Gran guerra del Norte para niños
Datos para niños Gran guerra del Norte |
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Parte de Guerras ruso-sueca | ||||
![]() La batalla de Poltava, por Denis Martens el Joven (1726)
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Fecha | 22 de febrero de 1700 - 10 de septiembre de 1721 | |||
Lugar | Norte, centro y este de Europa | |||
Resultado |
Victoria de la coalición:
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Consecuencias |
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Cambios territoriales | Rusia anexiona las provincias bálticas suecas y una parte de Finlandia; Prusia se anexiona la mitad de la Pomerania sueca; Hanover se anexiona los ducados de Bremen-Verden; Dinamarca-Noruega recupera el dominio completo de Ducado de Schleswig. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
Bajas | ||||
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64 000 muertos en combate
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La Gran Guerra del Norte fue un largo conflicto que ocurrió en el norte y este de Europa entre 1700 y 1721. El objetivo principal era controlar el mar Báltico.
Esta guerra comenzó por la rivalidad entre Suecia, que era muy poderosa en el norte de Europa, y sus vecinos: Rusia, Dinamarca-Noruega y la República de las Dos Naciones (Polonia). Estos tres países, junto con Sajonia, formaron una alianza contra Suecia en el año 1700.
Las alianzas cambiaron durante la guerra. Suecia logró victorias importantes al principio, pero la alianza de sus enemigos se recuperó en 1709. Esto pasó después de que Suecia intentara invadir Rusia sin éxito. Hannover y Prusia se unieron a los aliados en 1715. Suecia, por su parte, no consiguió aliados fuertes. La guerra terminó en 1721 con el Tratado de Nystad. Suecia fue derrotada y Rusia se convirtió en una gran potencia mundial, obteniendo acceso al mar Báltico.
Contenido
- ¿Por qué comenzó la Gran Guerra del Norte?
- Primeros enfrentamientos (1700-1701)
- Guerra en Polonia (1702-1707)
- Guerra en las Provincias Bálticas (1702-1707)
- La campaña de Rusia (1708-1709)
- ¿Qué pasó después de la Batalla de Poltava?
- Guerra en las Provincias Bálticas y Finlandia (1708-1712)
- Invasión danesa del sur de Suecia (1709-1710)
- Carlos XII y la intervención turca (1709-1714)
- Guerra en Alemania (1711-1716)
- Guerra en Finlandia (1713-1716)
- Primeros intentos de paz
- Guerra en Noruega (1716-1719)
- Últimos años de guerra (1719-1721)
- ¿Qué consecuencias tuvo la Gran Guerra del Norte?
- Más información
- Véase también
¿Por qué comenzó la Gran Guerra del Norte?
El origen de la guerra fue el deseo de Suecia de expandir sus territorios y el interés de sus vecinos en recuperar tierras perdidas. Suecia había construido un gran imperio en el Báltico entre 1560 y 1658. Se había vuelto muy fuerte en el norte de Europa. Sus antiguos enemigos esperaban el momento adecuado para recuperar sus territorios y aumentar su influencia.
La expansión de Suecia
Suecia había tenido una política exterior muy activa desde el Siglo XVI. Se había enfrentado a Dinamarca y Polonia, a quienes había derrotado en varias guerras.
En 1617, Suecia le quitó a Rusia su salida al mar Báltico con el Tratado de Stolbovo. Después de la Paz de Westfalia en 1648, Suecia obtuvo territorios en el norte de Alemania, como parte de Pomerania Sueca. También consiguió Livonia de Polonia y territorios importantes de Dinamarca y Noruega con el Tratado de Roskilde.
Durante el reinado de Carlos XI de Suecia, Suecia se mantuvo neutral en la mayoría de los conflictos. El rey hizo muchas reformas en el ejército. Cuando murió en 1697, su hijo Carlos XII de Suecia heredó un país fuerte con un ejército bien preparado. Carlos XII tenía solo catorce años, así que un gobierno regente (que gobernaba en su lugar) mantuvo la política neutral hasta 1700.
Rusia busca una salida al mar
A finales del Siglo XVII, Rusia era un país con muchos desafíos. El gobierno de Pedro I de Rusia, desde 1696, trajo grandes cambios. El zar hizo reformas para modernizar el país, siguiendo el ejemplo de Europa Occidental.
Para comerciar mejor con Occidente y tener una flota naval fuerte, Pedro I quería acceder al mar Báltico. Buscó una alianza contra Suecia, y Dinamarca le ofreció unirse.
Dinamarca y Noruega quieren recuperar territorios
Dinamarca y Noruega estaban unidas bajo un mismo rey. Dinamarca era importante en el mar, pero había perdido poder frente a Suecia en guerras anteriores. Había cedido territorios importantes en el Tratado de Roskilde. Además, el ducado de Holstein-Gottorp, que era vasallo del rey danés, se había declarado independiente con el apoyo de Suecia. Los daneses buscaron una alianza con Pedro I en 1697.
Polonia busca recuperar Livonia
En la segunda mitad del Siglo XVII, la República de las Dos Naciones (Polonia) era un estado grande, pero estaba en decadencia. Había sufrido muchas guerras y su población había disminuido. En 1697, Augusto II de Polonia, elector de Sajonia, fue elegido rey de Polonia. Él quería recuperar el poder de Polonia en Europa Oriental. Pensó en una guerra contra el Imperio otomano, pero como no fue posible, se inclinó por atacar a Suecia, que le había quitado Livonia a Polonia en la década de 1620.
La alianza secreta se forma
La alianza entre Dinamarca, Rusia y Polonia-Sajonia se formó en secreto en el otoño de 1699. El 12 de febrero de 1700, tropas sajonas atacaron la ciudad sueca de Riga en Livonia. El 20 de marzo, Federico IV de Dinamarca atacó Holstein-Gottorp, dando inicio a la guerra.
