Ignacio López Rayón para niños
Datos para niños Ignacio López Rayón |
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![]() General Ignacio López Rayón
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![]() Miembro del Congreso de Anáhuac por Nueva Galicia |
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13 de septiembre de 1813-15 de diciembre de 1815 | ||
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![]() Presidente de la Suprema Junta Nacional Americana |
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21 de agosto de 1811-13 de septiembre de 1813 | ||
Sucesor | José María Morelos (Generalísimo encargado del Poder Ejecutivo) |
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Jefe del Ejército insurgente | ||
16 de marzo de 1811-21 de agosto de 1811 | ||
Predecesor | Ignacio Allende (Generalísimo de las Américas) |
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Información personal | ||
Nacimiento | 31 de julio de 1773 Tlalpujahua (Nueva España) |
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Fallecimiento | 2 de febrero de 1832 Ciudad de México (México) |
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Nacionalidad | Española (hasta 1821) y mexicana (desde 1821) | |
Religión | católico | |
Familia | ||
Padres | Andrés Mariano López-Rayón Piña Rafaela López Aguado de Rayón |
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Información profesional | ||
Ocupación | Militar y político | |
Años activo | 1810-1817 (como político) | |
Rama militar | Ejército insurgente | |
Rango militar | General | |
Conflictos | ||
Firma | ||
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José Ignacio Antonio López-Rayón y López-Aguado (nacido en Tlalpujahua, Michoacán, el 31 de julio de 1773, y fallecido en la Ciudad de México el 2 de febrero de 1832) fue una figura muy importante en la Independencia de México. Fue el secretario del cura Miguel Hidalgo y Costilla y tomó el liderazgo del movimiento después de la muerte de Hidalgo.
Ignacio López Rayón ayudó a redactar los Elementos constitucionales, un documento clave para la organización del nuevo país. También fue parte de la Suprema Junta Nacional Americana y del Congreso de Anáhuac en 1813. Este congreso llevó a la creación de la Constitución de Apatzingán en 1814.
La vida de Ignacio López Rayón
Sus primeros años y estudios
Ignacio López Rayón nació en Tlalpujahua, Michoacán, en 1773. Fue el primer hijo de Andrés Mariano López-Rayón Piña y María Josefa Rafaela López-Aguado y López-Bolaños.
Estudió en el Colegio de San Nicolás en Valladolid (hoy Morelia). Después, se fue a la Ciudad de México para estudiar derecho en el Colegio de San Ildefonso. Se graduó como abogado en 1796.
Por un tiempo, trabajó como abogado en la Ciudad de México. Sin embargo, regresó a Morelia cuando su padre enfermó y falleció. Allí se dedicó a los negocios de su familia, que incluían la agricultura y la minería.
En Tlalpujahua, también trabajó en la oficina de correos del pueblo. Esto le permitía dedicarse más a la minería de oro. En agosto de 1810, se casó con María Ana Martínez de Rulfo.
Su unión al movimiento de Independencia
Cuando comenzó la Guerra de Independencia en septiembre de 1810, Rayón apoyó rápidamente la causa. Animó a sus vecinos a unirse al levantamiento.
Su primer contacto con los insurgentes fue a través de Antonio Fernández. Fernández iba delante de Hidalgo en su camino hacia la México. Al pasar por Maravatío, cerca de Tlalpujahua, Fernández causó muchos daños a las propiedades españolas.
Rayón le envió una carta a Fernández. Le sugirió crear una junta que representara la autoridad del rey Fernando VII. Así, se evitaría el desperdicio de bienes y se usarían para apoyar la revolución. Antonio Fernández le preguntó a Hidalgo sobre esta idea, y a Hidalgo le pareció bien.
Debido a estas acciones, el gobierno virreinal, dirigido por Francisco Xavier Venegas, intentó arrestar a Rayón. Pero Rayón logró escapar y se unió a las fuerzas de Miguel Hidalgo y Costilla en Maravatío. Allí, Hidalgo lo nombró su secretario.
