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Teosofía para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Teosofía
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Símbolo de la Sociedad Teosófica. El lema en inglés se traduce como «No hay religión más alta que la verdad»
Fundador(es) Helena Petrona Blavatsky
Tipo Espiritualidad
Número de seguidores estimado 29 014 aprox.
Seguidores conocidos como Teósofos
País o región de origen Estados Unidos
País con mayor cantidad de seguidores India
Organización internacional Sociedad Teosófica

La teosofía es un conjunto de ideas y enseñanzas que buscan la "sabiduría divina". La palabra viene del griego theós (Dios) y sophía (sabiduría). Fue establecida en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Su principal fundadora fue la rusa Helena Blavatsky.

La teosofía se basa en gran parte en los escritos de Blavatsky. También toma ideas de filosofías antiguas de Europa, como el neoplatonismo. Además, se inspira en religiones de la India, como el hinduismo y el budismo. Aunque algunos de sus seguidores dicen que no es una religión, muchos expertos la consideran un nuevo movimiento espiritual. También la ven como una forma de estudio de conocimientos profundos o misteriosos.

El movimiento internacional de la Nueva Era, que surgió en los años 1970 y 1980, tuvo sus orígenes en grupos teosóficos en el Reino Unido.

¿Qué es la Teosofía?

La teosofía es un sistema de enseñanzas que Helena Blavatsky dio a conocer a finales del siglo XIX. En noviembre de 1875, Blavatsky, junto con los estadounidenses Henry Olcott y William Quan Judge, fundaron la Sociedad Teosófica. Uno de sus objetivos era estudiar y comparar todas las religiones, ciencias y filosofías. Querían encontrar las enseñanzas fundamentales que son comunes a todas ellas.

Blavatsky, que era de una familia importante de Rusia, se mudó a Estados Unidos en 1873. Antes de eso, había viajado y estudiado por muchos años en Europa y Oriente Medio. Olcott, un abogado y periodista interesado en el estudio de fenómenos espirituales, pronto se unió a ella. Fue nombrado presidente de la sociedad en 1875.

A principios de la década de 1880, Blavatsky y Olcott se mudaron a la India. Allí establecieron la sede principal de la Sociedad en Adyar, cerca de Chennai. Blavatsky explicó sus ideas en dos libros importantes: Isis sin velo y La doctrina secreta. Estos libros se convirtieron en textos clave para la teosofía.

Después de la muerte de Blavatsky en 1891, hubo una división en la Sociedad. William Judge llevó a la Sociedad Teosófica en América (TSA) a separarse de la organización internacional. Bajo la dirección de Katherine Tingley, quien sucedió a Judge, se creó una comunidad teosófica llamada Lomaland en San Diego, California. En 1895, la Sociedad Teosófica en Estados Unidos tenía 102 sedes y casi 6,000 miembros.

La Sociedad principal, con sede en Adyar, fue luego dirigida por Annie Besant. Bajo su liderazgo, la Sociedad creció mucho a finales de la década de 1920. Después de la Gran Depresión, su crecimiento disminuyó. Hoy en día, la TSA se ha vuelto a unir como una sección de la Sociedad Teosófica mundial. Esta organización tiene aproximadamente 26,606 miembros en 70 países.

La Sabiduría Eterna

En su libro La clave de la teosofía, Blavatsky explica que la teosofía es un nombre para una sabiduría muy antigua y eterna. Esta sabiduría es el conocimiento de la verdadera realidad. Así como la ciencia descubre las leyes de la naturaleza, la teosofía es la realidad misma. Los seres humanos van aprendiendo poco a poco partes de este conocimiento.

La teosofía, según Blavatsky, enseña que existe una hermandad secreta de guías espirituales. A estos se les conoce como los Maestros ascendidos. Se dice que están en todo el mundo, pero principalmente en el Tíbet. Blavatsky afirmó que estos Maestros tienen una gran sabiduría y poderes especiales. Los teósofos creen que ellos iniciaron el movimiento teosófico moderno al compartir sus enseñanzas a través de Blavatsky.

Los teósofos creen que estos Maestros buscan revivir el conocimiento de una antigua sabiduría. Esta sabiduría, según ellos, existió en todo el mundo y algún día volverá a ser más importante que las religiones actuales. La teosofía sostiene que hay un único principio divino, llamado el Absoluto. También cree que el universo es como un reflejo de este Absoluto. El propósito de la vida humana es alcanzar la libertad espiritual. El alma humana pasa por la reencarnación después de la muerte del cuerpo, siguiendo un proceso llamado karma. La hermandad universal y la mejora de la sociedad son principios muy importantes para la teosofía.

