Joan Maragall para niños
Datos para niños Joan Maragall |
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![]() Fotografiado por Audouard en 1903
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Información personal | ||
Nacimiento | 10 de octubre de 1860 Barcelona (España) |
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Fallecimiento | 20 de diciembre de 1911 Barcelona (España) |
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Sepultura | Cementerio de San Gervasio | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | Clara Noble Malvido | |
Hijos |
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Información profesional | ||
Ocupación | Poeta, traductor, escritor y periodista | |
Movimiento | Modernismo | |
Género | Poesía | |
Distinciones |
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Firma | ||
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Joan Maragall Gorina (nacido en Barcelona, el 10 de octubre de 1860, y fallecido en la misma ciudad el 20 de diciembre de 1911) fue un importante poeta español. Se le considera uno de los fundadores de la poesía catalana del Modernismo. Sus escritos originales se guardan en el Archivo Joan Maragall.
Maragall fue parte de los intelectuales de Barcelona durante la Renaixença (un movimiento cultural). Aunque heredó el estilo de esa época, defendió la espontaneidad y la simplicidad en la escritura. Desarrolló su "teoría de la palabra viva", que influyó a muchos. Es más conocido por su poesía, pero también escribió más de 450 textos en prosa, como artículos, ensayos y discursos. Trabajó como periodista en el Diario de Barcelona y La Veu de Catalunya, lo que le permitió compartir sus ideas y tener una gran influencia social. También tradujo obras de autores alemanes como Goethe, Nietzsche y Novalis, ayudando a que la poesía alemana fuera conocida en Cataluña.
En su vida personal, Joan Maragall fue una persona con fuertes creencias religiosas y un gran interés en los asuntos públicos. Su influencia en Cataluña fue siempre importante. Tuvo muchos contactos y mantuvo una extensa correspondencia. Uno de sus nietos es Pasqual Maragall, quien fue alcalde de Barcelona y presidente de la Generalidad de Cataluña.
Contenido
¿Quién fue Joan Maragall?
Joan Maragall Gorina fue el hijo menor de Josep Maragall Vilarosal y Rosa Gorina Folchi. Nació en Barcelona el 10 de octubre de 1860. Su padre era fabricante de telas. En 1875, después de terminar el bachillerato, Joan Maragall empezó a trabajar en el negocio familiar. Él mismo describió este tiempo como "infeliz", porque tuvo que dejar los libros para trabajar. Esto fue difícil para el joven Joan, que ya escribía poemas en secreto en su tiempo libre.
En 1877, viajó con su familia por España y luego a Marsella y París. Maragall recordaba estos viajes como momentos de gran alegría. Después de dos años, se dio cuenta de que no servía para la industria. Tras una discusión con su padre, en octubre de 1879 dejó la fábrica para estudiar derecho en la universidad.
Sus primeros pasos como escritor
Maragall publicó su primer poema, Óptica, en el periódico Lo Nunci el 22 de septiembre de 1878. Pero fue en la universidad donde realmente pudo desarrollar su interés por la literatura. Compartía charlas con sus compañeros sobre libros, ópera y música. Un grupo de siete amigos cercanos se llamaba "el círculo", y entre ellos estaban Antoni Roura y José María Lloret, quienes serían sus amigos de por vida. Fue un tiempo en el que Maragall se definió a sí mismo, leyendo obras románticas y escribiendo poemas sobre amor o simplemente para divertirse. En esta etapa, mostraba una tendencia a desafiar las reglas y a cuestionar muchas ideas establecidas.
Maragall tuvo algunos amores antes de conocer a Clara Noble, su futura esposa. Se sabe de Amanda, a quien conoció en el Liceo, y Teresa Ferran, a quien conoció en Puigcerdà.
Se hizo admirador de la literatura alemana, a la que llegó a través de las traducciones de Teodoro Llorente Olivares. Este escritor le presentó las obras de Friedrich von Schiller, Heinrich Heine y especialmente Goethe. En 1881, leyó versiones en francés de Werther, Fausto y Hermann y Dorothea de Goethe. Al mismo tiempo, se mostró como un "catalanista entusiasta". En 1881, ganó el premio Flor Natural en los Juegos Florales de Badalona con su poema Dins sa cambra (Dentro de su habitación). Para leer las obras alemanas en su idioma original, estudió con un profesor particular, Jaume Sturzenegger.
