Enrique I de Inglaterra para niños
Datos para niños Enrique I de Inglaterra |
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Rey de Inglaterra y duque de Normandía | ||
Gran sello de Enrique I en su trono.
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Rey de Inglaterra | ||
5 de agosto de 1100-1 de diciembre de 1135 | ||
Predecesor | Guillermo II | |
Sucesor | Matilde I (de iure) Esteban I (de facto) |
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Duque de Normandía | ||
15 de octubre de 1106-1 de diciembre de 1135 | ||
Predecesor | Roberto II | |
Sucesor | Matilde I (de iure) Esteban I (de facto) |
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Información personal | ||
Coronación | 5 de agosto de 1100 | |
Nacimiento | c. 1068 probablemente Selby, Yorkshire, Inglaterra |
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Fallecimiento | 1 de diciembre de 1135 (aprox. 76-77 años) Lyons-la-Forêt, Normandía, Francia |
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Sepultura | abadía de Reading | |
Religión | católico | |
Familia | ||
Dinastía | Normandía | |
Padre | Guillermo I de Inglaterra | |
Madre | Matilde de Flandes | |
Consorte | Matilde de Escocia (matr. 1100; fall. 1118) Adela de Lovaina (matr. 1121; viu. 1135) |
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Hijos | Matilde de Inglaterra Guillermo Adelin Ver más... |
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Escudo de Enrique I de Inglaterra
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Enrique I (en inglés moderno, Henry I; c. 1068-1 de diciembre de 1135), llamado Enrique Beauclerc (‘Buen Sabio’ en francés) por sus intereses culturales, fue rey de Inglaterra desde 1100 hasta su muerte. Hijo de Guillermo I el Conquistador, recibió educación por parte de la Iglesia. Tras la muerte de su padre en 1087, sus hermanos mayores, Roberto Curthose y Guillermo Rufo, heredaron Normandía e Inglaterra, respectivamente, pero Enrique quedó sin posesiones. Adquirió el condado del Cotentin en Normandía occidental a su hermano Roberto, pero ellos le depusieron en 1091. Reconstruyó gradualmente su base de poder en el Cotentin y se alió con Guillermo contra Roberto. Estuvo presente cuando Guillermo murió en un accidente de cacería en 1100 y se apropió del trono inglés, con la promesa en su coronación de corregir muchas de las políticas menos populares de su hermano. Se casó con Matilde de Escocia, pero continuó teniendo amantes con quienes engendró varios hijos ilegítimos.
Su hermano Roberto amenazó el control sobre Inglaterra cuando lideró una invasión en 1101, pero esta campaña militar terminó en un acuerdo negociado que confirmó como rey a Enrique. La paz duró poco, ya que este invadió el Ducado de Normandía en 1105 y 1106 y finalmente derrotó a Roberto en la batalla de Tinchebray. Mantuvo a su hermano en prisión por el resto de su vida. Su control sobre Normandía fue desafiado por Luis VI de Francia, Balduino VII de Flandes y Fulco V de Anjou, quien promovió las reclamaciones del hijo de Roberto —Guillermo Clito— y apoyó una gran rebelión en el ducado entre 1116 y 1119. Después de la victoria inglesa en la batalla de Brémule, se acordó un acuerdo de paz con Luis VI en 1120.
Considerado por sus contemporáneos como un gobernante severo pero efectivo, manipuló hábilmente a los barones ingleses y normandos. En Inglaterra se inspiró en el sistema anglosajón de justicia, el gobierno local y la tributación, pero también lo fortaleció con instituciones adicionales, como el tesoro real y los jueces itinerantes. Normandía también se regía con un sistema de jueces y un tesoro público. Muchos de los funcionarios que manejaban el sistema de Enrique eran «hombres nuevos» con antecedentes oscuros, en lugar de familias de alto estatus, que ascendían en rango como administradores. El rey alentó la reforma eclesiástica, pero se vio envuelto en una grave disputa en 1101 con el arzobispo Anselmo de Canterbury, que se resolvió mediante un compromiso en 1105. Apoyó a la Orden de Cluny y tuvo un rol clave en la selección del clero de Inglaterra y Normandía.
