Historia de Bogotá para niños
La historia de Bogotá es muy interesante y se divide en dos grandes partes. La primera es el tiempo antes de que los españoles fundaran la ciudad, desde el año 800 antes de Cristo, cuando llegaron los primeros habitantes, hasta el 6 de agosto de 1538. La segunda parte va desde ese día hasta hoy.
Hoy, Bogotá es la ciudad más grande, poblada y activa de Colombia. Pero hace mucho tiempo, durante la época de la Colonia española, competía con Cartagena y Tunja por ser la ciudad más importante del Nuevo Reino de Granada. Bogotá fue un lugar clave en la lucha por la Independencia.
En el siglo XX, la ciudad creció mucho, aunque a veces de forma desordenada. En los años cincuenta, se creó el Distrito Especial. Al principio del siglo XX, Bogotá tuvo problemas con el agua y el alcantarillado, y hoy en día, uno de sus mayores desafíos es el transporte. Bogotá es la economía más grande de Colombia y una de las más importantes de América Latina. Su área metropolitana es la más grande del país.
Contenido
Época prehispánica
Desde hace mucho tiempo, alrededor del año 10.500 antes de Cristo, la cultura abriense se desarrolló en el altiplano cundiboyacense. Estas personas vivían de la caza y de recolectar alimentos, y aún se encuentran rastros de ellos en un lugar llamado El Abra.
Hacia el año 3500 antes de Cristo, ya cultivaban algunas plantas, hacían objetos de cerámica y criaban animales como el curí. Pero seguían dependiendo de la caza y la recolección. Para el año 500 antes de Cristo, ya cultivaban maíz y papa de forma extendida.
Periodo muisca
Los muiscas llegaron en el siglo IX. Eran parte de un grupo más grande llamado chibcha. Se mezclaron con la gente que ya vivía allí. El territorio muisca era muy grande, abarcando unos 14.000 kilómetros cuadrados. Incluía zonas frías, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, y también se acercaba a regiones más cálidas.

Los muiscas no tenían escritura, por eso, lo que sabemos de su historia viene de relatos orales que los cronistas europeos recogieron. Estas historias se remontan al año 1470, cuando gobernaba un líder llamado Saguanmachica.
En la sociedad muisca, el líder más importante era el zipa. Después estaban los sacerdotes, llamados chyquy, y los caciques menores, conocidos como uzaques. Luego venían los guerreros (güechas), seguidos por los artesanos, comerciantes y campesinos. Tenían un calendario lunar muy preciso y un conjunto de leyes llamado el Código de Nemequene.
En su territorio vivían cerca de dos millones de personas, organizadas en cinco grupos independientes que a menudo estaban en conflicto. Estos grupos se encontraban en lo que hoy son los departamentos de Boyacá y Cundinamarca. El grupo más fuerte era el de Bacatá, que ocupaba el 40% del territorio. Este grupo vivía en la sabana de Bogotá y en lugares cercanos que hoy forman parte de la ciudad o sus alrededores.
Los otros cuatro grupos muiscas eran Hunza (que dio nombre a la ciudad de Tunja), Iraca o Sugamuxi, Tundama y Guanentá.
Cuando llegaron los españoles, había tres gobernantes muiscas importantes: el zipa en Funza, el zaque en Hunza y el jefe de Iraca, que tenía un papel sacerdotal.
Conquista y fundación
El 6 de abril de 1536, Gonzalo Jiménez de Quesada salió de Santa Marta con 500 soldados y 80 caballos para explorar las montañas cerca del río Magdalena. Llegaron a un lugar llamado Tora de las Barrancas Bermejas, donde encontraron vasijas con sal y mantas de algodón, lo que les hizo pensar que había una civilización avanzada. Después de un año, 166 hombres y pocos caballos llegaron a las tierras de los muiscas.
En febrero de 1537, los españoles continuaron su camino hacia el sur, pasando por varios pueblos muiscas. El 5 de abril, llegaron a Chía y acamparon en los cerros de Suba. Desde allí, vieron una sabana con muchas casas y humo, a la que Quesada llamó Valle de los Alcázares.
Se enviaron dos grupos a buscar un buen lugar para establecerse. Uno fue hacia el oeste, cerca de Muyquytá (hoy Funza), y el otro, liderado por Pedro Fernández de Valenzuela, encontró un pequeño caserío llamado Thybzaquillo, por donde pasaba una quebrada.
¡Tierra buena, tierra buena!
¡Tierra que pone fin a nuestra pena! Tierra de oro, tierra bastecida, Tierra para hacer perpetua casa, Tierra con abundancia de comida, Tierra de grandes pueblos, tierra rasa, Tierra donde se ve gente vestida, y a sus tiempos no sabe mal la brasa: Tierra de bendición, clara y serena, Tierra que pone fin a nuestra pena! —Juan de Castellanos
Descripción de la llegada de los españoles a la sabana de Bogotá, en Elegías de Varones Ilustres de Indias. |
La fundación de Santafé de Bogotá tuvo tres momentos importantes. El primero fue cuando se estableció el primer campamento español, cerca del Chorro de Quevedo, en un lugar que luego se llamó Pueblo Viejo o Teusaquillo.
El segundo momento fue el 6 de agosto de 1538. Ese día, Jiménez de Quesada hizo una ceremonia para elegir el nombre y el lugar de la ciudad, en lo que hoy es el parque Santander. Allí se celebró la primera misa.
En marzo de 1539, Quesada se encontró con otras expediciones españolas, una de Venezuela (liderada por Nicolás Federmann) y otra del sur (liderada por Sebastián de Belalcázar). Este encuentro fue clave para las ceremonias oficiales de fundación.
Así, el tercer y último momento fue la "fundación legal" de Bogotá, el 27 de abril de 1539, junto con Federmann y Belalcázar, en lo que hoy es la plaza de Bolívar. En esa fecha, se designaron los lugares para la iglesia principal, la casa de gobierno, la cárcel y los terrenos para los primeros habitantes. Se nombraron los primeros alcaldes.
Los primeros exploradores no llegaron con mujeres españolas. Quesada trajo caballos, Federmann gallinas y Belalcázar cerdos. Se construyeron doce cabañas y se eligió un lugar principal para la iglesia, que es donde sigue estando hoy la Catedral.
Aunque el plano original de la ciudad se perdió, se sabe que los terrenos se dividieron en diferentes tamaños para los habitantes.
Época virreinal
Durante la época del virreinato, Bogotá compitió con Cartagena de Indias y Tunja por ser la ciudad más importante del Nuevo Reino de Granada.
El 27 de julio de 1540, el rey Carlos I de España le dio a Santafé el título de ciudad. En 1548, el rey le otorgó su escudo, que tiene un águila negra con una granada en cada garra, sobre un fondo dorado y con ramas doradas en un borde azul.
El 7 de abril de 1550, se estableció la Real Audiencia y la Sede Arzobispal, lo que le dio a Bogotá el rango de capital. Aquí se concentraron los poderes administrativos, judiciales, políticos y religiosos del Nuevo Reino de Granada. Ese mismo año se fundaron las iglesias de Santo Domingo y San Francisco, y en 1554 la de Veracruz. El 27 de agosto de 1565, Santafé recibió el título de muy noble y muy leal.
La plaza mayor fue desde el principio el centro de la ciudad, donde se reunían los poderes civil y religioso. Era un espacio público para fiestas, celebraciones y el mercado.
Las primeras casas importantes se construyeron cerca de la plaza de las Yerbas (hoy parque Santander), donde incluso vivió el fundador Jiménez de Quesada.
