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Arma nuclear para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Atomic cloud over Hiroshima - NARA 542192 - Edit
18 kilómetros por encima del origen de la explosión.

Un arma nuclear es un explosivo de alto poder que utiliza la energía nuclear. Esto incluye los vectores que la "portan", que pueden ser los misiles balísticos intercontinentales, los misiles balísticos de lanzamiento submarino, y los bombarderos de largo alcance, portadores de misiles de crucero tanto subsónicos, como supersónicos, y últimamente, con el reciente desarrollo militar de misiles hipersónicos, todos ellos de carácter netamente estratégico, se ha alcanzado una diversificación asombrosa tanto de las plataformas de lanzamiento, como de los vectores portadores, que son lanzados por aquellas. Tal vez se podría incluir parte de la infraestructura involucrada en su manejo y operación, porque muchos de estos sistemas de lanzamiento, al igual como sus vectores portadores, funcionan como partes indisolubles de una compleja red de subsistemas asociados (de defensa estratégica activa y pasiva), sin los cuales todos estas plataformas y vectores no tendrían operatividad alguna o no cumplirían bien sus funciones. También se encuentran entre estos misiles tanto de tipo balístico, a saber, misil balístico de corto alcance, misil balístico de alcance medio, misil balístico de alcance intermedio, y misil antibalístico, como los de crucero polivalentes, que pueden ser de "doble uso" porque pueden incorporar tanto ojivas cargadas con armas de destrucción masiva, que encuadra tanto las cargas nucleares (medidas en potencia con mT y kT) como las biológicas (ejemplo típico: ántrax o carbunco), radiológicas (ejemplo típico: bomba de neutrones) y químicas (ejemplo típico: napalm, —palmitato de sodio + combustible-), comúnmente llamadas armas binarias, porque se componen siempre de dos agentes aislados entre ellos, pero que cuando estalla la bomba se unen provocando la destrucción y contaminación de un área determinada. Normalmente estos misiles se utilizan para misiones tácticas, que solo influyen en una determinada zona, pero también pueden utilizarse con fines estratégicos dotándolos con ojivas de NBQR o genéricamente WMD.

La primera detonación nuclear fue la armada Prueba Trinity, realizada en la población de Alamogordo, Nuevo México, Estados Unidos el 16 de julio de 1945, como parte experimental del Proyecto Manhattan. Poco tiempo después otras dos bombas atómicas de uranio y de plutonio fueron detonadas, respectivamente, sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, Japón. Esto provocó un gran impacto en el gobierno de Japón y aceleró su rendición incondicional, dando así fin a la Segunda Guerra Mundial en el Teatro del Pacífico. Algunos autores señalan que el ataque atómico a Japón también tenía la intención de mostrar a la URSS la nueva arma con la que contaban los Estados Unidos.

Las bombas nucleares se encuentran entre las armas con mayor poder de destrucción, por lo que comúnmente se les incluye dentro de la clasificación ABQR (siglas en inglés). Su radio de acción alcanza decenas o centenares de kilómetros a partir del punto de detonación. Además, producen daños asociados como contaminación radiactiva y, si fueran utilizadas a gran escala, posiblemente el invierno nuclear.

Historia

Las armas nucleares son dispositivos que poseen un enorme potencial destructivo, que utilizan la energía derivada de la fisión nuclear o la fusión nuclear. Tuvieron su origen en los avances científicos de la década de 1933, que hicieron posible su desarrollo, y su auge con la carrera de armamentos y las pruebas nucleares de la Guerra Fría. A fines de la década de 1960, se abordó el problema de la proliferación (Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares). Posteriormente, surgió el problema del posible uso con fines terroristas, a principios de siglo XXI.

Archivo:Nagasakibomb
Explosión nuclear en Nagasaki (9 de agosto de 1945). Foto tomada desde uno de los B-29 que efectuaron el ataque.

Los orígenes

El día 12 de septiembre de 1933, seis años antes del descubrimiento de la fisión y sólo siete meses después del descubrimiento del neutrón, el físico Leó Szilárd concluyó que era posible liberar grandes cantidades de energía mediante reacciones neutrónicas en cadena. El 4 de julio de 1934, Szilard solicitó la patente de una bomba atómica donde no sólo describía esta reacción en cadena neutrónica, sino también el concepto esencial de masa crítica. La patente le fue concedida, lo cual convierte a Leo Szilard en el creador de la bomba atómica. No la patentó en provecho propio, sino precisamente para prevenir que otros la construyeran: fue el primer intento de no-proliferación de la Historia. Al obtener la patente, se la ofreció como regalo a la embajada del Reino Unido confiando en que la caballerosidad británica evitaría que su invento fuese mal empleado alguna vez; en esencia, sólo aceptaba que fuera usada contra los nazis, si estos la desarrollaban por su cuenta. En febrero de 1936, el Almirantazgo Británico aceptó el terrible regalo.

Szilard también concibió los aceleradores lineales, el ciclotrón, el microscopio electrónico y, en un periódico de 1929, describió el bit como unidad básica de información. Además, defendió toda su vida que los científicos eran moralmente responsables de las consecuencias de su trabajo. Pese a participar en el Proyecto Manhattan, en cuanto se dio cuenta de que el proyecto de la bomba atómica nazi no era viable, se opuso con todas sus fuerzas al uso de estas armas contra Japón o contra cualquier otro país. Estas firmes creencias éticas le convertirían en un hombre atormentado, que luchó el resto de sus días, desde múltiples ambientes científicos y políticos, contra su obra maestra: las armas nucleares.

En noviembre de 1938, la física alemana Lise Meitner logró identificar trazas de bario en una muestra de uranio. La presencia de este elemento sólo se pudo explicar asumiendo que se había producido una fisión nuclear. Como Meitner era judía, y de hecho estaba ya planteándose abandonar el país —lo que haría poco después—, el descubrimiento se lo adjudicó Otto Hahn,

Durante la Segunda Guerra Mundial

Fue por estas fechas cuando, ante la evidencia de lo que podía ocurrir, todos los países decretaron secreto todo lo relacionado con la fisión nuclear y la bomba atómica. Al ocurrir esto, se iniciaron tres programas distintos: uno anglo-norteamericano, otro francés y otro alemán.

El programa angloestadounidense

Archivo:Fat man
Bomba atómica Fat Man. Funcionaba mediante el mecanismo de implosión sobre una masa crítica de plutonio y fue lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki.

Diez días después de recibir una carta de Einstein, Roosevelt convocó el primer Comité de Consejeros sobre el Uranio. Al principio, tampoco en Estados Unidos tenían mucha fe en el proyecto. Por ello, los principales avances se realizaron en el Reino Unido, y en particular el análisis teórico de la fisión rápida en el U-235, ejecutado por los expatriados alemanes Frisch y Peierls. Tan convincente fue este análisis, que el gobierno inglés convocó rápidamente el llamado Comité MAUD, que ya en diciembre de 1940 había recomendado la difusión gaseosa como el método más prometedor para enriquecer uranio.

En 1941, en Estados Unidos, Philip Abelson construyó un sistema de enriquecimiento practicable (por difusión térmica líquida), y el 26 de febrero Seaborg y Wahl descubrieron el plutonio. A principios de marzo, los científicos anglo-norteamericanos ya sabían de qué orden habría de ser la masa crítica postulada por Szilard. Y en julio, el plutonio se demostró como un material fisible mucho mejor que el uranio, y el comité MAUD completó su informe final, describiendo la ingeniería de una bomba atómica con cierto detalle técnico. El 3 de septiembre de 1941, Churchill y los Jefes de Estado Mayor se pusieron de acuerdo para construir una bomba atómica. En diciembre, después de meses de sufrir una pesadilla burocrática, el proyecto fue transferido a los Estados Unidos.

En enero de 1942, los trabajos de Enrico Fermi con grafito y uranio fueron declarados secretos. Y se estableció un proyecto llamado S-1, dirigido por Arthur H. Compton. Pero, para aquel entonces, el núcleo de científicos que configurarían el Proyecto Manhattan ya estaban en conversaciones. A finales del mes, Fermi completó el primer reactor nuclear crítico operacional.

A mediados de 1942, se hizo evidente que este era un proyecto de escala industrial. Por fin, el 18 de junio de 1942, el Brigadier General Steyr ordenó al coronel James Marshall que organizara un distrito del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, para centralizar todos estos trabajos y consolidar el desarrollo de la bomba. Marshall organizó este distrito con un nombre deliberadamente engañoso: fue el Distrito de Ingenieros de Manhattan (nunca hubo ninguna unidad de ingenieros ubicada en Manhattan, Nueva York), al que la historia recuerda como Proyecto Manhattan y que fue dirigido por Oppenheimer.

