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Gueorgui Chicherin para niños

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Datos para niños
Gueorgui Chicherin.
Bundesarchiv Bild 102-12859A, Georgi Wassiljewitsch Tschitscherin.jpg

Coat of arms of the Soviet Union (1923–1936).svg
Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores de la Unión Soviética
6 de julio de 1923-22 de julio de 1930
Jefe de Gobierno Vladímir Lenin
Alekséi Rýkov
Predecesor Cargo creado
Sucesor Maksim Litvínov

Información personal
Nombre en ruso Георгий Васильевич Чичерин
Nacimiento 24 de noviembre de 1872
Karaul (Rusia)
Fallecimiento 7 de julio de 1936
Moscú (Unión Soviética)
Causa de muerte Hemorragia cerebral
Sepultura Cementerio Novodévichi
Nacionalidad Rusa y soviética
Religión Pietismo
Educación
Educado en Universidad Estatal de San Petersburgo
Información profesional
Ocupación Político y diplomático
Instrumento Piano de cola
Obras notables
Partido político Partido Comunista de la Unión Soviética
Miembro de
  • Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética
  • Comité Ejecutivo Central de la Unión Soviética
Distinciones
  • Orden de la Bandera Roja

Gueorgui Vasílievich Chicherin (en ruso: Гео́ргий Васи́льевич Чиче́рин; nacido en Karaúl, Imperio ruso, el 24 de noviembre de 1872 – fallecido en Moscú, URSS, el 7 de julio de 1936) fue un importante político y diplomático ruso. Se desempeñó como ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética desde 1918 hasta 1930.

Chicherin provenía de una familia noble y era un intelectual destacado. En su juventud, trabajó en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Al principio, se opuso al gobierno del zar y colaboró con grupos socialistas. Más tarde, se unió a los socialdemócratas mientras estaba en el exilio. Aunque al principio fue bolchevique, después de la Revolución rusa de 1905, se unió a los mencheviques. Fue crítico con Lenin y sus seguidores entre 1907 y 1914. Participó activamente en movimientos socialistas en Europa Occidental, pero se sintió decepcionado por su moderación.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Chicherin estaba en Francia. Se trasladó a Gran Bretaña para evitar el avance alemán. Al principio, tuvo una postura contradictoria sobre la guerra, pero luego se opuso firmemente al conflicto. Esto lo acercó de nuevo a los bolcheviques, quienes compartían su opinión. Durante la guerra, en Gran Bretaña, promovió ideas contra la guerra entre los rusos exiliados y los socialistas británicos. Fue detenido por el gobierno de Londres por sus actividades. Sin embargo, el nuevo Gobierno bolchevique, que surgió de la Revolución de Octubre, logró su liberación a finales de 1919.

Regresó a Rusia y fue nombrado vicecomisario (viceministro) de Asuntos Exteriores. Poco después, se convirtió en comisario del pueblo (ministro). Chicherin fue clave en la expansión del Comisariado del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS en la década de 1920. Se ganó una excelente reputación como diplomático entre sus colegas europeos. Supo combinar los intereses tradicionales de Rusia con la defensa del socialismo. Aunque buscaba la expansión del socialismo, también promovió relaciones pacíficas con las potencias occidentales. Al mismo tiempo, intentó evitar que estas potencias se unieran contra Rusia. Contribuyó mucho a fortalecer el gobierno soviético durante su tiempo como ministro, de 1918 a 1930. A pesar de no ser parte del Politburó del PCUS, su estilo influyó mucho en la política exterior. Desde el inicio de su cargo, trabajó muy de cerca con Lenin, lo que le ayudó a enfrentar la oposición de algunos miembros del partido.

Entre 1921 y 1924, logró que casi todas las grandes potencias reconocieran oficialmente al Gobierno soviético. Consideraba a Alemania fundamental para la política exterior soviética. Su mayor éxito diplomático fue la firma del Tratado de Rapallo con Alemania en 1922. Este tratado puso fin al aislamiento de la URSS y aseguró la neutralidad alemana en caso de conflicto. Chicherin creía que la separación de Alemania del resto de potencias protegía a la Unión Soviética. Se opuso firmemente al imperialismo británico, al que veía como el principal enemigo. Intentó debilitar su poder apoyando movimientos nacionalistas en Asia, especialmente después de que la revolución en Europa no avanzara a partir de 1923. Desconfiaba de las intenciones de los vencedores de la Primera Guerra Mundial hacia la URSS. Por ello, prefirió apoyarse en Alemania y rechazó la Sociedad de Naciones. En su lugar, promovió una política de tratados bilaterales de neutralidad y no agresión.

Tuvo más libertad de acción entre la muerte de Lenin en 1924 y el ascenso de Stalin a finales de la década de 1920. Desde 1928, su enfermedad y sus diferencias con Stalin lo alejaron de la dirección de la política exterior. Stalin lo reemplazó en 1930. Enfermo y retirado de la política, falleció en Moscú en 1936.

Origen y primeros años

Archivo:Sherwood PtChicherina
Borís Chicherin, un destacado pensador liberal y tío de Gueorgui Chicherin. A su muerte en 1904, le dejó sus bienes a su sobrino.

Gueorgui Chicherin nació en una familia aristócrata con una larga historia. Su antepasado, Afanasi Chicherini, llegó a Rusia en 1472. La familia había ocupado puestos importantes en la administración del ducado. Su abuelo, Nikolái Vasílievich, fue un erudito y liberal que compró la hacienda de Karaul, donde nació Chicherin. Su tío, Borís Nikoláyevich, fue profesor de derecho y alcalde de Moscú, y se opuso al gobierno autoritario. El padre de Chicherin, Gueorgui Nikoláyevich, fue diplomático. Se casó con la baronesa Zhorzhina Yegórovna Meindorf, de una antigua familia noble rusa. En 1865, mientras su padre estaba en la embajada de París, nació el primer hijo de la pareja, Nikolái. Un incidente familiar hizo que Gueorgui Nikoláyevich dejara la carrera diplomática y se retirara a las tierras de la familia en Tambov. Sus padres eran seguidores del Pietismo, una corriente religiosa que los llevó a rechazar ciertas costumbres de la época.

