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Guerra de la reina Ana para niños

Enciclopedia para niños

La Guerra de la Reina Ana (1702-1713) fue un conflicto importante en América del Norte. Fue la segunda de cuatro guerras entre Francia y Gran Bretaña por el control de este continente. Esta guerra en América fue parte de un conflicto más grande en Europa, conocido como la Guerra de Sucesión Española.

Al principio de la guerra, en 1702, las fuerzas inglesas atacaron San Agustín, en Florida. Quemaron gran parte de la ciudad, pero el Castillo de San Marcos resistió el ataque. Los españoles lograron mantener San Agustín y Pensacola hasta principios del siglo XIX. Sin embargo, las misiones españolas al norte de Florida (en lo que hoy es Georgia) fueron destruidas.

La ayuda militar inglesa a sus colonias en Carolina del Sur y en la frontera de Nueva York y Nueva Inglaterra con Canadá no fue muy efectiva. Las fuerzas francesas y sus aliados indígenas atacaron Nueva Inglaterra desde Canadá. Por ejemplo, destruyeron Deerfield, Massachusetts, en 1704.

Después de que Francis Nicholson capturara el fuerte francés de Port Royal en 1710, la región de Acadia se convirtió en la provincia británica de Nueva Escocia. En 1712, se acordó una tregua. Según el Tratado de Utrecht de 1713, los británicos obtuvieron Terranova, la región de la bahía de Hudson y la isla caribeña de San Cristóbal. La paz duró hasta la siguiente guerra, la Guerra del Rey Jorge en 1744.

La conquista británica de Acadia tuvo grandes consecuencias para sus habitantes franceses. Muchos fueron expulsados de la colonia en 1755 durante la Guerra Franco-India. Algunos se mudaron a Luisiana. La Confederación Iroquesa se mantuvo neutral en esta guerra.

Datos para niños
Guerra de la reina Ana
Parte de la guerra de sucesión española
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Posesiones europeas en Norteamérica (1702)
Fecha 1702-1713
Lugar América del Norte
Resultado Victoria británica
Consecuencias
Cambios territoriales Francia cede a Gran Bretaña el control de Acadia, Terranova, la bahía de Hudson y San Cristóbal
Beligerantes
Bandera de España España fiel a Felipe V

Bandera de Francia Francia

Aliados amerindios:
Confederación Wabanaki
Mohawk
Choctaw
Timucua
Apalaches
Natchez
Inglaterra
(hasta 1707)

Bandera del Reino Unido Gran Bretaña
(desde 1707)

Aliados amerindios:
Creek
Chickasaw
Yamasi

¿Por qué comenzó la Guerra de la Reina Ana?

La guerra empezó en 1701, después de la muerte de Carlos II de España. Varios candidatos querían el trono español. El conflicto se extendió, y en mayo de 1702, el Reino Unido declaró la guerra a España y Francia.

En América del Norte, las colonias británicas y francesas ya tenían muchas tensiones. No estaban de acuerdo sobre dónde estaban sus fronteras. También discutían sobre quién tenía autoridad en ciertas áreas. Estas áreas incluían el norte y el suroeste de las colonias británicas, que iban desde Carolina hasta Massachusetts. También había disputas en Terranova y la bahía de Hudson.

Población y Territorios en Disputa

En ese tiempo, las colonias británicas en Norteamérica tenían unos 250.000 habitantes. Las más grandes eran Virginia y Nueva Inglaterra. La mayoría de la gente vivía en la costa. Hacia el interior, los asentamientos eran más pequeños, llegando a veces hasta los Montes Apalaches.

Más allá de los Apalaches y al sur de los Grandes Lagos, vivían muchas tribus indígenas. Comerciantes británicos y franceses ya conocían estas zonas por sus tratos con los nativos. Misioneros españoles en Florida habían fundado establecimientos para convertir a la gente al catolicismo. La población española era pequeña, unas 1.500 personas, mientras que la población indígena en las misiones era de unas 20.000.

