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Vertebrados introducidos en Chile para niños

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Los vertebrados introducidos en Chile son animales como mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces que no son originarios del país. Han llegado al territorio chileno por acciones humanas, ya sea de forma intencional o sin querer. Estas especies pueden cambiar mucho los ecosistemas locales, la variedad de vida (biodiversidad) y las actividades económicas.

La mayoría de estas especies causan un gran daño a la biodiversidad original de Chile. Lo hacen al competir directamente con las especies nativas, cazándolas, cambiando sus hogares, transmitiendo enfermedades o mezclándose con ellas.

Archivo:Mapa administrativo de Chile
Mapa de Chile
Archivo:Salmo trutta
La trucha café (Salmo trutta) es una de las especies de peces introducidas en Chile.

¿Cómo llegaron los vertebrados a Chile?

Muchas especies de vertebrados llegaron a Chile desde otros lugares. Algunas entraron por accidente, mientras que otras fueron traídas a propósito por gobiernos, organizaciones o personas.

Para que una especie se considere introducida, debe lograr reproducirse y sobrevivir por mucho tiempo en su nuevo hogar. Si solo escapan algunos animales o si no logran formar poblaciones, no se cuentan. Tampoco se incluyen las especies que se mueven de una parte de Chile a otra, si ya vivían en el país.

A principios de 2014, sin contar los peces, había unas 24 especies de vertebrados introducidos en Chile. La mayoría pasó de ser "naturalizada" (se reproducen solas en un lugar) a "invasora". Esto significa que, al no tener enemigos naturales, se multiplican mucho y se extienden por grandes áreas, afectando a las especies nativas. De las especies invasoras, 20 fueron traídas a propósito, y la mayoría de estas invasiones comenzaron en la Zona Central de Chile. Muchas llegaron con los conquistadores españoles en el siglo XVI.

Archivo:Sangliers
El jabalí es una de las especies de artiodáctilos introducidos en Chile que más daño causa a la vida silvestre nativa y a la agricultura.

¿Cómo se expande una especie invasora?

La llegada de especies a lugares donde no vivían naturalmente es un problema global para la conservación del ambiente.

Cuando se detecta una especie nueva, suele estar en un área pequeña, llamada "foco". En ese momento, aún se podría eliminar a la especie invasora. Sin embargo, a menudo no se actúa rápido. Esto puede deberse a trámites lentos, la necesidad de muchos recursos públicos o la falta de conciencia sobre el gran costo que tendrá la expansión de la especie. Muchas veces, las especies invasoras no dañan directamente los cultivos o bienes humanos, sino que afectan primero a las especies nativas, lo que significa una pérdida para la riqueza biológica del país. Así, la especie problemática se extiende y se vuelve muy difícil de controlar.

La mayoría de los problemas ambientales causados por los humanos pueden revertirse. Pero cuando una especie exótica se establece, eliminarla es casi imposible. Con mucho esfuerzo, a veces solo se logra reducir su población a niveles que permitan que el ecosistema funcione, pero no se logra su eliminación total.

Un desafío para controlar la fauna exótica es que muchos métodos de control son difíciles, lo que genera rechazo en grupos que defienden a los animales y en el público en general. Con el tiempo, la gente puede llegar a pensar que esas especies son parte del ecosistema local y ven su eliminación como una pérdida.

Archivo:MonkParakeetsSantaPonsa
Cuando se detectan especies introducidas, es importante actuar rápido. Por ejemplo, cuando se encontraron los primeros nidos de cotorras argentinas en Santiago, no se hizo lo necesario. Como resultado, la especie se multiplicó y se extendió por gran parte del centro y norte del país.

¿Qué organizaciones chilenas trabajan con especies introducidas?

En Chile, varias entidades trabajan para manejar el problema de las especies introducidas. Su objetivo es prevenir nuevas llegadas, detectar a tiempo las especies que podrían volverse invasoras y eliminarlas rápidamente. Una buena forma de prevenir es crear una lista de especies que podrían invadir los ecosistemas chilenos y prohibir su importación.

