Permacultura para niños
La permacultura es un sistema de principios de diseño agrícola, económico, político y social basado en los patrones y las características del ecosistema natural. Es holística ya que posee multitud de ramas entre las que se incluyen el diseño ecológico, la ingeniería ecológica, diseño ambiental, la construcción y la gestión integrada de los recursos hídricos, que desarrolla la arquitectura sostenible y los sistemas agrícolas autorregulados inspirados en los ecosistemas naturales. Desde sus inicios a finales de los años 1970, la permacultura se ha definido como una respuesta positiva a la crisis ambiental y social que estamos viviendo.
Contenido
Etimología
El término "permacultura" (como un método sistemático) fue acuñado por primera vez por los australianos Bill Mollison y David Holmgren en 1978.
Varias décadas antes, en 1910, el agrónono estadounidense Cyril Hopkins utiliza por primera vez el término "permanent agriculture" o "agricultura permanente" para definir una forma particular de agricultura que podría mantenerse de manera infinita gracias a que no agota la fertilidad de los suelos.
La palabra permacultura (del inglés permaculture) es una contracción que proviene de las palabras anglosajonas permanent & culture que originalmente se refería a la ‘agricultura permanente’, pero se amplió para significar también cultura permanente, debido a que se ha visto que los aspectos sociales son parte integral de un sistema verdaderamente sostenible, inspirado en la filosofía de la Agricultura Natural de Masanobu Fukuka.
En palabras de Bill Mollison:
La permacultura es la filosofía de trabajar con, y no en contra de la naturaleza; de observación prolongada y reflexiva, en lugar de labores prolongadas e inconscientes; de entender a las plantas y los animales en todas sus funciones, en lugar de tratar a las áreas como sistemas mono-productivos.
Concepto
Un hábitat diseñado según los principios de la permacultura se entiende como un sistema, en el cual se combinan la vida de los seres humanos de una manera respetuosa y beneficiosa con la de los animales y las plantas, para proveer las necesidades de todos de una forma adecuada.
En el diseño de estos sistemas se aplican ideas y conceptos integradores de la teoría de sistemas, biocibernética y ecología profunda. La atención no solo se dirige hacia los componentes individuales (elementos), sino hacia las relaciones entre estos elementos y su uso óptimo para la creación de sistemas productivos.
Planificación, implementación y mantenimiento componen el proceso de diseño permacultural, el cual se enfoca tanto en una optimización sucesiva del sistema para las necesidades de ahora, como también en una futura productividad, abierta para ser desarrollada y refinada por las generaciones que vienen. El proceso de diseño tiene como objetivo una integración óptima de las necesidades ecológicas, económicas y sociales del sistema, de modo que a largo plazo se pueda autorregular y mantener en un equilibrio dinámico mediante interferencias mínimas. El modelo para esto son los procesos de autorregulación que podemos observar diariamente en sistemas ecológicos como por ejemplo en los bosques, lagos o los océanos. El pensamiento sistémico y una acción motivada por esto buscan superar de una manera consciente el procedimiento lineal-causal todavía predominante, cuyas consecuencias destructivas están hoy más y más a la vista de todos.
Como estamos viviendo en sistemas y estamos rodeados por ellos, el pensamiento y la acción lineal-causal no pueden solucionar nuestros problemas, solamente trasladarlos en el tiempo y espacio. De esta forma nos lleva a la conclusión equivocada de ver la influencia que más nos “estorba” en este momento como la causa única de nuestros problemas. Además, por su tendencia de implementar solamente correcciones sintomáticas, produce constantemente nuevos problemas muchas veces mayores a las anteriores.
El concepto libre de ideologías de la permacultura se abre tanto a los nuevos conocimientos y tecnologías como a los conocimientos “antiguos”, milenarias, de todas las culturas y apoya su fusión creativa en innovadoras estrategias de diseño.
Historia
En 1929, Joseph Russell Smith tomó un término anteriormente conocido como subtítulo para su obra: Tree Crops: A Permanent Agriculture. Traducido al español como Cultivo de árboles: una agricultura permanente, el libro resume la larga experiencia de su autor, experimentando tanto con frutas y frutos secos, como con cultivos para la alimentación humana y animal.
Smith vio el mundo como un todo interrelacionado y sugirió sistemas mixtos de árboles y cultivos debajo de ellos. Este libro inspiró a muchos individuos decididos a lograr una agricultura más sostenible, tales como Toyohiko Kagawa quien fue pionero en el cultivo de los bosques en Japón en la década de 1930.
La definición de agricultura permanente, como la que se puede sostener indefinidamente, fue apoyada por P. A. Yeomans, australiano, en su libro Water for Every Farm (traducido como Agua para todas las granjas. Yeomans introdujo un enfoque basado en la observación del uso de la tierra en Australia en la década de 1940, y el diseño Keyline como una forma de gestionar el suministro y distribución de agua en la década de 1950.
