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Parsifal para niños

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Datos para niños
Parsifal
Parsifal, WWV 111
Le Chevalier aux Fleurs 2560x1600.png
Parsifal en el jardín mágico de Klingsor, Le Chevalier aux Fleurs de Georges Rochegrosse (1894, Musée d'Orsay, París).
Género Bühnenweihfestspiel o festival sagrado para la escena
Actos Tres actos
Basado en Los poemas Parsifal y Titurel de Wolfram von Eschenbach
Publicación
Año de publicación siglo XIX
Idioma Alemán
Música
Compositor Richard Wagner
Puesta en escena
Lugar de estreno Festspielhaus (Bayreuth)
Fecha de estreno 26 de julio de 1882
Personajes
Coro Participación destacable
Libretista El compositor
Duración Cuatro horas y media


Parsifal es una obra musical para el escenario, descrita por su creador, Richard Wagner, como un "festival sagrado". Está dividida en tres actos y cuenta con música y libreto (la historia y las palabras) en alemán, ambos compuestos por el propio Wagner. La historia se basa en el poema épico medieval Parzival del siglo XIII, escrito por Wolfram von Eschenbach. Este poema narra la vida de un caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial. Wagner comenzó a idear la obra en 1857 y la terminó 25 años después. Se estrenó en el Festival de Bayreuth el 26 de julio de 1882.

Historia de Parsifal

¿Cómo se compuso Parsifal?

Richard Wagner leyó por primera vez el poema de Wolfram von Eschenbach en 1845. Años más tarde, en 1854, se interesó por las ideas del filósofo Arthur Schopenhauer y por filosofías de Oriente, como el budismo.

Después de leer un libro sobre el budismo en 1855-1856, Wagner escribió un borrador de ópera llamado Die Sieger (Los victoriosos). En esta obra ya exploraba temas como la compasión y la renuncia, que luego aparecerían en Parsifal.

Según su autobiografía Mein Leben, Wagner tuvo la idea de Parsifal en la mañana de un Viernes Santo de 1857. Aunque la fecha exacta podría ser una licencia artística, se sabe que el trabajo en la obra comenzó a finales de abril de 1857.

Después de este primer borrador, Wagner dejó Parsifal por ocho años. Durante ese tiempo, completó otras óperas importantes como Tristán e Isolda y comenzó Los maestros cantores de Núremberg.

En 1865, retomó Parsifal y creó un pequeño resumen de la historia con notas sobre los personajes. Pero el trabajo se detuvo de nuevo por casi doce años. En este período, Wagner se dedicó a su gran ciclo de óperas El anillo del nibelungo, que terminó en 1874.

Solo después de estrenar El anillo del nibelungo, Wagner encontró tiempo para Parsifal. En 1877, terminó un segundo borrador más detallado de la obra, que luego convirtió en el libreto en verso.

En septiembre de 1877, comenzó a componer la música. Hizo dos borradores de la partitura, uno a lápiz y otro más detallado a tinta. Wagner solía trabajar en ambos borradores al mismo tiempo.

Finalmente, Wagner completó la partitura final de Parsifal entre 1881 y 1882, mientras vivía en Palermo, Italia. La suite donde compuso la obra todavía existe y conserva el piano que usó, un regalo de su suegro, Franz Liszt.

¿Dónde se ha representado Parsifal?

El Festival de Bayreuth tuvo el derecho exclusivo de representar Parsifal durante 30 años después de la muerte de Wagner. Esto significaba que la obra solo podía presentarse en Bayreuth hasta 1913.

Sin embargo, en 1903, la ópera se presentó en el Metropolitan Opera de Nueva York. Las primeras representaciones "legales" fuera de Bayreuth ocurrieron el 1 de enero de 1914. Una de ellas fue en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

En la Ópera de París, se estrenó justo antes de la Primera Guerra Mundial. En Buenos Aires, Argentina, se estrenó en 1920 y fue transmitida por radio, siendo una de las primeras transmisiones de ópera en la historia de la radio.

En México, el público tuvo que esperar más de 140 años para ver Parsifal después de que se liberaran los derechos. Esto demuestra cómo la ópera clásica sigue siendo importante en diferentes partes del mundo.

Archivo:Un coro de casi 100 personas para el estreno de Pársifal en México
El Coro del Teatro del Bicentenario, el Coro Juvenil del Conservatorio de Celaya, y los Coros del Valle de Señora reunidos en el Teatro del Bicentenario para el estreno en México de "Parsifal" de Richard Wagner, en un coro de casi 100 personas.

