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Miguel de la Sierra para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Miguel de la Sierra
Información personal
Nacimiento 1763
Guarnizo, Cantabria, España
Fallecimiento 1827
Ferrol, La Coruña, España
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Militar
Lealtad Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg España
Rama militar Armada Española
Mandos Comandante del Apostadero de Montevideo.
Rango militar Brigadier
Conflictos Combate del Cabo Santa María y Combate naval del Buceo

Miguel de la Sierra (nacido en Guarnizo, Cantabria, en 1763 y fallecido en Ferrol, La Coruña, en 1827) fue un importante marino español. Sirvió como Comandante del Apostadero de Montevideo entre los años 1812 y 1814.

Miguel de la Sierra: Un Marino Español

Miguel de la Sierra fue un militar de la Armada Española que vivió en una época de muchos cambios y conflictos. Su carrera estuvo marcada por importantes batallas navales y por su papel en la defensa de los intereses españoles en América.

Primeros Años y Carrera Militar

Miguel de la Sierra nació en 1763 en Guarnizo, una localidad de Cantabria, España. Desde joven se dedicó a la vida militar, ingresando en la Armada Española. Con el tiempo, fue ascendiendo de rango, demostrando su habilidad y compromiso.

El Combate del Cabo Santa María (1804)

En agosto de 1804, Miguel de la Sierra era el segundo al mando de la fragata Medea. Esta nave formaba parte de una flota de cuatro fragatas españolas que regresaban a España desde América. Llevaban consigo una gran cantidad de dinero y objetos de valor, además de muchas personas, incluyendo familias.

El 5 de octubre de 1804, cerca del Cabo Santa María, la flota española fue interceptada por cuatro fragatas inglesas. Aunque no había una guerra declarada en ese momento, los ingleses tenían órdenes de detener el convoy. El comandante español, José de Bustamante y Guerra, se negó a rendirse.

Se inició un combate naval. Durante la lucha, un disparo alcanzó el almacén de pólvora de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, que explotó. Solo 52 de sus 315 tripulantes lograron sobrevivir. Después de este trágico evento, Bustamante se rindió con dos de las fragatas, y la cuarta fue capturada poco después. Este combate, conocido como el Combate del Cabo de Santa María, llevó a que España declarara la guerra a Gran Bretaña en enero de 1805.

Comandante en Montevideo (1812-1814)

En 1811, Miguel de la Sierra, ya con el rango de capitán de navío, fue nombrado Comandante del Apostadero de Montevideo. En ese momento, la ciudad de Montevideo estaba bajo el control español y se enfrentaba a grupos que buscaban la independencia en Buenos Aires. Su misión era defender la plaza y mantener el control de las vías fluviales.

El Control de los Ríos

Montevideo, con su flota, controlaba los ríos importantes como el Río de la Plata, el Río Paraná y el Río Uruguay. Esto permitía a los españoles realizar ataques y conseguir suministros, lo que era vital para mantener la ciudad, que estaba siendo asediada por tierra.

Sin embargo, el bloqueo naval que los españoles intentaban imponer sobre Buenos Aires no era del todo efectivo. Muchos barcos extranjeros, especialmente ingleses y estadounidenses, seguían comerciando. Para intentar detener este comercio, en 1813 se declaró que cualquier barco que saliera de Buenos Aires con permisos de los grupos independentistas sería capturado. Miguel de la Sierra también estableció reglas para los barcos que navegaban por el río.

Preparativos para la Batalla

A finales de 1813, los grupos de las Provincias Unidas del Río de la Plata decidieron crear una nueva flota para cambiar la situación en la región. En febrero de 1814, esta nueva flota estaba lista para operar bajo el mando de Guillermo Brown.

Miguel de la Sierra ordenó a uno de sus mejores comandantes, Jacinto de Romarate, que reforzara la Isla Martín García. Esta isla era estratégica para impedir ataques y para servir como hospital y punto de abastecimiento. Romarate permaneció en la isla, y el 10 de marzo de 1814, Brown lo atacó. Aunque la nave principal de Brown sufrió daños, los grupos independentistas lograron desembarcar y capturar la isla. Romarate, sin municiones y sin recibir ayuda de Montevideo, tuvo que retirarse.

La falta de apoyo a Romarate causó mucha indignación en Montevideo. El capitán José Primo de Rivera, quien debía haber ayudado a Romarate, retrasó su salida y regresó rápidamente a la bahía por temor a enfrentarse a Brown. Esta desobediencia mostró la difícil situación en la que se encontraba la plaza de Montevideo.

