Walters Art Museum para niños
Datos para niños Museo Walters |
||
---|---|---|
The Walters Art Museum | ||
![]() Entrada por la Charles Street al Museo Walters.
|
||
![]() |
||
Ubicación | ||
País | ![]() |
|
Localidad | Baltimore, Maryland | |
Dirección | 600 N. Charles St. Baltimore, MD 21201 | |
Coordenadas | 39°17′47″N 76°36′59″O / 39.296425, -76.616499 | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Museo de arte público | |
Historia y gestión | ||
Creación | 1934 | |
Inauguración | 1938 (como colección privada en 1908) |
|
Director | Gary Vikan | |
Información del edificio | ||
Construcción | Edificio principal (1905–1909) Edificio Anexo (1974) Hackerman House (1850/1991) |
|
Arquitecto | William Adams Delano | |
Planta y mapa del edificio | ||
Mapa de Baltimore, con el Museo Walters marcado con la letra "I".
|
||
thewalters.org | ||
El Museo Walters de Arte (en inglés, The Walters Art Museum) es un museo de arte ubicado en Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Es muy conocido por su gran colección de obras de arte de diferentes épocas y lugares del mundo. Este museo es uno de los principales atractivos culturales de Baltimore.
El Museo Walters lleva el nombre de William Walters y su hijo Henry. Ellos fueron quienes coleccionaron todas las obras de arte que hoy se exhiben. Su colección abarca desde el Antiguo Egipto hasta principios del siglo XX en Europa.
Contenido
- Historia del Museo Walters
- ¿Cómo empezó el museo?
- Los inicios de William Thompson Walters
- Un viaje a Francia
- El regreso a Estados Unidos
- Compartiendo el arte con el público
- Henry Walters hereda la colección
- La visión de Henry Walters para el museo
- Una gran compra en Roma
- Creciendo la colección y el museo
- La apertura oficial del museo
- Colecciones del Museo Walters
- Galería de imágenes
- Véase también
Historia del Museo Walters
¿Cómo empezó el museo?
El Museo Walters nació gracias al amor por el arte de dos personas: William Thompson Walters y su hijo Henry. Durante unos cincuenta años, entre 1860 y 1910, los Walters reunieron una enorme variedad de arte de todo el mundo. Coleccionaron pinturas y objetos decorativos de Europa, piezas antiguas de Grecia y Roma, cerámicas de Oriente y mucho más.
Padre e hijo juntaron casi 22.000 piezas. Esta impresionante colección fue la base para crear un museo que hoy nos muestra 55 siglos de historia del arte.
Los inicios de William Thompson Walters
William Thompson Walters (1819-1894) nació en Liverpool, Pensilvania. Se mudó a Baltimore en 1841. Al principio, trabajó en el comercio de cereales. Luego, en 1852, fundó un negocio de bebidas que se hizo muy grande. En 1858, se mudó a una mansión en el barrio de Mount Vernon Place. Fue en esos años cuando William Walters comenzó a interesarse por el arte, apoyando a artistas de su ciudad.
A diferencia de otros coleccionistas de su tiempo, que preferían arte antiguo, el señor Walters también compraba arte europeo más reciente. Por ejemplo, adquirió la obra Duelo tras la mascarada de Jean-Léon Gérôme, un artista famoso en París.
Un viaje a Francia
La Guerra de Secesión (Guerra Civil Americana) cambió la vida de los Walters. En 1861, la situación se volvió peligrosa para ellos, así que decidieron irse a París, Francia. William Walters viajó con su esposa y sus dos hijos, uno de ellos Henry, quien más tarde continuaría la colección.
En París, los Walters visitaron los museos más importantes y los talleres de artistas. Aunque no tenían mucho dinero en ese momento, encargaron obras de arte, igual que hacían en Baltimore y Nueva York. Entre los artistas que eligieron estaban Honoré Daumier, Antoine-Louis Barye y Léon Bonnat, quien hizo un retrato del señor Walters.
El regreso a Estados Unidos
Cuando la guerra terminó en Estados Unidos, los Walters regresaron a Baltimore. Decidieron dejar el negocio de bebidas y empezaron a invertir en bancos y ferrocarriles. Siguieron comprando más obras para su colección, enfocándose en arte europeo reciente y arte asiático. Compraban en subastas en Nueva York y usaban una empresa de París para sus compras en el extranjero. Les interesaban mucho las pinturas francesas de paisajes y temas históricos.
El hijo de William Walters, Henry, empezó a ayudar en esta tarea. En 1889, incluso reemplazó a su padre en una visita a exposiciones en París.