Parsifal es parte del Canon de Bayreuth, un grupo de obras que se consideran esenciales para el festival. La composición de esta ópera marcó el fin de la amistad de Wagner con el filósofo Friedrich Nietzsche debido a las diferencias en sus ideas religiosas.

Después del estreno, Wagner pidió que no se aplaudiera la obra debido a su carácter místico. Cuando murió en 1883, su viuda, Cósima, quien dirigía el Festival, se aseguró de que esta costumbre se mantuviera. En Bayreuth, no se aplaudió entre actos ni al final de la función hasta 1944.

En el "Nuevo Bayreuth", que comenzó en 1951, la tradición continuó hasta 1964. Hoy en día, la costumbre es mantener silencio al final del primer acto, cuya música invita a la reflexión, y aplaudir al final del segundo y tercer acto.

La noche del 27 de agosto de 1920, un grupo de aficionados en Buenos Aires, Argentina, transmitió esta ópera desde el Teatro Coliseo. Se considera una de las primeras transmisiones de radio continuas en el mundo.

Actualmente, Parsifal sigue siendo parte del repertorio de ópera, aunque no es de las más representadas. Según las estadísticas de Operabase, es la ópera número 54 más representada entre 2005 y 2010, y la séptima de Wagner, con 82 representaciones.

Características de la obra

Parsifal se divide en tres actos y dura más de cuatro horas. El primer acto dura aproximadamente una hora y cuarenta y cinco minutos, mientras que el segundo y el tercero duran entre sesenta y cinco y setenta y cinco minutos cada uno.

La obra requiere una orquesta muy grande, con muchos instrumentos de metal y una sección de cuerdas reforzada, además de campanas. También es una ópera muy desafiante para el coro, que necesita muchos cantantes distribuidos por el escenario en el primer y tercer acto. Las voces deben cubrir un rango muy amplio.

Los cantantes solistas también son muy importantes. El papel principal de Parsifal es para un tenor heroico. Su personaje tiene momentos muy emotivos, especialmente en la escena con Kundry en el segundo acto, y momentos más suaves en el tercero.

El papel de Gurnemanz es para un bajo profundo, que debe cantar con gran delicadeza en sus largos monólogos. Amfortas, el rey del Grial, es un personaje clave para un barítono-bajo, que expresa mucho dolor y sufrimiento.

El único papel femenino importante es Kundry, para mezzosoprano o soprano dramática. Es uno de los personajes más complejos de Wagner, que muestra una mezcla de locura, pasión y deseo de redención. Su voz debe ser muy versátil, cubriendo notas graves y agudas.

Otros personajes importantes son Titurel, el padre de Amfortas (bajo profundo), y Klingsor, un mago y el villano de la historia (barítono).

Archivo:Hermann Hendrich Parsifal
Parsifal, por Hermann Hendrich.

Personajes principales

Personaje Tipo de voz Elenco del estreno
26 de julio de 1882
(Director: Hermann Levi)
Elenco del estreno en el Met
24 de diciembre de 1903
(Director: Alfred Hertz)
Parsifal, un joven inocente y puro tenor Hermann Winkelmann Alois Burgstaller
Kundry, una mujer que vaga y sirve a Klingsor soprano
o mezzosoprano
Amalie Materna Milka Ternina
Gurnemanz, un veterano Caballero del Grial bajo Emil Scaria Robert Blass
Amfortas, gobernador del reino del Grial barítono Theodor Reichmann Anton van Rooy
Klingsor, un mago bajo-barítono Karl Hill Otto Goritz
Titurel, padre de Amfortas bajo August Kindermann Marcel Journet
Dos caballeros del Grial tenor,
bajo
Anton Fuchs
Eugen Stumpf
Julius Bayer
Adolph Mühlmann
Cuatro escuderos soprano,
alto,
2 tenores
Hermine Galfy
Mathilde Keil
Max Mikorey
Adolf von Hübbenet
Katherine Moran
Paula Braendle
Albert Reiss
Willy Harden
Seis doncellas-flores 3 sopranos,
3 contraltos
o 6 sopranos
Pauline Horson
Johanna Meta
Carrie Pringle
Johanna André
Hermine Galfy
Luise Belce
Isabelle Bouton
Ernesta Delsarta
Miss Förnsen
Elsa Harris
Lillian Heidelbach
Marcia Van Dresser
Voz desde lo Alto, Eine Stimme contralto Sophie Dompierre Louise Homer
Caballeros del Grial, muchachos, doncellas de flores

Resumen de la historia

La historia de Parsifal se desarrolla en dos lugares principales: el recinto de Monsalvat, en las montañas del noreste de España, donde viven los caballeros del Grial, y el castillo mágico de Klingsor, en el sur de España. La obra tiene un fuerte sentido místico, con Parsifal como una figura que trae esperanza y su relación con Kundry, una mujer que parece despertarle sentimientos y que le ofrece una nueva perspectiva.