Cuando se graduó en derecho el 27 de junio de 1884, se regaló las obras de Goethe en alemán. Luego, empezó a trabajar en un despacho de abogados, donde tenía poco trabajo y podía dedicar tiempo al Ateneo Barcelonés y al Liceo. Maragall vivía sin preocupaciones económicas, disfrutando de una vida tranquila rodeado de amigos. En 1886, se hizo socio del Ateneo Barcelonés, donde conoció a otros escritores como Josep Yxart y Narcís Oller.
Momentos difíciles y madurez
En 1886, el padre de Joan Maragall tuvo problemas económicos debido a malas inversiones. Esta situación afectó mucho a Joan, quien, al ser el único hijo varón, tuvo que asumir responsabilidades en el negocio familiar. Esto significó renunciar a su vida cómoda y entrar en un mundo que no conocía y que no le gustaba. Llegó a decir: "Reniego de la sociedad, del progreso, del dinero, de la educación, del derecho, de la moral y de quien inventó todas esas porquerías".
Terminó de escribir sus Notas autobiográficas ese mismo año. El último párrafo muestra su sentir en ese momento: "Aquí termina mi juventud. Una obra de genio, «Werther», me convirtió de chiquillo a joven. Un hecho, la pérdida de la mitad de la fortuna de mi familia, me convierte de joven en hombre. ¡La edad más hermosa de la vida, adiós para siempre! ¡Ilusiones de amor y de gloria, adiós!".
Su familia
En el verano de 1888, en Puigcerdá, conoció a Clara Noble (1872-1944), hija de un comerciante inglés. Clara se convertiría en su esposa, aunque en ese momento solo tenía dieciséis años.
Maragall empezó a trabajar en el despacho del abogado Brugada. En 1890, encontró trabajo en el Diario de Barcelona como secretario del director, Joan Mañé i Flaquer. Esto le abrió nuevas oportunidades profesionales. Su trigésimo cumpleaños fue un punto de cambio, ya que sentía la necesidad de establecer una relación amorosa estable. Fue entonces cuando empezó a escribirse con Clara Noble, con quien se casó el 27 de diciembre de 1891. Su matrimonio fue el resultado de un amor apasionado.
La pareja se instaló en Barcelona. Tuvieron trece hijos: Helena (1893), Maria (1894), Eulalia (1896), Clara y Ana (1899), José (1900), Juan Antonio (1902), Ernest (1903), Guillermo (1905), Raimon (1906), Elvira (1907), Gabriel (1909) y Jordi (1911).
Dos de sus nietos se dedicaron a la política: Pasqual Maragall, quien fue alcalde de Barcelona (1982-1997) y presidente de la Generalidad de Cataluña (2003-2006), y Ernest Maragall, que fue consejero de Educación. También es bisabuelo de Elisabeth Maragall, jugadora de hockey sobre hierba y medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
La casa de Joan Maragall
La familia Maragall se mudó varias veces en Barcelona. En 1899, se instalaron en la que sería su casa definitiva, en la calle Alfonso XII, en el barrio de San Gervasio. Esta casa se ha convertido en la casa familiar de la saga Maragall y en la actual Casa Museo, donde se conserva el Archivo Joan Maragall.
Su carrera profesional
Su trabajo como secretario de redacción en el Diario de Barcelona marcó el inicio de su carrera profesional como escritor. Entre 1892 y 1903, publicó 248 artículos en el diario, usando este medio para difundir ideas modernistas entre la burguesía conservadora. El 13 de abril de 1893, fue nombrado miembro de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona. Meses después, fue testigo de un suceso impactante en el Gran Teatro del Liceo, lo que cambió su forma de ver el comportamiento humano.
En 1895, fue nombrado secretario del Ateneo Barcelonés. A principios de 1899, Enric Prat de la Riba le ofreció la dirección de La Veu de Catalunya, pero Maragall la rechazó.
En 1902, publicó La Patria Nueva, un artículo por el cual tuvo problemas legales. Este hecho y la publicación de otros artículos le causaron un desacuerdo con el nuevo director del Diario de Barcelona, y Maragall dejó la redacción por unos años. Ese mismo año, fue nombrado presidente del Ateneo Barcelonés y dio el discurso Elogi de la paraula, donde explicó su "teoría de la palabra viva".
Entre 1904 y 1906, colaboró en La Ilustració Catalana, publicando veintidós artículos. Meses antes de su fallecimiento, en 1911, se unió como miembro fundador de la Sección Filológica del Instituto de Estudios Catalanes.
Su fallecimiento
Joan Maragall falleció el 20 de diciembre de 1911, a los cincuenta y un años. Había contraído una enfermedad, aunque la fiebre solo se presentó en los últimos días.
