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Cine sonoro para niños

Enciclopedia para niños

El cine sonoro es aquel en el que las películas tienen sonido sincronizado con las imágenes. Esto significa que lo que ves en la pantalla y lo que escuchas (voces, música, efectos) ocurren al mismo tiempo. La primera vez que se mostró cine con sonido al público fue en París en el año 1900. Sin embargo, pasaron varias décadas hasta que la tecnología fue lo suficientemente buena para que el sonido y la imagen estuvieran perfectamente sincronizados y se pudiera usar de forma comercial.

La primera película con sonido completamente sincronizado que se mostró al público de forma comercial fue The Jazz Singer, estrenada en Nueva York en abril de 1927. Al principio, a estas películas con diálogos sincronizados se les llamaba "películas sonoras". Es importante saber que el mundo de la animación ya había experimentado con la sincronización de sonido antes de The Jazz Singer, gracias a los hermanos Fleischer.

Para la década de 1940, el cine sonoro ya era popular en todo el mundo. En Estados Unidos, ayudó a que Hollywood se convirtiera en un centro muy importante de la cultura y el comercio cinematográfico. En Europa, algunos directores y críticos no estaban muy contentos con el sonido, porque les preocupaba que al enfocarse en los diálogos, se perdiera la belleza del cine mudo. En Japón, donde el cine mudo se acompañaba con narradores en vivo, el cine sonoro tardó más en ser aceptado. En India, el sonido fue clave para que la industria cinematográfica creciera rápidamente, convirtiéndose en la más productiva del mundo desde principios de los años 60.

Historia del cine con sonido

Los primeros intentos de combinar imagen y sonido

La idea de juntar imágenes en movimiento con sonido grabado es casi tan antigua como el cine mismo. En 1888, el inventor Thomas Edison y el pionero de la fotografía Eadweard Muybridge se reunieron. Muybridge propuso una forma de cine sonoro que combinaría su proyector de imágenes con la tecnología de sonido de Edison. No llegaron a un acuerdo, pero Edison trabajó en el quinetoscopio, un sistema para ver imágenes, como complemento a su fonógrafo.

En 1895, estos dos aparatos se unieron en el kinetófono. Sin embargo, ver películas individualmente en un aparato pronto pasó de moda, ya que la proyección de cine en pantallas grandes se hizo más popular. En 1899, apareció un sistema de cine sonoro proyectado llamado Cinemacrofonógrafo o Fonorama, que también requería auriculares individuales. Un sistema mejorado, el Phono-Cinéma-Théâtre, fue desarrollado en Francia y permitió mostrar cortometrajes de teatro, ópera y ballet en la Exposición de París de 1900. Estas fueron las primeras películas mostradas públicamente con imagen y sonido grabado.

Sin embargo, había dos grandes problemas que hicieron que el cine y el sonido grabado se separaran por un tiempo:

  • Sincronización: Era muy difícil que las imágenes y el sonido, grabados en aparatos separados, empezaran y se mantuvieran sincronizados. Aunque los proyectores de cine permitían ver películas a grandes audiencias, la tecnología de audio, antes de la amplificación eléctrica, no podía llenar grandes espacios con sonido.
  • Calidad de grabación: Los primeros sistemas de cine sonoro producían un sonido de muy baja calidad, a menos que los actores estuvieran justo delante de los aparatos de grabación, lo que limitaba mucho el tipo de películas que se podían hacer con sonido directo.

Muchos cineastas intentaron resolver el problema de la sincronización. Varios sistemas usaban discos de gramófono, conocidos como "sonido en disco". En 1900, Léon Gaumont mostró un sistema que sincronizaba mecánicamente un proyector de cine con un tocadiscos. En 1902, presentó su Cronófono, que usaba una conexión eléctrica. Cuatro años después, introdujo el Elgéphone, un sistema de amplificación de aire comprimido. A pesar de las expectativas, las innovaciones de Gaumont tuvieron poco éxito comercial porque no resolvían del todo los problemas básicos del sonido en el cine y eran muy caras. A finales de 1910, el avance del cine sonoro se había detenido.

Las innovaciones continuaron en otros campos. En 1907, el francés Eugene Augustin Lauste obtuvo la primera patente de tecnología de sonido óptico. Este sistema convertía el sonido en ondas de luz que se grababan directamente en la película. Aunque el sonido óptico se convertiría en el estándar para el cine sonoro, Lauste nunca logró explotar sus inventos. En 1913, Edison lanzó un nuevo aparato de sonido sincronizado llamado Kinetophone, que proyectaba películas en una pantalla. El tocadiscos se conectaba al proyector con poleas, lo que permitía la sincronización en condiciones ideales. Sin embargo, estas condiciones eran raras, y el nuevo Kinetophone fue retirado después de poco más de un año.

Se hicieron otras películas sonoras antes de los años 20, generalmente con actores que movían los labios al ritmo de grabaciones de audio hechas previamente. La tecnología no era muy adecuada para fines comerciales, y los grandes estudios de Hollywood no veían mucho beneficio en producir películas sonoras. Por eso, estas películas, al igual que las películas a color, quedaron en segundo plano.