Su único hijo varón y heredero legítimo, Guillermo Adelin, perdió la vida en el naufragio del Barco Blanco de 1120, poniendo en duda la sucesión real. Tomó una segunda esposa, Adela, con la esperanza de tener otro hijo, pero sus planes fracasaron. En respuesta, declaró a su hija Matilde heredera de la Corona y la desposó con Godofredo V de Anjou. Su relación con la pareja se tensó y estalló un conflicto a lo largo de la frontera con el condado de Anjou. Murió el 1 de diciembre de 1135 después de una semana de enfermedad. A pesar de sus planes con su hija Matilde, fue sucedido por su sobrino Esteban de Blois, lo que dio como resultado un período de guerra civil, conocido posteriormente como la Anarquía.
Contenido
Primeros años
Infancia y apariencia
Nació alrededor de 1068, en el verano o en las últimas semanas del año, posiblemente en la ciudad de Selby en Yorkshire. Su padre, Guillermo I el Conquistador, duque de Normandía, invadió Inglaterra en 1066 para convertirse en rey y estableció territorios que se extendían hasta Gales. La invasión había creado una clase dirigente anglonormanda, con propiedades que se extendían a ambos lados del canal de la Mancha. Estos barones solían tener fuertes vínculos con el Reino de Francia, que en ese entonces constituía un grupo de condados y entidades políticas más pequeñas bajo escaso control del monarca. Su madre, Matilde de Flandes, era nieta del rey Roberto II de Francia y, probablemente, nombró a su hijo por su tío Enrique I.
Era el más joven de los cuatro hijos de Guillermo I y Matilde. Físicamente se parecía a sus hermanos mayores Roberto Curthose, Ricardo y Guillermo Rufo; como David Carpenter describió, era «bajo [de estatura], fornido, con el pecho en forma de barril» y de cabello negro. Como resultado de sus diferencias de edad y la temprana muerte de Ricardo, probablemente veía relativamente poco a sus hermanos mayores. Probablemente conocía a su hermana Adela, ya que ambos tenían una edad similar. Existe pocos datos sobre sus primeros años; los historiadores Warren Hollister y Kathleen Thompson sugirieron que se crio en Inglaterra, mientras que Judith Green sostuvo que vivió inicialmente en el ducado. Probablemente fue educado por la Iglesia y por el obispo Osmundo, canciller del rey, en la catedral de Salisbury. No está claro si con esto sus padres tuviesen intención de destinarlo a la carrera eclesiástica; tampoco hasta qué punto se extendió su educación, pero probablemente era capaz de leer latín y contaba con algunos estudios en artes liberales. Recibió entrenamiento militar de un instructor llamado Robert Achard y luego fue armado caballero por su padre el 24 de mayo de 1086.
Territorios heredados
En 1087, Guillermo I fue herido gravemente en una campaña en el Vexin. Enrique se reunió con su moribundo padre cerca de Ruan en septiembre, donde se produjo el reparto de sus posesiones entre sus hijos. En esa época, las reglas de sucesión en Europa occidental variaban; en algunas partes de Francia, el principio de primogenitura —el hijo mayor hereda el título— estaba cada vez más extendido. En otras partes de Europa, como Normandía e Inglaterra, la tradición era dividir las tierras: el hijo mayor recibía los territorios patrimoniales —generalmente considerados los más valiosos— y los demás las tierras o fincas más pequeñas o recientemente adquiridas.
Al dividir sus tierras, Guillermo I parece haber seguido la tradición normanda, distinguiendo entre Normandía, que había heredado, e Inglaterra, que había obtenido por guerra. Su segundo hijo Ricardo había muerto en un accidente de cacería, lo que permitió a los otros hermanos heredar más posesiones. Roberto, el mayor, a pesar de estar a la sazón alzado en armas contra su padre, recibió Normandía y devino así en Roberto II. Inglaterra fue entregada a Guillermo Rufo, quien contaba con el favor del rey moribundo. Enrique recibió una gran suma de dinero, que normalmente se cifra en cinco mil libras, con la expectativa de que también se le daría el modesto grupo de tierras de su madre en Buckinghamshire y Gloucestershire. El entierro de Guillermo I en Caen estuvo marcado por las quejas airadas de un hombre, al que Enrique posiblemente acalló pagándole cierta cantidad de plata.