Su muerte fue un gran impacto en el mundo de la cultura y generó muchas muestras de tristeza. Su tumba se encuentra en el cementerio de Sant Gervasi.
Temas en la obra de Maragall
La obra de Joan Maragall abarca muchos temas. En su poesía se encuentran el amor, la naturaleza, el canto a su tierra y a su ciudad, leyendas y héroes de Cataluña, y temas espirituales. Siempre los trató con un estilo lírico directo y sincero. Su poesía pasó por varias etapas, pero siempre estuvo influenciada por dos corrientes: el vitalismo (inspirado en Nietzsche) y el decadentismo. Maragall veía en la naturaleza y las tradiciones una fuente de vida, salud y energía.
Maragall marcó una diferencia con la generación anterior de escritores. No quería seguir el positivismo y el naturalismo de mediados del siglo XIX. Se conectó con el idealismo de las últimas generaciones románticas. Contribuyó a la recuperación del catalanismo a través de poemas que hablaban a la comunidad (cantos, himnos y canciones). También simplificó el lenguaje poético, haciendo que fuera más natural. Sus poemas del libro Visions & Cants, publicado en 1900, son un buen ejemplo. A través de esta simplificación, desarrolló su "teoría de la palabra viva", lo que le dio más libertad en la métrica y el lenguaje. Su obra Enllà, publicada en 1906, muestra esta tendencia.
Su trabajo como traductor le permitió conocer a fondo otros idiomas y ampliar su visión del mundo. Interiorizó profundamente a autores como Ruskin, Schopenhauer, Carlyle, Nietzsche y Novalis.
La "palabra viva" de Maragall
Maragall vivió la transición de la Renaixença al Noucentisme. Aunque heredó el estilo de la primera, defendió la espontaneidad y la simplicidad, desarrollando su "teoría de la palabra viva", que se convirtió en una escuela de pensamiento. Rechazaba el lenguaje complicado y buscaba una naturalidad que surgiera de la experiencia personal. Acercó el lenguaje a la forma de hablar cotidiana, liberándose de las reglas formales.
La "palabra viva" se opone a las palabras vacías con la fuerza espontánea de la sinceridad, lejos de la retórica y conectada con el habla popular, con el "catalán que se habla ahora". Sin embargo, la defensa de la espontaneidad de Maragall no significaba improvisación, ya que revisaba sus poemas con mucho cuidado. Para él, la poesía era una inspiración total, un descubrimiento de la realidad o un sueño que se acercaba a la realidad.
Etapas de su obra
La obra de Joan Maragall se puede dividir en cuatro etapas cronológicas.
Primera etapa (1877-1891)
Esta etapa, a menudo llamada "vitalista", va desde sus primeras obras hasta su matrimonio en 1891. Se caracteriza por poemas llenos de vida y energía. El poeta experimenta una crisis de juventud que termina cuando sus inclinaciones naturales y sus valores espirituales se unen. El amor por una mujer real es lo que da forma a sus sueños y pensamientos. Este período se refleja en sus Notas autobiográficas y en sus cartas y poemas, incluyendo su correspondencia con José María Lloret. El 30 de abril de 1888, publicó su primer poema importante, L'oda infinita, que contiene su teoría poética.
En 1891, con motivo de su boda, sus amigos le regalaron una recopilación de toda su obra, propia o traducida, llamada Poesía, en una edición limitada de cien ejemplares.
Segunda etapa (1892-1900)
En esta etapa, el vitalismo se mezcla con el decadentismo. Maragall muestra una dualidad, como describió Gaziel, quien dijo que Maragall pensaba: "La vida, contemplada por encima y en total, es hermosa: la vida, vivida, es triste". Esto explica que en su obra aparezcan textos más externos e intelectuales (como sus comentarios en el Diario de Barcelona) y otros más profundos e íntimos, de carácter religioso.
Su trabajo en el Diario de Barcelona lo convirtió en un escritor profesional. El 22 de octubre de 1892, publicó su primer artículo como redactor, "El Paraguay". En 1893, empezó a publicar en la revista L'Avenç con un artículo sobre Nietzsche, que fue su primer artículo en catalán y lo firmó con el seudónimo "Pamphilos".
En 1892, escribió Pirinenques, una obra con partes decadentistas. Ese mismo año, participó en la Fiesta modernista de Sitges, donde dio a conocer fragmentos de Nietzsche. En verano, de vacaciones en San Juan de las Abadesas, escribió La vaca cega, un poema sobre la naturaleza, uno de los temas principales en su poesía.