Los primeros alcaldes fueron Juan de Arévalo y Jerónimo de Lainza. Los primeros sacerdotes fueron Juan Verdejo y Vicente de Requesada, y el primer escribano fue Juan Rodríguez de Benavides.
Las primeras órdenes religiosas en establecerse fueron la de San Francisco y Santo Domingo, ambas cerca de la plaza de las Yerbas. El convento de Santo Domingo se trasladó en 1557 a la actual carrera Séptima. Fue un convento enorme que se terminó en 1619, pero fue demolido en el siglo XX para las celebraciones de los 400 años de Bogotá. En su lugar se construyó el edificio Manuel Murillo Toro.
La construcción de la iglesia de San Francisco comenzó en 1557 y se terminó ese mismo año. Fue bendecida en 1566.
En 1563, los frailes dominicos crearon la primera cátedra de Gramática en Santafé, y luego la de Filosofía. También pidieron permiso para fundar una universidad pública.
En 1553, el papa Pío IV, a petición del rey Felipe II, ordenó que la iglesia catedral de Santa Marta se trasladara a Santafé, que tres años después, en 1556, se convirtió en obispado.
A mediados de 1578, se desarrolló el sector de San Victorino, cuya plaza se convirtió en el límite oeste de la ciudad y un paso importante para los viajeros. En 1583, se inició la construcción de la iglesia de La Concepción, el primer convento de monjas de la ciudad, que se terminó en 1595.
Siglo XVII
La primera mitad de este siglo fue un tiempo de mucha construcción en la Santafé colonial, que se consolidó como ciudad. Se hicieron dieciocho obras religiosas (incluyendo tres colegios) y seis civiles (como cuatro puentes).
La mano de obra local fue muy importante. En 1602, ochenta y ocho indígenas trabajaron en obras públicas como la construcción del cabildo, la fuente de la plaza mayor, la real audiencia, la carnicería, el empedrado de las calles, la cárcel y varios puentes.
Durante este periodo, hubo una gran actividad artística e intelectual. Destacaron pintores como Antonio Acero de la Cruz y Baltasar de Vargas, y escritores como Lucas Fernández y Pedro de Solís y Valenzuela, autor de El desierto prodigioso y el prodigio de desierto, considerada la primera novela escrita en Hispanoamérica. A principios de siglo, se eliminó el control sobre la mano de obra indígena, lo que ayudó al desarrollo urbano.
En este siglo llegaron las comunidades religiosas franciscana, agustina, dominica y jesuita, lo que impulsó el crecimiento de la ciudad. El 10 de agosto de 1606, se abrió el primer edificio construido fuera del centro, la iglesia de San Diego, en el extremo norte. Ese mismo año se inauguró la iglesia del Carmen. En 1609, se construyeron las primeras ermitas en el cerro de Monserrate.
En 1610, los jesuitas comenzaron la construcción de la iglesia de San Ignacio, de estilo barroco, que se terminó en 1635. Ese año también se construyó la iglesia de San Juan de Dios. En el mismo periodo, se inició la construcción de la Casa del Cabildo Eclesiástico, en la zona oriental de la plaza de Bolívar. En 1627, se construyó la primera torre de la San Francisco.
En 1642, se inauguró la primera posada o mesón de Bogotá en la plaza de San Francisco. En el área de Las Nieves, al norte, se hicieron construcciones a ambos lados del camino hacia Tunja. Entre 1647 y 1678, se construyó el convento de Santo Domingo.
Segunda mitad
En la segunda mitad del siglo, la actividad de construcción disminuyó. Se hicieron trece edificios religiosos y tres obras civiles, incluyendo dos puentes. En un mapa de la época, se pueden ver varios puentes importantes.
A finales de este periodo, Bogotá consolidó su centro urbano, que se dividió en tres partes por los ríos San Francisco y San Agustín, y las quebradas Burburata y San Juan. Esto dio origen a cuatro parroquias y barrios: La Catedral, Las Nieves, Santa Bárbara y San Victorino.
El 20 de octubre de 1660, se puso la primera piedra de la Capilla del Sagrario de la Catedral de Bogotá, hoy un monumento nacional en la plaza Bolívar.
El 9 de marzo de 1687, se sintió un fuerte ruido seguido de olor a azufre que duró varios días. Esto causó pánico entre los habitantes, que buscaron refugio en las capillas. Este fenómeno se llamó el Tiempo del Ruido y nunca se explicó.
Siglo XVIII
Después de 40 años de construcción, la Capilla del Sagrario de la Catedral de Bogotá fue terminada y bendecida el 17 de enero de 1700.
Durante la primera parte del siglo, la construcción disminuyó debido a problemas económicos. Entre las pocas obras realizadas, se reemplazó el hospital de San Pedro por el de San Juan de Dios, y se construyó la capilla de La Peña. En 1740, se instaló un reloj en la torre de la catedral Primada.
A mediados de siglo, se empedraron algunas calles, como la del costado oriental de la Plaza Mayor. Esto se relaciona con mejoras en las calles durante la administración de José Manuel de Ezpeleta.

El 18 de octubre de 1743, un terremoto afectó la mayoría de las casas e iglesias de la ciudad, incluyendo las ermitas de Monserrate y Guadalupe.
Otros terremotos también afectaron la ciudad, como el de 1763, que dañó la cúpula de la iglesia de San Ignacio, y el del 12 de julio de 1785, que también afectó gravemente edificios religiosos como la catedral Primada y las iglesias de Santo Domingo, San Francisco y La Enseñanza.
Durante la segunda mitad del siglo, se vieron los efectos de las reformas de la dinastía Borbón en España. Se realizó el primer censo, se le dio una nomenclatura oficial a las calles y se hizo una nueva división administrativa en 1774, creando ocho cuarteles con sus barrios.
La ciudad experimentó un aumento en la inversión pública. El número de construcciones civiles superó a las religiosas. De veintiuna obras, dieciséis fueron seculares.
Entre estas obras de infraestructura destacan los puentes del Común, de Sopó y de Aranda, y los de San Antonio y Bosa sobre el río Tunjuelito. En 1776, se autorizó la construcción del convento de La Enseñanza, que se terminó en 1799.
De la segunda mitad del siglo XVIII también es la iglesia de la Orden Tercera, construida entre 1761 y 1780. Se caracterizó por un arco que la conectaba con la iglesia de la Veracruz y por su rica ornamentación en madera sin pintar de dorado.
En la cercana iglesia de San Francisco se colocó un reloj el 7 de diciembre de 1761. También en los años 1760, se abrieron una fábrica de pólvora y otra de loza en el sur de la ciudad.
En 1777, se fundó la Real Biblioteca Pública con libros que pertenecían a la comunidad jesuita, que había sido expulsada. En 1778, llegaron los capuchinos a Santafé, y en 1791 inauguraron la iglesia de La Capuchina en el sector de San Victorino.
El censo de ese año mostró que la ciudad tenía 16.002 habitantes, de los cuales el 51% eran blancos, el 35% libres, el 10% indígenas y el 4% esclavos.
La Ilustración y los enciclopedistas
Las ideas de la Ilustración llegaron a algunas partes del virreinato de Nueva Granada a finales de siglo, principalmente con proyectos científicos como la Expedición Botánica. Este periodo también se caracterizó por reformas económicas, educativas y sociales que causaron tensiones en la sociedad, llevando a eventos como la Insurrección de los Comuneros.
