera más presencia naval en la región. Por todas estas razones, los gobiernos americanos no creyeron que la expedición española fuera solo científica.
La expedición científica y diplomática
En 1862, España envió una expedición a la costa oeste de América. El objetivo era fortalecer la presencia naval, política y comercial de España. Para que pareciera más importante, se le añadió una comisión científica.
Las instrucciones secretas al jefe de la expedición, Luis Hernández-Pinzón Álvarez, incluían:
- Apoyar las reclamaciones por daños a bienes españoles.
- Reconocer la independencia de Perú.
- No permitir actos de violencia contra ciudadanos españoles en Perú.
- Usar la fuerza si era necesario para proteger los barcos, el personal o el honor nacional.
Esta última instrucción podía causar problemas, ya que, aunque se buscaba la paz, se dejaban decisiones importantes en manos de los diplomáticos.
Paso de la expedición por Valparaíso, el Callao y California
El 10 de agosto de 1862, las fragatas Triunfo y Resolución salieron de Cádiz. En el Río de la Plata se les unieron la Vencedora y la Covadonga. En mayo de 1863, llegaron a Valparaíso, Chile, donde fueron bien recibidas. Luego, entre junio y julio, los barcos fueron a Perú. En el Callao, los marinos también fueron recibidos con afecto.
Después de Perú, la escuadra fue a Guayaquil y Panamá. La pequeña Virgen de Covadonga se separó para recorrer Centroamérica y regresar al Callao. El resto de los barcos fue a Acapulco y San Francisco. En Panamá, el almirante Pinzón se enteró de un incidente en una hacienda peruana llamada Talambo.
El conflicto se agrava
Los eventos se pueden dividir en tres partes:
- El incidente de Talambo, que causó tensiones, hasta la firma del Tratado Vivanco-Pareja.
- La guerra civil peruana de 1865, que derrocó al gobierno que firmó el tratado.
- Las acciones navales después de que Chile y Perú declararon la guerra a España.
El incidente de la hacienda de Talambo
El 4 de agosto de 1863, hubo una pelea entre un colono español y un hacendado peruano en la hacienda Talambo. En el enfrentamiento, un español y un peruano murieron, y varios resultaron heridos. Los jueces peruanos absolvieron al hacendado.
Además, Perú no respondió un saludo de cañonazos de un barco español y rechazó a un nuevo cónsul español por sus comentarios contra el gobierno.
Cuando la escuadra española regresó de California, Pinzón se enteró de lo de Talambo. Los mandos de la flota protestaron y luego zarparon hacia Valparaíso.
En Madrid, las noticias eran confusas al principio, pero luego se aclararon. Para resolver las disputas, España envió a Eusebio Salazar y Mazarredo a Lima. Él pidió una reunión, pero el gobierno peruano solo lo recibiría como "agente confidencial", no como "comisario", un título que recordaba la época colonial. Salazar respondió con una nota muy fuerte, lo que empeoró la situación.
La toma de las Islas Chincha
Cuando Salazar se reunió con Pinzón, le dijo que Perú no resolvería el caso de Talambo y que se estaba armando. Aunque las órdenes de Madrid eran buscar la paz, Salazar le dio a Pinzón instrucciones secundarias que permitían el uso de la fuerza en casos extremos. Así, el 14 de abril de 1864, la escuadra española ocupó las islas Chincha. Los españoles arrestaron al gobernador peruano, capturaron un barco y izaron la bandera española. Algunos historiadores dicen que Salazar falsificó órdenes de la reina.
Estas islas eran muy importantes porque generaban el 80% de los ingresos de Perú por el guano entre 1860 y 1875.
El conflicto se intensifica
Cuando España supo de la toma de las islas, el gobierno no aprobó la acción de Salazar, pero decidió enviar más barcos para reforzar la escuadra.
El 25 de noviembre de 1864, la fragata Triunfo se incendió por accidente y se perdió.
El gobierno peruano pidió permiso para pedir un préstamo de 12 millones de pesos, aumentar el ejército a 20.000 hombres y comprar más barcos de guerra en Europa y Estados Unidos.