Compartiendo el arte con el público
Los Walters querían compartir su amor por el arte con los demás. En 1874, comenzaron a abrir su casa en Mount Vernon al público. Casi cada primavera, permitían que la gente visitara su colección. Cobraban una entrada de 50 centavos y donaban todo el dinero a obras de caridad. Después de diez años, la colección era tan grande que ya no cabía en la casa. Entonces, compraron una propiedad al lado y construyeron una galería para exhibir más obras.
Henry Walters hereda la colección
Cuando William Walters falleció en 1894, la colección pasó a su hijo Henry. Henry ya trabajaba como gerente general de la empresa de ferrocarriles de la familia. Fue nombrado presidente de la Atlantic Coast Line Company y mudó la oficina principal a Nueva York, donde vivió la mayor parte del tiempo. Era un hombre de negocios muy inteligente, y la empresa creció mucho hasta la Primera Guerra Mundial.
La visión de Henry Walters para el museo
Henry Walters se casó en 1922 con Sarah Jones. Vivieron en Manhattan, rodeados de muebles y pinturas francesas del siglo XVIII y obras de artistas italianos antiguos. También coleccionaban libros y manuscritos muy especiales.
Henry Walters pensó en fundar un museo desde muy temprano. Quería que el arte ayudara a la educación de la gente. En 1903, compró una pintura de Ingres. Aunque no le gustaba mucho el impresionismo, adquirió dos obras de este estilo: un pequeño retrato de Edgar Degas hecho por Mary Cassatt y una pintura de Claude Monet. Henry Walters superó a su padre como coleccionista. En 1900, compró La Madonna de los candelabros de Rafael, una obra que había pertenecido a familias importantes como los Borghese y los Bonaparte. Ese mismo año, compró varios edificios en Charles Street, en el barrio de Mount Vernon, para el futuro museo.
Una gran compra en Roma
En 1902, Henry Walters hizo una compra enorme: adquirió por un millón de francos franceses el contenido del Palazzo Accoramboni en Roma. Entre estas obras había algunas de artistas no tan conocidos en ese momento, como El Greco (con su obra San Francisco recibiendo los estigmas). El lote de Accoramboni también incluía siete sarcófagos romanos, que son ataúdes antiguos, de una cripta relacionada con la familia Calpurnia.

Creciendo la colección y el museo
Henry Walters siguió añadiendo obras a la colección: arqueología egipcia, arte islámico y objetos medievales. Entre los objetos medievales, destacan dos cabezas de piedra de la abadía de Saint-Denis. Un Corán indio del siglo XV, comprado en 1897, fue el inicio de la colección de manuscritos.
El importante papel del señor Walters como coleccionista lo llevó a formar parte del comité ejecutivo del Museo Metropolitano de Nueva York en 1903. Diez años después, fue nombrado Vicepresidente Senior de esa misma institución, cargo que mantuvo hasta su muerte. Su experiencia hizo que su colección cambiara después de la Primera Guerra Mundial. Empezó a elegir piezas de mayor importancia, en lugar de comprar muchas obras de diferentes tipos y calidades.
La apertura oficial del museo
En 1909, Henry Walters abrió al público un grupo de edificios en el barrio de Mount Vernon Place como museo. Estos edificios habían sido renovados al estilo de un palazzo italiano, y eran los mismos que había comprado nueve años antes. Cuando Henry Walters falleció en 1931, dejó los edificios y todo su contenido a la ciudad de Baltimore "para el beneficio del público".
Para abrir el museo, el alcalde de Baltimore formó un grupo de expertos. Ellos catalogaron la colección e intentaron organizar las obras en los espacios disponibles, lo cual fue muy difícil. En 1941, la viuda de Henry Walters subastó algunas piezas de su casa particular, y el museo compró once de ellas. Entre ellas, destaca un jarrón de ágata, el Vaso de Rubens, que los cruzados se llevaron de Constantinopla en 1204 y que luego perteneció al famoso pintor Rubens.
El Museo Walters tenía problemas de espacio y necesitaba ampliarse. Después de varios intentos fallidos para conseguir dinero, finalmente, gracias a un buen momento económico de la ciudad y a varias ayudas, se pudo añadir una nueva ala al museo en 1974. El nuevo edificio tenía salas más pequeñas, ideales para exhibir los objetos más delicados. Por fuera, el edificio nuevo seguía el estilo del antiguo, usando hormigón rugoso. Los problemas de espacio se resolvieron por completo en 1984, gracias a la donación de una casa al lado del museo, la Casa Hackerman, donde se colocaron las piezas de arte asiático.