La teosofía sugiere que todas las religiones, tanto antiguas como actuales, vienen de una enseñanza común. Esta enseñanza se ha ido ocultando con el tiempo, y a veces las doctrinas posteriores la han cambiado. Estudiar la ciencia y la filosofía también es una forma de acercarse a esta enseñanza original. Esta enseñanza es la realidad que está detrás del mundo que vemos, el cual siempre está cambiando.

El movimiento teosófico moderno fue fundado por Helena Blavatsky, Henry Steel Olcott y William Quan Judge, entre otros. Ellos crearon la Sociedad Teosófica en Nueva York el 17 de noviembre de 1875. Es un movimiento que combina ideas de diferentes fuentes. Explica las enseñanzas principales de religiones como el cristianismo, el budismo y el hinduismo. También está relacionado con movimientos de conocimientos profundos de finales del siglo XVIII, como los gnósticos, rosacruces y masónicos.

La teosofía fue importante para dar a conocer las religiones orientales en Occidente. También ayudó a fomentar el orgullo cultural en el sur de Asia. Muchos artistas y escritores famosos se han inspirado en las enseñanzas teosóficas. La teosofía tiene muchos seguidores en todo el mundo. Durante el siglo XX, llegó a tener decenas de miles de miembros. Las ideas teosóficas también han inspirado más de 100 movimientos y filosofías, como la antroposofía y el movimiento de la Nueva Era.

¿Es la Teosofía una Religión?

Helena Blavatsky, la fundadora de la teosofía, decía que no era una religión. Sin embargo, la describía como la forma moderna de una "religión universal" que, según ella, existió en el pasado. Las organizaciones teosóficas afirman que la teosofía no es una religión. La ven como un sistema que contiene la "verdad esencial" que está detrás de la religión, la filosofía y la ciencia.

Por esta razón, los grupos teosóficos permiten que sus miembros tengan otras creencias religiosas. Así, hay teósofos que también se consideran cristianos, budistas o hindúes.

En La clave de la teosofía, Helena Blavatsky explica el origen de la palabra "teosofía". Dice que viene de los filósofos de Alejandría, llamados "Amantes de la Verdad". El nombre "teosofía" se usó por primera vez en el siglo III de nuestra era. Los primeros en usarlo fueron Ammonio Saccas y sus alumnos. El objetivo de su sistema era enseñar grandes verdades morales a sus seguidores y a todos los "amantes de la verdad".

Los investigadores de la religión que han estudiado la teosofía la han clasificado como una religión. Bruce F. Campbell, en su historia del movimiento teosófico, señaló que la teosofía promovía una "visión religiosa del mundo". Usaba "términos claramente religiosos" y sus ideas principales se basan en la fe, no en hechos comprobados. Olav Hammer y Mikael Rothstein la llamaron "una de las tradiciones religiosas más importantes del mundo moderno".

Varios expertos han destacado que la teosofía mezcla muchas ideas. Joscelyn Godwin la describió como un "movimiento religioso universalmente ecléctico" (que toma lo mejor de diferentes fuentes). J. Jeffrey Franklin la llamó una "religión híbrida" por combinar elementos de otras fuentes. Más específicamente, la teosofía también ha sido clasificada como un movimiento espiritual de la Nueva Era.

Muchos expertos también han clasificado la teosofía como una forma de estudio de conocimientos profundos. Campbell, por ejemplo, se refirió a ella como una "tradición religiosa de conocimientos profundos". La historiadora Joy Dixon la llamó "religión de conocimientos profundos". Más concretamente, se considera una forma de estudio de lo misterioso. Junto con otros grupos, la Sociedad Teosófica fue parte de un "renacimiento de lo misterioso" en los países occidentales a finales del siglo XIX. El historiador de la religión Wouter Hanegraaff señaló que la teosofía ayudó a establecer las bases de gran parte de los conocimientos profundos del siglo XX. Aunque la teosofía se basa en creencias religiosas de la India, el sociólogo Christopher Partridge observó que "la Teosofía es fundamentalmente occidental. Es decir, la teosofía no es pensamiento oriental en Occidente, sino pensamiento occidental con sabor oriental".

Ideas Principales

El texto fundamental de la teosofía moderna es la obra de H.P. Blavatsky, La doctrina secreta. Este libro es en su mayor parte un comentario sobre Las Estancias de Dzyan. En él, la autora compara material de varias fuentes religiosas, como la Biblia, textos de Mesopotamia y de Oriente. En 1983, el experto en Tíbet David Reigle relacionó las Estancias de Dzyan con los libros secretos de Kiu-Te. Estos han sido identificados como Textos Tántricos Budistas.