La expedición fue organizada por José Celestino Mutis y reunió en la capital a intelectuales como Jorge Tadeo Lozano, Francisco Antonio Zea y Francisco José de Caldas. Comenzó en 1783, patrocinada por el virrey Antonio Caballero y Góngora, para explorar las riquezas del virreinato.
También bajo la influencia de nuevas ideas, se desarrollaron círculos literarios en Santafé, especialmente en el sector de Las Nieves. Estos círculos eran dirigidos por personas como el periodista Manuel del Socorro Rodríguez, el mismo Mutis, Manuela Sanz de Santamaría y Antonio Nariño, cuyo grupo se reunía en su casa y librería y tenía ideas de cambio.
Años 1790
Se introdujo la imprenta y con ella el periodismo. El Aviso del terremoto, impreso en la Imprenta Real, fue la primera noticia impresa en el virreinato, informando sobre los daños del temblor de 1785. También apareció el Papel Periódico de Santafé en febrero de 1791, dirigido por Manuel del Socorro Rodríguez.
Hacia 1791, se hicieron mapas de los ingenieros Domingo Esquiaqui y Francisco Cabrer, que son los más antiguos que se conservan. Muestran un centro urbano pequeño, con unas 150 cuadras urbanizadas, con un diseño regular y ordenado, y la plaza de Bolívar en el centro.
Un año más tarde, llegó a la ciudad Domingo de Petrés, un fraile capuchino, el primer arquitecto con formación en la ciudad. Él diseñó y restauró varias iglesias y edificios, siguiendo un estilo neoclásico.
En Bogotá, De Petrés trabajó en la fachada y la cúpula de la catedral Primada, la cúpula de la iglesia de Santo Domingo, y la fachada e interior de la iglesia de San Francisco. También diseñó el Observatorio Astronómico y el antiguo hospital San Juan de Dios, influyendo mucho en la imagen de la ciudad.
También en 1792, se inauguró el primer teatro de la ciudad, El Coliseo, ubicado en la actual carrera Octava con calle Novena.
El censo de 1793 mostró un total de 16.172 habitantes, sin incluir religiosos, personas sin domicilio fijo, ni visitantes. De este total, 9.351 eran mestizos, 5.745 blancos, 585 esclavos y 491 indígenas.
En cuanto a la composición de la población, el 55% eran libres, el 38% blancos, el 4% indígenas y el 3% esclavos. Esto fue un cambio importante respecto al censo de 1778. La parroquia con más habitantes era La Catedral, pero Las Nieves y Santa Bárbara tenían mayor densidad de población.
El siglo termina con la construcción del cementerio al occidente de San Victorino y la mejora de algunos caminos construidos sobre terrenos húmedos.
Siglo XIX
Entre 1801 y 1802, una fuerte epidemia de viruela causó la muerte de unos 5.000 habitantes, lo que representó el 13,7% de la población de Bogotá.
En 1803, se inauguraron el acueducto y la pila de San Victorino. La obra fue diseñada por el arquitecto capuchino Domingo de Petrés y tomaba agua del río Arzobispo.
Ese mismo año, se terminó la construcción del Observatorio Astronómico, el primero en América, impulsado por José Celestino Mutis. De Petrés también realizó importantes trabajos de ampliación del hospital y de la iglesia de San Juan de Dios.
El 16 de junio de 1805, un terremoto destruyó el 25% de la ciudad. En ese entonces, Bogotá estaba dividida en ocho barrios. Con el tiempo, la ciudad creció debido a la llegada de más personas.
A principios de este siglo, el geógrafo y naturalista alemán Alexander von Humboldt visitó Bogotá, atraído por sus instituciones culturales y científicas, como el observatorio astronómico y la biblioteca de la Expedición Botánica.
Los barrios tradicionales siguieron siendo los principales lugares de vivienda, pero surgieron otros como Las Aguas, Las Cruces, Egipto, La Perseverancia, San Cristóbal y Chapinero, este último como una zona donde las familias adineradas construían casas de recreo para alejarse del centro. En estas nuevas construcciones, la madera y el adobe reemplazaron a la piedra.
En 1810, Bogotá tenía unas 200 manzanas, con muchos perros y sin acueducto ni alcantarillado. La gente se movilizaba a caballo. La biblioteca pública tenía más de 20.000 libros. La ciudad tenía entre 25.000 y 30.000 habitantes.
La ciudad era bañada por cuatro ríos y dos quebradas. La gente con dinero vivía en la calle Real, la única con construcciones de dos pisos.
En la plaza principal había una fuente con una figura que la gente llamó el “Mono de la pila”, que luego fue trasladada al Museo de Arte Colonial para colocar la estatua de Bolívar.
La moneda era el castellano de oro y el peso. La Ley Fundamental del 17 de diciembre de 1819, cambió el nombre de la capital a Bogotá, eliminando el "Santafé".
Independencia
En 1810, comenzó la independencia de Colombia, un periodo que duraría casi una década. El tiempo hasta 1816 se conoce como la Patria Boba, por la inestabilidad política y los conflictos internos.
En Bogotá, hubo un conflicto entre el Estado de Cundinamarca y las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Después de un enfrentamiento, el gobierno centralista de Antonio Nariño ganó. Las personas que perdieron la vida en este conflicto fueron enterradas en la iglesia de San Diego.
La capital también fue escenario de la Reconquista, un periodo de control español donde muchos líderes independentistas fueron capturados o perdieron la vida, como en la Plaza de Los Mártires, donde hoy hay un obelisco en su memoria.
Entre las personas afectadas en este periodo se encuentran muchos participantes de la Expedición Botánica y criollos educados, así como algunos presidentes de la Primera República, como Policarpa Salavarrieta, José María Carbonell, Jorge Tadeo Lozano y Francisco José de Caldas.
El 10 de agosto de 1819, Simón Bolívar entró a la ciudad. Poco antes, la élite española había huido, abandonando sus propiedades por temor.
A mediados de la década de 1820, hubo mucha actividad sísmica. El 17 de junio de 1826, se produjo uno de los terremotos más fuertes en la historia de Bogotá, que dañó muchos edificios. El 16 de noviembre de 1827, otro terremoto de gran intensidad destruyó varios inmuebles.
La Capilla del Sagrario de la Catedral de Bogotá resultó gravemente dañada y tuvo que ser restaurada.
La ciudad se convirtió en capital de la Gran Colombia hasta 1830, cuando este estado se disolvió, dando origen a Ecuador, Venezuela y Colombia. También en esta década, en 1836, se inauguró el cementerio Central.
Para 1840, terminaron las obras de restauración de la capilla del sagrario.
Cambio de gobierno en 1854
Los problemas en el barrio Las Nieves entre mayo y junio de 1854 llevaron a un cambio de gobierno el 16 de abril de ese año, liderado por José María Melo, contra el gobierno de José María Obando. Sin embargo, este cambio fue rechazado por otros líderes.
Entre las construcciones arquitectónicas del siglo XIX, la más notable es el Capitolio Nacional, un proyecto de Tomás Cipriano de Mosquera. En 1851, también se diseñó el monumento a los Mártires, que se inauguró treinta años después.
El 20 de julio de 1846, se colocó la estatua de Simón Bolívar en el centro de la plaza mayor, reemplazando la fuente del “Mono de la Pila” y convirtiéndose en el primer monumento público de la ciudad. Luego se construiría el Teatro Colón, inaugurado a finales del siglo XIX, que fue un importante centro cultural.
El Distrito Federal se creó a finales de 1861 para que Bogotá fuera la sede del gobierno federal. Se le anexaron municipios cercanos, pero luego fue suprimido.