Reacción internacional
En noviembre de 1864, delegados de países americanos se reunieron en Lima y exigieron que España desocupara las islas, pero no tuvieron éxito. El almirante Pinzón dijo que la disputa era solo entre España y Perú.
El gobierno de Ecuador, al principio, apoyó a España, pero la diplomacia chilena logró cambiar su postura. Bolivia también se manifestó contra la ocupación y ofreció apoyo militar a Perú. Colombia fue más cautelosa. Argentina y Uruguay se declararon neutrales, pero en la práctica favorecieron a España.
Francia y Gran Bretaña intentaron mediar en diciembre de 1865, pero sus esfuerzos no funcionaron. Perú creía que Estados Unidos intervendría a su favor, pero Estados Unidos declaró su neutralidad en febrero de 1866.
Chile apoyó abiertamente la causa peruana.
El Tratado Vivanco-Pareja
A principios de 1865, España envió más barcos, incluyendo la fragata blindada Numancia, que llegó al Callao el 5 de mayo.
El presidente de Perú, Juan Antonio Pezet, se sintió intimidado por el refuerzo de la flota española y comenzó a negociar. Aunque una junta de guerra peruana había dicho que era imposible vencer a la escuadra española, la opinión pública criticó al gobierno por su debilidad.
El 6 de diciembre, el vicealmirante José Manuel Pareja llegó de España para reemplazar a Pinzón. El 27 de enero de 1865, se firmó el Tratado Vivanco-Pareja, que incluía casi todas las exigencias de España a Perú. El Congreso peruano se negó a aprobarlo, pero el presidente lo hizo por decreto.
Mientras tanto, Perú había comprado nuevos barcos de guerra en Europa, como las corbetas Unión y América, el monitor Huáscar y la fragata blindada Independencia.
Guerra civil en Perú
El tratado, firmado sin la aprobación del Congreso, causó un gran revuelo en Perú. El mariscal Ramón Castilla protestó fuertemente.
El 5 de febrero, un marinero español murió en el Callao por ataques de habitantes que protestaban contra el tratado.
El 28 de febrero de 1865, el coronel Mariano Ignacio Prado se levantó en Arequipa y llegó a Lima. El 5 de noviembre, las fuerzas del gobierno fueron derrotadas. Pezet y su familia huyeron. Mariano Ignacio Prado entró triunfante en Lima y asumió la presidencia el 28 de noviembre.
El conflicto con Chile se agrava
Aunque Chile tenía buenas relaciones con España, el gobierno chileno consideró que las exigencias españolas y la invasión de las islas Chincha eran una agresión a la soberanía de los países americanos. Chile se solidarizó con Perú.
En Chile, la opinión pública estaba en contra de España. Se formó un grupo de voluntarios y el gobierno prohibió la venta de carbón a barcos de países en guerra, lo que afectaba principalmente a los barcos españoles.
El representante español en Chile, Salvador de Tavira, presentó una queja al gobierno chileno por artículos ofensivos en la prensa, por permitir el reclutamiento de voluntarios contra España y por no detener las protestas. Después de un año de negociaciones, llegaron a un acuerdo el 20 de mayo de 1865. Sin embargo, las explicaciones chilenas no fueron suficientes para el comandante de la escuadra española, ni para los españoles que vivían en Valparaíso. El gobierno español desautorizó a Tavira y le dio plenos poderes al vicealmirante Pareja para negociar con Chile.
El gobierno chileno intentaba resolver el problema por la vía diplomática, pero también permitía acciones hostiles contra España.
La guerra comienza
El 17 de septiembre de 1865, Pareja llegó a Valparaíso con sus barcos. Siguiendo órdenes de España, exigió que Chile levantara las restricciones a su escuadra. Pareja se quejaba de que no se les vendía carbón, mientras que a los peruanos se les permitía comprar pólvora y víveres. También se quejaba de que Chile enviaba armas a Perú y abastecía a barcos franceses, mientras que a España se le negaba el abastecimiento.