Roberto II regresó a Normandía esperando haber recibido tanto el ducado como Inglaterra, pero descubrió que Guillermo Rufo había cruzado el Canal y había sido coronado rey, como Guillermo II. Los dos hermanos discreparon fundamentalmente sobre la herencia y Roberto II pronto comenzó a planear invadir Inglaterra para apoderarse del reino, aprovechando una rebelión de algunos de los principales nobles contra su hermano. Enrique permaneció en Normandía y asumió un rol dentro de la corte de Roberto II, posiblemente porque no estaba dispuesto a enfrentarse abiertamente con su otro hermano o porque el duque podría haber aprovechado la oportunidad para confiscarle el dinero que había heredado de su padre, si hubiera tratado de irse. Guillermo II se apoderó de las nuevas propiedades de Enrique en Inglaterra, dejando a su hermano sin posesiones.
En 1088, los planes de Roberto II para la invasión de Inglaterra empezaron a fallar y recurrió a su hermano menor, a quien propuso que le prestara algo de su herencia, pero este se negó. Llegaron luego a un acuerdo alternativo, en virtud del cual el duque haría a su hermano conde de Normandía occidental a cambio de tres mil libras. Las tierras de Enrique formaban un nuevo condado basado en una delegación de la autoridad ducal en el Cotentin, si bien abarcaba tierras también del Avranchin y con jurisdicción sobre los obispados de ambas regiones. Esto también le dio influencia sobre dos importantes nobles normandos —Hugh d'Avranches y Richard de Redvers— y sobre la abadía del Monte Saint-Michel, cuyas tierras se extendían asimismo por el ducado. En cualquier caso, el duque nunca llevó a cabo la prevista invasión de Inglaterra, que quedó en manos de Guillermo II.
Conde del Cotentin
Se estableció como conde en poco tiempo y formó una red de seguidores al oeste de Normandía y el este de Bretaña, a quienes John Le Patourel apodó «la pandilla de Enrique». Entre sus primeros partidarios estaban Roger de Mandeville, Richard de Redvers, Richard d'Avranches y Robert Fitzhamon, junto con el eclesiástico Roger de Salisbury. Roberto II intentó deshacer su trato con su hermano y recuperar el condado, pero para entonces Enrique ya lo controlaba firmemente y lo impidió. La administración del ducado de Roberto II era caótica y algunos territorios de su hermano casi se independizaron de la autoridad de Ruan.
Durante este período, ninguno de sus hermanos parecían confiar en él. Regresó a Inglaterra en julio de 1088, después de que hubiese concluido la rebelión contra Guillermo II. Se entrevistó con el rey, pero no pudo persuadirlo de que le entregara las propiedades de su madre y partió de regreso a Normandía en el otoño. Sin embargo, mientras estuvo ausente, Odón, obispo de Bayeux, quien lo consideraba una potencial amenaza, había convencido a Roberto II de que sus hermanos conspiraban contra él. Al arribar, Odón lo capturó y encarceló en Neuilly-la-Forêt y el duque recuperó el condado del Cotentin. Permaneció prisionero durante el invierno, pero en la primavera de 1089, los miembros antiguos de la nobleza normanda impusieron al duque que lo liberara.
Aunque ya no era formalmente conde del Cotentin, continuó controlando el oeste de Normandía y la lucha entre los hermanos continuó. Guillermo II siguió aplastando toda resistencia a su autoridad en Inglaterra, al tiempo que empezaba a forjar una serie de alianzas contra Roberto II con barones de Normandía y de la vecina Ponthieu. Por su parte, el duque se alió con Felipe I de Francia. A finales de 1090, el rey inglés animó a Conan Pilatus, poderoso burgués de Ruan, a rebelarse contra Roberto II; contó con el apoyo de muchos de los habitantes de la ciudad y exhortó a las guarniciones ducales vecinas a que se pasasen a sus filas.
Roberto II hizo un llamado de ayuda a sus barones y su hermano Enrique fue el primero en llegar a Ruan en noviembre. La violencia estalló y se produjeron luchas callejeras feroces y confusas, ya que ambos bandos intentaron adueñarse de la ciudad. Los hermanos abandonaron el castillo para unirse a la batalla, pero luego el duque se retiró y dejó a su hermano que continuase la lucha. El enfrentamiento concluyó con la victoria de las fuerzas ducales y el apresamiento de Conan. Enrique estaba tan furioso con el burgués rebelde que lo llevó a lo más alto del castillo de Ruan y, desoyendo las ofertas del prisionero de pagarle un gran rescate, lo arrojó al vacío. Sus contemporáneos consideraron que había actuado apropiadamente con el castigo ejemplar a Conan y sus hazañas durante los combates en la ciudad lo hicieron famoso.