Trabajos de Stewart Brand fueron una influencia temprana señaló Holmgren. Otras influencias tempranas incluyen a Ruth Stout y Esther Deans, pioneras en la jardinería sin excavación y Masanobu Fukuoka que, a finales de 1930 en Japón, comenzó a abogar por huertos de siembra directa (labranza cero), y jardines y agricultura natural.
Mollison y Holmgren
A mediados de la década de los años 1970 dos ecologistas de Australia, el doctor Bill Mollison y David Holmgren, comenzaron a desarrollar una serie de ideas que tenían la esperanza de poder utilizar para la creación de sistemas agrícolas estables. Lo hicieron como respuesta a lo que consideraban como el rápido crecimiento en el uso de métodos agroindustriales destructivos tras la Segunda Guerra Mundial, que de acuerdo a su criterio estaban envenenando la tierra y el agua, reduciendo drásticamente la biodiversidad, y destruyendo billones de toneladas de suelo que anteriormente mantenía paisajes fértiles. Una aproximación denominada 'permacultura' fue el resultado y se dio a conocer con la publicación del libro Permaculture One en 1978. El libro tuvo un éxito inmediato en Australia, provocando mucho debate. La aparición de una revista (The International Permaculture Magazine), una miniserie televisiva con Bill Mollison como protagonista, y varias decenas de cursos que este dictó a finales de los 70 y principios de los 80 contribuyeron a internacionalizar la permacultura y a forjar su imagen de herramienta práctica para la construcción de hábitats sostenibles.
Tras la publicación de Permaculture One, Mollison y Holmgren refinaron y desarrollaron sus ideas, con ambos originadores diseñando cientos de 'terrenos de permacultura' y escribiendo varios libros. Mollison dio clases en más de 80 países y el Curso de Diseño de dos semanas de duración, se enseñó a muchos cientos de estudiantes. A comienzos de la década de 1980, el concepto avanzó desde ser predominantemente un diseño de sistemas agrícolas a ser un proceso de diseño más plenamente holístico para crear hábitats humanos sostenibles. A mediados de la década de 1980, multitud de estudiantes se habían convertido en exitosos prácticos, comenzado a enseñar el método; en un corto periodo de tiempo se establecieron grupos de permacultura, proyectos, asociaciones e institutos en más de 100 países.
En el transcurso de sus viajes por Asia, África y América Latina, Mollison encontró y contribuyó a popularizar conceptos y prácticas ancestrales que habían contribuido a la sostenibilidad de las antiguas culturas agrícolas y cazadoras. Muchos de estos conceptos fueron explicados y revalorizados, y pasaron a formar parte del aspecto técnico de la permacultura. Muy pronto se hizo evidente que los conceptos de diseño que manejaba la permacultura podían ser aplicados no solamente a la producción agropecuaria y forestal, sino a muchos aspectos de la vida humana, como la construcción, la educación, la economía y la organización social en general, abarcando todos los temas esenciales en el diseño de sistemas sostenibles de forma integrada.
La permacultura está en la actualidad bien establecida a lo largo y ancho del mundo, existiendo muchos ejemplos de su uso. Zimbabue tiene 60 escuelas diseñadas utilizando la permacultura, con un equipo nacional trabajando en la unidad de desarrollo de currículos escolares. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha elaborado un informe sobre el uso de la permacultura en situaciones de refugio, tras su exitoso uso en los campos de Sudáfrica y Macedonia. En Costa Rica, un grupo de permaculturistas hace talleres y huertas urbanas en acuerdo con permacultura.
Diseño
Los doce principios
A partir de los principios éticos, Holmgren definió 12 principios de diseño de la permacultura. Enfocados bajo la teoría de sistemas, sirven como guías generales para orientarnos dentro de la enorme complejidad natural y social a la hora de desarrollar un sistema sostenible:
- Observar e interactuar. Tomando el tiempo necesario para involucrarnos con la naturaleza, podemos diseñar soluciones que se ajusten a nuestra situación particular. La naturaleza es un gran sistema complejo de interrelaciones del que podemos aprender para crear sistemas integrados en ella que nos beneficien.
- Captar y almacenar energía. La riqueza actual en el mundo es estacional y se basa en el uso y derroche energético de fuentes no renovables que acabarán por agotarse y en la degradación del entorno. Es por tanto necesario idear modos inteligentes y sustentables para la generación y almacenamiento de recursos que permita el desarrollo de generaciones futuras. Como recursos se consideran tanto las fuentes de energía renovables como el agua, el suelo fértil o la biodiversidad.
- Obtener un rendimiento. Los sistemas que diseñemos deben producir frutos que garanticen la supervivencia de la comunidad aunque sin hipotecar el futuro. La productividad debe ser medida en términos de producto real a partir del esfuerzo invertido.
