Naturaleza humana para niños
La naturaleza humana es una idea filosófica que explora si los seres humanos compartimos características especiales que nos hacen únicos. Estas características incluyen formas de pensar, sentir y actuar que se consideran propias de nuestra especie.
Contenido
¿Qué es la naturaleza humana?
La naturaleza humana busca entender qué significa ser un ser humano. Es un tema muy debatido porque no todos están de acuerdo en si existe una "esencia" fija que nos defina. Durante siglos, filósofos han discutido sobre esto. Hoy en día, científicos como neurocientíficos y psicólogos también investigan si sus descubrimientos nos dan pistas sobre la naturaleza humana.
Este concepto se diferencia de las características que varían entre las personas, como las costumbres de diferentes culturas. Los debates sobre la naturaleza humana también están relacionados con la discusión de si somos más influenciados por nuestros genes (naturaleza) o por nuestro ambiente (crianza).
La pregunta principal es de dónde vienen estas características humanas y si son fijas o pueden cambiar. Esto es importante porque puede ayudarnos a decidir cómo vivir mejor. Ciencias como la sociología (estudio de las sociedades) y la psicología (estudio de la mente) investigan la naturaleza humana.
Tradicionalmente, la idea de la naturaleza humana como una guía para vivir bien comenzó en la filosofía griega antigua.
La visión de Aristóteles
Un filósofo importante fue Aristóteles. Él creía que la naturaleza humana nos impulsa a convertirnos en lo que somos. Para él, la naturaleza humana existía de alguna manera, independientemente de cada persona. Esto sugería una conexión especial entre nuestra naturaleza y algo superior. Aristóteles veía la naturaleza humana como una "idea" o "forma" de lo que es un ser humano.
Sin embargo, la idea de una naturaleza humana fija ha sido muy debatida a lo largo de la historia. En los últimos siglos, pensadores como Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau argumentaron que los humanos son más adaptables y pueden cambiar.
La teoría de la evolución de Charles Darwin también cambió la discusión. Sugirió que nuestros antepasados no eran como los humanos de hoy. Las ciencias modernas, como el conductismo, buscan explicar el comportamiento humano sin recurrir a ideas metafísicas.
Ideas de la filosofía griega clásica
La filosofía griega antigua es el origen de la forma en que Occidente entiende la naturaleza de las cosas. Según Aristóteles, el estudio de la naturaleza humana comenzó con Sócrates. Él se preguntaba cómo debería vivir mejor una persona. Sócrates no escribió libros, pero sus alumnos Platón y Jenofonte nos contaron sus ideas. Sócrates creía que la mejor vida para un ser humano implicaba usar la razón continuamente.
Las ideas de Sócrates influyeron mucho en la Edad Media, tanto en filósofos islámicos, cristianos como judíos. En las obras de Platón y Aristóteles, el alma humana tiene varias partes. Una parte es racional y específicamente humana. Otras partes del alma albergan deseos o pasiones, como las que se encuentran en los animales. La función principal de la razón era guiar las otras partes del alma. Usar la razón era la mejor manera de vivir y la forma más elevada de ser humanos.
Aristóteles hizo algunas de las afirmaciones más famosas sobre la naturaleza humana:
- El ser humano es un animal conyugal: Esto significa que nacemos para formar parejas y construir hogares, familias o pequeñas aldeas.
- El ser humano es un animal político: Tenemos una tendencia natural a crear comunidades más grandes, como ciudades, con diferentes trabajos y leyes. Este tipo de comunidad es diferente a una familia y requiere el uso especial de la razón.
- El ser humano es un animal mimético: Nos encanta usar nuestra imaginación. Nos gusta ver representaciones de cosas, incluso si son dolorosas, porque al verlas, aprendemos y entendemos.
Para Aristóteles, la razón no solo es lo más especial de los humanos, sino también lo que debemos usar de la mejor manera. Sus ideas sobre la naturaleza humana siguen siendo importantes hoy.
