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Meteorito para niños

Enciclopedia para niños

Un meteorito es un trozo de roca o metal del espacio que logra llegar a la superficie de un planeta, como la Tierra, sin quemarse por completo en la atmósfera.

Archivo:Meteorit Cabin Creek nhm-Wien
Meteorito metálico Cabin Creek.
Archivo:Gibeon meteorite, NMNH
Meteorito metálico Gibeon.
Archivo:HaH346meteorito
Condrita ordinaria HaH 346, mostrando una costra de fusión primaria con grietas formadas tras su enfriamiento

Cuando un trozo de roca espacial entra en la atmósfera y se quema, produce un destello de luz que llamamos meteoro (o "estrella fugaz").

La palabra "meteoro" viene del griego meteoros, que significa "fenómeno en el cielo". Este destello brillante ocurre porque el aire se comprime rápidamente al chocar con el objeto, lo que aumenta la temperatura y hace que el meteoroide se caliente y brille. Esto suele pasar a unos 80 a 110 kilómetros de altura sobre la Tierra.

Un meteoroide es la roca espacial en sí, antes de entrar en la atmósfera. Es un objeto que orbita el Sol, pero es demasiado pequeño para ser un asteroide o un cometa. Las partículas aún más pequeñas se llaman micrometeoroides o polvo estelar. Si un meteoroide no se quema por completo y llega al suelo, se convierte en un meteorito.

Los meteoritos no solo se encuentran en la Tierra. También se han descubierto en la Luna y en Marte.

Los meteoritos que son vistos caer y se recuperan poco después se llaman "caídas". Los demás, que se encuentran tiempo después, se conocen como "hallazgos". Hasta mediados de 2020, se han registrado unas 1050 caídas de meteoritos, mientras que hay más de 31 000 hallazgos documentados.

Los meteoritos reciben el nombre del lugar donde fueron encontrados, como una ciudad cercana o una característica geográfica. Si se encuentran muchos en el mismo lugar, se les añade un número o una letra (por ejemplo, Allan Hills 84001).

Tipos de meteoritos

Tradicionalmente, los meteoritos se dividen en tres grandes grupos:

  • Meteoritos pedregosos: Son como rocas y están hechos principalmente de minerales de silicato. También se les llama aerolitos o lititos.
  • Meteoritos metálicos: Están compuestos en su mayoría por hierro y níquel. Se les conoce como sideritos.
  • Meteoritos pedregoso-metálicos: Contienen una mezcla de material metálico y rocoso. Se les llama litosideritos.

Los sistemas de clasificación más modernos agrupan los meteoritos según su estructura, composición química y mineral, y los elementos que contienen.

  • La Escala de Turín es una forma de clasificar el riesgo de impacto de objetos cercanos a la Tierra, como asteroides y cometas.

¿Qué pasa cuando un meteorito cae?

Archivo:NeenachMeteorite
El meteorito Neenach encontrado en Antelope Valley, California, Estados Unidos.

La mayoría de los meteoroides se desintegran al entrar en la atmósfera de la Tierra. Sin embargo, se calcula que unos 100 meteoritos de diferentes tamaños (desde guijarros pequeños hasta rocas como una pelota de baloncesto) llegan a la superficie terrestre cada año. De estos, solo unos 5 o 6 son recuperados por científicos.

Pocos meteoritos son lo suficientemente grandes como para formar cráteres al impactar. La mayoría llega al suelo a una velocidad de caída libre y solo hace un pequeño agujero. Sin embargo, algunos meteoritos han causado daños a edificios, animales e incluso a personas.

Los meteoroides muy grandes pueden chocar con la Tierra a una velocidad altísima, creando un cráter de impacto. El tamaño y tipo del cráter dependen del tamaño, la composición, la fragmentación y el ángulo de entrada del meteorito. La fuerza de estas colisiones puede causar mucha destrucción. Los impactos más fuertes suelen ser causados por meteoritos metálicos, que son más resistentes y llegan intactos a la atmósfera. Ejemplos de cráteres causados por meteoroides metálicos son el cráter Barringer y el cráter de Wolfe Creek.

