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Conflicto israelí-palestino para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Conflicto israelí-palestino
Parte de Relaciones Israel-Palestina
Mapa terriotorios palestinas con colonias de israel.GIF
Israel y los Territorios Palestinos en 2007.
Fecha Desde principios del siglo XX
Lugar Bandera de Israel Israel
Bandera de Palestina Palestina
Casus belli
Resultado
  • En curso
  • Proceso de Paz israelí-palestino
Cambios territoriales
Beligerantes
Bandera de Israel Israel
  • Fuerzas Libanesas (1975-1990)

Respaldado por:

Bandera de Palestina Palestina

Respaldado por:

Conflicto intercomunitario del mandato de Palestina Conflicto israelí-palestino

El conflicto israelí-palestino es una batalla que aún continúa entre el Estado de Israel y los Palestinos. Forma parte del conflicto árabe-israelí, que es más amplio. Es una disputa entre dos grupos de personas con pretenciones sobre el mismo territorio.

En respuesta al creciente antisemitismo que se vivía en Europa, a finales del siglo XIX surgió un movimiento sionista que defendía el establecimiento de una Patria para el pueblo judío en Palestina. Muchos judíos emigraron allí desde entonces y masivamente al término de la Segunda Guerra Mundial, a causa del Holocausto Nazi.

Debido al incremento masivo de población judía en Palestina, aparecieron brotes de violencia cada vez más intensa entre las poblaciones judías y árabes. Como intento de solución, Naciones Unidas aprobó la partición de lo que había sido el mandato británico en Palestina en dos: Una parte judía y una parte árabe.

El Estado judío supondría un 55% del territorio del Mandato, incluido el desierto del Néguev, y su población estaría formada por 500.000 judíos y 400.000 árabes palestinos. En ese momento, los judíos solo poseían el 7% de las tierras de Palestina.

El Estado árabe palestino tendría el 44% del territorio del Mandato y una población de 725.000 árabes palestinos con una minoría de unos 10.000 judíos.

Los judíos aceptaron el plan mientras que los árabes lo rechazaron. Estalló entonces una guerra civil en el mandato entre judíos y palestinos que desencadenó la expulsión o huida de dos tercios de la población palestina. El 14 de mayo de 1948, coincidiendo con la declaración de independencia de Israel, los Estados árabes vecinos declararon la guerra al recién creado estado de Israel, aunque finalmente fueron derrotados por los israelíes. A la conclusión de la guerra, Israel se negó a aceptar el retorno de los más de 700.000 refugiados palestinos, que han vivido desde entonces en campamentos de refugiados y ciudades de Líbano, Siria, Jordania, la Franja de Gaza y Cisjordania, entre otros lugares.

Tradicionalmente se han identificado cuatro escollos principales para la resolución del conflicto: el establecimiento de fronteras seguras y definidas, el control de Jerusalén, los asentamientos israelíes y el derecho de retorno de los refugiados palestinos, a los que deben sumarse otras claves como el reconocimiento mutuo, los derechos del agua, los asesinatos de civiles palestinos, el terrorismo palestino, la libertad de movimiento palestino, la seguridad israelí y otros problemas de derechos humanos. La violencia resultante del conflicto ha llevado a diversas posturas internacionales en torno al conflicto.

Se han hecho muchos intentos para negociar una solución de dos Estados, lo que implicaría la creación de un Estado de Palestina independiente junto al Estado de Israel, concebido en su origen como un Estado judío.

Dentro de las sociedades israelí y palestina, el conflicto genera una gran variedad de puntos de vista y opiniones. Esto pone de relieve las profundas divisiones que existen no solo entre israelíes y palestinos, sino también dentro de cada sociedad. Un sello distintivo del conflicto ha sido el nivel de violencia que lo ha protagonizado durante casi toda su duración. Ha habido enfrentamientos entre ejércitos regulares, grupos paramilitares, células terroristas y ciudadanos independientes. Estos enfrentamientos no se han limitado estrictamente al campo militar y han causado un gran número de víctimas mortales en la población civil de ambas partes.

