Ramón Castilla para niños
Datos para niños Ramón Castilla |
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![]() Presidente Constitucional de la República Peruana |
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24 de octubre de 1858-24 de octubre de 1862 | ||
Vicepresidente | Juan Manuel del Mar y Bernedo | |
Predecesor | Él mismo | |
Sucesor | Miguel de San Román | |
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20 de abril de 1845-20 de abril de 1851 | ||
Predecesor | Manuel Menéndez | |
Sucesor | José Rufino Echenique | |
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![]() Presidente Provisorio de la República Peruana |
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5 de enero de 1855-24 de octubre de 1858 | ||
Predecesor | José Rufino Echenique | |
Sucesor | Él mismo | |
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![]() Presidente de la Suprema Junta de Gobierno del Perú |
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17 de febrero de 1844-11 de diciembre de 1844 | ||
Predecesor | Domingo Nieto (como Presidente de la Suprema Junta de Gobierno del Perú) |
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Sucesor | Manuel Menéndez (como Presidente del Consejo de Estado) |
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![]() Encargado del Mando del Perú |
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3 de abril de 1863-9 de abril de 1863 | ||
Predecesor | Miguel de San Román | |
Sucesor | Pedro Díez-Canseco | |
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![]() Presidente del Senado de la República Peruana |
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28 de julio de 1864-1 de febrero de 1865 | ||
Predecesor | Miguel del Carpio y Melgar | |
Sucesor | Antonio Salinas y Castañeda (como Presidente del Congreso Constituyente) |
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![]() Senador de la República Peruana por Tarapacá |
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28 de julio de 1864-1 de febrero de 1865 | ||
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Información personal | ||
Nombre en español | Ramón Castilla y Marquesado | |
Nacimiento | 31 de agosto de 1797![]() |
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Fallecimiento | 30 de mayo de 1867![]() |
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Sepultura | Panteón de los Próceres | |
Nacionalidad | Peruana | |
Familia | ||
Cónyuge | Francisca Diez-Canseco y Corbacho | |
Pareja | María de Cárdenas Rivera, Francisca Villegas, Carolina Colichón | |
Hijos | Manuel Castilla Cárdenas, Federico Castilla Villegas, Juan Castilla Colichón | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar y político | |
Rama militar | Ejército del Perú | |
Rango militar | Gran Mariscal del Perú | |
Ramón Castilla y Marquesado (nacido en San Lorenzo de Tarapacá el 31 de agosto de 1797 y fallecido en Tiliviche, Perú, el 30 de mayo de 1867) fue un importante militar y político peruano. Fue presidente del Perú en varios periodos: de 1845 a 1851, de 1855 a 1862, y por unos días en 1863. Es considerado una de las figuras más destacadas de los primeros años del Perú independiente.
Ramón Castilla comenzó su carrera militar en el ejército que apoyaba al rey de España. Participó en la batalla de Chacabuco en 1817. Después de ser prisionero, regresó a Perú y se unió a la causa de la independencia en 1822. Fue parte de la caballería de la Legión Peruana de la Guardia y se destacó en la batalla de Ayacucho en 1824. Continuó su carrera militar y política, ocupando cargos importantes como subprefecto de Tarapacá y prefecto de Puno.
Después de que se formara la Confederación Perú-Boliviana en 1836, Castilla se fue a Chile. Allí se unió al Ejército Restaurador del Perú y tuvo un papel clave en la batalla de Yungay en 1839. Durante la Restauración peruana, fue ministro del gobierno de Agustín Gamarra. Luego, fue prisionero en la campaña contra Bolivia en 1841. Al regresar a Perú, se unió a la revolución constitucionalista de 1843 contra el gobierno de Manuel Ignacio de Vivanco. Ganó la batalla de Carmen Alto en 1844 y ayudó a restablecer el gobierno de Manuel Menéndez.
Contenido
Ramón Castilla: Un Líder para el Perú
Ramón Castilla ganó las elecciones de 1845 y se convirtió en presidente. Su primer gobierno (1845-1851) trajo estabilidad al país después de un periodo de desorden. También organizó el Estado peruano y hubo una época de buena economía gracias a la venta del guano. Fue el primer presidente en terminar su mandato, algo que no había ocurrido antes.