La familia se estableció en la hacienda de Pokrov en 1859. Chicherin nació durante una visita a la casa de su tío Borís Nikoláyevich en Karaul, el 24 de noviembre de 1872. Tuvo una hermana menor, Sofía. Desde niño, Chicherin mostró una gran capacidad intelectual, apoyada por sus padres y la gran biblioteca familiar. Era hábil con los idiomas, hablando inglés, francés, alemán, italiano, polaco y serbio, además de ruso. Se interesó mucho por la historia desde joven. El ambiente familiar era muy religioso, lo que se acentuó tras la muerte de su padre en 1882. El interés de sus padres por la reforma social también lo marcó profundamente.

Estudios y carrera temprana

Archivo:Stpeteskyline
San Petersburgo, la capital del Imperio ruso, a principios del siglo XX. Chicherin se mudó allí con su familia en 1886, estudió historia en su universidad y trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores hasta 1904.

Chicherin fue un niño solitario con dificultades para relacionarse. Ingresó en el gimnasio de Tambov en 1884, a los doce años. Su padre había fallecido dos años antes. Le fascinaba la historia y la música clásica, especialmente las obras de Richard Wagner, Beethoven y Mozart. Aprendió a tocar el piano con gran habilidad y mantuvo su gusto por la música toda su vida. Fue un estudiante brillante y muy inteligente, mostrando interés en aprender diversas materias. La familia se mudó a San Petersburgo en 1886 para que sus hijos tuvieran una mejor educación. Chicherin, aunque reservado, ingresó en un gimnasio de la capital y se graduó en 1891 con excelentes notas. Luego se matriculó en la Facultad de Historia de la ciudad, donde también obtuvo calificaciones sobresalientes y se graduó en 1895. A pesar de sus logros, Chicherin buscó un propósito en la vida, lo que lo llevó a alejarse de las creencias familiares y a leer mucho sobre filosofía y política. En 1895, decidió ir a Europa occidental, pero la enfermedad de su madre lo hizo regresar a Rusia en 1897.

En enero de 1898, comenzó a trabajar en la sección de archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Esto se debió a su interés por la historia y su rechazo al ambiente aristocrático de la diplomacia. Se especializó en la diplomacia de la época de Alejandro II y escribió una biografía de su ministro de Asuntos Exteriores, Aleksandr Gorchakov, que nunca se publicó.

Cada vez más alejado de su familia, se mudó a una zona más modesta de la capital. Se volvió más radical y contactó con grupos socialrevolucionarios, para quienes guardaba escritos ilegales. Dedicó su tiempo libre a estudiar obras revolucionarias, especialmente las de Karl Marx y Friedrich Engels. Temiendo ser descubierto por la policía y deseoso de conocer las últimas ideas revolucionarias europeas, en 1904 pidió una licencia del ministerio y se fue a Europa occidental. También necesitaba tratamiento para su salud física y mental. Oficialmente, Chicherin viajó a Alemania como funcionario de baja por enfermedad.

Activista en el exilio

Desacuerdos políticos

Chicherin no regresó a Rusia hasta enero de 1918. En 1904, influenciado por la educación de sus padres y sus propias inquietudes, decidió dedicarse a la causa de la revolución socialista.

Archivo:Berlin Unter den Linden Victoria Hotel um 1900
Berlín a principios del siglo XX. Chicherin vivió allí entre 1905 y 1908, estableciendo contactos con los socialdemócratas alemanes y trabajando para coordinar a las organizaciones socialdemócratas rusas en el exilio.

Se estableció en Berlín en 1905, después de estudiar en la Universidad de Bonn. Se unió a la corriente bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). En Bonn, contactó con revolucionarios rusos exiliados y socialdemócratas alemanes. En 1905, insatisfecho con los socialrevolucionarios, se hizo socialdemócrata.

Cuando estalló la Revolución de 1905, quiso regresar a Rusia, pero su salud se lo impidió. Permaneció en Alemania, colaborando con las juventudes socialistas alemanas, recaudando fondos para el POSDR y siendo secretario de la asociación de estudiantes rusos. Como su participación en el movimiento revolucionario no era conocida, pudo usar la valija diplomática para enviar escritos revolucionarios a Rusia. En 1904, heredó propiedades de su tío, pero renunció a la herencia. Entregó lo heredado de sus padres al partido, que necesitaba fondos. Vivía modestamente y usaba la mayor parte de su dinero en las actividades del POSDR.

Fue activo en la propaganda y usó varios nombres falsos para evitar a la policía secreta. Se oponía a la división del partido. En enero de 1907, fue nombrado secretario de la Oficina Central en el Extranjero (ZTsB), un nuevo organismo para coordinar las corrientes socialdemócratas rusas en el exilio. Conoció a Lenin en el V Congreso (1907), pero se fue distanciando de él, considerándolo responsable de la división del partido. Chicherin se acercó a los mencheviques, compartiendo su visión de la estrategia del POSDR. El escándalo de un robo a un banco en Tiflis en 1907, que involucró a bolcheviques, profundizó su ruptura con ellos. Chicherin y la ZTsB se negaron a seguir las decisiones del comité central, controlado por los bolcheviques.

Después de ser detenido brevemente en Berlín, se mudó a París en 1908 para evitar la vigilancia policial y estar cerca del periódico menchevique Golos sotsial-demokrata. Continuó trabajando como secretario de la ZTsB y organizando y financiando a los exiliados rusos. Los intentos de reconciliar la ZTsB con el comité central del POSDR fracasaron.