El programa alemán

El programa alemán estuvo afectado por cinco problemas de gran importancia:

  • El primero, que Alemania carecía de acceso a fuentes de uranio, como era el caso de Estados Unidos.
  • El segundo, que los científicos alemanes estaban muy especializados y orientados a lo práctico. Esto les impidió entender el proyecto de investigación en toda su extensión.
  • El tercero, que no contaban con un solo ciclotrón en el país al empezar la guerra. Sólo se obtuvo uno al conquistar París.
  • El cuarto, que el programa nuclear alemán dividió sus esfuerzos entre al menos tres departamentos, (incluyendo la Oficina de Correos de la Alemania Nazi...), hasta tal punto que se tenían que turnar el poco uranio disponible.
  • El quinto, que hubo un error en el cálculo del coeficiente de absorción neutrónica del carbono, cometido por el profesor Walther Bothe de Heidelberg (ocurrió también en Cambridge, -seguramente se debía a problemas de contaminación por nitrógeno del carbono usado en las pruebas- lo que provocó que los alemanes pensaran hasta 1945 que el grafito no servía como moderador.
  • Además, comandos británicos y la resistencia noruega destruyeron la planta de producción de agua pesada de Vemork y los envíos de la misma.

Hacia 1.941, Niels Bohr y otros, desarrollaron el concepto de la bomba y lo transmitieron al aparato nazi. Sin embargo, el órgano ministerial decidió no poner en práctica tal programa, al parecer porque se les dijo que llevaría 2 o 3 años, y el régimen pensaba que la guerra acabaría antes.

A pesar de ello, se lograron construir varios reactores subcríticos. El más avanzado fue el B-VIII, instalado en Haigerloch. Con éste, podrían haber llegado a la criticidad, pero su geometría era incorrecta. El programa nuclear alemán se realizó en pequeños laboratorios, por lo que fue más una serie de esfuerzos científicos aislados que algo a escala industrial. Es improbable que, a ese ritmo, hubiesen logrado una bomba antes de 1950. Cuando la misión ALSOS estadounidense capturó a los científicos nucleares alemanes (Werner Heisenberg, Otto Hahn, etc.), quedaron detenidos en Huntingdon, siendo constantemente vigilados por medio de micrófonos. Los alemanes no entendían nada, pues se consideraban a sí mismos lo más avanzado en la investigación nuclear. Cuando el servicio de noticias de la BBC informó del bombardeo atómico de Hiroshima, lo que captaron estos micrófonos fue significativo: expresiones de sorpresa, espanto y horror. Hahn, co-descubridor de la fisión con Lise Meitner, cayó en una depresión.

El antisemitismo del régimen nazi y la huida de científicos de Alemania

El antisemitismo del régimen nazi, fue el catalizador para que varios científicos eminentes de raíces judías, se vieran obligados a abandonar el país, antes o después del inicio del conflicto, entre los que destacan Leo Szilard, Lise Meitner, Hans Bethe y Albert Einstein. Su pérdida y la posterior aportación a los proyectos de investigación anglo-norteamericano supusieron una merma irreparable para los intereses alemanes.

Después de la Segunda Guerra Mundial

Ian Grey documenta en su biografía de Stalin que cuando las nubes radioactivas de Hiroshima y Nagasaki se posaron, éste se sentía directamente amenazado por los que hasta hace unos meses eran sus aliados. Algún congresista estadounidense proponía abiertamente "bombardear a los comunistas" antes de que se recuperaran. Aviones de reconocimiento de los Estados Unidos sobrevolaban el país a diario, una costumbre que mantendrían hasta el derribo de Francis Gary Powers en 1960. Así que encargó a Lavrenti Beria, jefe del NKVD, un programa nuclear militar a gran escala.

El ejército alemán siguió sin disponer de armamento nuclear propio. Sin embargo en 1958 Alemania fue dotada de armas nucleares en virtud de los acuerdos con la OTAN.

Unión Soviética

De hecho, ya antes de la invasión de la URSS los físicos Yakov Zeldovitch y Yuri Khariton habían publicado varios estudios muy bien documentados sobre la posibilidad de construir armas atómicas y, al menos desde 1943, existía un programa de inteligencia destinado a recolectar información sobre el proyecto Manhattan. Contaban con un espía de alto rango, Klaus Fuchs, que les proporcionó los planos finales de la bomba de Nagasaki en junio de 1945. De todos modos, los físicos nucleares soviéticos ya habían elaborado un concepto básico por su cuenta, y estos planos les sirvieron principalmente para acortar pasos y confirmar sus suposiciones.

Paralelamente, el primer reactor nuclear soviético (y primero de Europa) entró en operación a las 6 de la tarde del día de Navidad de 1946, en el Instituto Kurchátov de Moscú. Se llamaba F-1, y era ya un plutonium-feeder moderado por grafito. Suministró el Pu-239 necesario para las primeras bombas atómicas soviéticas.

El programa duró cuatro años, y aunque los científicos rusos querían fabricar una carga de diseño totalmente propio, Beria insistió en que se creara una copia exacta de la bomba de Nagasaki con los planos suministrados por Fuchs (probablemente, para hacer un análisis de inteligencia de lo que tenían los americanos, y también para "empatar" rápidamente a los americanos). Así que se construyeron dos bombas desde el principio, una de desarrollo rápido que era una copia de Nagasaki, la RDS-1, y otra de desarrollo más lento pero completamente propio, la RDS-2.

"Joe 1" detonó a las 7 de la mañana del 29 de agosto de 1949 en el polígono de Semipalatinsk (Kazajistán), y liberó una potencia de 22kt (en el rango de Nagasaki). En estos momentos, el mundo (y sobre todo los Estados Unidos) supo que ya no había una sola potencia nuclear en el planeta. Tardaron dos años más en completar la de diseño propio, pero ésta, ya mucho más refinada tecnológicamente, era por lo menos una "generación uno y medio". Detonó el 24 de septiembre de 1951, liberando 38 Kt. La Guerra Fría Nuclear había comenzado.

Ucrania

Después de independizarse de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991, Ucrania contaba con 1700 bombas atómicas, incluyendo 176 misiles con explosivo nuclear. En Nicolaiev, el 30 de octubre de 2001, ocho niños ucranianos demolieron el último silo de lanzacohetes nuclear SS-24. Éste silo Nº 46 de Nikolaiev ha sido el último que le quedaba al Ministerio de Defensa de la Ucrania, y con éste acto Ucrania se liberó de las armas nucleares.

Reino Unido

Finalizado el Proyecto Manhattan y por tanto la necesidad de concentrar todos los esfuerzos angloamericanos en una sola dirección, el nuevo gobierno laborista británico dirigido por Clement Attlee creó el 29 de agosto de 1945 un comité secreto sobre la energía atómica llamado GEN-75, con la participación de los científicos retornados de Estados Unidos En 1946 ya existía toda la infraestructura, dirigida por el físico William G. Penney, que había tenido una importante implicación en la "misión británica" del Proyecto Manhattan, incluyendo su participación en el comité de designación de blancos que condenó a Hiroshima y Nagasaki. Mientras tanto, Estados Unidos había dejado de considerar conveniente que Gran Bretaña tuviera también acceso a tecnología nuclear militar, pero el gobierno laborista decidió seguir adelante con un programa secreto propio que no empezaría a hacerse público hasta mediados de 1948. El nombre en clave del proyecto era "Basic High Explosive Research" y estuvo localizado en el Arsenal de Woolwich.

El 1 de julio, los científicos británicos que habían participado en el Proyecto Manhattan terminaron de elaborar un diseño base más o menos similar al que Klaus Fuchs había suministrado a la URSS. Se disgregó la producción en varios sitios, entre ellos Fort Halstead. El 1 de abril de 1950 se seleccionó un sitio definitivo para centralizar el proyecto: Aldermaston, en Berkshire. Y el reactor de producción de plutonio se hizo crítico en octubre de 1950, en Sellafield (actualmente llamado Windscale tras un grave incidente ocurrido muchos años después). La planta de difusión gaseosa para purificación del HEU se estableció en Capenhurst.

La primera bomba atómica británica, llamada Hurricane, detonó a bordo de un viejo buque anclado cerca de la isla Trimouille (islas Monte Bello, Australia) a las 8 horas del 3 de octubre de 1952, con una potencia de 25 kt, y era una versión sólo ligeramente mejorada de la bomba de Nagasaki. En noviembre de 1953 se militarizó la primera bomba, llamada Danubio Azul, muy similar a la Mk4 americana que había entrado en servicio en 1949.

Francia

Francia disponía de un avanzado programa de física nuclear antes de la ocupación, y sólo un año y medio después de terminar la guerra, De Gaulle ordenó la creación del Commissariat a l'Energie Atomique (CEA), lo que fue la primera autoridad civil de ingeniería nuclear de la historia. El Alto Comisario fue Jean Frédéric Joliot-Curie. El centro de investigación se estableció en Saclay, al sur de París, y el primer reactor crítico (de potencia cero) comenzó a operar el 15 de diciembre de 1948 en la vieja fortaleza de Fort de Chatillon, en la periferia parisina. Contaban además con el Dr. Bertrand Goldschmitt, que había trabajado con el equipo anglo-canadiense en el proyecto Manhattan, y que elaboró el primer método industrial eficaz para separar plutonio.

