Sandro Pertini para niños
Datos para niños Alessandro Pertini |
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![]() Presidente de la República Italiana |
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8 de julio de 1978-29 de junio de 1985 | ||
Primer ministro | Giulio Andreotti Francesco Cossiga Arnaldo Forlani Giovanni Spadolini Amintore Fanfani Bettino Craxi |
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Predecesor | Giovanni Leone | |
Sucesor | Francesco Cossiga | |
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Información personal | ||
Nombre en italiano | Sandro Pertini | |
Nacimiento | 25 de septiembre de 1896![]() |
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Fallecimiento | 24 de febrero de 1990![]() |
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Sepultura | San Giovanni | |
Nacionalidad | Italiana (1946-1990) | |
Religión | Agnóstico | |
Lengua materna | Italiano | |
Familia | ||
Cónyuge | Carla Voltolina | |
Educación | ||
Educación | laurea y laurea | |
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Político, periodista y guerrillero | |
Empleador | Universidad de Florencia | |
Seudónimo | Sandro Pertini | |
Rama militar | Regio Esercito | |
Rango militar | Teniente | |
Conflictos | Primera Guerra Mundial | |
Partido político | Partido Socialista Italiano | |
Sitio web | www.fondazionepertini.it/asp/fondazione.asp?IdSez=1 | |
Firma | ||
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Alessandro Giuseppe Antonio "Sandro" Pertini (nacido en Stella, Savona, Liguria, el 25 de septiembre de 1896 – fallecido en Roma, el 24 de febrero de 1990) fue un importante político, abogado y periodista italiano. Fue el séptimo presidente de la República Italiana, sirviendo en este cargo desde 1978 hasta 1985.
Desde joven, Pertini fue parte del Partido Socialista Italiano. Fue castigado con cinco años de exilio por el gobierno autoritario de Benito Mussolini. Cuando regresó a Italia, jugó un papel clave en la Resistencia italiana, especialmente al pedir una huelga general el 25 de abril de 1945 en Milán. Esto fue parte de un levantamiento general contra la ocupación alemana del norte de Italia.
Pertini también fue muy importante en la creación de la Constitución de la República Italiana. Trabajó junto a otros políticos que se oponían al gobierno anterior. A lo largo de su vida, ocupó cargos importantes, como Presidente de la Cámara de Diputados en 1968. Una gran mayoría del Parlamento de Italia lo eligió presidente de la República. Falleció en su casa de Roma en 1990.
Contenido
- Biografía de Sandro Pertini
- Relaciones con otras personalidades
- Reconocimientos a Sandro Pertini
- Galería de imágenes
- Véase también
Biografía de Sandro Pertini
¿Cómo fue la juventud de Pertini?
Sandro Pertini nació en una familia de la aristocracia italiana, ya que su padre era dueño de tierras. Tenía cuatro hermanos: Luigi, que era pintor; Marion, que se casó con un diplomático; Giuseppe, un oficial; y Eugenio, quien fue llevado a un campo de prisioneros y desapareció en 1945.
Pertini, muy cercano a su madre, estudió en el colegio Don Bosco de los salesianos en Varazze. Luego, continuó su educación en el instituto Gabriello Chiabrera de Savona. Allí, su profesor de filosofía, Adelchi Baratono, le enseñó sobre el socialismo y lo introdujo en los círculos del movimiento obrero. Después del instituto, Pertini estudió en la Universidad de Génova, donde se graduó en jurisprudencia (leyes).
¿Qué hizo Pertini en la Primera Guerra Mundial?
En 1917, Pertini se unió al ejército como alférez y fue enviado al frente del Isonzo. Aunque no estaba de acuerdo con la guerra, se destacó por su valentía. Recibió la Medalla de Plata al Valor Militar por liderar un ataque en agosto de 1917. Sin embargo, nunca le entregaron la medalla debido a su participación en el movimiento socialista.
