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Campaña de Rivera a las Misiones Orientales para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Invasión argentina a Misiones Orientales
Parte de Guerra del Brasil
MISIONES ORIENTALES.png
Los siete pueblos de las Misiones Orientales.
Fecha 25 de febrero-22 de diciembre de 1828
Lugar Misiones Orientales
Casus belli Invasión lusobrasileña a Misiones Orientales
Resultado Bandera de Argentina Victoria Argentina
Consecuencias Gobierno provisorio de Rivera en Misiones Orientales hasta el tratado de paz entre Argentina y Brasil
Beligerantes
Bandera de Argentina Provincias Unidas del Río de la Plata Bandera de Brasil Imperio del Brasil
Comandantes
Bandera de Argentina Fructuoso Rivera
Bandera de Argentina Manuel Lavalleja
Bandera de Argentina López Chico
Bandera de Brasil Álvaro de Alencastre
Fuerzas en combate
~1000 Desconocidos

La Invasión Argentina a las Misiones Orientales fue una campaña militar rápida. Ocurrió en 1828, durante la Guerra del Brasil. El general Fructuoso Rivera lideró a las fuerzas de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su objetivo era recuperar las Misiones Orientales.

Este territorio estaba en lo que hoy es el oeste de Río Grande del Sur, en Brasil. Había sido habitado por indígenas guaraníes y colonizado por jesuitas. Sin embargo, estaba en manos del Imperio del Brasil. Portugal, la antigua potencia colonial de Brasil, lo había ocupado en 1801.

Al final de 1828, Rivera tuvo que dejar este territorio. Esto fue parte de las negociaciones de paz entre el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas. Estas negociaciones llevaron a la independencia del Estado Oriental del Uruguay. Fructuoso Rivera se convertiría en el primer presidente de este nuevo país.

¿Qué son las Misiones Orientales?

En el siglo XVII, la Compañía de Jesús fundó treinta misiones jesuíticas guaraníes en esta región. Los guaraníes, que antes se movían mucho, empezaron a vivir en un solo lugar.

La "Provincia de las Misiones" dependía de la Gobernación de Buenos Aires y de los jesuitas. Se extendía a ambos lados de los ríos Paraná y Uruguay. También incluía tierras al este y al sur.

En 1750, por el Tratado de Madrid, siete de estas Misiones, al este del río Uruguay, pasaron a Portugal. Los guaraníes se resistieron, pero fueron vencidos y obligados a irse.

Sin embargo, en 1777, el Tratado de San Ildefonso devolvió el territorio a España. Los guaraníes regresaron a sus pueblos. Estos eran: San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San Nicolás, San Miguel Arcángel, San Lorenzo Mártir, San Juan Bautista y Santo Ángel Custodio.

En 1767, los jesuitas fueron expulsados de los territorios españoles. Las Misiones se reorganizaron bajo el Virreinato del Río de la Plata. Aunque los pueblos se desorganizaron un poco, mantuvieron parte de su forma de vida.

En 1801, Portugal ocupó las Misiones Orientales. Aunque un tratado ordenó que España y Portugal volvieran a sus límites, Portugal nunca devolvió las Misiones Orientales. La mayoría de la gente seguía siendo guaraní, pero poco a poco llegaron colonos brasileños.

Durante la Revolución Oriental, el general José Artigas quería que las Misiones Orientales fueran parte de la Provincia Oriental.

En 1816, Brasil invadió la Banda Oriental. Las milicias indígenas, lideradas por Andresito Guazurarí, intentaron recuperar las Misiones Orientales. Pero los portugueses vencieron a Artigas y Guazurarí. La Banda Oriental se unió a Brasil como la Provincia Cisplatina. Las Misiones Orientales pasaron a ser parte de la Provincia de Río Grande de San Pedro.

El inicio de la Guerra del Brasil

Archivo:Juan Antonio Lavalleja
El general Juan Antonio Lavalleja inició la Guerra del Brasil al frente de los Treinta y Tres Orientales.

La gente de la Banda Oriental no estaba contenta con el dominio portugués. En 1825, muchos se unieron a la expedición de los Treinta y Tres Orientales, que llegó desde Buenos Aires. Su líder, el general Juan Antonio Lavalleja, sumó a su ejército a las milicias del general Fructuoso Rivera. Rivera había sido un oficial importante con Artigas, pero luego se unió a los portugueses.