Los objetos rocosos o helados muy grandes (como cometas o asteroides pequeños) que pesan millones de toneladas, se frenan en la atmósfera y no forman cráteres de impacto. Aunque estos eventos son raros, pueden causar grandes conmociones, como el famoso evento de Tunguska.

Los objetos rocosos gigantes (de cientos de metros de diámetro o más) pueden llegar a la superficie y causar cráteres enormes, pero esto es muy poco común. Estos impactos son tan poderosos que el objeto se destruye por completo y no deja ningún meteorito. El primer rastro de un meteorito rocoso asociado a un gran cráter de impacto se encontró en el cráter de Morokweng en Sudáfrica en 2006.

Se han documentado varios casos de caídas de meteoritos que fueron vistos por testigos, aunque eran demasiado pequeños para crear cráteres. La estela de fuego que se forma al pasar el meteoroide por la atmósfera puede ser muy brillante, a veces tan intensa como el Sol, aunque la mayoría son tenues. Se han visto de varios colores, como amarillo, verde y rojo.

A menudo, durante las caídas de meteoritos, se escuchan explosiones, detonaciones y rugidos, causados por ondas de choque al fragmentarse el objeto. Estos sonidos pueden oírse en áreas muy grandes. Otros sonidos, como silbidos, no se entienden tan bien. Es común que, después de la estela de fuego, quede un rastro de polvo en la atmósfera por un tiempo.

Archivo:LagunaManantialesMeteorite
El meteorito Laguna Manantiales hallado en Santa Cruz, Argentina.

Cuando los meteoroides se calientan al pasar por la atmósfera, sus superficies se derriten y se desgastan. Durante este proceso, pueden adquirir formas interesantes, con "huellas dactilares" o muescas llamadas regmagliptos. Si el meteoroide mantiene una posición fija, puede desarrollar una forma de "nariz de cono". Al frenarse, la capa superficial derretida se endurece formando una fina corteza de fusión, que en la mayoría de los meteoritos es negra.

Cuando los meteoritos aterrizan, se sienten un poco cálidos al tacto, pero nunca están extremadamente calientes. Los informes varían mucho; algunos se ven "quemándose" al aterrizar, mientras que otros incluso forman una capa de hielo en su superficie.

Los meteoroides que se rompen en la atmósfera pueden caer como una lluvia de meteoritos, que puede ser desde unas pocas rocas hasta miles de guijarros. El área donde cae una lluvia de meteoritos se llama "campo de dispersión". Estos campos suelen ser elípticos, y los meteoritos más grandes de la lluvia se encuentran un poco más lejos que los demás.

Tipos de meteoritos en detalle

Archivo:Météorite de Phnom Penh MHNT.MIN.2011.0.1
Meteorito Phnom Penh (condrita L6).
  • Aproximadamente el 86% de los meteoritos que caen son condritas. Reciben su nombre de las pequeñas partículas redondas que contienen, llamadas cóndrulos. Estas partículas están hechas de minerales de silicato que parecen haberse fundido en el espacio. Las condritas también tienen pequeñas cantidades de materia orgánica, incluyendo aminoácidos, y granos presolares. Suelen tener 4550 millones de años y se cree que son materiales del cinturón de asteroides que nunca formaron cuerpos grandes. Son de los materiales más antiguos del sistema solar y se consideran los "bloques de construcción de los planetas".
Archivo:ALH84001
Meteorito marciano ALH84001 (acondrita).
  • Cerca del 8% de los meteoritos son acondritas, algunas parecidas a rocas volcánicas de la Tierra. La mayoría son rocas antiguas que se cree que provienen de asteroides. Un gran grupo de acondritas podría venir del asteroide 4 Vesta. Otros dos grupos especiales son más jóvenes y no parecen venir del cinturón de asteroides. Uno de ellos viene de la Luna, y el otro, con alta probabilidad, de Marte. Estos son los únicos materiales de otros planetas que los humanos han recuperado.
  • Alrededor del 5% de los meteoritos son metálicos, formados por aleaciones de hierro-níquel. Se cree que la mayoría de los meteoritos metálicos provienen del centro de asteroides que alguna vez estuvieron fundidos. Al igual que en la Tierra, el metal más denso se separó y se fue al centro del asteroide, formando un núcleo. Después de que el asteroide se solidificó, se rompió en una colisión con otros asteroides.
Archivo:Pallasovka
Meteorito pedregoso-metálico Pallasovka (pallasite).
  • Los meteoritos pedregoso-metálicos forman el 1% restante. Son una mezcla de metales hierro-níquel y minerales de silicato. Un tipo, llamado pallasitas, se cree que se originó en el límite de las regiones del núcleo donde se formaron los meteoritos metálicos. Otro tipo son las mesosideritas.