De Gaulle, acérrimo nacionalista, era un firme partidario de construir bombas atómicas propias. El Partido Comunista, en aquellos momentos muy poderoso por su papel estelar en la Resistencia Francesa, se oponía. Joliot-Curie era, como su padre, comunista, tanto como nacionalista era De Gaulle. Así que fue depuesto, y cargo ocupado por Francis Perrin, un científico incondicional de De Gaulle. La Asamblea Nacional autorizó en julio de 1952 la construcción de una planta industrial de producción de plutonio en la central nuclear de Marcoule, en el Ródano. Este reactor G-1, construido enteramente con tecnología francesa, entró en servicio en 1956.

Tras la debacle de Dien Bien Phu, en la entonces Indochina francesa (actualmente Vietnam) el primer ministro Pierre Mendes-France dio luz verde a un programa para construir un arma atómica nacional. A partir de 1955, el Ministerio del Ejército comenzó a suministrar grandes cantidades de dinero para financiar este programa. Tras la humillación franco-británica ocasionada por la confiscación del canal de Suez (octubre de 1956) gracias a que Estados Unidos dejó de nuevo sin apoyo a sus aliados, el proyecto adquirió carácter casi de "obsesión nacional".

El encontronazo con Estados Unidos que significó el desastre de Suez y la rápida retirada de los ingleses, supuso a Francia cuestionarse la fiabilidad de estos supuestos aliados, y además de retirarse de la estructura militar de la OTAN, terminó de "cerrar" el programa militar atómico con tecnología totalmente gala. Sólo un mes después de estos incidentes, el Ministerio del Ejército y el Comisariado de la Energía Atómica firmaron un memorándum para organizar la primera prueba de un arma nuclear. El 11 de abril de 1958, Félix Gaillard, último primer ministro de la IV República, dio la orden oficial de construir y probar una bomba atómica. El general Charles Aillert recibió el encargo de dirigir el Commandement Interarmées des Armes Spéciales (CIAS) el 10 de junio. Tras el golpe de estado de De Gaulle que dio lugar a la V República, nació el proyecto de crear una force de frappe, esto es, una fuerza atómica estratégica completa.

La primera bomba atómica francesa, Gerboise Blue (Ramo de Flores azul) detonó a las 7:04 GMT del 13 de febrero de 1960 en Reganne, un erial del Sahara Argelino, entonces colonia francesa. Era una bomba "tipo Nagasaki" de una "2ª generación" mucho más sofisticada, que liberó una potencia de 65 kt. Ningún país ha logrado una cifra tan alta en su primera prueba. Esta arma, casi sin modificaciones, sería militarizada como las bombas de aviación AN-11 y AN-22 y la cabeza misilística MR-31, con potencias entre 60 y 120 kt, durante los primeros años '60.

China

Ya en 1953 China se interesó en los usos pacíficos de la tecnología nuclear. El VIII Congreso del Partido Comunista dio luz verde a un programa de energía nuclear civil y también para la construcción de un arma nuclear y un misil capaz de transportarla hasta su objetivo. En aquella época China y la URSS eran países comunistas aliados y gracias a esto fueron posibles los acuerdos de transferencia de tecnología de 1953. De hecho, ya en 1951 hubo un acuerdo secreto mediante el que China suministraría mena de uranio a la URSS a cambio de tecnología nuclear civil. A mediados de octubre de 1957, se firmó un nuevo acuerdo defensivo (ambos países planeaban estrategias defensivas contra Estados Unidos) mediante el que la URSS suministró a China asistencia para construir misiles SS y SAM, un ciclotrón, una planta de difusión gaseosa de uranio y una bomba atómica completa, para que los científicos chinos la analizaran. Cuando China y la URSS se enfrentaron a principios de los años '60, la futura superpotencia asiática ya disponía de todos los elementos esenciales para desarrollar un programa propio.

Un programa del que no se sabe mucho, pues se ha llevado en secreto total, en sus instalaciones de Lop Nor (desierto del Gobi). Pero se ve que la herencia soviética fue más que suficiente. A las 07:00 GMT del 16 de octubre de 1964 el llamado "dispositivo 596" detonó en el campo de pruebas de Lop Nor liberando 22 Kt. China había optado por el camino del uranio en vez del plutonio, y por tanto el 596 era un monstruo de 1550 kg de fisión por implosión de U-235, una modificación sustancial sobre el diseño soviético de implosión por plutonio a que tuvieron acceso.

Israel

El programa nuclear en Israel permaneció en un perfil confidencial Tanto, que incluso hoy en día hablar de ello en Israel puede constituir un delito. Entre 1950 y 1960, la relación entre Israel y Francia era muy buena: Francia era su principal proveedor de armamento, y varios científicos israelíes colaboraron en la construcción del reactor de plutonio de Marcoule. Es curioso que, por otra parte, los grandes genios judíos del proyecto Manhattan (Szilard, Einstein, Oppenheimer, etc) ya no quisieron tener nada que ver con el programa israelí ni con ningún otro. En su lugar se unieron en la Asociación de Científicos Atómicos, el primer grupo pacifista contemporáneo.

Seis semanas antes de la nacionalización del Canal de Suez, Israel hizo una aproximación para ver si Francia colaboraría en montarles un reactor nuclear. Ya existía un precedente, con el reactor CIRUS canadiense instalado en la India. David Ben Gurion y Ernst David Bergmann (director de la Comisión de Energía Atómica israelí) se entrevistaron con miembros de la CEA francesa. Después del fiasco de Suez, en el que Israel se quedó al final solo contra Estados Unidos y la URSS -incluyendo una ambigua amenaza nuclear soviética realizada por Bulganin- se produjo un encuentro entre Golda Meir, Shimon Peres y los ministros franceses Pineau y Bourges-Manoury. En compensación por lo de Suez, Francia se mostró de acuerdo en suministrar a Israel un reactor nuclear "altamente modificado" y asistencia para construir una fuerza de disuasión nuclear. Este reactor de producción de plutonio, llamado EL-102, se montó en el desierto del Néguev, cerca de Dimona. Oficialmente se trataba de una "fábrica de manganeso". El agua pesada la suministró Noruega, con un acuerdo de verificar que era para usos pacíficos durante 32 años, pero los israelíes sólo les permitieron hacer la primera inspección. Había tantos técnicos franceses en una localidad tan pequeña que los Estados Unidos se dieron cuenta de lo que había antes de que terminara 1958. En 1960 De Gaulle dio su golpe de estado y la cooperación francesa se suspendió. Estados Unidos que aún quería ser el único país con armas nucleares, puso el grito en el cielo por aquella época.

Pero en 1962 los técnicos franceses habían regresado. El reactor de Dimona devino crítico en ese mismo año, y la planta de plutonio se completó en 1964 o 1965. La seguridad era tan estricta que un Mirage israelí fue derribado por un misil tierra-aire cuando se aproximó al complejo por error en 1967. Israel debía tener suficiente plutonio para construir una bomba cuando se produjo la guerra de los Seis Días, pero aún no estaba construida. En 1968, Moshé Dayan dio luz verde al proyecto. Otro autor afirma que durante la guerra de los Seis Días Israel disponía de 2 bombas atómicas que llegaron a entrar en alerta. Para 1973, cuando la Guerra del Yom Kippur, Israel disponía con toda probabilidad de al menos seis bombas atómicas. Al mismo tiempo se estaba colaborando con el programa sudafricano a cambio de uranio para Dimona.

El 22 de septiembre de 1979 se produjo una misteriosa explosión nuclear en el sur del Océano Índico, que nadie se ha atribuido. Se cree que fue una prueba conjunta sudafricana-israelí. El recientemente liberado Mordechai Vanunu, que ha permanecido en la cárcel 18 años por hacer público el programa, afirma que en 1986 Israel no sólo tenía decenas de bombas atómicas de segunda generación avanzada, sino que estaba trabajando en diseños de tercera generación (fission-boosted).

India

La calamitosa división del dominio colonial británico en dos estados, India y Pakistán (que produjo varias guerras en 1947, 1965 y 1971), más el conflicto fronterizo con China, una potencia nuclear (que condujo a una guerra en 1962) convenció a los hindúes de que necesitaban armas nucleares. Ya en 1944, 3 años antes de la independencia, existía en este país un centro de investigaciones autóctono establecido por el Dr. Bhabha bajo auspicios de Sir Dorab Tata. El 15 de abril de 1948, menos de un año después de la independencia, se creó la Comisión Hindú de la Energía Atómica bajo el gobierno de Pandit Nehru. El 3 de enero de 1954 se creó un nuevo centro, la Instalación de Energía Atómica de Trombay, que se convertiría en el "Los Álamos hindú". En 1959, esta "instalación" consumía una tercera parte del presupuesto de defensa y contaba con más de mil científicos e ingenieros.