Sin embargo, la idea de que los humanos están "destinados" a ser algo específico es menos popular ahora. Para los filósofos socráticos, la naturaleza humana era un concepto metafísico (más allá de lo físico). Aristóteles explicó esto con su teoría de las cuatro causas: materia, forma, efecto y fin. La naturaleza humana sería una causa formal, y convertirnos en un ser humano plenamente desarrollado (usando nuestra mente al máximo) sería nuestro fin. Aristóteles sugería que el intelecto es la parte más importante del alma humana y debe cultivarse. Creía que la vida más feliz era la del filósofo, dedicada al aprendizaje y al crecimiento intelectual.
Ideas de la filosofía china
Confucianismo
La naturaleza humana es un tema central en la filosofía china. Desde la Dinastía Song, la idea de que los seres humanos son potencialmente buenos o tienen una bondad innata se hizo dominante en el Confucianismo.
Mencio argumentaba que la naturaleza humana es buena. Él entendía la naturaleza humana como una tendencia innata hacia un estado ideal que se espera que se desarrolle en las condiciones adecuadas. Por lo tanto, los humanos tienen la capacidad de ser buenos, aunque no todos lo sean.
Según Mencio, la naturaleza humana contiene cuatro "comienzos" de moralidad:
- Un sentido de compasión que lleva a la benevolencia.
- Un sentido de vergüenza y desprecio que lleva a la justicia.
- Un sentido de respeto y cortesía que lleva a la propiedad (comportamiento adecuado).
- Un sentido de lo correcto y lo incorrecto que lleva a la sabiduría.
Estos comienzos se manifiestan en nuestras emociones morales y juicios intuitivos. La bondad, para Mencio, es el resultado de desarrollar estas tendencias innatas. La reflexión sobre estas emociones nos ayuda a crecer moralmente.
Mencio también explicó por qué las personas pueden hacer cosas malas. Reconocía que los deseos de los sentidos son diferentes de los cuatro comienzos morales. Las personas pueden ser engañadas por sus deseos si no se guían por sus motivaciones éticas. Si alguien se vuelve malo, no es por su naturaleza, sino por no desarrollar completamente su potencial hacia la bondad.
Xunzi tenía una visión diferente. Él entendía la naturaleza humana como las capacidades y deseos básicos que tenemos desde que nacemos. Argumentaba que la naturaleza humana es mala y que cualquier bondad es el resultado de lo que aprendemos y hacemos. Xunzi decía que la naturaleza humana busca el beneficio propio y la satisfacción de los sentidos. Afirmaba que "la naturaleza del hombre es mala. Debe depender de los maestros y las leyes para ser correcto y alcanzar la propiedad y la rectitud". Para él, la moralidad se adquiere a través del esfuerzo y el aprendizaje, no es innata.
Mencio veía los rituales (las normas de cómo interactuamos) como una expresión de nuestro sentido moral innato. Xunzi, en cambio, creía que el sentido moral se adquiere a través del aprendizaje y la práctica de estos rituales.
Legalismo
La naturaleza humana es una base importante del Legalismo en China. Los legalistas no se preocupaban tanto por si la bondad o la maldad eran innatas.
Los legalistas creían que la mayoría de los seres humanos son egoístas por naturaleza. Pensaban que las personas actúan por interés propio y, por lo tanto, no siempre se comportarán moralmente. Por ejemplo, no confiaban en que los funcionarios fueran justos sin supervisión. Creían que siempre habría una lucha política debido a los conflictos de intereses.
Según el legalismo, el egoísmo humano no puede eliminarse con la educación. Consideraban que la posibilidad de que las personas actuaran por compromiso moral era muy rara. Los legalistas no veían la moralidad individual de los gobernantes o de la gente como algo importante para un sistema político. En cambio, pensadores como Han Fei enfatizaban la necesidad de normas y leyes claras e impersonales para mantener el orden.