Exploradores franceses llegaron a la desembocadura del río Misisipí y construyeron un pequeño fuerte cerca de Biloxi en 1699. Desde allí, crearon rutas comerciales hacia el interior. Establecieron lazos con los Choctaw, una tribu grande que tenía como enemigos a los Chickasaw, aliados de los británicos. Muchas de estas tribus ya habían sufrido enfermedades como la viruela, traídas por los europeos.

La presencia francesa cerca del Misisipí preocupó a los comerciantes de Carolina. Esto empeoró las relaciones entre Francia, Gran Bretaña y España. Aunque Francia y España eran aliadas en esta guerra, antes habían sido enemigas en la Guerra de los Nueve Años. La rivalidad entre británicos y españoles se debía a las fronteras entre Carolina y Florida. También había diferencias religiosas, ya que los españoles eran católicos y los británicos protestantes.

En el norte, la economía era una causa importante del conflicto. En Terranova, los británicos tenían una colonia principal en San Juan, y los franceses tenían Plaisance. Ambos países tenían también pueblos más pequeños en la isla. Pescadores de Europa también venían a la isla temporalmente. Los colonos británicos eran unos 2.000, y los franceses, unos 1.000. Todos se disputaban los caladeros de pesca del Gran Banco.

La frontera entre Acadia y Nueva Inglaterra era confusa. Había habido batallas en la Guerra del Rey Guillermo por estos territorios. El gobierno de Nueva Francia decía que la frontera estaba en el río Kennebec, al sur de Maine. Había misiones católicas en Norridgewock y Penobscot. También un asentamiento francés en la bahía de Penobscot cerca de Castine. Desde allí, se habían atacado a colonos de Nueva Inglaterra que intentaban establecerse en Acadia.

Las tierras entre el río San Lorenzo y las ciudades costeras de Massachusetts y Nueva York eran territorios indígenas. Allí vivían principalmente los Abenaki y los Iroqueses. La zona a lo largo del río Hudson y el Lago Champlain había sido un camino para ataques en guerras anteriores. Aunque la población indígena había disminuido por enfermedades y guerras, seguían siendo una amenaza para los asentamientos europeos aislados.

En esta guerra, hubo pocos combates por la Tierra de Rupert (alrededor de la bahía de Hudson). Este territorio había sido muy disputado por compañías francesas y británicas desde 1680. Pero el Tratado de Ryswick de 1697 había dado la mayoría de estas tierras a Francia. El único evento importante fue un ataque francés al fuerte Albany en 1709. La Compañía de la Bahía de Hudson quería recuperar sus territorios y presionó para que se los devolvieran en el tratado de paz.

¿Cómo se prepararon para la guerra?

La tecnología militar en Norteamérica no era tan avanzada como en Europa. Al inicio de la guerra, solo unos pocos lugares tenían fortificaciones de piedra. Estos eran San Agustín, Boston, Quebec y San Juan de Terranova. Las de Port Royal se terminaron al principio del conflicto. Otros pueblos tenían empalizadas (cercas de madera). Muchos solo tenían casas de madera reforzadas con aberturas para armas de fuego.

Las armas comunes eran de cañón liso y tenían un alcance máximo de unos cien metros. A cincuenta metros, ya no eran muy precisas. Algunos soldados también usaban picas. Los indígenas usaban armas que les daban los colonos o sus propias armas, como el tomahawk o el arco. Algunos colonos sabían usar artillería, pero esta solo era efectiva contra defensas de piedra o madera.

Archivo:PortRoyalAcadia1702
Fortificaciones de piedra de Port Royal, Acadia, en 1702. Muy pocos asentamientos coloniales contaban con ellas al principio de la contienda.

Los colonos británicos solían organizarse en compañías de milicianos (ciudadanos soldados). Las colonias no tenían tropas regulares permanentes, excepto en algunas poblaciones de Terranova. Los franceses también tenían sus propias milicias coloniales. Pero ellos sí contaban con tropas regulares, infantes de marina llamados troupes de la marine. Estas tropas tenían oficiales experimentados y entre 500 y 1.200 reclutas de Francia. Estaban en toda Nueva Francia, especialmente en las ciudades más importantes.

