Quivira para niños
Quivira es el nombre de una ciudad legendaria que se creía llena de grandes riquezas. Durante la época en que España exploraba y colonizaba nuevas tierras, se pensaba que esta ciudad estaba en algún lugar del norte de lo que hoy es México y el suroeste de Estados Unidos.
La historia de Quivira está relacionada con una antigua leyenda medieval conocida como las Siete Ciudades. Esta leyenda cuenta que, durante la invasión de los moros a la península ibérica (donde están España y Portugal), siete obispos huyeron de sus ciudades y cruzaron el mar hacia el oeste. Se decía que cada uno de ellos fundó su propia ciudad en una tierra nueva, y que estas ciudades eran muy prósperas.
Cuando los europeos llegaron a América en 1492, y empezaron a circular historias sobre grandes ciudades llenas de oro en el norte del continente, el fraile Marcos de Niza afirmó que allí se encontraban las legendarias Siete Ciudades. Esto llevó a una intensa búsqueda de estas ciudades, pero nunca se encontraron.
Datos para niños Quivira |
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![]() Mapa de Norteamérica del año 1720. Se lee el nombre de Quivira en el límite de los territorios conocidos.
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Información | ||
Tipo | Reino | |
Otros nombres | Las Siete Ciudades | |
Localización | ![]() |
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Fundación | Siglo VIII | |
Contenido
Origen de la Leyenda de las Siete Ciudades
La leyenda medieval de las Siete Ciudades surgió durante la invasión de los moros a la península ibérica. La historia original, de Portugal, decía que siete obispos de la ciudad de Oporto huyeron y se establecieron en una isla o tierra al oeste, cruzando el mar. Allí, cada uno fundó su propia ciudad.
Más tarde, en España, se popularizó otra versión. En esta, los obispos eran de Mérida y habían escapado de la ciudad después de que cayera en manos de los musulmanes en el año 713.
La Conquista de México y Nuevas Tierras
La búsqueda de Quivira y las Siete Ciudades está muy ligada a la época de la Conquista de México y la exploración de América.
El Descubrimiento de América
Después de que los reinos cristianos de España recuperaran la península ibérica de los musulmanes en 1492, Cristóbal Colón obtuvo permiso de los Reyes Católicos. Su objetivo era viajar hacia el oeste para encontrar la rica isla de Cipango (Japón), que había sido descrita por Marco Polo.
La expedición de Colón salió de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492. Llegaron a las Bahamas el 12 de octubre de ese mismo año. Colón pensó que había llegado a unas islas cerca de la costa de China. En este viaje, los españoles también exploraron las islas de Cuba y La Española. Luego regresaron a Europa para anunciar su descubrimiento.
Colón hizo tres viajes más a América. Exploró más a fondo las islas del Caribe y las costas de Venezuela, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Buscaba un paso que lo llevara a las islas de las especias, pero ese paso no existía.
La Conquista de Yucatán
A principios del siglo XVI, el dominio español en América se limitaba a algunas islas como Cuba, La Española y Puerto Rico. También tenían una pequeña parte de tierra firme en la región de Darién (Panamá). Allí, Vasco Núñez de Balboa exploró el interior y descubrió el Océano Pacífico en 1513.
Mientras tanto, en Cuba, corrían rumores sobre una tierra o isla cercana al oeste que tenía muchas riquezas. Esta noticia motivó una expedición de Francisco Hernández de Córdoba a la desconocida península de Yucatán.
El descubrimiento de Yucatán despertó el interés del gobernador de Cuba, Diego Velázquez. Él patrocinó una nueva expedición, liderada por Juan de Grijalva, que partió en abril de 1518. Grijalva exploró el norte de la península y gran parte del golfo de México. No solo encontró riquezas, sino que también se encontró con tres líderes indígenas que dijeron ser súbditos de Moctezuma. Este era el gobernante de un gran y rico imperio en el interior del continente, el Imperio Azteca.