Acto I: El reino del Grial

El primer acto comienza con una gran pieza musical de orquesta que presenta los temas principales de la obra.

Archivo:Parsifal Prelude Opening
Comienzo del preludio; indicación de tempo: «Muy lento»; instrumentación: corno inglés, clarinetes en Si b, fagotes, violines y violonchelo.

Escena 1: El bosque de Monsalvat

En un bosque cerca del castillo de Monsalvat, donde se guarda el Grial, Gurnemanz, el caballero más anciano, despierta a sus jóvenes escuderos para orar. Ven acercarse a Amfortas, el rey de los caballeros del Grial, y a su grupo. Amfortas está herido por su propia lanza, la Lanza Sagrada que debía proteger, y su herida no sana.

Gurnemanz pregunta a su caballero principal sobre la salud del rey. El caballero dice que el rey sufrió mucho durante la noche y va a bañarse en el lago sagrado. Los escuderos preguntan a Gurnemanz cómo puede curarse la herida del rey, pero él no responde directamente.

Aparece Kundry, una mujer con un comportamiento extraño, y le da a Gurnemanz un frasco de bálsamo de Arabia para aliviar el dolor del rey. Luego, ella cae agotada.

Llega Amfortas en una camilla. Menciona que otro caballero, Gawain, no logró aliviar su dolor y se ha ido a buscar un remedio mejor. Amfortas acepta la poción de Kundry y le agradece, pero ella le dice que las gracias no ayudarán y lo apura a bañarse.

La procesión se va. Los escuderos sospechan de Kundry y le hacen preguntas. Ella responde brevemente y luego se calla. Gurnemanz les dice que Kundry a menudo ha ayudado a los caballeros, pero que aparece y desaparece sin previo aviso. Cuando le pregunta por qué no se queda, ella responde: "¡Nunca ayudo!".

Los escuderos creen que es una bruja y se preguntan por qué no encuentra la Lanza Sagrada para ellos. Gurnemanz les revela que esa tarea está destinada a otra persona. Explica que Amfortas perdió la Lanza cuando fue engañado por una mujer en el reino de Klingsor. Klingsor tomó la Lanza y con ella hirió a Amfortas. Esta herida le causa mucho dolor y vergüenza, y no sanará por sí sola.

Los escuderos regresan del baño del rey y dicen que el bálsamo ha aliviado su sufrimiento. Los escuderos de Gurnemanz le preguntan cómo conoce a Klingsor. Gurnemanz les cuenta que la Lanza Sagrada y el Santo Grial (donde se recogió la sangre de Cristo) llegaron a Monsalvat para ser protegidos por los caballeros del Grial, bajo la guía de Titurel, el padre de Amfortas.

Klingsor quería unirse a los caballeros, pero no pudo controlar sus malos pensamientos. Por eso, fue expulsado de la orden. Klingsor se convirtió en enemigo del reino del Grial y aprendió artes oscuras. Creó un jardín con bellas doncellas-flores que intentan engañar a los caballeros del Grial para destruirlos. Fue allí donde Amfortas perdió la Lanza Sagrada, que ahora está en poder de Klingsor.

Gurnemanz dice que Amfortas tuvo una visión que le reveló que un "joven inocente, iluminado por la compasión" lo curaría.

En ese momento, se oyen gritos: un cisne ha sido alcanzado por una flecha y ha caído. Traen a un joven con un arco y flechas. Gurnemanz le habla con severidad, diciéndole que este es un lugar sagrado. Le pregunta si disparó al cisne, y el joven se jacta de su puntería. Gurnemanz le pregunta qué daño le hizo el cisne y le muestra el cuerpo sin vida del ave. El joven, arrepentido, rompe su arco.

Gurnemanz le pregunta quién es, de dónde viene y cómo se llama. El joven responde: "No lo sé" a cada pregunta. Gurnemanz envía a sus escuderos a ayudar al rey y le pregunta al joven qué sabe. El joven dice que tiene una madre, Herzeleide, y que él mismo hizo el arco.

Kundry, que ha estado escuchando, les dice que el padre del joven, Gamuret, murió en batalla, y que su madre le prohibió usar una espada para evitar el mismo destino. El joven recuerda haber visto caballeros pasar por su bosque y que dejó su casa para seguirlos. Kundry se ríe y le dice que, mientras ella viajaba, vio a Herzeleide morir de pena. Al oír esto, el joven se siente muy triste. Kundry le ofrece agua y luego, cansada, desaparece entre la vegetación.