La Florida española tenía varios cientos de tropas regulares. La política española era mantener a la población indígena en sus territorios, pero desarmada. Se calcula que la península tenía unos 8.000 indígenas apalaches antes de la guerra. Este número se redujo a solo 200 después de los ataques británicos al principio del conflicto.

¿Cómo se desarrolló la guerra?

Combates en Carolina y Florida

Archivo:Pierre Le Moyne Iberville
Pierre Le Moyne d'Iberville trató de forjar lazos con las tribus de la cuenca del Misisipí tras la Guerra del Rey Guillermo.

A principios del siglo XVIII, colonos franceses y británicos entendieron la importancia de controlar la cuenca del río Misisipí. El explorador franco-canadiense Pierre Le Moyne d'Iberville planeó establecer relaciones con las tribus indígenas de la zona. Quería que los franceses usaran estas alianzas para limitar las colonias inglesas a las zonas costeras. Fundó el fuerte Maurepas en 1699 y el fuerte Louis de la Mobile en 1702. Desde allí, creó lazos con tribus como los Choctaw, Chickasaw y Natchez.

Por su parte, los comerciantes británicos de las colonias norteamericanas tenían una gran red comercial en el sureste. Aunque no les preocupaba la colonia española de Florida, sí veían como una amenaza el nuevo asentamiento francés en la costa del Golfo de México. Los gobernadores de Carolina, Joseph Blake y James Moore, planearon expandir su colonia hacia el sur y el oeste, a costa de los territorios franceses y españoles.

Iberville se contactó con los españoles en enero de 1702, antes de que la guerra comenzara en Europa. Les sugirió armar a los guerreros Apalaches para usarlos contra las colonias británicas. Los españoles organizaron una expedición desde Pensacola en agosto de ese año. Atacaron puestos comerciales en el interior de Carolina. Los colonos británicos los esperaron en el río Flint. Allí se libró la batalla, donde los atacantes fueron derrotados. Quinientos indígenas aliados de los españoles fueron capturados o murieron.

Cuando el gobernador Moore supo del inicio de la guerra, organizó una expedición contra Florida. Quinientos soldados y milicianos británicos, junto con trescientos aliados indígenas, tomaron San Agustín y la incendiaron en 1702. Sin embargo, no pudieron tomar el Castillo de San Marcos. Tuvieron que retirarse cuando llegó ayuda desde La Habana. En 1706, Carolina repelió una expedición franco-española contra Charles Town que también había salido de La Habana.

En la expedición de Moore de 1704, los apalaches y los Timucua de Florida fueron casi aniquilados en la matanza de los apalaches. Muchos de los sobrevivientes fueron reubicados por los británicos cerca del río Savannah. Durante los años siguientes, los británicos continuaron sus ataques contra los españoles y sus aliados. Estas campañas las realizaban principalmente grupos indígenas, a veces con algunos británicos. Los ataques más importantes fueron contra Pensacola en 1707 y Mobile en 1709. Para esto, los Creek, Yamasee y Chickasaw fueron armados por los británicos. Ellos los dirigían en sus ataques contra los españoles y sus aliados Choctaw, Timucua y Apalaches, a quienes vencieron.

Combates en Acadia y Nueva Inglaterra

Incursión francesa contra Deerfield, Massachusetts, en febrero de 1704.

Durante toda la guerra, las fuerzas de Nueva Francia y la Confederación Wabanaki impidieron que Nueva Inglaterra conquistara Acadia. La frontera de Acadia, según los franceses, estaba en el río Kennebec, al sur de Maine. En 1703, Michel Leneuf de la Vallière de Beaubassin lideró a colonos franceses y 500 wabanaki. Atacaron varios pueblos de Nueva Inglaterra entre Wells y Falmouth. Esta fue la Campaña de la Costa Noreste. El ataque resultó en 300 colonos muertos o capturados.

