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Mencio para niños

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Datos para niños
Mencio
Half Portraits of the Great Sage and Virtuous Men of Old - Meng Ke (孟軻).jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Ji Mèngkē
Nombre nativo 姓孟軻
Nacimiento 372 a. C.
Reinos Combatientes
Fallecimiento 289 a. C.
Religión Confucianismo
Familia
Padres Meng Ji
Meng Mu
Educación
Alumno de Zisi
Información profesional
Ocupación Filósofo
Obras notables Mengzi

Mencio (cuyo nombre original era Mengke) fue un importante filósofo chino que vivió hace mucho tiempo, entre los años 372 a.C. y 289 a.C. Es considerado el seguidor más destacado de las ideas de Confucio, otro gran pensador chino.

Mencio fue parte de la cuarta generación de estudiantes que siguieron las enseñanzas de Confucio. Él tomó las ideas de Confucio y las desarrolló aún más. Vivió durante un período en China conocido como los Reinos Combatientes, una época de muchos cambios. Se dice que Mencio pasó gran parte de su vida viajando y ofreciendo consejos a los gobernantes de diferentes estados.

Las conversaciones que tuvo con estos gobernantes se escribieron en un libro llamado Mengzi. Este libro se convirtió en un texto muy importante dentro del confucianismo, la filosofía que seguía. Una de sus ideas principales era que la naturaleza de las personas es buena y amable. Él creía que si un gobierno actuaba de manera justa y humana, el país prosperaría. Los ciudadanos, al vivir en un buen gobierno, podrían cuidar de sus familias y educarse, convirtiéndose en mejores personas. Esta idea era diferente a la de otro filósofo de su tiempo, Xunzi, quien pensaba que la naturaleza humana era mala desde el nacimiento.

La filosofía de Mencio: ¿Qué nos enseñó?

En China, a Mencio se le conoce como Mengzi, que significa "Maestro Meng". Fue educado por los estudiantes de Zisi, quien era nieto de Confucio. Después de su fallecimiento, sus estudiantes publicaron sus enseñanzas en el libro Mengzi.

La bondad en la naturaleza humana

Mencio defendía que las personas son buenas por naturaleza y que pueden desarrollar un comportamiento razonable y correcto. Él creía que en el corazón de cada ser humano existen cuatro sentimientos o tendencias naturales que nos guían hacia el buen camino:

  • El sentimiento de compasión (sentir pena por los demás).
  • El sentimiento de vergüenza (sentir arrepentimiento por algo malo que hicimos).
  • El sentimiento de respeto y modestia (ser humilde y respetuoso).
  • El sentimiento de saber lo que está bien y lo que está mal.

Mencio decía que estos sentimientos son como "raíces". Si los cultivamos, podemos desarrollar virtudes importantes como la benevolencia (ser amable), la rectitud (actuar correctamente), la urbanidad (tener buenos modales) y la sabiduría (saber mucho y usarlo bien).

El papel del gobernante

Mencio intentó convencer a los líderes de su época para que crearan las mejores condiciones para que las personas pudieran desarrollarse. En sus escritos, dejó claro que un gobernante sabio es aquel que se preocupa por el bienestar de su gente. Él dijo:

El gobernante inteligente organiza la producción de sus súbditos de forma que puedan sostener a su padre y a su madre, a sus hijos y esposas, que en los años buenos puedan comer a su gusto, y en los malos no morir de hambre. Una vez alcanzado esto, los dirigirá hacia la práctica del bien y el pueblo le seguirá. (Mengzi, I A 7)

Mencio destacó dos virtudes principales: la bondad y la rectitud. Creía que con una buena educación, las personas podían mantener la bondad con la que nacen. Una de sus frases más conocidas es: "Un gran hombre es el que no pierde el corazón de niño".

Ideas de Mencio sobre el gobierno

Archivo:Mencius
Mencio

Mencio pensaba que los ciudadanos comunes eran muy importantes para el Estado. Aunque el confucianismo solía dar mucha importancia a los gobernantes, Mencio argumentaba que estaba bien que la gente quitara del poder o incluso se deshiciera de un gobernante que ignoraba las necesidades de su pueblo y gobernaba con dureza. Esto se debía a que un líder que no gobernaba con justicia ya no era un verdadero gobernante.

La importancia de la gente

Mencio creía que un gobernante debía justificar su posición actuando con amabilidad y preocupación por su pueblo. Solo así podía esperar que la gente lo respetara. Para él, un rey era como un administrador que debía servir a la sociedad y a sus recursos. La importancia de una persona no se medía por lo que tomaba, sino por lo que daba.

Mencio diferenciaba entre las personas "superiores" que seguían las virtudes de la rectitud y la benevolencia, y las personas "inferiores" que no lo hacían. Sugirió que las personas superiores solo pensaban en lo correcto, no en los beneficios personales.

Economía y sociedad

Para asegurar que las personas menos afortunadas y los ancianos tuvieran lo necesario, Mencio apoyaba el libre comercio, los impuestos bajos y una distribución más justa de las cargas fiscales.