Durante la división final del POSDR entre 1910 y 1912, Chicherin permaneció con los mencheviques. Trabajó estrechamente con Yuli Mártov, un líder menchevique. Sin embargo, se desilusionó con los movimientos socialistas de Europa occidental, a los que veía demasiado moderados. Aunque seguía en desacuerdo con Lenin sobre la organización del partido, se distanciaba de los mencheviques.

La Primera Guerra Mundial y el regreso a los bolcheviques

La Primera Guerra Mundial llevó a Chicherin de nuevo a la corriente bolchevique. Estaba en Lille cuando comenzó la guerra, donde intentó, sin éxito, oponerse al conflicto. Se trasladó a Bruselas y luego huyó a Londres cuando los alemanes invadieron Bélgica. Residió en Londres hasta su arresto en agosto de 1917.

Archivo:Vaszary János (1869-1939) Katonák a hóban, 1916
Soldados en la nieve, pintura de 1916. Exiliado en Gran Bretaña, Chicherin hizo campañas contra la Primera Guerra Mundial. Su rechazo al conflicto lo acercó a los bolcheviques.

Al principio de la guerra, Chicherin apoyó una postura que veía el imperialismo franco-británico como preferible al alemán. Justificaba la participación de Rusia en la guerra como defensa. Sin embargo, a principios de 1915, cambió completamente de opinión y se unió a los socialistas internacionalistas, quienes creían que solo el socialismo podía poner fin a la guerra.

Participó en periódicos internacionalistas como Nashe Slovo y Nachalo. Su conversión al internacionalismo aumentó su actividad revolucionaria. Desilusionado con los líderes socialistas europeos, abogó por la creación de nuevos partidos revolucionarios que se opusieran firmemente al conflicto. Su posición era muy similar a la de Lenin.

En Gran Bretaña, hizo una intensa campaña contra la guerra. Se opuso a los planes británicos de reclutar a los exiliados rusos o deportarlos a Rusia. Sus actividades frustraron los intentos del gobierno británico de reclutar voluntarios rusos. Chicherin enfrentó el acoso del gobierno británico por sus actividades. Fue arrestado brevemente en diciembre de 1915. La Revolución de Febrero en Rusia cambió la situación. Los exiliados exigieron su regreso a Rusia, y Chicherin fue elegido secretario de un comité para facilitar el proceso. Continuó su agitación contra la guerra mundial.

El gobierno británico lo amenazó con arrestarlo si no regresaba a Rusia, pero Chicherin siguió organizando la repatriación de sus compatriotas. Fue detenido el 22 de agosto, acusado de actividades proalemanas, y encerrado en la cárcel de Brixton. Fue liberado gracias a la intervención del nuevo Gobierno soviético tras la Revolución de Octubre. León Trotski, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, exigió su liberación. El 14 de diciembre, Londres anunció la repatriación de Chicherin, quien había sido nombrado embajador en Gran Bretaña por Trotski. Fue liberado el 3 de enero y llegó a la capital rusa el 19 de enero de 1918. Fue recibido como un héroe y se afilió al Partido Bolchevique.

Ministro de Asuntos Exteriores

Inicio en el ministerio y relación con los líderes

Archivo:Council of People's Commissars of Soviet Russia in 1920
Chicherin, identificado con el número 3, en una reunión del Sovnarkom a principios de 1920.

Antes de su llegada a Petrogrado el 19 de enero de 1918, Lenin y Trotski ya habían decidido que trabajaría en la comisaría. Su conocimiento de idiomas, experiencia en el ministerio y excelente formación le permitieron ser nombrado vicecomisario interino de Asuntos Exteriores el 21 de enero. Este cargo tenía una gran responsabilidad, ya que Trotski estaba ocupado en las negociaciones de paz con los Imperios Centrales en Brest, que llevaron a la firma del Tratado de Brest-Litovsk. Trotski dejó el ministerio el 8 de marzo para encargarse de la Comisaría de Defensa, y Chicherin ocupó su puesto de forma interina y luego definitiva el 30 de mayo.

A pesar de las dudas de algunos bolcheviques sobre la lealtad de Chicherin debido a su pasado menchevique, Lenin confiaba en él por su internacionalismo. Chicherin demostró ser un subordinado leal y un diplomático clave. Las decisiones del ministerio, sin embargo, las tomaba la dirección del partido, primero el comité central y luego el politburó de Lenin. A veces, Lenin y el politburó actuaban directamente en política exterior. A pesar de esto, Chicherin forjó una amistad con Lenin, con quien mantuvo una estrecha relación hasta 1921, cuando la enfermedad de Lenin le impidió seguir activo. Chicherin quedó más aislado del politburó con la llegada de Stalin al poder. Aunque no decidía la política exterior del país, le dio un estilo distintivo y contribuyó al prestigio de la diplomacia soviética. Su dedicación al socialismo y al sistema soviético le valió la admiración de los bolcheviques. A mediados de la década, tras la muerte de Lenin, Chicherin tuvo mayor influencia en las decisiones de política exterior.

Sus primeras tareas fueron organizar la comisaría para que se dedicara a la diplomacia tradicional, en lugar de la agitación revolucionaria. También creó varias publicaciones oficiales. Contribuyó a menudo con artículos sobre política exterior en periódicos como Izvestia o Pravda. La comisaría necesitaba personal cualificado como Chicherin, ya que la mayoría de los antiguos funcionarios se negaron a trabajar para los bolcheviques.

Cualidades del comisario

Archivo:Chicherin
Gueorgui Chicherin, al comienzo de su largo periodo como comisario de Asuntos Exteriores.