Avances importantes

Varios desarrollos tecnológicos hicieron que el cine sonoro fuera viable comercialmente a finales de los años 20. Hubo dos enfoques principales para reproducir el sonido sincronizado:

Sonido óptico avanzado En 1919, el inventor estadounidense Lee De Forest obtuvo patentes que llevaron a la primera tecnología de sonido óptico comercial. En su sistema, la pista de sonido se grababa fotográficamente en un lado de la película, creando una copia "casada" donde sonido e imagen estaban juntos. Si se grababan correctamente, la reproducción era muy fiable. Con la ayuda de otro inventor, Theodore Case, De Forest mejoró su sistema. Entre sus grabaciones de prueba, se encontró en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos una película sonora de la cantante Concha Piquer.

El 15 de abril de 1923, se proyectó en Nueva York la primera película comercial con sonido óptico: una serie de cortos de De Forest Phonofilms que acompañaban a una película muda. Ese mismo año, Lee DeForest también presentó la película Conchita Piquer, con la cantante española recitando y cantando. Al año siguiente, el estudio de De Forest estrenó la primera película dramática sonora comercial, Love's Old Sweet Song. Sin embargo, la especialidad de Phonofilms eran los documentales de celebridades y actuaciones musicales. Hollywood seguía desconfiando de la nueva tecnología. El proceso de De Forest se siguió usando hasta 1927 en Estados Unidos y unos años más en el Reino Unido. A finales de 1930, el negocio de Phonofilm desapareció.

En Europa, otros también trabajaban en el sonido óptico. En 1919, tres inventores alemanes patentaron el sistema de sonido Tri-Ergon. El 17 de septiembre de 1922, mostraron públicamente películas con sonido óptico, incluyendo un drama, Der Brandstifter (El pirómano). En 1923, dos ingenieros daneses patentaron un sistema donde el sonido se grababa en tiras de diapositivas separadas. Sin embargo, fue la competencia en Estados Unidos la que superaría a Phonofilms. En septiembre de 1925, el acuerdo entre De Forest y Case terminó. En julio siguiente, Case se unió a Fox Film, el tercer estudio más grande de Hollywood, para fundar Fox-Case Corporation. El sistema desarrollado por Case, llamado Movietone, se convirtió en la primera tecnología de sonido óptico viable controlada por un estudio de Hollywood. Fox también compró los derechos en Norteamérica del sistema Tri-Ergon, aunque lo consideró inferior a Movietone.

Sonido en disco avanzado Al mismo tiempo que mejoraba la tecnología de sonido en película, varias empresas avanzaban con sistemas donde el sonido se grababa en discos de gramófono. En esta tecnología, un tocadiscos se conectaba mecánicamente a un proyector de cine modificado, permitiendo la sincronización. En 1921, el sistema Photokinema de Orlando Kellum se usó para añadir sonido a la película muda Dream Street de D. W. Griffith. Se grabó una canción, una introducción hablada y efectos de sonido. El 1 de mayo de 1921, Dream Street se reestrenó con la canción añadida, siendo el primer largometraje con una secuencia vocal grabada en vivo. Sin embargo, la calidad del sonido era mala y pocos cines tenían la tecnología.

En 1925, Warner Bros., un pequeño estudio de Hollywood, empezó a experimentar con sistemas de sonido en disco. Su tecnología, llamada Vitaphone, se presentó públicamente el 6 de agosto de 1926, con el estreno de la película Don Juan. Fue el primer largometraje en usar un sistema de sonido sincronizado durante toda la película, con música y efectos de sonido, pero sin diálogos grabados. Sin embargo, junto a Don Juan, se mostraron ocho cortos de actuaciones musicales y una introducción hablada, todo con sonido grabado en vivo. Estas fueron las primeras películas sonoras reales mostradas por un estudio de Hollywood.

Ventajas del sonido en película El sistema de sonido en película (sound-on-film) finalmente superó al sonido en disco por varias razones:

  • Sincronización: Los sistemas de sonido en disco no eran completamente fiables y el sonido podía desincronizarse.
  • Edición: Los discos no se podían editar directamente, lo que limitaba los cambios en las películas.
  • Distribución: Los discos añadían costos y complicaciones a la distribución de películas.
  • Desgaste: Los discos se degradaban con el uso y necesitaban ser reemplazados después de unas veinte proyecciones.

Al principio, el sonido en disco era más barato de producir y tenía mejor calidad de audio. Pero a medida que la tecnología de sonido en película mejoró, estas desventajas desaparecieron.

Grabación y amplificación electrónica de alta calidad Desde 1922, la división de investigación de Western Electric (de AT&T) trabajó intensamente en la tecnología de grabación de sonido. En 1925, presentaron un sistema de audio electrónico muy mejorado, con micrófonos sensibles. En abril de 1926, Warner Bros. firmó un contrato con AT&T para usar exclusivamente su tecnología de sonido para películas, lo que llevó a la producción de Don Juan. La calidad de las grabaciones de Warner era muy superior. Mientras tanto, Bell Labs (el nuevo nombre de las operaciones de investigación de AT&T) desarrolló tecnología de amplificación de sonido para que las grabaciones se pudieran escuchar en todo el teatro. El nuevo sistema de altavoces se instaló en el Teatro de Warner en Nueva York en julio de 1926.