En febrero de 1704, Jean-Baptiste Hertel de Rouville dirigió a 250 Abenakis y Caughnawagas, y 50 franco-canadienses. Atacaron Deerfield, en la Provincia de la Bahía de Massachusetts. Destruyeron el pueblo, mataron a muchos colonos y capturaron a otros. Más de cien prisioneros fueron llevados al norte, en un largo viaje, hasta la misión de Caughnawaga, cerca de Montreal. Allí, los Mohawk adoptaron a la mayoría de los niños que sobrevivieron. Algunos adultos fueron liberados a cambio de rescate o intercambiados por prisioneros británicos.

Los colonos británicos de Nueva Inglaterra no podían detener estos ataques. Pero organizaron su propia expedición de castigo contra Acadia, liderada por Benjamin Church. La columna británica atacó Grand-Pré, Chignecto y otros pueblos. Según fuentes francesas, Church también atacó la capital de Acadia, Port Royal. Sin embargo, Church afirmó que la expedición decidió no asaltar la ciudad.

En junio de 1704, un destacamento de quinientos colonos de Nueva Inglaterra atacaron Grand-Pré, que defendió una milicia de micmac y colonos acadios.

Se sospechaba que el sacerdote Sébastien Rale animaba a la tribu Norridgewock a atacar a los colonos de Nueva Inglaterra. Por ello, el gobernador de Massachusetts, Joseph Dudley, ofreció una recompensa por su cabeza. En el invierno de 1705, Massachusetts envió 275 milicianos al mando del coronel Winthrop Hilton para capturar a Rale y saquear el pueblo indígena. El sacerdote fue avisado y se refugió en los bosques. Los milicianos quemaron el pueblo, incluyendo la iglesia.

Los franceses y la Confederación Wabanaki continuaron sus ataques en el norte de Massachusetts en 1705. Los colonos no podían detenerlos. Los ataques eran muy rápidos, y cuando los colonos llegaban a los campamentos enemigos, estos ya habían sido evacuados. Las incursiones se detuvieron temporalmente mientras las partes negociaban un intercambio de prisioneros. Sin embargo, solo algunos cautivos fueron liberados. Los ataques indígenas a las colonias británicas continuaron hasta el final de la guerra, y en algunos participaron también colonos franceses.

El gobernador Dudley organizó una expedición en mayo de 1707 para conquistar Port Royal. El mando se lo dio a John March. Sus 1.600 hombres no lograron tomar el fuerte que defendía la ciudad. Un segundo intento en agosto también fracasó. Como respuesta, los franceses se prepararon para atacar los pueblos de la Provincia de Nuevo Hampshire cerca del río Piscataqua. Como los indígenas decidieron no participar, los franceses cambiaron el plan y atacaron Haverhill, en Massachusetts. En 1709, el gobernador de Nueva Francia, Philippe de Rigaud Vaudreuil, dijo que dos tercios de los campos al norte de Boston estaban abandonados por los ataques franco-indígenas.

Archivo:EvacutionOfPortRoyal1710byCWJefferys
Evacuación de los soldados franceses de Port Royal tras la conquista de la plaza por los británicos. La pérdida de Port Royal marcó el fin del dominio francés en la parte oriental de la península de Acadia.

En octubre de 1710, 3.600 británicos al mando de Francis Nicholson finalmente tomaron Port Royal después de una semana de asedio. Esto puso fin al control francés en la parte peninsular de Acadia (la actual Nueva Escocia). Sin embargo, la resistencia a los británicos en la región continuó hasta el final de la guerra. La Confederación Wabanaki también siguió luchando contra los británicos, tanto en batallas campales como con ataques en la frontera de Maine. El resto de Acadia (el este del actual Maine y Nuevo Brunswick) siguió siendo disputado por Nueva Inglaterra y Nueva Francia.

Combates en Nueva Francia

Los franceses de Canadá, el centro de Nueva Francia, no querían atacar Nueva York. Temían provocar a los iroqueses, a quienes temían más que a los colonos británicos. Habían firmado la Gran Paz de Montreal en 1701 con ellos. Lo mismo ocurría con los comerciantes de Nueva York. No querían atacar a los franceses porque las hostilidades arruinarían el rentable comercio de pieles. Muchas de estas rutas pasaban por la colonia francesa.