Chicherin era muy culto, cortés y hábil en el trato con aristócratas, lo que fue importante para que Lenin lo eligiera. Siempre educado y considerado, se ganó el aprecio de los trabajadores de la comisaría, a pesar de sus exigencias. Sus colegas extranjeros reconocieron su gran conocimiento, dominio de idiomas y habilidad para escribir documentos diplomáticos.

Era extraordinariamente trabajador, apenas descansaba y tenía un horario peculiar: trabajaba de noche, se acostaba al amanecer y se levantaba después del mediodía. A menudo convocaba reuniones de madrugada. Debido a sus problemas de insomnio, podía trabajar más de veinticuatro horas sin dormir. Dedicado casi por completo al trabajo, no tenía vida privada ni aficiones, salvo la música. Su gran capacidad de trabajo y memoria se combinaban con dificultad para delegar y un notable desorden en su escritorio.

Vivía solo en una modesta habitación cerca del ministerio para poder acudir rápidamente. Era indiferente a su forma de vestir, lo que sorprendía a sus visitantes. Era alto, pero encorvado, y ganó peso con la edad. Se negaba a hacer ejercicio y rara vez salía del ministerio o de su piso, salvo para comprar partituras o asuntos oficiales. Su estilo de vida contribuyó a su mala salud, aunque a menudo exageraba sus dolencias. A finales de la década de 1920, contrajo diabetes y polineuritis. Algunas referencias a su mala salud y visitas a Alemania eran en realidad para tratamientos de salud personal. Sus relaciones personales, habituales antes de 1918, cesaron casi por completo al asumir el ministerio.

Era reservado, introvertido, modesto y tímido. Prefería las reuniones privadas y las negociaciones tranquilas a las recepciones oficiales. Su segundo al mando, Maksim Litvínov, se encargaba principalmente del trato con los diplomáticos extranjeros, aunque no tenían una buena relación.

Relaciones con la Comintern

Al principio, la Comisaría de Asuntos Exteriores se encargó de la agitación y propaganda para extender la revolución. Sin embargo, la necesidad de mantener relaciones diplomáticas con otros países llevó a separar estas tareas y asignarlas a la Internacional Comunista (Comintern), fundada en 1919. Chicherin, un talentoso propagandista, participó en su fundación. La existencia de la Comintern, que Chicherin consideraba necesaria, a menudo le causaba problemas por las quejas de los gobiernos extranjeros sobre sus actividades. Chicherin apoyaba la Comintern, pero sufría las consecuencias en su labor diplomática. Intentó, con poco éxito, explicar que el Gobierno soviético y la Comintern eran organizaciones separadas. La importancia de cada una variaba según la situación política.

Tratados de paz y relaciones con países vecinos

Al principio, Chicherin se opuso al Tratado de Brest-Litovsk, pero aceptó la decisión de Lenin de que era necesario para proteger al gobierno soviético. El 3 de marzo de 1918, firmó la paz con los Imperios Centrales. La expansión alemana y los términos del tratado disgustaron a Chicherin. Durante la primavera, continuó los contactos con los Aliados como posible contrapeso a la expansión alemana. Un acuerdo bilateral en mayo redujo la tensión con Berlín. Los intentos de evitar el despliegue aliado en Rusia mediante concesiones económicas fracasaron.

Al inicio de la intervención aliada en la Guerra Civil Rusa, Chicherin aceptó la necesidad de un frente oriental contra Alemania. Pero pronto la vio como una competencia entre bloques capitalistas por los recursos rusos. Esta rivalidad entre alianzas ayudó a Chicherin a intentar neutralizar a las potencias y evitar que aplastaran al gobierno soviético. A finales del verano, la ruptura con la Entente era total. El fin de la guerra mundial con el armisticio con Alemania reveló la verdadera naturaleza de la intervención aliada. Chicherin criticó el apoyo de los Aliados al Movimiento Blanco y ofreció ventajas comerciales para que abandonaran sus planes militares. Con la desaparición de la revolución inmediata en Europa occidental, Chicherin buscó proteger y consolidar el sistema soviético forjando relaciones estables con las potencias capitalistas. Creía que la supervivencia del gobierno soviético era crucial para el avance del comunismo global. Aplicó la táctica de Lenin de dividir a las potencias capitalistas.

Archivo:Treaty of Moscow 1921
Chicherin, tercero por la derecha, con bigote y perilla, en la firma del Tratado de Moscú con la Turquía kemalista.

A mediados de 1919, la situación diplomática rusa era muy grave. Las conversaciones con Polonia habían fracasado, Estados Unidos rompió negociaciones, y Alemania no retiraba su ejército. Chicherin, sin contactos diplomáticos, retomó la propaganda revolucionaria. La situación mejoró con las victorias militares soviéticas del verano, que disuadieron a las potencias de continuar la intervención.

En 1919 y 1920, dirigió las conversaciones de paz con los nuevos Estados vecinos: las repúblicas bálticas, Finlandia y Polonia. Establecer relaciones amistosas con estos países dificultaría cualquier intervención extranjera en Rusia y podría poner fin a la intervención militar y al bloqueo aliado. Estonia aceptó negociar la paz en agosto de 1919. Las conversaciones con Estonia se interrumpieron cuando el país permitió la invasión de Rusia por el Ejército del Noroeste. Tras el fracaso de la incursión, Lenin permitió a Chicherin reanudar las conversaciones de paz, que llevaron al Tratado de paz de Tartu el 2 de febrero de 1920. Este tratado prohibía la intervención en asuntos internos y sirvió de modelo para otros acuerdos. Casi al mismo tiempo, en enero, Gran Bretaña puso fin al bloqueo de Rusia.