- Aplicar la autorregulación y aceptar la retroalimentación. Comprendiendo cómo funcionan las retroalimentaciones en la naturaleza, tanto negativas como positivas, podremos diseñar sistemas que sean autorregulados, reduciendo el esfuerzo necesario para su gestión y manejo correctivo.
- Usar y valorar los servicios y recursos naturales. Hacer el mejor uso posible de la abundancia natural para reducir nuestro comportamiento consumista y nuestra dependencia hacia los recursos no renovables.
- Deja de producir residuos. Encontrando un valor a cada recurso disponible y utilizándolos todos para integrarlos adecuadamente dentro de los ciclos naturales, el concepto de residuo deja de tener sentido.
- Diseñar desde los patrones hacia los detalles. Observando la naturaleza y la sociedad desde una perspectiva más amplia, se pueden detectar patrones o motivos generales que pueden utilizarse luego como columna vertebral de nuestros diseños, para luego implementarlos en los detalles.
- Integrar más que segregar'. Las conexiones entre los elementos son más importantes que los elementos mismos. En la naturaleza encontramos relaciones de muchos tipos entre las especies, tales como la depredación, el parasitismo o la simbiosis. Disponiendo los elementos adecuados en sus lugares adecuados, se desarrollan relaciones de cooperación entre los elementos que mejoran y fortalecen el conjunto. Hay que tener en cuenta que cada elemento efectúa diversas funciones y que cada función importante es soportada por varios elementos.
- Usar soluciones lentas y pequeñas. Los sistemas lentos y pequeños son más fáciles de mantener que los grandes y rápidos, ya que hacen un mejor uso de los recursos locales y producen resultados duraderos.
- Usar y valorar la diversidad. La diversidad reduce la vulnerabilidad a las posibles amenazas y saca partido al entorno único en el que reside.
- Usar los bordes y valorar lo marginal. En los bordes es donde se encuentra el mayor dinamismo y riqueza dentro de la naturaleza. Las interfases entre tierra, agua y aire permiten intercambios constantes que facilitan la creación de condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida.
- Usar y responder creativamente al cambio. Se puede obtener un impacto positivo sobre los cambios inevitables o sobre una visión de futuro observando con atención e interviniendo en el momento oportuno.
Zonas
Las zonas son una forma de organizar de forma inteligente el entorno humano conforme a la frecuencia de sus necesidades o cuidado de sus plantas y animales. Las zonas más frecuentadas a lo largo del día se deben emplazar en las zonas cercanas al hogar, es decir, en las zonas 1 y 2. Las que son visitadas algo menos frecuentemente en las zonas 3 a la 5.
- La casa u hogar en el centro. Este es el punto de partida para que las personas que habitan este lugar ahorren esfuerzos para alcanzar el resto de zonas, del mismo modo cubrir sus necesidades de agua y aprovechando los recursos naturales como la luz solar. Así se intenta crear un modelo sostenible donde se pueda vivir y trabajar. Esta zona es una designación informal, ya que Bill Mollison no la define en ninguno de sus libros.
- Es la zona más cercana a la casa. Los elementos que se quieran establecer en esta zona deben ser los que más frecuencia se necesita visitar como los huertos donde haya plantas que se vayan a utilizar a diario como perejil, lechugas, fresas, etc. También se puede ubicar una zona de desechos orgánicos como una compostera.
- Esta área es usada para ubicar las plantas perennes que requieren un mantenimiento algo menos frecuente que en la zona 1. Una visita ocasional para controlar la maleza o podar. Puede ubicarse aquí árboles frutales, calabazas, patatas, etc. También es un lugar ideal para poner panales o composteras de gran tamaño.
- El área donde se deben crear los cultivos principales como negocio. Tras el establecimiento de esta zona requiere un mínimo de mantenimiento como riego y control de maleza gracias al mulch, que es una cobertura que puede estar compuesta de paja, restos vegetales o cortezas de pino para proteger al suelo del sol y evitar que se evapore la humedad fácilmente. El mulch hará que solo necesites visitar esta zona una o dos veces por semana.
- Esta zona deber ser un área semi-salvaje de bosques. Está destinada para proveerse de forraje, recolectar comida salvaje (como setas) y leña.
- En la zona 5 debe ser una zona totalmente salvaje sin intervención humana alguna salvo la observación de la naturaleza y sus ciclos. Esta zona ayudará a preservar bacterias, hongos e insectos que ayudarán a las zonas anteriormente mencionadas.
Capas
Las capas son una de las herramientas que se utilizan para diseñar ecosistemas funcionales que son sostenibles y de beneficio directo para los humanos. Un ecosistema maduro tiene un gran número de relaciones entre sus partes componentes: árboles, sotobosque, la cobertura del suelo, el suelo, los hongos, insectos y animales. Debido a que las plantas crecen a diferentes alturas, una comunidad de formas de vida diversas es capaz de crecer en un espacio relativamente pequeño, ya que cada capa se apila una encima de otra. En general, existen siete capas reconocidos en un bosque de alimentos, aunque algunos practicantes de permacultura también incluyen hongos como octava capa.