En 1955 se comenzó la construcción del reactor Apsara, de 1 MW, con asistencia británica, y en este mismo año Canadá accedió a suministrar un potente reactor de investigación, el CIR de 40 MW. Eisenhower, desde Estados Unidos, envió 21 t de agua pesada durante el programa "átomos para la paz", y el reactor pasó a llamarse Cirus, o sea, CIR-U.S.

El diseño del reactor Cirus era ideal para producir plutonio de grado militar, y tan potente como para fabricar Pu-239 para una o dos bombas al año. El reactor devino crítico el 10 de julio de 1960 (su antecesor, el Apsara, lo había hecho el 4 de agosto de 1957, convirtiéndose en el primer reactor asiático operacional fuera de la URSS). En febrero de 1965, el Dr. Bhabha fue a Washington para buscar colaboración americana en la construcción de una bomba atómica, que le fue denegada. Así es que entonces solicitó la cooperación de Murthy, un estudiante muy brillante que había trabajado en el laboratorio nuclear francés de Saclay, para que le suministrara información. Murthy le contó todo lo que sabía, que no era poco.

A partir de la guerra de 1965 se produjo un parón debido a complejas cuestiones políticas, pero en 1967 la élite científica india, con vago apoyo gubernamental, inició un programa nuclear militar propio bajo la dirección de Homi Sethna y Raja Ramanna. Pero el Oppenheimer indio fue Rajagopala Chidambaram, curiosamente un biólogo molecular. En el invierno de 1968 a 1969, varios científicos visitaron las instalaciones soviéticas de Dubna, y quedaron muy impresionados por el reactor rápido pulsátil de plutonio, que reprodujeron en su país bajo el nombre Purnima. Allá por 1971, India disponía ya de casi toda la tecnología nacional necesaria para construir un arma nuclear de 2ª generación. Tras la guerra de 1971, se tomó la decisión de ir adelante con el proyecto. A principios de 1972, el diseño básico estaba completo. Indira Gandhi autorizó la construcción el 7 de septiembre de este mismo año.

A las 08:05 del 18 de mayo de 1974, un dispositivo denominado Buda Sonriente detonó en el subsuelo del desierto de Thar (Rajastán), cerca de la ciudad abandonada de Malka (a unos 25 km de Pokhran), liberando 8 Kt. Pese a su baja potencia, era un diseño muy complejo y altamente sofisticado, de segunda generación, por implosión de plutonio producido en el reactor Cirus. Al parecer, la fuente neutrónica de polonio/berilio llamada Flor (muy similar a la utilizada por norteamericanos y franceses) dio algunos problemas y fue el causante de que la potencia fuera tan limitada.

Pakistán

El 24 de enero de 1972, después de la derrota sufrida a manos indias en la guerra de Bangladés, el presidente Zulfikar Ali Bhutto decidió fabricar armas nucleares durante una reunión secreta mantenida en Multan con otras personalidades del régimen. Con el programa "átomos para la paz", EE. UU. había suministrado a Pakistán un reactor de agua ligera de 5MW llamado PARR-1, que devino crítico en 1965 cerca de Nilore. Pakistán tenía conocimiento de que su "archienemigo" estaba en esas fechas de 1972 trabajando en el diseño final de la bomba, y ya en 1965 Bhutto había declarado que "si India construye la bomba, comeremos hierba, u hojas de los árboles, o pasaremos hambre, pero nosotros también conseguiremos una; no tenemos otra opción". Puede que ya pensando en esto, en 1971 se habían conseguido un magnífico reactor canadiense CANDU de 127MWe, con una pequeña planta anexa de producción de agua pesada. Además, disponían de planes para una planta de separación de plutonio de British Nuclear Fuels Limited y Belgonucléaire.

Bhutto pidió fondos a los demás estados islámicos del Oriente Próximo para construir la "bomba atómica islámica", y Libia, Irán y Arabia Saudí se la suministraron. Durante los primeros años '70, Pakistán recibió miles de millones de "petrodólares" con este propósito. En 1973, firmaron un contrato con la empresa francesa Saint-Gobain Techniques Nouvelles (SGN) para construir una planta de separación de plutonio, la misma compañía que se la montó a Israel, Taiwán, Irak y Corea del Sur. Esta planta, llamada Chashma, habría producido 200 kg de plutonio al año (suficiente para 20 bombas anuales).

Entonces ocurrió algo curioso. Las primeras pruebas nucleares indias dispararon la preocupación internacional, y países como Francia, Rusia o EE. UU. establecieron estrictas restricciones a la exportación de tecnologías de doble uso. Esto fue fatal para el programa pakistaní. La magnífica planta Chashma nunca se llegó a construir, así que tuvieron que derivar el proyecto hacia bombas de uranio altamente enriquecido (HEU), mucho más problemáticas. Eso sí, pese a estas restricciones una operación del espionaje pakistaní logró obtener información importantísima del consorcio europeo de enriquecimiento del uranio URENCO, a través de un científico entonces desconocido, el Dr. Abdul Qadeer Khan. Robó tecnología del Laboratorio de Investigación Física Dinámica de Ámsterdam, incluyendo el diseño de dos centrifugadoras alemanas avanzadas, la traducción de cuyos manuales le habían encargado. En enero de 1976 Khan abandonaría súbitamente Ámsterdam (dicen las malas lenguas que los servicios secretos neerlandeses y alemanes estaban a punto de echársele encima) y en ese mismo mes de julio creó los Laboratorios de Investigación de Ingeniería cerca de Islamabad. Varios problemas políticos, incluyendo algún que otro golpe de estado, retrasaron el proyecto y cortaron la inestimable ayuda canadiense, pero en 1976 ya disponían de ultracentrifugadoras de diseño nacional construidas con componentes de doble uso suízos y alemanes. Francia, en cambio, bloqueó en 1977 el envío de 10 000 piezas de acero especial para estabilizar estas centrifugadoras, pero entonces compraron subrepticiamente la tecnología en Bélgica. En julio de 1978, ya prácticamente todos los servicios secretos del mundo andaban husmeando en el programa pakistaní. Demasiado tarde. El 4 de abril de 1978, la planta de Kahuta empezó a producir uranio altamente enriquecido de calidad militar. Khan, ya jefe de todo el esfuerzo nuclear de este país, fue condenado in absentia por un tribunal de Ámsterdam, acusado de espionaje.

En todo caso, en marzo de 1974 ya se había iniciado el trabajo en la bomba bajo el oscuro nombre de "La Investigación", en un lugar llamado Wah, no muy lejos de Islamabad. Las severas sanciones económicas que Estados Unidos debería haber impuesto a Pakistán por todo lo acaecido (en virtud de sus propias leyes de no-proliferación) se convirtieron en una leve sanción gracias al antisovietismo de la Administración Reagan, que veía en la dictadura pakistaní un aliado contra el "Imperio del Mal" chino-soviético. Los pakistaníes se lanzaron a una amplia campaña de espionaje en diversos países occidentales y a importar tecnologías prohibidas desde Estados Unidos y otros países. Sólo en una ocasión tuvieron algún problema, cuando tres agentes fueron detenidos en Estados Unidos intentando llevarse 50 conmutadores krytron. De Alemania lograron traerse una planta de fabricación de hexafluoruro de uranio entera, pagada con dinero saudí. En 1980, científicos pakistaníes comenzaron a publicar artículos sobre centrifugación de compuestos del uranio, y el propio Khan publicó uno en 1987 sobre estabilización de centrifugadoras avanzadas.

En 1981, el grupo de Wah tenía ya el diseño de un arma completo por implosión de HEU, utilizando un explosivo muy poderoso pero muy volátil llamado HMX como impulsor. Entre 1983 y 1985 se realizaron varias "pruebas frías" (se sustituye el uranio por bloques de acero y se observan las geometrías producidas por el "disparo"; con conocimientos físicos suficientes, se puede calcular sin problemas lo que habría ocurrido si el uranio hubiera estado armado). Se cree que en 1986 China les suministró el diseño de un arma suya de 1966. En 1990, el número de "pruebas frías" era ya de al menos 24. En 1990, con la crisis de Cachemira, se decidió ir "a por la de verdad", aunque ya nadie dudaba que en caso necesario Pakistán podría construir una bomba de uranio en cualquier momento. India probó su primer arma termonuclear el 11 de mayo de 1998. Así que, pese a la presión estadounidense (de Clinton, que llegó a llamar por teléfono personalmente varias veces) y europea, durante la madrugada del 28 de mayo de 1998 Pakistán cortó todas las comunicaciones de sus estaciones sismográficas con el resto del mundo, se puso en alerta a todas las comandancias militares, y toda la fuerza aérea del país entró en "alerta caliente" (motores encendidos y listos para rodar en cualquier momento). A las 10:17, Pakistán realizó una prueba de CINCO explosiones nucleares simultáneas en Chagai (montañas del Ras Koh, Beluchistán), con una potencia media de aproximadamente 9 Kt (según Khan, fue una carga de 30-35 kt y cuatro de baja potencia). Dos días después realizarían otra prueba adicional, de 4 a 6 kt, convirtiéndose así, tal y como se habían propuesto, en la primera potencia nuclear islámica.