Cómo se encuentran los meteoritos

Caídas

La mayoría de las "caídas" se recuperan porque la gente ve la bola de fuego o el impacto en el suelo. Unos pocos han sido vistos con cámaras automáticas y recuperados siguiendo una ruta calculada hasta el punto de impacto. El primero fue el meteorito de Příbram, que cayó en Checoslovaquia (hoy República Checa) en 1959. Las imágenes de cámaras ayudaron a encontrar las rocas y calcular su órbita por primera vez.

Después de Příbram, otros países crearon programas para observar la entrada de meteoritos. La Red Prairie en EE. UU. (1963-1975) y el Proyecto de Observación y Recuperación de Meteoritos en Canadá (1971-1985) también lograron recuperar meteoritos y calcular sus órbitas. La Red Europea de Bólidos, descendiente del programa checo, descubrió el meteorito de Neuschwanstein en 2002. Recientemente, la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos ha recuperado los meteoritos Villalbeto de la Peña y Puerto Lápice en España.

El 15 de febrero de 2013, un meteorito de unos 17 metros de alto por 15 metros de ancho y 10.000 toneladas de masa cayó en Cheliábinsk, Rusia. La onda expansiva causó 1491 heridos y daños económicos significativos.

Hallazgos

Hasta el siglo XX, solo se habían encontrado unos pocos cientos de meteoritos. El 80% eran metálicos o pedregoso-metálicos, fáciles de distinguir de las rocas terrestres. Hoy en día, se descubren más de 30.000 hallazgos de meteoritos en colecciones de todo el mundo, gracias a descubrimientos como los de Harvey H. Nininger.

Los grandes llanos de Estados Unidos

Harvey H. Nininger buscó meteoritos en los grandes llanos de Estados Unidos, donde la tierra cultivada tenía pocas rocas. Entre los años 20 y 50, enseñó a la gente local cómo eran los meteoritos y qué hacer si encontraban uno. Esto llevó al descubrimiento de más de 200 nuevos meteoritos, la mayoría pedregosos.

A finales de los años 60, el condado de Roosevelt en Nuevo México fue un lugar excelente para encontrar meteoritos. Después de algunos descubrimientos en 1967, una campaña de información pública resultó en el hallazgo de casi 100 nuevos ejemplares, muchos por una sola persona, Ivan Wilson. En total, se encontraron casi 140 meteoritos en la región desde 1967. La erosión del suelo en esta área expuso las rocas y meteoritos que estaban en la superficie.

Antártida

Entre 1912 y 1964, se encontraron algunos meteoritos en la Antártida. En 1969, la «Décima Expedición de Investigación Antártica Japonesa» halló nueve meteoritos en un campo de hielo azul. Esto reveló que el movimiento del hielo podía concentrar los meteoritos en ciertas áreas. Después de encontrar más en 1973, una expedición japonesa en 1974 recuperó casi 700 meteoritos.