Lavalleja organizó el Congreso de La Florida. Allí se declaró que la Provincia Oriental se unía a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Cuando el Congreso de las Provincias Unidas aceptó esto, el Imperio del Brasil declaró la guerra. Así comenzó la Guerra del Brasil.

El Congreso de las Provincias Unidas aceptó a los diputados orientales y respondió a la declaración de guerra. Nombró presidente a Bernardino Rivadavia y creó una Constitución para la República Argentina. Sin embargo, muchas provincias argentinas rechazaron esta Constitución.

Rivera apoyó la causa independentista al principio. Ganó la batalla del Rincón y ayudó a Lavalleja en la batalla de Sarandí. Pero luego, Lavalleja y otros jefes empezaron a sospechar que Rivera se entendía con los brasileños. Cuando Rivadavia ordenó su arresto en 1826, Rivera se refugió con el gobernador de Santa Fe, Estanislao López.

En tierra, las tropas argentinas tuvieron éxito. Casi vencen al ejército imperial en varias batallas, como la batalla de Ituzaingó. Pero no lograron tomar las ciudades de Montevideo y Colonia.

En el mar, la poderosa flota brasileña bloqueó casi por completo el Río de la Plata. Aunque el comandante argentino Guillermo Brown logró algunas victorias, el bloqueo continuó. Esto puso al gobierno argentino en una situación difícil.

Por eso, el presidente Rivadavia envió a Manuel José García a Río de Janeiro. García firmó un acuerdo de paz que entregaba la Banda Oriental a Brasil. El Congreso y la gente rechazaron este acuerdo. Esto causó la caída de Rivadavia en junio de 1827.

El gobierno central argentino se disolvió. Cada provincia se gobernó a sí misma. Buenos Aires eligió como gobernador a Manuel Dorrego. Él quería seguir la guerra hasta que Brasil dejara la Banda Oriental.

Preparativos para la Campaña

Archivo:Estanislao López
General Estanislao López, primer comandante de la proyectada campaña.

Lo primero que hizo Dorrego fue firmar acuerdos con las provincias. Así, todas le dieron el poder de manejar las relaciones exteriores. Un acuerdo especial fue con Estanislao López de Santa Fe. Santa Fe prometió:

  • "...levantar una fuerza militar que ocupe los pueblos de las Misiones Orientales, que existen en poder del tirano del Brasil."

Dorrego nombró a Lavalleja comandante del ejército en la Provincia Oriental. Pero Lavalleja tenía pocos recursos y sus oficiales no confiaban en él. Además, no parecía querer atacar. En cambio, usaba a sus hombres para robar ganado brasileño.

Lavalleja hizo pocas operaciones ofensivas, y fracasaron. El plan era desembarcar en la Laguna de los Patos y avanzar por tierra. Pero la operación fue tan mala que el desembarco no ocurrió.

Rivera, que no se llevaba bien con Lavalleja, quería atacar las Misiones Orientales. Así podría volver a tener el mando de tropas. Fue a ver a Dorrego con cartas de Estanislao López. López apoyaba el plan y proponía a Rivera para comandar el "Ejército del Norte". También lo acompañaba el coronel Evaristo Carriego, que conocía bien las Misiones.

En diciembre de 1827, se reunieron con Dorrego. Dorrego se entusiasmó con el plan. Recuperar las Misiones ayudaría en las negociaciones de paz. El 9 de diciembre, Rivera y Carriego recibieron la aprobación para la operación.

Lavalleja se opuso al plan. Dijo que Rivera estaba de acuerdo con los brasileños y planeaba una traición.

Dorrego no quería problemas en el ejército. Pero sabía que Rivera tenía buenas relaciones con muchos brasileños. Así que suspendió el nombramiento de Rivera. Sin embargo, mantuvo el proyecto y le encargó a López la liberación de las Misiones Orientales. El plan era más grande: atacar a los brasileños por la retaguardia y, si era posible, llegar hasta Porto Alegre.

López empezó a preparar su división de Santa Fe. También consiguió la ayuda del gobernador de Corrientes, Pedro Ferré. Ferré le dio 500 hombres al mando del comandante José López, conocido como "López Chico".

La Campaña de Rivera

Archivo:Fructuoso Rivera
El general Fructuoso Rivera.

Para apurar la reunión de las tropas, López autorizó a Rivera a ir a Entre Ríos. Allí, Rivera encontró problemas internos. La gente lo seguía acusando de aliarse con Brasil. Además, muchos hombres estaban en el ejército de Lavalleja.

