Ramón Berenguer IV de Barcelona para niños
Datos para niños Ramón Berenguer IV de Barcelona |
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Conde de Barcelona, Gerona, Osona, Cerdaña y Princeps de Aragón | ||
![]() Estatua de Ramón Berenguer IV en el Retiro de Madrid, España
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Conde de Barcelona, Gerona, Osona y Cerdaña | ||
1130/1131-7 de agosto de 1162 | ||
Predecesor | Ramón Berenguer III | |
Sucesor | Alfonso II (Alfonso I como conde de Barcelona) | |
Príncipe de Aragón | ||
13 de noviembre de 1137-7 de agosto de 1162 | ||
Predecesor | Ramiro II, rey de Aragón | |
Sucesor | Alfonso II, rey de Aragón | |
Información personal | ||
Nacimiento | 1113 o 1114 ¿Barcelona? |
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Fallecimiento | 7 de agosto de 1162 Borgo San Dalmazzo, Piamonte |
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Sepultura | Monasterio de Santa María de Ripoll | |
Familia | ||
Dinastía | Casa de Barcelona | |
Padre | Ramón Berenguer III de Barcelona | |
Madre | Dulce de Provenza | |
Consorte | Petronila de Aragón | |
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Firma | ![]() |
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Ramón Berenguer IV (nacido en ¿Barcelona? en 1113 o 1114 y fallecido en Borgo San Dalmazzo el 6 de agosto de 1162) fue un importante gobernante. Fue conde de Barcelona, Gerona, Osona y Cerdaña. También fue conocido como princeps (príncipe) de Aragón.
Durante su gobierno, se unieron el condado de Barcelona y el reino de Aragón. Esta unión dio origen a la Corona de Aragón. Ramón Berenguer se llamaba a sí mismo "conde de Barcelona y príncipe de Aragón". A veces, también usaba el título de "por la gracia de Dios dominador del reino de los aragoneses".
Después de conquistar Tortosa y Lérida (entre 1148 y 1149), también se tituló "marqués de Tortosa y Lérida". También usó el título de marqués de Provenza.
Otro gran logro de Ramón Berenguer fue la conquista de los territorios de Tortosa y Lérida. Estas conquistas formaron lo que se conoce como la Cataluña Nueva. Estas ciudades fueron repobladas siguiendo las leyes de Barcelona. Por todo esto, el historiador Ferran Soldevila lo llamó "el plasmador de Cataluña".
Ramón Berenguer IV también se preocupó por aumentar sus territorios. Cuando falleció, había triplicado las tierras que heredó de su padre.
Contenido
Biografía de Ramón Berenguer IV
Sus primeros años y familia
Ramón Berenguer IV era hijo del conde de Barcelona Ramón Berenguer III, conocido como "el Grande". Su madre fue la condesa Dulce de Provenza. Por parte de su padre, era nieto de Ramón Berenguer II.
No se sabe mucho de su infancia. Desde 1117, siendo un niño, su nombre aparece en documentos legales de su padre. En 1128, con quince años, ya firmaba como conde.
Ramón Berenguer siempre fue leal a su familia, la Casa de Barcelona. Se dedicó a proteger y engrandecer el Monasterio de Ripoll. Este monasterio era el lugar de entierro de los condes de Barcelona, incluyendo a su padre y al fundador de la dinastía, Guifré el Pilós. Veintiún años antes de morir, en 1141, ya había expresado su deseo de ser enterrado en Ripoll.
También fundó el Monasterio de Poblet. Lo hizo para el bienestar de las almas de sus padres y la suya propia. Su hijo Alfonso eligió Poblet para ser enterrado. Desde entonces, se convirtió en el Panteón Real de los reyes de la Corona de Aragón.
Los primeros años como conde (1130-1137)
En 1131 (o 1130), su padre, Ramón Berenguer III, falleció. Ramón Berenguer IV, con diecisiete años, heredó el Condado de Barcelona. Su hermano Berenguer Ramón heredó el Condado de Provenza.
En estos primeros años, uno de sus consejeros fue Oleguer, obispo de Barcelona. Oleguer era conocido por su sabiduría y habilidades políticas.
Cuando Ramón Berenguer se convirtió en conde, Cataluña no existía oficialmente. Sin embargo, ya se usaban los nombres "Cataluña" y "catalanes". El primer documento que los menciona es un poema de 1115-1120.
En uno de los Usatges de Barcelona (leyes de Barcelona), que Ramón Berenguer IV ordenó recopilar, se definía el territorio. Por la costa, iba desde el cabo de Creus hasta el puerto de Salou. Esto incluía los condados de Barcelona, Gerona y condado de Ampurias.