En 1918, se unió al Partido Socialista Italiano, al que pertenecería casi toda su vida. Se mudó a Florencia y obtuvo una segunda licenciatura en ciencias políticas en 1924. En Florencia, conoció a políticos antifascistas como Gaetano Salvemini y los hermanos Carlo y Nello Roselli. En este tiempo, Pertini se unió al movimiento antifascista Italia Libera (Italia Libre).
La lucha contra el autoritarismo
En 1922, el Partido Nacional Fascista de Mussolini llegó al poder. Poco a poco, los partidos políticos fueron prohibidos y los miembros de izquierda fueron perseguidos. El Partido Socialista fue uno de los grupos más afectados.
Primeras dificultades
Pertini se opuso al gobierno autoritario desde el principio. Se unió al Partido Socialista Unitario después de la trágica muerte del diputado socialista Giacomo Matteotti. Por su actividad política, Pertini fue atacado varias veces por grupos afines al gobierno. El 25 de mayo de 1925, fue arrestado por distribuir un folleto clandestino que criticaba al gobierno. Fue acusado de incitar al odio. Pertini se declaró el único responsable y dijo que seguiría luchando por el socialismo y la libertad.
El 3 de junio de 1925, fue condenado a ocho meses de cárcel y una multa. Pero al ser liberado, continuó su lucha. En noviembre de 1926, después de un intento de ataque contra Mussolini, hubo una fuerte represión contra los antifascistas. Pertini se fue a Milán. Poco después, el 4 de diciembre de 1926, fue condenado a cinco años de cárcel por oponerse al gobierno, en la pequeña isla de Santo Estefano.
El exilio de Pertini
Para evitar ser capturado, Pertini huyó el 12 de diciembre de 1926 a Francia con Filippo Turati. Se estableció en Niza, donde se convirtió en un líder de los exiliados. Hizo mucha propaganda contra el gobierno autoritario con escritos y conferencias.
En abril de 1926, instaló una radio clandestina en su casa de Niza para comunicarse con sus compañeros en Italia. La policía francesa lo descubrió y fue condenado a un mes de prisión.
Su exilio en Francia terminó en marzo de 1929. Regresó a Italia con un pasaporte falso, con la idea de crear un movimiento de cambio. El 26 de marzo de 1929, volvió a Italia e intentó reunirse con Ernesto Rossi, pero fue reconocido por un partidario del gobierno autoritario.
La captura de Pertini
Fue detenido en Pisa el 14 de abril de 1929. El 30 de noviembre, fue condenado a 10 años y 9 meses de prisión. Durante el juicio, Pertini se negó a defenderse y gritó: ¡Abajo el autoritarismo! ¡Viva el socialismo!
Fue encarcelado de nuevo en la isla de Santo Estefano. Dos años después, el 10 de diciembre de 1930, fue trasladado a la prisión de Turi, en la Provincia de Bari, debido a su mala salud. Allí conoció a Antonio Gramsci, uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano, quien se hizo su amigo. La salud de Pertini siguió empeorando, lo que llevó a otro traslado a un hospital en Pianosa. Su madre pidió un indulto, pero Pertini lo rechazó, ya que no reconocía la autoridad del gobierno. Años después, se reconcilió con su madre.
El 10 de septiembre de 1935, fue trasladado a Ponza como prisionero político. Cinco años después, el 20 de septiembre de 1940, fue condenado a otros cinco años de confinamiento, que pasó entre Ponza y Ventotene, donde se encontró con otros políticos como Altiero Spinelli y Ernesto Rossi.
La Resistencia partisana
Durante su tiempo en prisión, comenzó la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939. Italia se mantuvo neutral al principio, pero después de la invasión de Francia por parte de la Alemania Nazi, Italia declaró la guerra a los Aliados el 10 de junio de 1940. En julio de 1943, los aliados invadieron Sicilia. El Rey de Italia, Víctor Manuel III, ordenó encarcelar a Mussolini y nombró a Pietro Badoglio jefe de Gobierno. Mientras tanto, los presos políticos que se oponían al gobierno fueron liberados.