Cuando ya no es posible eliminar una especie, se busca frenar su expansión y reducir los daños que causa, evitando que llegue a otras zonas del país que aún están libres.

Los investigadores estudian cómo llegan estas especies, de dónde vienen, cómo se adaptan, cómo se relacionan con las especies nativas y prueban métodos para controlarlas.

  • El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) es la principal agencia chilena que se ocupa de las especies exóticas, excepto los peces. Controla la entrada de animales por puertos, aeropuertos y fronteras, aplicando leyes sobre su importación. También financia estudios para monitorear y controlar las especies invasoras ya establecidas.
  • El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) se encarga de las especies de peces introducidas. Desarrolla y aplica leyes relacionadas con la importación de peces exóticos.
  • La Corporación Nacional Forestal (CONAF) también se ocupa de especies exóticas que han llegado a las áreas protegidas que administra.

¿Por qué se introducen especies?

Hay muchas razones por las que Chile tiene un número importante de especies introducidas. En muchos casos, los animales fueron liberados a propósito, incluso por el gobierno o con su permiso. A menudo, el objetivo era aumentar las oportunidades para la caza deportiva, pensando que el país no tenía suficientes especies para ello. Por eso se liberaron animales grandes para la caza y muchos peces para la pesca deportiva. Al liberar estos peces, a veces se introdujeron otras especies que vivían con ellos.

Un número importante de especies se han establecido en el país debido a escapes de cautiverio. Esto incluye animales criados en granjas para su piel, en granjas de acuicultura o mascotas que se escapan de los hogares. A veces, las personas los liberan a propósito en la naturaleza.

En algunos casos, las liberaciones iniciales no ocurrieron en Chile, sino en un país vecino (Argentina). Las especies, al expandirse, cruzaron la frontera y continuaron su avance por Chile. También ocurre lo contrario: especies introducidas en Chile se extienden y cruzan a otros países.

Algunas especies llegaron a Chile por transporte accidental desde sus lugares de origen o desde países donde ya se habían establecido.

Finalmente, algunas especies fueron introducidas para controlar plagas, como mosquitos, al alimentarse de sus larvas.

¿Qué efectos tienen estas introducciones?

Aunque no hay mucha información sobre los efectos de estas introducciones en la vida silvestre nativa, se cree que el daño puede ser muy grave, especialmente para las especies que solo viven en Chile (endémicas).

Generalmente, la especie introducida ocupa el lugar de una o varias especies nativas, que son desplazadas porque la especie exótica es más eficiente. Por ejemplo, se cree que la competencia de ciervos grandes introducidos, como el ciervo rojo, podría ser una de las razones de la disminución del huemul, un ciervo nativo.

A veces, el aumento de nuevas especies, además de competir con las nativas, también aumenta la cantidad de depredadores de esas especies nativas. Esto les da más oportunidades de ser cazadas. Un ejemplo es lo que pasó con la introducción de la liebre y el conejo, que se convirtieron en alimento para depredadores locales como el puma y el zorro culpeo.

No todos los efectos son directos. Por ejemplo, la vegetación de arbustos es el hogar de muchos mamíferos pequeños nativos. El pastoreo de la cabra en esos arbustos afecta negativamente a esos mamíferos, cambiando su hábitat, la comida disponible y los lugares seguros. Esto disminuye la variedad y cantidad de estos animales.

Especies de vertebrados introducidos en Chile

Mamíferos introducidos

Hay muchas especies de mamíferos introducidas en Chile, especialmente en el centro-sur del país.

Archivo:Cervus elaphus Luc Viatour 3
El ciervo rojo se está expandiendo constantemente en Chile. Se espera que conquiste un gran territorio, especialmente hacia el sur.

El ciervo rojo (Cervus elaphus) llegó a Chile de dos maneras: por liberaciones en cotos de caza y por la expansión natural de poblaciones introducidas en la Patagonia argentina. Estos ciervos cruzan a Chile desde la década de 1940. La primera introducción en Chile fue en 1928 con ejemplares de Alemania. En 1964, muchos ciervos fueron liberados de cotos debido a cambios en la propiedad de la tierra, y se dispersaron por los bosques. Para 2010, la especie habitaba en bosques y praderas del sur de Chile.

