Invierno nuclear para niños
El invierno nuclear es una idea sobre cómo el clima de la Tierra podría cambiar drásticamente si ocurrieran muchas explosiones muy grandes. Se pensó en esta posibilidad durante un tiempo de mucha tensión en el mundo. La idea es que el humo y el polvo de estas explosiones subirían a la atmósfera y bloquearían la luz del sol. Esto causaría un enfriamiento global, lo que afectaría la agricultura y podría llevar a la falta de alimentos para muchas personas.
Aunque no ha ocurrido un evento así, se ha estudiado cómo las pruebas de estas explosiones podrían haber tenido algunos efectos en el clima.
Contenido
¿Qué es el Invierno Nuclear?
El proceso de un invierno nuclear se describe así: una explosión muy grande levantaría una enorme nube de ceniza y polvo. Esta nube se quedaría en el aire por muchos meses. Esta capa de partículas haría difícil o imposible que la luz del sol llegara a la superficie de la Tierra.
Si la luz solar no llega, las plantas no podrían hacer la fotosíntesis. La fotosíntesis es el proceso por el cual las plantas producen su propio alimento usando la luz del sol. Las plantas son la base de la cadena alimentaria. Si las plantas desaparecen, los animales que comen plantas (herbívoros) no tendrían comida. Luego, los animales que comen herbívoros (carnívoros) tampoco tendrían qué comer. Además, el aire podría volverse muy difícil de respirar, lo que afectaría a muchos seres vivos.
¿Cómo surgió esta idea?
La teoría del invierno nuclear comenzó con estudios de científicos. En 1982, Paul J. Crutzen y John Birks sugirieron que los grandes incendios causados por explosiones masivas generarían mucho humo. Este humo en las capas bajas de la atmósfera podría tener efectos importantes en el clima.
Más tarde, Owen B. Toon y Richard P. Turco analizaron cómo el humo afectaría las capas más altas de la atmósfera. Ellos usaron la frase "invierno nuclear" en 1982. Otros científicos, como Vladímir Aleksándrov y Gueorgui Stenchikov, hicieron simulaciones más detalladas en 1983. Gracias a estos estudios, se impulsaron acuerdos para reducir la cantidad de armas muy poderosas en el mundo.
Estudios recientes sobre el impacto climático
En los años 2000, se hicieron nuevos estudios considerando la reducción de armas muy poderosas. Se compararon los efectos de un uso limitado de estas armas entre países con arsenales más pequeños.
Por ejemplo, se calculó que explosiones más modestas podrían producir una cantidad de hollín (partículas de humo) que afectaría el clima. Incluso estos eventos más pequeños podrían causar un enfriamiento similar al de periodos fríos históricos. También se sugirió que estos cambios podrían afectar la capa de ozono, que nos protege de la radiación solar. Un uso a gran escala de estas armas podría llevar a un descenso de la temperatura comparable a una glaciación, que duraría quizás una década.
Los cálculos más recientes indican que el hollín podría permanecer en la atmósfera mucho más tiempo de lo que se pensaba antes. Esto haría que las consecuencias en el clima fueran más graves y duraderas.
El enfriamiento de los años sesenta y setenta
Se sabe que los años sesenta y setenta fueron un poco más fríos en todo el mundo. Todavía se debate cuál fue la causa, pero es probable que fueran varias. En esa época, dos científicos rusos, Kondratyiev y Nikolsky, propusieron que las pruebas de explosiones muy grandes en la atmósfera estaban afectando el clima de la Tierra.
Se observó que la bola de fuego de una explosión muy grande podía calentar el aire lo suficiente como para que el nitrógeno y el oxígeno reaccionaran. Esto formaba óxidos de nitrógeno en la parte alta de la atmósfera, en la estratosfera. Las primeras explosiones no eran tan potentes, pero las nuevas, que surgieron en los años cincuenta, sí podían alcanzar esas alturas.
Se estima que por cada unidad de energía liberada, la bola de fuego sube entre 35 y 40 kilómetros. También se producen miles de toneladas de óxidos de nitrógeno. La troposfera, la capa más baja de la atmósfera, llega hasta los 10 km de altura. Esto significa que las explosiones más grandes podían contaminar la estratosfera.
Estos óxidos de nitrógeno se quedaban en las capas altas del aire por unos cuatro años. Antes de 1963, cuando se firmó un tratado para prohibir algunas pruebas, se detonó una gran cantidad de energía. Esto liberó una enorme cantidad de óxidos de nitrógeno en la atmósfera. No parece una coincidencia que los años 1963, 1964 y 1965 fueran de los más fríos de la segunda mitad del siglo. Aunque la erupción del monte Agung en Bali también contribuyó, se cree que las pruebas de explosiones muy grandes causaron la otra mitad del enfriamiento. En resumen, durante esas décadas, el oscurecimiento global por las emisiones de aerosoles y gases reflectantes fue más fuerte que el calentamiento global por otros gases.
También hay estudios que han intentado explicar este enfriamiento por cambios en el viento solar. Sin embargo, no se ha podido probar que esta sea la causa principal del enfriamiento de esos años.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Nuclear winter Facts for Kids
- Armas nucleares
- Bomba nuclear
- Cambio climático