Los legalistas incluso afirmaban que el egoísmo humano podía ser útil para un estado. Creían que se debía permitir a las personas perseguir sus intereses egoístas de una manera que beneficiara al estado. Por lo tanto, un sistema político que asuma este egoísmo humano es el único viable. Los legalistas veían las recompensas y los castigos como controles políticos efectivos, porque consideraban que estos aspectos son fundamentales en la naturaleza humana. Por ejemplo, Shang Yang explicó que la gente puede ser motivada a trabajar en la agricultura o la guerra a través de incentivos positivos y negativos.
Ideas de la Edad Moderna occidental
Al final de la Edad Media, hubo un gran cambio en la filosofía. Se dejó de lado la filosofía de Aristóteles y se adoptó un nuevo enfoque para estudiar la naturaleza, incluida la humana. En este nuevo enfoque, se rechazaron las ideas sobre causas formales y finales como especulaciones. El término "ley de la naturaleza" pasó a significar cualquier patrón regular y predecible, no una ley divina. De la misma manera, la "naturaleza humana" se convirtió simplemente en las tendencias típicas de los humanos.

Aunque este nuevo realismo se aplicó al estudio de la vida humana desde el principio, por ejemplo, en las obras de Maquiavelo, la idea de rechazar a Aristóteles se asoció especialmente con Francis Bacon. Esta forma de pensar continuó con René Descartes. Filósofos como Thomas Hobbes, Giambattista Vico y David Hume afirmaron ser los primeros en usar un enfoque científico moderno para estudiar a los humanos.
Hobbes, siguiendo a Descartes, describió a la humanidad como materia en movimiento, similar a las máquinas. En su libro Leviatán, describió el estado natural del hombre (sin sociedad ni leyes) como una vida "solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta". Después de él, la filosofía del empirismo de John Locke también vio la naturaleza humana como una tabula rasa (una "pizarra en blanco"). Desde este punto de vista, la mente al nacer no tiene reglas, y los conocimientos y las reglas para procesarlos se forman solo a través de nuestras experiencias sensoriales.
Jean-Jacques Rousseau llevó las ideas de Hobbes al extremo y las criticó al mismo tiempo. En su Segundo Discurso, propuso que los humanos habían sido animales solitarios, sin razón, lenguaje o comunidades, y que estas cosas se desarrollaron por accidentes de la prehistoria. Esto implicaba que vivir bajo la razón humana podría no ser la forma más feliz de vivir, y quizás no haya una forma ideal de vida. Rousseau también sugirió que los humanos primitivos habían sido más felices, a los que llamó "nobles salvajes".
Las ideas de Rousseau sobre la naturaleza humana influyeron mucho en los siglos XIX y XX, especialmente en pensadores como Kant, Hegel y Marx.
Para Rousseau y otros filósofos de los siglos XVII y XVIII, la naturaleza humana implicaba pasiones similares a las de los animales que llevaron a la humanidad a desarrollar el lenguaje, la razón y comunidades más complejas.
A diferencia de Rousseau, David Hume criticó el enfoque demasiado simple de Hobbes y Rousseau, que suponía que toda la naturaleza humana estaba impulsada por el egoísmo. Hume argumentó que, aunque en muchos temas políticos y económicos se podía asumir que las personas actuaban por egoísmo, también existían aspectos más sociales de la "naturaleza humana" que podían ser dañados si las personas no vivían en sociedades justas. Rechazó la idea de que palabras como "honorable" o "vergonzoso" pudieran haber sido inventadas por políticos, sugiriendo que hay una "constitución original de la mente" natural.
Hume fue criticado en su tiempo por evitar explicaciones metafísicas. Él escribió: "No necesitamos investigar hasta el punto de preguntar ¿Por qué tenemos humanidad, es decir, un sentimiento de compañerismo con los demás? Es suficiente que experimentemos esto como una fuerza en la naturaleza humana. Nuestro examen de causas debe detenerse en algún lugar."