Sin embargo, hubo un problema con el pago de la deuda interna en el siguiente gobierno de José Rufino Echenique. Por eso, Castilla lideró una nueva revolución en 1854. Durante esta revolución, eliminó el tributo que pagaban los indígenas y la esclavitud. Finalmente, derrotó a Echenique en la batalla de La Palma en 1854 y volvió a ser presidente.
Su gobierno provisional duró de 1855 a 1858. Convocó a una Convención Nacional que creó la Constitución liberal de 1856. Esto causó una reacción de los conservadores y una guerra civil. Después de vencer a los rebeldes, Castilla se alejó de los liberales y ganó las elecciones de 1858. Así comenzó su segundo gobierno (1858-1862). En 1860, se creó una nueva Constitución moderada, que fue la que más tiempo duró en la historia de Perú.
En su segundo mandato, Castilla siguió modernizando el país. Impulsó el desarrollo de la Amazonía peruana e incluso hubo una guerra con Ecuador en 1858. Durante su gobierno, llegaron al Perú inventos como el telégrafo y el alumbrado a gas. También se expandieron los ferrocarriles. La venta del guano fue muy importante para la economía del Estado en esos años. Entregó el poder a su sucesor Miguel de San Román. Después de la muerte de San Román, Castilla volvió a encargarse del gobierno por unos días en 1863.
En 1864, fue elegido senador y presidente del Senado. Desde allí, se opuso a las decisiones del presidente Juan Antonio Pezet frente a los problemas con España. Por esto, fue enviado fuera del país en 1865. Regresó a Perú en 1866 y se opuso al gobierno de Mariano Ignacio Prado, quien lo envió de nuevo a Chile. Sin embargo, Castilla volvió a Tarapacá y comenzó una revolución para defender la Constitución de 1860. Falleció durante su viaje por el desierto de Tiliviche en 1867. La revolución que él inició logró derrocar a Prado meses después.
Ramón Castilla es muy valorado como el primer presidente que trajo progreso e ideas nuevas a la República Peruana. Se considera que con él comenzó realmente el periodo republicano. Trajo orden y prosperidad al país, eliminó el tributo indígena, acabó con la esclavitud, creó el servicio diplomático, mejoró la administración pública, organizó el presupuesto, pagó las deudas del país, impulsó el desarrollo de la Amazonía, creó el Consejo de Ministros, inició reformas en la educación, modernizó el ejército y fortaleció la marina. Es el patrono del Arma de Caballería del Ejército del Perú.
Sus Primeros Años y Carrera Militar
Ramón Castilla nació en San Lorenzo de Tarapacá el 31 de agosto de 1797. Su padre era Pedro de Castilla y Manzano y su madre, Juana Marquesado y Romero. De niño, ayudaba a su padre cortando leña. En 1810, se mudó a Lima y luego a Concepción, en Chile.
De Soldado Realista a Héroe de la Independencia
En 1812, a los quince años, se unió al Ejército Real del Perú. Participó en campañas en Chile. En 1817, como oficial, fue derrotado en la batalla de Chacabuco y hecho prisionero en Buenos Aires. Logró escapar y regresó a Perú, haciendo un largo viaje a pie de cinco meses por selvas y montañas.
El virrey Joaquín de la Pezuela lo reincorporó al ejército realista. Sin embargo, a principios de 1822, Castilla decidió unirse al ejército que luchaba por la independencia del Perú. Fue aceptado en las filas patriotas y ascendido rápidamente.
Trabajó mucho en la organización de las tropas peruanas. Se puso al servicio de Simón Bolívar para la campaña final de la independencia. Aunque tuvo algunos problemas y fue arrestado, finalmente se unió al ejército libertador.

No estuvo en la batalla de Junín, pero sí en la batalla de Ayacucho, donde fue el primer soldado en entrar al campo enemigo. Fue herido, pero su actuación fue tan buena que el general Antonio José de Sucre lo felicitó. Por esto, fue ascendido a teniente coronel.
En 1825, fue nombrado subprefecto de Tarapacá. Allí, se interesó por la minería. En Arequipa, conoció a Francisca Diez Canseco, con quien se casó en 1835.
Participación en Conflictos Internos
Como subprefecto, Castilla se opuso a la Constitución de Bolívar. En 1829, descubrió una conspiración en Arequipa para separar los departamentos del sur y actuó para detenerla.
Ascendido a coronel, fue edecán del presidente Agustín Gamarra. Luego, fue jefe de Estado Mayor en la frontera con Bolivia. En 1832, fue encarcelado por oponerse a Gamarra, pero escapó a Chile.