En sus artículos semanales, hablaba sobre la ciudad, la política, las costumbres y los nuevos inventos. Tenía una clara intención educativa, buscando guiar a la burguesía barcelonesa, que a Maragall le parecía que carecía de intereses culturales.
En 1893, al llegar a casa después de un suceso en el Gran Teatro del Liceo, vio a su esposa amamantando a su hijo. A partir de esa imagen, escribió Paternal, un poema optimista que celebra la bondad de la vida y la inocencia frente a los intereses políticos, el odio y el miedo. De ese mismo año es el poema Excelsior, que también viene del vitalismo de Nietzsche. Habla de rechazar la inmovilidad de las ideas y de la importancia de un viaje interminable, abierto a todo lo nuevo.
En 1894, ganó la "Englantina de oro" en los Juegos Florales de Barcelona con el poema La sardana. En 1896, obtuvo la "Viola de plata" con El mal cazador.
En esta segunda etapa, Maragall empezó a desarrollar un catalanismo diferente al de la Renaixença, que se unía al vitalismo. En 1898, publicó sus "tres poemas sobre conflictos": Els adéus, Oda a España y Cant del retorn, iniciando un proceso de reflexión sobre la relación con España.
Tercera etapa (1901-1906)
En 1900, escribió su libro más importante, Visions & Cants. En este momento, empezó a distanciarse del Modernismo y se hizo un escritor reconocido. En estos años, tradujo a Novalis y consolidó su teoría literaria. Su Elogio de la palabra, pronunciado en 1903 al ser elegido presidente del Ateneo Barcelonés, es un discurso donde destacaba el poder de la palabra para expresar el pensamiento.
En 1904, Maragall fue nombrado Mestre en Gai Saber, un honor por haber ganado varios premios en los Juegos Florales.
Cuarta etapa (1907-1911)

En esta última etapa, Maragall entró en una fase de "relativa calma". Este período se caracterizó por un intercambio de ideas y sentimientos.
El año 1907 es clave: "El proceso de purificación espiritual continuará, casi, toda su vida. Pero desde el año 1907, los cinco últimos años, es transparente para todos." En estos años, "definió y dio forma al verdadero mensaje que debía dejar". Gabriel Maragall destaca la actitud contemplativa del poeta, que en estos años escribe menos. También revisa sus escritos sobre un periodo de conflictos sociales en Barcelona, el Cant espiritual y la última serie de artículos en el Diario de Barcelona, donde Maragall critica el espíritu de grupo y defiende la humanidad individual. Todo el año 1911 transcurre con el presentimiento de su fallecimiento.
Se dedicó a cuestionar la mentalidad de la burguesía que se justificaba por los hechos de la Semana Trágica con artículos como La Iglésia cremada. En 1910, ganó el premio Fastenrath en los Juegos Florales de Barcelona con Enllà (Más allá). En 1911, el último año de su vida, publicó Seqüències, donde muestra una exaltación vitalista y vuelve a ideas poco convencionales. En esta obra incluye el Cant espiritual.
Ideas sobre la sociedad y la fe
Su pensamiento religioso
La relación de Maragall con el catolicismo cambió a lo largo de su vida. En ciertos momentos, pensó que el lenguaje católico no era suficiente para expresar sus ideas religiosas. Su catolicismo era, a veces, más una obligación que una convicción profunda. Sin embargo, hay muchos textos en los que Maragall usa un lenguaje claramente cristiano.
La evolución de su pensamiento religioso pasa por cuatro etapas:
- La fe en la belleza (1860-1890): En esta etapa, pasó de ser un niño católico a un rechazo en la adolescencia, para luego recuperar una visión panteísta (que ve a Dios en la naturaleza) en su juventud. Su fe era una celebración de la naturaleza, el arte, el amor y la belleza. Al mismo tiempo, rechazaba la clase social a la que pertenecía.
- La exaltación de los fuertes (1890-1901): En esta etapa, Maragall se integró en la sociedad burguesa, aceptando el catolicismo como parte de su nuevo orden, pero sin destacarlo. Escribió poco sobre temas religiosos. Poco a poco, fue incorporando la idea juvenil de "ir siempre más allá; ir siempre más arriba", que se reflejaría en su obra Excelsior. Poéticamente, Maragall expresó su lealtad a una fe cósmica no institucionalizada.