Después de Rousseau y Hume, la filosofía y la ciencia cambiaron, y el estudio de la naturaleza humana también. La idea de Rousseau de que la naturaleza humana es maleable influyó en movimientos revolucionarios, mientras que el enfoque de Hume ha sido más común en países de habla inglesa.
La visión de Karl Marx
Karl Marx analizó la naturaleza humana a través de su concepto de "ser genérico" y "ser social". Para Marx, la característica principal que diferencia a los humanos de los animales no es la razón, sino la capacidad de transformar la naturaleza, es decir, el trabajo.
Marx creía que los humanos se dan cuenta de que tienen un yo real y un potencial. El desarrollo personal comienza con una sensación de alienación (sentirse separado de uno mismo o del trabajo). Marx sostenía que al dar forma a la naturaleza de la manera deseada, el ser humano se apropia del objeto y así se realiza plenamente como humano. Para Marx, la naturaleza humana existe en función del trabajo humano.
Marx decía: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia".
El trabajo no es solo una transformación física (los animales también lo hacen), sino que implica la capacidad humana de imaginar y planificar. "El trabajo es, en primer término un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la naturaleza". Por eso, es importante saber quién controla las condiciones de trabajo. En el comunismo primitivo, el trabajo y sus frutos pertenecían a todos, sin explotación.
Marx y Friedrich Engels escribieron en el Manifiesto comunista: "La extensión de la maquinaria y la división del trabajo quitan a éste, en el régimen proletario actual, todo carácter autónomo, toda libre iniciativa y todo encanto para el obrero. El trabajador se convierte en un simple resorte de la máquina, del que sólo se exige una operación mecánica, monótona, de fácil aprendizaje."
Marx acusaba al modelo de producción capitalista de alienar a los trabajadores. El trabajador no entiende el producto final y, por lo tanto, el propósito de su actividad. La identidad se anula porque lo único que importa es el salario. Lo humano se vuelve mecánico. Marx creía que solo el modo de producción comunista podía superar los límites de la sociedad capitalista, que se basa en la explotación humana.
Friedrich Engels también criticó la idea de que la naturaleza humana es inherentemente egoísta y que solo destruirá la naturaleza. Creía que los seres humanos pueden trabajar en armonía con la naturaleza. Esto requiere un mayor conocimiento de las consecuencias de nuestras acciones. Para lograr este control, se necesita una revolución que transforme el modo de producción y el orden social.
La visión de Piotr Kropotkin
En 1902, Piotr Kropotkin publicó su libro El apoyo mutuo. En él, ofrecía una visión diferente de la supervivencia humana y animal. En ese momento, algunos "darwinistas sociales" proponían una teoría de la competencia entre las personas. Kropotkin, en cambio, argumentó que la cooperación era más importante que la competencia para el éxito de las especies, incluida la humana.
Según Kropotkin, la tendencia natural de los seres humanos no es el conflicto, sino la ayuda mutua. Él creía que la ayuda mutua es el criterio principal del éxito evolutivo. En su libro, escribió: "En el mundo animal hemos visto que la gran mayoría de las especies viven en sociedades, y que encuentran en asociación las mejores armas para la lucha por la vida... Las especies animales [...] en las que la lucha individual se ha reducido a sus límites más estrechos [...] y la práctica de la ayuda mutua ha alcanzado el mayor desarrollo [...] son invariablemente las más numerosas, las más prósperas, y los más abiertos a nuevos avances."
Las observaciones de Kropotkin sobre las tendencias cooperativas en los pueblos indígenas lo llevaron a concluir que no todas las sociedades humanas se basaban en la competencia, como las de la Europa industrializada. Stephen Jay Gould señaló que las ideas de Kropotkin y otros intelectuales rusos sobre Darwin estaban influenciadas por sus experiencias en Rusia, a diferencia de las experiencias de Darwin y Alfred Russell Wallace en la Gran Bretaña industrial.
La visión de Hannah Arendt
En su obra La condición humana, publicada en 1958, Hannah Arendt propuso que el individuo tiene la tarea de dar forma al mundo, junto con otras personas. Ella se refiere a las condiciones básicas de la vida activa del ser humano, que Arendt limita a "trabajar, producir, actuar".