Entre 1998 y 2001, la ampliación de los años 70 fue renovada. Esto resultó en 39 salas nuevas, más espacios para recibir a los visitantes y una fachada de vidrio muy llamativa hacia la calle.
Colecciones del Museo Walters
El Museo Walters tiene una colección de más de 28.000 piezas. Puedes encontrar desde máscaras de momias egipcias hasta armaduras medievales, pinturas impresionistas y arte art decó. Las obras se exhiben en salas que recrean las épocas a las que pertenecen, lo que hace la visita más interesante.
Arte de la Edad Antigua
Las colecciones de arte de la Edad Antigua son una de las partes más especiales del museo. Son de las más grandes e importantes de su tipo en los museos de Estados Unidos. Incluyen arte desde la Prehistoria de Egipto hasta la época romana. Entre sus piezas, hay dos estatuas enormes de una tonelada que representan a la diosa Sekhmet con cabeza de leona. También destacan una momia con sus vendajes, imágenes de reyes, la estatuilla de Padiiset y joyas antiguas.
Arte de Oriente Medio
La colección de Oriente Medio muestra el arte de Mesopotamia, Persia, Siria y Anatolia. Cubre 2.500 años, desde el 3.000 antes de Cristo. Son muy importantes los relieves de alabastro del palacio de Asurbanipal.

Arte de la Grecia Antigua y Roma
La colección de la Grecia antigua comienza con la cultura de las Cícladas y llega hasta la época helenística, en el siglo I después de Cristo. Incluye estatuas de mármol, camafeos (piedras talladas con figuras en relieve) y los increíbles brazaletes de Olbia, con gemas de muchos colores.
En la colección romana, destacan siete sarcófagos de la cripta de las familias Licinia y Calpurnia. Están tallados con escenas mitológicas muy detalladas y son de los mejor conservados del mundo. También hay bronces etruscos y bustos romanos, incluyendo dos muy expresivos de los emperadores Augusto y Marco Aurelio.
Arte medieval
La colección medieval abarca un periodo muy largo, desde la caída del Imperio romano hasta el Renacimiento. Incluye iconos religiosos, relieves de marfil, vidrios pintados y el famoso Vaso de Rubens. Este vaso está hecho de una sola pieza de ágata y fue creado en un taller al servicio del emperador de Bizancio. Está decorado con hojas de vid en relieve.
Colecciones de los siglos XV al XVIII
Las colecciones del Renacimiento y el Barroco no solo tienen pinturas. También incluyen esculturas, muebles, objetos de oro y plata, cerámicas, joyas y armas. Entre los objetos decorativos, hay un plato de mayólica italiano del siglo XVI y una porcelana de Sèvres con forma de barco.
Pero lo más conocido son los cuadros. La colección de los siglos XV al XVIII es muy importante. Destacan obras como San Juan Bautista y donante, de Hugo van der Goes; La Madonna de los candelabros de Rafael; Retrato de María Salviati y su hija Giulia de Pontormo; San Francisco recibiendo los estigmas de El Greco; y Escipión liberando a Massiva, de Giambattista Tiepolo.
Otros artistas importantes representados son Giovanni di Paolo, Perugino, Giorgio Vasari, Sofonisba Anguissola (con el Retrato del niño Maximiliano Stampa), Lavinia Fontana, Bernardo Strozzi, Guido Reni, Elisabetta Sirani y Pompeo Batoni.
Arte del siglo XIX
La sección del siglo XIX es muy rica, especialmente en pintura francesa, desde el estilo romántico hasta el impresionismo. También hay porcelanas y objetos de lujo, como joyas de Fabergé (incluyendo dos de sus famosos huevos de Pascua), René Lalique y Tiffany.
Entre los pintores destacados se encuentran Ingres (con Odalisca y esclava tocando música), Delacroix (Tempestad en el mar de Galilea), Géricault (Carrera de caballos en Roma), Jean-Léon Gérôme, Antonio Rotta (la famosa pintura Un caso desesperado), Jean-François Millet, Puvis de Chavannes, Henri Rousseau, Édouard Manet y Claude Monet (Día de primavera: retrato de Camille).
También hay obras de artistas españoles como Mariano Fortuny (Fantasía árabe, El encantador de serpientes) y Eduardo Zamacois y Zabala.
Galería de imágenes
-
Giovanni di Paolo, El entierro de Cristo
-
Hugo van der Goes, San Juan Bautista con donante
-
El Greco, San Francisco recibiendo los estigmas
-
Guido Reni, La Magdalena penitente
-
Delacroix, Tempestad en el mar de Galilea
-
Manet, En el café-concert, 1878
-
Puvis de Chavannes, La esperanza
Véase también
En inglés: Walters Art Museum Facts for Kids