Más tarde ese año, AT&T/Western Electric creó una división de licencias, Electrical Research Products Inc. (ERPI). Warner Bros. tenía exclusividad legal, pero al no pagar las regalías, ERPI tomó el control. El 31 de diciembre de 1926, Warner concedió a Fox-Case una sublicencia para usar el sistema de Western Electric. Las patentes de las tres empresas se compartieron. Ahora, dos estudios de Hollywood tenían acceso a una tecnología de grabación y amplificación superior, usando métodos diferentes de reproducción de sonido. El año siguiente, el cine sonoro se convertiría en un medio comercial importante.

El éxito del cine sonoro

En febrero de 1927, cinco grandes productoras de Hollywood (Paramount, MGM, First National, Universal y Producers Distributing Corporation) acordaron elegir un solo proveedor para la conversión al sonido. En mayo, Warner Bros. vendió sus derechos de exclusividad a ERPI y firmó un nuevo contrato similar al de Fox. Mientras Fox y Warner avanzaban con el cine sonoro en diferentes direcciones (Fox con noticiarios y dramas musicales, Warner con películas habladas), ERPI buscó dominar el mercado firmando con otros estudios.

Todas las películas sonoras de 1927 aprovecharon la fama de las celebridades. El 20 de mayo de 1927, Fox Movietone presentó una película sonora del despegue del vuelo de Charles Lindbergh a París. En junio, un noticiario de Fox mostró su bienvenida en Nueva York y Washington. Estas fueron las películas sonoras más aclamadas hasta ese momento. También en mayo, Fox estrenó la primera película de ficción de Hollywood con diálogo sincronizado: el corto They're Coming to Get Me. Después de reestrenar éxitos mudos con música grabada, Fox lanzó su primera película original Movietone el 23 de septiembre: Amanecer, del director alemán F. W. Murnau. Su banda sonora tenía música y efectos de sonido, pero no diálogos grabados.

Luego, el 6 de octubre de 1927, se estrenó El cantante de jazz de Warner Bros. Fue un gran éxito de taquilla, ganando 2.6 millones de dólares. La mayor parte de la película no tenía audio grabado en vivo, sino música y efectos de sonido. Sin embargo, cuando la estrella, Al Jolson, cantaba, la película cambiaba a sonido grabado en el set, incluyendo sus canciones y dos escenas con diálogos improvisados. Aunque el éxito de El cantante de jazz se debió en gran parte a Jolson y su uso limitado del sonido, sus grandes ganancias demostraron a la industria que valía la pena invertir en la tecnología.

El desarrollo del cine sonoro comercial había avanzado a pasos agigantados antes de El cantante de jazz, y el éxito de la película no cambió las cosas de la noche a la mañana. No fue hasta mayo de 1928 cuando los principales estudios, junto con United Artists, firmaron con ERPI para convertir sus instalaciones de producción y cines al sonido. Al principio, todos los cines equipados por ERPI eran compatibles con Vitaphone y la mayoría también podían proyectar películas Movietone. A pesar de tener acceso a ambas tecnologías, la mayoría de las empresas de Hollywood tardaron en producir sus propias películas habladas.

Ningún estudio, aparte de Warner Bros., estrenó una película con partes sonoras hasta que el pequeño Film Booking Offices of America (FBO) lanzó Perfect Crime el 17 de junio de 1928, ocho meses después de El cantante de jazz. FBO estaba bajo el control de RCA, una división de General Electric, que quería comercializar su nuevo sistema de sonido en película, Photophone. A diferencia de Movietone y Phonofilm, Photophone era un sistema de área variable, un avance que se convertiría en el estándar. Para octubre, la alianza FBO-RCA daría origen a un nuevo e importante estudio de Hollywood, RKO Pictures.

Mientras tanto, Warner Bros. había estrenado tres películas habladas más en la primavera, todas rentables: The Tenderloin en marzo (solo 15 de sus 88 minutos tenían diálogo), Glorious Betsy en abril y The Lion and the Mouse (31 minutos de diálogo) en mayo. El 6 de julio de 1928 se estrenó la primera película completamente hablada, Lights of New York. Costó solo 23.000 dólares producirla, pero ganó 1.2 millones de dólares, un rendimiento récord. En septiembre, el estudio estrenó otra película con partes habladas de Al Jolson, The Singing Fool, que duplicó las ganancias de El cantante de jazz. Este segundo éxito de Jolson demostró que una película musical podía convertir una canción en un éxito nacional. En septiembre de 1928, se estrenó Dinner Time de Paul Terry, uno de los primeros dibujos animados con sonido sincronizado. Después de verlo, Walt Disney decidió hacer uno de sus cortos de Mickey Mouse, Steamboat Willie, también con sonido.

A lo largo de 1928, mientras Warner Bros. obtenía grandes ganancias con sus películas sonoras, los otros estudios aceleraron su conversión a la nueva tecnología. Paramount, líder de la industria, lanzó su primera película hablada a finales de septiembre, Beggars of Life. Aunque tenía pocas líneas de diálogo, mostró que el estudio reconocía el poder del nuevo medio. Interference, la primera película completamente hablada de Paramount, debutó en noviembre. Las expectativas cambiaron rápidamente, y lo que era una "moda" en 1927 se convirtió en un estándar en 1929. En febrero de 1929, Columbia Pictures fue el último de los ocho grandes estudios de Hollywood en estrenar su primera película con partes habladas, Lone Wolf's Daughter.