- Dosel arbóreo: los árboles más altos del sistema. Los árboles grandes dominan pero por lo general no saturan la zona, es decir, existen parches libres de árboles.
- Capa de sotobosque: árboles que crecen en los claros bajo el dosel.
- Capa de Arbustos: capa diversa de plantas perennes leñosas de altura limitada. Incluye la mayoría de los arbustos de bayas.
- Capa herbácea: las plantas en esta capa se secan y vuelven a la tierra cada invierno. No producen tallos leñosos como la Capa de arbustos. Muchas hierbas culinarias y medicinales se encuentran en esta capa. Una gran variedad de plantas beneficiosos entran en esta capa. Las plantas pueden ser anuales, bienales o perennes.
- Superficie del suelo: existe cierta superposición con la capa herbácea y de la capa de cubierta del suelo; sin embargo las plantas en esta capa crecen mucho más cerca del suelo, crecer densamente para llenar suelo sin vegetación, y con frecuencia puede tolerar algo de tráfico pie. Los cultivos de cobertura conservan los suelos y disminuyen la erosión, junto con los abonos verdes que aportan nutrientes y materia orgánica al suelo, especialmente nitrógeno.
- Rizosfera: capas de raíz en el suelo. Los principales componentes de esta capa son el suelo y los organismos que viven en él, como raíces de las plantas (incluyendo tubérculos como la papa y otros tubérculos comestibles), hongos, insectos, nematodos, gusanos, etc.
- Capa vertical: las plantas escaladoras o enredaderas, como el frijol ayocote y las judías trepadoras, se encuentran en esta capa.
Efecto de borde
El efecto de borde es cuando dos sistemas muy diferentes se encuentran y se crea un área de intensa productividad y conexiones útiles. Un ejemplo de esto es la costa; donde la tierra y el mar se encuentran hay una zona especialmente abundante para las necesidades humanas y animales. Así que esta idea se desarrolla en diseños permaculturales como en las espirales de hierbas aromáticas o la creación de estanques que tienen costas ondulantes en lugar de un simple círculo o un óvalo (aumentando así la cantidad de borde para un área dada).
Efecto de borde | |||||||||
|
Sin embargo, se han documentado casos en los que a veces el efecto de borde cuando se produce un cambio abrupto —de bosque a pradera por ejemplo— puede conlleva un mayor reemplazo de especies, además de una variación del microclima un tanto brusca. Se ha observado que hay mayor conservación cuando el cambio es menos abrupto, por ejemplo cuando un bosque linda con un monte bajo.
Gremios
Hay muchas formas de gremios o asociaciones, incluyendo gremios de plantas con funciones similares (que podrían intercambiarse dentro de un ecosistema), pero la percepción más común es la de un gremio de apoyo mutuo provocando una simbiosis. Un gremio tal es un grupo de especies en las que cada uno proporciona un conjunto único de funciones diversas que se ayudan unas a otras de forma simbiótica. Gremios de apoyo mutuos son grupos de plantas, animales, insectos, etc., que funcionan bien estando juntos. Algunas plantas pueden ser cultivadas para la producción de alimentos, algunos tienen raíces primarias que extraen nutrientes desde las profundidades de la tierra, algunas son fijadoras de nitrógeno, algunas atraen insectos benéficos, y otras repelen insectos dañinos.
Cuando este grupo de elementos se agrupan y se benefician mutuamente unas de otras, se dice que estas plantas forman un gremio.
Biodiversidad frente a monocultivo
Los monocultivos son sistemas artificiales creados por el ser humano para que encajara con el modelo de especialización social, creando así grandes terrenos de monocultivo que se ha demostrado que no es lo ideal, ya que no encajan con el ecosistema ni se adaptan a él. Una plaga o enfermedad de una determinada especie hace al monocultivo poro resiliente, ya que no tiene cerca plantas que sea asocien o hagan gremio con ellas con el fin de protegerse, como fue el caso de la plaga de la filoxera que arrasaron monocultivos de vid por toda Europa.
Manejo del suelo
Para que un sistema pueda autorregularse y lograr la estabilidad necesita que el suelo esté "vivo", es decir que contenga el máximo de microorganismos e insectos beneficiosos como lombrices que permitan airear el suelo, además de hongos que creen micorriza que es la que ayuda en definitiva al buen desarrollo de las plantas. Para lograr un suelo sano este tiene que estar protegido tanto del sol como de la lluvia, ya que si el suelo está desnudo la radicación solar como el golpe de las gotas de lluvia arrasan con los microorganismo y hongos que viven en el suelo. El bosque, el monte bajo y otros entornos naturales logran proteger el suelo de forma natural con las hojas caídas de árboles y matorrales. El ser humano logra imitar esto usando algún tipo de acolchado (mulch) que variará según el clima. Por ejemplo en zonas con una primavera y un verano bastante cálido como el mediterráneo o mediterráneo continental conviene usar paja. En un clima algo más frío la paja u otro tipo de acolchado similar provocará un exceso de humedad, por lo que es recomendable usar compost en su lugar.