Pareja dio cuatro días de plazo al gobierno chileno. Ante la negativa de Chile, el 24 de septiembre de 1865, Pareja declaró bloqueada toda la costa chilena. Sin embargo, debido a la poca cantidad de barcos españoles, el bloqueo se limitó a Coquimbo y Caldera. Al día siguiente, Chile le declaró la guerra a España.
La capacidad naval de los países era la siguiente:
Chile | Perú | España |
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Total:24 cañones | Total:84 cañones | Total:208 cañones |
Los barcos peruanos América y Numancia llegaron al Callao en abril de 1865. La Unión llegó un mes después. Los blindados Huáscar e Independencia salieron de Francia en enero de 1866 y llegaron a Chile cuando la flota española ya se había dispersado.
Bloqueo de puertos chilenos
El bloqueo español fue difícil de mantener debido a la gran extensión de la costa chilena y la poca cantidad de barcos. Se concentró en Coquimbo y Caldera.
Los españoles capturaron varios barcos mercantes chilenos. Para contrarrestar esto, el gobierno chileno abrió más puertos y mejoró las vías terrestres.
Chile preparó sus únicos barcos de guerra, la corbeta Esmeralda y el vapor Maipú, bajo el mando del capitán Juan Williams Rebolledo. Estos barcos salieron de Valparaíso antes del bloqueo.
El gobierno chileno también intentó fomentar la guerra de corso (permitir a barcos privados atacar al enemigo), lo que causó alarma en España.
Hubo pequeños enfrentamientos. El 24 de octubre, botes españoles intentaron capturar barcos en Valparaíso, pero fueron rechazados por soldados chilenos. El 6 de noviembre, marinos españoles desembarcaron en Dichato para buscar provisiones, pero fueron atacados por chilenos.
El 17 de noviembre, cerca de Tomé, un remolcador chileno llamado Independencia fingió rendirse a una lancha española. Cuando los marinos españoles se acercaron, fueron sorprendidos por soldados chilenos y se rindieron.
A pesar del bloqueo, el comercio marítimo chileno se recuperó rápidamente gracias a las medidas del gobierno.
La captura de la Virgen de la Covadonga
El 26 de noviembre, la corbeta chilena Esmeralda, al mando de Williams Rebolledo, logró capturar la goleta española Covadonga en Papudo. Este fue un gran golpe para la escuadra española. El vicealmirante Pareja había permitido que la Esmeralda saliera de Valparaíso y que la pequeña Covadonga navegara sola. El sentimiento de culpa llevó a Pareja a quitarse la vida poco después.
Williams Rebolledo se llevó la Covadonga y se dirigió a Chiloé, donde se estaba preparando una base naval para proteger los barcos chilenos.
La flota peruana se dirige al sur
Después de que Mariano Ignacio Prado asumiera el mando en Perú, se decidió enviar la escuadra peruana a Chiloé para unirse a la chilena y esperar la llegada de los nuevos barcos blindados.
El 3 de diciembre de 1865, los barcos peruanos Apurímac y Amazonas iniciaron su viaje. Cuarenta y cuatro días después, zarparon las corbetas Unión y América. Muchos marinos chilenos tripulaban estos barcos. Perú declaró la guerra a España el 13 de diciembre, anulando el tratado anterior. También se fortificó el puerto del Callao con cañones.
En Chiloé, se había organizado una base naval en Abtao, un lugar de difícil acceso. La flota aliada (Chile y Perú) se quedaría allí esperando los blindados comprados en Europa.
El 15 de enero, la fragata peruana Amazonas encalló cerca de la isla Abtao y se perdió. Sus cañones se usaron para armar otros barcos y las entradas al canal.
Méndez Núñez llega con la Numancia
El vicealmirante Pareja fue reemplazado por el brigadier Casto Méndez Núñez, quien llegó con la fragata blindada Numancia. Méndez Núñez decidió levantar el bloqueo de la mayoría de los puertos chilenos, dejando solo Valparaíso y Caldera bloqueados.
El 27 de diciembre, hubo un enfrentamiento en Caldera entre lanchas cañoneras españolas y soldados chilenos. Una lancha española fue dañada y los españoles se retiraron.