Primeros enfrentamientos (1700-1701)
El 20 de marzo de 1700, Dinamarca atacó Holstein-Gottorp con 20.000 hombres. La resistencia fue débil, y los daneses conquistaron casi todo el ducado. Los defensores se retiraron a la fortaleza de Tönning, que fue sitiada.
Carlos XII de Suecia, al enterarse de los ataques, preparó su ejército y armada. Decidió atacar primero a Dinamarca. En junio, una flota sueca zarpó. Un ejército sueco se movió a Escania y otro a la frontera con Noruega.
La armada danesa bloqueó la entrada al Oresund. La flota sueca se unió a flotas de Inglaterra y los Países Bajos, que también apoyaban la independencia de Holstein-Gottorp. Juntos bombardearon a los daneses, que se retiraron a Copenhague.
Carlos XII decidió desembarcar tropas en la isla de Selandia el 25 de julio. El ejército danés esperó en Copenhague. A principios de agosto, Carlos XII marchó hacia Copenhague con 10.000 hombres.
Antes de un ataque a la ciudad, Federico IV de Dinamarca negoció. El 8 de agosto de 1700, se firmó el Tratado de Traventhal. Dinamarca reconoció la independencia del ducado. Inglaterra, los Países Bajos y Luneburgo se retiraron de la guerra. Carlos XII no pudo destruir la armada danesa, que era superior a la sueca. Su ejército regresó a Suecia.
Guerra en las provincias bálticas
El ataque de Augusto II a Livonia en febrero de 1700 abrió el frente oriental. Su objetivo era conquistar Riga. Como no tenía la aprobación del Parlamento polaco, Augusto usó solo sus tropas sajonas.
Mientras Carlos XII luchaba contra Dinamarca, el frente sueco oriental estaba a cargo de Georg Johan Maijdel. Augusto se retiró a Polonia, pero luego regresó con 18.000 hombres, superando a los suecos.
Cuando la guerra en Dinamarca terminó, Carlos XII se dirigió al frente oriental. Augusto II se retiró de nuevo. A finales de septiembre, Rusia declaró la guerra a Suecia. Carlos XII decidió defender sus territorios de una posible invasión rusa.
Pedro I de Rusia quería recuperar Ingria, una región que Suecia le había quitado en 1617. El 17 de noviembre, el ejército ruso fue detenido por los suecos cerca de Narva. Pedro I dejó el mando y Carlos XII avanzó. El 20 de noviembre, una tormenta de nieve ocultó el avance sueco, sorprendiendo a los rusos. La batalla duró hasta la noche. Los rusos se rindieron, dejando sus armas. La victoria de Narva hizo a Carlos XII famoso como estratega.
Después de la batalla de Narva, la amenaza sajona seguía en el Báltico. El ejército sueco pasó el invierno en Dorpat. El 9 de julio de 1701, los suecos cruzaron el río Daugava bajo una cortina de humo, sorprendiendo a los sajones. El mariscal sajón Adam Heinrich von Steinau se retiró.
Carlos XII conquistó toda Curlandia, un territorio polaco. Los tres enemigos de Suecia habían sido derrotados, pero la guerra no había terminado.
Carlos XII tuvo que elegir: atacar a Rusia o avanzar hacia Polonia. Eligió Polonia, lo que ha sido muy debatido por los historiadores. Él consideraba a Augusto II muy peligroso y planeó derrocarlo. Luego, atacaría a Rusia con todas sus fuerzas, pero mientras tanto, las provincias orientales suecas quedaron desprotegidas.
Guerra en Polonia (1702-1707)
El ejército sueco pasó el invierno de 1702 y 1703 en Kaunas y Vilna, en Polonia. El 26 de marzo de 1702, marcharon para tomar Varsovia, la capital polaca. Los polacos intentaron negociar, pero fue en vano. El 12 de mayo, Carlos XII entró en Varsovia sin resistencia. Él exigió que Augusto II fuera depuesto para terminar la guerra. Como no hubo acuerdo, Carlos XII marchó el 16 de junio hacia Cracovia, donde Augusto se había refugiado.
Augusto II y su ejército se enfrentaron a los suecos el 9 de julio en la batalla de Kliszów. Los sajones sufrieron una gran derrota, y los suecos tomaron Cracovia.
Augusto II intentó reunir apoyo en Polonia y atraer al rey Federico I de Prusia a la guerra. Se fortificó en Toruń el 7 de abril. Un regimiento de caballería sajona fue detenido por los suecos en la batalla de Pultusk el 21 de abril de 1703.
Carlos XII se dirigió a Toruń, pero Augusto ya la había abandonado. La fortaleza estaba bien defendida, pero con la llegada de refuerzos suecos en agosto, capituló el 4 de octubre. Esta victoria sueca tuvo un gran impacto en Polonia. La oposición a Augusto II creció, liderada por Estanislao I Leszczynski, quien buscó el apoyo de Suecia.
Una asamblea en Varsovia depuso a Augusto II en enero y febrero de 1704. El Sejm (parlamento polaco) se preparó para elegir un nuevo rey. A pesar de los obstáculos de Augusto II, el Sejm eligió a Estanislao I Leszczynski como nuevo rey el 2 de julio.
Carlos XII atacó las regiones leales a Augusto II. El 26 de agosto, tomó la ciudad de Leópolis en 15 minutos.
Mientras tanto, Augusto II, con apoyo ruso, avanzó hacia Varsovia. El comandante sueco Arvid Horn ofreció poca resistencia, y Augusto ocupó la ciudad el 21 de agosto. Pero la abandonó cuando Carlos XII se acercó.