- Un nuevo espiritualismo modernista (1901-1906): En la tercera etapa, hizo un llamado a recuperar la dimensión espiritual del ser humano, tratando los temas religiosos de una manera más tradicional. Mantuvo cierta distancia de quienes representaban la ortodoxia. Empezó a desarrollar una poética con una clara reflexión religiosa, describiendo incluso experiencias místicas.
- La relación con lo eterno (1906-1911): La última etapa de su obra se centra en una reflexión sobre el origen y el propósito religioso del ser humano. Hizo un llamado a sus contemporáneos para buscar una fe viva y reflexionó profundamente sobre la relación entre el tiempo y la eternidad. Maragall concluyó que los humanos deben hacer que cada instante sea eterno, uniendo lo terrenal con lo espiritual.
Su visión de España
Los problemas en las colonias de España en 1898 provocaron una crisis de conciencia en el país. En este contexto, Maragall publicó sus "tres poemas sobre conflictos": Els adéus, Oda a España y Cant del retorn.
El catalanismo (movimiento que busca el reconocimiento de la identidad catalana) estaba surgiendo en la política. Los sucesos del ¡Cu-Cut! el 25 de noviembre de 1905, que llevaron a la creación de Solidaridad Catalana, dieron esperanzas a Maragall. Él dijo: "Solidaridad es la tierra, ¿lo sientes? Es la tierra que se levanta en sus hombres... Y la tierra no es carlista, ni republicana, ni monárquica, sino que es ella misma, que llama, que quiere su espíritu propio para regirse."
Maragall se dio cuenta de que un movimiento reivindicativo no era suficiente para mejorar España. Empezó a desarrollar un ideal de unión, bajo la idea del iberismo: una federación que uniría como pueblos libres a todas las regiones con sus propias identidades y lenguas en la península. En esta línea, el 5 de mayo de 1908, publicó el artículo "Visca Espanya", donde definía su visión de una España que integrara y respetara a sus pueblos.
Aunque Maragall se dio cuenta de que su idea del iberismo no tenía muchos seguidores, estaba convencido de que la "Federación Ibérica" era el único camino. En el artículo L'ideal ibèric, desarrolló sus ideas: "la integridad de la patria". Para Maragall, la "patria ibérica común" debería ser la unión política de las diversas regiones con sus propias lenguas: una federación de Portugal, Castilla, el País Vasco y Cataluña.
Para entender la postura española sobre el catalán, Maragall decía: "El empeño de los castellanos de que no se escriba en otra lengua que la castellana, ni se hable más que el castellano, obedece a su ligereza de carácter y a su egoísta pereza; defectos de raza que les son comunes con los franceses que, como Ud. sabe, se empeñan en que su idioma sea lengua universal".
Su visión de los conflictos sociales
Joan Maragall nunca estuvo afiliado a ningún partido ni se involucró directamente en la política, pero usó sus artículos en el Diario de Barcelona y La Veu de Catalunya para expresar sus ideas. Uno de los episodios en los que tomó partido fue en la Semana Trágica, un periodo de conflictos sociales en Barcelona (del 25 de julio al 2 de agosto de 1909). Cuando Maragall pudo regresar a Barcelona, recorrió con su amigo Josep Pijoan los lugares afectados. Maragall decidió expresar su opinión a través de sus escritos. El 1 de septiembre de 1909, apareció en La Veu de Catalunya el artículo Ah! Barcelona, donde acusaba sutilmente a los ciudadanos de Barcelona, buscando despertar la conciencia colectiva.
Como hubo detenidos, algunos de los cuales se dudaba de su culpabilidad, escribió el 10 de octubre La Ciutat del Perdó. En este artículo, Maragall criticaba duramente a la burguesía dominante y les pedía que exigieran el perdón para Francisco Ferrer Guardia y otros detenidos. Enric Prat de la Riba, director de La Veu de Catalunya, impidió su publicación debido a su compromiso con el presidente Antonio Maura.
Finalmente, escribió el artículo La Iglésia cremada, inspirado en el fuerte impacto que le causó asistir a una misa en una de las iglesias que habían sido afectadas. Hizo una crítica a la distancia entre la institución religiosa y el pueblo, y a la identificación progresiva de la iglesia con la burguesía, manteniendo barreras culturales como el uso del latín o la ostentación de riqueza en los templos. El artículo describe un sermón crítico imaginario hecho por el sacerdote a los fieles, y luego la reacción entre los "bien pensantes" (como se conocía a los burgueses lectores de La Voz de Cataluña). El escrito termina con una crítica directa a la falsa piedad de la burguesía.