Uno de sus primeros actos como gobernante fue donar el castillo de Barberà de la Conca a los templarios en 1133. Con esto, continuó la política de su padre de expandir la Orden del Temple en las tierras fronterizas.
La unión con el reino de Aragón
La crisis en Aragón (1134-1137)
En septiembre de 1134, el rey de Aragón y Pamplona, Alfonso el Batallador, murió sin hijos. En su testamento, dejó sus reinos a órdenes religiosas. Esto fue algo inusual y no fue aceptado.
Los nobles de Pamplona proclamaron rey a García Ramírez y se separaron de Aragón. Los nobles aragoneses, reunidos en Jaca, proclamaron rey a Ramiro, hermano del rey fallecido. Ramiro era un monje que acababa de ser nombrado obispo. El rey de Castilla y León, Alfonso VII, también reclamó el trono de Aragón.
El papa Inocencio II insistió en que se cumpliera el testamento de Alfonso el Batallador. La situación era muy complicada.
Ramiro, que era monje y no tenía hijos, se casó con Inés de Poitou para tener un heredero. El 11 de agosto de 1136, nació su hija, Petronila. Como era una niña, Ramiro tuvo que planear rápidamente su futuro matrimonio.
La "donación" de Petronila y Aragón (1137)
Una parte de la nobleza aragonesa y el rey Ramiro II apoyaron la opción del conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV. El 11 de agosto de 1137, se firmó un acuerdo en Barbastro. El rey Ramiro "donaba" su "hija como esposa, con todo el reino aragonés completo" a Ramón Berenguer. También le encargaba a todos los hombres del reino que le fueran fieles.
Ramiro también dijo que si su hija moría y Ramón Berenguer sobrevivía, él tendría el reino sin problemas después de su muerte. El documento terminaba diciendo que Ramiro sería "rey, señor y padre" en el reino y en los condados de Ramón Berenguer mientras él quisiera.
Los nobles presentes en Barbastro juraron fidelidad a Ramón Berenguer. Después, lo hicieron los del resto del reino y los habitantes de las ciudades. Desde entonces, Ramón Berenguer usó el título de princeps de Aragón.
Tres meses después, el 13 de noviembre, Ramiro II, deseoso de volver a la vida monástica, completó el traspaso de poderes. Ratificó la donación de su hija y de todo el reino a Ramón Berenguer. Declaró que todos sus vasallos debían obedecer a Ramón Berenguer como a su rey. Después de esto, Ramiro II se retiró al monasterio de San Pedro el Viejo en Huesca.
Acuerdos con Alfonso VII de Castilla (1138-1140)

Después de que Ramiro II se retirara, la principal preocupación de Ramón Berenguer fue mantener buenas relaciones con el rey castellano-leonés Alfonso VII.
En febrero de 1140, Ramón Berenguer y Alfonso VII se reunieron en Carrión de los Condes. Allí firmaron el tratado de Carrión. Acordaron repartirse el reino de Pamplona de García Ramírez. Sin embargo, este reparto no se llevó a cabo.
El testamento de Alfonso el Batallador (1140-1143)
Después de la "donación" de Ramiro II, quedaba por resolver el testamento del rey Alfonso I de Aragón. Él había dejado el reino a las órdenes del Santo Sepulcro, los Templarios y los Hospitalarios. El papa Inocencio II insistía en que se cumpliera.

El patriarca de Jerusalén, de quien dependían estas órdenes, envió a Raymond du Puy, Gran Maestre de los Hospitalarios, para negociar con Ramón Berenguer. Llegaron a un acuerdo el 16 de septiembre de 1140. Las órdenes cedieron sus derechos a Ramón Berenguer. Él aceptó esta "ficción legal" porque en la práctica no perdía nada. Esto le ayudó a legitimar su gobierno en Aragón.
El acuerdo con la Orden del Templo se logró en noviembre de 1143. Ramón Berenguer les ofreció importantes bienes y derechos a cambio de que renunciaran a su parte del reino de Aragón. Con estos acuerdos, Ramón Berenguer IV se convirtió en el gobernante de Aragón.
Matrimonio con Petronila (1150)
La boda con Petronila se celebró en Lérida en el otoño de 1150. Petronila tenía catorce años y Ramón Berenguer treinta y siete.

Ramón Berenguer y Petronila tuvieron varios hijos. Residieron a menudo en el palacio condal de San Pedro de Vilamajor, cerca de Barcelona. Allí se crio su hijo, el futuro rey Alfonso II.
Después de su matrimonio, Petronila se tituló, además de condesa de Barcelona, reina de Aragón. Acompañó a su marido en algunas visitas a tierras aragonesas.
Conquistas y política en la península
Expansión territorial
La primera expansión de la frontera con Al-Ándalus fue en 1141, cuando las tropas aragonesas tomaron Alcolea de Cinca y Chalamera. Al año siguiente, Ramón Berenguer concedió a Daroca leyes especiales para convertirla en una fortaleza contra los musulmanes.