El regreso a la libertad y la lucha
El 7 de agosto de 1943, Pertini fue libre de nuevo y se unió de inmediato a la lucha contra el gobierno autoritario. Participó en los combates en Roma el 8 de septiembre de ese año contra los alemanes. Luchó junto a Luigi Longo, Emilio Lussu y Giuliano Vassalli.

Durante la lucha partisana, fue capturado por las SS junto a Giuseppe Saragat y sentenciado a una pena grave por su actividad. Sin embargo, un grupo partisano lo ayudó a escapar el 24 de enero de 1944. Después de su liberación, viajó de Roma a Milán para participar activamente en la Resistencia italiana como miembro del Comité de Liberación Nacional y para reorganizar el partido socialista.
Después de la liberación de Roma en julio de 1944, Pietro Nenni lo llamó a la ciudad. Para llegar, Pertini tuvo que viajar a Génova, una ciudad ocupada, para contactar con Edgardo Sogno, quien lo ayudaría a llegar a Roma en un vuelo desde Córcega. Sin embargo, Sogno ya se había ido. Pertini se dirigió a La Spezia, donde contactó con algunos partisanos. De allí, fue a Florencia a pie. En Florencia, encontró refugio y, después de la liberación de la ciudad, finalmente viajó a Roma.
La liberación de Milán
En Roma, Pertini se dio cuenta de que su presencia era más útil en el norte. Decidió regresar al norte como Jefe Militar del Comité de Liberación de Alta Italia.
Con documentos falsos, viajó en avión de Nápoles a Lyon, luego a Dijon y, finalmente, a Chamonix, donde contactó con la resistencia francesa. Con su ayuda, cruzó la frontera hacia Italia para contactar con los partisanos del Valle de Aosta. Pasó por Aosta, y luego por Ivrea, hasta Turín, evitando a las patrullas alemanas.
En abril de 1945, junto a Leo Valiani y Luigi Longo, organizó el levantamiento en Milán. El miércoles 25 de abril de 1945, Pertini anunció por radio, en nombre del pueblo italiano, que el Comité de Liberación de Alta Italia asumía todos los poderes. Proclamó una huelga general en la ciudad:

«¡Trabajadores! Huelga general contra la ocupación alemana, contra la guerra, por la salvación de nuestras tierras, de nuestras casas, de nuestras oficinas. Como en Génova y Turín, poned a los alemanes frente al dilema: rendirse o morir.»
El mismo 25 de abril, el Comité de Liberación Nacional de Alta Italia se reunió en Milán. El Comité decretó la sentencia de Benito Mussolini.
Después de la muerte del líder, Pertini escribió en el periódico Avanti!:
«Mussolini se comportó como un cobarde, sin un gesto, sin una palabra de orgullo. Al presentir el levantamiento, se había dirigido al cardenal arzobispo de Milán pidiendo poder retirarse a Valtellina con tres mil de los suyos. A los partisanos que lo arrestaron ofreció un imperio, que no tenía. Incluso en el último momento suplicaba que le salvaran la vida para hablar en la radio y denunciar a Hitler que, a su parecer, lo había traicionado nueve veces [...].»
Pertini creía que la emoción durante la liberación de Milán confirmaba la capacidad del pueblo italiano para lograr grandes cosas con el espíritu de libertad y socialismo. A menudo recordaba con tristeza que, el 25 de abril, mientras celebraba la liberación, su hermano menor Eugenio fue asesinado en un campo de prisioneros.

El 8 de junio de 1946, se casó con la periodista y partisana Carla Voltolina, a quien conoció durante la liberación de Milán.
Carrera política en la Italia republicana
El final de la Segunda Guerra Mundial cambió mucho la política italiana. El Rey Víctor Manuel III tuvo que renunciar, y su hijo Humberto II subió al trono. Sin embargo, el gobierno anterior había hecho que la monarquía perdiera prestigio. Por eso, en un referéndum el 2 de junio de 1946, la mayoría de los italianos votaron por una república, un sistema de gobierno que sigue existiendo hoy.