Gurnemanz sabe que el Grial solo guía a los puros a Monsalvat e invita al joven a presenciar el ritual del Grial. El joven no sabe qué es el Grial, pero nota que, aunque caminan, apenas se mueven, pero parecen viajar lejos. Gurnemanz dice que en este reino, el tiempo se convierte en espacio. Una gran pieza musical de orquesta lleva a la escena 2.

Escena 2: La sala del Grial

Llegan al salón del Grial, donde los caballeros se reúnen para la Eucaristía (una cena sagrada). Se oye la voz de Titurel, pidiendo a su hijo, Amfortas, que muestre el Grial. Amfortas está atormentado por la vergüenza y el sufrimiento. Él es el guardián de estas reliquias sagradas, pero cayó en la tentación y perdió la Lanza. Declara que no es digno de su cargo. Grita pidiendo perdón, pero solo escucha la promesa de una futura redención a través de un joven inocente.

Al oír el grito de Amfortas, el joven siente su dolor y se lleva la mano al corazón. Los caballeros y Titurel instan a Amfortas a mostrar el Grial, lo que finalmente hace. El salón oscuro se ilumina con la luz del Grial mientras los caballeros comen. Gurnemanz empuja al joven para que participe, pero el muchacho parece en trance y no reacciona.

Amfortas no come y, al final de la ceremonia, cae de dolor y es llevado. Lentamente, el salón se vacía, dejando solo al joven y a Gurnemanz. Gurnemanz le pregunta si ha entendido lo que vio. Como el joven no puede responder, Gurnemanz lo despide, considerándolo un tonto, y le advierte que cace gansos si quiere, pero que deje en paz a los cisnes. Una voz desde lo alto repite la promesa: "El joven inocente, iluminado por la compasión".

Acto II: El castillo de Klingsor

El acto comienza con una pieza musical de orquesta que se refiere a Klingsor y al Grial.

Escena 1: El castillo mágico

El segundo acto se abre en el castillo mágico de Klingsor, quien despierta a Kundry de su sueño. La llama por varios nombres, como Primera Hechicera y Herodías. Ella se resiste, pero no puede oponerse a su poder. Klingsor ve que Parsifal se acerca y llama a sus caballeros encantados para que luchen contra el joven. Klingsor observa cómo Parsifal derrota a los caballeros, que huyen.

Klingsor ve al joven dirigirse al jardín de las doncellas-flores y le ordena a Kundry que lo encuentre y lo engañe. Pero cuando se gira, ve que Kundry ya ha salido a cumplir su misión.

Archivo:Parsifal-kitsch
Tarjeta postal de Parsifal alrededor del año 1900; artista desconocido.

Escena 2: El jardín encantado

El joven victorioso se encuentra en un jardín encantado, rodeado de bellas doncellas-flores que intentan engañarlo. Lo llaman y se acercan a él, regañándolo por haber herido a sus "amantes". Pronto, luchan entre sí para ganar la atención exclusiva del joven, hasta el punto de que él está a punto de escapar.

Pero entonces, una voz lo llama: "¡Parsifal!". Él recuerda que ese es el nombre que su madre usaba cuando se le aparecía en sueños. Las doncellas-flores se retiran y lo llaman tonto mientras lo abandonan, dejándolo solo con Kundry, que aparece muy hermosa y atractiva.

Él se pregunta si este jardín es un sueño y cómo Kundry sabe su nombre. Kundry le dice que lo aprendió de su madre, en un largo relato. Le cuenta que su madre lo amaba y trató de protegerlo del destino de su padre, pero él la abandonó y ella, Herzeleide, murió de pena.

Después de estas revelaciones de Kundry, el joven se siente muy arrepentido, culpándose por la muerte de su madre. Comprende lo equivocado que estuvo al olvidarla. Kundry dice que darse cuenta de esto es una señal de comprensión y que, con un beso, ella puede ayudarlo a entender el amor de su madre.

En ese instante, Parsifal se da cuenta del dolor de Amfortas y grita su nombre. Siente el dolor del rey herido en su propio costado y ahora entiende el sufrimiento de Amfortas durante la ceremonia del Grial. Lleno de compasión, Parsifal rechaza los intentos de Kundry de engañarlo.

Furiosa por su fracaso, Kundry le dice a Parsifal que si puede sentir compasión por Amfortas, también debería sentirla por ella. Ella ha estado condenada a vagar por siglos, sin poder descansar, porque vio al Salvador llevando la Cruz y se burló de su sufrimiento. Ahora ella nunca puede llorar, solo reír, y está esclavizada por Klingsor.