La Batalla del Buceo (1814)

Después de la captura de la Isla Martín García, Brown bloqueó Montevideo por mar a partir del 14 de abril de 1814. Aunque el número de barcos era similar, la flota española carecía de marineros y oficiales bien entrenados. Tuvieron que reclutar a prisioneros y ciudadanos sin experiencia naval.

Un Desafío para la Flota Española

A pesar de que la mayoría de los comandantes militares estaban en contra, el gobierno de Montevideo decidió presentar batalla. Como el capitán Primo de Rivera se excusó por enfermedad, Miguel de la Sierra, el Comandante del Apostadero, tuvo que tomar el mando de la flota y encargarse de la instrucción de los nuevos reclutas.

La falta de entrenamiento de los marineros era tan grande que Miguel de la Sierra tuvo que idear un método especial para dar órdenes. Usaba naipes que colocaba en los mástiles y cuerdas de los barcos para que las órdenes fueran más fáciles de entender, como "¡As de Oro!" o "¡Rey de Palos!".

El Desarrollo del Combate

Finalmente, el 14 de mayo, la flota española salió para enfrentarse a la de Brown en el Puerto del Buceo. La flota española estaba compuesta por 10 barcos con 1.087 hombres y 155 cañones. La flota de Brown tenía 8 barcos con más de mil cien hombres y 147 cañones.

Al principio, la flota de Brown se alejó, siendo perseguida por los españoles. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la costa, Brown dio la orden de iniciar el combate. Sin embargo, el viento cesó rápidamente, y el cañoneo fue breve.

Al anochecer, el barco de Miguel de la Sierra, el Hiena, se alejó del resto de la flota después de recibir disparos del barco de Brown. El Hiena era el barco más rápido, por lo que el resto de la flota quedó a su suerte. Brown afirmó que el Hiena había huido.

Al día siguiente, Brown, a pesar de resultar herido en una pierna, continuó dirigiendo el combate. Esa noche, su barco se deslizó entre dos barcos españoles y los capturó. Al final del día, se habían capturado varios barcos españoles, y otros se habían estrellado contra las rocas. El 17 de mayo, Brown capturó otro barco, y solo unos pocos barcos españoles lograron escapar.

Con el bloqueo por mar y tierra, Montevideo se rindió el 23 de junio de 1814.

Después de la Batalla: El Juicio

Después de la rendición de Montevideo, los comandantes españoles fueron sometidos a juicio en España. Romarate fue el único que fue absuelto rápidamente, ya que su valor y eficacia fueron reconocidos incluso por su oponente, Brown.

El capitán Primo de Rivera, a pesar de su conducta, fue perdonado por intervención directa del rey Fernando VII. El gobernador de Montevideo, Gaspar de Vigodet, afirmó en el juicio que la rendición de la ciudad se debió a la "cobarde conducta del cuerpo de Marina".

La Defensa de Miguel de la Sierra

Miguel de la Sierra fue el siguiente en la lista para ser juzgado. Su defensa se basó en que sus fuerzas eran inferiores en calidad a las de sus oponentes, que estaban compuestas en su mayoría por marineros de Estados Unidos e Inglaterra, y que estaban mejor equipadas.

Respecto a la retirada del Hiena, el capitán José de Posadas declaró que no había entendido las señales del barco de Miguel de la Sierra para que el resto de la flota lo siguiera. Esto significaba que Miguel de la Sierra no había huido, sino que había dado una orden de retirada que nadie siguió. Aunque era posible debido a la falta de un sistema de señales eficaz, no explicaba por qué Miguel de la Sierra no regresó.

A pesar de esto, el tribunal decidió que la separación del Hiena fue un "accidente inevitable" debido a la oscuridad, la calma, las corrientes, las malas maniobras de los barcos y la falta de experiencia de las tripulaciones. El 30 de septiembre de 1818, el caso se cerró y Miguel de la Sierra fue rehabilitado en su puesto.

Su Vida Posterior

Después del juicio, Miguel de la Sierra continuó su carrera en tareas administrativas. Estuvo a cargo del arsenal de Ferrol y falleció allí en 1827, con el rango de brigadier. El almirante Francisco de Paula Pavía lo describió como "un inteligente y valiente marino y un caballero honorable".

Véase también

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Miguel de la Sierra para Niños. Enciclopedia Kiddle.