Otra forma de proteger el suelo es mediante una cobertura vegetal. Estas coberturas requieren un segado periódico que produce restos que al acumularse sirven de acolchado.
Tipos de acolchado | |||||||||
|
Algo importante a tener en cuenta es el aporte de materia orgánica. En un suelo desnudo y que carezca de vida los nutrientes y materia orgánica de poco sirven, ya que cuando llueve estos se van a las partes más profundas del suelo perdiéndose. En cambio en un suelo vivo los microorganismos se comen estos nutrientes y van soltándolos lentamente a través de su respiración o cuando mueren. De este modo la materia orgánica les sirve a estos de alimento para seguir manteniendo un buen equilibrio en el suelo y las plantas consiguen que sus nutrientes no desaparezcan y disponer de ellos cuando lo necesitan.
Otro aspecto a tener en cuenta es la estructura del suelo. Este puede ser más arcilloso, limoso o arenoso y en cuanto a su ph puede ser un suelo ácido, neutro o alcalino. Del mismo modo que hay que tener también en cuenta el clima, es importante saber el tipo de suelo que se tiene para saber si el suelo podrá ser fértil o simplemente cultivable. En el caso de que el suelo no sea muy apto para el cultivo se puede corregir aportando grandes cantidades de materia orgánica y acolchando el suelo. En ocasiones si el ph no es neutral y difícil de corregir quizá es recomendable adaptarse al terreno y plantar especies acidófilas o alcalófilas según sea el caso.
Otro aspecto fundamental en un suelo sano es la micorriza. Esta es la conexión que erigen los hongos para crear una simbiosis con las raíces de las plantas, arbustos y árboles. El hongo proporciona agua, minerales y nutrientes al vegetal de sitios inaccesibles para este. El hongo a cambio consigue hidratos de carbono y vitaminas que de otro modo no podría conseguir. Además logra que las especies de vegetales se comuniquen entre sí intercambiándose información y nutrientes. Un suelo desprotegido limita o directamente mata a un hongo micorrícico.
Uso de animales
El manejo de animales en permacultura es clave para el mantenimiento de un sistema sostenible. Las lombrices de tierra y escarabajos que producen una aireación natural del suelo, mariposas y abejas que polinizan, gallinas, conejos, ovejas, cabras, cerdos y vacas que con sus desechos ayudan a abonar la tierra, además de removerla un poco con sus garras y pezuñas (bioturbación) favoreciendo la vida microbiana en el suelo siempre que no se produzca un sobrepastoreo de la misma. Precisamente para evitar este sobrepastoreo la permacultura contempla el uso de gallineros móviles o un sistema de rotación por zonas en el caso de animales de mayor tamaño.
La actividad de estos produce también otros muchos efectos beneficiosos como un buen reciclaje de nutrientes, siempre que estos estén bien alimentados con productos orgánicos, buen drenaje del suelo, desbroce y limitación de las hierbas adventicias, la consumición de frutos caídos propagando sus semillas, limitación de plagas, etc.
Algunas especies de peces también contribuyen al buen funcionamiento de un estanque o sistema de permacultura marina.
Energía
La permacultura aboga por la mayor conservación de energía posible que entra a un sistema, ya sea en forma de sol, agua o viento, entre otros. Un sistema tiene que producir más de lo que gasta para que este sea sostenible, por tanto se hace indispensable el buen posicionamiento de determinados árboles y plantas para que el sol penetre en invierno en los sitios deseados o que aporten sombra en verano en esos mismos lugares, de este modo una casa podría estar frente a un árbol de hoja caduca orientada al sol del mediodía (al sur en el hemisferio norte y al norte en el hemisferio sur) y recibir todo el sol necesario en invierno al no tener el árbol hojas y en verano estar protegida de este gracias a todo el follaje que tiene el árbol. Otra buena forma de aprovechar el sol es colocando en los tejados paneles de energía solar y almacenar esa energía en baterías.
Para aprovechar el viento también pueden colocarse pequeños molinos domésticos para poder aprovechar esa energía y para protegerse de él colocar "cortavientos" que son líneas de árboles de hoja perenne (como cipreses) en lugares de dónde provenga el viento más frío e intenso.
Para el agua también se puede diseñar zanjas o líneas de nivel (keylines) para que el propio terreno la absorba y no se desaproveche. De este modo el agua acumulada en el subsuelo puede ser aprovechada por los árboles en periodos más secos. Para evitar la salida de agua del sistema se pueden diseñar la colocación de pequeños montículos sobre los que también se puede cultivar llamados Hügel (colina en alemán) en aquellos lugares dónde se escapa el agua. El agua que cae sobre la casa o cualquier otro edificio también se puede almacenar en depósitos mediante un sistema de canalones que eviten que se eche a perder. Después de haber sido usada y contaminada en casa, esta puede ser purificada de nuevo y reutilizada para regar la huerta o para una piscina natural.