Con Polonia, se mantenía una guerra esporádica que estalló en la primavera de 1920. Los polacos invadieron Ucrania. La contraofensiva soviética llegó hasta Varsovia, donde los polacos lograron una victoria. Dada la imposibilidad de una victoria militar, Lenin indicó a Chicherin que retomara las conversaciones con los polacos, lo que llevó a un armisticio el 12 de octubre y al tratado de paz el 18 de marzo de 1921. Las maniobras diplomáticas de Chicherin lograron aislar a los polacos. Firmó acuerdos con Hungría, Austria y Letonia para intercambiar prisioneros. Firmó la paz con Lituania el 12 de julio, con Letonia el 11 de agosto y con Finlandia el 14 de octubre. Los países bálticos, preocupados por el militarismo polaco, aceptaron pactar con Rusia. La habilidad de Chicherin al presentar a Rusia como defensora de la independencia de los pequeños Estados facilitó los acuerdos. La guerra con Polonia también puso fin a la coalición antisoviética franco-británica.

A pesar de estos éxitos, la situación del país a principios de la década de 1920 era grave. La revolución esperada en Europa no había estallado. Rusia necesitaba créditos y conocimientos técnicos. Tuvo que adoptar una política exterior menos agresiva. La Rusia soviética haría concesiones a las potencias capitalistas para sobrevivir. Chicherin se encargó de buscar acuerdos políticos con Berlín.

Relación con Alemania y la Sociedad de Naciones

Acuerdos con Alemania

Archivo:Bundesarchiv Bild 102-12859, Berlin, Besuch Russischer Politiker
Chicherin, a la izquierda, junto al embajador en Berlín, Nikolái Krestinski, en la capital alemana, 1925. Ambos apoyaron buenas relaciones con la república de Weimar para dividir a las potencias occidentales.

La dureza del Tratado de Versalles impuesto a Alemania dio a Chicherin esperanzas de un acercamiento entre Alemania y Rusia. Creía que el tratado no traería paz, sino un nuevo conflicto. Usó el tratado para dividir a las potencias. Alemania respondió favorablemente a las propuestas soviéticas, ya que ambos países estaban perjudicados por el sistema de posguerra. Un acuerdo con Alemania mejoraría la situación política y económica soviética.

Durante el conflicto con Polonia, Alemania mantuvo una neutralidad favorable a los rusos. Se celebraron conversaciones que llevaron a un acuerdo de intercambio de prisioneros en abril de 1920. El acuerdo germano-soviético del 6 de mayo de 1921 amplió las competencias de estas oficinas para incluir el comercio bilateral, lo que significó un reconocimiento oficioso de Rusia por parte de Berlín. En octubre, el Gobierno soviético envió a Nikolái Krestinski como embajador. Krestinski apoyó la orientación progermana de Chicherin. Las negociaciones con Gran Bretaña para obtener financiación fracasaron. A finales de 1921, Chicherin logró que los alemanes aceptaran negociar el reconocimiento oficial del Gobierno moscovita.

Rechazo de la Sociedad de Naciones

Chicherin también se opuso a la Sociedad de Naciones. La consideraba un pacto de los Aliados contra Alemania y Rusia, para evitar la propagación del socialismo y asegurar el dominio franco-británico. Creía que la Sociedad amenazaba la independencia de las naciones pequeñas. En lugar de la Sociedad, Chicherin proponía acuerdos bilaterales y conferencias internacionales para tratar asuntos específicos.

Génova y el Tratado de Rapallo

Las potencias aceptaron la sugerencia de Chicherin de una conferencia internacional sobre la reconstrucción europea. La Conferencia de Génova en 1922 fue la primera a la que se invitó al Gobierno soviético. Chicherin estaba dispuesto a reconocer las deudas rusas, pero también reclamaba compensaciones por los daños de la intervención aliada en la Guerra Civil Rusa. Chicherin encabezó la delegación soviética. Partió de Moscú el 27 de marzo, se reunió con representantes de varias naciones en Riga y luego fue a Berlín, buscando un acuerdo con Alemania antes de la conferencia. Las reticencias alemanas impidieron un acuerdo previo.

Ya en Italia, la delegación soviética atrajo la atención en la conferencia, que comenzó el 10 de abril en Génova. Chicherin propuso la coexistencia pacífica entre naciones capitalistas y la Rusia soviética, la cooperación para recuperar la economía europea, el desarme y un reparto equitativo de recursos.

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-R14433, Vertrag von Rapallo
Chicherin, con cartera, conversando con el canciller alemán Wirth (en el centro) en Rapallo, 1922.

Ante el estancamiento de las negociaciones con los británicos, Chicherin retomó con éxito las conversaciones con los alemanes. Los alemanes temían un acuerdo soviético-británico. El 16 de abril, las dos delegaciones firmaron el Tratado de Rapallo. Este tratado incluía el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la categoría de nación más favorecida para la URSS, y el abandono de reclamaciones mutuas de indemnizaciones de guerra. El tratado fue un gran triunfo para Chicherin y consolidó la división de las potencias europeas. Las negociaciones con los Aliados en Génova fracasaron. Chicherin aprovechó su estancia en Italia para firmar tratados comerciales con Italia y Checoslovaquia.

Límites de Rapallo y política alemana

Archivo:Ulrich von Brockdorff-Rantzau 1919 von Max Liebermann
El embajador alemán en Moscú, Ulrich von Brockdorff-Rantzau, con quien Chicherin mantuvo una estrecha relación.

Después de la conferencia, Chicherin pasó cinco meses en Alemania, descansando y realizando misiones diplomáticas. Se dedicó a aclarar las consecuencias del tratado con Alemania. Los alemanes, sin embargo, limitaron la cooperación a momentos de mayor tensión política. Las negociaciones con los franceses llevaron a una visita de una delegación a la URSS, pero con pocas consecuencias inmediatas. A finales de septiembre, regresó a Moscú.

