Masacre de Badajoz para niños
Datos para niños Masacre de Badajoz |
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Parte de la represión en la zona sublevada durante la guerra civil española | ||||
![]() Aspecto de la plaza de toros de Badajoz tras la toma de la ciudad por las fuerzas sublevadas
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Lugar | Badajoz, España | |||
Coordenadas | 38°52′40″N 6°58′14″O / 38.87789, -6.97061 | |||
Blanco | civiles y militares leales a la Segunda República Española. | |||
Fecha | agosto de 1936 | |||
Tipo de ataque | fusilamientos masivos | |||
Arma | fusiles y ametralladoras | |||
Muertos | entre 1800 y 4000 (según versiones) | |||
Perpetrador | Ejército sublevado, Guardia Civil y miembros de Falange Española | |||
Motivación | represión durante la guerra civil española | |||
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La masacre de Badajoz fue un evento trágico que ocurrió en agosto de 1936, poco después de la batalla de Badajoz, durante la guerra civil española. Consistió en la muerte de muchas personas, tanto civiles como militares, que defendían al gobierno de la Segunda República. Esto sucedió después de que la ciudad de Badajoz fuera tomada por las fuerzas militares que se habían levantado contra la República.
Este suceso es uno de los más debatidos de la guerra. El número de personas que perdieron la vida varía mucho según los historiadores. Como el bando que realizó estas acciones ganó la guerra, nunca hubo una investigación oficial. Sin embargo, las estimaciones más comunes sugieren que entre 1800 y 4000 personas fueron asesinadas. Varias organizaciones de derechos humanos han calificado estos hechos como acciones muy graves contra la población.
Las tropas que llevaron a cabo estas acciones estaban al mando del coronel Juan Yagüe. Después de la Guerra Civil, Yagüe fue nombrado ministro del Aire.
En 1930, Badajoz tenía unos 41.122 habitantes. Si la cifra de 4000 personas asesinadas fuera correcta, esto significaría que un 10% de la población de la ciudad se vio afectada.
Contenido
Antecedentes de la Masacre de Badajoz
La región de Extremadura tenía una situación particular cuando comenzó la guerra civil el 18 de julio de 1936. Esto se debía en parte a la Ley de Reforma Agraria. Esta ley buscaba dar a los campesinos, que eran más de la mitad de la población trabajadora, la oportunidad de ser dueños de las tierras que cultivaban. Esto se haría expropiando tierras a los grandes propietarios. Esta situación generó mucha tensión entre las diferentes clases sociales.
Cuando la guerra civil empezó, el general Franco ordenó a principios de agosto de 1936 que tres grupos de soldados del Ejército de África avanzaran desde el sur de España hacia Madrid, pasando por Extremadura. Estos grupos estaban dirigidos por el teniente coronel Carlos Asensio Cabanillas, el comandante Antonio Castejón Espinosa y el teniente coronel Heli Rolando de Tella, todos bajo el mando del teniente coronel Juan Yagüe.
Los soldados, que eran legionarios y regulares (tropas de origen marroquí), avanzaron rápidamente. Los defensores republicanos que intentaron detenerlos no tenían suficiente preparación militar, estaban mal armados y carecían de apoyo aéreo o de artillería. La orden de los atacantes era no tomar prisioneros, por lo que los defensores capturados eran ejecutados.
La defensa en Badajoz fue organizada por un grupo llamado Comité de Defensa del Frente Popular. Este grupo estaba liderado por el gobernador civil Miguel Granados Ruiz y también incluía al alcalde de Badajoz, Sinforiano Madroñero.
En algunas localidades como Fuente de Cantos y Almendralejo, hubo incidentes violentos antes de la llegada de las tropas de Yagüe. En Fuente de Cantos, algunos defensores incendiaron una iglesia con prisioneros dentro, causando la muerte de 12 personas. Cuando las tropas de Yagüe tomaron la localidad, hubo represalias y se ejecutó a muchas personas. En Almendralejo, los defensores amenazaron con quemar edificios con prisioneros si las tropas entraban. Esto llevó a la muerte de 28 prisioneros. La respuesta de las tropas fue muy dura, con la ejecución de cientos de personas.
Después de tomar Mérida el 11 de agosto, las tropas de Yagüe se dirigieron a Badajoz. En su camino, tomaron otras localidades como Torremayor, Lobón, Montijo, Puebla de la Calzada y Talavera la Real. Aunque en estas localidades no hubo muertes de opositores antes de su llegada, Yagüe ordenó a las nuevas autoridades locales que no dejaran con vida a ningún líder de izquierda. Esto llevó a más ejecuciones.