Con la declaración de guerra de Perú, los puertos peruanos se cerraron para los barcos españoles. Bolivia y Ecuador también se unieron a la alianza. Méndez Núñez decidió levantar el bloqueo de Caldera. El 13 de enero de 1866, los españoles quemaron los barcos mercantes chilenos que tenían capturados en Caldera y se retiraron a Valparaíso.
Alianza sudamericana
El 5 de diciembre de 1865, Perú y Chile firmaron un Tratado de Alianza ofensiva y defensiva. Este tratado invitaba a otras repúblicas sudamericanas a unirse contra España. Poco después, Bolivia y Ecuador se unieron, aunque no participaron en las batallas. Ecuador fortificó su puerto principal, Guayaquil.
La escuadra aliada en Abtao
En ese momento, la escuadra aliada no tenía barcos tan poderosos como los españoles. Por eso, los barcos chilenos se refugiaron en la base naval de Abtao, en los canales de Chiloé, un lugar difícil de alcanzar para los españoles. Perú también envió sus barcos allí.
El 10 de enero, las fragatas peruanas Apurímac y Amazonas llegaron a Chiloé. Luego se unieron las corbetas Unión y América. Todos esperaban la llegada de los blindados peruanos Huáscar e Independencia para comenzar una ofensiva.
El 15 de enero, la Amazonas encalló y se perdió. Sus cañones se usaron para defender la zona.
El 18 de enero, Williams Rebolledo envió el vapor Maipú a buscar la Covadonga y luego a interceptar barcos españoles. La Covadonga regresó el 3 de febrero sin haber encontrado nada.
La base de Abtao no estaba lista para abastecer a la escuadra. Faltaba carbón y provisiones. Williams decidió ir a Ancud con la Esmeralda para resolver el problema de abastecimiento. Dejó el mando al capitán peruano Manuel Villar Olivera.
Primera expedición española a Chiloé
El brigadier español Casto Méndez Núñez recibió órdenes de Madrid de no abandonar las aguas sin lograr la paz.
El 20 de enero, se decidió enviar las fragatas Resolución, Villa de Madrid y Blanca al sur para encontrar la escuadra chileno-peruana, que se sabía que estaba en Chiloé. Méndez Núñez decidió que la Resolución se quedara en Valparaíso mientras se negociaba con Chile.
El 21 de enero, la Blanca y la Villa de Madrid salieron de Valparaíso. El 4 de febrero, avistaron la isla Grande de Chiloé. El 7 de febrero, la Blanca encontró a la Amazonas encallada y supo la ubicación de la escuadra aliada.
Batalla de Abtao
La flota chileno-peruana tenía 4 barcos de guerra y dos vapores, todos bajo el mando del capitán peruano Manuel Villar Olivera. Williams Rebolledo y su Esmeralda habían ido a Ancud. También tenían baterías en tierra con cañones de la Amazonas.
Los barcos españoles debían navegar con mucho cuidado porque no conocían la zona. El 7 de febrero, los vigías aliados vieron un barco español. Los barcos aliados formaron una línea en forma de herradura para defender la ensenada.
La batalla comenzó a las 15:30 y duró dos horas. Se dispararon unos 2000 tiros a unos 1500 metros de distancia. Ningún barco sufrió daños graves. Los barcos españoles no se acercaron por miedo a encallar, y los aliados se quedaron protegidos en el canal.
Los españoles tuvieron 6 heridos y 3 contusos. Las bajas aliadas varían según las fuentes, entre 2 y 12 muertos y entre 1 y 20 heridos.
Los barcos españoles esperaron toda la noche, pero los aliados no se movieron. Al amanecer, los españoles regresaron a Valparaíso.
Los historiadores aliados consideran la batalla de Abtao una victoria estratégica porque los españoles se retiraron sin cumplir su misión. La prensa europea, sin embargo, la vio como una victoria española.
Cuando Williams Rebolledo y la Esmeralda regresaron, la flota aliada se movió a un lugar más seguro en el estuario de Huito. Méndez Núñez decidió ir a buscar a los aliados con la Numancia y la Blanca, pero no pudo acercarse por la cantidad de islas y la niebla. Decidió regresar a puerto. En el camino, capturaron el vapor chileno Paquete del Maule.
