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Herbario para niños

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En botánica, un herbario (que viene de la palabra latina herbarium) es como una biblioteca especial de plantas. Pero en lugar de libros, ¡guarda plantas de verdad! Estas plantas se secan, se conservan con cuidado, se identifican y se les añade información importante. Por ejemplo, quién las recogió, dónde y cuándo las encontró, y cómo era el lugar donde crecían.

Aunque la palabra "herbario" se usa principalmente para la colección de plantas secas, también se refiere al lugar donde se guardan y a la institución que las organiza.

Las colecciones más grandes suelen estar en lugares de investigación, como jardines botánicos y universidades. Se forman gracias al trabajo de muchos investigadores que recogen plantas y también a los intercambios con otras instituciones similares. Crear un herbario personal es una forma genial de aprender sobre botánica, no solo porque te permite estudiar la diversidad de las plantas, sino también por la experiencia de recogerlas en su ambiente natural. Los herbarios más grandes tienen plantas de todo el mundo, pero también hay herbarios más pequeños que se especializan en las plantas de una región.

El material vegetal que se guarda en los herbarios es muy importante para la investigación botánica, especialmente para la taxonomía (que es la ciencia de clasificar a los seres vivos). También es útil para estudiar las plantas de una zona (estudios florísticos), cómo se distribuyen en el mundo (biogeográficos) e incluso para estudios moleculares. Las plantas de un herbario son la prueba de que una especie existe, de cómo se describe y de los materiales que se usaron para nombrar nuevas especies. La planta original que se usa para dar nombre a una nueva especie (llamada tipo nomenclatural) casi siempre es una planta seca guardada en un herbario.

El concepto de herbario que conocemos hoy es bastante nuevo. En los siglos XV y XVI, la palabra "herbario" significaba dos cosas diferentes. Primero, se usaba para un libro que describía e ilustraba principalmente plantas medicinales y sus usos. Segundo, también se refería a un grupo de plantas vivas que se cultivaban para estudiar o enseñar botánica.

Los herbarios a lo largo de la historia

Herbarios en la Edad Media

Archivo:Dioscorides00
Copia arábica del siglo XIII de De materia medica, de Dioscórides.
Archivo:Brunfels Helleborus
Ilustración de Helleborus niger en el libro Herbarium vivae Eicones de Otto Brunfels.

Durante la Edad Media, la palabra "herbario" se refería a un libro de botánica, especialmente sobre plantas medicinales. Estos libros enumeraban productos naturales de plantas (y a veces de animales o minerales) que se usaban para curar. Eran como libros de recetas de medicamentos sencillos, hechos con un solo ingrediente natural.

Antes de la invención de la imprenta, los libros se copiaban a mano y se ilustraban con dibujos coloreados para que fueran más fáciles de entender. Sin embargo, con cada copia, los dibujos se distorsionaban, lo que hacía que las descripciones fueran menos claras. Los autores que no ponían dibujos se daban cuenta de que sus descripciones no eran suficientes para reconocer las plantas, sobre todo porque las mismas plantas tenían nombres diferentes en distintos lugares. Por eso, muchos autores solo enumeraban los nombres que conocían de cada planta (sus sinónimos) y para qué enfermedades servían.

Con el tiempo, los textos originales cambiaron mucho debido a traducciones y nuevas ideas de los mundos árabe, judío y bizantino. Al final de la Edad Media, cuando apareció la imprenta, había una gran variedad de estos libros. La información en un herbario se organizaba de forma similar: el nombre de la planta, sus sinónimos, una descripción de sus características, dónde crecía, quién la había mencionado antes, sus propiedades curativas, cómo recogerla y prepararla, qué medicamentos se podían hacer con ella, qué enfermedades curaba y sus contraindicaciones. Si el herbario tenía dibujos, la imagen de la planta solía ir antes de la información escrita.

Más tarde, se empezó a estudiar de nuevo las plantas de cada país y las exóticas que traían los exploradores. Se publicaron libros que no solo copiaban obras antiguas, sino que buscaban un conocimiento más completo de la diversidad de las plantas. A principios del siglo XVI, algunos botánicos europeos se interesaron mucho por las propiedades curativas de las plantas. Se esforzaron en dibujar y describir con precisión las plantas de su tierra natal, publicando libros "sobre hierbas" o "herbarios". Estos libros ayudaron a que el conocimiento sobre las plantas se transmitiera de forma escrita, en lugar de solo oralmente.