La mayoría de los cines estadounidenses, especialmente fuera de las ciudades, aún no estaban equipados para el sonido, y los estudios no estaban completamente convencidos del interés universal de las películas habladas. A mediados de los años 30, la mayoría de las películas de Hollywood se producían en versiones duales, mudas y sonoras. Aunque pocos en la industria lo predijeron, el cine mudo como medio comercial viable en Estados Unidos pronto sería solo un recuerdo. La última película muda importante lanzada por un gran estudio de Hollywood fue el western Points West de Hoot Gibson, estrenada por Universal Pictures en agosto de 1929. Un mes antes, se había estrenado públicamente la primera película completamente a color y completamente hablada: On with the Show! de Warner Bros.

El cine sonoro en Europa

El cantante de jazz se estrenó en Europa en Londres el 27 de septiembre de 1928. Muchos en la industria se dieron cuenta de que el cambio al sonido era inevitable. El 16 de enero de 1929, se estrenó la primera película europea con una interpretación vocal sincronizada y música grabada: la producción alemana Ich küsse Ihre Hand, Madame (Beso tu mano, Madame). Esta película, sin diálogos y con solo unos minutos de canto, fue hecha con el sistema de sonido en película de la empresa germano-holandesa Tobis. Tobis se unió a su competidor, Klangfilm, para comercializar juntos sus tecnologías de grabación y reproducción. Cuando ERPI (de Estados Unidos) comenzó a equipar cines en Europa, Tobis-Klangfilm afirmó que el sistema de Western Electric violaba sus patentes, lo que frenó la entrada de la tecnología estadounidense en muchos lugares. Tobis también creó sus propias productoras, como la alemana Tobis Filmkunst.

A lo largo de 1929, la mayoría de los principales países europeos productores de películas comenzaron a adoptar el sonido. Muchas de las primeras películas habladas europeas se rodaron en el extranjero, en estudios alquilados, mientras los propios se convertían. Una de las primeras películas dramáticas habladas de Europa fue The Crimson Circle, una coproducción entre Alemania y British Sound Film Productions (BSFP). Originalmente muda en Alemania, se le añadió diálogo en inglés usando el proceso Phonofilm. Se estrenó en el Reino Unido en marzo de 1929. La primera película completamente hablada hecha en el Reino Unido fue The Clue of the New Pin, usando el sistema británico de sonido en disco Photophone. En mayo, Black Waters se promocionó como la primera película completamente hablada en el Reino Unido, aunque se había rodado en Hollywood con un sistema de Western Electric.

La primera película dramática hablada europea que tuvo éxito fue la británica Blackmail, dirigida por Alfred Hitchcock, que se estrenó en Londres el 21 de junio de 1929. Originalmente muda, Blackmail fue regrabada parcialmente para incluir diálogos, música y efectos de sonido. Fue un éxito considerable y recibió buenas críticas.

El 23 de agosto, la industria cinematográfica austriaca lanzó una película sonora: Geschichten aus der Steiermark (Historias de Estiria). El 30 de septiembre, se estrenó la primera película dramática hablada completamente en alemán, Das Land ohne Frauen (La tierra sin mujeres). La primera película hablada de Suecia, Konstgjorda Svensson (Svensson artificial), se estrenó el 14 de octubre. Ocho días después, Aubert Franco-Film lanzó Le Collier de la reine (El collar de la Reina), que incluía una única secuencia hablada, la primera escena de diálogos en una película francesa. El 31 de octubre, debutó Les Trois masques (Las tres máscaras), considerada una de las primeras películas habladas francesas, aunque se rodó en un estudio en las afueras de Londres. La primera película completamente hablada alemana, Atlantik (Atlántico), se estrenó en Berlín el 28 de octubre.

La primera película sonora de España, Fútbol, amor y toros, dirigida por Florián Rey, se estrenó el 7 de enero de 1930. Cuatro días después, se estrenó El misterio de la Puerta del Sol, dirigida por Francisco Elías Riquelme. En 1930, se estrenaron las primeras películas habladas polacas, usando sistemas de sonido en disco. En Italia, la primera película hablada, La Canzone dell'amore (La canción del amor), también salió en octubre de 1930. La primera película hablada en checo, Tonka Sibenice, debutó en 1930. Varios países europeos más pequeños también produjeron sus primeras películas habladas. La Unión Soviética lanzó sus primeras películas sonoras en 1931: el documental Entuziazm y el drama Putyovka v zhizn.

En la mayor parte de Europa, la conversión de los cines al sonido fue más lenta que la capacidad de producción, lo que obligó a que las películas habladas se produjeran en versiones mudas o se mostraran sin sonido en muchos lugares. En Gran Bretaña, más del 60% de los cines estaban equipados para el sonido a finales de 1930, similar a Estados Unidos. En Francia, más de la mitad de los cines seguían proyectando cine mudo a finales de 1932. En la Unión Soviética, en 1933, menos del 1% de los proyectores de cine estaban equipados para el sonido.