Trabajar y producir
El trabajo sirve para que el individuo y la especie sobrevivan. El trabajo es necesario para la vida humana, pero también para cualquier otro ser vivo. Arendt no lo ve ligado a la libertad, sino como una necesidad para conservar la vida, desde el nacimiento hasta la muerte.
A partir del trabajo, el ser humano empieza a pensar en lo corta que es su existencia. Para escapar de esa idea, las personas construyen un mundo artificial propio, paralelo al natural, para el que producen objetos. Arendt cree que este mundo es estable y que las personas pueden establecer relaciones personales con los objetos que producen. En un mundo que cambia constantemente, el ser humano no puede sentirse cómodo.
La acción
Finalmente, la acción, que sirve para crear y mantener la comunidad política, permite la continuidad de las generaciones, el recuerdo y, así, la historia. La acción ocurre "entre" los individuos y muestra la singularidad, la diferencia y la pluralidad del ser humano. Una persona puede sobrevivir en una sociedad sin trabajar o producir nada por sí misma.
La acción consiste en la interacción política, que es fundamental para Arendt. La comunicación, es decir, "encontrar la palabra adecuada en el momento oportuno", ya es acción. "Muda lo es sólo la violencia y, ya sólo por esa razón, la mera violencia jamás podrá reivindicar grandeza". Arendt enfatiza que, aunque el individuo sepa que es un ser humano, sin acción no será reconocido como tal por los demás.
La acción se realiza en el espacio público. Para Arendt, la forma más clara de esto se veía en la polis griega (ciudad-estado), donde el trabajo se hacía en el espacio privado del hogar, mientras que la acción ocurría en el espacio público del ágora (plaza). Este lugar público era el de la vita activa (vida activa), de la comunicación, la formación y la libertad política entre iguales.
De la política a la sociedad de masas
Según Arendt, durante la Edad Media, hubo un cambio debido a las ideas cristianas. La libertad más alta para el ser humano estaba entonces en la "vita contemplativa" (vida dedicada a la contemplación) dirigida a Dios. En esto, se valoraba más la creación artesanal o artística que el pensamiento filosófico o la acción política. El hombre se convirtió en el Homo faber, es decir, creador de un mundo artificial.
El individuo moderno también se aleja de la política debido a la "subjetividad radical de su vida emocional" y a "conflictos internos interminables". Las personas son normalizadas socialmente; las desviaciones de la norma se consideran antisociales o anormales. Esto lleva al fenómeno de la sociedad de masas, con el dominio de la burocracia. En este proceso, las clases y grupos sociales se igualan y son controlados por el mismo poder. La igualación y el conformismo en lo público hacen que lo característico y la "particularidad" se conviertan en asuntos privados de los individuos. Grandes masas de personas desarrollan la tendencia al despotismo, ya sea de un individuo o de la mayoría.
En esta obra, Arendt estudia cómo han cambiado históricamente conceptos como libertad, igualdad, felicidad, espacio público, privacidad, sociedad y política. Describe cómo su significado ha cambiado en diferentes momentos históricos. Su punto de referencia es la Antigua Grecia, especialmente la época del diálogo socrático. Según ella, es necesario traer al presente los espacios políticos perdidos y, así, intentar que las capacidades de los individuos libres que piensan y actúan políticamente sean útiles, y que intenten distinguirse unos de otros. Arendt ve como contrario a esto el conductismo (behaviorismo) extendido, cuyo objetivo es "reducir" al ser humano en todas sus actividades "al nivel de un ser vivo condicionado por todas partes y que se comporta de forma correspondiente".
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Véase también
En inglés: Human nature Facts for Kids
- Condición humana
- Homo sapiens
- Naturaleza
- Norma (sociología)
- Norma (psicología)
- Psicología evolucionista
- Sentido común
- Humanismo
- Modelo de diátesis-estrés
- Axiología