Maragall como traductor

El interés de Joan Maragall por los autores alemanes desde joven lo llevó a aprender idioma alemán para leer sus obras en el idioma original. Lo que empezó como una necesidad se convirtió en una actividad constante en su vida. Estaba convencido de que traducir otras lenguas ayudaba a modernizar la propia. En la época en que Maragall empezó a escribir, el catalán escrito aún no estaba estandarizado, y había un deseo de establecer reglas armonizadas. Las traducciones, además, abrían la literatura catalana a contenidos y modelos internacionales, incorporando obras universales y mejorando la formación espiritual.
Tradujo a autores griegos como Homero y Píndaro, a autores alemanes como Goethe, Novalis, Nietzsche, Schiller, Reinick y Wagner, y a autores franceses como Alphonse Daudet y Alphonse de Lamartine. También tradujo muchas canciones populares de Mendelssohn, Brahms o Robert Schumann.
Las primeras traducciones de Goethe se publicaron entre 1898 y 1891 en La Ilustració Catalana, y luego en L'Avenç hasta su cierre en 1893. En ese momento, Maragall trabajaba en canciones para el Orfeón Catalán. En el programa musical de este grupo coral se encuentran traducciones de piezas de Wilhelm Müller, Friedrich Rückert, escenas del Parsifal de Wagner y alguna coral de Bach. En 1898, publicó en Catalònia sus traducciones de Nietzsche y Ifigenia en Táuride de Goethe, que luego se editó como libro. Las traducciones de sus últimos años aparecieron en las revistas Joventut y La Cataluña.
En 1911, un mes antes de su fallecimiento, confesó en una carta sus dificultades para entender el idioma alemán.
Su legado
El legado de Joan Maragall se ve en sus obras y en su impacto. Su casa familiar en la calle Alfonso XII de Barcelona alberga el Archivo Joan Maragall, un centro donde se conserva información sobre el autor. Tener acceso a sus escritos originales, notas y correcciones es un privilegio gracias a la dedicación de su familia. De hecho, fue su familia quien se encargó de la primera publicación de sus obras completas. Además, su familia es una parte importante de su legado: Clara Noble y sus hijos lucharon por mantener viva la memoria del poeta. De él heredaron el interés por el país y la cultura; fueron personas destacadas en política, filosofía, escritura, pintura y escultura. Uno de sus sobrinos, José Lleonart i Maragall, también siguió los pasos de su tío y fue escritor, poeta y traductor.
Muchos siguieron su obra, aunque la espontaneidad y la nueva estética de su "teoría de la palabra viva" eran tan personales que, como dijo Carles Riba, no tenían fórmulas fáciles de transmitir. Por eso, Maragall no tuvo seguidores directos, sino más bien imitadores como Francesc Pujols, Josep Pijoan, Joan Maria Guasch o Joan Llongueres. Con el tiempo, estos autores se conectaron con tendencias clásicas o se disolvieron como poetas espontáneos. Un seguidor especial de su idea de iberismo fue Salvador Espriu, especialmente en su obra La Pell de Brau, de la que dijo: "es una especie de prolongación del mensaje de Maragall en su poema 'Ibèria'".
Premios y reconocimientos
Maragall recibió los siguientes premios y honores a lo largo de su vida:
- 1881 - Flor Natural en los Juegos Florales de Badalona por Dins la cambra.
- 1894 - Englantina de los Juegos Florales de Barcelona por La sardana.
- 1896 - Viola de Oro y Plata en los Juegos Florales de Barcelona por El mal caçador.
- 1904 - Flor Natural en los Juegos Florales de Barcelona por Glosa.
- 1904 - Mestre en Gai Saber por haber ganado más de tres premios en los Juegos Florales.
- 1910 - Premio Fastenrath en los Juegos Florales de Barcelona por Enllà.
- 1971 - Un retrato suyo forma parte de la "Galería de Catalanes ilustres" del Ayuntamiento de Barcelona.
Obra disponible en línea
Puedes acceder a su obra literaria digitalizada a través del portal El món de Joan Maragall: Col·lecció visual de la vida i l'obra de l'autor o directamente en la Memoria Digital de Cataluña.
Galería de imágenes
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Joan Maragall, en un dibujo de Ramon Casas (MNAC).
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Caricatura de Maragall por Bagaría (1908)
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Portada de Les Disperses con traducciones de obras de Goethe (1904)
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Escultura de Joan Maragall i Gorina, obra de Eusebio Arnau, colocada el 14 de mayo de 1913 en el Parque de la Ciudadela.