El cine sonoro en Asia

Durante los años 20 y 30, Japón fue uno de los mayores productores de cine del mundo. Aunque su industria fue de las primeras en producir películas sonoras, la conversión completa al sonido fue mucho más lenta que en Occidente. La primera película japonesa sonora, Reimai, se hizo en 1926. En 1929, el estudio Nikkatsu produjo dos películas habladas: Taii no musume y Furusato. El estudio rival Shochiku comenzó a producir películas habladas con éxito en 1931. Sin embargo, dos años después, más del 80% de las películas hechas en Japón seguían siendo mudas. Para 1938, más de un tercio de las películas producidas en Japón se rodaban sin diálogos.

La popularidad del cine mudo en Japón se debía en gran parte a la tradición del benshi, un narrador en vivo que acompañaba la proyección de la película. El director Akira Kurosawa explicó que el benshi no solo contaba la historia, sino que también realzaba las emociones interpretando voces y efectos de sonido. Los benshi más populares eran estrellas por sí mismos. Esta tradición facilitó una transición gradual al sonido, permitiendo a los estudios distribuir los costos de la conversión y dar tiempo a sus equipos para familiarizarse con la nueva tecnología.

La película en mandarín Genu hong mudan se estrenó en 1930 como la primera película sonora de China. En febrero de ese mismo año, se completó una versión sonora de The Devil's Playground, que podría ser la primera película hablada australiana. En septiembre de 1930, una canción de la estrella india Sulochana, de la película muda Madhuri (1928), se lanzó como un corto con sonido sincronizado. Al año siguiente, Ardeshir Irani dirigió la primera película hablada india, Alam Ara, y produjo Kalidas. En 1931 también se vieron las primeras películas en bengalí y telugu. En 1932, Ayodhyecha Raja fue la primera película en maratí. En 1933, Ardeshir Irani produjo la primera película hablada en persa, Dukhtar-e-loor. También en 1933, se produjeron las primeras películas en cantonés en Hong Kong. En Corea, donde los byeonsa tenían un papel similar al de los benshi, en 1935 se produjo la primera película hablada: Chunhyang-Jeon.

El cine sonoro en América Latina

En 1929, el actor y director cubano René Cardona filmó en Estados Unidos las primeras películas habladas completamente en español, como Sombras Habaneras. Entre 1929 y 1931, se filmaron varias películas habladas en español en Estados Unidos, incluyendo Dios Y Ley (1929) con Carmen Guerrero, Gitanos (1929) con Emilio Fernández, Sombras de Gloria (1929) con Jose Bohr, y Charros, gauchos y manolas (1930) del director Xavier Cugat. El famoso cantante Carlos Gardel actuó en varias películas sonoras filmadas en Francia y Nueva York entre 1931 y 1935, como Las luces de Buenos Aires (1931) y El día que me quieras (1935).

El cine sonoro en Argentina

Desde 1907 hubo intentos de hacer películas sonoras en Argentina. En 1929, la primera exhibición de una película sonora en Buenos Aires (y en Sudamérica) mostró el potencial del cine sonoro. El primer cortometraje sonoro sudamericano fue Mosaico Criollo (1929), dirigido por Roberto Guidi usando el sistema Vitaphone. En 1931, se filmó el cortometraje El adiós del unitario y el primer largometraje sonoro, Muñequitas Porteñas, dirigido por José Agustín “El Negro” Ferreyra.

Carlos Gardel filmó una serie de 10 cortometrajes con sonido óptico entre 1930 y 1931, dirigidos por Eduardo Morera. La primera película animada con sonido de Latinoamérica fue Peludópolis (1931) de Quirino Cristiani. Para 1933, la industria argentina abandonó el cine mudo, tras la fundación de los estudios Argentina Sono Film y Lumiton y el éxito de los primeros largometrajes nacionales con sonido óptico: ¡Tango! (1933) y Los tres berretines (1933).

El cine sonoro en México

Entre 1927 y 1929, el director Joselito Rodríguez desarrolló su propio equipo de sonido óptico en Los Ángeles. El 15 de septiembre de 1929, estrenó su cortometraje con sonido óptico Himno Nacional de México. Luego filmó Sangre Mexicana (1929) con diálogos de Celia Montalván. En México, se filmó el largometraje sonoro El águila y el nopal (1929) de Miguel Contreras Torres. La película La Boda de Rosario (1929) se estrenó primero muda y luego sonorizada con discos fonográficos.

La noche del 26 de abril de 1929, Columbia Pictures estrenó Submarine en la Ciudad de México, la primera película sincronizada con ruidos incidentales. Casi un mes después, Warner Bros. presentó el Vitaphone con The Singing Fool. La primera película mexicana totalmente hablada fue Más fuerte que el deber (1930), de Rafael J. Sevilla. Sin embargo, la falta de preparación de los proyectistas con el sistema Vitaphone hizo que muchas de estas películas fracasaran en su exhibición.

La primera película sonora mexicana en tener éxito fue Santa (1931), que usó el sistema óptico RCA Photophone. Durante este tiempo, el cine mexicano se consolidó con películas como Una vida por otra (1932), El compadre Mendoza (1933) y Vámonos con Pancho Villa (1935), dirigidas por Fernando de Fuentes. También destacaron películas de Arcady Boytler y José Bohr.

