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Concordia de Toledo para niños

Enciclopedia para niños

La Concordia de Toledo o Paz de Toledo fue un importante acuerdo de paz firmado en Toledo el 22 de septiembre de 1436. Este pacto puso fin a la guerra castellano-aragonesa de 1429-1430 y a las treguas que la habían detenido temporalmente. Fue firmado por representantes de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y el reino de Navarra. Para asegurar la paz, se acordó el matrimonio entre el príncipe de Asturias, don Enrique, y la hija mayor del rey de Navarra, doña Blanca.

¿Por qué se firmó la Concordia de Toledo?

El fin de una guerra y el inicio de la paz

La Concordia de Toledo se firmó después de una guerra entre Castilla y Aragón que había terminado con unas treguas (acuerdos temporales de paz) en julio de 1430. Estas treguas durarían cinco años.

Mientras tanto, el rey de Aragón, Alfonso el Magnánimo, tenía un gran interés en conseguir el trono del reino de Nápoles, en Italia. Por eso, en 1432, viajó con su flota hacia reino de Sicilia. Dos años después, sus hermanos, los infantes don Enrique y don Pedro, y el rey de Navarra, don Juan, se unieron a él. Don Juan quería convencer a Alfonso de que regresara a la península ibérica, ya que las treguas con Castilla estaban a punto de terminar.

La Batalla de Ponza y sus consecuencias

En 1435, la flota aragonesa fue derrotada en la Batalla de Ponza por la armada de Génova. Los reyes de Aragón y Navarra, junto con el infante don Enrique, fueron hechos prisioneros. Los llevaron a Génova y luego a Milán. Sin embargo, el duque de Milán, Felipe María Visconti, los trató bien y formó una alianza con Alfonso el Magnánimo.

Gracias a esta alianza, don Juan fue liberado primero y regresó a Barcelona. Poco después, Alfonso el Magnánimo también fue liberado. El infante don Pedro logró tomar la importante ciudad de Gaeta. Estos éxitos hicieron que el rey Alfonso decidiera quedarse en Italia. Por ello, nombró a su hermano Juan como su representante principal en los reinos de Aragón y Valencia.

Negociaciones para la paz definitiva

Mientras los reyes de Aragón y Navarra estaban en Italia, sus esposas pidieron al rey Juan II de Castilla que extendiera las treguas, que terminaban en julio de 1435. El rey castellano aceptó. Después de la derrota en Ponza, las extendió aún más, tras hablar con la reina María de Aragón, que era su hermana.

Cuando don Juan regresó de Italia, pudo negociar la paz definitiva con el rey de Castilla. Envió a dos embajadores: Alfonso de Borja, obispo de Valencia (quien más tarde sería el Papa Calixto III), y el noble Juan de Luna. Aunque al principio las conversaciones fueron difíciles, durante la primavera y el verano de 1436, lograron llegar a un acuerdo. Finalmente, el 22 de septiembre de 1436, se firmó en Toledo el "contrato de paz y concordia" entre las coronas de Aragón, Castilla y Navarra.

Archivo:Alfonso de borja con san ildefonso
San Ildefonso con el cardenal Alfonso de Borja orante, hacia 1452. Alfonso de Borja, arzobispo de Valencia, fue uno de los negociadores de la Concordia de Toledo.

¿Qué se acordó en el contrato de paz?

El acuerdo buscaba fortalecer los lazos familiares entre las ramas de la casa de Trastámara, la familia real de Castilla y Aragón.

El matrimonio real

El punto más importante del tratado fue el matrimonio del príncipe de Asturias don Enrique con la infanta navarra doña Blanca, la hija mayor de don Juan.

Como dote para este matrimonio, don Juan entregó algunas de las tierras castellanas que le habían sido quitadas durante la guerra. Estas incluían las villas de Medina del Campo, Aranda de Duero, Roa, Olmedo y Coca, además del marquesado de Villena. Sin embargo, como los novios eran muy jóvenes (Enrique tenía 11 años y Blanca 12), el matrimonio no se celebraría hasta cuatro años después. Mientras tanto, don Juan administraría estas tierras, excepto los castillos y fortalezas, que quedarían bajo el control del rey de Castilla. Si el matrimonio terminaba, no tenían hijos o doña Blanca fallecía, la dote volvería a la Corona de Castilla.

Compensaciones y acuerdos adicionales

El acuerdo no mencionaba otras posesiones de don Juan que también habían sido confiscadas. Esto significaba que don Juan se reservaba el derecho de reclamarlas más adelante. Lo mismo ocurrió con las propiedades de los infantes don Pedro y don Enrique.

Para compensar los bienes que no les serían devueltos, el rey Juan II de Castilla se comprometió a pagar anualmente:

  • 10.000 florines a don Juan.
  • 21.500 florines a su hijo Carlos de Viana.
  • 15.000 florines al infante don Enrique y otros 15.000 a su esposa.
  • 5.000 florines al infante don Pedro.

También se acordó que ninguno de ellos podría entrar en Castilla sin el permiso del rey.

Finalmente, el contrato de paz estableció que se devolverían las poblaciones fronterizas que cada bando había ocupado durante la guerra. Además, se comprometieron a no formar alianzas que pudieran perjudicar a la otra parte. Así, el rey castellano tuvo que devolver a Navarra varias localidades como Laguardia, Assa, Tudején, Buradón, Gorriti, Tolonio, Toro, Castejón, Araciel y Sartaguda. La ciudad de Briones se unió a Castilla, pero bajo el señorío personal de Juan de Navarra.

¿Qué importancia tuvo la Concordia de Toledo?

Los historiadores han debatido por qué don Juan aceptó unas condiciones que parecían poco favorables para él, ya que las compensaciones económicas eran mínimas. Algunos creen que lo hizo "por el bien de la paz".

Sin embargo, otros historiadores, como Jaume Vicens Vives, piensan que don Juan tenía un objetivo más profundo: el pacto de Toledo era la única forma de regresar a Castilla y defender sus derechos e influencia política en el reino vecino. Esta visión es compartida por César Álvarez Álvarez, quien afirma que fue la manera en que este infante de Aragón y rey de Navarra pudo volver a participar en los asuntos políticos de Castilla.

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