Así que Rivera decidió actuar por su cuenta. Reunió a sus pocos seguidores (83 hombres) en Gualeguaychú. Sus oficiales principales eran Bernabé Rivera, Felipe Caballero, Augusto Possolo, Antonio Iglesias y Gregorio Salado.

Sin permiso de López ni de Lavalleja, Rivera y sus fuerzas cruzaron el río Uruguay el 25 de febrero de 1828. Se dividieron en tres grupos. En la Provincia Oriental, se les unieron más personas y unidades que lo apoyaban. Rivera fue a Durazno para hablar con el gobernador delegado, Luis Eduardo Pérez. Pérez lo recibió, pero no lo reconoció oficialmente para no molestar a Lavalleja.

Rivera también le envió un mensaje a Lavalleja. Le explicó que había entrado al territorio con tropas para luchar contra los brasileños. Aunque cumplió con las formas, sabía que no sería bien recibido.

De hecho, Lavalleja ordenó a su hermano Manuel Lavalleja y a Manuel Oribe que persiguieran y vencieran a Rivera. Después, ellos debían invadir las Misiones Orientales.

El 29 de febrero, Dorrego supo que Rivera estaba operando en la Banda Oriental. Lavalleja ordenó a Oribe que dejara el sitio de Montevideo y persiguiera a Rivera. Oribe se puso en marcha, pero envió las órdenes de Lavalleja a Buenos Aires.

Balcarce respondió rápidamente: Oribe no debía seguir las órdenes de Lavalleja. El gobierno le dijo que las Misiones eran objetivo del Ejército del Norte. Oribe debía regresar al sitio de Montevideo. Manuel Lavalleja debía perseguir a Rivera con la guarnición de Paysandú. Los brasileños habían aprovechado la partida de Oribe para reabastecerse.

Pero Oribe siguió persiguiendo a Rivera. En Mburicayupí, su vanguardia se enfrentó a la retaguardia de Rivera. Rivera tuvo dos muertos y tres prisioneros. Oribe pensó que Rivera había perdido muchos hombres, pero en realidad, las fuerzas de Rivera habían crecido.

El 13 de marzo, un grupo de guaraníes misioneros se unió a Rivera. Habían dejado la columna del gobernador de Misiones, Félix de Aguirre.

El 20 de marzo, cien hombres del Escuadrón de Defensores se unieron a Rivera. Manuel Lavalleja los atacó y les causó bajas, pero 30 hombres lograron unirse a Rivera. Manuel Lavalleja y Oribe pidieron caballos al gobernador de Corrientes, Ferré.

El avance de Rivera

Las noticias del avance de Rivera llegaron al coronel brasileño Álvaro de Alencastre, jefe de la frontera en San Borja. Alencastre no sabía si Rivera iba a invadir o a unirse a ellos. Los rumores de Rivera eran muy confusos.

Alencastre tenía 400 hombres, la mayoría soldados guaraníes del Regimiento 24 de Sao Borja. Muchos habían luchado con Artigas. El frente era muy grande para tan pocos hombres, y su lealtad al imperio era dudosa.

Para saber las intenciones de Rivera, Alencastre envió una patrulla. Pero los soldados de la patrulla se unieron a Rivera.

Rivera siguió avanzando hacia el norte para tomar un paso en el río Ibicuí. El 20 de abril, sus hombres tomaron el bote de los brasileños. Luego, 80 hombres cruzaron el río nadando. Cubiertos por el fuego del bote, lograron llegar a la orilla y tomar la guardia por asalto. El comandante Pintos y 19 de sus hombres murieron.

Una vez que controló el paso, Rivera cruzó con su caballería y continuó su avance en las Misiones Orientales. Dividió sus fuerzas en tres columnas. Durante su avance, se les unieron dos grupos de indígenas charrúas-minuanes. Pronto, las tropas enemigas del regimiento 24 empezaron a unirse a Rivera. El comandante guaraní Francisco Javier Sití, antiguo oficial de Andresito Guazurarí, se unió con 52 hombres. Otros oficiales brasileños también se unieron a Rivera.

Para el 17 de mayo de 1828, Rivera ya controlaba los 7 pueblos de las Misiones Orientales. Tenía más de 500 hombres.

Mientras tanto, Oribe y Manuel Lavalleja habían reunido 700 hombres. Esperaban en el río Ibicuí la llegada de los 500 correntinos de López Chico.

Rivera envió una comisión con informes al gobierno argentino. Pero Oribe los interceptó y los hizo fusilar. Esta decisión causó malestar entre sus propios hombres.