La comedia ranchera

Este género surgió con la llegada del sonido. En 1936, Fernando de Fuentes dirigió Allá en el Rancho Grande, que fue un gran éxito. Esta película estableció las bases de lo "mexicano" en el cine. La característica principal de las comedias rancheras era que, gracias al sonido, podían incluir números musicales y canciones interpretadas por los protagonistas, de una forma diferente a los grandes musicales de Hollywood.

El cine sonoro en el resto de América

En Chile, el cine sonoro llegó en abril de 1930. Se filmaron películas como La calle del ensueño (1929) con efectos sonoros y música, y Norte y sur (1933), totalmente hablada. Venezuela también realizó sus primeras películas sonoras: La Venus de Nacár (1931) y Taboga (1938), la primera con sonido óptico.

En Colombia, la primera película con sonido óptico fue Pereira es la que invita a su gran carnaval (1936). La primera película sonora boliviana fue Hacia la gloria (1932), sonorizada con Vitaphone. En Ecuador, la empresa Sono Filmes produjo Guayaquil de mis amores (1930). La primera película sonora peruana fue Resaca (1934). En Paraguay, el primer largometraje documental sonoro fue En el infierno del Chaco (1932). En Uruguay, la primera película sonora totalmente hablada fue Dos destinos (1935).

La película cubana La Virgen de la Caridad (1930) incorporó algunos sonidos incidentales. En 1937, se filmó el primer largometraje sonoro cubano, La serpiente roja. La película brasileña Acabaram-se os Otários (1929) fue el primer intento de incorporar canciones con Vitaphone. Con películas como A Voz do Carnaval (1933) y Alô! Alô! Brasil (1935), el sonido se incorporó plenamente al cine brasileño. En Honduras, el cineasta José Bohr filmó Honduras (1937). En República Dominicana, se incorporaron efectos sonoros a documentales desde 1930. La primera película sonora filmada en Canadá fue The Crimson Paradise (1933).

El cine sonoro en España y Portugal

Se dice que la primera película sonora en español se hizo en Estados Unidos en 1923, cuatro años antes de The Jazz Singer. Se encontró una cinta en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos que muestra una serie de cortometrajes presentados el 15 de abril de 1923 en Nueva York. Uno de ellos, de once minutos, fue dirigido por Lee DeForest y protagonizado por la actriz y cantante española Conchita Piquer. En la película, ella canta en español y portugués, lo que la convierte también en la primera película en portugués con sonido.

Entre octubre y noviembre de 1929, se rodó el primer largometraje sonoro de la historia del cine español: Fútbol, amor y toros, dirigida por Florián Rey. Se estrenó el 7 de enero de 1930 en Madrid y fue un gran éxito.

Por otro lado, ese mismo año se estrenó otra película sonora en España, El misterio de la Puerta del Sol, dirigida por Francisco Elías Riquelme. Esta comedia se estrenó el 11 de enero de 1930 en Burgos, ya que no fue aceptada en Madrid ni Barcelona. A diferencia de la anterior, fue un fracaso total porque las salas de proyección no estaban preparadas para el sistema Phonofilm.

La película El misterio de la Puerta del Sol quedó olvidada hasta 1981, cuando la nieta del productor la mostró. En 1995, se inició su restauración. La película Fútbol, amor y toros se perdió y no se ha encontrado ninguna copia. Por lo tanto, El misterio de la Puerta del Sol y Fútbol, amor y toros, estrenadas con pocos días de diferencia, marcaron el inicio del cine sonoro en España.

La Compañía Industrial Film Española S.A. (CIFESA) se fundó en Valencia en 1932. En 1933, cuando ya pertenecía a la familia Casanova, obtuvo la exclusividad para distribuir películas de Columbia Pictures en España. En 1933 se rodaron 7 películas en España, y en 1934, 21, incluyendo el documental Las Hurdes, tierra sin pan (1933) de Luis Buñuel y el primer éxito del cine español sonoro, La hermana San Sulpicio (1934) de Florián Rey.

En los años 30, el cine sonoro llegó a Portugal. En 1931, varias productoras menos reconocidas desaparecieron. Al principio de la década, actores y técnicos portugueses viajaban a París para rodar versiones de éxitos norteamericanos. La película A Severa (1931) fue el primer filme rodado en Portugal y sonorizado en Francia. En 1932, se instalaron los estudios Tobis Portuguesa, donde se rodó la primera película sonora completamente portuguesa: La canción de Lisboa (1932). Entre 1932 y 1939, se filmaron solo trece largometrajes en Portugal.

Impacto del cine sonoro

Cambios tecnológicos

Al principio, la introducción del sonido en vivo causó problemas en la producción. Las cámaras eran ruidosas, por lo que se usaban cuartos insonorizados para aislar el equipo de los actores, lo que limitaba mucho el movimiento de la cámara. Durante un tiempo, se usaron varias cámaras para compensar la falta de movilidad. La necesidad de estar cerca de los micrófonos fijos también obligaba a los actores a limitar sus movimientos. La película Show Girl in Hollywood (1930) muestra algunas de las técnicas usadas en las primeras películas habladas.