La posguerra
En abril de 1945, Pertini se convirtió en secretario nacional del Partido Socialista Italiano de Unidad Proletaria. Ocupó este cargo hasta agosto de 1946. El partido tenía problemas internos. En el XXV Congreso del partido, Pertini intentó evitar que una parte del partido se separara. A pesar de sus esfuerzos, la separación ocurrió, y nació otro partido socialista.
Aunque quería unir a todo el socialismo, Pertini defendió la independencia de su partido frente al Partido Comunista Italiano. Por ejemplo, se opuso a una alianza entre su partido y el Partido Comunista para las elecciones de 1948. Su opinión fue minoritaria, y la mayoría del partido apoyó la alianza.

Fue elegido diputado para la Asamblea Constituyente, que se encargó de escribir la Constitución de Italia. Pertini participó activamente en la redacción de la parte sobre los derechos civiles. Desde el principio de la república, se opuso a las amnistías para quienes habían apoyado el gobierno autoritario.
En la Primera Legislatura, fue nombrado senador y se convirtió en el líder del grupo socialista en el Senado. El 27 de marzo de 1949, declaró el voto en contra de su partido a la adhesión de Italia al Tratado del Atlántico Norte, que dio origen a la OTAN. Argumentó que era un instrumento de guerra que solo serviría para dividir Europa.
Después de su inicio en el parlamento, fue reelegido como miembro de la Cámara de Diputados varias veces. Durante su trabajo como diputado, ocupó varios cargos: presidente de la Comisión Parlamentaria para Asuntos Internos, luego para Asuntos Constitucionales, y en 1963 vicepresidente de la Cámara. Finalmente, de 1968 a 1976, fue el presidente. Se negó a firmar el aumento de los salarios y gastos de los parlamentarios italianos.
En esta etapa como diputado, Pertini mostró públicamente su rechazo al partido neofascista Movimiento Social Italiano. Se opuso a que este partido celebrara un congreso en Génova en 1960. Denunció en la Cámara de Diputados la dura represión contra los manifestantes. Estos enfrentamientos causaron la muerte de varios manifestantes y la caída del gobierno.
En la primavera de 1978, durante el secuestro de Aldo Moro, fue uno de los pocos políticos socialistas que defendieron una postura firme contra los grupos violentos.
Presidencia de la República
En Italia, el presidente, que tiene poderes principalmente representativos, es elegido por el Parlamento. En las primeras votaciones, se necesita una mayoría de dos tercios. En las siguientes, basta con una mayoría absoluta. La elección puede tardar varios días o semanas.
La elección del séptimo presidente comenzó el 29 de junio de 1978, después de la renuncia de Giovanni Leone. Pertini fue elegido presidente en la decimosexta votación con una gran mayoría, la más amplia en la historia de Italia. En las votaciones anteriores, Pertini había obtenido pocos votos. Solo Pertini logró unir los votos de los tres grandes partidos, siendo elegido el 8 de julio de 1978. Permaneció en el cargo hasta 1985.
Después de jurar como presidente, en su discurso de investidura, recordó a su compañero de cárcel y amigo Antonio Gramsci. También habló de la necesidad de poner fin a la violencia que afectaba a Italia en esos días, recordando la trágica muerte de Aldo Moro. Durante su mandato, ayudó a que la figura del presidente fuera un símbolo de la unidad del pueblo italiano. Gracias a su moral, logró acercar a los ciudadanos a las instituciones en un momento difícil conocido como los anni di piombo (años de plomo), un periodo de violencia política. La llegada de Pertini a la presidencia y su espíritu de moderador ayudaron a reducir la violencia y devolver la tranquilidad al país.

Su figura está relacionada con momentos felices para el pueblo italiano. A menudo se recuerda su presencia en Madrid en la final de la Copa Mundial de Fútbol de 1982 o cómo estuvo presente en las labores de rescate de un niño que cayó a un pozo, un evento que conmovió a la sociedad italiana.
