Tercer bombardeo de Buenos Aires para niños
Datos para niños Tercer bombardeo de Buenos Aires |
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Guerra de Independencia de la Argentina | ||||
![]() Pueblo y rada de Buenos Aires
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Fecha | 4 de marzo de 1812 | |||
Lugar | Buenos Aires, Argentina 34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361, -58.38167 |
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Coordenadas | 34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361111, -58.38166667 | |||
Resultado | Victoria de las Provincias Unidas del Río de la Plata | |||
Beligerantes | ||||
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El Tercer bombardeo de Buenos Aires fue un ataque naval que ocurrió el 4 de marzo de 1812. Fue ordenado por el gobierno de Montevideo y llevado a cabo por una flota al mando del capitán José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo.
Este ataque marcó el fin de un acuerdo de paz que se había hecho unos meses antes. La razón principal fue obligar al gobierno de Buenos Aires, conocido como el Primer Triunvirato, a dejar de apoyar a los grupos que se oponían a Montevideo en la Banda Oriental (hoy Uruguay).
Contenido
Antecedentes de los Conflictos en el Río de la Plata
El Inicio de la Revolución de Mayo
El 25 de mayo de 1810, un grupo de personas en Buenos Aires decidió cambiar el gobierno, quitando al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y formando la Primera Junta. Sin embargo, las autoridades de Montevideo, que dependían de Buenos Aires, no estuvieron de acuerdo. Ellos decidieron seguir reconociendo al gobierno de España en Cádiz.
El Asedio de Montevideo y el Control del Río
Después de que la gente de la Banda Oriental se levantara, Montevideo fue rodeada por tierra. Las fuerzas de José Gervasio Artigas y las tropas de Buenos Aires, lideradas por José Rondeau, participaron en este asedio.
Pero el control de Montevideo no era completo. La flota de España dominaba el Río de la Plata y sus ríos principales, el Uruguay y el Paraná. La primera flota creada por los patriotas de Buenos Aires para desafiar este control fue vencida el 2 de marzo de 1811. Esto ocurrió en el combate naval de San Nicolás, donde la flota de Montevideo, al mando de Jacinto de Romarate, ganó.
El Bloqueo de Buenos Aires
Gracias a esta victoria, las fuerzas de España pudieron evitar que Montevideo cayera. También lograron bloquear el puerto de Buenos Aires por mar. Esto era un problema para Buenos Aires, ya que dependía de su aduana para obtener dinero. Además, los barcos de España hacían ataques constantes en los ríos interiores para molestar a las poblaciones cercanas y conseguir provisiones.
Francisco Javier Elío, quien regresó de España como virrey, quería que todo volviera a ser como en 1810. Su idea era que Buenos Aires se retirara de la Banda Oriental y dejara de apoyar a los rebeldes. A cambio, Montevideo levantaría su bloqueo naval. Todo esto se mantendría hasta que el gobierno de España tomara una decisión final.
Los Primeros Ataques a Buenos Aires
El Primer Bombardeo de Buenos Aires (1811)
En julio de 1811, Elío envió una pequeña flota de ocho barcos ligeros. Estaban al mando del capitán Juan Ángel Michelena. La orden era bombardear la ciudad de Buenos Aires sin avisar antes. Solo después del ataque, debían presentar un acuerdo para que fuera aceptado sin discusión.
El 15 de julio, Michelena llegó cerca del puerto de Buenos Aires. Se posicionó y, alrededor de las 10 de la noche, comenzó el bombardeo. Duró hasta la una de la mañana del 16 de julio.
Solo una lancha con un cañón, el único barco disponible, respondió al fuego. Estaba al mando de Hipólito Bouchard. El daño a la ciudad no fue grande, y solo dos personas resultaron heridas.
El 16 de julio por la mañana, Michelena envió las condiciones del acuerdo. Estas incluían que ambos lados retiraran sus tropas y levantaran los bloqueos. También se ofrecía perdón y libertad para mover bienes y personas. Sin embargo, el bombardeo sin previo aviso y la forma en que se presentó el acuerdo hicieron imposible que la Junta de Buenos Aires lo aceptara. La gente estaba muy enojada por el ataque a una ciudad sin defensas.
Después de que la Junta rechazara el acuerdo, Michelena volvió a posicionar su flota para atacar. Pero, aprovechando la noche y en contra de sus órdenes, la flota de España se retiró a su base en la Isla Martín García.
El Segundo Bombardeo de Buenos Aires (1811)
Después del primer ataque, Elío propuso negociar con la Junta de Buenos Aires. La Junta aceptó y envió a Montevideo a Gregorio Funes, José Julián Pérez y Juan José Paso.
Sin embargo, el 15 de agosto, mientras las negociaciones seguían, Elío ordenó a Michelena atacar de nuevo si no se aceptaban las condiciones del 15 de julio. El 19 de agosto por la mañana, Michelena desplegó sus fuerzas y comenzó un fuego constante. Pero, como no se atrevió a acercarse, el ataque fue inútil.