Velázquez, ansioso por conquistar este nuevo territorio, que ya se llamaba la Nueva España, organizó otra expedición. Eligió a Hernan Cortés como capitán general. La expedición salió de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518. Cortés continuó su viaje y llegó a la isla de Cozumel. Luego pasó al continente, donde tuvo un enfrentamiento con los nativos. Tras su victoria, Cortés fundó la Villa de Santa María de la Victoria, el primer asentamiento español en México.
Después de la batalla, Cortés liberó a los prisioneros. El líder de Tabasco, para facilitar la paz, envió a los españoles provisiones, ropa, adornos, algo de oro y veinte mujeres. Entre ellas estaba una mujer que los europeos llamaron doña Marina. Ella fue de gran ayuda como intérprete en el viaje hacia el interior del continente.
La Caída del Imperio Azteca
Moctezuma intentó varias veces convencer a los españoles de que no avanzaran hacia el corazón del Imperio Azteca. Sin embargo, Cortés les decía a los mensajeros mexicas que no se detendría. Él venía en nombre de don Carlos de Austria, monarca de Oriente, y no podía fallarle a su rey.
La insistencia de Cortés molestó a Moctezuma, quien pensó en enviar a sus tropas para detener a los recién llegados. Pero, desde la expedición de Grijalva, una serie de malos presagios habían anunciado la ira de los dioses mexicas y la caída del Imperio Azteca a manos de gente venida del Oriente. Por eso, Moctezuma decidió no enfrentar directamente a los españoles.
Mientras tanto, Cortés siguió su marcha hacia el interior. Fue bien recibido por varios líderes de la región, quienes le contaron sobre el gobierno de Moctezuma. Algunos incluso le ofrecieron su apoyo. Por consejo de algunos amigos indígenas, los españoles avanzaron hacia el territorio de Tlaxcala, una confederación que estaba en guerra con los mexicas. Allí, Cortés pidió permiso para pasar, pero fue rechazado. Hubo un enfrentamiento, y las tropas de Cortés volvieron a ganar.
Los españoles continuaron hacia Cholula, donde fueron bien recibidos por los nativos. Sin embargo, Cortés sospechaba que detrás de esa amabilidad se escondía una traición. Esto se confirmó cuando una mujer indígena se acercó a doña Marina y le advirtió que Moctezuma tenía un gran ejército cerca de la ciudad, listo para atacar a los extranjeros. Doña Marina fingió estar oprimida y ganó la confianza de la mujer, obteniendo así la información.

Cortés también fue advertido por soldados de Tlaxcala de que los nativos de Cholula estaban haciendo preparativos militares. Confirmada la emboscada, los españoles decidieron atacar primero, frustrando el plan. Después, Cortés liberó a todos los prisioneros como un gesto de buena voluntad. Moctezuma, a través de sus mensajeros, intentó distanciarse de los hechos y agradeció a los españoles por castigar a los "traidores" de Cholula.
Los españoles siguieron avanzando por la montaña de Chalco. Gracias a sus aliados indígenas, lograron evitar otra emboscada preparada por Moctezuma. Al ver sus planes frustrados, Moctezuma reunió a sus sabios para intentar detener el avance de los extranjeros. Sin embargo, uno de sus dioses les dijo que los aztecas ya no tenían el favor divino y que su imperio caería. Al recibir esta noticia, Moctezuma decidió aceptar el destino y se dedicó a organizar la bienvenida para Hernán Cortés y sus hombres.
Finalmente, el 8 de noviembre de 1519, los españoles entraron en la impresionante ciudad de Tenochtitlan. Fueron recibidos por el propio Moctezuma, quien intercambió regalos con Hernán Cortés. Moctezuma se convirtió en una especie de prisionero voluntario, aunque Cortés le permitió seguir apareciendo en público y visitando los templos. También le pidió que prohibiera los sacrificios humanos, a lo que Moctezuma accedió.