Por su parte, los iroqueses se mantuvieron neutrales en el conflicto. Esto fue a pesar de los intentos de Peter Schuyler de que se unieran a los británicos. Schuyler era el representante de Albany ante los indígenas de la región.

Archivo:Tee Yee Neen Ho Ga Ron Emperor of the Six Nations
Hendrick Tejonihokarawa, jefe Mohawk, convenció a la reina Ana para abordar una expedición contra Quebec.

Francis Nicholson y Samuel Vetch prepararon un gran ataque a Nueva Francia en 1709. Contaron con ayuda financiera y logística de la Corona. El plan incluía un ataque terrestre a Montreal desde el Lago Champlain y un ataque fluvial a Quebec. Aunque el grupo terrestre llegó a las orillas del Lago Champlain, se les ordenó regresar. La flota que debía atacar Quebec no pudo reunirse a tiempo. Los barcos que debían haber atacado Quebec se usaron para ayudar a Portugal. Aunque los iroqueses habían prometido vagamente colaborar, lograron no hacerlo hasta que la expedición se canceló.

Al fracasar el intento contra Nueva Francia, Nicholson y Schuyler viajaron a Londres con Hendrick Tejonihokarawa (llamado el «rey» Hendrick) y otros jefes. Querían llamar la atención de los líderes británicos sobre la situación en Norteamérica. La delegación indígena causó gran interés en Londres, y la Reina Ana los recibió. Nicholson y Schuyler lograron su objetivo: la reina apoyó la expedición de Nicholson contra Port Royal en 1710, que terminó con la conquista de la ciudad. Después de esta victoria, Nicholson regresó a Europa y obtuvo el apoyo real para una nueva campaña contra Quebec en 1711.

El plan de 1711 contra Quebec fue un ataque por mar que terminó en desastre. La flota de quince barcos de guerra y transportes con 5.000 soldados del almirante Hovenden Walker llegó a Boston en junio. La llegada de la flota duplicó la población de la ciudad y dificultó el suministro de alimentos. La flota partió hacia su objetivo a finales de julio. Pero algunos barcos se hundieron al chocar con rocas en la desembocadura del San Lorenzo en un día de niebla. Más de 700 soldados murieron en los naufragios, lo que hizo que Walker cancelara la expedición. Mientras tanto, Nicholson había partido hacia Montreal por tierra. Había llegado al Lago George cuando se enteró del desastre de la flota de Walker y regresó de inmediato. Aunque los iroqueses habían enviado varios cientos de guerreros para unirse a los británicos, también habían avisado a los franceses. Así mantuvieron una posición ambigua en la guerra.

Combates en Terranova

Archivo:Daniel d'Auger de Subercase
Daniel d'Auger de Subercase, gobernador de Plaisance, que encabezó una expedición de franceses y micmac contra los asentamientos británicos en Terranova en 1705.

La isla de Terranova tenía pequeños pueblos costeros británicos y franceses. También había pueblos de pescadores europeos que venían en la temporada de pesca. Ambos bandos habían fortificado sus principales poblaciones: los franceses, Plaisance, y los británicos, San Juan. D'Iberville había destruido casi todos los pueblos británicos en la Guerra del Rey Guillermo en 1696-97.

En 1702, también hubo combates en la isla. En agosto, una flota británica al mando del comodoro John Leake atacó los pueblos franceses, pero evitó Plaisance. El gobernador de Plaisance, Daniel d'Auger de Subercase, contraatacó en el invierno de 1705. Lideró una expedición de franceses y Micmac que destruyó varios pueblos enemigos. También asedió sin éxito el fuerte William en San Juan. Los franco-indígenas continuaron atacando las tierras enemigas durante el verano, causando pérdidas por 188.000 libras.

Por su parte, los británicos enviaron una flota en 1706 que arrasó los pueblos de pescadores franceses en la costa norte. Un grupo de franceses, canadienses y micmac conquistaron San Juan en diciembre de 1708. Destruyeron sus fortificaciones. No tenían suficientes fuerzas para mantener la ciudad, así que la abandonaron. En consecuencia, los británicos la volvieron a ocupar y fortificar en 1709. La misma expedición francesa intentó en vano tomar Ferryland, que repelió el ataque.