Augusto II dividió su ejército. Él fue al norte, y Matthias von der Schulenburg fue hacia Sajonia, perseguido por Carlos XII. Von der Schulenburg y Carlos XII se enfrentaron el 28 de octubre de 1704. El general sajón se retiró.
En el invierno hubo un período de paz. El conflicto se reanudó en el verano de 1705. En julio, una fuerza de polacos leales a Augusto II intentó impedir la coronación de Estanislao Leszczynski, pero fue detenida por Karl Nieroth en la batalla de Rakowitz el 21 de julio de 1705.
Estanislao I fue coronado el 24 de septiembre. Suecia firmó la paz con Polonia en el Tratado de Varsovia el 18 de noviembre de 1705. Carlos XII no quiso anexar Curlandia para mostrarse como aliado de Polonia.
Pedro I de Rusia aprovechó la campaña sueca en Polonia para conquistar una salida al mar Báltico. Ofreció apoyo a Augusto II y se reunieron en Goradnia en el otoño de 1705.
Carlos XII se dirigió a Goradnia en 1706. Pedro I dejó el mando a Georg Benedict Ogilvy. Augusto II logró escapar y se dirigió al oeste de Polonia, donde el general sueco Carl Gustaf Rehnskiöld estaba. Augusto quería atacar a Rehnskiöld por la espalda. Rehnskiöld y Von der Schulenburg se enfrentaron el 3 de febrero de 1706 en la batalla de Fraustadt. El ejército ruso-sajón fue casi aniquilado, mientras que los suecos tuvieron pocas pérdidas.
Incursión sueca en Sajonia y el Tratado de Altranstädt
La amenaza sajona se debilitó en Fraustadt. Los rusos sitiados en Goradnia se quedaron sin provisiones. Ogilvy escapó a Pinsk y luego a Kiev. Carlos XII lo persiguió, pero regresó al oeste para atacar Sajonia. En agosto de 1706, el rey de Suecia entró en Silesia. El avance sueco hizo que Augusto II firmara la paz en el Tratado de Altranstädt el 14 de septiembre. Augusto renunció al trono polaco y reconoció a Estanislao I.
Carlos XII había pensado en invadir Sajonia desde 1702. Las relaciones entre Suecia y el Sacro Imperio Romano Germánico se habían deteriorado. La intervención sueca en el imperio preocupó a otras potencias. Prusia, que quería la Pomerania Sueca, negoció una alianza con Suecia en agosto de 1707.
Luis XIV de Francia intentó atraer a Suecia a su lado, pero Inglaterra y la decisión de Carlos XII evitaron que Suecia se involucrara en otro conflicto. El 22 de agosto de 1707, Suecia y el Sacro Imperio Romano Germánico firmaron un acuerdo.
El ejército sueco permaneció en Sajonia durante el invierno, obteniendo impuestos para su mantenimiento.
Guerra en las Provincias Bálticas (1702-1707)

Mientras Carlos XII y el ejército sueco estaban en Polonia, un pequeño número de tropas se quedó en Finlandia, Estonia y Livonia. Su misión era atacar a los rusos, pero pronto tuvieron que defenderse.
Después de su derrota en la batalla de Narva, Pedro I reconstruyó su ejército. Hizo una alianza con Augusto II y atacó las posesiones suecas orientales, que estaban débilmente defendidas.
En septiembre de 1701, el zar atacó el ejército sueco en Livonia. El general Borís Sheremétev asaltó Rauge el 5 de septiembre, pero fue derrotado por el sueco Wolmar Anton von Schlippenbach.
A principios de julio de 1702, Sheremétev atacó Livonia de nuevo, usando el lago Peipus. Los suecos intentaron defender el lago, pero fueron superados. Pedro I obtuvo el control de las vías fluviales, y su ejército se extendió rápidamente.
Schlippenbach se retiró a Hummelshof, en el sur de Estonia. Con 6.000 hombres, se preparó para enfrentar a Sheremétev. Este atacó el 19 de julio de 1702 y derrotó a los suecos, que perdieron la mitad de sus hombres y se retiraron a Pernau. Livonia fue saqueada por los rusos.
En otoño, Pedro I se dirigió a Ingria. Con una fuerza superior, atacó la fortaleza de Nöteborg y la conquistó el 13 de octubre.
En la primavera de 1703, las hostilidades se reanudaron. En la desembocadura del río Nevá, el zar asaltó la fortaleza de Nyenskans y la conquistó el 4 de mayo. Inmediatamente, Pedro I comenzó a construir su nueva capital, San Petersburgo, en ese lugar. La campaña en Ingria fue rápida: antes de mayo, toda la región había sido abandonada por los suecos, y Rusia había aislado Livonia del resto de Suecia.
Los soldados suecos de Ingria se concentraron en Výborg, en Carelia. Intentaron un contraataque, pero fueron derrotados el 9 de julio. Los rusos atacaron Výborg, pero no pudieron tomarla.
Schlippenbach tomó el mando de la defensa en Estonia. Acosado por los rusos, se refugió en Riga. Se intentó reconstruir la flota sueca del lago Peipus, pero fue destruida por la flota rusa.
En 1704, Pedro I construyó su flota de guerra en el Báltico, con base en San Petersburgo. Para asegurar sus conquistas, tomó las ciudades suecas de Narva y Dorpat. El 14 de julio, Dorpat capituló; el 10 de julio, Narva, y el 16 de agosto, Ivángorod.
Pedro I sabía que Carlos XII lo atacaría después de someter a Polonia. Por eso, se apresuró a debilitar al ejército sueco en el este. Para retrasar la ofensiva sueca, apoyó militarmente a Augusto II en Polonia en 1707.