El ciervo dama (Dama dama) fue liberado en la década de 1950 en la zona de Osorno para la caza. También escapó de cotos, y su presencia en la isla Grande de Chiloé es preocupante por las especies únicas de la isla.

El ciervo corzo (Capreolus capreolus), un pequeño ciervo de Eurasia, fue introducido en 1990 en un coto de caza en La Unión, Región de Los Ríos.

El ciervo axis (Axis axis), de Asia, fue introducido en Argentina para la caza. En Chile, su presencia es limitada a cotos de caza en las regiones del Maule y Aysén, con riesgo de escapes.

El muflón (Ovis orientalis musimon) fue liberado en la década de 1980 en Osorno para la caza.

El antílope negro de la India (Antilope cervicapra) fue liberado en 1920 para cotos de caza, pero no se ha extendido mucho en Chile.

El jabalí europeo (Sus scrofa scrofa) es el ancestro del cerdo doméstico. Los primeros jabalíes se liberaron en 1952 en el parque nacional Villarrica con ejemplares de Alemania. Otros llegaron desde la Patagonia argentina. El jabalí se encuentra en 1.350.000 hectáreas de bosques andinos en Chile. Se alimenta de plantas y animales, incluyendo lagartijas, anfibios en peligro y aves. También puede transmitir la triquinosis a los cerdos domésticos.

Archivo:Beaver dam in Tierra del Fuego
Uno de los vertebrados introducidos en Chile que más altera el ambiente original de la isla Grande de Tierra del Fuego es el castor americano. Destruye árboles e inunda grandes áreas con sus represas.

A mediados del siglo XX, el castor americano (Castor canadensis) fue liberado en la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego en 1946. La idea era crear un nuevo recurso económico. Los castores encontraron un lugar ideal sin depredadores y se multiplicaron rápidamente, cruzando la frontera y llegando a la parte chilena de la isla y otras islas.

Archivo:Rusakko
La liebre europea es el vertebrado no volador introducido más extendido en Chile, desde el límite con Perú hasta el sur continental.

La liebre europea (Lepus europaeus) llegó a Chile desde Europa a fines del siglo XIX. A principios del siglo XXI, ya había conquistado casi todo el territorio continental, excepto las zonas desérticas del norte.

Algunas especies que viven cerca de los humanos, como la laucha (Mus musculus), la rata negra (Rattus rattus) y el guarén (Rattus norvegicus), llegaron desde Europa escondidas en barcos. Son muy dañinas para la economía y pueden transmitir problemas de salud a las personas, además de atacar aves que anidan en el suelo.

La rata polinésica (Rattus exulans) fue transportada desde otras islas del Pacífico Sur y liberada en la isla de Pascua, siendo el único lugar en Chile donde se encuentra.

El visón americano (Neovison vison) es uno de los mamíferos exóticos más problemáticos en Chile. Los primeros fueron importados de Canadá en 1934 para criaderos de pieles. En la década de 1970, escaparon y encontraron un hábitat adecuado. Para el siglo XXI, su población chilena sumaba 500.000 ejemplares. Es un depredador peligroso de aves y mamíferos, especialmente los que viven cerca del agua.

Archivo:Coati roux Amiens 2
El coatí (Nasua nasua) es una de las especies más dañinas introducidas en el archipiélago chileno de Juan Fernández.

El coatí (Nasua nasua) es un carnívoro de América del Sur. En 1935, dos hembras preñadas de esta especie fueron liberadas en la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández, pensando que eliminarían las ratas introducidas. En lugar de eso, los coatíes se multiplicaron y se convirtieron en un problema, depredando nidos de aves marinas y afectando al picaflor de Juan Fernández, una especie única de la isla. También causan erosión al buscar invertebrados en el suelo.

Especies asilvestradas

En el altiplano, hay grupos de asnos (Equus africanus asinus) salvajes, que escaparon de la domesticación. Compiten por la poca comida con los camélidos silvestres.