Segunda expedición española a Chiloé
Méndez Núñez decidió organizar una nueva expedición para enfrentarse a la flota aliada. Él mismo iría a bordo de la Numancia, y la Blanca iría de guía.
La flota aliada se movió a un lugar aún más seguro en el estero de Huito, cuya entrada era muy estrecha. Williams Rebolledo ordenó estrechar más la entrada, poner cañones y cerrarla con una cadena. También ordenó hundir el vapor Lautaro para dificultar el acceso.
El 17 de febrero, la Numancia y la Blanca salieron de Valparaíso hacia Chiloé. El 28 de febrero, fondearon en Puerto Low. El 29 de febrero, una densa niebla hizo que los barcos se perdieran de vista. El 1 de marzo, fondearon en Puerto Oscuro.
Batalla de Huite
En la noche del 1 de marzo, las fragatas españolas anclaron cerca de Huito. Sin que los españoles lo supieran, dos compañías de soldados chilenos estaban acampadas allí.
Al amanecer del 2 de marzo, los soldados chilenos abrieron fuego de fusilería contra los marineros españoles que estaban en cubierta. Los marineros corrieron a refugiarse. La artillería de los barcos no podía responder el fuego por la corta distancia. La Numancia no podía ayudar porque la Blanca estaba en la línea de fuego. Un bote con refuerzos españoles intentó acercarse, pero fue rechazado.
Después de dos horas, la Blanca logró alejarse y abrir fuego, pero sin causar bajas chilenas. Los barcos españoles siguieron buscando a la escuadra aliada.
Las fuentes chilenas dicen que hubo bajas españolas, pero las españolas dicen que no hubo ninguna.
En la ensenada de Huito
A las 9:40, las fragatas se acercaron a la isla Abtao, pero la flota aliada ya no estaba allí. La Blanca exploró la ensenada y otras islas. Se enteraron de la nueva posición de los barcos aliados y de las medidas que habían tomado para impedir la entrada.
Algunos jefes aliados temían que los españoles forzaran la entrada a Huito. Pensaban que sería mejor salir a mar abierto y dispersarse. Pero Williams Rebolledo creía que el refugio de Huito era más seguro. Su opinión prevaleció, y se obstruyó la entrada del estero de Huito hundiendo el barco Lerzundí.
Los españoles no conocían la profundidad de la ensenada de Huito y sospechaban que no permitía la entrada de barcos grandes como la Numancia. Además, la estrechez y las corrientes la hacían muy peligrosa. Méndez Núñez decidió terminar la misión y regresar a Valparaíso.
En el viaje de regreso, la Blanca capturó el barco chileno Paquete del Maule, que transportaba tropas. También capturaron dos barcos mercantes con carbón. El 14 de marzo, llegaron a Valparaíso.
Bombardeo de Valparaíso
En Valparaíso, el almirante Méndez Núñez exigió a Chile la devolución de la Covadonga a cambio de levantar el bloqueo. Chile se negó.
El 24 de marzo, el almirante español envió un ultimátum al gobierno chileno: si no devolvían la Covadonga y saludaban la bandera española en cuatro días, bombardearía el puerto de Valparaíso. Esto causó indignación y pánico. Méndez Núñez dijo que no encontraba otra forma de vengar las ofensas. Los diplomáticos intentaron evitar el bombardeo, pero Méndez Núñez no aceptó un combate en igualdad de condiciones.
Méndez Núñez anunció el bombardeo con mucha antelación para que los civiles pudieran evacuar. Las fuerzas navales de Estados Unidos y Gran Bretaña amenazaron con intervenir, ya que Valparaíso era un puerto indefenso. Méndez Núñez respondió que tenía órdenes y que si intervenían, serían considerados enemigos. Fue entonces cuando dijo la famosa frase: "España prefiere honra sin barcos a barcos sin honra". Los barcos estadounidenses y británicos no intervinieron.