Los jefes de las flotas británicas consideraron atacar Plaisance en 1703 y 1711, pero finalmente lo descartaron. En 1711, el almirante Walker, después del desastre en el San Lorenzo, decidió evitar el enfrentamiento con los franceses en su principal población de Terranova.

¿Cómo terminó la guerra?

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Las colonias europeas en Norteamérica. En púrpura, los territorios que Francia cedió al Reino Unido en el Tratado de Utrecht, que puso fin a la guerra.

El Reino Unido y Francia declararon una tregua en 1712, antes de firmar la paz definitiva al año siguiente. Según el Tratado de Utrecht de 1713, Gran Bretaña obtuvo Acadia (que pasó a llamarse Nueva Escocia), Terranova, la región de la bahía de Hudson y la isla caribeña de San Cristóbal. Francia también reconoció la autoridad británica sobre los iroqueses. Además, aceptó que todas las naciones pudieran comerciar con las tribus indígenas del interior. Sin embargo, Francia conservó las islas del Golfo de San Lorenzo, incluyendo la Isla del Cabo Bretón. También mantuvo los derechos de pesca en la zona, incluyendo el de secar pescado en la costa norte de Terranova.

A pesar de la insistencia francesa para que continuaran sus ataques en territorio británico, los Abenaki mostraron su cansancio por el conflicto en los últimos años. Los intereses indígenas no fueron considerados en el Tratado de Utrecht. Por eso, algunos Abenaki intentaron negociar por separado con los colonos de Nueva Inglaterra. El gobernador Dudley organizó una conferencia de paz en Portsmouth, Nuevo Hampshire. En estas negociaciones, los Abenaki rechazaron la idea británica de haber recibido el este de Maine y Nuevo Brunswick de los franceses. Pero aceptaron la frontera del río Kennebec y el establecimiento de puestos comerciales del gobierno en su territorio. El Tratado de Portsmouth fue firmado por ocho representantes de algunas tribus de la Confederación Wabanaki el 13 de julio de 1713. El tratado incluía la soberanía británica sobre el territorio de los firmantes. Otros jefes Abenaki también firmaron el acuerdo al año siguiente. Sin embargo, los Micmac no firmaron ninguno hasta 1726.

¿Qué pasó después de la guerra?

Cambios en Acadia y Terranova

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Poco después de la guerra, los franceses erigieron la Fortaleza de Luisburgo, al norte del territorio cedido de Acadia, en la Isla de Cabo Bretón.

La pérdida de Terranova y Acadia limitó los territorios franceses en la costa atlántica de Norteamérica a la Isla del Cabo Bretón. La población francesa de Terranova se trasladó a esta isla y formó la colonia de Île-Royale. Francia construyó la Fortaleza de Luisburgo después de la guerra. La presencia francesa y sus derechos de pesca en Terranova mantuvieron las tensiones entre Francia y el Reino Unido. Estas tensiones no terminaron hasta finales de siglo.

La guerra causó graves daños a la economía de Terranova. Las flotas pesqueras se redujeron mucho. La flota británica comenzó a recuperarse rápidamente después de los combates. Intentó impedir que los pescadores españoles, que frecuentaban estas aguas, siguieran pescando. Sin embargo, muchos barcos españoles lo hicieron cambiando de bandera y presentándose como naves británicas.

La conquista británica de Acadia tuvo consecuencias duraderas para los Micmac y los colonos franceses de la región. Al principio, el control británico fue débil. Franceses y Micmac que se oponían a la autoridad británica aprovecharon esta situación. Las relaciones entre Micmac y británicos empeoraron debido a la colonización británica en la zona. Los británicos ocupaban tierras Abenaki, a menudo sin respetar los tratados. Ni los Abenaki ni los Micmac fueron incluidos en el Tratado de Utrecht. El Tratado de Portsmouth fue interpretado de manera diferente por ambas partes. Esto hizo que los dos grupos indígenas se opusieran a la colonización. Algunos franceses, como el sacerdote Sébastien Rale, avivaron el conflicto. Esto llevó a la Guerra del Padre Rale (1722-1727).