El caballo (Equus ferus caballus), introducido en 1535, también formó poblaciones salvajes. Hoy, en la región andina austral, sus grupos salvajes dañan la regeneración del bosque nativo.

Históricamente, el ganado vacuno doméstico (Bos primigenius taurus) también escapaba y formaba poblaciones salvajes. A principios del siglo XXI, aún había rebaños en algunos bosques de las zonas montañosas de Aysén. Su presencia afecta al huemul al alterar la vegetación.

La cabra (Capra aegagrus hircus) es considerada uno de los herbívoros más destructivos. La cabra de Juan Fernández vive de forma salvaje en el archipiélago Juan Fernández. Esta raza se desarrolló de cabras liberadas por marinos hace siglos. En la isla Robinson Crusoe y la isla Alejandro Selkirk, hay miles de cabras salvajes que se alimentan de especies de plantas muy raras y únicas de las islas, causando un grave daño.

Los perros traídos por los conquistadores europeos formaron las primeras poblaciones salvajes. Hoy, los perros asilvestrados son descendientes de ejemplares europeos. Afectan a los mamíferos nativos, grandes y pequeños, al cazar en grupo. Los más afectados son los ciervos nativos, especialmente el huemul. También ahuyentan a las aves que anidan en las orillas de los ríos y pueden transmitir enfermedades a los zorros nativos.

El gato europeo doméstico (Felis silvestris catus) también forma poblaciones salvajes. Como en otras partes del mundo, caza aves y pequeños mamíferos. En el continente, su daño es limitado, pero en la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández, los gatos están cazando a los últimos ejemplares del picaflor de Juan Fernández, una especie única de la isla.

Archivo:Canna bunnies. - geograph.org.uk - 193329
El conejo es uno de los vertebrados terrestres introducidos que más alteraciones produce en Chile. Aunque se permite su caza, sus poblaciones siguen expandiéndose.

El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) fue introducido en 1880 desde Europa en el centro y sur de Chile. Es una especie muy dañina: destruye cultivos, compite con el ganado, come plantas jóvenes, daña la corteza de los árboles y erosiona las laderas con sus madrigueras. En la isla Grande de Tierra del Fuego, el problema fue tan grave que se combatió introduciendo una enfermedad específica (la mixomatosis), que redujo mucho sus números. En el archipiélago Juan Fernández, la falta de depredadores lo convirtió en una plaga terrible.

El reno (Rangifer tarandus) fue introducido en la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego, y algunos cruzaron a Chile. Sin embargo, esta población se extinguió en ambos lados de la frontera.

Aves introducidas

No hay muchas aves introducidas en Chile, y pocas cubren gran parte del territorio.

Dos especies urbanas llegaron de Europa hace mucho tiempo y se encuentran en casi todas las ciudades chilenas. La paloma (Columba livia) fue introducida en la época de la colonia para producir alimento. Hoy es abundante en ciudades y zonas agrícolas. La otra especie es el gorrión (Passer domesticus), liberado en 1904. Se ha extendido desde Arica hasta el archipiélago de Tierra del Fuego y las islas chilenas. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) la considera una especie dañina.

Archivo:Male and female pheasant
El faisán (Phasianus colchicus) es una de las especies de aves introducidas en Chile.
Archivo:Callipepla californica2 (edit1)
La codorniz (Callipepla californica) es una de las especies de aves introducidas en Chile.
Archivo:Molothrus bonariensis
El mirlo (Molothrus bonariensis) es uno de los pájaros exóticos que más daño puede hacer a las aves chilenas.

Hay algunos reportes de patos criollos (Cairina moschata) asilvestrados en la Región del Maule.

Algunas aves de adorno, abundantes en Argentina, fueron liberadas en el centro de Chile. Una de ellas, el mirlo (Molothrus bonariensis), es una seria amenaza para las aves nativas chilenas. Fue introducida antes de 1870. Es un parásito de cría, lo que significa que pone sus huevos en nidos de otras aves, y estas crían a los polluelos del mirlo en lugar de los suyos. Esto puede afectar el número de aves locales. Hoy se distribuye desde el límite con Perú hasta Chile Chico.

