Combate de los Bajíos de Arregui para niños
Datos para niños Combate de los Bajíos de Arregui |
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Guerra del Brasil | ||||
![]() Tomas Espora, comandante Rioplatense durante el enfrentamiento
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Fecha | 29 y 30 de mayo de 1828 | |||
Lugar | Bahía de Samborombón, Provincia de Buenos Aires | |||
Resultado | Victoria del Imperio del Brasil | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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El Combate de los Bajíos de Arregui fue un enfrentamiento naval que ocurrió a finales de mayo de 1828. Fue parte de la Guerra del Brasil y se destacó por la valentía de una nave de la Armada Argentina frente a una fuerza naval mucho mayor del Imperio del Brasil.
Contenido
¿Qué fue el Combate de los Bajíos de Arregui?
Este combate tuvo lugar el 29 y 30 de mayo de 1828. El bergantín goleta 8 de Febrero, de la Armada Argentina, regresaba de una misión. Al mando del comandante Tomás Espora, la nave entró en la bahía de Samborombón, en la provincia de Buenos Aires.
El encuentro inesperado
Una densa niebla cubría la bahía. Cuando la niebla se disipó, el 8 de Febrero se encontró rodeado. Estaba frente a una flota brasileña de 10 barcos. Esta flota incluía corbetas, bergantines, goletas, un lugre y cañoneras. En total, sumaban unos 129 cañones y 1.200 hombres. El 8 de Febrero solo tenía 10 cañones.
La estrategia de defensa
El barco argentino fue descubierto de inmediato. La flota brasileña lo atacó sin dudar. El comandante Espora intentó una maniobra. Dirigió su barco hacia los Bajíos de Arregui. Estos son lugares con poca profundidad cerca del río San Clemente. Su idea era que la poca profundidad impidiera el ataque directo de los barcos enemigos más grandes. Sin embargo, el timón del 8 de Febrero tocó fondo y el barco quedó atascado.
Un discurso inspirador
A pesar de la situación, el comandante Espora decidió luchar. Animó a sus marineros y soldados con palabras valientes. Les recordó que debían ser dignos del nombre de su barco. Les pidió puntería a los artilleros y mucha disciplina. Prometió que el gobierno recompensaría a las familias de quienes cayeran en combate. Les dijo que solo los cobardes se rinden sin pelear. Concluyó con un grito de "¡Viva la Patria!".
La batalla desigual
El comandante brasileño, Juan Francisco de Oliveira Botas, pidió la rendición. La diferencia de fuerzas era enorme. Pero Espora se negó. Así comenzó un combate que duró diez horas. El 8 de Febrero disparó sus 900 tiros de cañón. Incluso usaron la ropa de la tripulación como tacos para los cañones. Se quedaron sin pólvora. El barco sufrió graves daños y tuvo 25 bajas.
La evacuación y la rendición
Al caer la noche, Espora ordenó construir una balsa. La hicieron con materiales del barco. A las 4 de la mañana, la balsa estaba lista. Los 38 tripulantes que sobrevivieron, todos heridos, desembarcaron. El teniente Gerardo Fisher los guio por tierra. Un joven estudiante de medicina, José Gregorio Acuña, los cuidó. Llegaron al Río Salado (Buenos Aires) el 7 de junio.
Espora se quedó en el barco. Lo acompañaron su segundo, Antonio Toll, cuatro heridos graves y dos ayudantes. Solo entonces rindió la nave. El teniente Joaquim Marques Lisboa, quien luego sería un famoso almirante, se acercó con cautela. Temía que Espora hiciera explotar el barco. Pero Espora lo tranquilizó. Le dijo que los cañones estaban inutilizados y que no tenían pólvora.
Un gesto de respeto
Ambos oficiales, Espora y Toll, fueron llevados ante el comandante Botas. Botas quedó muy impresionado por su valentía. Pidió al almirante Rodrigo Pinto Guedes que los intercambiaran por prisioneros brasileños. Esto fue aceptado, algo muy inusual en esa guerra. Normalmente, los brasileños no hacían intercambios.
El 10 de junio, Espora y Toll salieron de Montevideo. El 13 de junio, fueron intercambiados por el capitán Guillermo Eyre y el teniente Antonio Carlos Ferreira.