La Batalla de Norridgewock, choque de la Guerra del Padre Rale, librada en agosto de 1724. La cesión a los británicos de parte de Acadia desató el conflicto entre estos y las tribus abenakis y micmac.

Las relaciones entre los británicos y los colonos franceses de Acadia también eran malas. Estos se negaron a jurar lealtad a la Corona británica y finalmente emigraron a Île-Royale y Île-Saint-Jean. En la década de 1740, algunos franceses, como el sacerdote Jean-Louis Le Loutre, organizaron guerrillas. Estas, aliadas con los Micmac, atacaron a los británicos. Intentaron impedir la expansión de los asentamientos protestantes en la península de Nueva Escocia.

La falta de una frontera clara para Acadia en el tratado de paz también mantuvo la tensión. Francia decía que solo había cedido la península (la actual Nueva Escocia, excepto la Isla del Cabo Bretón). Afirmaba que había conservado el territorio del actual Nuevo Brunswick. La disputa por Acadia llevó a la Guerra del Rey Jorge en la década de 1740. Pero solo se resolvió definitivamente con la conquista total británica de los territorios franceses en Norteamérica en la Guerra de los Siete Años.

Impacto en las Colonias del Sur

La Florida española nunca se recuperó de los daños de la guerra. Fue cedida al Reino Unido en el Tratado de París de 1763, después de la Guerra de los Siete Años. Los indígenas que los británicos habían asentado en la costa atlántica y sus propios aliados terminaron descontentos con la autoridad británica. Su descontento causó la Guerra Yamasee de 1715. Esta guerra amenazó seriamente la existencia de la colonia de Carolina del Sur.

Por otro lado, la pérdida de población en los territorios españoles permitió a los británicos fundar en 1732 la Provincia de Georgia. Este territorio había sido reclamado antes por España, al igual que Carolina. James Moore atacó a los Tuscaroras de Carolina del Norte y libró la guerra a partir de 1711. Muchos miembros de esta tribu huyeron para refugiarse con los iroqueses del norte, a cuya familia lingüística también pertenecían.

Los costos económicos de la guerra fueron muy altos para las colonias británicas del sur. Incluso aquellas que apenas habían combatido. Virginia, Maryland y, en menor medida, Pensilvania fueron muy afectadas por el aumento de los costos de transporte de sus exportaciones (principalmente tabaco) a Europa. A esto se sumó una serie de malas cosechas. Carolina del Sur, por su parte, aumentó notablemente su deuda para pagar las operaciones militares.

Impacto en Nueva Inglaterra

Massachusetts y Nuevo Hampshire estuvieron en la zona de combates por su ubicación fronteriza. Sin embargo, no sufrieron los mayores daños. Los gastos de guerra se compensaron con el crecimiento de Boston, que se convirtió en un nuevo centro marítimo y comercial. Los gastos de guerra de la Corona para la expedición de 1711 también beneficiaron a las colonias de Nueva Inglaterra.

Consecuencias en el Comercio

Los franceses no cumplieron estrictamente lo acordado sobre el comercio en el Tratado de Utrecht. Intentaron impedir que los británicos comerciaran con las tribus del interior. Construyeron el Fuerte Niágara en territorio iroqués. Los asentamientos franceses en el Golfo de México siguieron creciendo. En 1718 se fundó Nueva Orleans. También intentaron sin éxito crear nuevas colonias en Texas y Florida.

Se crearon puestos comerciales franceses en los ríos que desembocan en el golfo. Esto causó nuevas tensiones con británicos y españoles. Estos puestos en el Misisipí y en el río Ohio hicieron que los comerciantes franceses entraran en contacto con las redes comerciales británicas rivales en la zona de los Montes Apalaches. Las reclamaciones territoriales de ambas naciones llevaron a una nueva guerra en 1754, la Guerra Franco-India.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Queen Anne's War Facts for Kids

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Guerra de la reina Ana para Niños. Enciclopedia Kiddle.