Economía neoclásica para niños
La economía neoclásica es una forma de entender cómo funciona la economía. Combina ideas de la economía clásica con un método llamado análisis marginalista. Este enfoque ayuda a explicar cómo se fijan los precios y la importancia del dinero en el mercado.
Los economistas neoclásicos estudiaron cómo la oferta (lo que se produce) y la demanda (lo que la gente quiere comprar) influyen en los precios. También analizaron diferentes tipos de mercados, como la competencia perfecta (donde hay muchos compradores y vendedores) y la competencia imperfecta (como el monopolio, donde solo hay un vendedor). Además, volvieron a estudiar grupos grandes de datos económicos, no solo individuos.
El término "neoclásico" se usa de dos maneras. A veces se refiere a las ideas económicas que surgieron entre 1870 y 1920. Otras veces, se usa para hablar de la forma de pensar económica más común hoy en día. Como dijo el economista E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora, incluso los keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes... es economía neoclásica".
Algunos de los economistas neoclásicos más importantes fueron Alfred Marshall, quien desarrolló la teoría del equilibrio parcial, y Léon Walras, que creó la teoría del equilibrio general. Otros influyentes incluyen a Knut Wicksell e Irving Fisher (monetaristas) y Arthur Pigou y Vilfredo Pareto (economistas del bienestar).
La escuela neoclásica tuvo una gran influencia en el desarrollo de la economía durante el siglo XX, por ejemplo, a través de la síntesis clásico-keynesiana y el Neokeynesianismo. Sus ideas siguen siendo importantes hoy en día.
Contenido
¿Qué es la Economía Neoclásica?
El origen de un concepto clave
La economía neoclásica surgió de una crítica a los economistas "marginalistas". Estos últimos querían que la economía fuera más precisa, como las ciencias físicas. Por eso, cuestionaron las ideas y métodos de la economía clásica.
Los neoclásicos tomaron estas críticas y buscaron hacer más formales y amplias las ideas sobre el valor subjetivo (cuánto valora algo una persona) y el individualismo metodológico (estudiar la economía a partir de las decisiones individuales). También reintrodujeron el estudio de grupos de personas o fenómenos económicos, pero no como "clases sociales", sino como datos estadísticos o promedios. Gracias a ellos, la economía usa hoy en día muchas herramientas lógicas (como las de Marshall) y matemáticas (como las de Walras y Pareto).
El término "neoclásico" fue creado por Thorstein Veblen, un economista que criticaba a quienes, según él, compartían ideas poco científicas de la escuela clásica. Esto incluía la forma en que entendían el valor de las cosas. Con el tiempo, el término se usó para referirse a los seguidores de las ideas de Alfred Marshall.
El trabajo de Marshall, a veces llamado "síntesis marshalliana", intentó organizar y formalizar la "economía clásica". Esto lo puso en el centro de las críticas de Veblen. Las ideas de Marshall y sus seguidores eran diferentes de las de otros marginalistas, aunque tuvieran raíces comunes.
Otros marginalistas, como Wicksell y Carl Menger, fundaron sus propias escuelas de pensamiento. Walras, junto con Francis Edgeworth, es conocido por usar las matemáticas en la economía. Es importante recordar que no solo Marshall y sus seguidores eran marginalistas.
Todo esto ha hecho que el concepto de "neoclásico" sea un poco confuso. La mayoría de los expertos distinguen entre marginalistas y neoclásicos, pero no siempre están de acuerdo en quiénes son exactamente los neoclásicos. Generalmente, se incluyen a Marshall, Pigou y Walras, pero a veces también a Pareto, Wicksell y Fisher. En los libros de economía, el término suele usarse en un sentido más amplio.
¿Cuáles son las características de la escuela neoclásica?
Aunque algunos discuten si el término "neoclásico" es útil, la mayoría acepta que hay un grupo de economistas que comparten ciertas ideas. Según David Colander, las características del pensamiento neoclásico (entre 1870 y 1930) son:
- Se enfoca en cómo se usan los recursos en un momento dado. Es decir, cómo se eligen y distribuyen los recursos limitados entre diferentes opciones.
- Acepta que el utilitarismo (buscar el mayor bien para el mayor número) es importante para entender la economía.
- Se concentra en los cambios "marginales" o pequeños ajustes. Esto se estudia con herramientas matemáticas.
- Asume que las personas actúan de forma racional a largo plazo.
- Acepta el individualismo metodológico, que estudia la economía a partir de las decisiones de los individuos.
- Se basa en la idea de un equilibrio general en la economía.
Sin embargo, algunos creen que la escuela neoclásica sigue presente hoy. Desde este punto de vista, Christian Arnsperger y Yanis Varufakis sugieren que los neoclásicos comparten tres ideas principales:
- Individualismo metodológico: Se estudian los fenómenos económicos centrándose en los individuos. Pero estos "individuos" no son personas comunes, sino "agentes económicos" (como una persona, una familia o un gobierno). Los neoclásicos también estudian grupos, pero como "agregados" o sumas de acciones individuales.