En la capital, Badajoz, no hubo muertes de opositores antes de la llegada de las tropas de Yagüe, gracias a la acción del Comité de Defensa. Sin embargo, a partir del 6 de agosto, cuando hubo un intento de levantamiento de la Guardia Civil y bombardeos diarios de la aviación, se produjeron algunas represalias que resultaron en la muerte de 10 personas.
El 13 de agosto, aviones del bando sublevado lanzaron miles de folletos firmados por el general Franco. Estos folletos advertían a los defensores de Badajoz que su resistencia sería inútil y que el castigo sería severo. Esto indicaba que se avecinaba un evento violento.
La toma de Badajoz

La toma de Badajoz fue una parte clave del avance de las fuerzas sublevadas desde el sur de España hacia el norte. Era fundamental para ellos porque les permitiría unir sus ejércitos. La ciudad estaba aislada después de la caída de Mérida unos días antes.
El ataque a Badajoz fue liderado por el teniente coronel Juan Yagüe, con unos 2250 legionarios, 750 regulares marroquíes y cinco baterías de artillería. El ataque final ocurrió la tarde del 14 de agosto, después de que la ciudad fuera bombardeada por tierra y aire durante la mayor parte del día.
La ciudad estaba defendida por unos 3000 milicianos republicanos y 500 soldados, bajo el mando del coronel Ildefonso Puigdengolas. Después de abrir una brecha en las murallas cerca de la Puerta de la Trinidad y de acceder a la alcazaba, hubo una intensa lucha. Finalmente, la ciudad cayó en manos del ejército sublevado.
La masacre
Relatos de periodistas extranjeros
Lo que sucedió en Badajoz se supo gracias a los periodistas que lograron entrar en la ciudad desde la cercana Portugal. A los corresponsales que acompañaban a las tropas de Yagüe no se les permitió el acceso.
Los primeros en llegar a Badajoz fueron Mario Neves, del Diario de Lisboa; Marcel Dany, de la agencia Havas; y Jacques Berthet, del Temps. Entraron la mañana del 15 de agosto, menos de 24 horas después de que ocurriera la mayor parte de las muertes. Mario Neves envió varios informes, en uno de ellos recogía el comentario de Yagüe sobre el número de fusilamientos: "no deben ser tantos". Neves también describió una "columna de humo blanco" proveniente del cementerio y que "centenares de personas" habían perdido la vida.
El periodista Marcel Dany también confirmó lo que había visto y oído. Recordaba haber entrado en la ciudad mientras las tropas seguían buscando y deteniendo personas, y mientras se ejecutaba a gente en la plaza de toros y en las calles.
Otro periodista, Jacques Berthet, envió su crónica al Temps, que la publicó el 15 de agosto. Dos días después, el 17 de agosto, el mismo periódico publicó una nueva crónica con el titular "NO SON 500, SINO MAS DE 4.000 MUERTOS", indicando que las detenciones y ejecuciones masivas continuaban.
Otros periodistas, como Jean d'Esme y René Brut, también llegaron a Badajoz. René Brut tomó las únicas imágenes existentes de las víctimas, mostrando cuerpos en los muros y en el cementerio. Jean d’Esme publicó su crónica el 18 de agosto.
Más tarde, dos periodistas estadounidenses, Jay Allen y John T. Whitaker, también informaron sobre los sucesos. Jay Allen publicó un artículo el 30 de agosto. John T. Whitaker entrevistó al teniente coronel Yagüe, quien reconoció abiertamente las muertes.
Otros periodistas portugueses también entraron en Badajoz, como Mario Pires, cuya experiencia lo afectó profundamente. El Premio Nobel de Literatura francés François Mauriac publicó un artículo en Le Figaro que conmovió a la opinión pública.
Testimonios
Aunque han pasado muchos años, algunos historiadores han recogido testimonios de personas que presenciaron los hechos. Por ejemplo, un empleado del ayuntamiento relató cómo fue llevado a la plaza de toros para cargar cuerpos en un camión y llevarlos al cementerio.
Una mujer, María de la Luz Mejías Correa, describió la gran cantidad de personas que murieron, diciendo que "la sangre corría por la calle del Obispo abajo".
