Historia de la astrología para niños
Datos para niños Astrología |
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Ramas de la astrología | |||||||||||
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Los planetas en la astrología | |||||||||||
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La astrología es un conjunto de creencias que relacionan los movimientos y posiciones de los cuerpos celestes (como planetas y estrellas) con los eventos que ocurren en la Tierra y en la vida de las personas. A lo largo de la historia, estas ideas han influido en cómo las sociedades veían el mundo, en su lenguaje y en muchos aspectos de su cultura social.
En algunas culturas antiguas, como las de los pueblos indoeuropeos, la astrología surgió alrededor del segundo milenio a. C. Se usaba junto con los sistemas calendáricos para predecir los cambios de las estaciones. También se interpretaban los ciclos del cielo como mensajes de los dioses. Hasta el siglo XVII, la astrología se consideraba un campo de estudio importante y contribuyó al desarrollo de la astronomía. Era aceptada en círculos de poder y cultura, y sus ideas se aplicaban en otras áreas como la alquimia, la meteorología y la medicina.
Sin embargo, a finales del siglo XVII, nuevos descubrimientos científicos en astronomía, como la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol (heliocentrismo), empezaron a cambiar la forma en que se veía la astrología. Poco a poco, dejó de ser considerada una disciplina académica. En el siglo XX, la astrología volvió a ser popular entre el público general, especialmente a través de los horóscopos en los periódicos.
Contenido
¿Cómo surgió la astrología?
La astrología, en su sentido más amplio, busca entender el comportamiento humano observando la relación con los planetas y otros objetos celestes. Se cree que comenzó cuando los seres humanos intentaron medir, registrar y predecir los cambios de las estaciones usando los ciclos astronómicos.
Las primeras pruebas de estas prácticas son marcas en huesos y paredes de cuevas, que muestran que los ciclos de la Luna se registraban hace unos 25.000 años. Este fue un primer paso para entender la influencia de la Luna en las mareas y los ríos, y para organizar un calendario. Con la llegada de la revolución neolítica, surgió la necesidad de conocer las constelaciones. Sus apariciones en el cielo nocturno cambian con las estaciones, por lo que se asociaban con eventos como las inundaciones anuales o el inicio de las estaciones. Hacia el segundo milenio a. C., las civilizaciones antiguas ya tenían un conocimiento avanzado de los ciclos celestes. Se piensa que sus templos se construían alineados con la salida de ciertas estrellas al amanecer.
Primeros registros en Mesopotamia
Hay algunas pruebas que sugieren que los textos astrológicos más antiguos conocidos son copias de escritos de este período, especialmente en Mesopotamia. Se dice que dos de ellos, encontrados en la tablilla de Venus de Ammisaduqa (de Babilonia, alrededor del 1700 a. C.), fueron creados durante el reinado de Sargón I de Acad (2334-2279 a. C.). Otro texto, que muestra un uso temprano de la astrología electiva (para elegir el mejor momento para algo), se atribuye al gobernante sumerio Gudea de Lagash (aprox. 2141-2122 a. C.). Este texto describe cómo los dioses le mostraron en un sueño las constelaciones más favorables para construir un templo. Sin embargo, no se sabe con certeza si estos textos se escribieron en ese momento o si se atribuyeron a reyes antiguos más tarde. La prueba más clara del uso de la astrología como un sistema completo de conocimiento proviene de los registros de la primera dinastía de Mesopotamia (1950-1651 a. C.).
La astrología en la Antigüedad
La astrología babilónica fue el primer sistema organizado de astrología, que apareció en el segundo milenio a. C. Se cree que alguna forma de astrología existió en el período sumerio en el tercer milenio a. C., pero las referencias aisladas a antiguos presagios celestes de esa época no son suficientes para probar una teoría astrológica completa. Por lo tanto, se considera que la historia de los expertos en adivinación celestial comenzó con textos paleobabilónicos tardíos (aprox. 1800 a. C.) y continuó durante los períodos babilonio medio y asirio medio (aprox. 1200 a. C.).