López Chico se reunió con Bernabé Rivera y luego le dijo a Oribe que se retiraba con sus hombres. Explicó que Rivera había vencido a las fuerzas imperiales, demostrando que no era un traidor.

Oribe decidió retirarse. El 18 de junio, intentó justificar su desobediencia a Balcarce.

Pero las noticias de la victoria de Rivera llegaron a Buenos Aires. Se celebró la recuperación de las Misiones y Dorrego apoyó a Rivera. El plan de Dorrego era atacar al ejército imperial por dos frentes.

En Porto Alegre, la noticia causó pánico. La gente temía que las ideas republicanas se extendieran por el sur de Brasil. El presidente de la provincia, Salvador Maciel, pensó que si Rivera avanzaba, Río Grande del Sur se perdería.

Rivera como Gobernador de las Misiones

Cuando llegó a La Cruz, López anunció que asumía el mando del Ejército del Norte. Rivera se negó a obedecerlo. Entonces, López renunció al mando militar y regresó a Santa Fe con sus tropas. Los correntinos de López Chico, sin embargo, se quedaron con Rivera.

Rivera reunió a delegados de los siete pueblos en una asamblea. Declaró que esa provincia siempre había pertenecido a las Provincias Unidas. La asamblea eligió al general Rivera como gobernador de la Provincia de las Misiones Orientales.

El gobernador de Corrientes, Ferré, había querido que la provincia de Misiones fuera parte de Corrientes. Al principio, no estuvo de acuerdo con la asamblea. Pero después de hablar con Rivera, quien le aseguró que solo quería las misiones al este del río Uruguay, Ferré felicitó a Rivera. También lo invitó a enviar representantes a la Convención Nacional en Santa Fe.

Durante su gobierno, algunos de los hombres de Rivera decidieron llevar todo el ganado de la zona a la Provincia Oriental. Esto se consideraba una compensación por el ganado que los brasileños habían robado antes. Algunos de los que habían financiado la campaña, como Mariano Escalada, se quedaron con parte de este ganado. Rivera permitió esto, lo que lo hizo muy popular en la Banda Oriental. También ofreció ganado a López, pero él no lo aceptó.

El gobernador de Buenos Aires también envió refuerzos a Rivera, incluyendo oficiales capacitados. Entre ellos estaban los coroneles Manuel de Escalada y Eduardo Trolé. Dorrego también nombró a Rivera comandante del Ejército del Norte, pero Rivera renunció para no estar bajo la autoridad de Lavalleja.

El gobierno de Rivera fue corto. Solo logró organizar algunas fuerzas locales para la defensa.

El Tratado de Paz y la Independencia

Archivo:Dorrego
El gobernador Manuel Dorrego, que promovió la reincorporación a la Argentina de las Misiones Orientales pero que por presiones conjuntas del Reino Unido y del Imperio del Brasil se vio obligado a la paz con el Brasil.

El gobernador Dorrego quería seguir la guerra contra Brasil hasta que devolvieran la Provincia Oriental. Sin embargo, la guerra estaba estancada. La flota argentina estaba muy dañada. Las fuerzas terrestres no podían tomar Montevideo y Colonia. El bloqueo naval brasileño afectaba mucho la economía de Buenos Aires. Además, los comerciantes británicos presionaban para que se llegara a un acuerdo. La diplomacia británica, con John Ponsonby, quería que la Banda Oriental fuera un estado independiente.

Finalmente, en junio, Dorrego envió a Tomás Guido y Juan Ramón Balcarce a Río de Janeiro para negociar la paz. Les dijo que propusieran la independencia de la Banda Oriental. Pero al llegar, recibieron una nueva orden: exigir la entrega de la Provincia Oriental. Esto se debió a las buenas noticias de la invasión de Rivera a las Misiones Orientales. La gente en Buenos Aires quería seguir la guerra. Dorrego pensó en pedir también la soberanía sobre el territorio de Rivera, pero al final lo ofreció como moneda de cambio para recuperar la Banda Oriental.

El éxito de la campaña de Rivera obligó a Brasil a negociar de nuevo. El emperador Pedro I rechazó las nuevas exigencias. Pero, presionado por la situación militar y el miedo a que las ideas republicanas se extendieran por el sur de Brasil, aceptó la independencia de la Banda Oriental. Sin embargo, puso una condición: Rivera debía evacuar las Misiones Orientales.