La historia de la "fiesta" en la plaza de toros
En Madrid, una semana después, se empezó a hablar de lo ocurrido en Badajoz. El periódico La Voz publicó varios artículos. Uno de ellos, publicado en octubre, describía una supuesta "fiesta" en la plaza de toros de Badajoz, donde los detenidos eran ejecutados ante un público que aplaudía. Esta historia, aunque falsa, tuvo un gran impacto y fue usada por el bando sublevado para decir que la masacre era una "leyenda".
La verdad es que esa "fiesta" nunca ocurrió. El objetivo de La Voz era animar a la gente de Madrid ante el inminente ataque de las fuerzas sublevadas. Sin embargo, sí hubo un desfile en Badajoz el 20 de agosto, que terminó con la muerte de varios republicanos, incluyendo al alcalde Sinforiano Madroñero y al diputado socialista Nicolás de Pablo.
Reconstrucción de los hechos por historiadores

Basándose en los relatos de los periodistas y los testimonios, los historiadores han reconstruido lo que pasó en Badajoz. Concluyen que la ciudad sufrió una represión muy dura. Esto se debió a que Badajoz era un lugar importante para las ideas socialistas y la reforma agraria, por la resistencia que ofreció, y como una advertencia para otras ciudades, especialmente Madrid.
Las muertes comenzaron el mismo día 14 de agosto y continuaron durante los días que el teniente coronel Juan Yagüe estuvo en Badajoz. Las víctimas fueron militares, policías y defensores de la ciudad. También hubo saqueos, y a los legionarios y regulares se les permitió vender lo que habían robado. Debido a la gran cantidad de cuerpos, se decidió quemarlos en el cementerio y luego enterrarlos en fosas comunes. La plaza de toros se convirtió en un lugar de detención y ejecución.
El método de las ejecuciones fue el fusilamiento o ametrallamiento de grupos de personas que habían defendido la ciudad o eran sospechosas de apoyar a la República. Estas acciones fueron llevadas a cabo por legionarios, regulares, fuerzas de la Guardia Civil y líderes locales de Falange Española.
El general Franco felicitó a Yagüe por su actuación en la toma de Badajoz.
Consecuencias
Muchas personas que lograron escapar a Portugal fueron devueltas por el gobierno portugués, que era aliado del bando sublevado, y la mayoría fueron ejecutadas. Otros fueron ayudados por familias portuguesas y regresaron a la zona republicana por barco. El alcalde Sinforiano Madroñero y el diputado Nicolás de Pablo huyeron a Portugal, pero fueron entregados a las tropas y ejecutados en Badajoz el 20 de agosto.
Cuando las tropas de Yagüe se fueron de Badajoz, el coronel Eduardo Cañizares Navarro y el teniente coronel Manuel Pereita Vela se hicieron cargo de la situación. Cañizares informó a Franco que había habido "excesiva represión" en la provincia. Pereita fue responsable de muchas muertes en la provincia, a menudo sin investigación previa. También se ha dicho que se enriqueció con los bienes de sus víctimas.
Según el historiador Paul Preston, la represión también afectó a mujeres, algunas fueron asesinadas y otras humilladas públicamente.
Antes de seguir su avance, Yagüe organizó pequeñas unidades para ocupar y "limpiar" otras localidades del sur de Badajoz. Estas unidades repitieron las mismas acciones en cada pueblo que tomaron.
Las personas que lograron escapar se unieron a miles de refugiados, incluyendo mujeres y niños, que intentaban llegar a la zona republicana. Un grupo de 6000 personas sufrió una emboscada y cientos murieron. Los supervivientes fueron llevados a Llerena, donde la mayoría fueron asesinados.
Un oficial alemán, Hans von Funck, que estuvo presente en las operaciones, envió un informe a Berlín desaconsejando el envío de tropas alemanas a España. Dijo que, aunque era un soldado acostumbrado a la lucha, nunca había visto la brutalidad con la que actuaba el ejército.
Número de víctimas
Los periodistas Berthet y Dany, que estuvieron en Badajoz al día siguiente de los hechos, estimaron entre 600 y 800 bajas en los combates y unas 1200 víctimas de la represión. Jay Allen, que llegó una semana después, calculó 4000 víctimas. El propio teniente coronel Juan Yagüe reconoció esta cifra ante el periodista estadounidense John T. Whitaker, diciendo:
Por supuesto que los matamos. ¿Qué esperaba usted? ¿Que iba a llevar 4000 prisioneros conmigo, teniendo mi columna que avanzar contrarreloj? ¿O iba a soltarlos en la retaguardia y dejar que Badajoz fuera roja otra vez.