En 1833, regresó a Tarapacá y apoyó al general Luis José de Orbegoso como presidente. Participó en la campaña contra los rebeldes y fue ascendido a General de Brigada.

Cuando Orbegoso pidió ayuda a Bolivia, Castilla, que era muy nacionalista, se apartó de él. Se fue a Chile, donde se unió a otros peruanos que se oponían a la Confederación Perú-Boliviana.
Participó en las Expediciones Restauradoras contra la Confederación. En la segunda expedición, comandada por el chileno Manuel Bulnes y el peruano Agustín Gamarra, Castilla tuvo un papel decisivo en la batalla de Yungay en 1839. Su valentía y estrategia ayudaron a la victoria, por lo que fue ascendido a General de División.
Luego, fue ministro de Guerra y de Hacienda en el gobierno de Gamarra. En 1841, derrotó al coronel Manuel Ignacio de Vivanco, iniciando una gran rivalidad entre ellos.
Acompañó a Gamarra en la campaña contra Bolivia. Fue hecho prisionero en la batalla de Ingavi en 1841, donde Gamarra falleció. Regresó a Perú en 1842.
En 1843, Castilla lideró la Revolución Constitucionalista para acabar con el gobierno de Vivanco y restablecer el orden. Ganó la batalla de Carmen Alto en 1844 y ayudó a que Manuel Menéndez volviera al poder.
Primer Gobierno: Orden y Prosperidad (1845-1851)
Ramón Castilla ganó las elecciones de 1845 y juró como Presidente Constitucional el 20 de abril de 1845. Gobernó hasta 1851, siendo el primer presidente peruano en completar su mandato.
Su gobierno fue moderado y buscó el progreso. Castilla promovió la unión, permitiendo el regreso de quienes habían sido exiliados. También nombró a personas capaces en los puestos del gobierno.
Este primer gobierno de Castilla trajo al Perú:
- Estabilidad.
- Una economía organizada con presupuestos.
- Reconocimiento económico en el extranjero al pagar la deuda.
- Una posición importante en América.
- Progreso en la educación y en la vida diaria.
- El inicio del desarrollo de la Amazonía.
Castilla gobernó con orden, respetando la libertad de prensa. Invitó a sus rivales políticos a colaborar con su gobierno. Aunque hubo algunas conspiraciones, fueron controladas.
La Economía del Guano
En la economía, Castilla se enfocó en tres cosas: organizar el dinero del Estado con presupuestos, usar el sistema de consignaciones para vender el guano, y pagar las deudas del país.
El guano, un fertilizante natural de las islas, se convirtió en una gran riqueza para Perú a partir de 1840. Se vendía mucho a Europa. El Estado decidió controlar su venta a través del sistema de consignaciones en 1849. Esto significaba que el Estado era dueño del guano, pero encargaba a empresas (consignatarios) su extracción, transporte y venta. La empresa inglesa Casa Gibbs fue la principal.

El Estado recibió mucho dinero, que usó para la defensa nacional y para pagar las deudas. Fue una época de prosperidad económica, conocida como la Era del Guano. Sin embargo, el Estado a menudo pedía adelantos a los consignatarios, lo que generaba intereses y problemas a largo plazo.
Castilla decidió pagar las deudas del Perú, tanto la interna (con personas que habían apoyado la independencia) como la externa (con otros países como Inglaterra y Chile).
Por leyes de 1847, 1848 y 1850, se ordenó el pago de la deuda interna. El pago de la deuda externa se ordenó en 1848, excepto con España, a quien se le pidió primero que reconociera la independencia de Perú. Se renegoció la deuda con Inglaterra y se pagó la de Chile y Estados Unidos. Este pago de deudas ayudó a que otros países confiaran más en Perú.
Fortaleciendo la Defensa Nacional
Castilla se dedicó mucho a la defensa del país. Modernizó el ejército con nuevas armas y reabrió la Escuela Central de Marina. Adquirió barcos para la marina, incluyendo el primer barco de guerra a vapor de Sudamérica, el Rímac (1847). También compró la fragata Amazonas. Se dice que su política naval era: "Si Chile construye un barco, el Perú debe construir dos". Perú se convirtió en la principal potencia naval de Sudamérica.
También construyó el puerto naval de Paita y fundó la Factoría Naval de Bellavista para reparar barcos y fabricar armas. Mejoró el servicio de policía.