Mantuvo una política de cooperación con Alemania, estableciendo una estrecha relación con el embajador Brockdorff-Rantzau. Este abogaba por una estrecha colaboración con los soviéticos. Sin embargo, los intentos de forjar una alianza entre los dos países no tuvieron éxito, salvo en ocasiones puntuales. Alemania no cumplió las expectativas soviéticas. En la primavera de 1923, Chicherin intentó mejorar las relaciones con París, insatisfecho por la pasividad alemana. La llegada de Stresemann al gobierno alemán en agosto fue un revés para los soviéticos. Chicherin sospechaba que Stresemann quería que Alemania ingresara en la Sociedad de Naciones, lo que aislaría a la URSS. Se opuso al apoyo soviético a los comunistas alemanes. El fracaso de un levantamiento en Hamburgo marcó el fin de la orientación prosoviética de la política exterior alemana. Para compensar la crisis con Alemania, Chicherin favoreció tratos comerciales con naciones dispuestas a ofrecer créditos a la URSS. Mussolini fue el primero en negociar en noviembre de 1923. A principios de 1924, el gobierno francés se mostró dispuesto a normalizar relaciones con Moscú. La victoria laborista en Gran Bretaña en enero de 1924 también benefició a los soviéticos: el 1 de febrero, el Reino Unido reconoció oficialmente al Gobierno soviético.

En el verano de 1924, las relaciones se tensaron por el registro policial de la delegación comercial soviética en Berlín. Chicherin y el embajador Krestinski protestaron enérgicamente. El Gobierno soviético exigió el reconocimiento del monopolio comercial y la inmunidad diplomática. Chicherin logró superar la crisis con Alemania a finales de julio.

La negativa soviética a detener las actividades de la Comintern y la preferencia del ministro alemán Gustav Stresemann por el equilibrio entre potencias occidentales y Moscú impidieron una cooperación más intensa. Chicherin sostenía que el ingreso de Alemania en la Sociedad de Naciones perjudicaría los intereses soviéticos. Ofreció a Brockdorff-Rantzau una alianza contra Polonia a cambio de un acuerdo bilateral. Moscú propuso una alianza militar formal el 24 de febrero de 1925, pero Berlín la rechazó. Chicherin, sin esperanzas de pacto con los alemanes, acudió a los polacos. Aunque Polonia no podía reemplazar a Alemania, un acuerdo bilateral podía mejorar la seguridad y el comercio. Sin embargo, las conversaciones fracasaron por las exigencias polacas.

Aislado diplomáticamente, Chicherin tuvo que conformarse con estudiar la propuesta de Stresemann de firmar un nuevo tratado comercial. Intentó retomar la idea de un acuerdo bilateral de neutralidad, pero el ministro alemán lo rechazó.

Locarno, tratados de neutralidad y rivalidad británica

Archivo:Curzon-with-baldwin
Stanley Baldwin, primer ministro conservador británico, y lord Curzon, hábil diplomático y ministro de Asuntos Exteriores. Para Chicherin, Gran Bretaña era el principal defensor del capitalismo mundial.

Chicherin no pudo impedir la firma del Tratado de Locarno por parte de Alemania, a pesar de sus esfuerzos. Lo consideró un revés para la URSS y un triunfo de la diplomacia británica. El pacto, que excluía a los soviéticos, fue percibido como una maniobra hostil de Londres para aislar a la URSS. Según Chicherin, el tratado era el primer paso para dejar a la URSS indefensa ante un ataque británico. El tratado no redujo las tensiones en Europa oriental. Como consuelo, Alemania logró excluirse del sistema de sanciones de la Sociedad de Naciones y firmó un acuerdo comercial con Moscú el 12 de octubre. Este acuerdo otorgó créditos a corto plazo a los soviéticos y reconoció el monopolio comercial estatal. El fracaso en frustrar el acercamiento de Alemania a las potencias vencedoras marcó el inicio de la lenta decadencia de Chicherin en el ministerio.

Poco después de la firma del tratado comercial, el 17 de octubre, Chicherin se trasladó a Wiesbaden para descansar y recibir tratamiento médico. También organizó una visita a París para estrechar lazos con el gobierno francés. En Wiesbaden, recibió tratamiento para la diabetes y en la Riviera francesa, para la polineuritis. En ambos lugares, continuó su labor diplomática, aunque con menor intensidad. Llegó a París el 11 de diciembre, pero las conversaciones con los franceses fracasaron por la insistencia de estos en que los soviéticos pagaran las deudas del gobierno zarista.

Antes de partir hacia Moscú el 17 de diciembre, firmó un nuevo tratado de neutralidad y no agresión con el ministro de Asuntos Exteriores turco. Este tratado sirvió de modelo para otros firmados con Alemania, Lituania, Afganistán y Persia, y los soviéticos intentaron usarlo como contrapeso al Tratado de Locarno. Chicherin deseaba firmar un tratado similar con Alemania. El 26 de abril de 1926, se firmó el nuevo tratado de neutralidad —conocido como Tratado de Berlín— y no agresión entre Berlín y Moscú.

Chicherin ofreció tratados similares a Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania. Solo Lituania lo firmó el 28 de septiembre de 1926. Letonia y Estonia firmaron pactos con la URSS que resolvieron disputas fronterizas y redujeron tensiones.

En cuanto a la relación entre la URSS y Gran Bretaña, a la antigua rivalidad se unió la ideológica. Chicherin, que veía a los británicos como los principales defensores del capitalismo, intentó obtener el reconocimiento oficial de Londres. Londres había otorgado el reconocimiento oficioso mediante un tratado comercial el 16 de marzo de 1921. Entre la primavera y el otoño de 1923, hubo gran tensión. El nuevo gobierno laborista británico, que asumió el 22 de enero de 1924, reconoció formalmente al Gobierno soviético el 1 de febrero. El reconocimiento británico impulsó el de otros países en los dos años siguientes: Italia, Austria, China, Dinamarca, Francia, Grecia, México, Noruega, Suecia y Japón. Este éxito aumentó el prestigio del ministerio y de Chicherin en el partido. Sin embargo, el aislamiento diplomático soviético fue más teórico que real.