A diferencia de otros movimientos similares, las obras de Blavatsky no tienen reglas fijas. Se presentan como una síntesis y evolución lógica de todos los movimientos religiosos y de conocimientos profundos que han existido. Su objetivo es explicar la evolución del universo, los planetas y los seres humanos. Busca unir la religión, la ciencia y la filosofía en un todo armonioso.

El universo entero es una unidad. Por lo tanto, la separación que vemos entre los seres es solo una apariencia, una ilusión de nuestra mente. Como todos formamos parte de esta unidad, las luchas y conflictos entre los seres humanos y la naturaleza no tienen sentido, pues sería como luchar contra uno mismo. Los teósofos creen que hay una "verdad" que es la base de todas las religiones. La "teosofía cristiana" es un término que se usa para el conocimiento de Dios y de Jesús que se obtiene a través de la intuición.

Valores y Conducta

La teosofía tiene una parte teórica y una parte práctica. La vida de un teósofo debería seguir lo más posible las enseñanzas. Los valores que guían la vida ideal de un teósofo se relacionan principalmente con una vida de altruismo, es decir, de servicio a los demás. Actuar sin esperar nada a cambio, considerar a los demás como personas y no como un medio, y controlar el propio egoísmo, son ejemplos de valores que la teosofía promueve.

La Escala de Oro, escrita por H. P. Blavatsky, resume estos conceptos:

  • Vida limpia, mente abierta, corazón puro.
  • Intelecto despierto, percepción espiritual clara.
  • Afecto fraternal para todos.
  • Disposición para recibir consejos e instrucción.
  • Obediencia voluntaria a la verdad una vez que confiamos en ella y en quien la enseña.
  • Valor para soportar las injusticias personales.
  • Declaración enérgica de los principios.
  • Defensa valiente de los que son atacados injustamente.
  • Mirada siempre fija en el ideal de progreso y perfección humana que revela la Sabiduría Secreta.

Esta es "La Escala de Oro" por la que un aspirante puede subir hasta llegar al templo de la sabiduría divina.

Principios Fundamentales

La teosofía propone tres principios fundamentales en los que se basan todas sus enseñanzas:

  1. La unidad fundamental: Es la fuente y el origen de todo. Esta raíz de la que surge el universo es eterna y siempre la misma. En cambio, el universo que vemos está en constante cambio, y su existencia depende de esta Unidad Fundamental.
  2. Los ciclos del universo: El universo, aunque es eterno en su esencia, aparece de forma periódica desde el "Principio Único". Luego, vuelve a unirse a esa unidad. Esta ley de ciclos de aparición y regreso a la unidad se conoce como la ley de necesidad o Karma. Cada ciclo es el resultado del anterior y la causa del siguiente. Este proceso no tiene principio ni fin.
  3. El alma humana y la unidad universal: El alma humana es una con este principio universal. Se desprende como una chispa de la llama durante el proceso de aparición del universo. Al final, vuelve a unirse a ella. Sin embargo, la chispa siempre está conectada a la llama, y la unión al final del ciclo no es total. El alma humana sigue compartiendo la esencia con el alma universal y también es el punto de partida para futuras apariciones.

Creencias y Enseñanzas

El término teosofía, que viene del griego theos (dios) y sophia (sabiduría), generalmente significa "sabiduría divina". Algunas formas de esta doctrina fueron sostenidas en la antigüedad por grupos como los maniqueos. En la Edad Media, por grupos con creencias diferentes como los bogomilos y los cátaros. En tiempos más recientes, ideas teosóficas han sido sostenidas por rosacruces y masones.

Las diferentes formas de pensamiento teosófico tienen algunas características en común. La primera es la importancia de la experiencia mística. Los autores teosóficos creen que existe una realidad espiritual más profunda. Se puede conectar directamente con esa realidad a través de la intuición, la meditación, la revelación o estados que van más allá de la conciencia normal.

Los teósofos también dan importancia a las enseñanzas profundas. Los teósofos modernos afirman que todas las religiones del mundo contienen esta enseñanza interna. Se dedica mucho esfuerzo a descifrar el significado oculto en los textos sagrados. Además, hay una fascinación por los sucesos especiales o extraordinarios y por el desarrollo de habilidades mentales y espirituales superiores. Los teósofos creen que el conocimiento de la sabiduría divina permite acceder a los misterios de la naturaleza y a la esencia interior de la humanidad.