Como ejemplo del poder naval de Perú, Castilla envió el bergantín Gamarra a San Francisco para proteger a los comerciantes peruanos durante la fiebre del oro.
Relaciones con Otros Países
La política internacional de Castilla buscaba darle a Perú un lugar importante en América y el mundo.
- En 1846, se creó un decreto sobre cómo manejar las reclamaciones diplomáticas, para que los países extranjeros no intervinieran directamente en los asuntos internos de Perú.
- Castilla denunció los planes del general ecuatoriano Juan José Flores de establecer una monarquía española en Sudamérica en 1846. La fuerte postura peruana ayudó a desmantelar esta expedición.
- En 1847, el canciller peruano José Gregorio Paz Soldán convocó el primer Congreso Americano en Lima. Asistieron representantes de Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia. Se acordó que un ataque extranjero contra un país americano sería considerado un ataque a todos. Esto mostró el ideal de unión americana de Perú.
- Se normalizaron las relaciones con Bolivia, firmando el Tratado de Arequipa en 1847, que permitía a Bolivia comerciar por el puerto de Arica.
Avances en Educación y Obras Públicas
Castilla se preocupó por la educación. En 1850, dio el primer Reglamento de Instrucción Pública, con el que el Estado se hizo cargo de la educación. Se empezó a diferenciar la educación primaria, secundaria y universitaria.
La educación superior mejoró en colegios como San Carlos y Guadalupe. También se reorganizaron los colegios nacionales (secundaria) en todo el país y se fundaron nuevos.
En esta época, hubo debates importantes entre conservadores y liberales sobre temas como el voto de los indígenas.
Entre otras obras importantes:
- Se eliminaron los mayorazgos en 1848, lo que permitió que nuevas personas ascendieran socialmente.
- Se aprobó la Ley General de Inmigración en 1849, que fomentó la llegada de trabajadores chinos para la agricultura y la extracción de guano.
- Se inició la creación de códigos legales modernos para reemplazar las antiguas leyes españolas. El primer Código Civil se aprobó en 1852.
- Se impulsó la navegación a vapor, extendiendo las rutas hasta Panamá.
- Se construyó el primer ferrocarril de Perú y de Sudamérica, que unió Lima con Callao. Se inauguró en 1851.
- Se mejoró el servicio de correos.
- Se instalaron las primeras fábricas de bujías, ácido sulfúrico, cristales y papel.
- Se comenzó a construir el moderno Mercado Central de Lima.
- Se instalaron servicios de agua potable en varios puertos.
- Se construyeron iglesias, hospitales, colegios, mercados y caminos en todo el país.
- Se trajeron de vuelta los restos de los presidentes José de La Mar y Agustín Gamarra.
En las elecciones de 1851, Castilla apoyó al general José Rufino Echenique, quien ganó. Su gobierno fue una continuación del de Castilla, pero hubo un gran problema de corrupción con el pago de la deuda interna.
La Revolución Liberal y su Segundo Mandato (1854-1862)
En 1854, el líder civil Domingo Elías se levantó contra el gobierno de Echenique por el problema de la deuda. Luego, Castilla lideró una rebelión en Arequipa, con el apoyo de jóvenes liberales. Esta insurrección se convirtió en una guerra civil.
Durante la lucha, Castilla se declaró presidente provisional. En Ayacucho, eliminó definitivamente el tributo indígena (1854). Luego, en Huancayo, firmó el decreto que acababa con la esclavitud en Perú (1854). La revolución ganó en la batalla de La Palma en 1855.
Cambios Importantes y Nueva Constitución
Después de la victoria, Castilla se instaló como Presidente Provisional. Una medida importante fue el decreto de 1855 que garantizaba la libertad de prensa.
Se convocaron elecciones para una Convención Nacional que reformaría la Constitución. Por primera vez, todos los peruanos podían votar directamente, sin importar si sabían leer o escribir o si tenían dinero.
La Convención Nacional se instaló en 1855 y ratificó a Castilla como Presidente Provisional. Sin embargo, Castilla se distanció de los liberales.
La Constitución de 1856, de tendencia liberal, limitó el poder del presidente. Estableció que el mandato presidencial duraría cuatro años y creó el Consejo de Ministros. También eliminó la pena de muerte y estableció el voto directo. Castilla juró esta Constitución, pero no estaba de acuerdo con ella.