Arquitectura
El diseño permacultural también atañe a la vivienda misma y a edificios auxiliares dentro de una explotación. Es recomendable que la propia vivienda esté dentro del sistema que un permacultor gestione para poder aprovechar el sistema de zonas (de la zona 1 a la 5). Por tanto, la casa pasa a ser la zona cero desde donde se parte hacia las distintas áreas con el fin de ahorrar energía a los mismos propietarios. Para ello en la zona 1 van a estar las áreas o cosas que más necesiten visitarse a lo largo del día como la compostera para tirar los residuos o la espiral de aromáticas para usar esas hierbas en la cocina.
En cuanto a la orientación esta debe ser siempre hacia donde esté posicionado el sol a mediodía (al sur en el hemisferio norte y orientada al norte en el hemisferio sur). Por tanto es importante protegerse del sol y del viento colocando árboles de hoja caduca frente a la casa y cortavientos en las zonas donde más frío y agresivo sea el viento, normalmente la zona norte o noroeste en el hemisferio norte.
Los materiales también se contemplan. Es importante, aunque no obligatorio, construir una vivienda con materiales de bajo impacto ecológico y al ser posible que se encuentren a mano. Piedras del lugar, superadobe o cob hecho con tierra y materia orgánica, madera de un bosque cercano, etcétera. De este modo la casa será una bioconstrucción y será construida de la forma más ecológica posible. Aunque muchos permacultores optan por adquirir una casa pequeña prefabricada (tiny house) o incluso por remodelar un viejo contenedor de transporte marítimo.
Elementos comunes en una bioconstrucción | |||||||||
|
Permacultura en la ciudad
El movimiento de Comunidad de transición fue iniciado por el permacultor Rob Hopkins, primero en 2005 en Irlanda, con estudiantes de un instituto de formación profesional en Kinsale. Un año después la idea fue ampliada en su ciudad natal: la ciudad inglesa de Totnes. Tiene como objetivo crear comunidades resilientes que puedan alcanzar la independencia energética ante disintas amenazas como el fin del petróleo, el cambio climático y una crisis económica mundial. El movimiento no solo tiene que ver con la permacultura en sí, sino con la agroecología y el decrecimiento económico también. Esto conlleva también a dar a conocer e impulsar la permacultura en los ámbitos urbanos, ya que en las ciudades se concentra la mayoría de la población.
Aunque para que un permacultor pueda llevar su actividad de forma plena debe de vivir en el campo dentro de su sistema o en su defecto en una aldea o pueblo a pocos minutos de su huerto, también existen permacultores urbanos que deciden crear su propio alimento en la ciudad gestionando un huerto urbano. Este puede ubicarse en alguna parcela que otorga la administración local para que los vecinos de un barrio planten sus propias hortalizas o incluso en lo alto de las azoteas de algunos edificios.
Economía
La permacultura se presenta también como una alternativa tanto social y económica a la vida convencional. Prima la cooperación frente a la competencia y para ello en cada zona geográfica puede resultar muy útil establecer una Red de Apoyo Mutuo (RAM) para que los permacultores de una zona concreta puedan ayudarse entre sí en caso de que falle un cultivo, echar una mano, hacer una consulta, etc.
En lo que atañe al producto, se trata de producir lo que consumimos (autosuficiencia) o en su defecto estar en contacto directo con los productores y agricultores a los que se les compra alimentos, en lugar de ir al supermercado y comprar alimentos que uno no sabe cómo se han elaborado ni cultivado. Para ello han surgido iniciativas que sirven para este propósito como los SIL (Sistema de Intercambio Local) dónde se usan créditos locales como forma de intercambio y que no solo se intercambian alimentos sino también bienes y servicios.
La permacultura se opone al modelo de producción lineal y extractor en el que nos encontramos en la actualidad y propone como alternativa un tipo de economía circular dónde se prescinda del plástico lo máximo posible y que los productos sean de la zona más cercana posible para evitar contaminación. El transporte de mercancías de alimentos desde otros países genera una huella de carbono que hace insostenible el modelo de producción lineal y los restos de comida acaban en la basura. Los permacultores compostan y aprovechan cada resto de comida para convertirlo en compost que luego usan en sus cultivos como abono cerrando así el circulo.
Esta alternativa económica no se opone al enriquecimiento. Un permacultor puede enriquecerse pero tiene que respetar las éticas de la permacultura y no tomar más de lo necesario antes de reinvertir los beneficios. Además el ahorro es un aspecto importante, ya que de igual modo que para que un sistema sea sostenible debe producir más energía que la que se gasta, se tiene que producir más dinero del que se invierte para que también sea sostenible económicamente.