Poco después, Estados Unidos inició su propio programa, ANSMET (Búsqueda de Meteoritos en la Antártida). A finales de los 80, equipos europeos e italianos también buscaron meteoritos. Más recientemente, un programa chino ha tenido mucho éxito desde el año 2000. Todos estos esfuerzos combinados han producido más de 23.000 meteoritos clasificados desde 1974, sin contar los miles que aún no se han clasificado.

Australia

Al mismo tiempo que se encontraban meteoritos en la Antártida, se descubrió que también había muchos en el desierto cálido de Australia. Se han encontrado docenas de meteoritos en la región de Nullarbor. Búsquedas sistemáticas desde 1971 han recuperado 500 o más, de los cuales unos 300 están bien clasificados. Los meteoritos se encuentran fácilmente aquí porque el suelo es una llanura rocosa y el clima árido ha evitado que se entierren o destruyan. Los meteoritos oscuros se distinguen bien entre las rocas más claras.

El Sahara y el comercio

Entre 1986 y 1987, un equipo alemán encontró 65 meteoritos en el desierto del Sahara en Libia. Esto fue la primera señal de que se podían encontrar muchos meteoritos en ciertas partes del Sahara. Años después, un ingeniero aficionado al desierto, al ver fotos de meteoritos antárticos, recordó haber visto rocas similares en el norte de África. En 1989, regresó a Argelia y recuperó unos 100 meteoritos. En los siguientes 4 años, él y otros encontraron al menos 400 más en Argelia y Libia. Los lugares de hallazgo eran llanuras cubiertas de guijarros y poca arena, donde los meteoritos oscuros se veían fácilmente y se conservaban bien por el clima seco.

Aunque los meteoritos se habían vendido y coleccionado por aficionados durante décadas, la mayoría se depositaban en museos para investigación. Sin embargo, la gran cantidad de meteoritos fáciles de encontrar en el Sahara a finales de los 80 y principios de los 90 impulsó el comercio. Este proceso se aceleró en 1997 cuando se encontraron meteoritos de la Luna y Marte en Libia. A finales de los 90, se lanzaron expediciones privadas de búsqueda en el Sahara. Aunque algunos ejemplares van a colecciones de investigación, la mayoría se vende a coleccionistas privados. Estas expediciones han encontrado más de 2000 meteoritos clasificados en Argelia y Libia.

Cuando se supo del comercio de meteoritos en los países árabes, surgieron mercados, especialmente en Marruecos, apoyados por nómadas y locales que buscaban ejemplares en el desierto. Así, se han distribuido miles de meteoritos, de los cuales no se sabe cómo, cuándo o dónde se descubrieron. Estos se conocen como «Meteoritos del Noroeste de África».

Omán

En 1999, los buscadores de meteoritos descubrieron que el desierto del sur y centro de Omán también era bueno para encontrar muchos ejemplares. Las llanuras de grava en las regiones de Dhofar y Al Wusta, al sur de los desiertos de arena de Rub al-Jali, habían producido unos 2000 meteoritos hasta mediados de 2006. Entre ellos, hay muchos meteoritos lunares (como el Dhofar 911) y marcianos (como el NWA 2737), lo que hace de Omán una zona muy importante para científicos y coleccionistas. Las primeras expediciones en Omán fueron de comerciantes, pero ahora también equipos internacionales, omaníes y científicos europeos han recogido ejemplares.

Argentina y Campo del Cielo

Campo del Cielo es una gran región en el norte de Argentina, en el límite entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero. Hace unos 4000 años, una lluvia de meteoritos metálicos impactó aquí. Estos meteoritos eran fragmentos de un asteroide de aproximadamente 840.000 kg que explotó en la atmósfera.