Caída y resurgimiento
A raíz de esto, su hermano lo expulsó de Ruan, probablemente porque este había descollado más en la lucha que él y posiblemente porque Enrique había pedido recuperar formalmente el título de conde del Cotentin. Guillermo II invadió Normandía a principios de 1091 con un ejército lo suficientemente grande como para forzar a su hermano el duque a parlamentar. Los dos firmaron un tratado en Ruan que otorgó al rey muchas tierras y castillos en Normandía. A cambio, Guillermo II prometió apoyar los intentos de su hermano de recuperar el control del vecino condado de Maine —que en el pasado había pertenecido a los normandos— y ayudarlo a restaurar su autoridad sobre todo el ducado, así como las tierras de Enrique. Cada uno hizo del otro su heredero, con lo que Enrique no podría obtener ninguno de los dos territorios mientras uno de los firmantes viviera.
Esto desató la guerra entre él y sus hermanos. Enrique reunió un ejército de mercenarios en el oeste de Normandía, pero, a medida que las fuerzas de Guillermo II y Roberto II avanzaban, su apoyo entre los barones se esfumó. Concentró sus fuerzas restantes en Mont-Saint-Michel, donde fue asediado, probablemente en marzo de 1091. El sitio era fácil de defender, pero carecía de agua dulce. El cronista Guillermo de Malmesbury afirmó que cuando el cercado se estaba quedando sin agua, Roberto II permitió que le llegasen suministros, lo que originó desavenencias entre él y Guillermo II. Los sucesos de los últimos días del asedio no están claros: los sitiadores habían comenzado a discutir sobre cómo proseguir la campaña, pero entonces Enrique abandonó Mont-Saint-Michel, probablemente como condición de la capitulación. Se fue a Bretaña y cruzó a Francia.
Los siguientes pasos de Enrique no están bien documentados; un cronista, Orderico Vital, aventuró que viajó por el Vexin francés, a lo largo de la frontera con Normandía, durante más de un año con un pequeño grupo de seguidores. Hacia el final del año, Roberto II y Guillermo II habían reñido nuevamente y rescindido el Tratado de Ruan. En 1092, Enrique y sus partidarios tomaron la ciudad de Domfront en Normandía. Esta había pertenecido hasta entonces a Robert de Bellême, pero a los habitantes les disgustaba su gobierno e invitaron a Enrique a hacerse cargo de la ciudad, cosa que hizo mediante un golpe de mano incruento. Durante los dos años siguientes, fue recobrando apoyos en el oeste de Normandía y formó lo que Judith Green denominó una «corte en la sombra». Hacia 1094, distribuía ya tierras y castillos a sus seguidores como si fuera el duque de Normandía. Guillermo II comenzó a apoyarle con dinero y le alentó en su campaña contra Roberto II; Enrique utilizó parte de estos fondos para construirse un recio castillo en Domfront.
Guillermo II cruzó a Normandía para hacer la guerra a Roberto II en 1094 y, cuando el conflicto se estancó, pidió ayuda a su hermano, que marchó a Londres en lugar de unirse a la campaña principal que se libraba al este del ducado, posiblemente a petición de su hermano, quien de todos modos abandonó la lucha y regresó a Inglaterra. En los años que siguieron, Enrique parece haber afianzado su poder en el oeste de Normandía y visitado ocasionalmente Inglaterra para asistir a la corte de su hermano. En 1095, el papa Urbano II convocó a la primera cruzada y exhortó a los caballeros de toda Europa a participar en ella. Roberto II se unió a la cruzada y pidió prestado dinero a Guillermo II para hacerlo, entregándole como aval la custodia temporal de su parte del ducado. El rey parecía seguro de recuperar el resto de Normandía. Enrique había estrechado lazos con Guillermo II y ambos campearon en el Vexin normando entre 1097 y 1098.
Reinado
Consolidación
Ascenso al trono
Guillermo II salió de montería por el New Forest la tarde del 2 de agosto de 1100, por un grupo de cazadores y miembros de la nobleza normanda, entre ellos su hermano Enrique. Alguien disparó una flecha, posiblemente el barón Walter Tirel, que alcanzó al rey. Surgieron numerosas teorías de conspiración que afirmaban que el rey había sido herido deliberadamente; la mayoría de los historiadores modernos las rechazan, ya que la cacería era una actividad arriesgada y tales accidentes eran comunes. Después de esto, desposeyó a la pareja de casi todas sus tierras en Normandía.