En la historia del herbario medieval, hay dos períodos. En el primero, los herbarios se basaban principalmente en el tratado médico de Dioscórides, De Materia Medica, escrito en griego en el siglo I. Este libro se extendió por toda Europa. A partir de los siglos XII y XIII, se crearon nuevos herbarios bajo la influencia de la Escuela Médica Salernitana en Italia. Las ideas de Bizancio y del mundo árabe en el sur de Italia hicieron de esta ciudad un centro importante de medicina. Con el tiempo, estos herbarios incluyeron más especies, incluso algunas sin valor medicinal, pero con características inusuales o decorativas. La invención de la imprenta permitió hacer muchas más copias de estas obras y mejorar la calidad de los dibujos.

Herbarios en otras culturas antiguas

China: Shen Nung Pen Ts`ao jing

China es famosa por sus medicinas tradicionales a base de hierbas, que tienen miles de años. Se dice que el emperador Shennong, fundador de la medicina herbaria china, escribió el Shennong Bencao Jing (Gran Herbario) alrededor del año 2700 a.C. Este libro es el precursor de todos los herbarios chinos posteriores. Una copia que se conserva, hecha alrededor del año 500 d.C., describe unas 365 hierbas. Se hicieron muchos herbarios y estudios detallados sobre plantas específicas en China.

India: Sushruta Samhita

La medicina tradicional de la India, llamada Ayurveda, podría datar del segundo milenio a.C. Sus orígenes se encuentran en los textos sagrados hindúes llamados Vedas. Una importante recopilación de enseñanzas es el Sushruta Samhita, del cirujano Sushruta. Tiene 184 capítulos y describe 1120 enfermedades, 700 plantas medicinales y muchas preparaciones de minerales y animales. Otra obra antigua es el Charaka Samhita. Sin embargo, gran parte de esta tradición se transmitía oralmente. El manuscrito más antiguo que se conserva con las obras de Sushruta es del siglo IV d.C.

México: Hernández y los aztecas

En México, en 1552, se publicó un herbario ilustrado llamado Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis (Libro de hierbas medicinales de las Indias). Fue escrito en náhuatl, el idioma azteca, por un médico nativo llamado Martín Cruz. Este libro es un registro muy temprano de la medicina azteca. En 1570, Francisco Hernández de Toledo fue enviado desde España para estudiar los recursos naturales de la Nueva España (hoy México). Él se basó en fuentes indígenas, incluyendo los grandes jardines botánicos que habían creado los aztecas, para registrar unas 1200 plantas en su obra Rerum Medicarum de 1615.

Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma

Alrededor del año 2000 a.C., los papiros médicos del antiguo Egipto incluían recetas con plantas y combinaban la medicina herbaria con la magia para curar.

El Papiro Ebers de Egipto, uno de los herbarios más antiguos conocidos, data del 1550 a.C. El primer herbario sumerio es de aproximadamente el 2500 a.C. Las tablillas asirias, entre el 668 y el 626 a.C., enumeran unas 250 medicinas vegetales, incluyendo nombres que aún usamos hoy como azafrán, comino y sésamo.

Los antiguos griegos aprendieron mucho de Egipto y Mesopotamia. Hipócrates (460-377 a.C.), considerado el "padre de la medicina", usó unas 400 medicinas, la mayoría de plantas. Teofrasto (371-287 a.C.), discípulo de Aristóteles, en su Historia Plantarum, estableció el método científico de observación cuidadosa, que es la base de la botánica moderna. Su noveno libro trata sobre hierbas medicinales y sus usos.

El trabajo de Krateuas (siglo I a.C.) es importante porque inició la tradición del herbario ilustrado.

Dioscórides: De materia medica

De materia medica (aproximadamente 40-90 d.C.) de Pedanios Dioscórides, médico del ejército romano, fue el herbario más influyente jamás escrito. Sirvió de modelo para herbarios y libros de medicina en Oriente y Occidente durante 1000 años. Recopiló gran parte del conocimiento herbario de su época, incluyendo unas 500 plantas medicinales. El original se perdió, pero se conserva una copia bizantina ilustrada, el Dioscórides de Viena, del año 512.