Historia del estudio de los meteoritos

Archivo:Baetylus (sacred stone)
Moneda de Emesa en bronce que representa el templo del dios solar Heliogábalo y su betilo con un águila en relieve.
Archivo:Sebastian Brant, Donnerstein von Ensisheim, 1492
Der Donnerstein von Ensisheim, un relato de Sébastien Brant sobre la caída del meteorito de Ensisheim de 1492.
Archivo:Meteorite L'Aigle MNHN Minéralogie
El meteorito L'Aigle, caído en 1803, el primer meteorito estudiado científicamente. Jean-Baptiste Biot realizó un exhaustivo informe enviado ese mismo año a la Academia de Ciencias de París.
Archivo:Iron-iva
Sección de un meteorito de hierro, con las figuras de Widmanstätten aparentes.
Archivo:Peekskill meteorite in Museum of Natural History
La corteza de fusión en el meteorito de Peekskill representa la última superficie derretida, luego vitrificada, después de la interrupción del proceso de ablación.

De objetos especiales a objetos de ciencia

Si llueven piedras, es porque los vientos las elevaron primero.
Plinio el Viejo. Extracto de Historia Natural, libro II, capítulo XXXVIII ...desde el latín: De aere; Quare lapidibus pluat.


(Del aire: por qué llueven piedras)

La forma en que las personas han entendido los meteoritos ha cambiado mucho a lo largo de la historia, desde considerarlos objetos sagrados hasta explicarlos con la ciencia.

Durante siglos, muchas culturas antiguas vieron los meteoritos como objetos sagrados. La caída espectacular de un meteorito, con su luz brillante y a veces sonidos fuertes (como el meteorito de Nōgata de 861, el más antiguo conservado), siempre ha fascinado a los humanos, generando asombro o adoración. La gente buscaba estos objetos caídos del cielo para convertirlos en símbolos de poder o usarlos en ceremonias religiosas, como los betilos griegos en Delfos o la piedra Negra de la Kaaba en La Meca.

Los meteoritos de hierro también se usaron desde el principio para joyas y armas, como una daga de hierro meteórico encontrada en la tumba de Tutankamón. Entre los inuit, la Edad del Hierro comenzó cuando usaron trozos de hierro del meteorito de Cape York para hacer cuchillos y puntas de arpón.

La primera mención de un meteorito en escritos occidentales es de Anaxágoras, quien habla de la caída de meteoritos en Creta en 1478 a. C.. Aunque su predicción de la caída de un meteorito cerca de Agos Potamos en 476 a. C. es legendaria, él fue el primero en pensar que venían del Sol y los consideró "piedras en llamas". En la antigua China y en obras árabes, como el Libro de la Curación de Avicena, también se registraron caídas de rocas del cielo.

En la Edad Media, la iglesia cristiana se opuso al culto de los meteoritos. La idea de Aristóteles de que no podían caer objetos del cielo era la más aceptada. Por eso, los meteoritos se veían como ilusiones ópticas, rocas terrestres o fenómenos atmosféricos causados por fragmentos de montañas o volcanes, o por rayos y truenos. Por eso se les llamaba "piedras de rayo" o "piedras de trueno" (como la piedra del trueno de Ensisheim en 1492).

Hasta el siglo XVIII, los expertos consideraban absurda la idea de que los meteoritos venían del espacio. Los relatos antiguos a menudo mezclaban las caídas de meteoritos con historias de eventos extraordinarios, lo que hacía que los científicos racionalistas los vieran con escepticismo. Los pocos ejemplares analizados solían ser fósiles, herramientas prehistóricas o rocas comunes.

John Wallis, después de ver una lluvia de meteoritos en Inglaterra en 1676, sugirió que podrían ser restos de cometas entrando en la atmósfera. El estudio moderno de los meteoritos comenzó con la caída de tres aerolitos en Francia: Coutances en 1750, Lucé en 1768 y Aire-sur-la-Lys en 1769. El informe sobre el de Lucé, hecho por el abate Bachelay, fue enviado a la Academia de Ciencias de Francia. Una comisión de la Academia, incluyendo a Antoine Lavoisier, analizó el meteorito y concluyó que contenía pirita, pero erróneamente pensaron que su corteza negra se debía a que un relámpago había fundido la roca. Este error hizo que muchos científicos europeos dudaran de su origen espacial.