La debilidad del poder almorávide, que se enfrentaba a los almohades, favoreció la recuperación militar. Entre 1145 y 1147, el poder almorávide desapareció del este de la península.
La primera gran expedición de Ramón Berenguer contra Al-Ándalus fue su participación en la conquista de Almería. Ayudó al rey castellano-leonés Alfonso VII en esta campaña. Almería fue tomada el 17 de octubre de 1147.

Los mayores logros de Ramón Berenguer fueron las conquistas de Tortosa el 31 de diciembre de 1148, y de Lérida y Fraga el 24 de octubre de 1149. Con esto, Ramón Berenguer aseguró el control del Bajo Ebro y la zona interior de Tarragona. La conquista de Tortosa fue posible gracias a la ayuda de la flota genovesa.
La toma de Tortosa hizo que Lérida y Fraga no pudieran recibir ayuda. Fueron sitiadas al mismo tiempo y se rindieron seis meses después. En la conquista de Lérida y Fraga participaron tropas aragonesas y del conde Ermengol VI de Urgel. Poco después cayeron Mequinenza y, años más tarde, Miravet, Prades y Siurana.
Ramón Berenguer resolvió el problema de a qué territorio asignar Tortosa y Lérida. Las consideró como dos marquesados diferentes. Fraga y Mequinenza se repoblaron con las leyes de Aragón, mientras que Tortosa y Lérida lo hicieron con las leyes de Barcelona. Esto fue muy importante, ya que las primeras se unieron a Aragón y las segundas a Cataluña.
El 27 de enero de 1151, Ramón Berenguer y Alfonso VII firmaron el Tratado de Tudilén. En este acuerdo, se repartieron los territorios de Al-Ándalus que aún quedaban por conquistar. Al "conde-príncipe" le corresponderían las taifas de Valencia y Murcia.
Aunque el reparto del reino de Pamplona no se realizó, el Tratado de Tudilén fue un gran éxito para Ramón Berenguer IV. Evitó que los castellano-leoneses se apoderaran de las tierras de Valencia y Murcia. Después de este tratado, Ramón Berenguer comenzó a cobrar tributos a los reyes musulmanes de Valencia y Murcia.
En 1154, Ramón Berenguer viajó a Toledo para una fiesta organizada por Alfonso VII. También asistió el rey Luis VII de Francia.
En Toledo, Ramón Berenguer y Alfonso VII negociaron un nuevo reparto del reino de Pamplona. Este acuerdo se ratificó en Lérida en mayo de 1157. Sin embargo, este nuevo reparto tampoco se llevó a cabo. En agosto de 1157, Alfonso VII murió y sus dominios se dividieron entre sus dos hijos.
Al saber de la muerte de Alfonso VII, Ramón Berenguer fue a Castilla para hablar con Sancho, el nuevo rey. Ramón Berenguer logró que Sancho reconociera las tierras aragonesas sin vinculación con Castilla.
Política religiosa
Monasterios de Ripoll y Poblet
Ramón Berenguer se dedicó a proteger y engrandecer el Monasterio de Ripoll. Allí estaba enterrado su padre, y él mismo eligió ser sepultado allí. Durante su gobierno, se inició la construcción del pórtico esculpido de la entrada.
También quiso fundar otro gran monasterio en la Cataluña Nueva. Eligió a la Orden del Císter para regentarlo. En 1148, escribió a Bernardo de Claraval, el fundador de la orden. Ramón Berenguer donó un lugar llamado Hort de Poblet para construir un monasterio. Así nació el monasterio de Poblet, que significa "alameda" o "chopera". Su fecha oficial de fundación es el 7 de diciembre de 1153.
Política más allá de los Pirineos
Ramón Berenguer renovó la antigua relación de Aragón con el vizcondado de Bearne. En 1154, cuando murió el vizconde Pedro III, los obispos y nobles lo eligieron para gobernar el vizcondado mientras el heredero era menor de edad.
También protegió los intereses de la Casa de Barcelona al otro lado de los Pirineos. En 1143, ayudó a su aliado Guillermo VI de Montpellier, que había sido expulsado de su ciudad. Ramón Berenguer sitió y tomó Montpellier, reponiendo a Guillermo VI en su señorío.
Cuando su hermano Berenguer Ramón I de Provenza murió en 1144, Ramón Berenguer defendió los derechos de su sobrino Ramón Berenguer al condado de Provenza. Su sobrino fue jurado como conde de Provenza.
En 1155, los señores de Baux volvieron a reclamar Provenza. Ramón Berenguer se alió con Enrique II, rey de Inglaterra. Juntos sitiaron Tolosa en 1159. Ramón Berenguer también se alió con otros señores de la región de Occitania.
