Luciano de Samosata para niños
Datos para niños Luciano de Samosata |
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![]() Retrato imaginario de Luciano, según grabado de William Faithorne (1616 - 1691).
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Información personal | ||
Nombre en griego antiguo | Λουκιανὸς ὁ Σαμοσατεύς | |
Nacimiento | 125 Samosata, Siria, Imperio romano (actualmente, en Turquía) |
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Fallecimiento | Después de 180 Desconocido; (¿Atenas?, ¿Alejandría?) |
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Nacionalidad | Ciudadano romano | |
Lengua materna | Griego, siríaco, latín | |
Educación | ||
Alumno de | Demonax | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, retórico, humorista | |
Años activo | Siglo II | |
Movimiento | Segunda sofística | |
Lengua literaria | Griego ático | |
Obras notables |
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Luciano de Samosata (en griego antiguo: Λουκιανὸς ὁ Σαμοσατεύς, Lukianós ho Samosateús; en latín: Lucianus; Samosata, Siria, 125-181) fue un escritor de la antigua Siria. Escribió en griego y es conocido por su humor y sus textos satíricos. Perteneció a un movimiento cultural llamado la segunda sofística.
Contenido
La vida de Luciano: un escritor viajero
La información sobre la vida de Luciano de Samosata no es del todo segura. Él mismo contó en una de sus obras, El sueño o La vida de Luciano, que de joven intentó ser aprendiz de escultor con un tío. Sin embargo, no era muy bueno con las manos y dejó ese oficio rápidamente.
Orígenes y educación
Aunque su idioma de nacimiento fue el siríaco, que es un dialecto del arameo, Luciano aprendió el griego ático de manera excelente. Esto le permitió escribir parodias de obras de teatro, textos de filósofos como Platón y discursos de oradores. Incluso imitó el griego de Homero.
Carrera y viajes por el Imperio Romano
Luciano trabajó como abogado en Antioquía, pero no le gustaba la vida tranquila. Por eso, se dedicó a la sofística, que era el arte de dar discursos y enseñar. Viajó por muchas partes del Imperio romano durante el gobierno del emperador Marco Aurelio. Dio conferencias en Grecia, Italia y la Galia, y ganó mucho dinero con ellas. Es probable que también enseñara retórica en alguna ciudad.
Después de vivir unos años en Roma, donde fue amigo del filósofo platónico Nigrino, Luciano regresó a Antioquía en el año 163. En el año 165, se mudó a Atenas, compró una casa e invitó a sus padres a vivir con él. Se quedó allí diez años y se cree que escribió la mayor parte de sus obras en ese tiempo. También dio lecturas de sus escritos en ciudades griegas como Éfeso y Corinto.
En el año 167, Luciano asistió a los Juegos Olímpicos. Allí presenció la muerte de un filósofo cínico llamado Peregrino Proteo. Este filósofo había anunciado que se lanzaría a una hoguera en Olimpia. Cumplió su palabra, y Luciano describió este evento en su obra Sobre la muerte de Peregrino. Luciano también se casó y tuvo al menos un hijo.
Filosofía personal de Luciano
Luciano se describió a sí mismo en su obra El pescador diciendo que no le gustaban las personas falsas, tramposas o arrogantes. En cambio, amaba la belleza, la verdad y la sencillez. Él sentía que debía usar su habilidad para criticar a muchos, pero solo podía apreciar a unos pocos.
Alrededor del año 175, Luciano volvió a dar conferencias. Sus escritos, a menudo críticos, le ganaron muchos oponentes. Buscando una vida más estable, consiguió un trabajo bien pagado en la administración romana de Egipto. Fue asistente del gobernador en asuntos legales. Se cree que falleció en Alejandría poco después del año 180.
Luciano vivió una vida dedicada a la escritura, expresando sus ideas con firmeza. No se consideraba un filósofo ni un sofista, sino un hombre de letras. Tenía una visión escéptica y no creía en las ideas fijas. A veces apoyaba el epicureísmo por su rechazo a la religión y el cinismo por su desprecio a la falsedad. Detrás de su humor, se notaba un cierto pesimismo.
Algunos lo comparan con Aristófanes, pero Luciano se burlaba de la falta de elegancia o la falsedad, mientras que Aristófanes criticaba desde sus propias creencias. Los textos de Luciano también muestran sus críticas hacia algunas creencias de su época.