Hacia el siglo XVI a. C., la astrología basada en presagios se usaba mucho en un gran libro de referencia llamado Enuma Anu Enlil. Este libro contenía 70 tablillas con 7.000 presagios celestes. En ese tiempo, la astrología babilónica se usaba solo para predecir el tiempo y asuntos políticos. Antes del siglo VII a. C., el conocimiento astronómico de quienes la practicaban era bastante básico. Parece que los símbolos astrológicos representaban tareas de las estaciones, como un calendario anual que recordaba a la comunidad qué hacer en cada época del año (por ejemplo, cuándo cosechar o sembrar). Hacia el siglo IV, sus métodos matemáticos habían mejorado lo suficiente como para calcular las posiciones futuras de los planetas con bastante precisión.
La astrología babilónica se desarrolló a partir de la adivinación. Se interpretaban las marcas en los hígados de animales sacrificados como mensajes de los dioses al rey. También se creía que los deidades aparecían en las imágenes celestes de los planetas o estrellas con las que se asociaban. Los presagios negativos de un planeta se veían como señales de que la deidad asociada estaba molesta. Después de estos presagios, se intentaba calmar al dios para evitar daños al rey o al pueblo.
La historiadora científica Ulla Koch-Westenholz explica que la astrología babilónica se centraba en el mundo, se aplicaba a países y ciudades, y se dedicaba casi por completo al bienestar del estado y del rey. Por eso, la astrología mundana es una de las ramas más antiguas de la astrología. Solo con el surgimiento gradual de la astrología de horóscopos, a partir del siglo VI a. C., se desarrollaron las técnicas de la astrología natal (la que se basa en el momento del nacimiento).
Astrología en Egipto y Grecia
Egipto helenístico
Cuando Alejandro Magno conquistó Egipto en el 332 a. C., el país quedó bajo la influencia griega. En la ciudad de Alejandría, la astrología babilónica se mezcló con la tradición egipcia de la astrología decánica para crear la astrología de horóscopos. Esta nueva forma combinaba el zodíaco babilonio con sus sistemas de exaltaciones planetarias y la importancia de los eclipses. También incorporó la idea egipcia de dividir el zodíaco en 36 decanatos (partes de 10 grados cada una) y el sistema griego de dioses planetarios y los cuatro elementos.
Los decanatos eran una forma de medir el tiempo basada en las constelaciones, usando como referencia la constelación de Sotis (o Sirio). La salida de los decanatos por la noche se usaba para dividir la noche en "horas". El zodíaco más antiguo encontrado en Egipto data del siglo I a. C., el zodíaco de Dendera.
Un astrólogo y astrónomo muy importante en el desarrollo de la astrología de horóscopos fue Ptolomeo, quien vivió en Alejandría. Su obra Tetrabiblos sentó las bases de la astrología occidental y fue una referencia clave durante más de mil años. Fue uno de los primeros textos astrológicos en llegar a Europa medieval, traducido del árabe al latín en 1138.
Grecia y Roma
La conquista de Asia por Alejandro Magno permitió a los griegos conocer las culturas y las ideas sobre el universo de Siria, Babilonia, Persia y Asia central. El griego se convirtió en el idioma principal para el intercambio de conocimientos, y así la astrología pasó del cuneiforme al griego. Alrededor del 280 a. C., Beroso, un sacerdote de Bel en Babilonia, se mudó a la isla griega de Cos para enseñar astrología y la cultura babilónica a los griegos.
En Roma, la influencia griega fue clave para la llegada de la astrología. Al principio, la astrología era más popular entre las clases sociales más bajas. En el mundo griego y romano, Babilonia (también conocida como Caldea) estaba tan relacionada con la astrología que la "sabiduría caldea" se convirtió en sinónimo de adivinación usando planetas y estrellas.
El orador Catón, en el 160 a. C., escribió un texto advirtiendo a los capataces de las granjas que no consultaran a los caldeos. El poeta romano Juvenal, del s. II, también se quejaba de la influencia de los caldeos, a pesar de su baja posición social.