A pesar de la inferioridad sueca, el 26 de julio de 1704, Adam Ludwig Lewenhaupt, general sueco de Livonia, ganó una batalla importante en Jakobstadt (Jēkabpils), Curlandia. Lewenhaupt, con un ejército de suecos y polacos, venció a una fuerza tres veces superior.
Para neutralizar a Lewenhaupt, Pedro I envió a Sheremétev con 12.000 hombres. El 16 de julio, en la batalla de Gemauerthof, Lewenhaupt y sus 7.000 soldados lograron otra victoria, lo que retrasó los planes del zar para ocupar Curlandia.
Sin embargo, Lewenhaupt no pudo resistir mucho tiempo y en agosto tuvo que retirarse a Riga. Con esto, Rusia pudo apoderarse de toda Curlandia. El ejército ruso se dirigió a Goradnia, en Polonia, a finales de año. En 1706 y 1707, no hubo grandes eventos en el frente oriental. Pedro I se preparó para enfrentar a Carlos XII.
La campaña de Rusia (1708-1709)
Después de la larga guerra contra Polonia y la Paz de Altranstädt, el ejército de Carlos XII de Suecia estaba en su mejor momento en 1707. Dinamarca y Sajonia habían sido derrotadas, y Polonia era ahora un aliado. Con su experiencia militar y el apoyo del rey Estanislao I, Carlos XII decidió atacar a Rusia, su último y más peligroso enemigo.
El ejército sueco que salió de Sajonia en 1707 tenía 38.000 soldados. Se quedaron 6.000 suecos en Polonia para apoyar al nuevo rey polaco. Los suecos pasaron el invierno de 1707 a 1708 en Polonia para evitar el frío invierno ruso.

El 28 de enero de 1708, el ejército llegó a Goradnia. Cerca de Minsk, Carlos XII decidió no atacar a los rusos en las Provincias Bálticas, sino avanzar directamente hacia Moscú. Lewenhaupt, comandante sueco en Riga, recibió la orden de unirse a la campaña con 11.000 hombres y muchas provisiones.
El 6 de julio, comenzó la marcha hacia Moscú. Los suecos derrotaron a un ejército ruso en Holowczyn el 4 de julio, la última gran victoria de Carlos XII. La marcha se retrasó en Moguiliov esperando a Lewenhaupt. Como los refuerzos tardaban y el otoño se acercaba, Carlos XII prefirió ir al sur, hacia la más cálida Ucrania.
El 29 de septiembre, el ejército de Lewenhaupt sufrió una grave derrota. Fue atacado por sorpresa en Lesnaya y tuvo que retirarse, abandonando artillería y provisiones. De los 11.000 suecos de Livonia, solo 6.700 se unieron al ejército principal. Sin provisiones, Carlos XII buscó abastecerse en Ucrania. La marcha fue difícil, con hambre y frío que causaron muchas muertes.
En Ucrania, el líder cosaco Iván Mazepa, que no quería al zar de Rusia, ofreció una alianza a Carlos XII. El acuerdo se hizo el 28 de octubre. Sin embargo, la mayoría de los seguidores de Mazepa lo abandonaron y se quedaron con el zar. Los rusos, en venganza, incendiaron Baturin, la capital de Mazepa. Cuando los suecos llegaron a Ucrania a finales de noviembre de 1708, Baturin estaba desolada y sin provisiones. La rebelión de Mazepa había fracasado y solo pudo ofrecer 2.000 guerreros.
Carlos XII decidió pasar el invierno en el norte de Ucrania, bajo la constante amenaza rusa. La estrategia de Pedro I fue evitar una batalla directa, usar la técnica de tierra quemada (destruir todo para que el enemigo no encuentre recursos) y hacer pequeñas escaramuzas para desgastar a los suecos.
Estanislao I de Polonia no envió los refuerzos prometidos. Carlos XII se quedó solo en Ucrania, con condiciones muy difíciles y cada vez menos hombres. Pensó que un ataque a Moscú sería imprudente, ya que el ejército enemigo era el doble. Sin pensar en retirarse, y confiado por sus victorias, esperaba atraer a Pedro I y derrotarlo.
Con esa idea, atacó Véprik, un punto importante del ejército ruso. Como no tenía artillería fuerte, decidió asaltar la ciudad. La operación comenzó el 7 de enero y costó muchas pérdidas a los suecos, aunque finalmente la ciudad capituló.
Las tropas suecas siguieron buscando el momento para luchar contra los rusos. Para atraer al enemigo, sitiaron la ciudad de Poltava, cerca del campamento de Pedro I. En escaramuzas anteriores, Carlos XII había sido herido y no pudo dirigir las acciones, delegando el mando en Rhenskiöld y Lewenhaupt. Ambos generales no pudieron coordinarse bien en la batalla.
El 28 de junio, los suecos iniciaron un ataque arriesgado contra tropas rusas que los doblaban en número. Los rusos lograron una victoria sin precedentes. Suecia perdió 7.000 soldados en combate y 3.000 fueron hechos prisioneros. El resto de los suecos (unos 16.000 hombres) escapó hacia el sur. Carlos XII cruzó el río Dniéper con menos de 2.000 hombres para refugiarse en el Imperio Otomano. El resto del ejército, comandado por Lewenhaupt, se rindió ante un ejército ruso más pequeño. Muchos prisioneros suecos fueron llevados a Moscú y luego a Siberia.
¿Qué pasó después de la Batalla de Poltava?