Su situación mejoró en mayo de 1119 cuando indujo a Fulco V a cambiar de bando al acordar el compromiso de Guillermo Adelin con su hija Matilde, así como el pago de una gran suma de dinero. Fulco V se trasladó al Levante y dejó el condado de Maine a cargo del rey inglés, quien ya tenía vía libre para concentrarse en erradicar a sus enemigos restantes. Durante el verano, avanzó hacia el Vexin normando, donde se encontró con el ejército de Luis VI, con el que disputó la batalla de Brémule. Parece ser que Enrique despachó exploradores y luego desplegó a sus caballeros, desmontados, en varias líneas cuidadosamente formadas. A diferencia de las fuerzas anglonormandas, los caballeros franceses permanecieron montados; cargaron apresuradamente contra las posiciones anglonormandas y rompieron la primera línea de defensa, pero luego se enredaron en la segunda línea de caballeros de Enrique. Rodeado, el ejército francés comenzó a desorganizarse. En la confusa lid, el rey inglés recibió golpe de espada, que desvió la armadura. Finalmente Luis VI y Guillermo Clito huyeron del campo de batalla, lo que permitió a Enrique regresar victorioso a Ruan.
La guerra fue apagándose lentamente después de la batalla y Luis VI presentó la disputa sobre Normandía ante el concilio que el papa Calixto II celebró en Reims en octubre. Enrique se enfrentó a una serie de demandas francesas sobre su adquisición y posterior gestión de Normandía; su posición la defendió Godofredo, arzobispo de Ruan, a quien los miembros profranceses del concilio acallaron con sus gritos. Sin embargo, Calixto II declinó apoyar a Luis VI y simplemente aconsejó a los monarcas que buscaran la paz. Amaury III de Montfort llegó a un acuerdo con Enrique, no así este y Guillermo Clito, que no alcanzaron un pacto mutuamente satisfactorio. Los dos reyes hicieron las paces formalmente en junio de 1120, en términos ventajosos para Enrique: Guillermo Adelin rindió homenaje a Luis VI y, a cambio, este reconoció sus derechos sobre el ducado.
Crisis de sucesión
La sucesión estuvo en jaque por el hundimiento del Barco Blanco el 25 de noviembre de 1120. Enrique había zarpado del puerto de Barfleur para Inglaterra al atardecer; su hijo y muchos de los miembros más jóvenes de la corte debían seguirlo esa noche en otra embarcación, el Barco Blanco. Tanto la tripulación como los pasajeros estaban ebrios y, justo al salir del puerto, el navío golpeó una roca sumergida. El barco se hundió; murieron aproximadamente trescientas personas y solo hubo un superviviente, un carnicero de Ruan. Al principio, la corte real estaba demasiado asustada para comunicar al rey la muerte de su hijo. Cuando finalmente se lo dijeron, se desplomó de dolor.
El naufragio lo dejó sin hijo varón legítimo, por lo que sus sobrinos pasaron a ser los herederos masculinos más cercanos. Enrique anunció que tomaría una nueva esposa, Adela de Lovaina, con la perspectiva de tener un nuevo hijo de sangre real; ambos se casaron en el castillo de Windsor en enero de 1121. Aparentemente la eligió porque era atractiva y descendía de un prestigioso linaje noble. Adela posiblemente le tuvo afecto y le acompañaba en sus viajes, probablemente para aumentar las posibilidades de concebir . El desastre del Barco Blanco desató un nuevo conflicto en Gales, donde el ahogamiento de Ricardo, conde de Chester, alentó una rebelión dirigida por Maredudd ap Bleddyn. El rey intervino en el norte de Gales ese verano con un ejército y, aunque fue atinado por una flecha galesa, la campaña reafirmó su poder en la región.
Con su hijo muerto, la alianza con Anjou —basada en que Guillermo se casaría con la hija de Fulco V— comenzó a desintegrarse. Fulco V regresó del Levante y exigió que le devolviera a su hija, su dote y varias propiedades y fortificaciones en Maine. Matilde regresó a Anjou, pero Enrique argumentó que en realidad la dote le había pertenecido antes de llegar a manos de Fulco V, por lo que declinó devolver las propiedades a Anjou. Fulco V desposó a su hija Sibila con Guillermo Clito y les otorgó Maine. Una vez más, estalló un nuevo conflicto cuando Amaury III de Montfort se alió con Fulco V y acaudilló una revuelta a lo largo de la frontera normanda-angeniva en 1123. Amaury III se unió a otros barones normandos, encabezados por Galerano de Beaumont, conde de Meulan y uno de los hijos del antiguo aliado de Enrique, Robert de Meulan.