Uno de los primeros astrólogos en llevar la astrología hermética a Roma fue Trasilo, quien en el siglo I fue astrólogo del emperador Tiberio. Este fue el primer emperador que tuvo un astrólogo oficial, aunque su predecesor Augusto también había usado la astrología para fortalecer su poder. En el siglo II, el astrólogo Claudio Ptolomeo estaba tan interesado en hacer horóscopos precisos que intentó crear el primer mapa correcto del mundo. Al hacerlo, inventó el término "geografía".
Aunque los emperadores usaban la astrología, también había prohibiciones. En el siglo I, Publio Rufo Anteio fue acusado de financiar a un astrólogo prohibido y de preguntar por su propio horóscopo y el del emperador Nerón. Por esto, Nerón obligó a Anteio a quitarse la vida. En ese tiempo, la astrología podía ser vista como un acto de magia o traición.
El mundo islámico y la astrología
Después de que Alejandría fuera conquistada por los árabes en el s. VII y se fundara el califato abasí en el s. VIII, los estudiosos islámicos recibieron la astrología con gran interés. El segundo califa abasí, Al-Mansur (754-775), fundó la ciudad de Bagdad como un centro de conocimiento. Allí se creó una biblioteca y escuela de traducción llamada Bayt al-Hikma ('casa de la sabiduría'), que tradujo muchos textos astrológicos griegos al árabe.
Entre los primeros traductores estaban Masha'allah, quien ayudó a fijar la fecha de fundación de Bagdad, y Sahl ibn Bishr (Zael), cuyos textos influyeron mucho en astrólogos europeos posteriores. El conocimiento de los textos árabes llegó a Europa durante las traducciones latinas del siglo XII, lo que sentó las bases para el Renacimiento.
Uno de los astrólogos árabes más importantes fue Albumasar, cuya obra Introductorium in Astronomiam se hizo muy popular en la Europa medieval. Otro fue el matemático, astrónomo, astrólogo y geógrafo persa Al-Juarismi. Los árabes aportaron mucho a este campo, y muchos nombres de estrellas que conocemos hoy, como Aldebarán, Altair, Betelgeuse, Rigel y Vega, tienen origen árabe. También desarrollaron las partes helenísticas (puntos calculados en el horóscopo) hasta el punto de que se les conoce como partes arábigas.
Durante el avance de la ciencia islámica, algunos astrónomos como Al-Farabi (Alpharabius), Alhacén y Avicena cuestionaron ciertas prácticas astrológicas. Argumentaban que los métodos de los astrólogos eran más de conjetura que de observación, y que chocaban con las ideas religiosas, ya que sugerían que la Voluntad de Dios podía conocerse y predecirse con exactitud. Estas críticas se dirigían a las ramas de la astrología que hacían predicciones específicas (como la astrología horaria), no a las ramas que se consideraban parte de las ciencias naturales (como la astrología médica o la astrología meteorológica).
Por ejemplo, la obra de Avicena Refutación de la astrología criticaba la práctica de la astrología, pero apoyaba la idea de que los planetas actúan como agentes divinos que muestran el poder de Dios. Avicena creía que los movimientos de los planetas influían en la vida en la Tierra, pero negaba que los humanos pudieran entender esa influencia con tanta precisión como para hacer predicciones exactas.
Europa medieval y renacentista
Mientras que en Oriente la astrología prosperó después de la caída del Imperio Romano, en Europa occidental se volvió "fragmentada y poco sofisticada". Esto se debió en parte a la pérdida del conocimiento astronómico griego y a que la Iglesia la desaprobaba. Las traducciones de obras árabes al latín comenzaron a llegar a España a finales del siglo X, y en el siglo XII la llegada de obras astrológicas de Arabia a Europa "ganó mucho impulso".
Hacia el siglo XIII, la astrología era parte de las prácticas médicas habituales en Europa. Los médicos combinaban la medicina de Galeno (un fisiólogo griego) con el estudio de las estrellas. A finales del siglo XVI, la ley exigía a los médicos calcular la posición de la Luna antes de realizar procedimientos médicos como sangrías o cirugías.