Poltava fue un punto de inflexión para el prestigio militar sueco y cambió el curso de la guerra. Viendo la oportunidad, los antiguos enemigos de Suecia se prepararon para volver al conflicto. El 8 de agosto de 1709, Federico IV de Dinamarca declaró de nuevo la guerra a Suecia, queriendo conquistar el sur de este país.
Por su parte, Augusto II, apoyado por el zar de Rusia, regresó a Polonia en 1709 con su ejército sajón. En Polonia, el rey Estanislao I era visto por muchos como un títere de Suecia, y la oposición se unió a Augusto II. El ejército sueco en Polonia se retiró a Pomerania, en Alemania, para evitar ser rodeado. Estanislao I se retiró con los suecos y se exilió en Alemania. Augusto II fue nombrado rey de Polonia de nuevo ese mismo año y se reincorporó a la guerra.
Guerra en las Provincias Bálticas y Finlandia (1708-1712)
El frente oriental estuvo relativamente tranquilo desde 1706. Durante la campaña sueca en Rusia, solo hubo operaciones militares menores en el Báltico. Suecia solo conservaba Riga, Dünamünde, Reval y Pernau en la región.
En 1708, mientras Carlos XII avanzaba por Ucrania, Georg Lybecker estaba al mando sueco en Finlandia, y Fiódor Apraksin comandaba las fuerzas rusas en San Petersburgo. Lybecker intentó asaltar San Petersburgo ese año, pero no tuvo éxito. Apraksin, por su parte, bombardeó las costas de Finlandia desde el mar.
En 1709, después de la batalla de Poltava, las hostilidades regresaron con fuerza. Los rusos querían expulsar por completo a los suecos. Ese año, Riga fue rodeada y se rindió el 1 de julio de 1710. A principios de septiembre, Dünamünde, Pernau y Reval capitularon. En Finlandia, Výborg, una ciudad considerada inexpugnable, cayó en manos rusas el 10 de junio, dejando a Finlandia desprotegida por el este.
Los avances rusos en Finlandia se detuvieron en 1711. El zar Pedro I tuvo que concentrar sus fuerzas en el sur, porque el Imperio otomano iba a intervenir en la guerra.
Invasión danesa del sur de Suecia (1709-1710)
Dinamarca declaró la guerra a Suecia el 18 de octubre de 1709. Después de la derrota sueca en Poltava, se pensó que a Suecia le tomaría mucho tiempo reconstruir su ejército. El rey Federico IV de Dinamarca vio la oportunidad de invadir el sur de Suecia y recuperar Escania, Halland y Blekinge, así como Bohuslän. Esta fase del conflicto se conoce en Dinamarca y Noruega como la Guerra de los Once Años, de 1709 a 1720.
El ejército danés, al mando de Christian Ditlev Reventlow, tenía unos 15.000 hombres. Magnus Stenbock, jefe de la defensa sueca, tenía una fuerza similar.

A finales de otoño de 1709, la flota danesa se reunió en el Oresund. El 2 de noviembre, el ejército de Reventlow desembarcó en Råå. Los daneses avanzaron rápidamente y tomaron Helsingborg. Mientras Stenbock se retiraba, Reventlow controlaba casi toda Escania en diciembre, excepto Malmö y Landskrona.
A principios de enero de 1710, el ejército danés marchó hacia Kristianstad. El objetivo era conquistar Karlskrona, donde estaba el arsenal naval sueco. Kristianstad capituló el 13 de enero. Pero Reventlow, en lugar de ir a Karlskrona, regresó a Escania al saber que Stenbock había organizado su ejército y se movía hacia allí.
Reventlow enfermó y fue reemplazado por Jørgen Rantzau. El nuevo comandante, temiendo ser rodeado, se retiró a Helsingborg. Antes de llegar a la ciudad, fue atacado por Stenbock el 28 de febrero. Aunque al principio tuvieron éxito, el ejército danés se retiró hacia los muros de la ciudad. Las bajas danesas fueron la mitad del ejército original, pero Rantzau se negó a rendirse. Stenbock bombardeó Helsingborg. Los últimos daneses abandonaron Escania el 5 de mayo.
La guerra en el mar
Aunque Dinamarca no pudo conquistar la península escandinava, su entrada en la guerra cambió el equilibrio de fuerzas en el mar. La armada danesa seguía siendo fuerte. El Báltico se convirtió en un lugar de batallas constantes entre las flotas sueca y danesa, sin una victoria clara para ninguna. La presencia de barcos daneses en el Báltico dificultó la comunicación de Suecia con sus territorios en Alemania. Mientras tanto, el zar avanzaba rápidamente en la construcción de su flota de guerra en San Petersburgo.
Carlos XII y la intervención turca (1709-1714)
Aislado en el Imperio otomano, Carlos XII necesitaba una alianza militar. Se estableció en Bender (actual Tighina, en Moldavia) como huésped de Ahmed III. El rey sueco intentó convencer al sultán de entrar en la guerra contra Pedro I. Aunque no pudo comandar un ejército turco, sí logró que Ahmed III declarara la guerra a Rusia en 1711.
La guerra ruso-turca fue muy corta. Pedro I fue derrotado por un ejército turco en la batalla del Prut el 10 de julio de ese año.
Ahmed III pensó en avanzar hacia Moscú, pero tuvo que renunciar por un conflicto interno en su imperio. En julio, el gran visir Baltaci Mehmed, que desconfiaba de la influencia sueca, firmó la paz con Rusia. Rusia cedió Azov a Turquía y se comprometió a no interferir en Polonia.
Carlos XII siguió insistiendo para que el sultán continuara la guerra, pero la ayuda de Polonia nunca llegó. Ahmed III se interesó más en otros asuntos.