Corea del Norte

En años recientes Corea del Norte ha agudizado las tensiones surgidas por su controvertido programa nuclear al declarar oficialmente que cuenta con armas atómicas. El 9 de octubre de 2006 Corea del Norte anuncio que acababa de llevar a cabo con éxito una prueba nuclear. El Centro de Datos del Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares confirmó en Viena que su sistema de vigilancia registró una explosión no especificada de magnitud 4 en Corea del Norte.

Ocasiones en que se estuvo a punto del inicio de una guerra nuclear

Además de la Crisis de los misiles de Cuba, ocasionada en respuesta al despliegue estadounidense de misiles en Turquía y a la invasión de Bahía de Cochinos, ha habido al menos otras cuatro ocasiones en las que los sistemas de guerra nuclear de alguna superpotencia han entrado en alerta.

El incidente de la cinta equivocada (Estados Unidos)

Poco antes de las 9 de la mañana del 9 de noviembre de 1979, los ordenadores del NORAD en Monte Cheyenne, el Mando Nacional Militar del Pentágono y el Mando Alternativo Nacional Militar en Fort Ritchie (Maryland) notificaron súbitamente la existencia de un ataque nuclear soviético masivo de la categoría MAO-3.

Todo el sistema de represalia nuclear se puso en marcha, todas las prealertas se transmitieron, los bombarderos despegaron, la defensa civil llegó a activarse. Sin embargo, los datos procedentes de los satélites y de los radares por línea directa no coincidían, no veían ningún misil soviético mientras los ordenadores aseguraban que había al menos 300 dirigiéndose a toda velocidad hacia los Estados Unidos.

La cordura se impuso y no se produjo ninguna represalia, ni siquiera cuando los ordenadores comenzaron a notificar impactos en el territorio continental de los Estados Unidos. A esas alturas, ya era evidente que se trataba de alguna clase de fallo informático. En efecto, unas horas después se comprobó que alguien había introducido inadvertidamente una cinta de entrenamiento como fuente de datos del ordenador central de la red de análisis de amenazas. Se da la circunstancia de que por aquella época se estaba considerando la posibilidad de computarizar completamente el sistema de represalia nuclear, especialmente después que, en unas maniobras "realistas" casi el 50% de la fuerza de los ICBM estadounidenses no despegara debido a problemas de conciencia de los operadores de los silos.

El incidente del chip defectuoso (Estados Unidos)

El 3 de junio de 1980, menos de un año después del anterior, los centros de mando norteamericanos recibieron otro aviso de que había un ataque nuclear soviético en marcha. Sin embargo, esta vez el ataque no parecía obedecer a ninguna lógica consistente, y además a veces los ordenadores decían que había 200 misiles soviéticos en el aire, luego que ninguno, luego otra vez que 200, y las cifras no coincidían en los distintos puestos de mando.

Esta vez no se lo tomaron tan en serio y prestaron inmediatamente atención a los datos directos de los radares y los satélites, viendo que no había ningún ataque en curso. Se determinó luego que un chip defectuoso en uno de los ordenadores había ocasionado la falsa alarma. Este incidente no trascendió a la opinión pública hasta muchos años después.

El incidente del equinoccio de otoño (URSS)

El sistema ruso de satélites de alerta temprana OKO funciona de manera distinta al DSP estadounidense. Mientras el estadounidense enfoca directamente al suelo, el ruso tiene una órbita especial, similar a la de los satélites de telecomunicaciones Molniya, que enfoca a la línea del horizonte, para detectar a los misiles conforme asciendan sobre la misma. A este tipo de órbitas polares, que se aproximan bastante a la Tierra en el hemisferio sur y se alejan de ella en el Norte, se les denomina genéricamente "órbitas Molniya". De esta manera, con un solo satélite se puede cubrir mucho más espacio y además es más difícil que reflejos o artefactos propios de la superficie o de la atmósfera terrestre produzcan falsas alarmas. Este método es mejor, más económico, más ingenioso y más difícil de inutilizar que el estadounidense.

Sin embargo, el 26 de septiembre de 1983, sólo 25 días después del derribo del Jumbo surcoreano por las Fuerzas Aéreas Soviéticas, con la dirigencia de la URSS aún convencida de que se trataba de un avión espía o de "tanteo de defensas", los satélites OKO detectaron súbitamente el lanzamiento de numerosos ICBM norteamericanos contra la Unión Soviética. Nada de análisis de los ordenadores: los satélites detectaban genuinas trazas térmicas de alta temperatura ascendiendo sobre el horizonte, y los ordenadores identificaron cinco de ellas como correspondientes a misiles balísticos intercontinentales Minuteman sin duda alguna.

Pues pese a todas estas evidencias, el teniente coronel Stanislav Petrov, del GRU (inteligencia militar soviética), en esos momentos al mando de Serpukhov-15 (centro de mando de la inteligencia militar soviética desde donde se coordina la defensa aeroespacial rusa) mantuvo la sangre fría y se negó a dar la alerta. Cuando le preguntaron después por qué no lo hizo, contestó simplemente: "la gente no empieza una guerra nuclear con sólo cinco misiles".

Resulta que aquel día se había producido una rara conjunción entre la red de satélites OKO, la Tierra y el Sol, coincidiendo con el equinoccio de otoño: el Sol se elevó sobre el horizonte en un ángulo tal que coincidía con el área tangencial de cobertura de todos los satélites que vigilaban los emplazamientos norteamericanos de misiles, y esto produjo en sus sensores señales térmicas espurias. Este efecto estaba previsto por los diseñadores del sistema, pero no está claro si Petrov era conocedor del mismo o no.

El incidente del cohete noruego (Rusia)

Al amanecer del 25 de enero de 1995 los noruegos -país miembro de la OTAN- lanzaron un cohete suborbital noruego-estadounidense para el estudio de las auroras boreales y otros fenómenos electromagnéticos de altas latitudes llamado Black Brant XII, con apogeo a 930 km de altitud. Noruega tiene un pequeño programa espacial propio de tipo científico, pero este cohete era de largo el más grande que habían lanzado nunca, y de hecho tenía dimensiones parecidas a las de un ICBM, con lo que su reflexión radárica y su marca térmica debían ser parecidas. El gobierno noruego ha defendido siempre que notificaron el lanzamiento a Rusia con antelación, pero en el caos social, político y económico que se vivía en la Rusia de Borís Yeltsin es probable que esta notificación no alcanzara a sus destinatarios. Entre ellos, precisamente, el Departamento de Observación del Centro de Seguimiento de Lanzamientos Espaciales del GRU en Serpukhov-15 y el Mando de las Fuerzas Espaciales en Moscú.

Este lanzamiento -que pasaba lejos de las fronteras rusas- fue inmediatamente detectado por los satélites OKO y los radares de descubierta de largo alcance LPAR y Duga y Daryal y hasta por muchos radares de la defensa antiaérea convencional. Probablemente los ordenadores de Serpukhov-15 debieron catalogarlo inmediatamente como un ICBM, y efectivamente dos minutos después toda la fuerza nuclear rusa estaba en prealerta, con los planificadores de guerra reasignando blancos para aniquilar Noruega. No obstante, conforme los satélites y los radares confirmaban que no había más lanzamientos y que la trayectoria del cohete no coincidía con un lanzamiento contra Rusia, el proceso de represalia quedó suspendido. En torno al tercer minuto los especialistas de inteligencia espacial de Serpukhov-15 y de Moscú ya sabían con toda certeza que no estaban asistiendo al compás de apertura de la Tercera Guerra Mundial. No obstante, y hasta que se intercambiaron las explicaciones oportunas, el sistema permaneció en prealerta (unas 48 horas).

De todos los incidentes que han estado a punto de desencadenar una guerra termonuclear, éste es el único en el que había un cohete en el aire, si bien no era un misil balístico ni tenía carácter militar alguno.

Países acusados de desarrollar un programa nuclear militar:

  • Irán.