Después de casi cinco horas de disparos, los barcos de España se retiraron. La gente de Buenos Aires y los marineros de las pequeñas cañoneras defensoras se burlaron de ellos.
El Tercer Bombardeo de Buenos Aires
La Situación Antes del Ataque
El 23 de septiembre de 1811, la Junta Grande de Buenos Aires fue reemplazada por el Primer Triunvirato. Este nuevo gobierno firmó un acuerdo de paz con Elío el 20 de octubre de 1811. Este acuerdo devolvía a España no solo la Banda Oriental, sino también las ciudades de Gualeguaychú, Gualeguay y Concepción del Uruguay en Entre Ríos. Además, dejaba sin apoyo a los grupos de la Banda Oriental. El acuerdo también incluía la retirada de las fuerzas de Portugal que habían invadido la Banda Oriental.
Elío regresó a España el 18 de noviembre, y Gaspar de Vigodet asumió como Gobernador de Montevideo. Vigodet quería que el acuerdo fracasara. Envió al capitán José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo a Buenos Aires para quejarse de que no se estaba cumpliendo el tratado. Aunque Buenos Aires seguía apoyando a los grupos de la Banda Oriental, las fuerzas de Portugal tampoco se habían retirado como se había acordado. La respuesta del gobierno de Buenos Aires fue darle dos horas para irse. Así, el 6 de enero de 1812, el puerto de Montevideo se cerró, y Vigodet consideró que el acuerdo de paz estaba roto.
El 26 de enero, Miguel de la Sierra tomó el mando en Montevideo. Se ordenó reiniciar los ataques a Buenos Aires. El 4 de marzo, la flota de bloqueo, compuesta por 7 barcos, incluido el bergantín Cisne, al mando de Primo de Rivera, se movió y tomó posiciones al mediodía.
El Ataque y la Defensa de la Ciudad
El gobernador de la ciudad, el coronel Miguel de Azcuénaga y Basavilbaso, ordenó preparar las baterías del muelle y de la fortaleza. Sin embargo, el gobierno de Buenos Aires pensó que las negociaciones con Montevideo aún no habían terminado. Por eso, decidieron no iniciar los ataques, perdiendo la oportunidad de disparar mientras el enemigo se posicionaba.
Primo de Rivera pudo anclar sin problemas frente al muelle. Sin hablar ni avisar, abrió fuego con balas sobre las baterías, el barco Hiena al mando de Tomás Taylor y una cañonera patriota. Como en ocasiones anteriores, la gente de la ciudad mostró mucho entusiasmo. Se reunieron en la orilla y en la Plaza Mayor. Una multitud llevó dos cañones grandes a la orilla, donde se montó rápidamente una tercera batería. Otros recogían los proyectiles lanzados por el enemigo para que las baterías pudieran usarlos.
Después de cincuenta minutos de intercambio de disparos, la flota de España se retiró. Los daños y las personas heridas en ambos lados no fueron muchos. Los proyectiles y la munición que usó Primo de Rivera, especialmente dada la situación de Montevideo, valían mucho más que el daño que causaron.
El gobierno de Buenos Aires publicó un mensaje celebrando que el ataque había fracasado:
"El gobierno de Montevideo ha invadido vuestros hogares sin respeto a las negociaciones pendientes. En los transportes de su desesperación, ha querido proporcionarse el placer de ver destruídos vuestros edificios y dar un día de consternación a vuestras inocentes familias. Pero vosotros, en la inutilidad de sus esfuerzos, habéis visto como la Providencia protege la causa del justo... Ciudadanos: es necesario que la espada rompa la cadena que nos preparan los tiranos, que más vale morir libres que vivir esclavos"Carranza, obra citada, página 145.
Conclusión del Conflicto
No hubo más bombardeos a Buenos Aires. Los ataques habían fracasado en todos los sentidos. Habían gastado recursos que eran escasos y habían fortalecido al enemigo. Ni el primer ataque, que buscaba asustar a la gente, ni los siguientes, que intentaban destruir las pequeñas fuerzas navales patriotas, lograron sus objetivos. Incluso fueron contraproducentes: los daños fueron mínimos, el patriotismo de los ciudadanos se hizo más fuerte, y las fuerzas de España perdieron la moral al atacar sin aviso una ciudad sin defensas.
Con sus recursos disminuyendo rápidamente y sin ayuda de España, que también estaba en conflicto, Vigodet tuvo que pedir ayuda al Virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa, en marzo de ese año. También decidió que su flota se concentrara en hacer ataques pequeños y conseguir provisiones en los ríos interiores.
El gobierno de Buenos Aires se hizo lo suficientemente fuerte. El 20 de mayo, pudo conseguir suficientes armas. Además, el 24 de mayo se firmó un acuerdo de paz con Juan Rademaker, enviado de Portugal, que aseguraba la retirada de las fuerzas de ocupación en la Banda Oriental. Esto permitió a Buenos Aires iniciar el segundo asedio de Montevideo.