En 1712, la presencia de Carlos XII se volvió incómoda para el Imperio otomano, que quería paz con Polonia y Rusia. El rey Augusto II de Polonia conspiró en Constantinopla para acelerar la expulsión de Carlos XII. El 1 de febrero de 1713, un ejército turco llegó a Bender para expulsar a los suecos. Hubo un enfrentamiento conocido como el Tumulto de Bender, que terminó con la captura del rey de Suecia. Carlos XII permaneció prisionero en Didimóteico hasta el verano de 1714. Su salida fue obstaculizada. Con la firma del Tratado de Rastatt en 1714, el gran visir perdió interés en el caso sueco y liberó a Carlos XII.
En octubre, el rey de Suecia regresó a sus posesiones de incógnito, llegando a Stralsund el 11 de noviembre.
Guerra en Alemania (1711-1716)
En 1711, una nueva fase de la guerra se trasladó al Sacro Imperio Romano Germánico. Dinamarca quería ganar territorios a costa de Suecia. Rusia y Polonia querían forzar la paz con Suecia y aumentar su influencia en los estados alemanes. Otros estados vecinos, como Mecklemburgo, Hannover y Prusia, se mantuvieron neutrales al principio.
Ese mismo año, los territorios suecos en Alemania, débilmente defendidos, fueron atacados por tropas danesas, sajonas y rusas. La campaña de los aliados fue más lenta de lo esperado.
Con su rey en el Imperio otomano, Suecia llamó a Magnus Stenbock, el vencedor de Helsingborg, para reforzar el frente alemán. En 1712, Stenbock preparó un ejército en Suecia. Esta expedición era ambiciosa. En agosto de 1712, Stenbock zarpó de Karlskrona. La armada danesa logró quemar la mayoría de los barcos de transporte suecos. El ejército sueco desembarcó de forma dispersa en la costa alemana.
Con grandes pérdidas, Stenbock logró desembarcar en Stralsund. Decidió atacar, abriéndose paso hacia Wismar. Se encontró con tres ejércitos enemigos. Decidió atacar a los daneses el 9 de diciembre en Gadebusch. Los daneses, aunque superiores en número, fueron derrotados por los suecos. Fue la última gran victoria de Suecia en la guerra y le valió a Stenbock el grado de mariscal de campo.
Sin embargo, la victoria no cambió mucho la situación. Stenbock llegó a Holstein-Gottorp, donde pasó el invierno en la fortaleza de Tönnning.
En el principado de Bremen, la ciudad de Stade cayó ante Federico IV de Dinamarca en agosto de 1712. La ciudad fue incendiada. Federico IV quería atraer a Hanóver a su lado, prometiéndole el principado de Bremen. Hanóver ocupó pacíficamente el territorio.
En Tönning, el ejército sueco sufrió hambre y enfermedades, y fue rodeado por los daneses. Stenbock se rindió en agosto de 1712, y todo su ejército fue hecho prisionero. Holstein-Gottorp quedó indefenso y capituló en febrero de 1714.
En 1713, Stettin, en la Pomerania Sueca, fue cedida a la neutral Prusia. A finales de año, solo quedaban Stralsund y Wismar como dominios suecos en Alemania. Stralsund fue bloqueada por rusos, daneses y sajones, pero resistió.
El fin de la guerra de Sucesión española en 1713 complicó la situación para Suecia. Gran Bretaña y los Países Bajos se interesaron de nuevo en la Gran Guerra del Norte. Sus relaciones con Suecia se enfriaron por el bloqueo de los puertos bálticos, que afectaba su comercio.
Prusia, después de la guerra de Sucesión española, decidió unirse a la guerra contra Suecia en junio de 1715 para apoderarse de territorios en la Pomerania Sueca. Se unió a daneses y sajones. En 1714, el príncipe elector Jorge de Hanóver se convirtió en rey británico, lo que fue perjudicial para Suecia. Hanóver declaró la guerra a Suecia en octubre de 1715.
Cuando Carlos XII de Suecia llegó a Stralsund el 11 de noviembre de 1714, la situación era crítica. El rey organizó la defensa de la Pomerania Sueca, pero fue derrotado en la batalla de Stresow en noviembre de 1715. Dinamarca conquistó la isla de Rügen, dificultando el abastecimiento de Stralsund. Dinamarca ocupó los territorios de Pomerania al norte del río Peene, mientras que Prusia se quedó con el resto. Carlos XII quería defender Stralsund a toda costa. La ciudad capituló el 1 de diciembre de 1715, y Carlos XII regresó a Suecia.
A finales de 1715, Dinamarca y Prusia sitiaron Wismar, la última plaza sueca en Alemania, que se rindió en abril de 1716.
Guerra en Finlandia (1713-1716)

Desde la primavera de 1713, Pedro I preparó una campaña en Finlandia por mar y tierra. Atacando esta región, que era parte de Suecia, el zar quería forzar a Suecia a aceptar una paz favorable a Rusia.
En abril, Fiódor Apraksin intentó desembarcar su ejército de 10.000 soldados en Helsinki. El comandante de la defensa, Carl Gustav Armfeldt, incendió Helsinki y marchó a Borgå. Apraksin ocupó rápidamente toda la costa sur finlandesa. El comandante en jefe del ejército de Finlandia, Georg Lybecker, se refugió en Tavastehus.
Armfeldt fue derrotado el 6 de octubre en Pälkäne y se retiró al norte con solo 5.000 soldados. Armfeldt pensó que el clima detendría a los rusos, pero Mijaíl Golitsyn atacó a los suecos en la batalla de Storkyro el 19 de febrero de 1714. Armfeldt fue vencido, y toda la provincia de Österland (la mayor parte de la actual Finlandia) quedó a merced de los rusos.