Enrique envió primero a Roberto de Gloucester y Ranulf le Meschin a Normandía y luego intervino personalmente a fines de 1123. Acometió el asedio de los castillos rebeldes, antes de pasar el invierno en el ducado. Retomó la campaña en la primavera. A Ranulf le comunicaron que los rebeldes regresaban a una de sus bases en Vatteville, lo que le permitió tenderles una emboscada mientras se dirigían a Rougemontiers; Galerano cargó contra las fuerzas reales, pero sus caballeros fueron derribados por los arqueros de Ranulf y los rebeldes se vieron rápidamente derrotados. Galerano fue capturado, pero Amaury III escapó. Enrique liquidó el resto de la rebelión, cegó a algunos de los cabecillas rebeldes —un castigo que se consideraba por entonces más misericordioso que la ejecución— y recuperó los últimos castillos rebeldes. El rey pagó al papa Calixto II una importante suma de dinero a cambio de que anulara el matrimonio de Guillermo Clito y Sibila por razones de consanguinidad.
Planificación de su sucesión
Enrique y su nueva esposa no concibieron hijos, lo que generó inquietantes especulaciones sobre la posible explicación, mientras el futuro de la dinastía parecía estar en riesgo. El rey empezó probablemente a buscar un heredero de entre sus sobrinos. Puede que escogiese a Esteban de Blois y, tal vez por ello, arregló un matrimonio ventajoso para él con una acaudalada heredera, Matilde. Teobaldo de Blois, su estrecho aliado, posiblemente también sintió que contaba con el favor del rey. Guillermo Clito, la opción preferida por Luis VI, estaba enemistado con Enrique y, por tanto, estaba descartado. Posiblemente el rey también sopesase la candidatura de su hijo ilegítimo Roberto de Gloucester, pero la tradición y las costumbres inglesas hubiesen pesado en su contra.
Sus planes cambiaron cuando el consorte de su hija Matilde, el emperador teutón Enrique V, murió en 1125. Convocó a su hija a Inglaterra al año siguiente y declaró que, si él moría sin heredero varón, ella sería su legítima sucesora. Los barones anglonormandos se reunieron en Westminster en la Navidad de 1126, donde juraron reconocerla sucesora y cualquier futuro heredero legítimo que pudiera tener. Presentar de esta manera a una mujer como heredera era desacostumbrado: parte de la corte inglesa siguió oponiéndose a la entronización de Matilde, que también rehusaba con vehemencia Luis VI.
Otro conflicto estalló en 1127 cuando Carlos, conde de Flandes y sin descendencia murió, lo que originó una crisis de sucesión en el condado. Guillermo Clito fue elegido nuevo conde por los flamencos, con el respaldo por Luis VI. Este ascenso amenazó potencialmente a Normandía; Enrique financió una guerra subsidiaria en Flandes y alentó las reclamaciones de los rivales flamencos de Guillermo. En un esfuerzo por quebrar la alianza francesa con Guillermo, emprendió una ofensiva contra Francia en 1128 que obligó a Luis VI a cesar su ayuda al nuevo conde, que murió inesperadamente en julio; desapareció así el último rival importante del gobierno de Enrique y la guerra en Flandes terminó. Sin Guillermo, la oposición de los barones de Normandía quedó descabezada. Se hizo una nueva paz con Francia y Enrique finalmente pudo liberar a los prisioneros restantes de la revuelta de 1123, entre ellos a Galerano de Beaumont, que fue rehabilitado y volvió a la corte real.