- Instrumentalismo metodológico: Se entiende que todo comportamiento se guía por preferencias. Esto significa que las personas eligen sus acciones de forma racional para alcanzar sus objetivos, sin importar cuáles sean esos objetivos.
- Equilibrio metodológico: Los neoclásicos asumen que el comportamiento económico tiende a un punto de equilibrio económico. Esto es diferente de algunos marginalistas, que no creían que el mercado siempre llegara a un equilibrio.
Aun así, hay diferencias importantes entre los economistas neoclásicos. Para simplificar, podemos hablar de varios "tipos" de neoclasicismo:
- Las ideas sobre el equilibrio:
- La forma de pensar de Marshall: Es considerada el origen de la economía actual. Marshall usó modelos económicos y diagramas basados en la lógica. Creía que el objetivo de la economía era "eliminar la pobreza". Transformó el concepto de "plusvalía" en el "Excedente de Marshall", que incluye el excedente del productor y el Excedente del consumidor. Marshall introdujo el principio de la oferta y demanda y el equilibrio parcial, que se enfoca en el equilibrio de un solo mercado.
- La forma de pensar de Walras: Es vista por algunos como la más importante hoy en día. Walras buscó la mayor precisión y generalización posible en la economía, usando muchas matemáticas. Creía que los precios se basan en que los bienes son útiles y limitados. Propuso que todos los actores económicos son "aceptadores de precios" y que esto lleva a un equilibrio general donde todo lo que se produce se vende. Para encontrar este equilibrio, usó la Ley de Walras, que dice que si todos los mercados menos uno están en equilibrio, ese último también lo estará.
- Las ideas sobre el bienestar: Buscan conectar la eficiencia económica con el bienestar social. Aquí destacan las obras de Pigou, Edgeworth y Pareto (ver eficiencia de Pareto).
- Las ideas sobre el dinero: Se centran en la relación entre la economía real y el dinero. Representadas por Knut Wicksell e Irving Fisher, dieron origen al monetarismo.
- Las ideas sobre la competencia imperfecta: Extienden el análisis más allá de la competencia perfecta para incluir situaciones como los monopolios. Aquí encontramos a Wicksell, Edward Hastings Chamberlin (teoría de la Competencia monopolística), Piero Sraffa y Joan Robinson (teoría del oligopolio).
¿Qué críticas recibió el neoclasicismo al principio?
Dos críticas importantes al neoclasicismo fueron las de Thorstein Veblen (alrededor de 1900) y Piero Sraffa (a partir de 1930).
Veblen decía que la idea de equilibrio en la economía neoclásica era una suposición, no algo probado, y que implicaba que el equilibrio era bueno para la sociedad. También criticaba que la economía neoclásica era "predarwiniana", porque asumía que la economía tendía a un estado estable (el equilibrio a largo plazo) que no se observaba en la realidad. Para Veblen, la economía era un proceso de evolución constante, sin un propósito fijo.
Las críticas de Sraffa se resumen en su libro "Producción de mercancías por medio de mercancías". Sraffa argumentaba que la teoría neoclásica del valor tenía contradicciones lógicas. Su trabajo llevó al famoso Debate de las dos Cambridge. Sraffa creía que una teoría del valor consistente debía volver a la teoría clásica, enfocándose en el "excedente" o plusvalía que se genera en la producción.
¿Cómo evolucionó la economía neoclásica?
Después de las críticas de Sraffa, las ideas de Marshall empezaron a perder fuerza. Este proceso se aceleró con las críticas de Keynes, especialmente en el campo de la macroeconomía (el estudio de la economía a gran escala). Sin embargo, el enfoque de Marshall seguía siendo útil para explicar el comportamiento a nivel microeconómico (el estudio de las decisiones individuales). Esto llevó a economistas como John Hicks a intentar combinar ambas perspectivas, creando la "síntesis clásico-keynesiana".
Por otro lado, las ideas de la economía del bienestar y el monetarismo, junto con las de Walras, ganaron importancia.
Todo esto dejó una huella duradera en la economía después de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, en los cursos de economía, se asume que el método económico se basa en las matemáticas. Como dijo E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora... porque lo que se enseña a los estudiantes... es economía neoclásica".
Sin embargo, esta influencia no significa que haya una escuela con principios fijos que todos sigan. Weintraub sugiere que el neoclasicismo, a partir de 1950, es más bien un conjunto de reglas no escritas sobre cómo construir teorías económicas aceptables.
Weintraub propone tres principios de esta "metateoría" neoclásica:
- Los individuos tienen preferencias racionales.
- Los individuos buscan maximizar su bienestar y las empresas sus ganancias.
- Los individuos actúan de forma independiente basándose en información completa y relevante.
Los grupos que aceptarían esta metateoría incluyen la síntesis clásico-keynesiana, el monetarismo (asociado con la Escuela de Economía de Chicago) y los nuevos clásicos.