Desde entonces, las estimaciones de historiadores varían entre 200 y 9000 víctimas. Hugh Thomas afirmó que "probablemente nunca se sabrá el número exacto de muertos".
El escritor Pío Moa niega la existencia de ejecuciones en la plaza de toros y sugiere entre 500 y 1500 víctimas, lo cual ha sido debatido por otros historiadores.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica estima entre 4000 y 9000 víctimas, aunque Francisco Espinosa Maestre considera estas cifras "excesivas" y sin respaldo.
Francisco Espinosa Maestre ha estudiado los registros de defunciones y del cementerio, encontrando un total de 688 personas registradas. Sin embargo, como en otros lugares, muchas víctimas no fueron inscritas. Aplicando proporciones de otras ciudades, estima que el número total de víctimas en Badajoz podría rondar las 3800. Paul Preston considera este estudio riguroso y válida la cifra de 3800.
Responsabilidades
Algunos estudios sugieren que las acciones violentas de los primeros meses de la guerra fueron parte de una estrategia de los líderes de la sublevación, Francisco Franco y Emilio Mola, para "limpiar el país de elementos rojos". Esto se ha llamado una "política de eliminación del oponente político".
Jay Allen entrevistó a Franco en Tetuán el 27 de julio. En la entrevista, Franco dijo:
Allen: "¿Durante cuánto tiempo se prolongará la situación ahora que el golpe ha fracasado?"
Franco: "No puede haber ningún acuerdo, ninguna tregua. Salvaré a España a cualquier precio"
Allen: "¿Significa eso que tendrá que ejecutar a media España?"
Franco: "He dicho a cualquier precio".
Los principales responsables militares en Badajoz en ese momento eran:
- Juan Yagüe, teniente coronel al mando de las unidades que tomaron la ciudad y responsable de las ejecuciones.
- Antonio Castejón, comandante de Infantería, involucrado en acciones similares en otras ciudades.
- Carlos Asensio, teniente coronel de las Fuerzas Regulares Indígenas, que participó en la toma de Badajoz.
Investigaciones y denuncias
Debido a la victoria del bando sublevado y la desaparición de muchos archivos, los sucesos de Badajoz nunca fueron juzgados.
En 2004, la organización Equipo Nizkor presentó un informe que calificaba los hechos de Badajoz como acciones graves contra la población. En 2005, Amnistía Internacional también los clasificó de acuerdo con las convenciones de la ONU.
En 2006, el partido político PSOE de Badajoz calificó los hechos de 1936 como acciones muy graves.
En 2007, varias asociaciones presentaron denuncias ante la Audiencia Nacional para investigar los hechos, pero fueron desestimadas. En 2008, el juez Baltasar Garzón impulsó nuevamente estas denuncias. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex) le presentó datos de 7603 personas asesinadas en la provincia de Badajoz. El juez imputó al régimen franquista por estos y otros sucesos.
Finalmente, el 18 de noviembre, el juez declaró que la responsabilidad penal de Franco y otros altos mandos había terminado, ya que todos habían fallecido. La investigación de los crímenes fue transferida a los juzgados de las provincias donde se encuentran las fosas comunes, incluyendo Badajoz.
Homenajes
Desde 1986, cada 15 de agosto se realiza un acto en el Cementerio Viejo de Badajoz para recordar a las víctimas de 1936. Además, la avenida principal de la ciudad lleva el nombre del entonces alcalde, Sinforiano Madroñero, quien también fue ejecutado.
En 2002, la antigua plaza de toros fue demolida y en su lugar se construyó el nuevo Palacio de Congresos de Badajoz, inaugurado en 2006. En el edificio se colocó una escultura en recuerdo de las víctimas, obra de Blanca Muñoz, cuya sombra forma una espiral cada 14 de agosto.
A principios de 2009, el Ayuntamiento de Badajoz decidió cubrir los antiguos muros del Cementerio de San Juan de Badajoz, donde se llevaron a cabo muchas ejecuciones. Varias organizaciones y historiadores intentaron detener la obra, argumentando que se estaba ocultando parte de la historia de la ciudad, pero la obra se realizó.
Véase también
En inglés: Badajoz massacre Facts for Kids
- Toma de Almendralejo
- Masacre de la carretera Málaga-Almería
- Bombardeos de Madrid
- Bombardeos aéreos de Barcelona en marzo de 1938
- Matanza de la Cárcel Modelo de Madrid
- Matanzas de Paracuellos