Plinio: Historia Natural

La enciclopedia Historia natural (aproximadamente 77-79 d.C.) de Plinio el Viejo (23-79 d.C.) es una recopilación de información de unos 2000 pergaminos, incluyendo mitos y folclore. De sus 37 libros, dieciséis se dedican a árboles, plantas y medicinas, y siete de ellos describen plantas medicinales.

La Edad Media y el mundo árabe

Durante la Edad Media europea (del 600 al 1200), la tradición del herbario se mantuvo en los monasterios. Los monjes eran buenos en la creación de libros y manuscritos, y cuidaban jardines medicinales. En el mundo árabe, para el año 900, los grandes herbarios griegos ya se habían traducido y se guardaban copias en centros de enseñanza. Allí se combinaron con la tradición botánica y de medicamentos de Oriente. Los botánicos y médicos musulmanes hicieron grandes contribuciones al conocimiento de las medicinas a base de hierbas.

Avicena (980-1037) escribió el Canon de medicina, que se usó durante siglos. Durante este período, la ciencia islámica protegió el conocimiento botánico clásico que se había olvidado en Occidente, y la farmacia musulmana prosperó.

Alberto Magno: De Vegetabilibus

En el siglo XIII, la investigación científica volvió a crecer. Alberto Magno (aproximadamente 1193-1280) escribió un tratado de siete volúmenes llamado De Vegetabilibus (aproximadamente 1256). Aunque se basaba en sus propias observaciones de plantas, también se parecía a los herbarios griegos, romanos y árabes anteriores.

Europa occidental

Los herbarios más conocidos se hicieron en Europa entre 1470 y 1670. La invención de la imprenta en Alemania alrededor de 1440 impulsó mucho la creación de herbarios. Los nuevos herbarios eran más detallados, más atractivos y a menudo tenían ilustraciones de madera que se parecían mucho a las plantas descritas.

Tres herbarios importantes, todos antes de 1500, se imprimieron en Maguncia, Alemania. Otros herbarios impresos tempranos fueron el Kreuterbuch de Hieronymus Tragus de Alemania en 1539 y, en Inglaterra, el New Herball de William Turner en 1551. La forma de organizar las plantas en los herbarios posteriores, como el Cruydboeck de Dodoens y el Herbal de John Gerard de 1597, se relacionó más con sus parecidos físicos, lo que marcó el inicio de la clasificación científica. Para 1640, se había impreso un herbario que incluía unas 3800 plantas, casi todas las conocidas en ese momento.

En la Edad Moderna y el Renacimiento, los herbarios europeos se diversificaron y se basaron más en la observación directa que en la copia de modelos tradicionales.

Herbarios anglosajones

El conocimiento de las plantas y la jardinería en la época anglosajona (en Inglaterra) parece haber sido muy avanzado. Gran parte de lo que sabemos viene de manuscritos como The Leechbook of Bald y The Lacnunga. El Leechbook Bald fue escrito en el idioma local alrededor del 900-950 y no se basó en textos griegos. El herbario ilustrado más antiguo de la época sajona es una traducción del latín de Herbarius Apulei Platonici, del siglo V, y esta traducción sajona se hizo alrededor del 1000-1050.

Herbarios anglonormandos

En los siglos XII y principios del XIII, bajo la influencia de la conquista normanda, los herbarios en Gran Bretaña recibieron más influencia de Sicilia y Oriente Medio que de Francia y Alemania. Los herbarios anglosajones en el idioma local fueron reemplazados por herbarios en latín.

Incunables del siglo XV

Los primeros libros impresos se llaman incunables. El primer herbario impreso apareció en 1469, una versión de Historia Naturalis de Plinio. Otros incunables importantes incluyen el enciclopédico De Proprietatibus Rerum del fraile franciscano Bartolomeo Ánglico, que tuvo 25 ediciones después de ser impreso por primera vez en 1470.

Manuscritos del siglo XV

En la época medieval, los herbarios medicinales se referían a los boticarios (médicos) como "simples". Antes de 1542, los boticarios usaban principalmente los tratados de medicina de Avicena.