El 31 de marzo, Méndez Núñez bombardeó Valparaíso, causando grandes daños al puerto. Hubo 2 muertos y unos 10 heridos, porque la mayoría de los 40.000 habitantes habían sido avisados y se habían refugiado. El bombardeo se dirigió principalmente a edificios públicos. Los hospitales, conventos e iglesias fueron señalados con banderas blancas para que no fueran atacados.
La acción fue muy criticada por ser un puerto indefenso (Chile había retirado todos los cañones para demostrarlo). Los propios marinos españoles no estaban de acuerdo con el bombardeo. Méndez Núñez expresó su desacuerdo a Madrid, diciendo que "todo el mundo civilizado reprobará nuestra conducta".
Después de esto, Méndez Núñez se dirigió al Callao, el puerto mejor defendido de Sudamérica.
En Chile y Perú, aún esperaban la llegada de los blindados Huáscar e Independencia. El gobierno peruano organizó las defensas del Callao, instalando 56 cañones en varias baterías. También se formaron brigadas de bomberos con extranjeros para prevenir incendios.
Batalla del Callao
La escuadra de Méndez Núñez no había recibido suministros de pólvora, carbón ni víveres en nueve meses. Llegaron a la isla San Lorenzo, frente al Callao, el 26 de abril de 1866.
Al día siguiente, Méndez Núñez anunció que daría cuatro días para evacuar la ciudad antes del bombardeo. Las autoridades peruanas aprovecharon este tiempo para organizar las defensas.
La artillería naval española tenía 272 cañones en 7 barcos. La defensa costera peruana tenía 56 cañones y 13 en 5 barcos de guerra. También había soldados para repeler un posible desembarco.
La batalla comenzó a las 11:30 de la mañana y duró hasta las 17:30.
El resultado de la batalla es discutido. Según los españoles, casi todas las baterías peruanas fueron silenciadas, y solo tres cañones seguían disparando al final. También dicen que ninguno de sus barcos fue hundido, y que, aunque dos sufrieron daños, pudieron regresar a España.
Las fuentes peruanas, por su parte, afirman que las baterías mantuvieron el fuego durante toda la batalla y que los daños materiales en la población y los barcos defensores fueron pocos.
La escuadra española tuvo 43 muertos, 83 heridos y 68 contusos. Del lado peruano, el número exacto de muertos y heridos no se sabe con certeza, y las cifras varían entre 200 y 2000 bajas.
Retirada española y concentración aliada
El 10 de mayo de 1866, después de enterrar a sus muertos y reparar sus barcos, los españoles dividieron su escuadra. Algunos barcos, incluyendo la Numancia, se dirigieron a las Filipinas y luego a España. La Numancia se convirtió en el primer barco blindado en dar la vuelta al mundo. El resto de la escuadra española navegó hacia el Atlántico sur.
Los blindados Huáscar e Independencia se dirigían a Sudamérica para unirse a la escuadra aliada. El 5 de mayo, el Huáscar capturó un barco español. El 25 de mayo, los blindados estuvieron a punto de encontrarse con la división española de Méndez Núñez, pero esta última decidió usar el Cabo de Hornos. Finalmente, los blindados se unieron a la escuadra aliada el 11 de junio en Valparaíso, bajo el mando del almirante chileno Manuel Blanco Encalada.
Aunque los españoles se habían retirado del Pacífico, la escuadra aliada se mantuvo vigilante. La goleta Covadonga capturó un barco británico que traía contrabando de guerra para los españoles.
Con todas las fuerzas navales chileno-peruanas reunidas, se pensó en reiniciar la lucha. Perú contrató a un marino estadounidense, John Randolph Tucker, como jefe de la escuadra.
Captura del velero chileno Tornado en el Atlántico
El 22 de agosto de 1866, la fragata española Gerona capturó la corbeta chilena Tornado en el océano Atlántico.
Fin de la guerra
Estados Unidos propuso una conferencia de paz en 1867, pero no se llegó a un acuerdo. En 1868, Chile y España firmaron un acuerdo para retirar cuatro barcos de guerra de astilleros británicos, lo que causó un problema diplomático entre Perú y Chile. En 1868, Estados Unidos volvió a proponer la conferencia, pero sin éxito.