Se han producido muchos intentos de hacer una solución de dos Estados, que crearía un Estado Palestino independiente, al lado de Israel. En la actualidad, la gran mayoría de israelíes y palestinos, según muchas encuestas importantes, están de acuerdo en que una solución de dos estados sería la mejor manera de ponerle fin al conflicto. La mayoría de los palestinos ven Cisjordania y la Franja de Gaza como partes del área de su futuro estado, lo que también es aceptado por la mayoría de los israelíes. Un grupo de académicos abogan por una solución de un solo Estado, mediante la cual todo Israel, la Franja de Gaza y Cisjordania se convertirían en un estado binacional con los mismos derechos para todos. Sin embargo, existen áreas significativas de desacuerdo sobre la forma de cualquier acuerdo final y también sobre el nivel de credibilidad que cada lado ve en el otro en lo que se refiere al cumplimiento de los compromisos básicos.

Hay importantes actores internacionales involucrados en el conflicto. Las dos partes que participarían en las conversaciones directas de paz en caso de que las hubiere serían el Gobierno de Israel, actualmente liderado por Benjamín Netanyahu, y el Estado de Palestina, actualmente presidido por Mahmud Abbas. El Cuarteto sobre Oriente Medio, compuesto por un enviado especial de los Estados Unidos, otro de Rusia, un tercero de la Unión Europea y uno de las Naciones Unidas, media en las negociaciones oficiales. La Liga Árabe es otro actor importante que ha propuesto un plan de paz alternativo. Egipto, miembro fundador de la Liga Árabe, ha sido históricamente un factor importante.

A raíz de la victoria de Hamás en las elecciones parlamentarias de 2006 y de su toma del poder en la Franja de Gaza en junio de 2007, el control real de Palestina se ha dividido en dos. Por una parte Fatah (componente principal de la OLP y de la Autoridad Nacional Palestina) que predomina en Cisjordania. Por otra parte, Hamás controla la Franja de Gaza. Esta división ha provocado el colapso del gobierno palestino. Desde entonces no se han convocado nuevas elecciones en Palestina. Otra consecuencia ha sido que la Franja de Gaza está sometida, desde entonces, a bloqueo económico y comercial por parte del estado de Israel y el de Egipto, que ha provocado una crisis humanitaria en la zona.

Desde 2011, el estado de palestina ha obtenido cierto reconocimiento internacional, al ser aceptado, en 2011 en la UNESCO y en 2012, como Estado observador en la ONU. En 2014 obtuvo el apoyo de la Unión Europea para ser aceptado como Estado, y el mismo año Palestina reconoció a la Corte Penal Internacional.

Dos conflictos recientes han producido gran número de víctimas civiles, durante el Conflicto de Gaza de 2014 y el Conflicto de Gaza de 2021.

Fundamentos históricos del conflicto

Archivo:12 tribus de Israel
Mapa basado en el Libro de Josué entre el 1200 y el 1050 a. C. donde se sitúan las 12 tribus de Israel previo a la unificación y al sudoeste el territorio ocupado por la pentápolis filistea.

Más allá de la coyuntura política que bajo el control británico originó el conflicto, ambas posturas recurren a reclamaciones históricas para justificar sus derechos sobre los territorios en litigio. El Estado de Israel fundamenta su existencia en la necesidad de un estado judío que no solo represente y acoja a dicha colectividad sino también que cumple con exigencias propias de la fe de dicha religión, puesto que en el judaísmo se habla del pueblo hebreo como el "pueblo elegido de Dios" e Israel se trataría de su "tierra prometida", siendo que la colectividad judía se auto-reivindica como descendiente del antiguo pueblo hebreo, así como también hay reivindicaciones acerca de la ampliación del actual estado de Israel a sus fronteras bíblicas descritas en el libro del Génesis 15:18-21, que supondría una ampliación considerable de los territorios israelíes y la anexión de naciones enteras correspondiente con el concepto de Gran Israel.

En tanto, los palestinos se fundamentan en los casi trece siglos de dominación musulmana (638-1920) sobre la región de Palestina, que estuvo controlada consecutivamente por los califatos ortodoxo, omeya, abasí y fatimí, los turcos selyúcidas, los mamelucos y el Imperio otomano. Además, argumentan que la presencia judía en la región se basa principalmente en la inmigración masiva de judíos durante finales del siglo XIX y todo el siglo XX, a raíz de la popularización del sionismo, así como en la expulsión de más de 700 000 palestinos antes, durante y después de la guerra árabe-israelí de 1948, en un fenómeno conocido como la Nakba, y de otros muchos palestinos y musulmanes en general desde el inicio del conflicto. Por último, basan también su reivindicación histórica en su origen como descendientes de los filisteos.

