Ganimedes (mitología) para niños
En la mitología griega, Ganimedes (en griego Γανυμήδης Ganymêdês) era un héroe divino originario de la Tróade. Fue raptado por el dios Zeus, quien lo convirtió en el copero de los dioses.
Contenido
Etimología
Sobre la etimología de su nombre, Robert Graves propone en Los mitos griegos lo siguiente: ganuesthai + medea («regocijándose en la virilidad»).
Mito
Familia
Ganimedes era hijo del rey Tros, que dio su nombre a Troya (o de Laomedonte, según algunas versiones), y descendiente de Dárdano; su madre era Calírroe, hija de Escamandro. Sus hermanos eran Ilo y Asáraco. Este último fue bisabuelo de Eneas.
El rapto de Ganimedes
Ganimedes fue raptado por Zeus en el monte Ida, en Frigia (que actualmente corresponde a Turquía), lugar de más de una leyenda sobre la historia mítica de Troya. Ganimedes pasaba allí el tiempo de exilio al que muchos héroes se sometían en su juventud, cuidando un rebaño de ovejas o, alternativamente, la parte rústica o ctónica de su educación, junto con sus amigos y tutores. Zeus lo vio, y enviando un águila o transformándose él mismo en una lo llevó al monte Olimpo.
Ascenso al Olimpo
En el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su compañero y copero de los dioses, suplantando a Hebe. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver la belleza del joven, salvo Hera, la esposa de Zeus, que lo trató con desprecio. Más tarde Zeus ascendió a Ganimedes al cielo como la constelación de Acuario (el Aguador), que está relacionada con la de Aquila (el Águila).
El padre de Ganimedes echaba de menos a su hijo. En compensación, Zeus envió a Hermes con una vid de oro, obra de Hefesto, y dos caballos tan veloces que podían correr sobre el agua. Además, Hermes aseguró al padre de Ganimedes que el muchacho era ahora inmortal y que sería el copero de los dioses, un puesto de mucha distinción.
Versión alternativa
En una posible versión alternativa, la titánide Eos, diosa del amanecer y experta en belleza masculina, secuestró a Ganimedes junto con su hermano Titono, su más recordado esposo, a quien le fue concedida la inmortalidad, pero no la eterna juventud. De hecho Titono vivió para siempre pero se hizo más y más anciano, en lo que es un ejemplo clásico del elemento mitológico de la bendición con trampa. Al igual que Ganimedes, Titono se sitúa en el linaje de los dardánidas a través de Tros, un epónimo de Troya.
Influencia posterior
En la poesía, Ganimedes es un símbolo del joven idealmente bello.
El principal satélite del planeta Júpiter fue bautizado Ganimedes en honor al mito de Zeus y Ganimedes, puesto que el equivalente romano de Zeus es Júpiter.
Ganimedes en el arte
Arte antiguo
En Atenas, los pintores de vasijas representaban a menudo la historia mítica, que resultaba muy apropiada para los simposios o banquetes formales exclusivamente masculinos. Suele representarse a Ganimedes bien desarrollado, joven y musculoso, aunque practicando actividades incongruentemente infantiles (como rodar un aro calle abajo).
Leocares (sobre 350 a. C.), un escultor ateniense que trabajó con Escopas en el mausoleo de Halicarnaso moldeó un grupo en bronce de Ganimedes y el águila, una obra extraordinaria por su ingeniosa composición, que se aventura audazmente en el borde de lo permitido por las leyes de la escultura, y también por su encantador tratamiento del joven volando por el aire. Esta escultura es aparentemente imitada por un conocido grupo en mármol del Vaticano, a mitad de la escala natural. Tales proezas helenísticas desafiando la gravedad influyeron en las artes del Barroco.
Una de las estatuas de Sperlonga representa el rapto de Ganimedes.
Renacimiento y Barroco
Cuando el pintor y arquitecto Baldassarre Peruzzi incluyó un panel de El rapto de Ganimedes en un techo de la Villa Farnesina en Roma (circa 1509-1514), el largo pelo rubio y pose de niña de Ganimedes le hacen inidentificable a primera vista, aunque sujeta el ala del águila sin resistencia. La versión de Rubens retrata un joven muchacho del campo totalmente desarrollado. Pero cuando Rembrandt pinta el Rapto de Ganimedes para un mecenas calvinista neerlandés en 1635, los matices clásicos sufren un giro mordaz: la oscura águila lleva en volandas un regordete bebé querubín que llora de miedo (Galería de Pinturas de Dresde).
El poeta español Juan de Arguijo escribió en 1605 un poema titulado Júpiter a Ganimedes, y Luis de Góngora utiliza el mito de Ganimedes en Las Soledades y en su famoso soneto La dulce boca que a gustar convida....
siglo XIX
Franz Schubert puso música en 1817 a un poema de Goethe titulado Ganymed, que publicó en su Opus 19, n.º 3 (D. 544).
En el siglo XIX el soltero duque de Devonshire añadió a su galería de esculturas en Chatsworth la pieza neoclásica de Adamo Tadolini Ganimedes y el Águila.
El artista danés Bertel Thorvaldsen esculpió en 1817 una escultura dedicada a la escena de Ganimedes y el águila.
Véase también
En inglés: Ganymede (mythology) Facts for Kids
- (1036) Ganymed