Tanto el presidente (en funciones) Hasán Rouhaní como el Líder supremo de Irán, el ayatolá Seyyed Alí Jameneí, han manifestado la oposición de Irán a la bomba atómica y han defendido la desnuclearización. Sin embargo, el desarrollo de su industria nuclear lleva a algunos países a acusar a la República Islámica de preparar un programa armamentístico. Irán enriquece uranio al 20 %, nivel suficiente para usos médicos, y desarrolla un programa balístico similar al indio. Las acusaciones sobre el carácter militar del programa iraní, dadas las importantes implicaciones geopolíticas, han generado serias crisis diplomáticas (2005-2007, 2011-2013) y diversas medidas de bloqueo económico del país a iniciativa estadounidense, israelí y europea.

Países con antecedentes nucleares

En 1963 Franco encargó la preparación de un estudio de factibilidad sobre la construcción de armas nucleares (véase Proyecto Islero). El Incidente de Palomares, de 1966, al perder un B-52 estadounidense sobre territorio español cuatro bombas de hidrógeno, supuso un nuevo impulso al proyecto.

El primer documento oficial donde se reconoce la capacidad española para fabricar la bomba atómica data de 1967, y se trata de una circular interna del Ministerio de Asuntos Exteriores a varias de sus embajadas en el extranjero. Para entonces España disponía de la tecnología necesaria, reservas de uranio, y -al menos en parte- una copia del detonador de la primera bomba que recuperaron en Palomares, además de una zona de prueba (zonas desérticas del Sahara español).

Debido a la posesión británica de Gibraltar y a las amenazas marroquíes contra el Sahara Español y las plazas de Ceuta y Melilla, los sucesivos gobiernos hispanos se negaron a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) desde 1968. En 1976, el ministro de Asuntos Exteriores Español, José María de Areilza, volvió a reconocer que España estaría en condiciones de fabricar la bomba «en siete u ocho años si nos pusiéramos a ello. No queremos ser los últimos en la lista».

El asesinato del almirante Carrero Blanco, principal impulsor del proyecto nuclear español, y la presión de la Administración de Carter, hizo que España renunciara al proyecto atómico, firmando el Tratado de No Proliferación Nuclear en 1987, a pesar de que los planes llegaron a un estado muy avanzado. (Véase Uso militar de la energía nuclear en España)

En México se inició en junio de 2006 un programa de desarrollo nuclear "proyecto RCMS" con fines pacíficos, este programa traería con inicio la primera detonación nuclear en la historia de México, pero este proyecto fue cancelado porque México forma parte de los países que firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear. Cuenta con grandes yacimientos de uranio como en Chiapas, la SEDENA y la SENER reportan alrededor de 6 toneladas producidas de plutonio. Anteriormente en 1986, México tenía planeado crear un programa nuclear, pero fue cancelado debido a problemas financieros en esos tiempos, ya que invertiría unos 30 000 millones de dólares, en esos tiempos, México ya gozaba de energía nuclear con la Planta Nuclear Laguna Verde situada en el Estado de Veracruz.


Tecnología de las armas nucleares

Procesado del uranio y plutonio

En torno al 98 % de los átomos de uranio que existen en la biosfera tiene un peso atómico de 238, mientras que el 1 % remanente contiene el isótopo 235, por lo que se requiere separarlo físicamente para reunir las cantidades necesarias para sostener una reacción nuclear en cadena, ya que solamente el uranio-235 es el isótopo fisible. La separación de ambos isótopos exige procesos extensos, complicados y costosos. El enriquecimiento que se llevó a cabo en el Proyecto Manhattan usó dos mecanismos: la separación electromagnética en un Calutrón, y la difusión gaseosa.

El elevado costo y el tedioso proceso del enriquecimiento de uranio alentó a los científicos a buscar otro combustible para la fabricación de artefactos nucleares. Descubrieron otro material, el plutonio 239, que se produce al bombardear neutrones lentos sobre el uranio 238 en un reactor, convirtiéndolo en el elemento más pesado. Luego de esto, el plutonio se retira de los subproductos radiactivos del uranio y se envía a una planta de reprocesamiento.

La obtención de un solo kilogramo de uranio implica la extracción de más de un millón de kilos de mineral de uranio, puesto que una tonelada de este mineral solo concentra algunos gramos de uranio. El procesado del uranio implica la lixiviación con ácido del mineral de uranio triturado, lo que da lugar a un aglutinado seco, purificado, calificado como pastel amarillo. En el proceso, se producen metales pesados tóxicos y radiactivos (torio y radio), derivados de la trituración, que tienen que ser debidamente estabilizados. El denominado "pastel amarillo" se trata en diversas plantas que completan su idoneidad para sus distintas aplicaciones. En las plantas de enriquecimiento se lleva a cabo un procedimiento meticuloso que aparta el uranio 235 del más pesado y abundante uranio 238.

La bomba de fisión, bomba atómica o "bomba A"

La criticidad es el punto en que una masa de material fisionable es capaz de sostener una reacción en cadena continuada. Es una función de la cantidad de masa y la densidad de la misma. La mejor configuración geométrica (al menos hasta las armas de 6.ª generación) es la esfera, donde se necesitarían 52 kg de U-235, 16 kg de U-233 o 9-10 kg de Pu-239 para lograr la criticidad.

Hasta la quinta generación, básicamente la construcción consistía en introducir algo más de 9 kg de Plutonio en una "esfera desmontada", normalmente dividida en secciones más pequeñas que por sí solas no tienen ni masa ni geometría adecuada para alcanzar la criticidad. Cuando se activa la bomba, se disparan dichas secciones simultáneamente contra un punto determinado, donde colapsan formando una esfera que sí tiene masa y geometría suficientes para alcanzar la criticidad. A continuación se detona una capa de explosivos convencionales, que`producen una onda de choque de gran velocidad (superior a 8000 m/s) y alta simetría esférica (mezclas de RDX/TNT o nitrato de urea, por ejemplo). Por implosión, comprimen aún más la esfera (logrando un estado de hipercriticidad, al incrementar el factor temperatura/densidad) y la mantienen unida durante la liberación de energía de las primeras "reduplicaciones" de la reacción en cadena (si no fuera así, la primera liberación de energía desarmaría la esfera e interrumpiría el proceso).

Los principales problemas en el diseño de este tipo de arma, están relacionados con los tiempos de inserción y, en el caso de la fisión por implosión, con la sincronización de los disparos (han de ser estrictamente simultáneos para que no se desequilibre el sistema).

Generaciones

  • "Generación cero" o "bomba A": Dispositivos experimentales de fisión por disparo y uranio altamente enriquecido (HEU), con una masa en torno a una tonelada, capaces de liberar entre 10 y 25 kt (Kilotones). Esta fue el tipo de bomba lanzada en Hiroshima, «Little Boy». Hoy en día se les considera poco más que demostradores de tecnología. Difícilmente militarizable, son muy pesadas y miden dos metros y medio de longitud. Fue la bomba que desarrollaron los sudafricanos.
  • 1.ª generación ("bomba A"): Dispositivos experimentales de fisión por implosión de plutonio, también de una masa en torno a una tonelada, capaces de liberar entre 10 y 45 kt. Esta fue la primera bomba que detonó en el desierto de Nuevo México ("Gadget"), así como la bomba de Nagasaki ("Fat Man") y la primera rusa, "Joe-1". Mucho más versátiles que las de fisión por disparo, especialmente en lo que se refiere a manipular la hidrodinámica de la radiación, constituyen la base de todas las armas nucleares modernas. Su tecnología es de los años 1930-40, la cual requiere un importante apoyo de electrónica y química compleja.
  • 2.ª generación: Dispositivos mejorados de fisión por implosión de plutonio, en particular en lo referente a la geometría de la bomba y a la miniaturización de la electrónica. Se pueden obtener rendimientos de más de 200 kt con pesos y dimensiones razonablemente reducidos, lo que permite militarizarlos más fácilmente y trabajar aún más con la hidrodinámica de la radiación, abriendo así paso a las siguientes generaciones. Esta tecnología data de la década de 1940, y se cree que es la que utiliza Pakistán. Una de sus pruebas en Chagai fue, en principio, del tipo "fission-boosted", pero liberó muy poca potencia. Corea del Norte, al parecer, se encontraría en esta generación y en avance hacia la siguiente, aunque sus esfuerzos parecen enfocados más en reducir el tamaño de sus dispositivos nucleares a fin de usarlos en misiles balísticos más que en aumentar la potencia. De hecho, sus pruebas nucleares se han caracterizado por su escasa potencia hasta el momento. Irán, si finalmente entrase en el club nuclear, lo haría probablemente siguiendo las estrategias
  • 3.ª generación (fission-boosted): Aquí básicamente faltan los conocimientos y el refinamiento suficientes para construir una bomba termonuclear, pero se dispone de deuterio y tritio (isótopos del hidrógeno) de litio-6 y litio-7 suficientemente purificados. Se rodea la carga de fisión con estos isótopos ligeros y se confía en que el primer pulso de rayos X provoque un cierto grado de fusión de los mismos. Permite fabricar explosivos en torno a medio megatón con un peso y tamaño aún aptos para ser militarizables con facilidad. Esta tecnología data de los años 1940-50. En este nivel se supone que está Israel (avanzando rápidamente hacia la cuarta generación, si es que no ha llegado ya). Mordejái Vanunu, que ha estado 18 años en prisión por dar a conocer al mundo el programa militar israelí, declara que desde hace varios años ya estaban trabajando en ello.