Educación
En muchos países existen escuelas o institutos que imparten lo que se conoce como CDP (Curso de Diseño de Permacultura) que es un curso de unas 72 horas lectivas que pueden ser impartidas en unas pocas semanas o hasta en dos meses según la asociación o entidad que lo gestione. Esto se puede ampliar con un Curso de Diseño Aplicado de Permacultura que algunas entidades lo pueden extender a dos años. Ambos acreditan con un certificado a su término.
Sin embargo aún no es una formación reconocida por las administraciones nacionales de ningún país, aunque a veces se imparten cursos y conferencias sobre permacultura en muchas universidades del mundo. En algunas de ellas ofertan un curso extendido de permacultura similar al Curso de Diseño Aplicado de Permacultura en dos universidades de Viena: la Universidad del Cultivo del Suelo de Viena (BOKU) y la Escuela Superior de Pedagogía Agraria y del Medio Ambiente. En Estados Unidos algunas universidades imparten tanto el CDP (PDC en inglés) de diez semanas y un curso más extendido llamado PDC pro Course de veinte semanas. Estos cursos se imparten en la Universidad Estatal de Oregón, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Cornell University y la University of Massachusetts, Amherst.
En Alemania la Universidad de Gotinga un proyecto de permacultura llamado PermaKulturRaum es llevado a cabo por estudiantes desde 2011 y tiene como objetivo reducir la huella de carbono. Está previsto que el proyecto esté activo durante 20 años.
Principios éticos
Los tres principios básicos de la permacultura
David Holmgren ideó una ética de la permacultura basada en tres principios éticos fundamentales:.
Ética | Descripción | |
---|---|---|
Ética 1 | Cuidado de la tierra: conservación del suelo, los bosques y el agua | Provisión para todos los sistemas de vida para que continúe y se multiplique. Este es el primer principio, porque sin una tierra sana, los seres humanos no pueden prosperar. |
Ética 2 | Cuidado de las personas: ocuparse de sí mismo, de los familiares, parientes y de la comunidad. | Provisión para las personas para acceder a los recursos necesarios para su existencia. |
Ética 3 | Repartición justa: redistribución de los excedentes (límites al consumo y a la reproducción). | Reinvertir los excedentes de nuevo en el sistema para proporcionarlos a las dos primeros éticas. Esto incluye devolver los residuos al sistema para reciclar útilmente. La tercera ética se refiere a la Compartición justa reflejando que cada uno no debe tomar más de lo que necesita antes reinvertir el superávit. |
Cuidar de la tierra
Este componente ecológico tiene como objetivo el uso y manejo cuidadoso y responsable de las bases naturales de la vida (recursos). Estos se entienden como un regalo de la tierra para todos los seres vivos. Nuestro planeta es un conjunto de sistemas complejos, interdependientes, en proceso de evolución y fuera de nuestro entendimiento completo. Todas las especies, todos los procesos, todos los elementos tienen un valor en sí mismo, más allá de su valor económico o funcional para el hombre.
Para poder hacer sostenible un diseño permacultural, se tienen que integrar con una perspectiva a largo plazo los ciclos naturales de materiales y los flujos energéticos dentro de los sistemas fundamentales que sostienen la vida. “La gente a menudo asocia el cuidado de la Tierra con algún tipo de gerencia planetaria, como un reflejo del concepto de la Tierra como nave espacial popularizado inicialmente a fines de los 60 y principios de los 70. Estas ideas han sido poderosas en la forja de un entendimiento de la crisis global ambiental y otras crisis de carácter ético, pero a menudo se quedan en abstracciones separadas de nosotros.
Cuidar de las personas
Este componente social toma en cuenta los derechos de toda la gente, de los pueblos y comunidades, a decidir sobre su vida. “Hace de la permacultura una filosofía ambiental humanista, que ubica las necesidades y aspiraciones humanas en el centro de nuestra ocupación porque tenemos el poder y la inteligencia para afectar nuestra situación. Aquí se hace evidente la relación entre la libertad y responsabilidad. Para garantizar el derecho de diseñar libremente el uso de los recursos básicos, es necesario llegar a un equilibrio entre las necesidades individuales y comunes. Esto da vida a la demanda ética de la justicia social: Todos los seres humanos deben tener el mismo derecho y acceso a los recursos y conocimientos. El cuidado de la gente comienza por uno mismo, pero se expande en círculos crecientes para incluir a la familia, el vecindario, y comunidades locales y mayores. En este sentido sigue el patrón de casi todos los sistemas éticos tradicionales. Para tener la capacidad de contribuir con el bien mayor, uno debe estar sano, fuerte y seguro. Visto desde esta perspectiva, el principio significa: Cuidarse a sí mismo, a los seres queridos y a la comunidad.