Otro pájaro de Argentina, el mirlo de pico corto (Molothrus rufoaxillaris), también vendido como ave de jaula, ha formado una población en los alrededores de San Fernando y Chimbarongo desde 2010.

Dos pájaros semilleros de Argentina, populares como aves de jaula, también se han asilvestrado en Chile. El cardenal (Paroaria coronata) ha formado poblaciones en el norte de Chile desde 1995. El chirigüe azafrán (Sicalis flaveola) comenzó a anidar en Pucón y Villarrica a finales de 2000. Este pájaro argentino ya ha colonizado desde Los Ángeles hasta Maullín.

Otra especie de ave exótica de origen argentino es la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), posiblemente escapada del cautiverio en 1972 en Santiago. A pesar de su detección, no se eliminó el foco inicial ni se detuvo su importación. La especie ya tiene poblaciones en áreas agrícolas y parques de ciudades desde Iquique hasta Puerto Montt. Es una amenaza para los cultivos y frutas chilenas.

Otro loro asilvestrado en Chile es el loro de cara roja (Psittacara erythrogenys), originario del noroeste de Perú, con una población estable en el valle de Azapa, en el extremo norte de Chile.

Los primeros faisanes (Phasianus colchicus) de Chile llegaron de Inglaterra en 1886 o 1887. Aunque algunos focos iniciales desaparecieron, otros se establecieron en 1914 con aves de Alemania en Valdivia y provincia de Cautín.

La codorniz (Callipepla californica) es una de las especies de aves exóticas mejor establecidas en Chile. Las primeras liberaciones exitosas ocurrieron antes de 1870 en la zona de Valparaíso. Para el siglo XXI, la especie es más abundante en Chile que en su lugar de origen. Se extiende desde el desierto de Atacama hasta Puerto Montt. Se cree que compite con la perdiz chilena (Nothoprocta perdicaria).

Aunque la garza boyera (Bubulcus ibis) se menciona como introducida en Chile en la década de 1970, es posible que su llegada a América del Sur desde África a principios del siglo XX se debiera a causas naturales, como tormentas que arrastraron bandadas.

Anfibios introducidos

Archivo:Xenopus laevis 02
La rana africana (Xenopus laevis) es una de las especies de anfibios introducidos en Chile.

La rana africana (Xenopus laevis) es un anfibio nocturno y acuático de África, exportado para pruebas de embarazo e investigación científica. Se cree que escapó en 1973 cerca del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez durante un evento político. Cuarenta años después, ya había conquistado desde el río Limarí hasta el norte de la Región del Maule. Los especialistas piden que se prohíba su venta como mascota para evitar que se extienda más. Es considerada una plaga por el Servicio Agrícola y Ganadero.

La rana toro (Lithobates catesbeianus) es una de las especies más invasoras y dañinas del mundo. Fue traída de Estados Unidos para criarla como alimento. Lamentablemente, escapó de las granjas chilenas a los ambientes acuáticos cercanos, donde se reprodujo y afectó a las comunidades locales, depredando especies nativas de anfibios.

El tritón crestado (Triturus cristatus), un anfibio de Europa, se reproducía en laboratorios de la Universidad de Chile en Santiago. Se cree que escaparon en 1970, pero esa población no logró sobrevivir.

Reptiles introducidos

La tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis) es originaria de regiones áridas de Argentina. Desde el siglo XVII hasta hoy, se han transportado grandes cantidades de estas tortugas a Chile (se venden como mascotas). Se han reportado muchos escapes o liberaciones, pero hay dudas de que logren formar una población invasora debido al clima frío de Chile.

La tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans), originaria del sureste de Estados Unidos, se vende mucho en Chile como mascota. Cuando crecen, las personas las liberan en ambientes acuáticos urbanos. Este es el origen de una población descubierta en la zona de El Toyo, cerca de Santiago.