Dorrego le pidió a Rivera que dejara el territorio. La situación de las Misiones Orientales no se mencionó en el acuerdo de paz firmado el 27 de agosto. Este acuerdo declaraba la independencia de la Provincia de Montevideo, ahora llamada Cisplatina. Probablemente, el Emperador no quiso que la campaña de Rivera se viera como una recuperación de territorio, sino solo como una invasión a Brasil.

Dorrego le ofreció a Rivera una nueva misión: invadir Paraguay. Paraguay era una antigua provincia del Virreinato del Río de la Plata que se mantenía independiente. El argumento era liberar a Paraguay del gobierno del dictador Gaspar Rodríguez de Francia. Rivera nunca aceptó oficialmente esta oferta.

La Evacuación y sus Consecuencias

Fructuoso Rivera ordenó la evacuación a principios de noviembre. Los guaraníes y brasileños que habían apoyado a los rioplatenses decidieron llevarse todo lo de valor: ganado, documentos, objetos religiosos. En muchos casos, destruyeron lo que quedaba en los pueblos. Así, los guaraníes se vieron obligados a acompañar al ejército en retirada.

Rivera cruzó el Ibicuí el 22 de diciembre de 1828, acompañado por muchos indígenas guaraníes y una gran cantidad de ganado. Se dirigió al sur. El único pueblo de las Misiones Orientales que quedó en pie fue São Borja.

Las fuerzas brasileñas vigilaban de cerca a Rivera. Por eso, Rivera no pudo detenerse al sur del Ibicuí, que los rioplatenses consideraban la frontera norte de la Banda Oriental. El jefe brasileño quería que los misioneros se retiraran hasta el río Daymán, que los brasileños consideraban su límite sur.

Rivera negoció con el mariscal brasileño Barreto. Barreto no confiaba lo suficiente en sus tropas para iniciar una batalla. Finalmente, el 25 de diciembre, firmaron el acuerdo de Irere-Ambá. Este acuerdo permitía a Rivera establecer a la población y milicias que lo acompañaban al sur del río Cuareim.

Más tarde, Ponsonby le dijo al gobierno inglés que Rivera quería formar un gran estado. Este estado incluiría Río Grande del Sur, Uruguay, Entre Ríos, Corrientes y quizás Paraguay.

La fundación de Bella Unión

Archivo:Río Uruguay en Bella Unión
El río Uruguay a la altura de Bella Unión.

A principios de 1829, Rivera fundó la villa de Bella Unión. Su nombre oficial era Santa Rosa del Cuareim. La fundó con los misioneros y con indígenas guaycurúes y charrúas. Estaba en la orilla sur del río Cuareim. Esta fundación fue importante para establecer el límite entre Uruguay y Brasil en este río, lo cual se fijaría en 1851.

La población no se adaptó bien al nuevo sistema. Los líderes militares guaraníes se fueron a Entre Ríos o se dispersaron por Uruguay, llevándose a algunas familias. Los charrúas volvieron a su forma de vida nómada.

Rivera regresó a Uruguay y fue nombrado Comandante de Campaña. Dejó a Lavalleja a cargo de la presidencia provisional. Rivera recorrió el interior del nuevo Estado para conseguir apoyo. Su prestigio superó al de Lavalleja. Así, Rivera ganó las elecciones, aliado con líderes locales y con personas que habían colaborado con los portugueses o con el gobierno argentino de Rivadavia.

En abril de 1831, algunos historiadores dicen que el presidente Rivera invitó a varios líderes charrúas y guaraníes a hablar con él. Luego, su hermano Bernabé Rivera los atacó en un evento conocido como matanza del Salsipuedes. Después hubo otro evento similar en Mataojo. Otros historiadores explican que Rivera, como presidente de un nuevo país, debía proteger a los habitantes y sus bienes. Argumentan que eran pocos indígenas que vivían de forma nómada y que causaban robos y violencia a los habitantes sedentarios.

Estos eventos causaron que la villa de Bella Unión casi se despoblara. Algunos brasileños regresaron a su país. La mayoría de los guaraníes se fueron a Entre Ríos, liderados por Gaspar Tacuabé. El resto de la población de la villa se trasladó a Salto, cuya población creció mucho en la década de 1830.

Hoy, el territorio de las Misiones Orientales y la franja entre los ríos Ibicuí y Cuareim son parte del Estado de Río Grande del Sur. Excepto por algunos restos arqueológicos y nombres de lugares, no hay conexión con la población original de las Misiones Orientales.

Véase también

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Campaña de Rivera a las Misiones Orientales para Niños. Enciclopedia Kiddle.