Mientras tanto, reconstituyó su alianza con Fulco V de Anjou, esta vez desposando a Matilde con su hijo mayor, Godofredo V. La pareja se comprometió en 1127 y se casó el año siguiente. Se desconoce si Enrique tenía la intención de conceder a Godofredo V derechos sobre Inglaterra o Normandía y probablemente mantuvo la situación de su yerno deliberadamente vaga. Del mismo modo, aunque a su hija le cedió varios castillos de Normandía como parte de su dote, no se especificó cuándo la pareja realmente tomaría posesión de ellos. Fulco V abandonó Anjou rumbo a Jerusalén en 1129 y declaró a su hijo conde de Anjou y Maine. El matrimonio resultó difícil, ya que la pareja no se agradaba y los disputados castillos demostraron ser un motivo frecuente de conflictos; todo ello determinó que Matilde regresara a Normandía ese mismo año. Aparentemente el rey culpó a su yerno por la separación, pero en 1131 la pareja se reconcilió. Para mayor placer y alivio de Enrique, su hija dio a luz a dos hijosː Enrique y Godofredo, en 1133 y 1134, respectivamente.
Muerte y legado
Muerte
Las relaciones entre Enrique, Matilde y Godofredo V se volvieron cada vez más tensas durante los últimos años de aquel. La pareja sospechaba que carecía de un apoyo genuino en Inglaterra. En 1135 solicitaron al rey a entregar en vida los castillos reales de Normandía a su hija e insistieron en que la nobleza normanda le jurara lealtad inmediatamente, acciones que debían afirmar la posición de Matilde y Godofredo V cuando falleciese Enrique. El rey se negó enfurecido, probablemente por temor a que su yerno intentara tomar el poder en Normandía. Estalló una nueva rebelión entre los barones en el mediodía normando, dirigida por Guillermo, conde de Ponthieu, en la cual Godofredo V y Matilde intervinieron en apoyo de los rebeldes.
Enrique hizo campaña durante el otoño, fortaleció la frontera sur y después viajó a Lyons-la-Forêt en noviembre para disfrutar de un poco de cacería, aparentemente en buen estado de salud. Allí cayó enfermo —según el cronista Enrique de Huntingdon comió demasiadas («un exceso de») lampreas, en contra del consejo de su médico— y su condición empeoró en el transcurso de una semana. Una vez su estado pareció terminal, se confesó y convocó al arzobispo Hugues de Amiens, al que se unieron Roberto de Gloucester y otros miembros de la corte. Siguiendo la costumbre, se hicieron preparativos para saldar las deudas pendientes y revocar las sentencias de incautación pendientes. Enrique murió el 1 de diciembre de 1135 y su cadáver fue llevado a Ruan, acompañado por los barones, donde fue embalsamado; sus entrañas fueron enterradas en el priorato de Notre-Dame-du-Pré y el cuerpo preservado fue llevado a Inglaterra e inhumado en la abadía de Reading.
A pesar de sus esfuerzos, la sucesión fue disputada. Cuando se extendieron las noticias sobre la muerte del rey, Godofredo V y Matilde estaban en Anjou apoyando a los rebeldes en su campaña contra el ejército real, que incluía a varios partidarios de la hija del rey como Roberto de Gloucester. Muchos de estos barones habían jurado permanecer en Normandía hasta que el difunto monarca fuese enterrado adecuadamente, lo que les impidió regresar a Inglaterra. La nobleza normanda discutió y proclamó rey a Teobaldo de Blois. Sin embargo, su hermano menor, Esteban de Blois, partió inmediatamente de Boulogne a Inglaterra, acompañado por sus hombres. Con la ayuda de su hermano, Enrique de Blois, tomó el poder en Inglaterra y fue coronado rey el 22 de diciembre. Matilde no renunció a su reclamo sobre Inglaterra y Normandía, lo que llevó a una prolongada guerra civil conocida como la Anarquía que se libró entre 1135 y 1153.
Valoraciones historiográficas
Los historiadores han recurrido a varias fuentes, como los relatos de cronistas y los primeros rollos de registros financieros; también los edificios y arquitectura sobrevivientes. Los tres cronistas principales que describieron los eventos de la vida de Enrique fueron Guillermo de Malmesbury, Orderico Vital y Enrique de Huntingdon, pero cada uno incorporó extensos comentarios sociales y morales en sus relatos y tomaron prestados diversos recursos literarios y eventos estereotípicos de diferentes obras populares. Otros cronistas fueron Eadmer, Hugo el Cantor, el abad Suger y los autores de la Crónica de los príncipes. No todos los documentos reales del período han sobrevivido, pero existe una serie de actas reales, cartas, escritos y misivas, junto con algunos registros financieros tempranos. Se ha descubierto que algunos de estos eran falsificaciones y otros han sido modificados o manipulados posteriormente.