En 1856, los conservadores, liderados por Manuel Ignacio de Vivanco, se levantaron contra el gobierno. La rebelión comenzó en Arequipa y se extendió a otras ciudades. La marina se unió a los rebeldes.
Castilla dirigió el ejército para sitiar Arequipa. Después de ocho meses de asedio, Castilla ordenó el ataque a la ciudad en marzo de 1858. La lucha fue muy dura, pero las fuerzas de Castilla lograron la victoria. Vivanco huyó a Chile.
Después de la rebelión, Castilla convocó a elecciones para un nuevo Congreso y para Presidente. Él mismo se presentó como candidato y ganó. El 12 de octubre de 1858, fue proclamado Presidente Constitucional para un mandato de cuatro años.
La Constitución de 1856 no había gustado a todos. El Congreso de 1860, elegido por Castilla, redactó una nueva Constitución. Esta nueva Constitución, promulgada el 13 de noviembre de 1860, fue más moderada. Restableció la pena de muerte para ciertos casos y prohibió la reelección presidencial. Esta Constitución fue la que más tiempo estuvo vigente en Perú, hasta 1920.
En 1860, hubo intentos de asesinar a Castilla y ataques a su casa, pero fueron repelidos.

En 1857, la venta de guano alcanzó su punto más alto, representando el 83% de los ingresos del Estado. El guano se convirtió en el principal soporte económico del país. Sin embargo, los consignatarios obtenían grandes ganancias y el Estado pedía adelantos, lo que a la larga traería problemas.
Se siguió permitiendo la llegada de trabajadores chinos para la extracción de guano.
La Guerra con Ecuador
En 1857, Ecuador hizo un acuerdo con sus acreedores británicos, dándoles territorios que Perú consideraba suyos. Esto causó tensiones y la ruptura de relaciones diplomáticas. Castilla decretó el bloqueo de la costa ecuatoriana en 1858.
Ecuador entró en un periodo de desorden político con varios gobiernos. Castilla preparó una expedición militar y naval contra Ecuador, embarcándose él mismo en 1859.

La armada peruana, con 15 barcos y seis mil soldados, llegó a Guayaquil en 1859. Las tropas peruanas ocuparon las alturas de Mapasingue. El 25 de enero de 1860, Castilla firmó el Tratado de Mapasingue con el gobierno de Guillermo Franco en Ecuador. En este tratado, Ecuador reconocía la soberanía peruana sobre los territorios en disputa. Castilla no quiso ser duro con Ecuador y antes de irse, les dio uniformes y armas.
Sin embargo, el gobierno de Franco fue derrotado en Ecuador, y el nuevo gobierno no aprobó el tratado. El problema de límites con Ecuador continuaría por mucho tiempo.
Más Obras y Mejoras
- Se organizó por primera vez el Consejo de Ministros en 1856.
- Se creó la Dirección de Obras Públicas.
- Se terminó la instalación del alumbrado a gas en Lima en 1855, siendo la primera ciudad de Sudamérica con esta iluminación.
- Se inauguró el servicio de agua potable en Lima en 1857.
- Se estableció el servicio telegráfico entre Lima y Callao en 1855, la primera línea en Sudamérica.
- Se inauguró el ferrocarril de Lima a Chorrillos en 1858.
- Se construyó la Penitenciaría Central de Lima, inaugurada en 1862.
- Se construyeron muelles en varios puertos.
- Se fundó la Compañía de Bomberos Voluntarios Unión Chalaca N.º 1 en 1860, la primera de su tipo en Sudamérica.
- Se mejoró el sistema de correos con el uso de estampillas en 1857.
- Se inauguraron monumentos a Simón Bolívar y Cristóbal Colón en Lima.
- Se instaló la Bolsa de Comercio de Lima.
- Se promulgaron el Código Penal y el Código de Enjuiciamientos en materia penal en 1862, reemplazando las antiguas leyes españolas.
- Se realizó un censo en 1861, que mostró 2.487.916 habitantes en 1862.
- Se encargó la elaboración del Mapa General del Perú.
- Se crearon dos nuevos departamentos: Cajamarca (1855) y Piura (1861).
En las elecciones de 1862, Castilla apoyó a Miguel de San Román, quien fue elegido presidente.
Sus Últimos Años y Legado

El presidente Miguel de San Román falleció en 1863, después de solo cinco meses de gobierno. Castilla asumió el mando de la Nación de forma temporal por ser el oficial de mayor rango. Muchos temieron que se quedaría en el poder, pero Castilla entregó el mando al segundo vicepresidente, Pedro Diez Canseco, después de unos días.