La síntesis neoclásica
El marginalismo fue el enfoque principal hasta las críticas de Keynes, que se centraron en la macroeconomía. Aunque las ideas de Keynes fueron muy valoradas, el enfoque marginalista seguía siendo útil para entender el comportamiento microeconómico. Por eso, economistas como John Hicks intentaron combinar lo mejor de ambos enfoques, creando la "síntesis neoclásica".
En la segunda mitad del siglo XX, la visión neoclásica (especialmente la de Pareto) dominó y simplificó gran parte de las ideas originales de los pioneros.
La Escuela de Economía de Chicago
Entre 1950 y 1973, se adoptaron políticas económicas que promovían la intervención del gobierno, influenciadas por Keynes. Sin embargo, economistas neoclásicos como George Stigler, Milton Friedman y Robert Lucas criticaron estas políticas. La Crisis del petróleo de 1973 y la estanflación (inflación y estancamiento económico) en Estados Unidos a partir de 1973, dieron fuerza a estas críticas. Esto llevó al surgimiento del monetarismo, una corriente de la economía neoclásica que influyó en las políticas económicas internacionales a partir de 1980, conocidas como políticas neoliberales.
El nuevo clasicismo
Muchas críticas a los neoclásicos se basan en que su idea de la racionalidad humana no es muy realista. John Muth, fundador de la Teoría de las expectativas racionales, respondió que sus modelos dinámicos no asumen una racionalidad perfecta.
Muth propuso una "racionalidad dinámica". Esto significa que los individuos ajustan su comportamiento a medida que reciben nueva información. No necesitan conocer el futuro perfectamente, solo ser flexibles para adaptarse a los cambios. Aunque Muth escribió su artículo en 1961, su idea no fue muy relevante hasta que Robert Lucas la incorporó a su trabajo sobre macroeconomía. Lucas argumentó que los modelos macroeconómicos deben construirse a partir de la suma de modelos microeconómicos.
Esto coincidió con las críticas a las políticas de intervención económica de 1950 a 1973. Economistas neoclásicos como George Stigler, Milton Friedman y Robert Lucas criticaron estas políticas. La crisis del petróleo de 1973 y la estanflación en Estados Unidos impulsaron el auge del monetarismo, que influyó en las políticas macroeconómicas internacionales.
Esto, a su vez, llevó al desarrollo de la Nueva economía keynesiana (que no debe confundirse con el neokeynesianismo), con figuras como Jordi Galí, Paul Krugman, Nouriel Roubini y Joseph Stiglitz.
¿Qué críticas recibe el neoclasicismo hoy en día?
- David Charles Colander cree que el término "neoclásico" no debería usarse hoy, porque los economistas modernos son más variados. Dice que la economía ha cambiado mucho desde 1870 y sigue cambiando.
- Bernard Guerrien, de la economía crítica, sugiere que la teoría neoclásica se parece a las especulaciones antiguas, pero con matemáticas en lugar de latín. Dice que se basa en el comportamiento de individuos imaginarios en mercados aún más imaginarios.
- E. K. Hunt opina que la crítica de Veblen sigue siendo válida: la economía neoclásica tiene una visión muy simple de la naturaleza humana y las instituciones sociales, y al intentar explicar todo con la conducta racional y egoísta, no explica nada.
- Murray Rothbard (de la escuela austriaca) dice que la economía neoclásica se pierde en un "círculo vicioso" de equilibrio. Argumenta que, al asumir un equilibrio perfecto y conocimiento total, se ignoran las incertidumbres y errores del mundo real.
- Lee Boldeman, desde la filosofía moral, sugiere que el enfoque neoclásico es dogmático y fundamentalista. Cree que convierte la racionalidad económica en una regla "sagrada" y que promueve el egoísmo y el materialismo, lo cual es una amenaza para la civilización.
- El individualismo metodológico de la economía neoclásica ignora la cultura, la psicología social y los descubrimientos sobre el comportamiento económico. Investigadores como Daniel Kahneman, Amos Tversky o Dan Ariely han demostrado que los humanos a menudo actúan de forma cooperativa, no solo competitiva. También se ignora la racionalidad limitada de Herbert Simon.
- Donald Gordon señaló que es "extraordinario" que la visión de los economistas sobre el mundo no haya cambiado mucho desde el siglo XVIII. Francis G. Peabody añadió que esto no es un signo de objetividad, sino de falta de contacto con la realidad.
- Paul Romer critica la situación actual de la macroeconomía y a los economistas neoclásicos de las últimas décadas. Los considera dogmáticos por creer que los modelos matemáticos siempre reflejan la realidad. También critica a quienes aplican estas teorías "idealizadas" en el mundo real.
- Steve Keen, uno de los pocos economistas que predijo la Gran Recesión, critica la interpretación neoclásica de la macroeconomía por no tener base en la realidad. Para Keen, la incapacidad de los economistas neoclásicos para prever la crisis financiera de 2007 demuestra que sus ideas son falsas.
A pesar de todas estas críticas, la economía neoclásica sigue siendo la más enseñada en las universidades. Muchos la consideran una buena base para entender y resolver problemas económicos importantes.