La guerra por mar se intensificó. Las islas Åland fueron conquistadas por la flota rusa el 12 de agosto de 1714. El 27 de julio, una pequeña flota sueca se enfrentó a una flota rusa nueve veces superior en la sangrienta batalla de Rilax. Los barcos suecos fueron abordados y casi toda su tripulación fue aniquilada. Las pérdidas rusas fueron de 5.000 hombres, y se logró retrasar los ataques rusos contra la costa occidental de Suecia.
Después de la retirada de Armfeldt, hubo una serie de conquistas rusas. En marzo de 1716 cayó Kajaneborg, y el 29 de julio, la fortaleza de Olofsborg, en Nyslott (actual Savonlinna), la última fortificación sueca en la región. Esto puso fin a la campaña de Finlandia. La devastación y ocupación del país, así como los abusos contra la población civil por los rusos, son recordados en la historia finlandesa como «la gran rabia».
Cuando Wismar, en Alemania, capituló el 8 de abril, Carlos XII no poseía ningún territorio fuera de Suecia.
Primeros intentos de paz
De regreso a Suecia en 1715, Carlos XII planeó su siguiente estrategia. Sus posesiones se limitaban a Suecia, y su integridad estaba en peligro. Desde 1715, Federico IV de Dinamarca planeaba una nueva invasión a Escania, pidiendo apoyo a Rusia y Gran Bretaña. Sin embargo, la ayuda rusa no se concretó, por la desconfianza de Pedro I hacia sus aliados. Esto fue el primer signo de una ruptura entre los enemigos de Suecia.
Jorge I de Gran Bretaña, también elector de Hanóver, no estaba de acuerdo con la presencia de tropas rusas en Alemania. Pedro I de Rusia, para fortalecer su influencia, hizo una alianza con Prusia mediante el Tratado de Havelberg en 1716.
Los ministros suecos habían advertido al rey sobre la mala situación económica del país y la necesidad de la paz. Georg Heinrich von Görtz, primer ministro desde 1716, se encargó de hablar con diferentes potencias europeas, incluso las enemigas, para buscar nuevas alianzas. Görtz también habló de paz con el zar, incluso sobre una alianza entre Rusia y Suecia. En las islas Åland, las delegaciones se reunieron en mayo de 1718. Sin embargo, las duras condiciones de paz del zar frustraron las negociaciones. En secreto, Görtz estableció contactos con Jorge I de Gran Bretaña, viendo allí la mejor opción para una alianza.
Guerra en Noruega (1716-1719)
Para proteger el sur y evitar una invasión danesa, Carlos XII decidió atacar directamente Copenhague a principios de 1716, aprovechando que el Oresund se había congelado. Pero su plan fracasó.
Como segunda opción, Carlos XII decidió invadir Noruega, el territorio más débil de Federico IV. Quería compensar las pérdidas territoriales con ganancias en Noruega. Sin embargo, la campaña de Noruega fue un fracaso.
La primera campaña comenzó en febrero de 1716. El ejército sueco avanzó con muchas dificultades hacia la capital, Cristianía, en medio de tormentas de nieve. La falta de artillería impidió la toma del castillo de Akershus. En abril, los suecos comenzaron la retirada.
En 1717 se planeó una nueva incursión sueca, pero los noruegos tomaron la iniciativa bajo el mando del almirante Peter Tordenskjold. Él organizó un ataque sorpresa contra Gotemburgo el 2 de mayo y en junio sobre Strömstad. Ambos ataques fracasaron. Sin embargo, el 8 de julio, Tordenskjold obtuvo una gran victoria naval en la batalla de Dynekilen, cerca de Strömstad. Destruyó la mayor parte de una flota sueca que iba a desembarcar tropas en Fredrikshald (actual Halden).
En agosto de 1718, comenzó la segunda campaña de Carlos XII contra Noruega. Se reunió un gran ejército de casi 40.000 hombres, aunque muchos eran jóvenes y sin experiencia. El ejército se dividió en dos. Carl Gustav Armfeldt avanzó hacia el centro de Noruega para atacar Trondheim. Con el grueso del ejército, Carlos XII marchó en octubre hacia Cristianía, para atacar Noruega por dos frentes.
Las fuerzas defensivas se retiraron sin luchar. El 24 de noviembre, el rey sitió la fortaleza de Fredriksten, en Fredrikshald. Al anochecer del 30 de noviembre, mientras inspeccionaba el asedio, Carlos XII fue alcanzado por una bala y murió al instante. La muerte de su rey hizo que los oficiales ordenaran levantar el asedio y retirarse. La retirada fue desastrosa.
El ejército de Armfeldt en el norte tuvo aún menos suerte. El frío y el terreno difícil retrasaron el avance. La defensa de Trondheim se reforzó antes de que Armfeldt llegara. El ejército sueco se redujo por el frío. Armfeldt no se enteró de la muerte del rey hasta principios de 1719. En pleno invierno, su ejército regresó a Suecia, afectado por una tormenta de nieve en las montañas cerca de Røros. La retirada costó la pérdida de la mitad de las tropas.
Últimos años de guerra (1719-1721)
El 23 de febrero de 1719, Ulrica Leonor de Suecia, hermana de Carlos XII, fue nombrada reina de Suecia. La reina se encontró con problemas económicos para continuar la guerra. El Consejo de Estado sueco, que era el verdadero gobernante, se dedicó a buscar la paz.
Jorge I de Gran Bretaña logró una alianza con Prusia en 1719 y poco después con Suecia. Suecia ya había abandonado las negociaciones con Rusia. Con la alianza anglo-sueca, el gobierno sueco quería firmar la paz con todos sus enemigos, excepto Rusia, y crear nuevas alianzas para lograr la paz definitiva con el zar en las mejores condiciones posibles.