En 1864, Castilla fue elegido senador y presidente del Senado. Desde allí, criticó la política del gobierno de Pezet frente a España. Por esto, fue arrestado y enviado fuera del país en 1865. Su destierro no ayudó al gobierno, y Pezet fue derrocado. Durante su ausencia, ocurrió el combate del Dos de Mayo de 1866, una victoria para Perú y sus aliados sudamericanos contra la flota española.
Al regresar a Perú en 1866, Castilla fue recibido con honores. Sin embargo, se opuso al presidente Mariano Ignacio Prado y fue deportado a Chile. Desde allí, a sus setenta años, se rebeló para defender la Constitución de 1860. Desembarcó en Pisagua (territorio peruano en ese entonces) con la intención de liderar una revolución. Falleció en el valle de Tiliviche el 30 de mayo de 1867, agotado por el viaje y el calor del desierto. Sus últimas palabras fueron una oración pidiendo más tiempo para su patria. La revolución que inició derrocaría a Prado meses después.
¿Cómo era Ramón Castilla?

Ramón Castilla era de baja estatura, pero tenía una gran fuerza física. Su aspecto militar y su mirada penetrante le daban un aire de superioridad. Era valiente y rápido para actuar, un excelente líder militar que se ganaba el cariño de sus soldados. Tenía un talento natural para entender a las personas y sabía cómo gobernarlas. Su energía y voluntad lo hicieron destacar entre otros líderes de su tiempo.
Era un hombre rudo y sencillo, no muy elegante. Su amigo, el mariscal Nieto, decía que Castilla era "terco y de carácter indomable". A veces era generoso, pero como gobernante fue muy firme con sus oponentes. Conocía muy bien el territorio peruano y el de los países vecinos, y había tratado con casi todos los líderes políticos de la época, lo que lo hacía muy hábil para gobernar. Durante su gobierno, Perú comenzó una era de progreso.
El diario El Comercio lo llamó "Redentor del indio, libertador del negro, fundador de la libertad de prensa, demoledor del cadalso político".
Su Familia
Ramón Castilla se casó con Francisca Diez-Canseco y Corbacho. No tuvieron hijos juntos. Sin embargo, Castilla tuvo tres hijos antes y durante su matrimonio:
- Manuel Castilla Cárdenas, nacido en 1825.
- Federico Castilla Villegas, nacido en 1833, quien fue capitán de la marina peruana.
- Juan Castilla Colichón, nacido en 1851, quien fue criado por Francisca. Estudió en Europa y regresó a Perú. Falleció en la batalla de San Juan y Chorrillos en 1881.
Castilla y su esposa también criaron a dos sobrinas como si fueran sus hijas adoptivas.
Su Legado y Homenajes

El historiador Jorge Basadre describe a Ramón Castilla como lo mejor de los primeros cincuenta años de la República peruana. Era un hombre del pueblo, a quien todos llamaban "taita" (padre). Fue el libertador de los esclavos y el protector de los indígenas. Su amor por Perú lo demostró con hechos, tanto como militar como gobernante. Trajo orden y prosperidad al país.
A pesar de gobernar en una época de riqueza por el guano, Castilla murió pobre y con deudas. El poeta Carlos Augusto Salaverry escribió sobre él: "El pueblo le bendijo: murió pobre."
La casa de Castilla en Lima, una antigua casa colonial, fue restaurada y ahora es un museo.

Después de su muerte, el Congreso ordenó que se le hicieran funerales en Lima y se construyera un mausoleo con la inscripción: "El Perú al Gran Mariscal Ramón Castilla".
En 1915, se inauguró un monumento a Castilla en la Plazoleta de La Merced en Lima. En 1967, para conmemorar el centenario de su muerte, se construyó una gran estatua ecuestre en la Plaza Unión (ahora conocida como Plaza Castilla) en Lima.
Galería de imágenes
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Ramon Castilla Ultimos Años.jpg
Ramón Castilla en 1864.
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El costo de la Expedición Libertadora de San Martín de 1820 y de las expediciones restauradoras de 1838 y 1839, se convirtió en una crecida deuda que el Perú saldó al gobierno de Chile entre 1848 y 1856. En la imagen: Escuadra Libertadora, por Thomas Somerscales.