Ese mismo año, Tomás Cipriano de Mosquera dictó un decreto para vender bienes de la iglesia. Un año después, la iglesia de San Agustín fue escenario de un conflicto entre tropas.
Una ciudad sin iluminación ni alcantarillado
En 1865, se inauguró el servicio de telégrafo en Bogotá. En 1876, el Concejo de la ciudad estableció una nueva forma de nombrar las calles y carreras con números, usando un sistema de coordenadas desde la Catedral, aunque luego se cambió el punto de partida.
Durante la existencia de los Estados Unidos de Colombia (1863-1886), Bogotá fue la Capital Federal.
En 1884, la ciudad tenía unos 90.000 habitantes, más de 3.000 casas y unas 35 fincas. La red de distribución de agua era muy básica y solo llegaba a unas trescientas casas. Los demás habitantes dependían de aguateros que recogían el agua de las fuentes. La iluminación dependía de una compañía de gas con muchas deficiencias. Las calles eran barridas por los presos.
El alcantarillado subterráneo era casi inexistente, y los canales y zanjas dificultaban el transporte en carruajes. Por eso, entre 1844 y 1877, se prohibió el paso de carruajes por las calles principales.
Desde el inicio de la República, existían agencias de transporte con carretas. En 1851, se estableció el transporte colectivo intermunicipal con carruajes. En 1876, se creó la Compañía Franco-Inglesa de Carruajes, que ofrecía ómnibus (coches tirados por caballos) con capacidad para diez pasajeros, cubriendo la ruta entre Bogotá y Chapinero.
Décadas de 1880 y de 1890
En 1883, se inauguró el parque Centenario cerca de la iglesia de San Diego, para conmemorar el primer centenario del nacimiento de Simón Bolívar. En 1887, se instaló el primer acueducto con tubería de hierro, lo que ayudó a mejorar la salud pública al reducir la contaminación del agua.
En 1888, se creó la Compañía de Acueducto de Bogotá. Un año después, se fundó la empresa Ferrocarril de la Sabana de Bogotá y se inauguró su primera línea de tren desde San Victorino hasta Facatativá. A finales del siglo XIX, ya tenía más de 100 km de vías férreas, conectando la ciudad con otras zonas del país y el mar Caribe.
Ese mismo año, el empresario alemán Leo Kopp fundó la cervecería Bavaria, una de las primeras en industrializar bienes de consumo, en el actual barrio de San Diego.
En el ámbito cultural, fue importante la publicación de Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano del filólogo Rufino José Cuervo, así como las obras de los poetas José Asunción Silva y Rafael Pombo y del pintor Epifanio Garay.
En transporte, en 1884, comenzó a operar el servicio de tranvía de mulas, desde la plaza de Bolívar hasta Chapinero. En 1910, se inauguró el tranvía eléctrico. Estos medios de transporte fueron clave para la modernización de Bogotá, que en 1912 tenía una población de poco más de 120.000 habitantes.
Gracias a las mejoras en el transporte, Chapinero se consolidó como un barrio más de la capital. Entre 1888 y 1890, se construyó la cúpula de la iglesia de Santo Domingo.
También en 1884, se canalizó el primer tramo del río San Francisco debido a su grave contaminación. Ese mismo año, asumió como alcalde Higinio Cualla, quien estuvo 16 años en el cargo y realizó importantes obras públicas como la construcción del Teatro Colón, el hospital de la Misericordia y la galería exterior del Cementerio Central, además de mejorar el transporte y los servicios públicos.
Siglo XX


El inicio del siglo XX para Bogotá estuvo marcado por la guerra de los Mil Días, que llevó a la separación de Panamá en 1903. Los 25 millones de dólares recibidos de Estados Unidos como compensación por la pérdida de Panamá, aunque con algunos problemas de administración, ayudaron a solucionar algunos atrasos en la infraestructura urbana. Poco a poco, Bogotá se consolidó como un centro financiero, político, económico y demográfico del país.
En 1900, el área urbana de Bogotá era de 326 hectáreas. Sus límites eran el barrio Las Cruces al sur y la quebrada La Galera al occidente. El Panóptico (antigua cárcel), que junto al convento de María Auxiliadora y la fábrica Bavaria marcaba el límite norte, fue un lugar de reclusión para muchos presos políticos. Años después, ese espacio se convertiría en el Museo Nacional.
En 1905, la población se acercaba a los 100.000 habitantes, debido al desplazamiento de personas por los conflictos nacionales, lo que impulsó un fuerte crecimiento urbano.

Un evento importante fue el incendio de las Galerías Arrubla el 20 de mayo de 1900, que destruyó el archivo municipal. En ese lugar, se construyó el palacio Liévano en 1902, inaugurado en 1908, que hoy es la sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
En 1905, se construyó la carretera Central del Norte, y poco después se inició la basílica del Voto Nacional en el costado occidental del parque de Los Mártires, donde murieron varias figuras de la Independencia.
Gastón Lelarge asumió en 1909 la dirección de las obras del Capitolio Nacional, que fue inaugurado en 1926.
Ese año, se demolió el convento e iglesia de La Enseñanza para construir el palacio de Justicia, que sería destruido treinta años más tarde durante el Bogotazo.
En cuanto a la geografía y población, el área urbana de Bogotá en 1797 era de 203 hectáreas, pero en 1905 superaba las 300 y en 1912 las 530. Bogotá pasó de tener 21.394 habitantes en 1801 a 100.000 en 1905, es decir, cinco veces más.
En 1917, un fuerte temblor afectó nuevamente la Capilla del Sagrario de Bogotá.
Entre 1918 y 1928, los arriendos subieron un 350%. En 1928, la ciudad tenía 235.702 habitantes, pero un déficit de casi 12.000 viviendas. Esto llevó a la aparición de barrios en las afueras que cambiaron rápidamente el mapa de Bogotá. También hubo problemas de crecimiento desordenado.
Sin embargo, el mayor problema de Bogotá en este periodo era la falta de un acueducto y la mezcla de aguas residuales con el agua potable, lo que causaba enfermedades. Por ejemplo, el matadero municipal estaba a orillas del río San Francisco, que funcionaba como alcantarilla.
En 1906 y 1910, el porcentaje de muertes por enfermedades gastrointestinales (causadas por bacterias en el agua) llegó al 16%. Las malas condiciones de vida también hicieron que en 1904, el 34% de las muertes fueran por enfermedades respiratorias.
Décadas de 1910 y de 1920
El año 1910 es muy importante en la historia urbana de Bogotá. El parque de la Independencia se inauguró ese año para conmemorar los cien años de la independencia nacional. El proyecto incluía varias construcciones, como quioscos, de los cuales solo el de La Luz, del arquitecto italiano Pietro Cantini, sigue en pie.
La mayoría de las obras del escultor francés Charles Raoul Verlet en la capital se inauguraron en este periodo. En el marco de estas celebraciones, se realizaron grandes desfiles militares. Ese año, en honor al fundador de la ciudad, Gonzalo Jiménez de Quesada, se fundó el barrio Quesada.
En la primera década del siglo, en 1909, se construyó el palacio Echeverry. Durante esta década también se construyó la basílica del Sagrado Corazón de Jesús. En 1917, se creó la Sociedad de Embellecimiento y Ornato, para mejorar el espacio público.
Ese mismo año, se terminó la basílica de Lourdes y se inauguró la estación de la Sabana, sede de la estación central del Ferrocarril de la Sabana de Bogotá.