España y Portugal: de Orta, Monardes, Hernández

Los exploradores españoles y portugueses trajeron nuevo conocimiento botánico. García de Orta (1490-1570) basó su obra Coloquios dos Simples (1563) en la India. El primer conocimiento botánico del Nuevo Mundo vino del español Nicolás Monardes (1493-1588), quien publicó Dos libros... entre 1569 y 1571. El trabajo de Hernández sobre la medicina herbaria de los aztecas ya se mencionó.

Alemania: Bock, Brunfels y Fuchs

Otto Brunfels (aproximadamente 1489-1534), Leonhart Fuchs (1501-1566) e Hieronymus Bock (1498-1554) son conocidos como los "padres alemanes de la botánica". El Herbarum Vivae Eicones (1530) de Brunfels contenía ilustraciones muy precisas. Bock, al describir las plantas de Alemania, produjo el New Kreuterbuch de 1539. Bock fue quizás el primero en clasificar las plantas en su herbario de una manera más botánica que medicinal, lo que se parece más a las floras modernas. La obra De Historia Stirpium (1542) de Fuchs es considerada una de las más exitosas del Renacimiento.

Países Bajos: Dodoens, Lobel, Clusius

El impresor flamenco Christopher Plantin publicó las obras de los herbolarios neerlandeses Rembert Dodoens y Carolus Clusius. Las traducciones de textos griegos y romanos fueron elaboradas por Dodoens (1517-1585), un botánico belga. Matthias de Lobel (1538-1616) publicó su Stirpium Adversaria Nova (1570-1571). La obra maestra de Clusius (1526-1609) fue Rariorum Plantarum Historia de 1601, que incluía más de 600 plantas nuevas para la ciencia.

Italia: Mattioli, Calzolari, Alpino

En Italia, Pietro Andrea Mattioli (1501-1577) publicó su Commentarii (1544), que incluía muchas especies nuevas. Prospero Alpini (1553-1617) publicó en 1592 un popular libro sobre plantas de otros países, De Plantis Aegypti, y también fundó un jardín botánico en Padua en 1542, uno de los primeros del mundo.

Inglaterra: Turner, Gerard, Parkinson, Culpeper

El primer herbario impreso en Gran Bretaña fue el Herball de Richard Banckes de 1525. William Turner (1508-1568) es conocido como el "padre de la botánica inglesa". Su obra A New Herball (1551-1568) fue importante por sus contribuciones originales y su contenido medicinal.

John Gerard (1545-1612) es el más famoso de los herbolarios ingleses. Su Herball de 1597 fue muy popular. John Parkinson (1567-1650) fue boticario del rey Jaime I y un jardinero entusiasta. Sus dos obras más importantes fueron Paradisi en Sole Paradisus Terrestris (1629), un libro de jardinería, y Theatrum Botanicum (1640), el herbario más grande jamás producido en inglés, con casi 3800 plantas.

Nicholas Culpeper (1616-1654) fue un botánico, herborista y médico inglés. Sus libros The English Physitian (1652) y Complete Herbal (1653) contienen mucho conocimiento farmacéutico y herbario.

Origen del herbario actual

Desde la antigüedad, los botánicos que estudiaban las plantas medicinales (llamadas "hierbas") guardaban colecciones de estas plantas para consultarlas. La palabra latina herbarium para estas colecciones fue usada por Carlos Linneo en el siglo XVIII. Este es el origen del término herbario que, gracias al botánico francés Joseph Pitton de Tournefort, se usa para describir cualquier colección de plantas conservadas de forma permanente para su estudio.

Se cree que el primer herbario moderno fue hecho en Italia por Luca Ghini, profesor de Botánica en la Universidad de Bolonia. En 1551, pegó plantas secas en papel para enviarlas por correo. Su método, parecido al actual, consistía en secar las plantas prensándolas entre hojas de papel. Esta técnica se extendió por Europa y fue muy importante en los siglos XVII y XVIII, cuando se hicieron muchas expediciones para recoger nuevas especies en territorios desconocidos. Así nacieron los grandes herbarios institucionales, asociados a jardines botánicos que gestionaban los recursos vegetales de las colonias. Hoy en día, hay cientos de grandes herbarios que guardan un enorme archivo vegetal, que es el resultado y la prueba científica de la investigación en Botánica. Aunque ha habido mejoras en los materiales y la conservación, la técnica básica sigue siendo similar a la de Ghini.