Ambas colectividades, judíos israelíes y palestinos, se auto-reivindican como descendientes de dos pueblos antiguos que habitaron la región, los hebreos y los filisteos, y utilizan esa reivindicación como fundamentación histórica para reclamar como propio el territorio. Sin embargo, ninguno de estos pueblos antiguos, hebreos y filisteos, tiene sus orígenes en el Levante mediterráneo sino que se asentaron parcialmente en la región desplazando o conquistando a los cananeos, sus primeros habitantes; según las Biblia y las tradiciones hebraicas (orales y escritas), los hebreos son originarios de Mesopotamia, en tanto los filisteos, denominados como uno de los "pueblos del mar", llegaron desde el Mar Mediterráneo y su origen no ha podido ser determinado hasta ahora, si bien se suele hablar de Creta como su tierra de origen.

Según los textos bíblicos y hebraicos, los filisteos llegaron y se asentaron en la región constituyendo una pentápolis al sudoeste de los territorios donde los hebreos se habían establecido, entre el Reino de Israel y Egipto, y manteniendo conflictos con ambas naciones. Por su parte, según la Biblia, los hebreos se habrían restablecido en Canaán dos siglos antes de la llegada de los filisteos, poco después del éxodo. Ambos pueblos serían conquistados por babilonios y asirios y, posteriormente, por persas, macedonios y romanos. Luego de una breve independencia hebrea, el Imperio Romano invadió y conquistó la región, constituyendo varias provincias: Samaria, Galilea, Perea y Judea; esta última unía los territorios del antiguo Reino de Judá con el que correspondía a los filisteos, que cortaba a Judá la salida al mediterráneo. La dificultad de los romanos para mantener su hegemonía sobre los hebreos y las constantes revueltas provocaron la toma de medidas cada vez más extremas y, tras la rebelión de Bar Kojba, el Imperio romano optó por prohibir y castigar muchas de las tradiciones hebreas con la intención de hacer desaparecer la identidad hebrea, provocando así también un supuesto éxodo masivo de hebreos. El imperio, asimismo, optó por modificar la división territorial en este contexto y así las provincias que hacían alusión al territorio hebreo se unieron en una única gran provincia, la provincia de Siria y optaron por recurrir a la antigua identidad del pueblo filisteo, reemplazando el nombre de la provincia de Judea por el de Palestina. Cabe destacar que a estas alturas hacía siglos que los filisteos habían perdido su identidad y se habían asimilado a los cananeos y a otros pueblos conquistadores como los babilonios; sin embargo, la denominación de Palestina como región geográfica persistió en el tiempo y dicha división administrativa fue adoptada y utilizada por casi todos los poderes políticos que ocuparon la región durante los siguientes dos milenios.

Sin embargo existe una realidad y es que la reivindicación de ambas colectividades sobre dichos pueblos antiguos es en cierta forma limitada; como hemos dicho, ninguno de los dos pueblos antiguos es originario de la región sino que la ocuparon y combatieron entre sí hasta ser conquistados por terceros y, además, no existe una relación directa entre las comunidades actuales y aquellos pueblos ya que tanto los filisteos como los hebreos desaparecieron como pueblos, los actuales judíos heredaron cierto legado cultural de los antiguos hebreos pero se trata de una colectividad difusa que si bien es heredera de costumbres y creencias antiguas fueron muy influenciados por la cultura y las costumbres de los pueblos nativos de los múltiples lugares a donde emigraron las primeras comunidades y con quienes se mezclaron, generando divisiones en grupos con diversos orígenes y grupos con costumbres distintas entre sí dentro de la propia judeidad tan variados como los Asquenazí de Europa Central y Oriental emparentados con pueblos germánicos y sobre todo eslavos y caucásicos, que tienen hasta su lengua propia, el Yidis, hasta los Beta Israel, los etíopes o los youtai en China. En tanto, el pueblo palestino poco y nada tiene que ver desde lo cultural con los antiguos filisteos, cuya cultura se disolvió entre cananeos y babilonios y desapareció en los siglos posteriores; la población palestina actual tiene su origen en los antiguos filisteos, en los cananeos y en los árabes pero es la cultura árabe musulmana la que define la identidad palestina.

Imágenes para niños

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Israeli–Palestinian conflict Facts for Kids

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