En cuanto a los cambios urbanos, en 1910 se construyó el barrio Quesada, el primero al occidente de la vía del ferrocarril. Es importante destacar la construcción de la avenida Chile o calle 72 en 1919, que se convirtió en una de las principales vías de Bogotá.
En el centro, en los años 1920, se canalizaron los ríos San Francisco y San Agustín, pasando a llamarse el primero avenida Jiménez de Quesada y el segundo calle Séptima. En 1924, se inauguraron el funicular de Monserrate y el teatro Faenza, una importante obra de arquitectura art nouveau.
En el barrio La Catedral, un año más tarde, se intervino la plaza de Bolívar siguiendo el modelo de algunas plazas europeas.
También en 1925, se inauguró la avenida Jiménez, la primera de la ciudad con treinta metros de ancho, que conectaba la plaza de San Victorino con la estación de la Sabana. Esta avenida se convirtió en un eje comercial importante.
Su construcción también impulsó la renovación urbana, con obras como el edificio Cubillos. Ese mismo año, abrió sus puertas el Hospital San José en la plaza España.
Durante este periodo, en Chapinero se desarrollaron muchas fincas alrededor de la quebrada Las Delicias, que luego dieron paso a construcciones debido a la presión inmobiliaria.
En los años 1910, en el extremo nororiental, comenzó a formarse el barrio La Perseverancia con el apoyo de Leo Kopp. Al sur, en el Salto del Tequendama, se construyó el hotel del Salto, una obra arquitectónica que no cumplió su propósito turístico debido al deterioro ambiental.
En el sur, Bogotá también creció mucho. La ciudad llegó hasta el sector de Las Brisas de San Cristóbal, donde se habían desarrollado barrios informales.
Desde el punto de vista demográfico, Bogotá creció notablemente en esta década, pasando de 121.257 habitantes en 1912 a 235.421 en 1928. El espacio urbanizado se multiplicó por 3,6, lo que redujo la alta densidad de población.
Durante gran parte del siglo, Bogotá creció de forma lineal entre el sur y el norte, a lo largo de la Carrera Séptima, la Carrera Trece y la línea del ferrocarril.
Aunque el crecimiento hacia el sur le dio a la ciudad una forma alargada, se notaba un desequilibrio en la inversión estatal, ya que la mayoría de las obras se realizaban en el norte. En el sur se ubicaban dieciocho barrios obreros, hospitales y asilos, con pocas vías y servicios básicos. Estos barrios sufrían de falta de higiene, agua y alcantarillado, y fueron muy afectados por la epidemia de gripe de 1918.
También a principios de siglo, fue relevante el gran terremoto de 1917, que en realidad fue un periodo de varios días con temblores de diversa intensidad. El principal movimiento fue el 31 de agosto, causando daños en casi todas las construcciones de Santa Fe y Chapinero.
Desde el punto de vista económico, Bogotá recibió a la Misión Kemmerer en 1923, liderada por el economista Edwin Walter Kemmerer, para reorganizar la gestión monetaria nacional y crear el Banco de la República.
A pesar de los préstamos solicitados, los problemas en la administración y el mal uso de los recursos impidieron aprovechar la oportunidad, dejando grandes deudas. La crisis de 1929 afectó a la ciudad, impactando la recolección de basuras y el alumbrado público.
Década de 1930
En la década de 1930, ocurrieron importantes cambios urbanos, impulsados por los gobiernos liberales que buscaban modernizar el país. Desde el punto de vista administrativo, fue notable la alcaldía de Jorge Eliécer Gaitán, quien asumió en mayo de 1936 e insistió en la modernización y la higiene. Gaitán renunció un año después, pero su nombre seguiría siendo importante en la historia de Bogotá.
Entre otros eventos, se celebró por primera vez el 1 de mayo con 70.000 manifestantes. Se inauguraron la plaza de toros de Santamaría, el teatro Colombia (hoy teatro Jorge Eliécer Gaitán) y la Ciudad Universitaria, nueva sede de la Universidad Nacional. Sin embargo, en 1942, por orden del presidente Eduardo Santos, se demolió la iglesia de Santo Domingo, una de las mayores pérdidas patrimoniales de Bogotá.
La Universidad Nacional, fundada en 1867, estaba dispersa en edificios antiguos. El gobierno liberal del expresidente Alfonso López Pumarejo buscó renovar la educación, llevando a la construcción de su campus.
Para ello, se contrató al asesor Fritz Karsen para definir los conceptos de este espacio académico, y el arquitecto alemán Leopoldo Rother diseñó la planta física, caracterizada por la zonificación y dos anillos circulares para la circulación vehicular.
El terreno se eligió por su cercanía al centro y para corregir el crecimiento de la ciudad, ya que era un gran terreno vacío. También por sus grandes dimensiones, pensadas para futuras reservas de terreno.

En 1932, la compañía Scadta (más tarde Avianca) construyó e inauguró el aeródromo de Techo en el occidente de Bogotá, que funcionó durante veintisiete años. Bogotá inauguró su primer acueducto moderno, alimentado por las aguas del río Tunjuelo. La construcción comenzó en 1933 y terminó en 1938. Este fue el primer acueducto moderno de la capital.
Las mejoras en este servicio tuvieron importantes consecuencias, como el aumento de la población. La construcción de esta obra requirió una carretera que conectó Usme con Bogotá, lo que favoreció el surgimiento de barrios como Santa Lucía, San Jorge, San Carlos y Tunjuelo.
En el centro, en 1938, abrió sus puertas la Biblioteca Nacional. En 1934, se inauguró el parque nacional Enrique Olaya Herrera, y en 1937, el Instituto Técnico Central La Salle. Un año más tarde, se inauguró el teatro San Jorge, con una interesante fachada art nouveau. En 1939, se inauguró el edificio Vengoechea.
De gran importancia fue la donación en 1936 de los terrenos de la hacienda El Salitre, que ocupaba 2.200 fanegadas al norte de los barrios Quinta Paredes y El Recuerdo, y al oriente de la finca El Campín, donde hoy se encuentra el estadio El Campín.
De hecho, a principios de la década, se había formado el barrio Teusaquillo, que fue un gran esfuerzo urbano y arquitectónico, con lotes amplios y servicios públicos individuales, destinados a las clases altas de la ciudad.
Durante el mismo periodo, se desarrollaron los barrios de Palermo, La Merced y La Magdalena, que comparten características con Teusaquillo. También de este periodo son Alfonso López, El Recuerdo, la urbanización Armenia y El Campín.
En 1938, se desarrolló un amplio plan de obras para modernizar la ciudad, con motivo de los 400 años de su fundación. Esta celebración motivó el nacimiento de los Juegos Bolivarianos y la construcción del estadio Nemesio Camacho El Campín.
Otros nuevos espacios de entretenimiento público construidos en la época fueron la Media Torta y los sótanos de la avenida Jiménez, e instalaciones militares como la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, que también impulsó el crecimiento urbano hacia el sur. El área urbana de Bogotá ya era de 2.514 hectáreas.
Entre 1934 y 1939, el arquitecto austríaco Karl Brunner dirigió el recién creado departamento de Urbanismo de Bogotá. Él aportó conceptos novedosos y realizó un plan para el trazado de avenidas y barrios, incluyendo la necesidad de cuidar los cerros.
Con base en sus diseños, se trazó la avenida Caracas, que impulsó el crecimiento hacia el nororiente. Otros arquitectos que participaron en la conformación urbana de Bogotá en este periodo fueron Leopoldo Rother, Erich Lange, Alberto Manrique Martín, Alberto Wills Ferro, Bruno Violi y Harland Bartholomew.