Los historiadores de la Baja Edad Media retomaron relatos de cronistas seleccionados sobre la educación del rey, apodándolo «Beauclerc» («Buen Sabio» en francés), tema que se hizo eco del análisis de historiadores victorianos y eduardianos, como Francis Palgrave y Henry William Carless Davis. Charles David desestimó estos trabajos en 1929 y argumentó que las afirmaciones más excepcionales de la educación de Enrique carecían de fundamento. Los relatos modernos comenzaron con el trabajo de Richard Southern a principios de los años 1960, seguido por una extensa investigación durante el resto del siglo XX en una variedad de temas de su reinado en Inglaterra y un número más limitado sobre su gobierno en Normandía. Solo se han producido dos biografías principales y modernas sobre Enrique: el volumen póstumo de Warren Hollister en 2001 y el trabajo de Judith Green en 2006.
La interpretación de su personalidad por los historiadores ha cambiado con el tiempo. Los primeros historiadores —como Austin Lane Poole y Richard Southern— le consideraban un gobernante cruel y draconiano. Los más recientes —como Hollister y Green— observaron su implementación de la justicia como mucho más compasiva, particularmente cuando se compara con los estándares del momento, pero incluso Green opinó que era, «en muchos, aspectos muy desagradable» y Alan Cooper advirtió que varios cronistas contemporáneos estaban probablemente tan asustados del rey como para expresar muchas críticas. Los historiadores también han debatido en qué medida las reformas administrativas constituyeron genuinamente —en lo que Hollister y John Baldwin denominaron— una introducción de la «realeza administrativa» sistemática o si su perspectiva seguía siendo fundamentalmente tradicional.
Su tumba en la abadía de Reading estaba marcada por una cruz local, pero el monasterio fue demolido poco a poco durante la disolución de los monasterios en el siglo XVI. La ubicación exacta de la tumba es incierta, pero la más probable se encuentra en una zona edificada del centro de Reading, en donde se situaba el coro de la abadía. Se anunció un plan para localizar sus restos en marzo de 2015, con el apoyo de la agencia English Heritage y Philippa Langley, quienes participaron en la exhumación de Ricardo III en septiembre de 2012.
Descendientes
Legítimos
Aparte de Matilde y Guillermo, posiblemente tuvo un hijo efímero, Ricardo, de su primer matrimonio con Matilde de Escocia. No tuvo hijos con su segunda esposa Adela de Lovaina.
Ilegítimos
Tuvo varios hijos ilegítimos por distintas amantes.
- Hijos
- Roberto de Gloucester (n. c. 1090).
- Richard: hijo de Ansfride, criado por Robert Bloet, obispo de Lincoln.
- Reginald de Dunstanville, conde de Cornualles (n. c. 1110-1120): posiblemente nacido de Sibyl Corbet.
- Robert FitzEdith «Hijo del Rey»: nacido de Ede, hija de Forne.
- Gilbert FitzRoy: posiblemente nacido de una hija sin nombre documentado o hija de Walter de Gand.
- Guillermo de Tracy (n. c. 1090).
- Henry FitzRoy: posiblemente hijo de Nest ferch Rhys.
- Fulk FitzRoy: posiblemente hijo de Ansfride.
- William: hermano de Sibila de Normandía, probablemente hermano de Reginald de Dunstanville.
- Hijas
- Matilde FitzRoy, condesa de Perche.
- Matilde FitzRoy, duquesa de Bretaña.
- Juliana de Fontevrault: esposa de Eustaquio de Breteuil: posiblemente hija de Ansfrida.
- Mabel, esposa de William Gouet.
- Constanza, vizcondesa de Beaumont-sur-Sarthe.
- Alice FitzRoy: esposa de Mateo de Montmorency.
- Isabel: hija de Isabel de Beaumont, condesa de Pembroke.
- Sibila de Normandía, reina consorte de Escocia (n. c. 1100).
- Matilde FitzRoy, abadesa de Montivilliers.
- Gundrada de Dunstanville.
- Posiblemente Rohese: esposa de Henry de la Pomerai.
- Emma; esposa de Guy de Laval.
- Adeliza FitzRoy.
- La esposa (sin nombre documentado) de Fergus de Galloway.
- Posiblemente Sibila de Falaise.
Ancestros
Ancestros de Enrique I de Inglaterra | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Véase también
En inglés: Henry I of England Facts for Kids