Pedro I de Rusia también buscaba la paz para continuar sus reformas. Para forzar a Suecia a pedir la paz, el zar ordenó fuertes ataques navales contra la costa oriental sueca. Estos ataques arrasaron varias ciudades y pusieron en peligro a Estocolmo. Los intentos de desembarco rusos fueron rechazados, y los barcos de Pedro I abandonaron la costa sueca el 20 de agosto.
Al mismo tiempo, Federico IV de Dinamarca estaba a punto de lanzar un gran ataque contra el sur de Suecia. El 15 de agosto, atacando desde Noruega, Tordenskjold tomó la fortaleza de Marstrand. Federico IV organizó una fuerza de 34.000 hombres en Noruega. La ofensiva, que pudo ser fatal para Suecia, nunca se concretó. Los británicos intervinieron diplomáticamente para retrasarla, y el 28 de octubre se logró una tregua de ocho meses entre Suecia y Dinamarca-Noruega.
Los dos Tratados de Estocolmo

El 9 de octubre de 1719, Suecia firmó la paz con Hanóver en Estocolmo. Este principado ganó los ducados de Bremen y Verden.
El 21 de enero de 1720, también en Estocolmo, se firmó un tratado de paz entre Suecia y Prusia. Prusia recibió la Pomerania Sueca al sur del río Peene y al este del Oder, incluyendo las islas de Usedom y Wollin.
El Tratado de Frederiksborg
Las operaciones militares danesas no se reanudaron. Federico I de Suecia, rey desde febrero, inició las negociaciones de paz, con una influencia decisiva de Gran Bretaña. Federico IV de Dinamarca, aunque reacio, tuvo que aceptar el Tratado de Frederiksborg el 3 de junio de 1720. Se estableció que Suecia perdía la exención de pago en el Oresund y debía pagar a Dinamarca 600.000 riksdaler. También debía retirar todo apoyo al ducado de Holstein-Gottorp, que volvió a estar bajo dominio danés. A diferencia de Prusia, Dinamarca devolvió a Suecia los territorios ocupados de Pomerania y Wismar. Con esta victoria, los daneses vieron frustrada su esperanza de recuperar Escania.
Fin de la guerra: el Tratado de Nystad
Para defenderse de los ataques navales rusos, Federico I recibió apoyo de barcos británicos desde 1720 hasta agosto de 1721. El zar Pedro I aún lanzó algunos ataques sobre la costa norte sueca. El último combate de la guerra fue la batalla de Selånger, el 25 de mayo de 1721, con victoria para Rusia.
La Gran Guerra del Norte terminó con el Tratado de Nystad, el 30 de agosto de 1721. Suecia cedió a Rusia toda la provincia de Ingria, Výborg, el sur de Kexholm, aunque conservó casi toda Finlandia. También cedió Livonia y Estonia, incluyendo las islas de Ösel (Saaremaa) y Dagö (Hiiumaa).
La paz entre Suecia y Polonia-Sajonia nunca se firmó oficialmente, aunque las hostilidades se habían suspendido. Se considera que el conflicto terminó en 1728 (Declaración de Sajonia) y en 1732 (Declaración de Polonia), cuando se firmó la renovación de relaciones amistosas.
¿Qué consecuencias tuvo la Gran Guerra del Norte?
La Gran Guerra del Norte fue una derrota para Suecia. Rusia fue la principal beneficiada al obtener acceso al mar Báltico. Rusia se convirtió en la primera potencia del norte de Europa y un actor importante en la política europea. Pedro I, nombrado emperador de toda Rusia y cambiando el nombre de su país de Zarato ruso a Imperio ruso en 1721, continuó con su modernización y expansión.
Para Prusia, la caída de Polonia y Suecia coincidió con su ascenso internacional. Se fortaleció entre los estados alemanes y pasó de ser un país secundario a una potencia europea. Prusia y Rusia formaron parte de un nuevo grupo de cinco grandes potencias, que también incluía a Francia, Gran Bretaña y Austria.

En Dinamarca, la victoria se sintió casi como una derrota por los pocos resultados. Aunque lograron el control de todo el Holstein y el monopolio del Oresund, no pudieron recuperar las provincias del sur de la península escandinava. La rivalidad entre Dinamarca y Suecia disminuyó mucho por la nueva supremacía rusa en el Báltico. Federico IV buscó nuevas rutas comerciales y consolidó el Imperio colonial danés en el Índico y el Atlántico.
En Polonia, la guerra fue un triunfo personal para Augusto II, pero no para el país. Polonia quedó devastada, su economía arruinada y su decadencia política se aceleró. Se volvió más dependiente de Rusia y Austria, casi convirtiéndose en un protectorado. Esto sentó las bases para la posterior división de su territorio por potencias extranjeras.
En Suecia, la guerra marcó el fin de su era de grandeza. El reino pasó a tener un papel secundario. La monarquía absoluta se debilitó, y el país entró en una etapa de parlamentarismo conocida como la era de la libertad. En esta etapa, la nobleza y la burguesía tuvieron un papel importante en la política y la economía se recuperó rápidamente. El resentimiento hacia Rusia llevó a la Guerra ruso-sueca (1741-1743) y a la Guerra ruso-sueca (1788-1790), pero Suecia no pudo recuperar sus territorios perdidos. Las famosas victorias del rey Carlos XII lo convirtieron en la figura militar más importante de Suecia de todos los tiempos.
Más información
- Capitulación de Estonia y Livonia
- Imperio sueco
- República de las Dos Naciones
- Imperio ruso
Véase también
En inglés: Great Northern War Facts for Kids