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Hombre de Flores para niños

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Datos para niños
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Hombre de Flores
Rango temporal: Pleistoceno Superior
Homo floresiensis.jpg
Cráneo de H. floresiensis
Estado de conservación
Extinto en época prehistórica desde c. 50 000 a. C.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Suborden: Haplorrhini
Infraorden: Simiiformes
Superfamilia: Hominoidea
Familia: Hominidae
Género: Homo
Especie: H. floresiensis
Brown et al., 2004.
Distribución
Isla de Flores, donde fue descubierto H. floresiensis.
Isla de Flores, donde fue descubierto H. floresiensis.

El Homo floresiensis, también conocido como el Hombre de Flores y apodado hobbit, es una especie extinta del género Homo. Es muy especial por su pequeño tamaño: medía apenas un metro de altura y pesaba unos 25 kilogramos. Su cerebro era también muy pequeño, menos de 400 centímetros cúbicos.

Esta especie desapareció hace relativamente poco tiempo, lo que significa que convivió con los humanos modernos (Homo sapiens). Fue descubierto en 2004 en la isla de Flores, en Indonesia. Al principio se pensó que había vivido hasta hace unos 12.000 años. Sin embargo, nuevas investigaciones publicadas en 2016 sugieren que el H. floresiensis se extinguió hace unos 50.000 años, justo cuando el H. sapiens se estaba expandiendo por esa zona.

¿Cómo se descubrió el Hombre de Flores?

Archivo:Homo floresiensis v 2-0
Reconstrucción facial del LB1 de la especie Homo floresiensis.

En el año 2003, en la cueva de Liang Bua, se encontró un esqueleto fosilizado que tenía unos 18.000 años de antigüedad. A este esqueleto se le llamó LB1. Estaba casi completo, aunque le faltaban los huesos del brazo.

Más tarde, en 2004, en el mismo lugar, se hallaron partes de otros nueve individuos, todos ellos muy pequeños. También se encontraron herramientas de piedra de tamaño reducido. Estas herramientas y restos tenían entre 90.000 y 13.000 años de antigüedad.

La Isla de Flores: Un lugar único

La isla de Flores ha sido descrita como un "mundo perdido". Aquí, animales antiguos que ya se habían extinguido en otras partes del mundo, evolucionaron de formas muy curiosas. Algunos se hicieron gigantes y otros, enanos. Esto se debe a un proceso llamado especiación alopátrica, que ocurre cuando una población queda aislada.

En la isla vivían elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes, parecidos al dragón de Komodo. Y, por supuesto, el Homo floresiensis, que era una especie de humano enano.

Los científicos que lo descubrieron, liderados por Mike Morwood y Raden Soejono, lo apodaron "hobbit" por su pequeño tamaño, como los personajes de los libros de Tolkien.

Herramientas y antigüedad

Las herramientas de piedra encontradas en la cueva son muy sofisticadas y del tamaño adecuado para un humano de un metro de altura. Se cree que estas herramientas tienen entre 95.000 y 13.000 años de antigüedad. Se encontraron junto a restos de elefantes Stegodon jóvenes, lo que sugiere que eran la presa del Hombre de Flores.

Los huesos encontrados no estaban completamente fosilizados. Los investigadores esperan poder encontrar ADN mitocondrial en buen estado para compararlo con el de otras especies humanas. Sin embargo, es difícil que el ADN se conserve bien en climas tropicales.

¿Por qué eran tan pequeños?

Archivo:Homo erectus
Cráneo de Homo erectus, posible antepasado del Hombre de Flores.

Se cree que el Homo erectus fue el antepasado del Homo floresiensis. Los Homo erectus tenían un tamaño similar al de los humanos modernos. Sin embargo, los expertos piensan que la falta de alimentos en la isla de Flores hizo que la población de Homo erectus que llegó allí hace unos 500.000 años sufriera un fuerte enanismo insular. Este es un fenómeno en el que los animales que viven en islas pequeñas se hacen más pequeños con el tiempo.

Aparte de la diferencia de tamaño, esta idea se basa en que los restos del H. floresiensis se parecen al H. erectus. Se sabe que el H. erectus vivía en el sudeste asiático en la misma época en que se encontraron los restos más antiguos del H. floresiensis.

Es importante saber que no se han encontrado restos de H. erectus en la isla de Flores, solo herramientas de piedra que podrían haber sido suyas. El esqueleto más completo de H. floresiensis es el de una hembra de unos 30 años que medía 1,06 metros. Esto es incluso más pequeño que el Australopithecus, un ancestro mucho más antiguo que se creía que no había salido de África.

El H. floresiensis es el miembro más "extremo" de la familia humana por su tamaño. Su altura es mucho menor que la de las poblaciones humanas modernas más pequeñas, como los pigmeos africanos. Se calcula que el H. floresiensis pesaba unos 25 kilogramos.