En el siglo XVIII y principios del XIX, la mayoría de los expertos aún creían que los meteoritos se formaban en la atmósfera. Se pensaba que eran el resultado de gases atmosféricos que se solidificaban, o que se formaban durante tormentas eléctricas.

El físico alemán Ernst Chladni en 1794 propuso que los meteoritos venían del espacio exterior. Su idea fue apoyada por análisis químicos y mineralógicos de varios meteoritos en 1802, que mostraron la presencia de cóndrulos.

El estudio científico completo de los meteoritos comenzó en 1803, con el informe detallado de Jean-Baptiste Biot a la Academia de Ciencias de París sobre el meteorito L'Aigle.

Un gran cambio en la comprensión de los meteoritos ocurrió a principios del siglo XIX cuando se aceptó la existencia de cráteres de impacto en la Tierra, como el cráter Meteor. El astrónomo Denison Olmsted observó en 1833 que el punto de origen de la lluvia de estrellas fugaces de las Leónidas no se movía con la rotación de la Tierra, lo que demostró que los meteoritos no eran de origen terrestre. Auguste Daubrée organizó la clasificación de los meteoritos a finales del siglo XIX.

Aunque algunos científicos importantes seguían apoyando la idea de que los meteoritos venían de la Luna, la mayoría aceptó gradualmente la hipótesis extraterrestre de Chladni. Los debates llevaron a la creación de colecciones de meteoritos para su estudio. La mayoría de los museos de historia natural comenzaron a adquirir ejemplares a mediados del siglo XIX, como el Museo Nacional de Historia Natural de París, el Museo de Historia Natural de Londres y la Smithsonian Institution de Washington, que hoy tienen las colecciones más grandes del mundo.

Con la hipótesis extraterrestre de Chladni ya establecida, hasta la década de 1950 se debatió el origen exacto de los meteoritos (¿del espacio interestelar o interplanetario?). Luego, hubo un acuerdo de que la principal fuente eran los asteroides. Pero en la década de 1980, se descubrieron meteoritos marcianos y meteoritos lunares.

Estudios actuales

Diferenciación entre la Tierra y un cuerpo parental.

En pocas décadas, los análisis de laboratorio más detallados, la exploración espacial y las nuevas observaciones astronómicas han transformado nuestro conocimiento del sistema solar.

La edad de los meteoritos se determina usando radiocronología. En 1956, el geoquímico Clair Cameron Patterson fue el primero en fechar con éxito un meteorito de hierro, estimando su edad en 4550 millones de años, lo que coincide con la edad de la Tierra y la formación del sistema solar.

El estudio de los minerales en una condrita (que viene de un cuerpo espacial no diferenciado) muestra que son idénticos a los que se encuentran en un planeta como la Tierra. Si se tritura una condrita hasta hacerla polvo y se usa un imán, se separan partículas de hierro/níquel (como el núcleo de un planeta) y silicatos (como el manto y la corteza terrestre). Estos estudios han ayudado a los cosmoquímicos a entender mejor cómo se forman los planetas.

El análisis químico de ciertas condritas carbonáceas (como el meteorito de Orgueil) y acondritas (como el ALH 84001, posiblemente de Marte) ha revelado la presencia de aminoácidos, que son los "ladrillos" básicos de la vida. Esto podría apoyar la teoría de la panspermia, que sugiere que la vida en la Tierra pudo haber llegado del espacio.

Los meteoritos marcianos permiten a los científicos aprender sobre la geología marciana incluso antes de tener muestras directas de ese planeta, gracias a programas como ANSMET. Este conocimiento ayudará en futuras misiones a Marte.