Después de neutralizar al conde de Tolosa, Ramón Berenguer sitió y tomó la ciudad de Arles. También conquistó el castillo de Trentacalha y otras fortalezas. Así, Provenza quedó en paz.
Ramón Berenguer viajó a Turín para una asamblea de príncipes. Quería que el emperador Federico I Barbarroja reconociera los derechos de su familia sobre Provenza. Sin embargo, Ramón Berenguer enfermó y murió el 6 de agosto de 1162 en Borgo San Dalmazzo. A pesar de su muerte, su sobrino fue reconocido como conde de Provenza.
Muerte y testamento
La enfermedad que lo llevó a la muerte fue muy repentina. Ramón Berenguer solo pudo comunicar su última voluntad de palabra el 4 de agosto de 1162, dos días antes de morir.
En su testamento, dejó el condado de Barcelona y el reino de Aragón a su hijo mayor, Ramón, quien sería el futuro Alfonso el Casto. A su hermano Pere (futuro Ramón Berenguer IV de Provenza) le dejó el condado de Cerdaña y derechos sobre otros territorios. A su tercer hijo, Sancho, lo designó como posible heredero si sus hermanos morían sin descendencia.
A su esposa Petronila le dejó el condado de Besalú y el castillo de Ribas. Finalmente, dejó a sus hijos, que eran menores de edad, bajo la protección de Enrique II, rey de Inglaterra.

En octubre, se reunió una asamblea en Huesca para dar a conocer el testamento de Ramón Berenguer. Petronila también firmó el documento, lo que demuestra su importante papel en la sucesión.
En 1164, dos años después de la muerte de Ramón Berenguer, Petronila hizo una donación formal a su hijo mayor, Alfonso. Le entregó todo lo que el testamento de su marido le había otorgado. Después de esto, Petronila se mantuvo alejada de la vida política.
Entierro en el Monasterio de Ripoll

En su testamento, Ramón Berenguer pidió ser enterrado en el Monasterio de Ripoll, junto a su padre. Dejó sus joyas a la iglesia de Lérida, pero su corona sería llevada por su hijo al Monasterio de Poblet, que él mismo había fundado.
Su muerte fue vista como un peligro para su tierra y una alegría para sus enemigos. Algunos lo describieron como un santo, y se dice que hubo milagros durante el traslado de su cuerpo a Ripoll y después de su entierro.
El sarcófago de Ramón Berenguer estaba dentro de la iglesia de Ripoll. Era una gran caja de madera cubierta con láminas de plata. Dentro había otra caja de madera con su cuerpo, que se decía que se conservaba intacto.
En 1794, durante la guerra, las tropas francesas saquearon el monasterio y robaron las placas de plata. En 1835, durante la primera guerra carlista, el monasterio fue incendiado y las tumbas profanadas, incluyendo la de Ramón Berenguer IV. Sus restos desaparecieron.
Como homenaje, en 1893, se construyó un cenotafio (un monumento funerario sin el cuerpo) en el monasterio de Ripoll. Este cenotafio recuerda que allí estuvo enterrado Ramón Berenguer IV.
Ramón Berenguer IV fue el último conde de Barcelona enterrado en Ripoll. Su hijo Alfonso eligió el Monasterio de Poblet para su propio entierro.
Su legado en la historia
La Gesta comitum barchinonensium, un texto antiguo, describió a Ramón Berenguer como un "hombre que miraba hacia delante". Esto muestra su previsión y su constancia para alcanzar sus objetivos. Se le describe con fuerza para la lucha, sabiduría para la política, firmeza en sus decisiones y un carácter amable.
Los escritores catalanes del romanticismo también lo elogiaron mucho. Lo consideraron un gran príncipe y héroe.
Hijos de Ramón Berenguer IV
De su matrimonio con Petronila tuvo a:
- Un hijo o hija nacido en 1152 que falleció poco después.
- Ramón Berenguer, quien después de la muerte de su padre, lo sucedió como conde de Barcelona y rey de Aragón. Su nombre fue cambiado a Alfonso. Nació en 1154 o 1158.
- Pedro (1158-1181), quien en 1173 fue nombrado conde de Provenza por su hermano Alfonso.
- Dulce (1160-1198), se casó en 1175 con el rey Sancho I de Portugal.
- Sancho (1161-1223), conde de Cerdaña desde 1168, y de Provenza entre 1181 y 1184.
También se menciona una segunda hija llamada Elionor, que estuvo prometida al príncipe Ricardo de Inglaterra, pero no llegaron a casarse.
Véase también
En inglés: Ramon Berenguer IV, Count of Barcelona Facts for Kids