Rayón acompañó a Hidalgo y participó en la batalla del Monte de las Cruces. Después de esta batalla, regresó a Tlalpujahua para arreglar sus asuntos personales y convencer a sus hermanos de unirse al movimiento.
Junto a Hidalgo
Se reunió de nuevo con Hidalgo en Valladolid, después de que Hidalgo fuera derrotado en Aculco. Cuando José Antonio Torres tomó Guadalajara, la capital de Nueva Galicia, Hidalgo y Rayón entraron a la ciudad. Allí, Rayón fue nombrado "Secretario de Estado y del Despacho", un puesto similar al de ministro.
Con este cargo, Rayón firmó junto con Hidalgo el bando de abolición de la esclavitud el 6 de diciembre de 1810. También organizaron una Audiencia como gobierno provisional y nombraron a José María Chico como presidente. Además, encargaron a Francisco Severo Maldonado la creación del primer periódico insurgente, El Despertador Americano. Este fue el primer uso de la imprenta para apoyar la independencia. También dieron poderes diplomáticos a Pascasio Ortiz de Letona para buscar apoyo en Estados Unidos.
Ignacio López Rayón, junto con Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, José Mariano Abasolo, José Antonio "El amo" Torres y el resto del ejército insurgente, se dirigió a la batalla de Puente de Calderón. Esta batalla ocurrió el 17 de enero de 1811 contra el ejército realista, liderado por Félix María Calleja. Los insurgentes fueron derrotados y perdieron muchos soldados, armas y recursos. Se dice que Ignacio López Rayón logró salvar una gran cantidad de dinero de este enfrentamiento.
Con ese dinero, Rayón huyó a Aguascalientes. Allí se unió a Rafael Iriarte, quien venía de San Luis Potosí con un grupo de mil quinientos hombres y más dinero. Luego, se dirigió a Zacatecas para reunirse con otros líderes insurgentes. En ese momento, Hidalgo ya no era el jefe de las fuerzas insurgentes, pues había sido reemplazado por el general Allende. En Zacatecas, los insurgentes decidieron ir al norte para pedir apoyo al gobierno de Estados Unidos. Por eso, marcharon hacia Saltillo.
El 16 de marzo de 1811, en Saltillo, Rayón fue nombrado jefe del ejército insurgente. Las tropas se quedarían en Saltillo, mientras Aldama y otros líderes intentaban avanzar hacia Estados Unidos. José María Liceaga lo ayudó en este cargo. Con esto, Rayón obtuvo el grado de general.
Durante su viaje, los generales insurgentes, incluido Hidalgo, fueron capturados en Acatita de Baján. Esto ocurrió por la traición del capitán Ignacio Elizondo. Solo Iriarte logró escapar y se reunió con Rayón en Saltillo. Iriarte ya era sospechoso de traición para los insurgentes. Allende había dejado instrucciones a Rayón de ejecutarlo si regresaba. Por eso, Rayón sometió a Iriarte a un consejo de guerra, que lo encontró culpable y fue ejecutado.
Retirada a Zacatecas y la batalla de Puerto de los Piñones
Después de la captura de los demás líderes insurgentes, Rayón decidió salir de Saltillo porque lo consideraba un lugar vulnerable. El 26 de marzo, comenzó su retirada hacia Zacatecas. Lo acompañaban otros líderes insurgentes como el padre José Antonio Torres, Juan Pablo Anaya, Víctor Rosales, Manuel Villalongín y sus dos hermanos, José María y Francisco. Sus fuerzas sumaban 3500 hombres y 22 cañones.
Las fuerzas realistas, al mando del teniente coronel José Manuel Ochoa, alcanzaron a Rayón en Agua Nueva. Allí tomaron 77 prisioneros. Por eso, Rayón decidió establecerse y dar batalla en Puerto de los Piñones.
Rayón se presentó a la batalla la mañana del 1 de abril, liderando la caballería. Después de seis horas de lucha, que al principio parecían desfavorables, los insurgentes lograron una gran victoria.