Finalmente, la teosofía prefiere la idea de que la realidad está formada por un solo principio o sustancia, como la mente o el espíritu. Aunque los teósofos reconocen las diferencias entre el mundo que vemos y una realidad espiritual superior, la mayoría también afirma una unidad general que abarca todo. Asociado a esto, creen que Dios es completamente trascendente e impersonal. La creación es el resultado de emanaciones espirituales de Dios. Los humanos son chispas de lo divino atrapadas en el mundo material que desean regresar a su hogar espiritual.

En el caso de la Sociedad Teosófica, aunque los escritos de teósofos importantes presentan un conjunto de enseñanzas, la Sociedad misma dice que no tiene creencias oficiales que todos los miembros deban aceptar. Por lo tanto, tiene una doctrina, pero no la presenta como una regla estricta. La Sociedad declaró que el único principio al que todos los miembros debían adherirse era el compromiso de "formar un núcleo de la Hermandad Universal de la Humanidad sin distinción de origen, creencia, género o condición social". Esto significa que hay miembros de la Sociedad Teosófica que pueden dudar de muchas, o incluso de todas, las doctrinas teosóficas, pero que simpatizan con su objetivo principal de hermandad universal.

Como señaló Santucci, la teosofía "deriva principalmente de los escritos" de Blavatsky. Sin embargo, teósofos posteriores como Annie Besant y Charles Leadbeater también hicieron cambios y añadieron ideas. Blavatsky dijo que estas doctrinas teosóficas no eran inventos suyos. Afirmó haberlas recibido de una hermandad de guías espirituales secretos a quienes llamaba los "Maestros" o "Mahatmas".

Los Maestros

Ilustraciones de Hermann Schmiechen de 1884 de los dos Maestros con los que se decía que Blavatsky estaba en contacto, Koot Hoomi (izquierda) y Morya (derecha)

Una idea central de la creencia teosófica es que un grupo de guías espirituales, conocidos como los Maestros ascendidos, no solo existen, sino que fueron responsables de la creación de los primeros textos teosóficos. Para la mayoría de los teósofos, estos Maestros son considerados los verdaderos fundadores del movimiento teosófico moderno. En la literatura teosófica, a estos Maestros también se les llama Mahatmas, Adeptos, Maestros de la Sabiduría o Hermanos Mayores.

Se les ve como una hermandad de personas muy evolucionadas. Han alcanzado un gran desarrollo moral y logros intelectuales. Se dice que han vivido vidas extraordinariamente largas y han adquirido poderes especiales, como la capacidad de ver cosas que no están presentes o de proyectar su alma fuera de su cuerpo a cualquier lugar. Se cree que han logrado estos poderes a través de muchos años de entrenamiento. Según Blavatsky, a finales del siglo XIX, su residencia principal estaba en el Tíbet, en los Himalayas. También dijo que estos Maestros fueron la fuente de muchos de sus escritos publicados.

Se cree que los Maestros conservan el antiguo conocimiento espiritual del mundo. Representan una Gran Hermandad que cuida de la humanidad y guía su evolución. Entre aquellos a quienes los primeros teósofos consideraban Maestros se encontraban figuras religiosas como Abraham, Moisés, Salomón, Jesús, Buda Gautama, Confucio o Laozi. También individuos más recientes como Jakob Bohme o Franz Mesmer. Sin embargo, los Maestros más importantes en la literatura teosófica son Koot Hoomi y Morya, con quienes Blavatsky decía estar en contacto.

Según la creencia teosófica, los Maestros se acercan a aquellos que consideran dignos de aprender, llamados chela. El aprendiz debe pasar por varios años de prueba. Durante este tiempo, debe vivir una vida de pureza física, llevando una vida sencilla y dedicada. Blavatsky animó a crear imágenes de los Maestros. Los retratos más importantes fueron hechos en 1884 por Hermann Schmiechen. Según el experto Massimo Introvigne, las ilustraciones de Schmiechen de Morya y Koot Humi se volvieron muy importantes en la comunidad teosófica. Se consideraban objetos sagrados, no solo imágenes decorativas.

Campbell señaló que, para quienes no son teósofos, las creencias sobre la existencia de los Maestros son de las más difíciles de aceptar del movimiento. Tales afirmaciones están abiertas a ser examinadas y posiblemente refutadas. Hay serias dudas sobre la existencia de los Maestros, lo que puede debilitar las creencias teosóficas. La idea de una hermandad de guías secretos tiene una larga tradición que se remonta a varios siglos antes de la fundación de la teosofía. Estas ideas se pueden encontrar en la obra de los Rosacruces y se hicieron populares en la literatura de ficción. Además, la idea de que los mensajes se transmiten a una persona a través de seres espiritualmente avanzados también se había popularizado en la época de la fundación de la teosofía a través del movimiento espiritista.