Además, el H. floresiensis tenía los brazos relativamente largos. Esto podría haberles ayudado a trepar a los árboles para protegerse. Esta característica hace que no se les pueda comparar con personas que sufren enanismo o acondroplasia, ya que estas personas no tienen las proporciones corporales alteradas de la misma manera.

¿Cómo era su cerebro?

Archivo:Specimen LB1
Espécimen LB1 completo en exhibición.

Además de su cuerpo pequeño, el H. floresiensis tenía un cerebro muy pequeño. El cerebro del espécimen tipo medía 380 cm³. Esto es similar al tamaño del cerebro de los chimpancés o de los antiguos Australopithecus. Su cerebro era mucho más pequeño que el de su supuesto antepasado, el H. erectus, que tenía unos 980 cm³.

A pesar de su pequeño cerebro, se cree que el H. floresiensis era inteligente. Se han encontrado pruebas de que usaban el fuego para cocinar. También se les ha relacionado con herramientas de piedra muy avanzadas, similares a las que usaban los humanos modernos. Estas herramientas podrían haber sido usadas para la caza cooperativa del Stegodon enano.

En otro lugar llamado Mata Menge, se encontraron herramientas similares que datan de hace entre 840.000 y 700.000 años. Esto es mucho antes de que existiera el Homo sapiens, lo que sugiere que el H. floresiensis o sus antepasados las fabricaron.

La isla de Flores estuvo aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un estrecho profundo. Esto significa que el H. floresiensis o sus antepasados debieron haber llegado a la isla por transporte marítimo, quizás en balsas de bambú hace unos 100.000 años.

La existencia de tecnología avanzada y la cooperación en la caza sugieren que el H. floresiensis podría haber tenido lenguaje. Esta idea es una de las más debatidas entre los científicos.

¿Hasta cuándo sobrevivieron?

Al principio se pensó que esta especie había vivido en la isla de Flores hasta hace unos 12.000 años. Sin embargo, estudios más recientes mostraron que los huesos más jóvenes encontrados en la cueva tienen 60.000 años, y las herramientas de piedra más recientes son de hace 50.000 años. La fecha anterior se debió a un error en la forma en que se estudiaron las capas de la cueva.

Los huesos de H. sapiens encontrados en la cueva, que datan de hace 46.000 años, indican que los humanos modernos reemplazaron a los H. floresiensis. Por esa misma época, también desaparecieron grandes animales de la isla, como el Stegodon y una cigüeña gigante.

Algunos investigadores creen que el H. floresiensis pudo haber sobrevivido más tiempo en otras partes de la isla de Flores. Incluso sugieren que podrían ser el origen de las historias sobre los Ebu gogo que cuentan los habitantes locales. Se dice que los Ebu gogo eran pequeños cavernícolas, con mucho pelo y un rostro parecido al de un simio, que hablaban poco y tenían el tamaño del H. floresiensis. Se creía en su existencia cuando los holandeses llegaron a la isla hace quinientos años, y algunas historias dicen que fueron vistos hace solo un siglo.

De manera similar, en la isla de Sumatra existen leyendas sobre un humanoide de un metro de altura llamado Orang Pendek. Aunque pocos científicos profesionales las toman en serio, los investigadores del Hombre de Flores han señalado que estas leyendas podrían estar relacionadas con encuentros antiguos con Homo floresiensis u otros homínidos enanos aún desconocidos.

¿Por qué es tan importante este descubrimiento?

Archivo:Homo floresiensis cave
Yacimiento del descubrimiento en Liang Bua, Indonesia.

El descubrimiento del Homo floresiensis es considerado uno de los más importantes en la antropología reciente. Fue una gran sorpresa para la comunidad científica. Esta nueva especie desafía muchas ideas que se tenían sobre la evolución humana. Desde el siglo XIX, cuando se descubrieron los primeros neandertales, no se habían encontrado otros homínidos que vivieran al mismo tiempo que el Homo sapiens.

El H. floresiensis es tan diferente de otros miembros del género Homo que nos hace pensar en la gran variedad que pudo existir en este grupo. También refuerza la idea de que la evolución no es un camino recto y lineal.

Este descubrimiento ha avivado el debate sobre cómo se originaron los humanos modernos. Aunque el H. floresiensis no es un antepasado directo de los humanos modernos, su existencia plantea nuevas preguntas.

Los descubridores del H. floresiensis esperan encontrar restos de otras especies de Homo diferentes en otras islas aisladas del sudeste asiático. Creen que es posible, e incluso "probable", que alguna especie de Homo desconocida pueda seguir viva en algún rincón inexplorado de la jungla. Algunos científicos, como Henry Gee de la revista Nature, están de acuerdo. Él ha dicho que esto podría explicar las leyendas sobre gente diminuta y que no es menos probable encontrar una nueva especie de humanos vivos que encontrar una nueva especie de antílope, algo que ya ha ocurrido.