Muchos de estos problemas se resolvieron rápidamente con nuevas carcasas para las cámaras, diseñadas para reducir el ruido, y con micrófonos de pértiga que podían moverse con los actores sin aparecer en la toma. Las mejoras tecnológicas continuaron a un ritmo rápido: entre 1932 y 1935, se crearon micrófonos direccionales, se mejoró la calidad de las grabaciones y se redujo el ruido. Estos avances técnicos también abrieron nuevas posibilidades artísticas. Otro problema era que algunos actores del cine mudo no tenían voces atractivas. Para 1935, la regrabación de diálogos en postproducción se había vuelto común.

Con la adopción masiva de las películas habladas en Hollywood, la competencia entre los dos enfoques principales de producción de sonido se resolvió pronto. A lo largo de 1930-31, los estudios que usaban sonido en disco, como Warner Bros., cambiaron a la grabación de sonido en película. Sin embargo, la presencia dominante de Vitaphone en los cines equipados con sonido significó que durante varios años, todos los estudios de Hollywood crearon y distribuyeron versiones de sus películas tanto en sonido en disco como en sonido en película.

Impacto en el trabajo

Aunque la llegada del sonido impulsó la industria del cine, tuvo un efecto negativo en el empleo de muchos actores de Hollywood. De repente, aquellos sin experiencia teatral eran vistos con sospecha por los estudios. Los actores con acentos muy marcados o voces que no encajaban con su imagen, que antes se podían ocultar, fueron especialmente afectados. La carrera de la estrella del cine mudo Norma Talmadge terminó así. El actor suizo Emil Jannings regresó a Europa. La voz de John Gilbert no encajaba con su imagen de héroe, y su fama disminuyó.

No solo el cine mudo pasó de moda, sino que el público también percibía a muchas estrellas asociadas con él como anticuadas, incluso si tenían talento para el cine sonoro. Lillian Gish se retiró, y otras figuras importantes dejaron la actuación: Colleen Moore, Gloria Swanson, y la famosa pareja Douglas Fairbanks y Mary Pickford. Buster Keaton quería explorar el nuevo medio, pero su estudio, MGM, le quitó el control creativo.

Varias de las mayores atracciones del nuevo cine sonoro vinieron del vodevil y el teatro musical, donde artistas como Jolson, Eddie Cantor, Jeanette MacDonald y los Hermanos Marx estaban acostumbrados a las exigencias del diálogo y las canciones. James Cagney y Joan Blondell, que habían trabajado juntos en Broadway, fueron contratados por Warner Bros. en 1930. Pocos actores fueron grandes estrellas tanto en la era muda como en la sonora: Richard Barthelmess, Clive Brook, Bebe Daniels, Norma Shearer, el dúo cómico de Stan Laurel y Oliver Hardy, y el incomparable Charlie Chaplin, cuyas películas Luces de la ciudad (1931) y Tiempos modernos (1936) usaron el sonido casi exclusivamente para la música y los efectos. Greta Garbo fue una de las pocas estrellas extranjeras que triunfó en Hollywood tanto en el cine mudo como en el sonoro.

Con la llegada de las películas habladas y sus bandas sonoras pregrabadas, muchos músicos de orquestas de cine se quedaron sin trabajo. La American Federation of Musicians publicó anuncios en periódicos protestando por el reemplazo de músicos en vivo por dispositivos mecánicos. Un anuncio de 1929 mostraba una lata con la etiqueta "Música Enlatada" y decía que la música mecánica era un intento de "corromper la apreciación musical".

Impacto comercial

En septiembre de 1926, Jack Warner, dueño de Warner Bros., afirmó que las películas habladas nunca serían viables. Sin embargo, se equivocó. Entre 1927 y 1929, las ganancias de Warner Bros. aumentaron de 2 millones a 14 millones de dólares. El cine sonoro fue una gran ventaja para todos los grandes estudios. Las ganancias de Paramount aumentaron en 7 millones de dólares, las de Fox en 3.5 millones y las de Loew/MGM en 3 millones. RKO, que no existía en 1928, se convirtió en una de las principales empresas de entretenimiento.

Incluso con la Gran Depresión que comenzó en 1929, la popularidad de las películas habladas mantuvo a Hollywood a salvo. La temporada de 1929-30 fue la mejor para la industria cinematográfica, con ventas de entradas y ganancias récord. Aunque la realidad golpeó más tarde en 1930, el sonido aseguró la posición de Hollywood como una de las industrias más importantes en Estados Unidos. En 1929, los ingresos de taquilla representaban el 16.6% del gasto total en ocio de los estadounidenses; para 1931, la cifra alcanzó el 21.8%. Hollywood también dominó el mercado internacional. Las películas estadounidenses dominaban el 70% del tiempo en pantalla en todo el mundo para 1937.

Así como los grandes estudios de Hollywood ganaron con el sonido frente a sus competidores extranjeros, también lo hicieron en casa. La revolución del sonido afectó a muchas pequeñas empresas de cine que no podían afrontar los costos de la conversión. La combinación del sonido y la Gran Depresión llevó a una reestructuración en el negocio, resultando en la jerarquía de las Cinco Grandes empresas (MGM, Paramount, Fox, Warners, RKO) y los tres estudios menores (Columbia, Universal, United Artists) que dominarían hasta los años 50.