Entre las obras más influyentes del siglo XIII se encuentran las del monje británico Johannes de Sacrobosco (aprox. 1195-1256) y del astrólogo italiano Guido Bonatti. Bonatti trabajó para los gobiernos de Florencia, Siena y Forlì, y fue consejero de Federico II Hohenstaufen. Su libro de texto astrológico Liber Astronomiae, escrito alrededor de 1277, fue considerado "la obra astrológica más importante escrita en latín del siglo XIII". Dante Alighieri mencionó a Bonatti en su obra Divina Comedia (principios del siglo XIV), colocándolo en el octavo Círculo del Infierno, un lugar para quienes adivinaban el futuro.

En la Europa medieval, la educación superior se dividía en siete materias, cada una asociada con un planeta diferente, conocidas como las siete artes liberales. Dante asignó un planeta a cada una. Por ejemplo, a la gramática se le asignó la Luna, el cuerpo celeste más rápido; a la dialéctica se le asignó Mercurio; y a la astrología-astronomía se le asignó el planeta más lento, Saturno.
Los escritores medievales usaban el simbolismo astrológico en la literatura. Por ejemplo, la Divina Comedia de Dante tiene varias referencias a las asociaciones planetarias al describir el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Las obras de Geoffrey Chaucer también muestran alegorías astrológicas y motivos planetarios.
Los pasajes astrológicos de Chaucer son muy comunes, y se cree que tenía buenos conocimientos de astrología, ya que escribió el Tratado del astrolabio para su hijo. En sus Cuentos de Canterbury, sitúa el comienzo de la primavera diciendo que el Sol "ha recorrido la mitad de su camino en el signo de Aries". En la obra "La comadre de Bath", se refiere a la "dureza robusta" como un atributo de Marte, y asocia a Mercurio con los "tenderos". A principios de la Edad Moderna, también se encuentran referencias astrológicas en las obras de William Shakespeare y John Milton.
Uno de los primeros astrólogos ingleses que dejó detalles de sus prácticas fue Richard Trewythian (1393). Sus cuadernos muestran que tenía clientes de todas las clases sociales, lo que indica que la astrología en la Inglaterra del siglo XV no se limitaba a los círculos cultos o políticos.
Durante el Renacimiento, los astrólogos de la corte complementaban sus horóscopos con observaciones y descubrimientos astronómicos. Muchos científicos famosos hoy, como Tycho Brahe, Galileo Galilei y Johannes Kepler, también practicaban la astrología.
A finales del Renacimiento, la confianza en la astrología disminuyó con el fin de la física aristotélica y el rechazo de la idea de que el cielo y la Tierra eran reinos separados. Aunque el heliocentrismo (la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol) es compatible con la astrología, los avances astronómicos de los siglos XVI y XVII hicieron que el mundo ya no se viera como un organismo conectado, sino como un mecanismo infinito. Al principio, los astrónomos no intentaron refutar seriamente la astrología, ya que les gustaba la idea de un universo coherente. Sin embargo, hacia el siglo XVIII, el interés intelectual en la astrología casi desapareció por completo.
Astrología en India
El término más antiguo para astrología en la religión védica es jyotiṣa, que significa una disciplina auxiliar. La única obra que ha sobrevivido de este tipo es el Vedanga Jyotisha, que contiene reglas para registrar los movimientos del Sol y de la Luna en un ciclo de cinco años. No se sabe la fecha exacta de esta obra, pero se cree que es de los últimos siglos antes de Cristo.
La historia de la Yiotisha (astrología india) en términos de la moderna astrología de horóscopos está relacionada con la mezcla de las culturas india y griega en el período indo-griego. El griego se convirtió en un idioma común en el valle del Indo después de las conquistas de Alejandro Magno. Los tratados más antiguos que se conservan, como el Yavanajataka o el Brihat-Samhita, datan de los primeros siglos d. C. El tratado astrológico más antiguo en sánscrito es el Yavanajataka ('Dichos de los griegos'), una versión en verso de un tratado griego perdido, escrita por Sphujidhvaja entre 269 y 270 d. C.