En los siglos XVI y XVII, los herbarios eran colecciones privadas. Pero luego, se empezaron a guardar en lugares especiales que podían contener miles o millones de ejemplares. Por eso, hoy en día, el término "herbario" también incluye el lugar físico donde se guardan las plantas.

Actualmente, la mayoría de los países tienen herbarios nacionales. Se calcula que hay unos 1800 herbarios públicos en el mundo, asociados a universidades, museos o centros de investigación. Estos herbarios guardan principalmente colecciones de plantas superiores y, en menor medida, de plantas inferiores. Sin embargo, herbarios como los de Kew, Nueva York, París y Estocolmo, tienen colecciones importantes de hongos y líquenes de todo el mundo.

Importancia y objetivos

Los herbarios son herramientas muy importantes para la Taxonomía, porque proporcionan material para comparar y así descubrir o confirmar la identidad de una especie, o saber si es nueva para la ciencia. Además, los herbarios son esenciales para investigar en áreas como la Sistemática, Ecología, Evolución, Morfología, Anatomía, Etnobotánica (el estudio de cómo las personas usan las plantas), conservación de recursos naturales, Biogeografía, Medicina, Criminalística, Paleobotánica (plantas fósiles), Palinología (polen), Genética y para tener materiales de referencia en jardinería y educación. Los herbarios son una fuente de información sobre las plantas y su ambiente, y son un registro permanente de la biodiversidad.

Los objetivos de un herbario son:

  • Guardar materiales de referencia. Para esto, se necesita conservar bien los ejemplares y tener un sistema para encontrarlos fácilmente.
  • Facilitar su uso a los investigadores. Para esto, se necesita un sistema rápido para prestar, intercambiar y donar ejemplares.
  • Educar de forma formal e informal. El herbario tiene un papel educativo en el ámbito académico (universitario y preuniversitario) y también para el público en general, con exhibiciones, charlas y visitas guiadas.

Tipos de herbarios y de colecciones

Hay diferentes tipos de herbarios según las plantas que guardan:

  • Herbarios internacionales: Tienen plantas de todo el mundo.
  • Herbarios nacionales: Guardan plantas de un país específico.
  • Herbarios regionales y locales: Almacenan plantas de una región, provincia o área pequeña.
  • Herbarios de enseñanza: Pertenecen a una institución educativa y los estudiantes depositan sus propias colecciones allí.
  • Herbarios de investigación: Guardan plantas que representan un campo específico del conocimiento, como plantas medicinales, malezas o plantas cultivadas; familias específicas (como Fabaceae o Asteraceae); o un grupo de vegetales (como plantas acuáticas o briófitas).

Dentro de un herbario, además de la colección principal de plantas secas, también se pueden encontrar colecciones de frutos y semillas, ejemplares grandes, muestras de madera, briófitas, hongos, fósiles y material vegetal conservado en líquidos. Las ilustraciones, fotografías y preparados microscópicos también forman parte de las colecciones del herbario.

Descripción

Un herbario es una colección de plantas secas, prensadas y pegadas en cartulinas de 45 cm x 30 cm. Los hongos, líquenes y briófitos se guardan en sobres o cajas de cartón. Cada planta tiene una etiqueta con información biológica importante que los botánicos pueden consultar. Además, un herbario puede tener plantas en líquido conservante, colecciones de frutos y semillas secos, maderas, hongos y otros organismos delicados liofilizados (secados por congelación). Cuando un herbario tiene miles o millones de estas plantas, la información que proporciona es una fuente muy valiosa para estudios de clasificación, ecología, medio ambiente y etnobotánica.

Estas plantas se conservan por mucho tiempo y son como un banco de información que representa la flora de una región en un espacio pequeño. Para esto, hay que seguir unas reglas básicas.

Archivo:Drying herbarium specimens
Secado de especímenes en un herbario de Burkina Faso.