La Antigua Sabiduría Universal

Según las enseñanzas de Blavatsky, muchas de las religiones del mundo tienen su origen en una antigua sabiduría universal. A esta la llamó una "doctrina secreta". Se creía que era conocida por Platón y los primeros sabios hindúes. Sigue siendo la base de todas las religiones. Blavatsky promovió la idea de que las sociedades antiguas unían la ciencia y la religión. La humanidad ha perdido esta unión desde entonces. Sus logros y conocimientos superaban con creces lo que los expertos modernos creen sobre ellas.

Blavatsky también enseñaba que una hermandad secreta ha conservado esta antigua sabiduría a lo largo de los siglos. Los miembros de esta hermandad tienen la clave para entender los milagros, la vida después de la muerte y los fenómenos especiales. Además, estos guías tienen poderes extraordinarios.

Blavatsky afirmaba que esta antigua sabiduría sería revivida y se extendería por toda la humanidad en el futuro. Reemplazaría a las religiones dominantes como el cristianismo, el islam, el budismo o el hinduismo. La teosofía tendía a destacar la importancia de los textos antiguos por encima de los rituales y costumbres populares de varias tradiciones religiosas. Sin embargo, la visión teosófica sobre el budismo y el hinduismo fue criticada. Tanto por practicantes de estas tradiciones como por expertos occidentales, como Max Müller. Ellos creían que teósofos como Blavatsky estaban presentando de forma incorrecta las tradiciones asiáticas.

El Universo y la Evolución

La teosofía propone que el universo es un reflejo de un principio divino llamado el Absoluto. La teosofía presenta la idea de que el mundo tal como lo percibimos los humanos es una ilusión, o maya. Esta idea fue tomada de las religiones asiáticas. Por lo tanto, Blavatsky enseñaba que una vida limitada por la percepción de este mundo ilusorio era ignorante y engañosa.

Archivo:Montagem Sistema Solar
Según las enseñanzas teosóficas, cada sistema solar es una emanación de un «Logos» o «Deidad Solar», de acuerdo con lo cual espíritus planetarios supervisan cada uno de los planetas.

Según las enseñanzas de Blavatsky, cada sistema solar en el universo es la expresión de lo que se llama un "Logos" o "Deidad solar". Debajo de la deidad solar hay siete espíritus planetarios o ministros. Cada uno de estos seres celestiales controla la evolución en un planeta específico. En La doctrina secreta, Blavatsky afirmó que cada planeta tenía siete partes, conocidas como las "Cadenas Planetarias". Estas consisten no solo en un cuerpo físico, sino también en dos cuerpos astrales, dos cuerpos mentales y dos cuerpos espirituales, todos superpuestos en el mismo espacio.

Según Blavatsky, la evolución ocurre en ciclos de descenso y ascenso. Desde el primer cuerpo espiritual al primer cuerpo mental, luego del primer cuerpo astral al primer cuerpo físico, y así sucesivamente. Creía que había diferentes niveles de evolución: mineral, vegetal, animal, humano y luego sobrehumano o espiritual. Diferentes niveles de evolución ocurren en orden sucesivo en cada planeta. Cuando la evolución mineral termina en el primer planeta y continúa con la evolución vegetal, la evolución mineral comienza al mismo tiempo en el segundo planeta. La teosofía enseña que la evolución humana está ligada a esta evolución planetaria y cósmica más amplia.

En La doctrina secreta, Blavatsky defendió la idea de siete "Razas Raíz". Cada una de ellas estaba dividida en siete "Sub-razas". En la visión de Blavatsky sobre el origen del universo, la primera Raza Raíz fue creada de espíritu puro y vivió en un continente llamado la "Tierra Sagrada Imperecedera". La segunda Raza Raíz, conocida como los Hiperbóreos, también se formó de espíritu puro y vivió en una tierra cerca del Polo norte, que en ese entonces tenía un clima templado. La tercera vivió en el continente de Lemuria, que Blavatsky decía que aún existe hoy como Australia y Rapa Nui.