Después de un tiempo de convivencia, comenzaron a surgir problemas. Según algunos relatos, los españoles quisieron derribar los ídolos aztecas y construir una iglesia. Esto causó el rechazo de Moctezuma y un levantamiento de la ciudad. Finalmente, se llegó a un acuerdo para mantener los ídolos y levantar un altar con una cruz y una imagen de la virgen en el mismo lugar.
Poco después, un sobrino de Moctezuma, llamado Cacumatzin, que era rey de Tezcuco, planeó una conspiración contra Moctezuma y los españoles. El rumor llegó a oídos de Cortés y Moctezuma. Moctezuma se adelantó y avisó a los españoles. Para detener la conspiración, Moctezuma organizó su propio plan, que terminó con el secuestro de Cacumatzin. Cortés le aconsejó a Moctezuma que no lo matara, sino que le quitara su reino y nombrara a su hermano como sucesor. Moctezuma aceptó este consejo.
El Misterio al Norte de México
Una vez que el Imperio Azteca fue conquistado, Hernán Cortés comenzó a explorar las regiones cercanas. Buscaba nuevas riquezas y un supuesto paso que conectara el Océano Atlántico con el Océano Pacífico. Este paso sería muy valioso, ya que permitiría unir España con las zonas de especias en el sudeste asiático de forma más directa. Hacia el sur, Cortés envió a Pedro de Alvarado, quien exploró y conquistó gran parte de lo que hoy son Guatemala, El Salvador y Honduras.
Sin embargo, pronto empezó a circular un rumor sobre la existencia de imperios ricos y poderosos, incluso más grandes que el azteca, que supuestamente estaban al norte. La presencia de importantes ruinas y la confirmación de los indígenas mexicas de que el oro de sus esculturas venía de esa región, solo aumentaron el mito. Todos los que hablaban de estas tierras coincidían en que era difícil llegar a ellas. Algunos decían que había guerreras invencibles, otros que había montañas altísimas o ríos tan anchos como un mar.
A estos rumores se sumaba la creencia de que los mexicas no eran originarios del Altiplano Central, sino de una tierra al norte llamada Aztlán. Aztlán era descrita como un lugar rodeado de agua, como una isla o península. Aunque los aztecas no eran del Valle de México, algunos historiadores creen que Aztlán era un mito o un símbolo de su origen. Otros, en cambio, afirman que Aztlán existió y que pudo estar en el estado de Nayarit. Cierta o no, la leyenda de Aztlán dio una razón más a los conquistadores españoles para explorar el norte de México.
Expediciones en Norteamérica en Busca de Riquezas
Las historias de Quivira y las Siete Ciudades impulsaron varias expediciones hacia el norte.
El Naufragio de la Expedición de Narváez a La Florida (1528)

El primer europeo en llegar a lo que hoy es Estados Unidos fue el conquistador español Juan Ponce de León en 1513, en la actual Estado de Florida. Ponce de León buscaba una tierra llamada Bimini, al norte de Cuba, donde esperaba encontrar riquezas. Su expedición avistó tierra el 27 de marzo de 1513, un Domingo de Resurrección, por lo que la llamó Pascua Florida. Desembarcaron el 2 o 3 de abril y exploraron la zona, enfrentando la hostilidad de los nativos. Se dice que un indígena hablaba algo de castellano, lo que sugiere que ya había habido desembarcos españoles antes.
En 1514, el rey de España nombró a Ponce de León gobernador de esa tierra. En 1521, regresó a Florida para establecer una población, pero fue herido por una flecha en un enfrentamiento con los indígenas y murió por la infección. Durante años se creyó que Ponce de León buscaba la mítica fuente de la eterna juventud, pero los historiadores actuales consideran que es una leyenda falsa que surgió mucho después.
El 17 de junio de 1527, el nuevo gobernador de La Florida, Pánfilo de Narváez, partió con la misión de conquistar esa tierra. Antes de llegar, su expedición sufrió la pérdida de barcos y provisiones debido a una fuerte tormenta en Cuba. Narváez, con unos cuatrocientos hombres, llegó a La Florida el 12 de abril de 1528.