En esta época, continuó la tendencia de realizar la mayoría de las obras modernizadoras en el norte, lo que llevó a un deterioro de los sectores del sur. En general, la modernización urbana de Bogotá no estuvo acompañada por el desarrollo de una cultura urbana moderna, en gran parte debido a la concentración de poderes y a situaciones donde los intereses personales chocaban con los de la ciudad.
A finales de la década, en 1938, Bogotá tenía 355.502 habitantes y una tasa de crecimiento anual del 5,5%, la segunda más alta registrada por la ciudad.
En el ámbito deportivo, es importante destacar la fundación el 18 de junio de 1936 del club deportivo Los Millonarios, y cinco años más tarde, en 1941, del Independiente Santa Fe, los dos equipos de fútbol tradicionales de Bogotá.
Década de 1940
En este periodo, se realizaron importantes obras urbanas. Entre 1944 y 1946, se construyó la avenida de Las Américas, que atraviesa Bogotá de oriente a occidente. En 1945, se terminó la avenida Caracas y se comenzó a construir la carrera Décima, lo que dividió el centro y tuvo importantes consecuencias sociales y urbanas. En 1946, los presos del Panóptico (actual Museo Nacional) fueron trasladados a La Picota.
Un hallazgo importante para el desarrollo del sur de la ciudad fue el de ricos yacimientos de grava en 1945, lo que impulsó la construcción. También se fundó la ladrillera Santa Fe. El impacto ecológico para el valle del río Tunjuelo fue significativo.
En términos de población, en 1946, Bogotá tenía 565.978 habitantes, con una población migratoria del 63,43% y un área urbana de 8.600 hectáreas. Desde el punto de vista industrial, concentraba el 13,9% de los establecimientos y el 16,7% de los activos nacionales.
También en el sur, en 1947, se extendió el tranvía hasta el barrio Santander, y se inauguró el barrio San Cristóbal, que tuvo un crecimiento desordenado, a menudo promovido por urbanizadores "piratas" que se aprovecharon de las dificultades económicas y la falta de viviendas. Los barrios San Carlos y El Carmen, en la actual localidad de Tunjuelito, también se desarrollaron en este periodo, con problemas de higiene y servicios.
En 1948, se inauguró el edificio El Tiempo, sede del periódico El Tiempo, diseñado por el arquitecto Bruno Violi. También se inauguraron el hospital de San Carlos al sur y la Clínica Palermo. Se fundó la Universidad de los Andes y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Ese mismo año, se inauguraron el Hospital Militar y la Clínica David Restrepo, así como un tramo de la avenida Los Comuneros.
Antes del 9 de abril de 1948, Bogotá se preparaba para celebrar la IX Conferencia Panamericana. Para ello, se realizaron varias obras urbanísticas, como la avenida de Las Américas, que contribuyó a la expansión hacia el occidente. El Monumento a las Banderas fue un punto de referencia importante en la época.
El Bogotazo

La pérdida de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, fue un momento muy difícil y de cambio para la sociedad colombiana, especialmente en Bogotá. Por eso, esa fecha se recuerda como “El Bogotazo”. El rumbo político del país cambió. La ciudad también sufrió grandes transformaciones. Con los eventos de ese día, algunos edificios del centro, como el Ministerio de Gobierno, el Palacio Arzobispal y el Palacio de Justicia, fueron consumidos por las llamas. También hubo saqueos a comercios.
Este acontecimiento dejó cientos de personas afectadas y muchos edificios destruidos. Algunos historiadores dicen que estos hechos marcaron el fin de la ciudad republicana y el nacimiento de la ciudad moderna. Sus consecuencias urbanas y sociales fueron profundas y duraderas, llevando a que las familias adineradas se trasladaran hacia el norte de la capital.
Década de 1950
En la década anterior, Bogotá había continuado su fuerte crecimiento de población. En 1950, su población representaba el 6,2% del total nacional, mientras que en 1928 era solo el 3%. La ciudad alcanzó el millón de habitantes en 1956. Es importante destacar que en ese año se consideró la posibilidad de convertir a Bogotá en un Distrito Especial, lo cual se concretó en 1954.
A principios de la década, se construyó el hotel Tequendama en el barrio San Diego. El hotel quedó frente al parque Centenario, que fue demolido para dar paso a una nueva red vial. En 1951, el alcalde Fernando Mazuera Villegas eliminó el sistema de tranvía local, favoreciendo el transporte en autobús. Otro protagonista de los cambios de esta época fue el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, quien el 13 de junio de 1955 transmitió el primer mensaje de la televisión colombiana desde el palacio de San Carlos.
Desde el punto de vista urbanístico, durante este periodo, los arquitectos Le Corbusier, Paul Lester Wiener y Josep Lluís Sert realizaron el Plan Regulador y el Plan Piloto, con los que se buscaba guiar el desarrollo urbano de Bogotá para las próximas décadas.
Algunos de los proyectos que se llevaron a cabo con base en estas directrices son el Centro Antonio Nariño, construido en 1953 con 960 apartamentos, y el Centro Administrativo Nacional, que se inició en 1956 y se finalizó en 1962.
Sin embargo, debido al énfasis modernizador y de promoción de las obras del gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, la intención del plan de densificar el centro no tuvo el efecto esperado, ya que los límites de la ciudad se extendieron con el apoyo del gobierno.
En su expansión hacia el norte, un hito importante fue el cambio de sede del club El Country en 1950 a los terrenos que ocupa actualmente. Un año más tarde, se diseñó el barrio El Chicó.
A la altura de la calle 170, ya se estaban formando barrios como San Cristóbal Norte, La Estrella, San Antonio y La Cita. Hacia el sur, en 1953, comenzó la parcelación de la hacienda La Laguna, que daría origen a los barrios de Venecia y Muzú.
También a principios de la década, se realizaron otros desarrollos de infraestructura y se construyeron edificios importantes desde el punto de vista cultural y arquitectónico. En cuanto al abastecimiento de agua, en 1952, se inauguró el Embalse del Neusa y tres años más tarde, la primera etapa del acueducto de Tibitó, creándose la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
También a principios de la década, se comenzó a construir la autopista del Norte, que se terminó durante el gobierno militar de Rojas Pinilla, así como la construcción de Corferias. Ese mismo año, fue demolido el Hotel Granada para construir la actual sede del Banco de la República.
En 1952, se adoptó una bandera oficial, con una franja horizontal amarilla y otra roja. En 1954, se creó el Distrito Especial o Bogotá D. E., anexando a Bogotá los municipios de Bosa, Engativá, Fontibón, Suba, Usme y Usaquén, así como parte de Sumapaz. Con los años, nacieron las alcaldías locales, comenzando por la de Chapinero.
Ese mismo año, se desarrolló la urbanización Las Américas. En 1955, se anexó el municipio de Usaquén, que había crecido mucho y vio el surgimiento de barrios de diferentes niveles sociales.
En 1953, se restauró la Capilla del Sagrario de Bogotá. Entre 1958 y 1960, se realizó su restauración. Durante la primera mitad de los años 1950, se construyeron muchos edificios altos en la Carrera Décima, varios de ellos con más de 10 pisos, como el Edificio Banco de Bogotá y el Edificio Bavaria, que fueron los más altos de la ciudad entre 1959 y 1969.