Los meteoritos de origen lunar dan a los científicos que no tienen acceso a las muestras de las misiones Apolo la oportunidad de estudiar la historia de la formación de la Luna. Esto incluye la teoría del gran impacto, que dice que la Luna se formó por la colisión entre la Tierra y un cuerpo celeste del tamaño de Marte, llamado Théia. Los restos de esta colisión se habrían unido para formar la Luna.

La presencia de isótopos radiactivos en meteoritos antiguos nos ayuda a entender el entorno estelar del Sol primitivo. Se cree que en menos de 20 millones de años, tres generaciones de estrellas se formaron en una nube molecular gigante debido a ondas de choque de supernovas, lo que llevó a la formación de nuestro sistema solar.

El primer caso moderno conocido de una persona golpeada por un meteorito ocurrió el 30 de noviembre de 1954 en Sylacauga, Alabama. El meteorito Sylacauga, una roca de 4 kilogramos, atravesó el tejado y golpeó a Anna Hodges, causándole una contusión en la cadera. Desde entonces, varias personas han dicho haber sido golpeadas por meteoritos, pero no hay registros confirmados de otros casos.

Meteoritos famosos

Por peso

N.º Nombre Lugar País Peso (t)
1 Hoba Otjozondjupa Namibia 66
2 Gancedo S.O. del Chaco Argentina 30,8
3 El Chaco S. O. del Chaco Argentina 28,8
4 Ahnighito / Carpa N. O. Groenlandia Groenlandia
5 Bacubirito Sinaloa México 24

Otros meteoritos importantes

  • Allan Hills 84001: Un meteorito de Marte que se estudió para buscar signos de vida en ese planeta.
  • Meteorito Canyon Diablo: Un meteorito metálico usado por los nativos americanos prehistóricos.
  • Campo del cielo: Una lluvia de meteoritos metálicos que cayó en la provincia del Chaco (Argentina) hace unos 4000 años.
  • Meteorito Nantan: Un meteorito metálico que cayó en China en 1518.
  • Meteorito Allende: Cayó en México en 1969. Los científicos lo estudiaron para prepararse para analizar las muestras lunares. Descubrieron que contenía carbono y que era 30 millones de años más antiguo que la Tierra.
  • Cape York: Uno de los meteoritos más grandes del mundo.
  • Meteorito del evento de Cheliábinsk: Registrado el 15 de febrero de 2013 en la ciudad rusa de Cheliábinsk, causando cientos de heridos.
  • Ensisheim: El meteorito más antiguo cuya caída se puede fechar con exactitud (7 de noviembre de 1492).
  • Fukang: La pallasita más grande del mundo, con más de 1000 kg.
  • Kaidun: Posiblemente originario de la luna marciana Phobos.
  • Orgueil: Fue objeto de una falsificación en 1965, donde se le insertó una semilla.
  • Sayh al Uhaymir 169: Originario de la Luna; cayó a la Tierra por impactos de meteoritos en la Luna.
  • Sikhote-Alin: Un evento de impacto masivo de meteoritos metálicos que ocurrió el 12 de febrero de 1947.
  • El Tagish Lake: Meteorito caído en Columbia Británica, Canadá en 2000.
  • Willamette: El meteorito más grande encontrado en los Estados Unidos.
  • La Piedra Negra en la pared de la Kaaba en La Meca: Se cree que probablemente sea un meteorito.
  • Además de los meteoritos caídos en la Tierra, la roca "Heat Shield Rock" es un meteorito encontrado en Marte. También se hallaron dos pequeños fragmentos de asteroides en muestras recogidas en la Luna por las misiones Apolo 12 (1969) y Apolo 15 (1971).
  • Cráter de Chicxulub: En la península de Yucatán, en México, asociado al impacto que causó la extinción de los dinosaurios.

Meteoritos en la ficción

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Meteor Facts for Kids

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Meteorito para Niños. Enciclopedia Kiddle.