Sin embargo, Luciano sí valoraba la filosofía del cínico Menipo de Gádara y, sobre todo, la del ecléctico Demonacte, de quien fue alumno. Luciano escribió sobre la vida sencilla de Demonacte. También apreciaba a Epicuro, diciendo que sus escritos traían paz y libertad a quienes los leían, liberándolos de miedos y preocupaciones.
Obras de Luciano: humor y sátira
Luciano es considerado uno de los grandes escritores satíricos de la historia. Su ironía ha sido imitada por muchos a lo largo del tiempo. Escribió en un griego ático muy puro y clásico. Se conservan casi todas sus obras en prosa, conocidas como el Corpus Lucianeum, que son unos 82 textos cortos. Algunos de ellos podrían no ser suyos.
Temas y estilos literarios
Muchas de sus obras son discursos retóricos, como Elogio de la mosca o Juicio de las vocales. A veces, escribía sobre su propia vida, como en El sueño, donde cuenta cómo decidió dedicarse a la retórica. También escribió sobre historia, como en Historia verdadera, una de sus obras más famosas. En ella, se burla de los historiadores que contaban cosas increíbles sin preocuparse por la verdad. También escribió Cómo debe escribirse la historia, que es como una carta.
Luciano es conocido principalmente por sus divertidos diálogos satíricos y morales. En ellos, cuestionaba todo tipo de creencias filosóficas y religiosas. Entre sus diálogos más conocidos están Diálogos de los dioses, Diálogos de los muertos, Caronte el cínico, Prometeo y La asamblea de los dioses.
En La almoneda de los filósofos, Luciano critica las muchas escuelas de pensamiento de su época. Esta obra fue tan popular que otro escritor, Teodoro Pródromo, escribió una continuación. Luciano también luchó contra la credulidad de la gente, mostrando cómo el mundo estaba lleno de charlatanes y cómo las personas se dejaban engañar fácilmente. Ejemplos de esto son Alejandro o el falso profeta y Sobre la muerte de Peregrino.
Luciano también escribió libelos, que son textos críticos, como El maestro de retórica. Hizo parodias de tragedias clásicas, como El pie ligero. Además, escribió una novela corta llamada Historia verdadera. En esta obra, imagina un viaje a la Luna en un barco arrastrado por una tormenta. Allí, ve a los habitantes de la Luna, que tienen costumbres muy extrañas, como hilar metales para hacer ropa o quitarse y ponerse los ojos.
Luciano mismo dijo en Historia verdadera:
Escribo, por tanto, sobre cosas que jamás vi, traté o aprendí de otros, que no existen en absoluto ni por principio pueden existir.
Por esto, se le considera uno de los primeros autores de ciencia ficción. Otra obra similar es Icaromenipo, donde un filósofo llamado Menipo vuela a la Luna con alas de águila y buitre, y la encuentra habitada por espíritus.
La influencia de Luciano en la literatura
Las obras de Luciano comenzaron a ser imitadas incluso en su propia época. Su influencia se extendió al Imperio bizantino. Sin embargo, fue en el Renacimiento cuando su trabajo fue realmente valorado en Occidente.
Escritores inspirados por Luciano
En el siglo XV, León Battista Alberti fue un seguidor importante de Luciano. Pero su mayor impacto se vio en el siglo XVI en obras como los Coloquios de Erasmo de Róterdam, Pantagruel y Gargantúa de François Rabelais. También lo leyeron Maquiavelo y Roïdis.
En español, la obra de Luciano influyó en los hermanos Juan y Alfonso de Valdés, y en Cristóbal de Villalón. En el siglo XVII, se pueden ver rastros de Luciano en Mateo Alemán, Miguel de Cervantes (quien lo usó como modelo para su Coloquio de los perros), Bernardo de Balbuena y Francisco de Quevedo (para sus Sueños).
En el resto de Europa, Luciano también fue muy importante. Fue imitado por Jonathan Swift (en Viajes de Gulliver), Cyrano de Bergerac (en Viaje a la luna), Bernard le Bovier de Fontenelle y Giacomo Leopardi. Pero, sobre todo, Voltaire, un escritor con un espíritu muy parecido al suyo, fue un gran admirador. Friedrich Engels incluso llamó a Luciano "el Voltaire de la antigüedad clásica".
Eponimia
- El cráter lunar Lucian lleva este nombre en su honor.
Véase también
En inglés: Lucian Facts for Kids
- Segunda sofística