El 23 de noviembre de 1980, hubo un terremoto en Irpinia. Pocos días después, Pertini denunció públicamente la ineficacia del Estado ante el desastre en un programa de televisión. También criticó a los políticos que se habían aprovechado de la desgracia.
Como presidente de la República, nombró a cinco senadores vitalicios, el máximo permitido por la Constitución. Los senadores fueron el político e historiador Leo Valiani, el actor Eduardo De Filippo, la política y partisana Camilla Ravera (la primera mujer en recibir este cargo), el crítico literario y rector Carlo Bo y el filósofo Norberto Bobbio.
Pertini participó activamente en el funeral del político Enrico Berlinguer en 1984, incluso viajando en un vuelo presidencial para acompañar el cortejo fúnebre. También participó en 1981 en el cortejo fúnebre del presidente egipcio Anwar el-Sadat, quien falleció en un ataque.
Aprovechando su puesto, se enfrentó directamente a los grupos criminales organizados, denunciando su "nefasta actividad contra la humanidad". Siempre advirtió que no se debía confundir a la gente de las regiones donde estos grupos estaban presentes con los propios grupos.
En su discurso de fin de año de 1982, habló sobre el problema de estos grupos, recordando a Pio La Torre y al general Carlo Alberto Dalla Chiesa:

«Hay otros males que atormentan al pueblo italiano: la camorra y la mafia. Lo que está sucediendo en Sicilia nos horroriza. Hay muertes casi cada día. Hay que estar atentos a lo que ocurre en Sicilia y en Calabria y también con la camorra en Nápoles. Hay que prestar atención en no confundir al pueblo siciliano, al pueblo calabrés y al pueblo napolitano con la camorra o con la mafia. Los mafiosos son una minoría. Y los camorristas en Nápoles también son una minoría.Prueba de esto: cuando fue asesinado Pio La Torre, toda Palermo estaba alrededor de su féretro. Cuando fue asesinado el general Dalla Chiesa, con su dulce compañera, que vino varias veces a verme aquí, en este mismo despacho, toda Palermo se unió alrededor de los dos féretros para protestar.
Por lo tanto, el pueblo siciliano, el pueblo calabrés y el pueblo napolitano están contra la camorra y contra la mafia.»
En su lucha contra los grupos criminales, disolvió el consejo municipal de Limbadi (en la provincia Vibo Valentia) en 1983 porque había sido elegido un líder de uno de estos grupos. En el discurso de fin de año de 1983, volvió a insistir en no confundir los lugares con los grupos criminales, comparándolos con una enfermedad en un cuerpo sano. Además, en el discurso, elogió al pueblo siciliano.
La presidencia de Pertini ayudó a que el primer socialista llegara al poder. En 1983, decidió encargar la formación de gobierno a Bettino Craxi. Por dos años, y por primera vez en la historia italiana, tanto el presidente como el primer ministro fueron socialistas. Sin embargo, el presidente tuvo algunos desacuerdos con Craxi. Pertini no aceptaba la forma de hacer política de Craxi, como cuando Craxi fue elegido secretario general del partido por aclamación en lugar de por votación. A pesar de los desacuerdos, la relación entre ambos políticos siempre fue cordial y respetuosa.
Durante su mandato, disolvió el parlamento en dos ocasiones, convocando elecciones en 1979 y 1983. Encargó la formación de gobierno a varios políticos, incluyendo a Giulio Andreotti, Francesco Cossiga, Arnaldo Forlani, Giovanni Spadolini, Amintore Fanfani y, por último, a Craxi. También nombró a tres jueces del Tribunal Constitucional.
Su constante presencia en la vida pública fue probablemente la razón de su gran popularidad. Fue uno de los presidentes más queridos por los italianos, por su carisma, su honestidad y su estilo directo.