India fue otro país donde el cine sonoro tuvo un impacto comercial inmediato. Desde sus inicios, el cine sonoro indio se ha caracterizado por los musicales. Diez años después del debut de Alam Ara, más del 90% de las películas mostradas en India eran de producción nacional. La conversión a la producción completamente sonora fue tan rápida en India como en Estados Unidos. Para 1932, la mayoría de las producciones ya eran con sonido; dos años después, 164 de las 172 películas indias eran habladas. Desde 1934 hasta hoy, India ha estado entre los tres países más productores de películas del mundo cada año.

Calidad artística

En 1930, el experto en cine Paul Rotha afirmó que una película con diálogos y efectos de sonido perfectamente sincronizados era "absolutamente contraria a los objetivos del cine". Estas opiniones eran comunes entre quienes veían el cine como una forma de arte. Alfred Hitchcock, aunque dirigió la primera película hablada exitosa en Europa, sostenía que "las películas mudas eran la forma más pura de cine".

La mayoría de los historiadores y aficionados al cine están de acuerdo en que el cine mudo había alcanzado su punto máximo artístico a finales de los años 20, y que los primeros años del cine sonoro ofrecían poco en comparación con las mejores películas mudas. Por ejemplo, en una encuesta de 1995, once películas mudas aparecen entre las cien mejores, mientras que la película sonora más antigua que aparece es L'Atalante (1934).

El efecto a corto plazo del sonido en el arte cinematográfico se puede ver al comparar las obras maestras del período de transición (los últimos años del cine mudo comercial y los primeros años del cine sonoro). De 1927 a 1932, once películas mudas son ampliamente reconocidas como obras maestras, y solo unas pocas películas habladas.

La primera película sonora en recibir una aprobación crítica casi universal fue Der Blaue Engel (El ángel azul), estrenada el 1 de abril de 1930. La primera película hablada estadounidense ampliamente respetada fue Sin novedad en el frente, estrenada el 21 de abril. La película sonora más antigua reconocida como obra maestra por la mayoría de los historiadores es M de Fritz Lang, estrenada el 11 de mayo de 1931.

La forma del cine

"El cine hablado es tan poco necesario como un libro de canto", dijo el crítico Viktor Shklovsky en 1927. Mientras algunos veían el sonido como algo incompatible con el arte cinematográfico, otros lo veían como una nueva oportunidad creativa. En 1928, un grupo de directores de cine soviéticos, incluyendo Sergéi Eisenstein, proclamaron que el uso de la imagen y el sonido en contraste, el llamado método contrapuntístico, llevaría el cine a "un poder sin precedentes".

El 12 de marzo de 1929, se estrenó la primera película hablada hecha en Alemania. No fue un drama, sino un documental: Melodie der Welt (Melodía del mundo), dirigida por Walter Ruttmann. Esta fue quizás la primera película en explorar significativamente las posibilidades artísticas de unir imágenes en movimiento con sonido grabado. La película es "intrincada, dinámica, de ritmo acelerado... yuxtaponiendo hábitos culturales similares de países de todo el mundo, con una espléndida música orquestal... y muchos efectos de sonido sincronizados".

Pocos directores comerciales innovadores vieron de inmediato cómo el sonido podía usarse como parte integral para contar una historia cinematográficamente, más allá de la función obvia de la palabra grabada. En Blackmail, Hitchcock manipuló la reproducción del monólogo de un personaje para que la palabra "cuchillo" destacara de un flujo de sonido, reflejando la impresión subjetiva del protagonista. En su primera película, Applause (1929), Rouben Mamoulian creó la ilusión de profundidad acústica variando el volumen del sonido ambiente. En un momento, Mamoulian quería que la audiencia escuchara a un personaje cantando mientras otro rezaba al mismo tiempo. Estos métodos se convertirían en el procedimiento estándar en la creación popular de cine.

Una de las primeras películas comerciales en aprovechar al máximo las nuevas oportunidades del sonido grabado fue Le Million, dirigida por René Clair. Estrenada en París en abril de 1931, fue un éxito popular y de crítica. Esta comedia musical es memorable por su tratamiento artificial del sonido. Reemplazó el diálogo con actores cantando y hablando en rimas. Clair creó confusiones divertidas entre el sonido en pantalla y fuera de pantalla. También experimentó con efectos de audio asíncronos, como en la famosa escena donde una persecución de un abrigo se sincroniza con los aplausos de una multitud invisible de rugby.

Estas técnicas y otras similares son parte del vocabulario de las películas sonoras de comedia. Sin embargo, fuera de la comedia, este tipo de película audaz con sonido, como Melodie der Welt y Le Million, se persiguió muy raramente en la producción comercial. Hollywood, en particular, incorporó el sonido en un sistema fiable de creación de películas basado en el género, donde las posibilidades formales del nuevo medio se subordinaron a los objetivos tradicionales de destacar estrellas y contar historias sencillas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Sound film Facts for Kids

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Cine sonoro para Niños. Enciclopedia Kiddle.