La bomba de fusión, bomba nuclear, bomba termonuclear o "bomba H"

Conforme los gobiernos invirtieron mayores recursos en el desarrollo de tecnología nuclear, surgieron dos nuevos conceptos: la bomba termonuclear (bomba H) y los misiles intercontinentales.

Con el conocimiento obtenido de las primeras explosiones, los físicos idearon una nueva clase de arma basada en las reacciones físicas conocidas más poderosas del universo, las que se producen en el corazón de las estrellas: las reacciones de fusión nuclear, en este orden:

  1.  {}^2\mathrm{H (D)} + {}^3\mathrm{H (T)} \rightarrow {}^4\mathrm{He} + \mathrm{n} + 17,588\ \mathrm{MeV}
  2.  \mathrm{D + D \rightarrow {}^3He + n + 3,268\ MeV}
  3.  \mathrm{D + D \rightarrow T + p + 4,03\ MeV}
  4.  \mathrm{{}^3He + D \rightarrow {}^4He + p + 18,34\ MeV} Ésta es la reacción nuclear más energética de todo el Universo.
  5.  \mathrm{{}^6Li + n \rightarrow T + {}^4He + 4,78\ MeV}
  6.  \mathrm{{}^7Li + n + 2,47\ MeV \rightarrow T + {}^4He} Reacción que consume energía.
Archivo:Deuterium-tritium fusion
Fusión del hidrógeno pesado (deuterio) y del tritio, utilizados en las bombas

Se descubrió que en un recipiente que contuviera los isótopos del hidrógeno deuterio (2H) y tritio (3H), y litio (en sus isótopos 6Li y 7Li) se podría generar mediante fusión una serie de reacciones en serie, como por ejemplo D + D -> 3H + D -> 4He o D + T -> neutrón + 6Li -> 4He + T que a su vez D + T, etc., liberando gran cantidad de energía en cada uno de los pasos (excepto la reacción 6, que consume energía, pero sirve para generar más tritio) hasta reducirse al isótopo estable del helio, He-4 y una gran cantidad de neutrones. Las dos últimas no son reacciones estrictamente de fusión, sino más bien neutrónicas.

Para que estas reacciones de fusión comiencen, hace falta inicialmente contar con una muy alta temperatura, del orden de 20 millones Kelvin (que se puede obtener a base de radiación infrarroja pura o de combinaciones infrarrojo/presión/radiación de otros tipos).

Un inconveniente del tritio es su rápido decaimiento radiactivo, por lo que desde el punto de vista militar no es adecuado (ya que después de un corto tiempo se pierde el material combustible), así que se siguió la vía de la reacción deuterio + deuterio en presencia de litio (para que el tritio se vaya formando durante el proceso), utilizando solo un poco de tritio al principio como combustible inicial, para comenzar la reacción.

Generaciones

  • 4.ª generación: Termonuclear (bomba de fusión o «bomba H»). Requiere un manejo extremadamente afinado de la física, química y la metalurgia especial, se debe disponer de técnicas de ultrapurificación de tritio, deuterio, litio-6 y litio-7, y se debe disponer de dispositivos de fisión lo bastante pequeños y versátiles como para utilizar una pequeña bomba A (llamada «primario») para «encender la mecha» de un contenedor de isótopos livianos que fusionan (llamado «secundario»): la misma reacción que se produce en las estrellas. En principio, no existe límite teórico sobre lo que se puede lograr con esta tecnología. Los rusos llegaron a hacer una demostración que llegaba a 100 MT, la Bomba del Zar (aunque en la prueba la rebajaron a 50, con el fin de hacer otras pruebas de física de alta energía, así como evitar la lluvia radiactiva masiva que se hubiese producido). Con esta tecnología se fabricaron las grandes bombas multimegatónicas de la Guerra Fría. Cuatro armas de estas características cayeron sobre España en 1966 durante el incidente de Palomares. Esta tecnología data de los años 1950-60. En esta etapa estaría, quizás, la India.
  • 5.ª generación: Es un paso más en el refinamiento de la física y los diseños versátiles. El resultado son las bombas termonucleares de tamaño y masa reducidos (pueden contener un ingenio de medio megatón en algo poco más grande que un termo de café con una pelota de fútbol encima, que viene a pesar unos 60 kg), y derivados de gran versatilidad: bomba de neutrones, de radiación residual reducida, de radiación térmica incrementada, de rayos X, de rayos ultravioleta, de fisión-fusión-fisión (no confundir con la "bomba sucia"), de pulso electromagnético incrementado, de hidrodinámica fluctuante, etc. Es decir, dispositivos pequeños y adaptados para cada necesidad específica, casi todos ellos termonucleares. Esta tecnología data de los años 1970-80. China, que detonó su primera bomba de neutrones en 1988, estaría plenamente en esta generación. Francia se acercaría rápidamente hacia la 6.ª (las nuevas ojivas para el M51 probablemente sean como mínimo «quinta y media»), seguida de cerca por los ingleses (que deben andar por la «quinta y cuarto»). Si Japón, Alemania, Holanda, Canadá o Suecia decidieran entrar al club, lo harían entre la generación 3,8 y la 5,1 aproximadamente.
  • 6.ª generación: Se utilizan cargas termonucleares de tamaño hiperreducido con geometrías complejas (que por ejemplo reducen la cantidad de plutonio en el primario de 9 kg a escasamente 4 kg), fuentes neutrónicas miniaturizadas, lentes de no-materia, ausencia de pusher/tamper y centelleador de geometría avanzada, con solo unos cientos de gramos de plutonio. Se trata de armas típicamente de potencias no muy altas, suficientes dada la elevada precisión de los misiles modernos. De todas formas, la potencia es variable y puede ser reprogramada antes del lanzamiento entre décimas de kilotón y varios megatones. Se utilizan diseños con plásticos, composites y cerámicas en vez de metales y con geometrías especiales para contribuir a la "invisibilidad" (furtividad) del vehículo de reentrada en la atmósfera. Todo ello manteniendo la versatilidad de derivados que ya vimos en la quinta. Esta tecnología data de los años 1990. A este nivel solo llegan, actualmente, los Estados Unidos, Rusia y, probablemente y en cierto grado, China.

La Bomba del Arco Iris

HEMP: las luces de Ozymandias

La mayor parte de la energía de una detonación nuclear (cerca del 80 %) se libera en forma de rayos X y de gamma. La radiación gamma es una forma de energía ionizante de onda ultracorta, extremadamente penetrante y capaz de recorrer largas distancias. Si la bomba explota dentro de la atmósfera terrestre, la radiación gamma interactúa rápidamente con el aire circundante, consumiéndose enseguida (aun así, puede ser lo bastante potente como para irradiar a varios kilómetros a la redonda, contribuir a la onda de choque termocinética y producir un pulso electromagnético zonal). Pero si explota en el vacío o casi vacío, a altitudes superiores a 30 km, viaja inmutable por el espacio, alejándose radialmente del punto de detonación. Cuando alcanza las capas exteriores de la atmósfera las "ilumina" (semejante a una linterna iluminando una esfera), describiendo un "área de deposición" (el círculo de luz formado por el haz de la linterna en nuestra esfera). Si se aleja el punto de detonación se observa un área mayor en la esfera, pero con menos intensidad (en función de la ecuación de campo, inversamente proporcional al cuadrado de la distancia). Una sencilla ecuación de geometría esférica permite determinar el radio de esta "área de deposición":

 r = r_t \arccos{\frac{r_t}{r_t + h}}

Donde:

  •  r: Radio
  •  r_t: Radio de la Tierra
  •  h: Altura de detonación

Es decir, si la detonación se produce a 100 m de altitud el radio de la zona afectada por los rayos gamma es de 1.121 km, si se produce a 300 m el radio es de 1920 km y si se produce a 500 m el radio es de 2450 km. Si se trazan círculos sobre un mapa del mundo, se puede observar que los EE. UU. continentales, Europa entera, todo Japón, toda Rusia Occidental queda cubierta por la zona de deposición de los rayos gamma que entran en contacto con las capas exteriores de la atmósfera terrestre. A 500 m de altura, cubre todo un continente.

A partir de 700 m aproximadamente la "iluminación" es demasiado débil para producir el efecto que se describe a continuación (al alejarse demasiado la intensidad por unidad de superficie se hace muy débil). Hasta los 600-700 m, es posible producir los efectos buscados.