Diferentes opiniones

Poco después del descubrimiento, algunos científicos, como el profesor Teuku Jacob, un paleontólogo de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia, no estaban de acuerdo con clasificar los hallazgos como una nueva especie de Homo. Teuku Jacob creía que se trataba de una subespecie de Homo sapiens, específicamente una mujer moderna con microcefalia, una condición que hace que la cabeza y el cerebro sean mucho más pequeños de lo normal. Él argumentaba que el cerebro del "hombre de las flores" era "demasiado pequeño" y contradecía las leyes de la biología.

Otros científicos también sugirieron que el esqueleto podría ser de un macho con microcefalia. Sin embargo, el profesor Roberts, uno de los descubridores, insistió en que los restos pertenecían a una nueva especie.

Otro científico, Peter Obendorf, de la Universidad de Melbourne, propuso que los Hombres de Flores podrían haber sufrido una enfermedad llamada cretinismo o hipotiroidismo congénito. Esta enfermedad causa un retraso físico y mental debido a problemas en la glándula tiroides. Obendorf sugirió que esto pudo deberse a la falta de yodo y selenio en la dieta de sus madres, y a la ingesta de plantas con cianuro, como el bambú, que aún se encuentran en la isla.

Sin embargo, el descubrimiento de otros restos pequeños, como otra mandíbula diminuta (LB6) y los huesos del brazo del espécimen original (LB1), confirmaron la existencia de una población enana que vivió en la isla durante mucho tiempo, desde hace unos 74.000 años hasta hace 12.000 años. Además, estudios de otros huesos de los especímenes encontrados apoyan la idea de que se trata de una especie diferente.

Hasta ahora, la falta de más cráneos ha impedido descartar por completo la hipótesis de que se trate de una nueva especie o de humanos modernos con alguna condición.

Ética del descubrimiento

El profesor Teuku Jacob también criticó a los científicos australianos, acusándolos de "terrorismo científico". Argumentó que los australianos habían nombrado la especie y tomado decisiones sin consultar a los científicos indonesios, a pesar de que los restos fueron hallados en una colaboración.

Nuevos hallazgos

En 2007, investigadores de la Institución Smithsoniana publicaron nuevas conclusiones tras analizar tres pequeños huesos de la muñeca del "Hobbit". Encontraron que su muñeca era muy parecida a la de los simios africanos y homínidos primitivos, y muy diferente a la de los neandertales o los humanos modernos. Esto sugiere que el H. floresiensis es, de hecho, una especie diferente y no un Homo sapiens enfermo.

También se descubrió que el hombro del H. floresiensis era primitivo, más parecido al de Homo erectus que al de Homo sapiens. Además, las mandíbulas de los restos de Liang Bua no tienen la barbilla característica del H. sapiens, lo que es una característica ancestral de otros homínidos como el H. erectus.

En 2009, un análisis detallado del cuerpo del H. floresiensis apoyó aún más la idea de que es una especie diferente al Homo sapiens.

Un origen más antiguo

Investigaciones más recientes han encontrado que, aunque el H. floresiensis caminaba sobre dos pies como los humanos, sus pies eran proporcionalmente muy largos en comparación con sus piernas. Esto no es común en otros homínidos, pero sí en los grandes simios africanos. Esto sugiere que sus características mezclan rasgos primitivos que podrían ser anteriores al Homo erectus.

Un estudio detallado de las mandíbulas de H. floresiensis mostró que tienen características únicas que las diferencian tanto del Homo sapiens como del Homo erectus. Aunque el tamaño de sus molares es similar al de estos Homo tardíos, la forma de su mandíbula y premolares se parece más a la de los Australopithecus y los primeros Homo.

Todas estas pruebas, incluyendo la anatomía del cráneo, el cuerpo, las proporciones de las extremidades, la muñeca y el hombro, sugieren que los antepasados del H. floresiensis salieron de África antes de que evolucionara el Homo erectus. Esto plantea la posibilidad de que el Homo erectus no fuera su antepasado directo. En cambio, el H. floresiensis podría descender de otro homínido anterior, como el Homo georgicus (de hace 1,8 millones de años) o una rama del Homo habilis (de hace unos 2 millones de años).

En 2017, un análisis genético de los huesos del cráneo, dientes y otras partes del cuerpo del H. floresiensis y otras especies de Homo y Australopithecus concluyó que el H. floresiensis desciende de un linaje temprano de Homo y no de H. erectus ni de un H. sapiens con alguna enfermedad. Esto significa que el H. habilis y el H. floresiensis podrían ser especies "hermanas", con un antepasado común diferente de otros Homo.

El Hombre de Flores en la ficción

El Homo floresiensis es un elemento clave en el falso documental The Cannibal in the Jungle, de 2015, producido para el canal Animal Planet. La película narra la historia de un científico estadounidense que es acusado de la muerte de sus compañeros en la jungla de Indonesia en los años 70. Él afirma que unos extraños seres humanoides que habitan la zona fueron los responsables.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Homo floresiensis Facts for Kids

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Hombre de Flores para Niños. Enciclopedia Kiddle.