El 6 de agosto de 1955, se inauguró el Jardín Botánico de Bogotá, dedicado a la memoria de José Celestino Mutis. En 1958, se inauguró la actual sede de la biblioteca Luis Ángel Arango. Un año más tarde, abrió sus puertas el aeropuerto internacional El Dorado y la avenida El Dorado, lo que impulsó aún más el desarrollo hacia el occidente. Ese mismo año, se fundó la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Más al sur, el 7 de marzo de 1958, se inauguró el Palacio Arzobispal. En ese entonces, Bogotá cubría un área urbana de 8.084 hectáreas.
En 1959, se inauguraron los puentes de la Veintiséis, lo que llevó a la desaparición del parque Centenario y a la reducción del parque de la Independencia.
Década de 1960
A principios de la década de 1960, se inició la urbanización Ciudad Kennedy, gracias a créditos de un programa del presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, quien visitó Bogotá en 1961. En 1964 y 1967, se fundaron las alcaldías menores de Puente Aranda y Kennedy.
Los principales alcaldes de este periodo fueron Jorge Gaitán Cortés (1961-1966) y Virgilio Barco Vargas (1966-1969). Ambos tenían una visión para el futuro de Bogotá y planearon su desarrollo a largo plazo, conscientes del crecimiento de la población, que en pocos años había llevado a una gran expansión urbana, alcanzando las 14.165 hectáreas en 1964.
En 1960, se terminó de construir la carrera Décima. Ese año también se inauguró el nuevo edificio de la Academia Colombiana de la Lengua.
Como parte del mismo espíritu modernizador, en 1966, se terminó de ampliar la calle diecinueve, que pasó a llamarse avenida Ciudad de Lima.
En Chapinero, en 1965, se inauguró el edificio de Seguros Bolívar, el primer gran edificio de oficinas privadas en Bogotá. Dos años más tarde, sobre la carrera Séptima, se elevó el edificio Bavaria, de veintiséis pisos.
El año 1968 fue muy importante para la ciudad. Se inauguró la actual sede del museo del Oro. Pero, sobre todo, la ciudad adquirió un terreno de 400 hectáreas al occidente de la avenida Treinta, donde se construyó un templete para la visita del papa Pablo VI, la primera visita de un papa a un país latinoamericano. Este templete sería la base del parque metropolitano Simón Bolívar, que con el tiempo se convertiría en el parque más grande e importante de Bogotá.
Ese año también se celebró el Congreso Eucarístico Internacional, para el cual se construyó la avenida Sesenta y ocho. Dos años antes, en 1966, se construyó la urbanización Pablo VI. En el centro, en 1969, abrió sus puertas el Planetario Distrital.
Desde el punto de vista social, durante esta década, la capital colombiana mostró cambios importantes debido a los eventos del Bogotazo y a los conflictos que afectaron las zonas rurales colombianas entre 1948 y 1953. El centro, especialmente la zona occidental, sufrió grandes cambios de población y sociales.
En términos de población, el periodo entre 1950 y 1964 fue el de mayor crecimiento, aumentando la población en un 6,8%, para alcanzar 2 millones de habitantes en 1966. Este crecimiento se debió en gran parte a las mejoras sanitarias y, sobre todo, a la llegada de personas de las zonas rurales debido a los conflictos, lo que provocó un éxodo hacia las ciudades. En 1964, el 51,39% de la población había nacido fuera de Bogotá.
Desde el punto de vista administrativo, durante esta década, grandes sectores rurales del sur de Cundinamarca, especialmente en el páramo de Sumapaz, se integraron a Bogotá y años más tarde formarían la localidad del mismo nombre.
A la larga historia sísmica de Bogotá se sumó en 1966 un temblor de magnitud siete en la actual localidad de Usme, que dejó seis personas fallecidas, treinta heridas y doscientos edificios destruidos.
Década de 1970
En 1972, el distrito se dividió en 16 alcaldías menores, incluyendo los municipios anexos, entre ellos Tunjuelito. Nuevas alcaldías fueron los tres sectores tradicionales del centro: Santafé, Teusaquillo y Los Mártires, los Barrios Unidos del Norte, Antonio Nariño, San Cristóbal y Tunjuelito, separada de Usme.
Durante este periodo, la informalidad en la vivienda era muy alta, ya que el 38,4% de la ciudad se había desarrollado sin seguir las normas oficiales y albergaba al 59% de la población.
Mientras tanto, la población de Bogotá seguía creciendo rápidamente, en gran parte debido a la migración. En 1973, el 50,97% de la población había nacido fuera de Bogotá. Ese año, la capital cubría 18.985 hectáreas, más del doble de su extensión quince años antes, y en 1974, alcanzó los tres millones de habitantes.
Desde finales de los años 1960 y durante la década de 1970, se desarrolló una arquitectura moderna. Bogotá fue una de las primeras ciudades latinoamericanas en construir rascacielos de más de 160 metros de altura, como el edificio Avianca, inaugurado en 1969, y la torre Colpatria en 1979.
A finales de esta década, también se construyeron varias grandes torres residenciales, como las torres de El Parque, las Blancas, las de Fenicia y las Gonzalo Jiménez de Quesada. En el mismo contexto, en 1973, se construyó el Coliseo Cubierto El Campín.
Por otra parte, en 1976, se inauguró el centro comercial Unicentro, que marcó el desarrollo hacia el norte de la sabana de Bogotá. Ese mismo año, abrió sus puertas el Museo del Chicó. También en el centro, se inauguró el edificio del edificio del Banco Cafetero.
En 1977, se creó la alcaldía menor de La Candelaria y se inició el plan de recuperación del centro histórico. En 1978, se fundó el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, encargado de administrar los parques de la ciudad.
Basándose en un plan vial de principios de los años 1960, entre 1973 y 1976, se mejoró la red vial. En 1978, se inauguró la Avenida Primero de Mayo, que atraviesa la ciudad de oriente a occidente.
Durante esta década, Bogotá vio el nacimiento de un grupo armado que protagonizaría varios eventos, como el robo de armas y el de la espada de Bolívar.
Década de 1980
En 1980, ocurrió un evento en la embajada de la República Dominicana. En 1983, debido al crecimiento desordenado en el sur, el Gobierno creó el plan Ciudad Bolívar, que se convirtió en otra localidad de Bogotá.
A principios de la década, en 1982, se inauguró la Hemeroteca Nacional Universitaria en la Ciudad Universitaria. Desde el punto de vista urbanístico, en 1983, se inauguró la plaza de eventos del parque Simón Bolívar. En infraestructura, es relevante la terminación en 1984 de la avenida Circunvalar, que impulsó el crecimiento en los cerros Orientales y el tráfico entre la ciudad y el municipio de La Calera. Ese año también perdió la vida el entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, lo que marcó el inicio de un periodo de conflictos.
El 6 de noviembre de 1985, un grupo armado llevó a cabo un evento en el Palacio de Justicia. En la noche del 13 de noviembre, el nevado del Ruiz entró en erupción, causando una tragedia en Armero. Bogotá acogió a muchas de las personas afectadas. Ese año, el área urbana superó las 24.000 hectáreas.
A finales de esta década y principios de la siguiente, se registraron varios eventos de violencia en Bogotá y otras ciudades del país. Varios artefactos explosivos fueron colocados en sectores comerciales, en un avión e incluso en la sede central de la agencia de inteligencia de Colombia.
La situación resultó en muchas víctimas civiles y el aumento de los conflictos. Esta década termina con la pérdida de un líder.
En el ámbito cultural, en 1985, el Museo de Arte Moderno inauguró su sede en el centro de la ciudad en un edificio diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona. El Museo de los Niños y el centro comercial Terraza Pasteur abrieron sus puertas en 1987. Ese mismo año, comenzó a formarse el sector de Ciudad Salitre, que ha tenido un gran desarrollo.