Blavatsky afirmó que durante la cuarta "Ronda de la Tierra", seres superiores descendieron al planeta. Fue entonces cuando comenzaron a desarrollarse los cuerpos físicos humanos y la separación de los géneros. En este punto, apareció la cuarta Raza Raíz, que vivía en el continente de la Atlántida. Tenían cuerpos físicos, pero también habilidades especiales y tecnología avanzada. Blavatsky dijo que algunos atlantes eran gigantes y construyeron monumentos antiguos como Stonehenge en el sur de Inglaterra. Los atlantes eran decadentes y usaron mal su poder y conocimiento, por lo que la Atlántida se hundió en el mar. Sin embargo, varios atlantes escaparon y crearon nuevas sociedades en Egipto y América.

La quinta Raza Raíz que surgió fueron los arios, que se encontraban en todo el mundo cuando ella escribía. Creía que la quinta Raza sería reemplazada por la sexta, que sería anunciada por la llegada de Maitreya, una figura de la mitología budista mahayana. Creía además que la humanidad se desarrollaría con el tiempo en la séptima y última Raza Raíz. Al llegar a esto, Blavatsky creía que la humanidad habría llegado al final de su ciclo evolutivo y que la vida se retiraría de la Tierra. Lachman sugirió que al leer las creencias de Blavatsky sobre el origen del universo como un relato literal de la historia, "podríamos estar haciéndole un flaco favor". En cambio, sugirió que podría leerse como un intento de Blavatsky de crear "un nuevo mito para la era moderna, o como una enorme y fantástica historia de ciencia ficción".

Maitreya y el Mesías

Blavatsky enseñaba que el Señor Maitreya, una figura que tomó del budismo, vendría a la Tierra como una figura que traería grandes cambios. Sus ideas al respecto fueron luego ampliadas por Besant y Leadbeater. Afirmaron que Maitreya ya había estado en la Tierra como Krishna, una figura del hinduismo. También dijeron que había entrado en Jesús de Nazaret en el momento de su bautismo y que desde entonces Maitreya sería conocido como "el Cristo". Besant y Leadbeater afirmaron luego que Maitreya vendría de nuevo a la Tierra manifestándose a través de un niño indio llamado Jiddu Krishnamurti. Leadbeater lo había encontrado jugando en una playa de Adyar en 1909. La introducción de la creencia sobre Krishnamurti en la Teosofía ha sido identificada como un elemento de creencia en un futuro de grandes cambios.

Crecimiento Personal y Reencarnación

Archivo:The Theosophical Society (6708436163)
Estatua de Blavatsky y Olcott en Adyar

Según la Teosofía, el propósito de la vida humana es la liberación espiritual del alma. El ser humano es descrito como un "Ego" o "Mónada". Se cree que ha surgido de la Deidad Solar, a la que también regresará con el tiempo. El ser humano se presenta como compuesto de siete partes que funcionan en tres planos separados del ser. Como lo presenta Sinnett y se repite a menudo en la literatura teosófica, estas siete partes son el Cuerpo (Rupa), la Vitalidad (Prana-Jiva), el Cuerpo Astral (Linga Sarira), el Alma Animal (Kama-Rupa), el Alma Humana (Manas), el Alma Espiritual (Buddhi) y el Espíritu (Atma). Según las enseñanzas teosóficas, las últimas tres de estas partes son inmortales, mientras que las otras perecen después de la muerte del cuerpo. La Teosofía enseña que el Alma Espiritual y el Espíritu no residen dentro del cuerpo humano junto con los otros componentes, sino que están conectados a él a través del alma humana.

En La voz del silencio, Blavatsky dijo que dentro de cada ser humano hay una parte divina y eterna. A esta se refería como "el Maestro", lo "increado", el "Dios interior" y el "yo superior". Promovió la idea de que la unión con este "yo superior" lleva a la sabiduría. En ese mismo libro, comparó el progreso del alma humana con una transición a través de tres salas: la primera era la de la ignorancia, que es el estado del alma antes de que entienda la necesidad de unirse con su yo superior. La segunda es la Sala del Aprendizaje, donde la persona se da cuenta de otras facetas de la vida humana, pero se distrae con un interés en habilidades especiales. La tercera es la Sala de la Sabiduría, donde se logra la unión con el yo superior, a lo que le sigue el Valle de la Dicha. En este punto, el alma humana puede unirse al Uno.