El acercamiento anglo-soviético del verano de 1924, con la firma de un tratado comercial el 10 de agosto, pronto dio paso a tensiones. Chicherin lo atribuyó a maquinaciones del Foreign Office británico. La victoria conservadora en las elecciones de octubre puso fin a las esperanzas de un acuerdo político.

Oriente Próximo, Asia y las colonias

Archivo:British Empire in 1907
El Imperio británico a principios del siglo XX. Chicherin lo veía como el principal defensor del capitalismo mundial y apoyó la liberación de las colonias y tratados de neutralidad con países asiáticos amenazados por la expansión británica.

En 1919, ante la falta de avance de la revolución en Europa, Chicherin comenzó a destacar la importancia de las naciones y territorios bajo el dominio imperialista. Creía que Rusia, con su revolución, debía ser un modelo para estos territorios. La subversión de las colonias ayudaría indirectamente a eliminar el capitalismo. Así, los primeros contactos con los gobiernos persa, afgano y chino, y con los nacionalistas turcos, se establecieron en 1919.

Chicherin logró que la URSS fuera invitada a las conversaciones de paz en Lausana entre Grecia y Turquía, a pesar de la reticencia británica. La participación soviética se limitó al acceso a los estrechos del mar Negro. Participó en la primera ronda de conversaciones (noviembre de 1922 - febrero de 1923), donde se enfrentó al representante británico, lord Curzon, y no logró imponer las demandas soviéticas. También apoyó a los turcos en su deseo de obtener Mosul, que finalmente fue asignado a Reino de Irak. Derrotado por los británicos, Chicherin no asistió a la segunda ronda de sesiones en Lausana. La URSS firmó, pero nunca ratificó, el tratado del 24 de julio de 1924. Chicherin aprovechó la conferencia para presentar a su país como defensor del antiimperialismo británico y de los movimientos anticolonialistas.

Consideraba muy importantes las relaciones con las colonias y los Estados dependientes. Creía que su lucha contra las naciones imperiales socavaría el imperialismo y favorecería la extensión de la revolución socialista en Europa. Rusia debía servir de modelo de desarrollo y liberación. En 1924-1925, ante el fracaso de la revolución en Europa, la agitación anticolonial en Asia cobró mayor importancia.

En el Lejano Oriente, las malas relaciones con Japón mejoraron después del fracaso soviético con Estados Unidos. El 20 de enero de 1925, se firmó un tratado bilateral de neutralidad, que incluyó el reconocimiento oficial japonés al Gobierno de la URSS. Las relaciones mejoraron, aunque nunca fueron verdaderamente cordiales. Los soviéticos daban a China un papel aún más relevante que a Japón, principalmente para debilitar el poderío británico. Con el mismo objetivo, Chicherin buscó acuerdos con naciones de Asia Central: Afganistán, Persia y Turquía. Estas debían proteger a la URSS de posibles agresiones occidentales. El 26 de febrero de 1921, se firmó un tratado de amistad con Persia, seguido por otro similar con Afganistán dos días después. El 16 de marzo, Turquía firmó un tratado parecido con la URSS. Estos tratados proporcionaron reconocimiento oficial, pero poco apoyo político y ventajas comerciales.

La actividad de Chicherin en la región tensó las relaciones con los británicos en 1925. Sin embargo, dio frutos en los años siguientes: el 22 de abril de 1926, se firmó un pacto de neutralidad y no agresión con Afganistán; el 1 de octubre de 1927, con Persia; y el 1 de noviembre de 1928, con Yemen. El 17 de diciembre de 1929, se renovó el tratado turco-soviético de 1925. A estos se unieron otros tratados similares entre naciones vecinas, que reforzaron el sistema de Estados neutrales alrededor de la URSS.

Crisis y aislamiento internacional

A lo largo de 1926 y 1927, aumentó la tensión entre la URSS y Gran Bretaña. La URSS temía una alianza en su contra liderada por Gran Bretaña, que rechazaba lo que consideraba injerencias soviéticas en su política interna. Los temores comenzaron con la firma del Tratado de Locarno en octubre de 1925. Sin embargo, los soviéticos comenzaron a preocuparse a finales del verano de 1926 por un posible plan británico que modificara las fronteras de Europa oriental en su perjuicio.

Archivo:Bundesarchiv Bild 146-1982-092-11, Gustav Stresemann
Gustav Stresemann, ministro de Asuntos Exteriores alemán, un diplomático astuto que usó las relaciones con la URSS para obtener concesiones de los vencedores de la Primera Guerra Mundial.

Chicherin vivió parte de las complicaciones con el Reino Unido desde Europa occidental, a donde partió en noviembre de 1926 para tratarse de sus enfermedades. No regresó a la URSS hasta finales de junio del año siguiente. Su salud había empeorado. En noviembre, dejó la gestión del ministerio en manos de Litvínov y partió de nuevo a Alemania y a la Riviera francesa.

En diciembre, Chicherin intentó obtener la promesa alemana de no participar en el temido plan británico. Su estancia en Berlín fue corta. A la crisis con el Reino Unido —que incluyó el registro policial de una empresa de comercio exterior y la ruptura de relaciones en mayo de 1927—, se sumaron otros reveses. Por ejemplo, el aplastamiento temporal de los comunistas chinos por Chiang Kai-shek en abril de 1927, un ataque a un diplomático soviético en Polonia en junio, o la posibilidad de otra crisis diplomática con Francia en otoño. Además, la posibilidad de una mejora de relaciones entre París y Berlín se convirtió en un posible acuerdo germano-polaco contra la URSS. Chicherin, alarmado, se entrevistó con Gustav Stresemann a principios de junio de 1927 para confirmar las garantías alemanas de neutralidad. El temor a un enfrentamiento con las potencias occidentales sirvió también para justificar la industrialización soviética y para que Stalin silenciara a los grupos opuestos. Desde Europa occidental, Chicherin se mostró cada vez más crítico con la dirección de la política exterior soviética.