Estos ejemplares se usan a menudo como material de referencia para definir el taxón de una planta, ya que contienen los holotipos (ejemplares originales) de estas plantas.

Colección de ejemplares

Un ejemplar de herbario es un documento permanente de una especie, variedad o población que existe en un momento y lugar determinados. El valor de un ejemplar depende mucho del cuidado con el que se selecciona, recoge y prepara.

En el lugar de recolección, se eligen plantas sanas y fuertes, evitando las que estén enfermas o dañadas. Los ejemplares deben ser típicos de la especie, pero también se deben recoger plantas que muestren toda la variedad de la población. Las raíces o cualquier parte subterránea deben extraerse con cuidado, quitando la tierra. Es mejor recoger plantas con flores y frutos, ya que suelen ser necesarios para identificar el ejemplar. Siempre es bueno recoger varias muestras de la misma planta (duplicados), excepto si son plantas raras o protegidas. Esto permite intercambiar ejemplares con otros herbarios o enviarlos a especialistas para su identificación. Si se recoge material para estudios celulares, anatómicos o moleculares, siempre se debe guardar una parte de la planta original como referencia. Se deben recoger tantas plantas como sea posible, sin olvidar las que no son muy llamativas o son difíciles de identificar.

Documentación

Una vez recogidas las plantas en el campo, se hace una etiqueta con la mayor cantidad de datos posibles del ejemplar y del lugar de recolección. Por ejemplo: nombre científico, nombre común, familia, lugar exacto de recolección (país, provincia, etc.), latitud, longitud, fecha, nombre de quien la recogió, datos de la vegetación cercana, cómo era el lugar donde crecía, color de la planta, flor y fruto, olor, insectos relacionados con la planta. También se anota cualquier otro dato importante que no se pueda ver después, como el tamaño de la planta entera (si solo se tomó un trozo), su forma de crecimiento (si es rastrera, trepadora), su abundancia, su estado (si tiene hojas, si está floreciendo o dando frutos), y nombres comunes o usos que la gente local le dé.

El proceso de herborización

Prensado

Para preparar una planta para el herbario, hay que secarla y deshidratarla bajo presión lo más rápido posible. Esto se hace con una prensa. Una prensa sencilla tiene dos tablas unidas por tornillos o correas, entre las que se ponen las hojas de papel con las plantas, separadas por almohadillas absorbentes. Las plantas se estiran y se acomodan en la hoja de papel donde se van a prensar, intentando que se parezcan a como estaban vivas. Si la planta es grande, se puede doblar en zigzag sobre el papel para que quepa y no se rompa. Las hojas de la planta deben estar estiradas, algunas mostrando la parte de arriba y otras la de abajo, para ver bien sus características. Las hojas de papel con las plantas se separan con almohadillas absorbentes o periódicos. Así, no hay que sacar las plantas de las hojas donde se colocaron, solo se cambian las almohadillas húmedas por secas cuando sea necesario.

Etiquetado

Una vez que las plantas están prensadas, secas e identificadas, se guardan en el herbario. Cada ejemplar debe tener una etiqueta con los siguientes datos: nombre de la especie, información sobre dónde prefiere crecer, lugar donde se recogió (con detalles topográficos, altitud, coordenadas UTM, ciudad o pueblo cercano y provincia); fecha de la herborización; nombre de quien la recogió (abreviado leg.) y número de orden; y nombre de quien la identificó (abreviado det.).

Archivo:HerbPrepLG
Preparación de un espécimen para montarlo en una hoja de papel.
Conservación y montaje

Un método para conservar los ejemplares de herbario es congelarlos secos durante 4 días a -32 °C. Esto mata todos los insectos, larvas y otros animales que podrían destruirlos. El montaje consiste en fijar la planta o plantas en un soporte definitivo junto con su etiqueta. El método más sencillo es pegar las plantas con tiras de cinta adhesiva de tela sobre una cartulina o papel grueso, blanco y de tamaño estándar (23,5cm x 39cm). Primero se pega la etiqueta en la esquina inferior derecha. Luego se coloca la planta (o plantas) de la forma más natural posible y se sujetan por las partes que no importa tapar, nunca por la base de las hojas o las flores (a menos que sean muy grandes), sino por el centro de los tallos. Si las plantas son muy pequeñas, se montan una o dos y el resto se mete en un sobre de papel que se pega cerca de la esquina superior derecha de la cartulina. Las partes que se hayan desprendido, como flores sueltas, hojas o semillas, también se meten en un sobre de papel que se pega en el pliego. El ejemplar así montado se guarda en una hoja doble de papel fino (llamada camisa), donde se anota a lápiz la familia y la especie.