La astronomía y la astrología indias se desarrollaron juntas. El tratado más antiguo sobre jyotish, el Bhrigu Samhita, data de la etapa védica. Se dice que el sabio Bhrigu es uno de los Saptarshi, los siete sabios que ayudaron a crear el universo. Escrito en páginas de corteza de árbol, se dice que el Samhita ('Compilación') contiene cinco millones de horóscopos de personas que han vivido o vivirán. Los primeros autores conocidos que escribieron tratados de astronomía son del siglo V, marcando el inicio del período clásico de la astronomía india.
Astrología en China
El sistema chino de astrología se basa en la astronomía y los calendarios, y su gran desarrollo está ligado al de la astronomía, que floreció durante la dinastía Han (siglo II a. C.-siglo II d. C.).
La astrología china está muy relacionada con la filosofía china (la teoría de las tres armonías: cielo, tierra y agua). Usa los principios del yin y el yang, y conceptos que no se encuentran en la astrología occidental, como el Wu Ching (los cinco elementos), los Diez Troncos Celestiales, las Doce Ramas Terrestres, el calendario lunisolar y la forma de contar el tiempo en años, meses, días y shichen (horas dobles).
Tradicionalmente, la astrología en China era muy respetada. Se dice que Confucio la trataba con respeto, diciendo: "El Cielo envía sus símbolos buenos o malos y los hombres sabios actúan en consecuencia". El ciclo de 60 años, que combina los cinco elementos con los doce signos del zodíaco chino, se ha documentado desde al menos los tiempos de la dinastía Shang (1766-1050 a. C.). Se han encontrado huesos oraculares de este período con fechas del ciclo de 60 años inscritas, junto con el nombre del adivino y el tema de la adivinación. Uno de los astrólogos chinos más famosos fue Tsou Yen, que vivió alrededor del 300 a. C. y escribió: "Cuando está a punto de surgir una nueva dinastía, el cielo muestra signos favorables para el pueblo".
Astrología en Mesoamérica
Los calendarios de la Mesoamérica precolombina se basan en un sistema común en toda la región, que se remonta al menos al siglo VI a. C.. Los primeros calendarios fueron usados por pueblos como los zapotecas y los olmecas, y luego por los mayas, los mixtecas y los aztecas. Aunque el calendario mesoamericano no fue creado por los mayas, ellos lo extendieron y perfeccionaron de la manera más sofisticada. Junto con los de los aztecas, los calendarios mayas son los mejor documentados y entendidos.
El calendario maya usaba dos sistemas principales: el primero seguía el año solar de 360 días, que regía la siembra de cultivos y otros asuntos diarios; el segundo (Tzolkin), de 260 días, se usaba para rituales. Ambos estaban relacionados con un complejo sistema astrológico que abarcaba todos los aspectos de la vida. El quinto día después del nacimiento de un niño, los astrólogos-sacerdotes mayas hacían su horóscopo para determinar su futura profesión: guerrero, sacerdote o siervo. También se observaba el ciclo de 584 días de Venus, que registraba las apariciones y conjunciones de Venus. Este planeta se veía como un signo de mala suerte, por lo que los gobernantes mayas solían planear las campañas militares para que coincidieran con la salida de Venus. Hay pruebas de que los mayas también registraban los movimientos de Mercurio, Marte y Júpiter, y que tenían algún tipo de zodíaco. El nombre maya para la constelación de Escorpio también era 'escorpión', mientras que el nombre de Géminis era 'pecarí'. Algunas pruebas sugieren que existían otras constelaciones con nombres de animales. El observatorio maya más conocido y aún intacto es el observatorio Caracol, en la antigua ciudad maya de Chichén Itzá (México).
El calendario azteca comparte la misma estructura básica con el calendario maya, con dos ciclos principales de 360 y 260 días. El calendario de 260 días se llamaba Tonalpohualli y se usaba principalmente para adivinación. Al igual que el calendario maya, estos dos ciclos formaban un "siglo" de 52 años.
Véase también
En inglés: History of astrology Facts for Kids
- Planetas clásicos en alquimia occidental
- Postura judía sobre la astrología
- Influencia cultural de la astrología
- Astrología y ciencia