Repartición justa
Sobre la repartición de los excedentes existe un debate sobre qué título de la 3.ª ética resume mejor su significado). Holmgren, en su libro "Principios y senderos de permacultura", especifica que se entiende como reparto entre todas las especies y que esto supone distribuir tanto la población como el consumo humanos (dos conceptos directamente opuestos al antropocentrismo y consumismo dominante actual, que aportan un significado necesariamente ambiguo a "reparto equitativo" como resumen de estos conceptos). También se añaden dos directivas: tomar plena responsabilidad para nuestras vidas y cooperar).
Al asegurarnos que todos los productos y excedentes están dirigidos hacia los objetivos anteriores, podemos empezar a construir una cultura verdaderamente sostenible y permanente.
Este componente económico también tiene que integrar la limitada tolerancia y capacidad regenerativa de nuestro planeta tierra. Como enunciado se puede añadir, en estos tiempos más que nunca:
- Establecer límites a consumo y reproducción
- Distribuir con justicia los excedentes
- Ser conscientes de la autolimitación y la redistribución justa y equitativa de los excedentes que se han podido lograr juntos
Se puede utilizar la frase "Celebrar la abundancia en la naturaleza y aceptar sus limitaciones". Así fue planteado este tercer principio por Bill Mollison en el Manual de Diseñadores.
- Principios ecológicos derivados de la observación de los sistemas naturales, por ecólogos como Charles Birch y los hermanos Eugene y Howard T. Odum, a los cuales se añaden los 'principios de actitud' de Mollison.
- Diseñar herramientas y procesos que reúnan conceptos, elementos y componentes estratégicos dentro de un marco o plan de acción que pueda ser implementado y mantenido con mínimos recursos.
Los principios de diseño que son la Base Conceptual de la Permacultura, y se derivaron de la ciencia de la ecología de sistemas y el estudio de ejemplos pre-industriales de uso sostenible de la tierra. La permacultura se basa en varias disciplinas, incluyendo la agricultura natural, agricultura ecológica, agroforestería, agricultura integrada, el desarrollo sostenible y la ecología aplicada.
La permacultura se ha aplicado con mayor frecuencia para el diseño de la vivienda y el paisajismo, la integración de técnicas como la agroforestería, bioconstrucción, y el Sistema de captación de agua de lluvias en el contexto de los principios de Diseño de Permacultura y la teoría.
La flor de la permacultura
Fue conceptualizada por David Holmgren, indica los diferentes ámbitos en los que la Permacultura debe actuar para transformar a las sociedades en sostenibles y desde cuál puede comenzar quien esté interesado en practicarla. Cada pétalo de esta flor es uno de los ámbitos de nuestra cultura que dadas las cosas como están en el mundo, necesitan re-diseño. En el centro de la flor están los principios éticos y de diseño de la permacultura y alrededor de cada pétalo están los principios, estrategias, métodos, prácticas o elementos que tendremos que escoger o crear y quizá adaptar a nuestra realidad.
Sobre el uso del término y la marca permacultura
El uso del término "permacultura" ha sido motivo de disputa. Bill Mollison afirmó que el término estaba protegido por la leyes de propiedad intelectual, en concreto, uno de sus libros dice: "El contenido de este libro y la palabra PERMACULTURA están protegidos por las leyes de propiedad intelectual". Estas afirmaciones fueron ampliamente aceptadas por la comunidad permacultora. Sin embargo, las leyes de propiedad intelectual no protegen nombres, ideas, conceptos, sistemas y maneras de hacer cosas, solo protegen la expresión y descripción de una idea, pero no la idea en sí misma. Con el tiempo, Bill Mollison admitió que estaba equivocado y que no se puede aplicar restricción alguna al uso de la palabra permacultura desde el punto de vista de las leyes de propiedad intelectual.
En el año 2000, Bill Mollison y su Instituto Norteamericano de la Permacultura solicitaron el registro la marca permacultura, concretamente la variante de marca de servicio (en inglés, service mark) cuando fuera empleada en seminarios, cursos formativos y talleres. La marca hubiera permitido a Bill Mollison y sus dos institutos de permacultura (uno en EE. UU. y otro en Australia) establecer guías sobre quién puede enseñar lo que es la permacultura y de qué manera debe de ser enseñada. Él mismo fue promotor en 1993 de un sistema de certificación y capacitación de enseñantes de la permacultura. Los intentos por registrar la marca no tuvieron éxito. No obstante, de nuevo en 2001 Bill Mollison solicita registrar la marca "Curso de diseño de permacultura" y "Diseño permacultor" en Australia. Dichas solicitudes fueron retiradas en 2003. Posteriormente, en 2009 solicita el registro de la marca "Permacultura: Un manual para diseñadores" e "Introducción a la Permacultura", asociada a sus dos libros. Mollison retiró dichas solicitudes en 2011. A pesar de dichos intentos, nunca se materializó el registro de la marca Permacultura en Australia.
Véase también
En inglés: Permaculture Facts for Kids
- Bill Mollison
- David Holmgren
- Geoff Lawton
- Bioconstrucción
- Agricultura regenerativa
- Decrecimiento
- Permacultura marina