Reencarnación y Karma

A lo largo de sus escritos, Blavatsky hizo varias afirmaciones sobre el renacimiento y la vida después de la muerte. Hay diferencias entre sus enseñanzas tempranas y posteriores al respecto. Entre la década de 1870 y alrededor de 1882, Blavatsky enseñaba una doctrina llamada "metempsicosis". En Isis sin velo, Blavatsky afirmó que el alma humana progresa a través de más planos espirituales después de la muerte del cuerpo. Dos años más tarde, introdujo la idea de la reencarnación en la doctrina teosófica, usándola para reemplazar su doctrina anterior. En La doctrina secreta, afirmó que el espíritu era inmortal y encarnaría repetidamente en una nueva alma y cuerpo mortal en la Tierra. Según las enseñanzas teosóficas, los espíritus humanos siempre renacerán en cuerpos humanos y no en los de ninguna otra forma de vida. Blavatsky afirmó que los espíritus no renacen hasta algún tiempo después de la muerte del cuerpo y nunca durante la vida de los familiares del difunto.

Blavatsky enseñaba que al morir el cuerpo, el cuerpo astral sobrevive por un tiempo en un estado llamado kama-loka, que ella comparaba con un lugar de espera, antes de morir también. Según esta creencia, el ser humano pasa entonces a su cuerpo mental en un reino llamado devachan, que comparaba con el cielo o el paraíso. Blavatsky enseñaba que el alma permanecía en el devachan entre 1,000 y 1,500 años, aunque el teósofo Charles Webster Leadbeater decía que solo eran 200.

La teosofía defiende la existencia del karma como un sistema que regula el ciclo de reencarnaciones. Asegura que las acciones de una persona en una vida afectan las circunstancias de la siguiente. Esta creencia, por lo tanto, busca explicar por qué existe la dificultad y el sufrimiento en el mundo. Atribuye cualquier problema que alguien sufra como consecuencia de las acciones que cometió en una vida anterior. En palabras de Blavatsky, el karma y la reencarnación estaban "inextricablemente unidos". Sin embargo, no creía que el karma siempre hubiera sido el sistema que gobernaba la reencarnación. Afirmó que surgió cuando los humanos desarrollaron su conciencia individual y que un día ya no sería necesario.

Besant y Leadbeater afirmaron ser capaces de investigar las vidas pasadas de las personas leyendo el registro akáshico. Este es un almacén de todo el conocimiento del universo. Por ejemplo, afirmaron haber conocido sus propias vidas pasadas como criaturas parecidas a monos que vivían en la luna. Allí sirvieron como mascotas al "hombre de la luna" (una encarnación anterior del Maestro Morya), su esposa (Koot Humi) y su hijo (el Señor Maitreya). Cuando fueron atacados por "seres salvajes" y animales "parecidos a lagartos y cocodrilos peludos", Besant se sacrificó para salvar a Morya. Por este acto, dio un salto evolutivo para convertirse en un humano en su siguiente vida.

Símbolo de la Sociedad Teosófica

Archivo:Theosophicalseal
Sello de la Sociedad Teosófica.

Los cinco símbolos más importantes en el sello de la Sociedad Teosófica son:

  • Los dos triángulos entrelazados, también llamados Sello de Salomón.
  • El Ankh, también llamada cruz ansata, usada especialmente en el antiguo Egipto.
  • La esvástica, símbolo antiguo adoptado por los budistas en los primeros siglos.
  • El Ouroboros, una serpiente mordiéndose la cola, usada en muchas mitologías antiguas como la griega, egipcia, china y azteca.
  • Encima del sello está el Aum o palabra sagrada (véase Om).
  • Alrededor del sello se encuentra el lema: No hay religión más elevada que la verdad.

La Teosofía en el Mundo

En Europa

En España

La teosofía llegó a España a finales del siglo XIX gracias a Francisco Montoliu Togores y José Xifré Hamel. Ellos tradujeron varias obras y las difundieron a través de las revistas Sophia y El Loto Blanco. El movimiento teosófico en España tuvo su centro en Barcelona. Contó con el apoyo de la editorial de Ramón Maynadé Sallent, un teósofo convencido. También fue importante el traductor Federico Climent Terrer (1865-1945). Otro miembro destacado fue el periodista y crítico musical Viriato Díaz Pérez. El doctor José Roviralta Borrell (1856-1926) también fue miembro. En 1896, realizó una importante traducción del Bhagavad-gītā. Uno de los suscriptores de la revista Sophia fue el urbanista Arturo Soria.

Más tarde, Helena Blavatsky tuvo como difusor en España a Mario Roso de Luna. Hay referencias a la teosofía en varias obras de Valle-Inclán, como Claves líricas, La lámpara maravillosa y Luces de bohemia. En ellas se puede ver cómo la actitud del autor cambia de un interés inicial a una burla de sus ideas de juventud.