Almacenamiento y ordenación

Los pliegos deben protegerse del polvo, la humedad, la luz directa y los insectos. A cada ejemplar se le da un número de ingreso en la colección, se protege cada pliego con una camisa de papel resistente, y todos los pliegos de una misma subespecie, especie, sección o género se guardan entre dos cartones fuertes atados con una cinta. Uno o varios paquetes de pliegos se guardan en cajas de cartón con el contenido bien identificado. Estas cajas se colocan en un armario metálico que cierra herméticamente, lo que permite guardar muchas plantas en poco espacio y con humedad constante. El cierre hermético también evita que los insectos dañen los materiales del herbario. A menudo, las puertas del armario tienen un espacio para colocar insecticidas o bolas de naftalina.

Hay tres formas principales de clasificar y ordenar los materiales de un herbario:

  • Criterio taxonómico: Se ordenan los ejemplares según su clasificación biológica. Esto ayuda a comparar especies y géneros parecidos para identificar una planta nueva.
  • Criterio geográfico: Se agrupan los ejemplares según el lugar de donde provienen. Esto es útil en herbarios que tienen plantas de todo el mundo.
  • Orden alfabético: Simplemente se ordenan los ejemplares por orden alfabético, lo que permite encontrarlos rápidamente.

Los herbarios más grandes del mundo

Archivo:NY Botanical Garden
Entrada principal del Jardín Botánico de Nueva York (Bronx, Nueva York, Estados Unidos), donde se encuentra uno de los principales herbarios del mundo, el cual alberga 8 millones de ejemplares.

Existen más de 3.300 herbarios públicos en el mundo, que suman unos 270 millones de pliegos. Estos representan las 250.000 especies de plantas vasculares conocidas y muchas otras aún no identificadas. La información sobre estos herbarios se encuentra en el Index herbariorum, un libro que se actualiza periódicamente y que también tiene una versión en línea. Este índice asigna una sigla a cada herbario y proporciona información como su dirección, el número de ejemplares que tiene, los nombres de los especialistas que trabajan allí y las plantas que investigan.

El herbario con más ejemplares es el del Museo Nacional de Historia Natural de Francia (P) en París, con aproximadamente nueve millones. Le siguen el del Jardín Botánico de Nueva York (NY) y el del Jardín Botánico del Instituto Botánico V.L. Komarov (LE) en San Petersburgo, ambos con 8 millones de ejemplares. El herbario del Real Jardín Botánico de Kew (K) en Kew, Reino Unido, tiene 6 millones.

Entre los herbarios importantes en países de habla hispana y portuguesa, destacan el de la Universidad Nacional Autónoma de México y el del Real Jardín Botánico de Madrid (MA), cada uno con 1.400.000 ejemplares.

Herbario virtual

Un herbario virtual es una página de internet que muestra imágenes digitales de plantas conservadas o de partes de plantas, y también de plantas en su estado natural. A menudo, estas imágenes se acompañan de fotos escaneadas de plantas frescas. Cada ejemplar virtual tiene información sobre el lugar y la fecha de recolección, el autor, el nombre científico correcto, el nombre común y, en general, datos sobre las especies asociadas y dónde prefieren crecer. Se pueden buscar las especies en estos herbarios virtuales tanto por su nombre científico como por su nombre común. Los herbarios virtuales surgieron como una herramienta gratuita para que cualquiera pueda conocer las diferentes plantas de una región, su ecología, distribución, nombres y clasificación. Son útiles para estudios científicos, organizaciones públicas, grupos ecologistas, asociaciones relacionadas con la naturaleza o simplemente para quienes quieran identificar plantas a través de sus fotografías.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Herbarium Facts for Kids

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Herbario para Niños. Enciclopedia Kiddle.