Peces introducidos

En el caso de los peces, la situación es grave porque hay muchas especies exóticas (alrededor de 26) en comparación con las pocas especies nativas de agua dulce (unas 44).

Archivo:Australoheros facetus -breeding coloration- (2)
La chanchita (Australoheros facetus) es una de las pocas especies de peces ornamentales exóticos que han formado poblaciones en Chile.

La principal razón para introducir estas especies en las aguas dulces chilenas fue la pesca deportiva y la acuicultura (cría de peces). Muy pocas liberaciones se relacionaron con peces de acuario o para el control biológico de insectos.

La chanchita (Australoheros facetus), un pez ornamental de agua fría de Argentina, fue liberada en la zona central en la década de 1940. Se ha reportado que su dieta incluye camarones de río del norte. El pez dorado (Carassius auratus) fue liberado en 1856 y se encuentra en ambientes acuáticos de ciudades como Santiago y Concepción. La madrecita (Cnesterodon decemmaculatus), también de Argentina, fue introducida en Valparaíso.

Una especie emparentada, pero de Estados Unidos, es la gambusia (Gambusia holbrooki). Fue introducida en Chile para combatir mosquitos (portadores de malaria). Se distribuye desde el río Loa hasta el río Valdivia. Otra especie liberada para control biológico es el soigo (Ctenopharyngodon idella), de China y Siberia, liberada en la laguna Grande y la laguna de Aculeo.

Para fomentar la pesca deportiva, se importaron especies importantes de todo el mundo. El pejerrey argentino (Odontesthes bonariensis) llegó en 1960 y se liberó en el lago Peñuelas. Logró invadir cuencas en las regiones de Valparaíso y Bernardo O'Higgins. En el mismo año, llegaron accidentalmente mojarritas argentinas (Cheirodon interruptus) mezcladas con el pejerrey.

Muchas especies escaparon de granjas acuícolas, como el pez gato de Estados Unidos (Ameiurus nebulosus), que vive en el río Mapocho. El esturión blanco (Acipenser transmontanus) se encuentra en la boca del río Maipo. La carpa asiática (Cyprinus carpio) fue la primera en ser introducida en 1874; se encuentra desde La Serena hasta Puerto Montt.

La llegada de salmónidos a Chile

Los salmónidos llegaron a Chile en 1903, como parte de un programa del gobierno chileno para liberar 6 especies en las aguas dulces del país: las truchas de arroyo (Salvelinus fontinalis), café (Salmo trutta) y arcoíris (Oncorhynchus mykiss), y los salmones coho (Oncorhynchus kisutch), chinook (Oncorhynchus tshawytscha) y del Atlántico (Salmo salar).

Los primeros 400.000 huevos fertilizados llegaron de Hamburgo (Alemania) en barco a Buenos Aires, y de allí fueron llevados a la frontera chilena. En Chile, se incubaron en la primera planta de incubación del país, en el río Blanco. Finalmente, fueron liberados en varios ríos, desde el río Aconcagua hasta el río Toltén. Con el tiempo, otras introducciones hicieron que los salmónidos se extendieran por todo el país.

Chile se ha convertido en el segundo exportador mundial de carne de salmónidos. Esta industria se basa en la cría de estos peces exóticos, que también son especies invasoras peligrosas. Esto crea un problema complejo: las mismas especies que son una fuente importante de dinero para el país, deberían ser eliminadas según acuerdos internacionales. Esto es casi imposible, a pesar de que sus efectos negativos en los ecosistemas de Chile son claros, causando la extinción de muchas especies de peces chilenos debido a la gran voracidad de los salmónidos.

En algunas cuencas, los investigadores no han podido encontrar ninguna especie nativa, ya que las especies exóticas han ocupado todos los espacios.

Los salmónidos no solo afectan las cuencas del sur, sino también los lagos del altiplano. En el ambiente altoandino, la trucha arcoíris caza pequeños peces del género Orestias, lo que pone a estas especies, que solo viven en Chile, en grave peligro de extinción.

Véase también

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Vertebrados introducidos en Chile para Niños. Enciclopedia Kiddle.