Senador vitalicio

El 29 de junio de 1985, poco antes de que terminara su mandato, renunció, dejando el puesto de Presidente después de casi siete años. Le sucedió Francesco Cossiga. Al finalizar su mandato, se convirtió en senador vitalicio, como sus predecesores. El único cargo oficial que ocupó a partir de 1985 fue la presidencia de la Fundación de Estudios Históricos "Filippo Turati", creada en Florencia en 1985 para preservar los documentos del socialismo italiano.
Durante su presidencia y después, no renovó su carné del Partido Socialista, dejando de ser parte del partido, aunque siempre mantuvo sus ideas socialistas.
La noche del 24 de febrero de 1990, a los 93 años, falleció en Roma en su apartamento privado, un ático cerca de la Fontana de Trevi.
Relaciones con otras personalidades

Aunque se oponía a una unión entre socialistas y comunistas, Pertini siempre mantuvo una buena relación con los miembros del Partido Comunista, como se vio en el funeral de Enrico Berlinguer. Además, siempre tuvo un espíritu de mediador con las demás fuerzas políticas. Esto se refleja en una frase del periodista Indro Montanelli:
«No es necesario ser socialista para querer a Pertini. Cualquier cosa que diga o haga, transmite limpieza, lealtad y sinceridad.»
Sin embargo, en general, no tuvo muy buena relación con sus compañeros de partido. Aparte de los desacuerdos con Craxi, casi ningún compañero le era indiferente. Su compañero Riccardo Lombardi dijo de él:
Corazón de león, cerebro de gallina.
Estos desacuerdos hicieron que Pertini se fuera alejando poco a poco del Partido Socialista, donde, a pesar de su gran popularidad, no lideró ningún grupo.
Como jefe de Estado de Italia, Pertini tuvo contacto con líderes políticos extranjeros. Con François Mitterrand, presidente de Francia a partir de 1981, siempre mantuvo una relación difícil. Un ejemplo de esto es que en una visita oficial de Mitterrand a Italia, Pertini se fue rápidamente de Roma, dejando al presidente del Senado para que tratara con el francés.
Finalmente, a pesar de ser agnóstico, destaca su amistad con el papa Juan Pablo II. Los medios de comunicación publicaron una historia que decía que Pertini llamó a Juan Pablo II en el hospital cuando estaba a punto de fallecer y que su esposa impidió la entrada del pontífice a la habitación. La Fundación Sandro Pertini desmintió la noticia. El presidente de la fundación explicó que Pertini no fue hospitalizado, sino que falleció en su casa. Añadió que no se permitió la entrada a nadie al lecho de muerte del político, salvo al presidente Francesco Cossiga. También comentó que en otra hospitalización de Pertini en 1987, Juan Pablo II sí lo visitó sin que se lo pidieran. El papa y Pertini se vieron al menos una docena de veces, e incluso esquiaron juntos.
Reconocimientos a Sandro Pertini
Sandro Pertini recibió varios reconocimientos a lo largo de su vida. El más importante fue la Medalla de Oro al Valor Militar por su trabajo como partisano. También recibió la Cruz de Guerra y la Medalla de Oro a los méritos en Educación, Cultura y Arte. Además, fue el primero en recibir la Medalla Otto Hahn por la Paz de la Sociedad Alemana para las Naciones Unidas, que le fue otorgada en Berlín en diciembre de 1988.
Además de las medallas, el 24 de febrero de 2007 se inauguró en Forlí un busto de bronce de Pertini. Antes, en 1990, se había construido un monumento a Pertini en Milán. La construcción causó controversia en algunos sectores políticos.
Fundación Sandro Pertini
En su honor, se creó el 23 de septiembre de 2002 en Florencia, por iniciativa de su esposa Carla Voltolina, la Fundación Sandro Pertini. El objetivo de la fundación es mantener vivo el espíritu y el pensamiento del expresidente, así como organizar y difundir libros, cuadros, fotografías y documentos sobre Pertini.
Antes, el 20 de junio de 1995, se había creado en la misma ciudad la Asociación Nacional Sandro Pertini con objetivos similares a los de la Fundación.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Sandro Pertini Facts for Kids