La toma de Zacatecas
Después de Puerto de Piñones, Rayón y su ejército victorioso continuaron su camino con algunas dificultades, especialmente por la falta de agua. Llegaron a la hacienda de San Eustiquio, donde pudieron abastecerse. Sin embargo, hubo diferencias con el brigadier Ponce, quien le había pedido un indulto (perdón) en una reunión anterior. Esto le valió un golpe de Rayón, y Ponce desertó con otros oficiales y doscientos hombres.
Rayón ordenó quemar cadáveres y equipaje extra, y enterrar algunos cañones y culebrinas porque no tenían animales de carga. Cerca de Zacatecas, el ejército se detuvo en la hacienda de Pozo Hondo el 11 de abril. Descansaron dos días y luego se trasladaron a la hacienda de Bañón. Desde allí, Rayón envió a Anaya y Rosales a reconocer las defensas de Zacatecas, mientras él se posicionaba en el Colegio de los Misioneros de Guadalupe, cerca de la ciudad.
El 15 de abril de 1811, Rayón, junto con el "Amo" Torres, logró una de las mayores hazañas de la lucha por la independencia hasta ese momento: la toma de Zacatecas. En esta lucha, José Antonio Torres se destacó al tomar el Cerro del Grillo la noche del 14 de abril. Allí se encontraba la mayor parte de las fuerzas realistas, y los insurgentes consiguieron artillería, municiones, alimentos y plata.
A diferencia de las tropas de Hidalgo, el ejército de Rayón entró a la ciudad de manera ordenada. Él mismo convocó una reunión con los principales habitantes de la ciudad para explicarles las intenciones de su ejército. Expuso sus ideas sobre la creación de un congreso con representantes elegidos por el pueblo y los diferentes grupos de la sociedad, pero que defendiera los derechos del rey Fernando VII. Nombró una junta de gobierno formada por los mismos habitantes y no hubo desórdenes.
Desde Zacatecas, envió un documento a Calleja el 22 de abril de ese año, firmado por él y José María Liceaga. En este documento, intentaba negociar, explicando la justicia de la causa independentista y reiterando la idea de crear una junta nacional o Congreso en representación de Fernando VII.
El documento fue entregado por una comisión liderada por su hermano José María Rayón y el padre Gotor, un fraile franciscano. Sin embargo, Calleja rechazó el comunicado. Incluso arrestó al hermano de Rayón y le ofreció el indulto a él y a sus hombres si dejaban las armas antes de que él llegara a Zacatecas.
José María, el hermano de Rayón, logró escapar del arresto de Calleja. Mientras tanto, durante su estancia de un mes en Zacatecas, Rayón consiguió recursos, uniformó y disciplinó a sus tropas, y obtuvo artillería, municiones y otros materiales de guerra. Una vez hecho esto, Rayón decidió salir de Zacatecas para ir a Michoacán, donde creía que podría enfrentar mejor a Calleja. Dejó en Zacatecas a Víctor Rosales al mando de mil hombres, con la orden de salir de la ciudad cuando Calleja estuviera a dos días de distancia, para luego encontrarse en La Piedad. Más tarde, Zacatecas sería entregada a los realistas por Rosales a cambio de ser perdonado.
Primero se dirigió a Aguascalientes, donde fue interceptado en el rancho del Maguey por el coronel Miguel Emparan el 3 de mayo, cerca de La Piedad. Allí hubo un enfrentamiento, conocido como Batalla del Maguey, donde Rayón fue derrotado y sus recursos disminuyeron mucho. A pesar de esto, continuó su camino y se instaló en La Piedad. Allí se dio cuenta de que los oficiales a quienes había convocado lo habían abandonado, llevándose consigo el dinero que custodiaban.
Se dedicó a reunir de nuevo recursos y armamento. Partió a Zamora, donde organizó una pequeña tropa que puso al mando de Torres, enviándolo a enfrentar a los realistas en Pátzcuaro. Torres fue atacado por el comandante Linares en el cerro de la Tinaja, por lo que Rayón fue en su ayuda, logrando la victoria insurgente. Allí se unieron al movimiento el padre Navarrete y Manuel Muñiz.