En 1988, se fundaron el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá y la Feria Internacional del Libro de Bogotá. El 16 y 17 de septiembre de 1988, se realizó el evento musical Concierto de Conciertos en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, con la asistencia de cerca de 70.000 espectadores.
Los centros comerciales Bulevar Niza y Hacienda Santa Bárbara abrieron sus puertas en 1988 y 1989, respectivamente, convirtiéndose en importantes centros de desarrollo urbano y comercial en el norte de la ciudad.
En 1989, perdió la vida en Soacha el candidato a la Presidencia de la República Luis Carlos Galán Sarmiento. Ese mismo año, también perdió la vida en el aeropuerto El Dorado el líder José Antequera.
Década de 1990

Con la Constitución de 1991, el Distrito Especial se convirtió en Distrito Capital. Las zonas se elevaron a localidades, dividiendo el distrito en veinte, incluyendo ahora la de Rafael Uribe Uribe y la parte restante de Sumapaz.
Los conflictos continuaron durante esta década. El 22 de marzo de 1990, perdió la vida en Bogotá Bernardo Jaramillo Ossa, candidato presidencial. Después de firmar la desmovilización, su líder Carlos Pizarro Leongómez también perdió la vida en un avión en Bogotá el 26 de abril de 1990. También se presentaron eventos difíciles como el del 30 de enero de 1993.
Desde el punto de vista económico, esta década representa un cambio en la tendencia de Bogotá. Aunque era "la más poblada, la más urbanizada, la menos pobre y, económicamente, la más dinámica", su estructura mostraba señales de estancamiento a principios de la década.
Entre otros factores, la reactivación del crecimiento durante este periodo se puede atribuir a que la apertura económica iniciada en la década pasada y profundizada desde 1991, favoreció más a la capital que a otras regiones. Al mismo tiempo, los conflictos urbanos aumentaron. En 1993, había 80 casos por cada 100.000 habitantes.
A partir de esta época, Bogotá experimenta importantes cambios durante las administraciones de los alcaldes Jaime Castro Castro, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa. Se inicia la construcción del sistema de transporte TransMilenio, que desde entonces ha ampliado su red. También en el mismo año, es notable la aparición de Rock al Parque, un festival gratuito y al aire libre que ha reunido a músicos y artistas de varios continentes.
Un edificio importante desde el punto de vista arquitectónico es el del Archivo General de la Nación de Rogelio Salmona, inaugurado en 1992. En cuanto a los cambios urbanos, es importante destacar la recuperación e inauguración del parque de la 93 en 1995, que desarrolló a su alrededor una zona de bares y restaurantes. En 1993, se inauguró el parque El Virrey.
La ciudad superó los 5 millones de habitantes en 1993, y en 1996, su área urbana cubría una extensión de 29.308 hectáreas. Tres años más tarde, esa área se incrementaría hasta llegar a las 30.401 hectáreas.
Año 2000
En 2000, Antanas Mockus fue elegido para un nuevo periodo al frente de la ciudad. Ese mismo año, se terminó la Biblioteca El Tunal y abrió sus puertas el Museo Botero. También se comenzó a correr la Media Maratón de Bogotá. Y finalmente, el 18 de diciembre de 2000, fue inaugurado el sistema de transporte transmilenio.
Siglo XXI
En 2001, abrió sus puertas la Biblioteca Virgilio Barco en el parque Simón Bolívar. Se inauguró el parque Tercer Milenio en los antiguos terrenos de El Cartucho, y el Estadio Nemesio Camacho El Campín albergó la final de la Copa América 2001, en la cual la selección de fútbol de Colombia se coronó campeona.
En 2002, abrió sus puertas la Biblioteca El Tintal del arquitecto Daniel Bermúdez, y se terminaron las obras del Eje Ambiental. También se inauguró el Centro Cultural Gabriel García Márquez en 2008.
En 2003, Luis Eduardo Garzón ganó las elecciones para el periodo 2004-2007, formando la primera administración con una tendencia más social en la historia de la ciudad.
El 7 de febrero, se registró un evento trágico en el Club El Nogal, con un saldo de 36 personas fallecidas y más de 200 heridas. Ese mismo año, se inauguró el Archivo de Bogotá, un centro de documentación histórica.
El 28 de abril de 2004, 23 personas, incluyendo 21 estudiantes, perdieron la vida debido a un accidente en la Avenida Suba durante la construcción de la Fase II del sistema TransMilenio.
Ese mismo año, y con motivo de los Juegos Nacionales, de los que la ciudad fue sede, se inauguró el Complejo Acuático Simón Bolívar.
En 2007, la UNESCO proclamó a Bogotá la Capital Mundial del Libro del año. Durante esta década, se desarrollaron e inauguraron otras obras de infraestructura cultural en el centro de la ciudad, formando la red de bibliotecas BibloRed.
Durante este periodo, también se construyó el parque El Renacimiento, y se remodelaron el Museo del Oro, el Museo Nacional de Colombia y el Museo del 20 de julio.
Década de 2010
Samuel Moreno Rojas asumió como alcalde en 2009. Por una decisión de la Procuraduría General de la Nación, Moreno Rojas fue suspendido de su cargo en 2011, en el marco de problemas con contratos de la fase III de TransMilenio.
Fue reemplazado temporalmente por María Fernanda Campo y luego por Clara López Obregón.
En 2010, ocurrió un evento en el edificio de Caracol Radio. A principios de la década, se inauguró la Biblioteca Julio Mario Santodomingo, que junto a otros centros forma la red de bibliotecas.
En 2011, Bogotá fue una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 2011. La final se jugó en el estadio Nemesio Camacho El Campín. El 30 de octubre de 2011, fue elegido alcalde mayor Gustavo Petro. En marzo de ese año, la UNESCO declaró a Bogotá como Ciudad de la Música.
El 18 de diciembre de 2012, el alcalde Gustavo Petro inició un nuevo esquema de aseo en la ciudad, lo que llevó a su destitución un año más tarde por parte de la Procuraduría, generando apoyo de un sector de la población. A pesar de las medidas cautelares, el 19 de marzo de 2014, el presidente Juan Manuel Santos ejecutó la destitución de Petro, nombrando a Rafael Pardo como alcalde encargado. Sin embargo, esta medida duró solo un mes, ya que Petro apeló y regresó a la alcaldía, completando su periodo de gobierno.
En 2016, regresó a la alcaldía Enrique Peñalosa. En el contexto urbano, se destacan la recuperación y posterior demolición del sector conocido como El Bronx, así como la construcción del parque bicentenario de la Independencia, el deprimido de la calle 94 con carrera 9, el TransMiCable en Ciudad Bolívar y el escenario Movistar Arena. También, entre los grandes eventos recientes, se puede mencionar la Visita del papa Francisco del 6 al 10 de septiembre de 2017.
Década de 2020
El 1 de enero de 2020, asumió Claudia López como la primera alcaldesa de Bogotá elegida por voto popular. Dos meses y medio más tarde, inició la Pandemia por el COVID-19 y se decretaron medidas de confinamiento en la ciudad, lo que marcó gran parte de su gestión. Afrontó una serie de protestas en 2021, también conocidas como el estallido social. Bajo su administración, se inició la construcción del metro, así como la extensión del sistema TransMilenio por la Carrera 68 y la Calle 100. En 2024, inició la administración de Carlos Fernando Galán.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: History of Bogotá Facts for Kids