Tratado de los Toros de Guisando para niños
El Acuerdo de los Toros de Guisando es el nombre que se le da a una reunión muy importante que ocurrió el 18 o 19 de septiembre de 1468. Tuvo lugar en un lugar llamado cerro de Guisando, cerca de unas esculturas de piedra antiguas conocidas como los Toros de Guisando, en la localidad de El Tiemblo, en la provincia de Ávila. En esta reunión, el rey de Castilla, Enrique IV, y su hermana, Isabel, llegaron a un pacto. Gracias a este acuerdo, Isabel fue nombrada Princesa de Asturias y reconocida como la heredera oficial del trono de Castilla. Algunos historiadores debaten si el documento original de este acuerdo se ha conservado, pero su importancia para la historia es clara.
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¿Qué fue el Acuerdo de los Toros de Guisando?
Este acuerdo fue un momento clave en la historia de Castilla. Antes de él, había tensiones y conflictos por quién debía gobernar el reino.
Los inicios de los conflictos en Castilla
Los problemas que llevaron a este acuerdo comenzaron en 1464. Un grupo de nobles no estaba de acuerdo con el rey Enrique IV y querían que dejara el trono. También querían que su consejero principal, Beltrán de la Cueva, fuera apartado.
La Farsa de Ávila y el papel de Alfonso
En 1465, estos nobles hicieron una ceremonia simbólica conocida como la Farsa de Ávila. En ella, "quitaron" al rey Enrique IV de su puesto y pusieron en su lugar a su hermano, Alfonso. Sin embargo, Alfonso falleció en julio de 1468. Tras su muerte, Isabel, la hermana de Enrique, se convirtió en la persona que los nobles rebeldes querían que fuera la siguiente en el trono.
El pacto entre Enrique IV e Isabel
A pesar de ser la candidata de los nobles, Isabel prefirió llegar a un acuerdo con su hermano, el rey Enrique IV. Para ello, contaron con la ayuda de Antonio Jacobo de Véneris, quien actuó como mediador. Después de varias reuniones, se llegó a un acuerdo preliminar en Castronuevo, que buscaba poner fin a la guerra.
Detalles del acuerdo en Guisando
Este acuerdo preliminar se hizo oficial frente a los Toros de Guisando. Con este pacto, todo el reino volvió a obedecer al rey. A cambio, Isabel fue nombrada Princesa de Asturias y recibió muchas propiedades. Una condición importante era que Isabel solo podría casarse si el rey lo aprobaba. Además, Juana, la hija de Enrique IV, fue apartada de la línea de sucesión al trono.
La ruptura del acuerdo
Sin embargo, el acuerdo no duró mucho. Isabel se casó con Fernando, el heredero del trono de Aragón, en 1469 en Valladolid. Este matrimonio no tenía la aprobación del rey Enrique IV. Por esta razón, el rey decidió no respetar más el acuerdo de Guisando.
La Ceremonia de la Val de Lozoya
Enrique IV volvió a reconocer los derechos de su hija Juana en una nueva ceremonia, la Ceremonia de la Val de Lozoya, que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1470.
Importancia histórica del Acuerdo de Guisando
El Acuerdo de los Toros de Guisando fue un evento muy significativo. Aunque el rey Enrique IV intentó anularlo más tarde, este acuerdo sentó las bases para que Isabel se convirtiera en reina de Castilla.
Manuel Colmeiro, un historiador, explicó que Enrique IV hizo jurar a Isabel como Princesa y heredera en Guisando en 1468. A esta ceremonia asistieron muchos líderes religiosos y caballeros, y fue presenciada por mucha gente. Aunque no estuvieron presentes los representantes de todas las ciudades, este juramento fue confirmado más tarde en las Cortes de Ocaña en 1469. Esto significa que el derecho de Isabel a heredar el trono fue reconocido por una autoridad importante de la época.