La defensa de Zitácuaro
Con estas nuevas fuerzas, Rayón intentó avanzar sobre Valladolid. Hizo algunos movimientos militares que hicieron que los realistas se atrincheraran. Sin embargo, al enterarse de los refuerzos que habían llegado a los realistas, decidió ir a Tiripetío. Allí distribuyó sus fuerzas, iniciando una guerra de guerrillas: Torres en Pátzcuaro y Uruapan, Navarrete en Zacapu, Mariano Caneiga en Panindícuaro; y Manuel Muñiz en Tacámbaro. Mientras tanto, él marchó solo con una escolta a Zitácuaro.
Una vez en Zitácuaro, Rayón se dedicó a preparar la defensa contra el ataque de los realistas. Consiguió víveres, fundió nueva artillería y mandó excavar una zanja alrededor de la población, la cual llenó de agua. También bloqueó los caminos y retiró los alimentos de las zonas donde el ejército enemigo podría abastecerse.
El virrey Venegas ordenó a Emparan, quien había derrotado a Rayón en el Maguey, atacar Zitácuaro. Emparan salió de Maravatío y llegó a la loma de los Manzanillos, desde donde se ve Zitácuaro, el 21 de junio. Venegas envió dos compañías de caballería a buscar provisiones, pero fueron atacadas por las fuerzas de Rayón en el pueblo de San Mateo.
El 22 de junio, ambos grupos se enfrentaron. El de Rayón era menor en número, pero tenía mejor artillería. Durante la lucha, los insurgentes comenzaron a retroceder hacia el interior de la villa de Zitácuaro, siguiendo un plan de señales que Rayón había acordado previamente. Así, los realistas no pudieron avanzar más allá del foso lleno de agua que Rayón había mandado hacer. Lucharon todo el día, sufriendo grandes pérdidas, sin poder tomar la plaza. Los realistas lucharon hasta la noche y se retiraron a la loma de los Manzanillos.
Se cuenta que Rayón ideó una estrategia ingeniosa para desanimar a los realistas y hacerlos huir definitivamente: mandó reunir todos los asnos del lugar, les colocó un farol de papel y los hizo avanzar por el campo enemigo. Esto sorprendió y confundió a Emparan y a sus soldados, haciendo que a la mañana siguiente se retiraran hacia Toluca.
La Suprema Junta Nacional Americana o Junta de Zitácuaro

Después de la victoria en Zitácuaro, y al estar seguros por un tiempo, además de que el gobierno virreinal tenía que dividir sus fuerzas en varias zonas, incluyendo el sur bajo el liderazgo del cura José María Morelos y Pavón, Rayón se dedicó a organizar un gobierno. Él ya venía pensando en esto desde hacía tiempo, para que todos los líderes insurgentes dependieran de él, unificando así el movimiento de independencia y dándole orden.
Para lograr esto y asegurar la representación adecuada en la junta, le escribió a Morelos en una carta del 13 de julio. Se conserva la respuesta de Morelos, donde le dice a Rayón que está de acuerdo en formar la junta. Morelos nombró al sacerdote José Sixto Verduzco para representarlo en la reunión.
El 19 de agosto de 1811, Rayón y José María Liceaga firmaron un documento, autorizado por Joaquín López como prosecretario. En este documento, explicaban la necesidad de crear un gobierno autónomo en forma de una junta suprema que organizara y liderara el movimiento de independencia. Convocaron a los principales líderes en Zitácuaro para que consideraran este documento. Ellos lo aprobaron, aceptaron la creación de la Junta y nombraron a Rayón como su presidente, y a Liceaga y Verduzco como vocales.
La junta se llamó Suprema Junta Nacional Americana y actuaba en nombre de Fernando VII. El 21 de agosto se publicó un anuncio para dar a conocer su existencia y justificación:
El Señor don Fernando VII y en su real nombre la Suprema Junta Nacional Americana, instalada para la conservación de sus derechos, defensa de la religión santa e indemnización y libertad de nuestra oprimida patria.