En 1871, se firmó en Washington D.C. un acuerdo de paz indefinido entre España, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
España y Perú firmaron un tratado de paz y amistad el 14 de agosto de 1879, reconociendo la independencia peruana. También en 1879 se firmó la paz con Bolivia. La paz definitiva entre España y Chile se firmó en el Tratado Chile-España de 1883 el 12 de junio de 1883, durante la ocupación chilena en la Guerra del Pacífico. Finalmente, la paz con Ecuador se firmó el 28 de enero de 1885.
Prisioneros
El 12 de diciembre de 1867, 226 chilenos del Paquete del Maule fueron liberados en Valparaíso, a cambio de los prisioneros de la Covadonga.
Inmigrantes españoles en Chile y Perú
Los españoles que vivían en Chile (unos 800) tuvieron que abandonar el país después de la batalla del Callao. En Perú, algunos españoles también tuvieron que irse, a otros se les dio la nacionalidad peruana, y se prohibió la entrada de nuevos españoles.
Consecuencias de la guerra
Los resultados militares son vistos de forma diferente por cada lado. España consideró que había ganado, ya que era una operación de castigo. Chile y Perú creyeron que habían ganado porque los barcos españoles se habían retirado.
Para Perú
Perú considera esta guerra como la consolidación de su independencia. Tuvo graves consecuencias económicas. Los gastos para comprar armas y barcos fueron muy altos, y la ocupación de las islas Chincha (que producían guano, la principal fuente de ingresos) llevó a que el gobierno pidiera muchos préstamos. La deuda de Perú en 1872 era diez veces mayor que en 1868.
Para Chile
Después de la guerra, Chile comenzó a rearmarse, lo que le dio una superioridad militar que se vio en la guerra que tuvo con sus antiguos aliados entre 1879 y 1884. En 1868, España y Chile (que seguían formalmente en guerra) acordaron retirar barcos de astilleros británicos, lo que causó un problema diplomático con Perú.
Para Chile, la guerra también tuvo malas consecuencias económicas, ya que perdió casi toda su flota mercante y su liderazgo comercial en el Pacífico con la destrucción de los Almacenes Fiscales de Valparaíso. Sin embargo, con el tiempo, se recuperó.
La guerra tuvo un gran impacto en la cultura de Chile. Se fortaleció la idea de una separación cultural de España.
Los historiadores coinciden en que Chile fue a la guerra por un fuerte sentimiento americanista, sin una flota adecuada y sin intereses bien definidos con Perú.
Para España
España no obtuvo ningún beneficio de este conflicto. Algunos historiadores dicen que fue una guerra "estúpida". A los gastos de la expedición se sumó una crisis económica en Europa y malas cosechas en España. Esto causó una grave crisis política. La reina Isabel II ya no confiaba en el general Leopoldo O'Donnell, quien fue el principal impulsor de estas expediciones. O'Donnell fue destituido. Sin embargo, el descontento popular continuó hasta 1868, cuando una revolución derrocó a Isabel II.
Hay diferentes opiniones sobre las intenciones del gobierno español. Algunos creen que fue una aventura sin sentido, mientras que otros piensan que había un plan más grande para recuperar la influencia de España.
Relación con la Guerra del Pacífico (1879-1884)
La guerra contra España pospuso el conflicto creciente entre Perú y Chile por el control de la región. Antes de la llegada de la expedición española, Bolivia había autorizado a su gobierno a declarar la guerra a Chile por problemas de límites. Ante la amenaza española, Chile y Bolivia firmaron un tratado de límites en 1866. En 1873, Perú y Bolivia firmaron un tratado de alianza defensiva secreto.
Durante la guerra hispano-sudamericana, un oficial chileno, Rafael Sotomayor Baeza, observó la falta de disciplina y preparación militar en la flota peruana. Más tarde, Sotomayor sería ministro de guerra de Chile en la guerra de 1879.
El historiador peruano Wagner de Reyna comenta que Chile conoció las debilidades de Perú, mientras que Perú sobrestimaba sus propias fuerzas.
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Véase también
En inglés: Chincha Islands War Facts for Kids