En Iberoamérica

En Iberoamérica, el movimiento teosófico tuvo un gran momento en la primera mitad del siglo XX. Muchos intelectuales y artistas se identificaron con las enseñanzas de Helena Blavatsky. Algunas de las personalidades influidas por la teosofía en estas regiones de América fueron: Eunice Odio, Leopoldo Lugones, Joaquín Torres García, Rubén Darío, Gabriela Mistral, José Ingenieros, José Martí, Amado Nervo, Alberto Masferrer, Salarrué, Roberto Brenes Mesén y César Dávila Andrade, entre otros.

Actualmente, en Chile se ha establecido un centro que dirige los movimientos teosóficos de toda América Latina, el CTAL. Es dirigido por el poeta chileno Gregorio Angelcos.

México

La teosofía llegó a México en 1906. Se formó un centro de estudios, que llevó a la fundación de la Logia Aura. Esta fue la Logia principal y más antigua de la Sección Mexicana, que dependía de la Sección Cubana. Entre 1908 y 1909, el teósofo Emilio Calvariac estuvo en México.

Los eventos de la Decena Trágica, que comenzaron el 9 de febrero de 1913, hicieron que muchos habitantes de la Ciudad de México permanecieran en sus casas hasta principios de 1914. Como no podían reunirse, algunos teósofos se trasladaron al puerto de Veracruz en 1915. Allí encontraron a personas que se reunían para estudiar teosofía. Por esta razón, la Logia Aura fue trasladada a Veracruz. Con muchos miembros, se formó otra logia, llamada Apolonio de Tiana. Una vez cumplidos los requisitos, se envió toda la documentación a la Secretaría General de la Sección Cubana, de la que dependían las ramas mexicanas. Así se constituyó esta rama en 1915.

Cuando la calma regresó a la Ciudad de México, los miembros que habían ido a Veracruz regresaron a su ciudad natal y se reintegraron a la rama Aura. Con el tiempo, se fundaron las ramas Mercurio y Teocitlali. En ese período, en Mérida, Yucatán, se constituyeron las ramas Mayab y Zamná. En la Ciudad de México, como muchas personas asistían a las conferencias, se formó la rama Sirio.

Con siete ramas, que es el número necesario para solicitar la constitución de una Sección, los miembros y trabajadores realizaron los trámites necesarios. Todo esto se hizo a través de la Sección Cubana. Una vez obtenida la aprobación de la Sede Mundial de la Sociedad Teosófica en Adyar, India (ahora Chennai), el 12 de noviembre de 1919 se declaró constituida la "Sección Mexicana de la Sociedad Teosófica". Su primer secretario general fue Agustín Garza Galindo. Así continuaron surgiendo ramas en diferentes partes del país. Más tarde, Adolfo de la Peña Gil se hizo cargo de la Secretaría General. Entre 1920 y 1950, recibieron visitas de personalidades importantes como C. Jinarajadasa, Jiddu Krishnamurti, Nilakanta Sri Ram, John Coats y Radha Burnier.

El 22 de mayo de 1953, se constituyó en la ciudad de Puebla la Logia Alfa. Sus fundadores fueron el general Rafael Cancino Palacios, Refugio Zamora de Cancino, Antonieta Fortul de García, Domingo García, Aurelio Samaniego, Ramón Pujol, Jorge Murad y el doctor Felipe Murad y Murad. Este último es la única persona que aún vive y es miembro vitalicio. Además de la rama Alfa, surgió la rama Helena Petrovna Blavatsky. Han contado con el apoyo de los dirigentes de la Casa de Cultura en Puebla durante veinte años para la exposición de temas relacionados con la ciencia, la filosofía y la religión.

La sede nacional de la Sociedad Teosófica en México se encuentra en la Ciudad de México.

Críticas a la Teosofía

El movimiento de Blavatsky tuvo un fuerte crítico en el pensador René Guénon. Él le dedicó una obra completa: El teosofismo, historia de una pseudorreligión (1921).

A finales del siglo XX, Peter Washington analizó la teosofía desde una perspectiva escéptica en su libro El mandril de Madame Blavatsky (1995).

Sin embargo, algunas de las fuentes que Washington usó, como el informe Hodgson de la SPR (1885), fueron desmentidas por la misma institución que las publicó. En 1986, el investigador de la SPR Vernon Harrison publicó un estudio llamado "H.P. Blavatsky y la SPR: Un examen del informe de Hodgson de 1885". En él, analizó las inconsistencias y la falta de seriedad del estudio de Hodgson. A raíz de esto, la SPR se retractó públicamente del informe de 1885.

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Teosofía para Niños. Enciclopedia Kiddle.