Mientras exploraban por tierra, los españoles encontraron a unos indígenas que tenían "muchas cajas de mercaderes de Castilla" con objetos europeos y muestras de oro. Cuando preguntaron de dónde venían, los indígenas respondieron que de una provincia lejana llamada Apalache, donde había mucho oro. La expedición se dirigió allí, pero no encontraron riquezas. Los indígenas les dijeron que hacia el interior solo había lagunas y desiertos, y les aconsejaron seguir la costa hacia el suroeste.
Los españoles siguieron el consejo, pero la tierra no mejoraba y muchos enfermaban por falta de comida y la hostilidad de los nativos. La expedición se dividió. Una noche, Narváez se quedó en su balsa con un maestre y un paje enfermo. Una tormenta arrastró la balsa al mar, y nunca más se supo de ellos.
Para el año 1532, solo cuatro expedicionarios seguían vivos: Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y un esclavo llamado Estevanico. Estos supervivientes desembarcaron en la costa de Texas y se dirigieron tierra adentro, siendo bien recibidos por los indígenas. En un pueblo, los nativos les dieron un cascabel grande de cobre con un rostro grabado. Cuando preguntaron de dónde venía, les dijeron que del norte, donde había muchos más. Esto hizo pensar a los conquistadores que allí podría haber una civilización avanzada que trabajaba metales.
Solo estos cuatro náufragos lograron regresar a pie hasta Sinaloa, en Nueva España. Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue uno de ellos. En su libro de viaje, afirmó que algunos nativos les contaron leyendas sobre ciudades con grandes riquezas.
La Expedición de Fray Marcos de Niza
Cuando el virrey Antonio de Mendoza se enteró de estas historias, organizó una expedición de reconocimiento. La puso al mando del fraile franciscano Marcos de Niza. Llevaba como guía a Estebanico, uno de los supervivientes de la expedición de Narváez. Cuando llegaron a Vacapa (probablemente en el actual estado mexicano de Sonora), fray Marcos de Niza le ordenó a Estebanico que se adelantara a investigar. Estebanico afirmó que había vuelto a escuchar las leyendas de ciudades ricas.
La Conexión de Leyendas: Siete Ciudades de Cíbola y Quivira
Fray Marcos de Niza concluyó que los nativos hablaban de las "Siete Ciudades de Cíbola y Quivira", las mismas de la leyenda española. Estebanico no esperó al fraile, sino que siguió avanzando hasta llegar a Háwikuh, en Nuevo México. Allí fue asesinado por los nativos, y la expedición regresó.
La Expedición de Coronado

Cuando Fray Marcos de Niza regresó a la Ciudad de México, le dijo al Virrey que había visto una ciudad más grande que Tenochtitlan (la antigua Ciudad de México), que era la ciudad más grande del continente. Dijo que la gente allí usaba vajilla de plata y oro, decoraba sus casas con turquesas y tenía perlas gigantes, esmeraldas y muchas más joyas.
El Virrey organizó una expedición militar para tomar posesión de esas tierras. Puso al mando a su amigo Francisco Vázquez de Coronado. Fray Marcos de Niza iba como guía.
El 22 de abril de 1540, Coronado salió de Culiacán al mando de un grupo de exploradores. El resto de la expedición iba detrás, al mando de Tristán de Arellano. Fernando de Alarcón llevó una expedición marítima paralela para abastecerlos. Coronado atravesó lo que hoy es Sonora y entró en Arizona. Allí no encontró riquezas y consideró que la historia era falsa.
La Gran Quivira: Un Asentamiento Indígena
La Gran Quivira (antes Pueblo de Las Humanas) es el nombre actual de las ruinas de un antiguo asentamiento indígena en Nuevo México.
Quivira: Punto de Partida Histórico
Francisco Vázquez de Coronado llamó Quivira a un asentamiento indígena cuya ubicación exacta ya no se conoce. Este lugar es importante porque desde allí partió García López de Cárdenas en la primera visita documentada de un europeo al Gran Cañón del Río Colorado.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Quivira Facts for Kids