Los rayos gamma, viajando a la velocidad de la luz, entran en contacto con las moléculas presentes en los límites de la atmósfera terrestre. El resultado es que se produce un fenómeno conocido como "fragmentación Compton de electrones". Parte de la energía del rayo gamma se transfiere a los electrones de estas moléculas, los arranca y los proyecta hacia abajo a velocidades próximas a la de la luz. Como consecuencia, un electrón rápido y un rayo gamma debilitado viajan hacia la superficie. O mejor dicho, en realidad tenemos trillones de ellos, en toda la extensión de la zona "iluminada" por la radiación gamma.

Pero la Tierra está envuelta en un campo magnético (que explica fenómenos como el funcionamiento de las brújulas y las auroras boreales), lo cual implica que estos trillones de electrones viajando a velocidades próximas a las de la luz son capturados por las líneas de este campo geomagnético (la misma clase de líneas que vemos cuando acercamos un imán a limaduras de hierro) y comienzan a viajar en espiral por las mismas.

Cuando un montón de electrones giran alrededor de un eje, se crea un generador electromagnético. Es el mismo principio que hace funcionar a un alternador de coche convencional. Con la diferencia de que este "alternador" tiene el tamaño de un continente, y su "rotor", en vez de girar a unas cuantas rpm, gira a velocidades próximas a las de la luz.

Los electrones ceden su energía muy rápidamente, en solo unos centenares de nanosegundos. Pero es suficiente como para que el resultado sea un gran pulso electromagnético, que puede alcanzar los 50.000 V/m y cubrir todo el espectro desde 100 Hz hasta varios GHz. Es tan potente que genera pequeñas auroras boreales, y por eso se le llama "la bomba del arco iris" aunque su nombre técnico sea HEMP (high-altitude electromagnetic pulse, y también significa cáñamo en inglés). El aire se "carga" con esta tensión y dado que la electricidad debe estar continuamente en movimiento, necesita algún sitio donde ir, en este caso a tierra, en cuya superficie hay multitud de antenas, líneas de alta tensión, tendidos telefónicos, miles de kilómetros de pistas dentro de los microchips, antenas de televisión, de radar, de telefonía móvil y de telecomunicaciones, todo ello actuando como pararrayos.

El resultado final es que se induce un potente pulso electromagnético en todos los circuitos eléctricos y electrónicos que estén en área de deposición y no se encuentren protegidos por una Jaula de Faraday. No olvidemos que esta área tiene el tamaño del continente entero.

Las consecuencias son que la mayor parte de los circuitos electrónicos alcanzados por el pulso y una buena parte de los subsistemas eléctricos asociados a las grandes líneas se queman instantáneamente. Los circuitos transistorizados de alta integración son particularmente débiles a este respecto (se queman las junturas entre Silicio tipo P y N, tanto en transistores NPN como PNP, básicamente por transmigración de materia), si bien por otra parte llevan protecciones contra la contaminación electromagnética autoinducida. El IEEE ha documentado que los circuitos transistorizados actuales -integrados o no- dejan de operar con pulsos de 1000 V/m y resultan destruidos con pulsos superiores a 4000 V/m (incluso si están apagados y desconectados de la red). Eso significa que a 10 000, 20 000, 50 000 V/m todos los circuitos transistorizados, incluidos los microchips, quedan instantáneamente destruidos a menos que se hallen en una Jaula de Faraday sin fisuras. Todo lo que se comporte como una antena (antenas reales, líneas eléctricas y de telefonía) absorben enormes cantidades de esta energía y la inducen en sus circuitos vecinos (SGEMP = system-generated electromagnetic pulse). Las antenas de alta ganancia (radares, telefonía celular, "platos" de satélite) se ponen al rojo vivo y explotan. A las de baja ganancia (líneas eléctricas y telefónicas, antenas de TV y radio, etc.) es como si les hubiese caído un rayo encima.

Aunque se supone que en las centrales eléctricas y telefónicas hay protecciones contra los rayos, el comportamiento de un pulso electromagnético (muy rápido) y de un rayo (mucho más lento) es distinto. La mayoría de estos sistemas de protección contra los rayos no "cortan" a tiempo. De hecho, el pulso electromagnético inducido "entra a la carrera" por estas protecciones antes de que "corten" y alcanza la circuitería interna de la central eléctrica, de la estación de transformación o subtransformación, de la central telefónica y de cualquier lugar similar.

Al final del recorrido, que puede durar un microsegundo en total, la casi totalidad de los dispositivos eléctricos y electrónicos desprotegidos del área afectada (todos los civiles y una buena parte de los militares) están inoperativos y generalmente dañados más allá de toda posible reparación.

Basta una sola bomba (en el rango del megatón) y un solo cohete (capaz de transportarla a 500 km de altura, básicamente cualquier ICBM, o un cohete espacial) para conseguir este efecto.

Blackout: el reino de las sombras

Los rayos gamma debilitados que sobraron después de causar el HEMP, tanto si es en una explosión exo-atmosférica como si es en una explosión endo-atmosférica, tras interactuar con los átomos del aire, mantienen energía suficiente como para producir una potentísima ionización atmosférica, que puede durar de varias horas a varios días.

Esta ionización, cuyo comportamiento es caótico y no previsible mediante modelos computacionales, causa la completa perturbación de las señales electromagnéticas (radar, radio, TV, etc), y con mucha frecuencia, la creación de "zonas de sombra" a través de las cuales estas señales no son capaces de circular. Es como si se pusiera un "tapón" a los equipos que utilizan este tipo de tecnologías. Es decir: tanto los radares como otro tipo de sensores (de banda infra-roja o ultravioleta) dejan de "ver" a través de la zona de ionización tan pronto como se produce la detonación, exo o endoatmosférica, y las comunicaciones de radio (incluyendo TV, etc) se cortan.

Este efecto se ha observado, al igual que el EMP, en todas las pruebas nucleares realizadas hasta la actualidad. Su duración media viene a estar en torno a ocho horas, aunque puede ser tan baja como unos segundos y tan alta como una semana.

Bombardeo del cinturón de Van Allen

Los satélites se hallan entre los primeros blancos posibles en una guerra nuclear, pero debido a su elevado costo las armas anti-satélite son pocas y raras. Los estadounidenses disponen de algunos misiles anti-satélite lanzados desde aviones, relativamente económicos pero cuya efectividad se reduce a los satélites de órbita ultrabaja.

Se ha postulado la "denegación satelital" mediante el llamado "bombeo de los cinturones de Van Allen". Aunque los cinturones de Van Allen son un fenómeno natural, estadounidenses y soviéticos se acusaron de crear el cinturón exterior con las pruebas nucleares.

En 1962, durante las pruebas norteamericanas de gran altitud Starfish Prime, una de las bombas, una termonuclear de 1,5 megatones, explotó dentro del cinturón interior. A lo largo de las siguientes horas, tres satélites de órbita ecuatorial, y posiblemente hasta siete, quedaron fuera de servicio. Este fenómeno fue observado tanto por los estadounidenses como por los rusos (un satélite era suyo y por eso al año siguiente se firmaban los Tratados de Prohibición de Pruebas Nucleares en el Espacio). El efecto de las pruebas Starfish Prime sobre los cinturones de Van Allen duró hasta principios de los años '70, encareciendo significativamente la construcción de satélites. Los teóricos se pusieron a trabajar enseguida, porque el efecto era prometedor.

En el vulgarmente llamado "bombeo de los cinturones de Van Allen" (van Allen pumping), y más técnicamente "inserción de partículas relativistas en los cinturones de Van Allen", los electrones energéticos que se liberan masivamente durante los procesos de la fisión "activan" los protones del cinturón interior, aumentando su energía en varios órdenes de magnitud durante un periodo que puede oscilar entre meses e incluso años. Los satélites que circulan en el interior de este cinturón (la mayoría) se ven afectados por unos niveles de radiación muy superiores a los habituales, y como consecuencia se degradan rápidamente (reduciéndose su vida útil a incluso unas pocas horas). Los estudios HAARP, famosos porque los pseudocientíficos creían que se trataba de trabajos para alterar el clima, se desarrollan precisamente para analizar estos efectos, al igual que los mucho más desconocidos HALEOS, o el soviético PAMIR-3, y su sucesor el SCALAR-3 ruso.

La mayoría de satélites modernos llevan importantes protecciones contra la radiación cósmica, incluida la de los cinturones de Van Allen, pero es dudoso que lograran sobrevivir más allá de unos días frente a índices de radiación tan altos. Dado que se trata de un arma de denegación (daña los satélites de todos) lo más probable es que fuera utilizada por la parte débil en un conflicto asimétrico, o bien en el contexto de una guerra termonuclear total, o como daño colateral de un ataque HEMP. Las principales redes satelitales, civiles y militares se verían afectadas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Nuclear weapon Facts for Kids

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Arma nuclear para Niños. Enciclopedia Kiddle.