La URSS se encontraba prácticamente aislada internacionalmente en 1926-1927. La estrecha colaboración germano-soviética de Rapallo había dado paso a un alejamiento. El país, débil militar y económicamente, tenía que limitarse a aprovechar las oportunidades diplomáticas. La situación no solo privaba a la URSS de los créditos occidentales, sino que impulsaba a reorganizar los recursos propios y reforzar la industria pesada y el armamento. Litvínov, convencido del fracaso de la política proalemana de su superior, comenzó a presentar a la dirección soviética la necesidad de un cambio en política exterior. En 1927, la URSS aceptó pagar parte de la deuda zarista a Francia y le ofreció firmar un pacto de no agresión. Litvínov comenzó a acercar a la URSS a la Sociedad de Naciones, a pesar del rechazo de Chicherin. Poco a poco, y con el empeoramiento de su salud, Chicherin fue perdiendo toda influencia. Presentó su dimisión el 3 de junio de 1927, disgustado por lo que creía que eran intentos de debilitar las relaciones germano-soviéticas. Durante la ausencia de Chicherin, Litvínov había tomado las riendas del ministerio, con el respaldo de Stalin.

Últimos años

Enfermedad y retiro político

Chicherin había presentado su dimisión, que fue rechazada, al regresar a la capital soviética. El rechazo pudo deberse a la necesidad de Stalin de dar credibilidad a la posibilidad de un ataque a la URSS, usada contra Trotski y la oposición. Ajeno a las disputas internas del partido, no tomó partido por Trotski ni por Stalin, con quienes tenía malas relaciones. Tras la muerte de Lenin en 1924, quedó cada vez más aislado del centro del poder soviético, el politburó. Retomó su interés por la música durante su retiro en Europa occidental a finales de la década de 1920 y escribió un ensayo sobre Mozart, que se publicó después de la muerte de Stalin.

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Chicherin junto a Maksim Litvínov en 1920. Litvínov, vicecomisario y sucesor de Chicherin, difería de él en carácter y opiniones sobre política exterior.
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Tumba de Chicherin en el cementerio moscovita de Novodévichi. Su figura desapareció de la política soviética hasta la muerte de Stalin.

El 29 de octubre de 1927, anunció la participación de su país en las sesiones de la comisión preparatoria para la conferencia mundial de desarme, a pesar de su oposición personal. Para entonces, su influencia había disminuido. La dirección soviética había comenzado a adoptar la posición de Litvínov, que favorecía la mejora de relaciones con las potencias vencedoras. Chicherin se alarmó por el empeoramiento de las relaciones con Berlín, primero por los reveses soviéticos en política exterior en 1927 y, al año siguiente, por un juicio propagandístico en el que técnicos alemanes fueron acusados de sabotaje. La tensión por el juicio afectó la salud de Chicherin, quien, enfermo y agotado, se retiró a Alemania el 10 de septiembre de 1928. Desde Alemania, criticó la política exterior soviética hacia Berlín. Tras varios intentos, Moscú envió a Lev Karaján para organizar el regreso de Chicherin, quien llegó a la capital soviética el 6 de enero de 1930.

Muy trabajador, fue apartado de su puesto por su enfermedad desde 1928, y fue sustituido finalmente por su ayudante Maxim Litvínov en 1930. Su relevo coincidió con el agravamiento de su enfermedad y el triunfo definitivo de Stalin sobre sus rivales en el partido. Litvínov favorecía el acercamiento a las potencias occidentales, a lo que Chicherin se oponía. Chicherin rechazaba que la URSS se adhiriera al Pacto Kellog-Briand, que, al igual que la Sociedad de Naciones, percibía como un instrumento de las potencias occidentales. A pesar del cambio de orientación en política internacional, la dirección soviética mantuvo a Chicherin formalmente al frente del ministerio hasta el 25 de julio de 1930, cuando Litvínov lo relevó oficialmente. El cambio se debió también a las malas relaciones entre Chicherin y Stalin.

Su figura contrastó con la de su sucesor: Chicherin era sofisticado, Litvínov era directo; Chicherin defendía los postulados revolucionarios desde un punto de vista ruso, Litvínov era más consciente de la situación internacional; Chicherin tendía a concentrar el trabajo, Litvínov delegaba.

Retiro de la política y fallecimiento

Una vez relevado del Comisariado de Asuntos Exteriores, llevó una vida recluida y alejada por completo de la política. Se refugió en la literatura y la música. Perdió su puesto en el comité central del PCUS. Fue trasladado de su vivienda junto al ministerio. En 1932, el comité central del PCUS le asignó un apartamento. Enfermo de diabetes y polineuritis, también sufría una enfermedad nerviosa. Su salud empeoró en enero de 1936 y fue trasladado al hospital del Kremlin, donde falleció de hemorragia cerebral el 7 de julio de 1936.

Su cuerpo fue expuesto en la sala de conferencias del Comisariado de Asuntos Exteriores antes de ser enterrado en el cementerio Novodévichi de Moscú. Por orden de Stalin, Nikolái Krestinski se encargó de su oración fúnebre, en la que tuvo que criticar su figura. Tras su muerte, su nombre fue retirado de la historia oficial del partido comunista soviético. Andréi Gromyko rehabilitó su reputación tras la muerte de Stalin y reconoció su contribución a la consolidación del gobierno soviético y su habilidad como diplomático.

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Gueorgui Chicherin para Niños. Enciclopedia Kiddle.