Sobre el mercado, Mencio creía que el gobierno no debía intervenir mucho. Esto era para evitar que el estado tuviera el control total de ciertos productos y también para protegerse de futuros monopolios. Mencio también estaba en contra de poner impuestos a los productos importados. Pensaba que el comercio era para conseguir lo que te faltaba, y gravar a los comerciantes que traían bienes terminaría perjudicando a la gente común.

La idea principal era que las personas son buenas y razonables por naturaleza, y se puede confiar en que se organicen por sí mismas. Los impuestos sobre la propiedad eran aceptables y serían la única forma en que los gobernantes recaudarían dinero. Estos impuestos eran progresivos, lo que significaba que las familias con tierras más grandes y fértiles pagaban más que las que tenían parcelas más pequeñas.

Mencio también enfatizó que los recursos naturales deben verse como abundantes, no escasos. Deben obtenerse a través del trabajo ético y usarse o cosecharse respetando sus ciclos de crecimiento. A menudo, el futuro de los recursos era más importante que el beneficio inmediato.

Conceptos clave de Mencio

La naturaleza humana es buena

Mencio explicó que el ser humano es bueno y amable por naturaleza. Es la influencia de la sociedad lo que puede llevar a un mal comportamiento. Él lo describió así: "Aquel que ejercita su mente al máximo conoce su naturaleza" y "el camino del aprendizaje no es otro que encontrar la mente perdida".

Los cuatro "brotes" de la bondad

Para demostrar que la bondad es innata, Mencio usó el ejemplo de un niño que cae en un pozo. Las personas que ven esto sienten de inmediato:

alarma y angustia, no para ganarse la amistad de los padres del niño, ni para buscar la alabanza de sus vecinos y amigos, ni porque les disguste la reputación [de falta de humanidad si no rescataban al niño]....

El sentimiento de conmiseración es definitivamente el principio de la humanidad; el sentimiento de vergüenza y aversión es el comienzo de la rectitud; el sentimiento de deferencia y conformidad es el principio de la corrección; y el sentimiento de lo correcto o incorrecto es el comienzo de la sabiduría

Los hombres tienen estos Cuatro Comienzos igual que tienen sus cuatro miembros. Tener estos Cuatro Comienzos, pero decir que no pueden desarrollarlos es destruirse a sí mismos.

La naturaleza humana tiene una tendencia natural hacia la bondad, pero la moralidad no se puede enseñar hasta el último detalle. Por eso, los controles externos no siempre mejoran la sociedad. La verdadera mejora viene de la educación en ambientes favorables. Los malos ambientes, por el contrario, pueden corromper la voluntad humana. Sin embargo, esto no prueba que la maldad sea innata, porque una persona con pensamiento claro evitaría hacer daño a los demás.

Mencio creía que estos cuatro "brotes" podían crecer y desarrollarse, o podían marchitarse. Así, combinó ideas importantes del Taoísmo con el confucianismo. El esfuerzo personal era necesario para cultivarse, pero las tendencias naturales de cada uno eran buenas desde el principio. El objetivo de la educación es cultivar la benevolencia, también conocida como Ren.

La educación según Mencio

Archivo:Great Confucian Figures - Painting of Mengzi by Kanō Sansetsu
Pintura de Mengzi de Kanō Sansetsu.
Japón, período Edo, 1632.

Según Mencio, la educación debe despertar las habilidades naturales de la mente humana. Él no estaba de acuerdo con la simple memorización y defendía que se debía cuestionar activamente lo que se leía. Dijo: "Quien cree todo un libro estaría mejor sin libros". Se debe verificar la lógica de un texto comparando sus partes y debatir la verdad de los relatos comparándolos con la experiencia.

El destino y el camino correcto

Mencio también creía en el poder del Destino para influir en el papel de las personas en la sociedad. Lo que está destinado no puede ser planeado por la inteligencia humana ni previsto. El destino se muestra cuando surge un camino inesperado y positivo.

El destino no debe confundirse con la suerte. Mencio negaba que el Cielo protegiera a una persona sin importar sus acciones, diciendo: "Quien comprende el Destino no se parará debajo de un muro que se tambalea". El camino correcto es el que es natural y no forzado. Este camino también debe mantenerse, porque "los caminos no utilizados se cubren de maleza". Quien sigue el Destino vivirá una vida larga y exitosa. El que se rebela contra el Destino morirá antes de tiempo.

La influencia de Mencio

Las ideas de Mencio sobre el Confucianismo han sido consideradas la versión más aceptada por los filósofos confucianos posteriores, especialmente por los neoconfucianos de la Dinastía Song. El Mengzi, el libro con sus conversaciones, es uno de los Cuatro Libros que el filósofo Zhu Xi consideró fundamentales para el pensamiento neoconfuciano. A diferencia de las frases cortas de Confucio, el Mengzi contiene diálogos largos y detallados.

En el libro "Los 100" de Michael H. Hart, que clasifica a las 100 personas más influyentes de la historia, Confucio ocupó el puesto 92.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Mencius Facts for Kids

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Mencio para Niños. Enciclopedia Kiddle.