La falta de un jefe supremo en quien se depositasen las confianzas de la nación y a quien todos obedeciesen nos iba a precipitar en la más funesta anarquía, el desorden, la confusión, el despotismo y sus consecuencias necesarias eran los amargos frutos que comenzábamos a gustar después de once meses de trabajos y desvelos incesantes por el bien de la patria.
Para ocurrir a tamaño mal y llenar las ideas adoptadas por nuestro gobierno y primeros representantes de la nación, se ha considerado de absoluta necesidad erigir un tribunal a quien se reconozca por supremo y a quien todos obedezcan, que arregle el plan de operaciones en toda nuestra América , dicte las providencias oportunas al buen orden político y económico.
[...]Bando estableciendo la Suprema Junta Nacional en Zitacuaro. 21 de agosto de 1811.
Como presidente de la junta, Rayón coordinó la creación del periódico El Ilustrador Nacional, a cargo de Andrés Quintana Roo y José María Cos. Este periódico servía para difundir las ideas insurgentes. Rayón no logró que todos los líderes de las diferentes facciones armadas reconocieran la autoridad de la junta. Por eso, convocó a los gobernadores y alcaldes de los pueblos cercanos para que juraran lealtad.
La creación de la junta llamó la atención del gobierno virreinal. El general Calleja publicó un anuncio el 28 de septiembre desde Guanajuato, desconociendo la junta. Amenazó con avanzar sobre Zitácuaro y puso un precio a la cabeza de Rayón, ofreciendo diez mil pesos. También rechazó la oferta de rendición que el virrey Venegas les había enviado a él y a Morelos, por sugerencia del obispo de Puebla Manuel González Campillo.
Al fallar estas estrategias, los realistas contrataron a una persona llamada J. Arnoldo para intentar acabar con la vida de Rayón. Pero este sujeto fue descubierto y ejecutado.
Durante la estancia de la junta en Zitácuaro, intentaron dirigir y coordinar a los diferentes líderes insurgentes que luchaban en Michoacán y Guanajuato. También se mantuvieron al tanto de las actividades de Morelos en el Sur. Al parecer, hubo algunas diferencias entre los miembros de la junta, causadas por el temor de que Rayón quisiera tener todo el poder, lo que generó algunas tensiones.
La huida de Zitácuaro
Rayón y la junta permanecieron en Zitácuaro el resto del año 1811. Pero el 1 de enero de 1812, el general Calleja atacó la población. Esto obligó a los insurgentes a abandonar el lugar, no sin antes oponer resistencia. En esta lucha, Ramón Rayón, hermano de Ignacio, perdió un ojo. A pesar de que las fuerzas de Calleja eran mayores, no causaron grandes daños a las fuerzas independentistas, ya que estas tenían buena artillería. Esto les permitió dañar la caballería de los realistas, quienes no persiguieron a Rayón y su gente.
La pérdida de Zitácuaro confirmó las divisiones que ya habían comenzado a surgir dentro de la Junta y del ejército insurgente, especialmente contra el liderazgo de Rayón.
Así, la Suprema Junta Nacional Americana y el ejército, ambos bajo el mando de Rayón, comenzaron a establecerse en diferentes poblaciones: Tuzantla, Tlalchapa y Sultepec.
En 1813, formó parte del Congreso Constituyente que lideraba José María Morelos en Chilpancingo. Cuatro años más tarde, fue capturado y permaneció en esa condición hasta 1820. Al finalizar la guerra, fue elegido para trabajar como tesorero en el gobierno de San Luis Potosí.
En el año 1828, compitió por la presidencia de la república, pero perdió contra Manuel Gómez Pedraza.
Murió el 2 de febrero de 1832, en la Ciudad de México.
Galería de imágenes
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La abolición de la esclavitud. Mural pintado por José Clemente Orozco en Guadalajara hacia 1949, en recuerdo del bando firmado por Hidalgo y Rayón el 6 de diciembre de 1810.
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Placa en Zitácuaro que conmemora a López Rayón y su creación de la Junta de Zitácuaro.