Parsifal la rechaza de nuevo y le pide que lo guíe hasta Amfortas. Kundry le ruega que se quede con ella, aunque sea solo por una hora, y luego lo llevará ante Amfortas. Él la rechaza de nuevo, y entonces Kundry lo maldice a vagar sin encontrar jamás el Reino del Grial. Finalmente, ella llama a su maestro para que la ayude.

Klingsor aparece y arroja la Lanza a Parsifal, pero esta se detiene en el aire, sobre su cabeza. Parsifal la toma y hace el signo de la Cruz. El castillo se derrumba y, mientras él se va, le dice a Kundry que ya sabe dónde podrá encontrarlo de nuevo.

Acto III: El regreso y la redención

Después de un nuevo preludio orquestal, tranquilo y complejo, que simboliza el regreso de Parsifal, el tercer acto comienza como el primero, en el reino del Grial, pero muchos años después. Gurnemanz aparece envejecido. Oye lamentos cerca de su cabaña y descubre a Kundry inconsciente, como años atrás. La reanima con agua del Santo Manantial, pero ella solo pronuncia la palabra "servir". Gurnemanz siente que su reaparición en este día tiene un significado especial.

Mirando al bosque, ve que se acerca una figura con armadura negra y el rostro cubierto por un yelmo. Lleva una lanza, pero Gurnemanz no sabe quién es. Gurnemanz le pregunta, sin obtener respuesta. Finalmente, el recién llegado se quita el yelmo, y el anciano Gurnemanz lo reconoce como el joven que disparó al cisne. Con alegría, observa que la Lanza Sagrada es la que trae consigo.

Parsifal habla de su deseo de encontrar a Amfortas. Relata su largo viaje, vagando durante años, sin poder encontrar el camino de regreso al Grial. A menudo tuvo que luchar, pero nunca entregó la Lanza en batalla. Le dice a Gurnemanz que la maldición que le impedía encontrar el camino correcto ya no tiene efecto.

Gurnemanz le dice que, en su ausencia, Amfortas nunca ha vuelto a oficiar para los caballeros del Grial y que Titurel ha muerto. Parsifal se siente abrumado por el remordimiento, culpándose por esta situación. Gurnemanz le dice que hoy es el día del funeral de Titurel y que tiene un gran deber que cumplir.

Kundry lava los pies de Parsifal, y Gurnemanz lo unge con agua del Santo Manantial, reconociéndolo como el joven inocente, ahora iluminado por la compasión, y como el nuevo rey de los caballeros del Grial. A su vez, Parsifal bautiza a Kundry, quien permanece en silencio y con respeto.

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Final del acto III en la producción original de 1882; diseño de Paul von Joukowsky.

Parsifal mira a su alrededor y comenta la belleza de la naturaleza primaveral. Gurnemanz explica que hoy es Viernes Santo, cuando toda la creación se renueva por la Muerte del Salvador. Son los "encantamientos del Viernes Santo". Se oyen a lo lejos las campanas del templo de Monsalvat. Gurnemanz anuncia: "Mediodía, ha llegado la hora. ¡Mi señor, permite que tu siervo te guíe!" y los tres se dirigen al castillo del Grial. Una pieza musical de orquesta los acompaña a la solemne reunión de los caballeros en la escena 2.

Escena 2: El santuario del Grial

Los caballeros traen a Amfortas ante el santuario del Grial y el ataúd donde descansa su padre Titurel. Amfortas invoca a su padre para pedirle descanso de sus sufrimientos y desea unirse a él en la muerte. Los caballeros del Grial instan a Amfortas a mostrar el Grial de nuevo, pero él, enojado, dice que nunca más realizará el oficio ante la sagrada Copa. Les ordena a los caballeros que lo maten si así lo desean y que pongan fin a su sufrimiento y a la vergüenza que les ha causado.

En ese momento, Parsifal se adelanta y dice que solo un arma puede sanar la herida: con la Lanza toca el costado de Amfortas, quien queda curado y liberado de su culpa. El mismo Parsifal ordena que se descubra el Grial, reemplazando a Amfortas como celebrante. Mientras todos los presentes se arrodillan, Kundry, liberada de su maldición y redimida, cae sin vida al suelo. Al mismo tiempo, una paloma blanca desciende sobre el Grial y sobre Parsifal. El coro entona un canto de agradecimiento.

Discografía

Para más información sobre grabaciones de Parsifal, consulta Anexo: Discografía de Parsifal.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Parsifal Facts for Kids

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Parsifal para Niños. Enciclopedia Kiddle.