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Conquistas musulmanas en el subcontinente indio para niños

Enciclopedia para niños

Las conquistas musulmanas en el subcontinente indio se refieren a la llegada y el establecimiento de pueblos y gobernantes musulmanes en la región que hoy conocemos como India, Pakistán y Bangladés. Este proceso comenzó alrededor de los años 711-712 con la llegada de los árabes a la región de Sind. Continuó en los siglos XI y XII con las invasiones de grupos túrquicos y afganos, quienes se sintieron atraídos por la riqueza de la zona. Finalmente, llevó al establecimiento del Imperio mogol en el siglo XVI.

Estas llegadas de grupos musulmanes, especialmente las campañas de Mahmud de Ghazni y Muhammad de Gur, estuvieron marcadas por conflictos y la destrucción de algunos edificios religiosos budistas, jainistas e hindúes. Más tarde, desde 1211 hasta 1414, el Sultanato de Delhi continuó con la expansión, dejando importantes construcciones como el Qutab Minar. Las incursiones de Tamerlán en 1398 y 1399 causaron gran desorden en el Sultanato de Delhi y contribuyeron a su debilitamiento.

Babur, el fundador de la dinastía mogol, comenzó a conquistar el norte de la India en 1519. Con su llegada, hubo un resurgimiento del arte y la artesanía, inspirados en gran parte por la civilización persa. La cultura mogol introdujo nuevas técnicas y artes en la India, como la miniatura, las alfombras y una arquitectura impresionante, cuyo ejemplo más famoso es el Taj Mahal, considerado una de las Nuevas siete maravillas del mundo moderno. Gracias a la unificación del norte del subcontinente, la construcción de caminos y el uso de una moneda única, la economía india tuvo períodos de gran prosperidad. Se desarrollaron industrias como la naval, la textil y la del acero.

El Dravida, la parte más al sur de la India, se mantuvo independiente de la influencia musulmana durante mucho tiempo. Sin embargo, en el resto de la península, el budismo perdió fuerza.

En el siglo XVII, cuando Aurangzeb se convirtió en emperador, la cultura islámica en la India comenzó a declinar. Aunque la presencia política musulmana fue exitosa y duró casi seis siglos, la conversión de la población al islam fue más limitada. Afectó a muchas personas, pero en general, la mayoría de la población no se convirtió, y la distribución de musulmanes varió mucho según las regiones.

Situación del subcontinente indio antes de las conquistas musulmanas

Archivo:Khajuraho - Kandariya Mahadeo Temple
Civilización Chandela: el templo Kandariya Mahadeo en Khajurâho (siglo XI)

Hoy en día, cuando hablamos de India, nos referimos a la República de la India. Pero el territorio que fue parte de las conquistas musulmanas era mucho más grande, incluyendo lo que hoy son Pakistán y Bangladés. Antes de la división de 1947, a menudo se le llamaba "las Indias", un nombre que refleja mejor la gran extensión y diversidad de esta región.

La poderosa dinastía Gupta (320-535) unificó la llanura indogangética en el norte. Sin embargo, debido a las invasiones de los hunos heftalitas, su imperio se desintegró. Fue reconstruido brevemente por Harsha, quien gobernó de 606 a 648, pero tras su muerte, el país se dividió de nuevo. Esto permitió el surgimiento de varios reinos regionales: los rajputs en el noroeste, los pratiharas en la cuenca del Ganges, los palas en los actuales estados de Bihar y Bengala, los chandelas en el centro, y las monarquías de Nepal y Cachemira en el Himalaya. Estos reinos, junto con otros más pequeños y de corta duración, a menudo estaban en conflicto entre sí.

El sur de la India era más estable. Los chalukyas dominaron el oeste del siglo VI al VIII, mientras que el este fue controlado por los pallavas del siglo IV al IX, y luego por los cholas, quienes extendieron su influencia hasta Ceilán y la península de Indochina. Además, el islam llegó de forma pacífica a Kerala con comerciantes árabes que se establecieron en los puertos, construyeron mezquitas y se integraron poco a poco en la cultura local.

Todo el subcontinente experimentó un gran florecimiento cultural, visible en la arquitectura con construcciones notables como los templos de Bhubaneswar (siglo IX), Khajuraho (siglos X-XI) o Tanjore (siglo XI). La literatura también prosperó. El sánscrito, el idioma de los estudiosos, se usaba para textos filosóficos, legales y científicos. La literatura tamil floreció en la poesía mística. Además, surgieron obras en lenguas locales como el bengali, hindi, maratí, malayalam, telugu y canarés. La vida religiosa era muy activa, con diversas corrientes del hinduismo, incluyendo el pensamiento de Shankara (alrededor de 788-820) y la corriente popular de la bhakti, que buscaba una conexión cercana entre el devoto y su deidad.

Esta riqueza cultural se debía a la prosperidad económica de la región. Los gobernantes construyeron caminos y sistemas de riego que beneficiaron la agricultura, aunque a veces imponían impuestos altos. La riqueza, concentrada en las cortes y los templos, impulsó la artesanía. El comercio interno a veces se veía afectado por las guerras, pero el comercio marítimo, dominado por los árabes, era muy activo. La gente común, sin embargo, vivía en condiciones más modestas.

Este período, entre la caída de los grandes imperios Gupta y Harsha y la llegada de los conquistadores árabes, túrquicos, afganos y mogoles, no fue de decadencia, sino de transición.

Conquista de Sind

Archivo:Mbq
Muhammad ibn-Qasim llevando a sus tropas a la batalla, alrededor de 711-712.

Con el pretexto de actos de piratería y malos tratos a comerciantes árabes, el gobernador de Irak, Al-Hajjaj ben Yusef, envió en 711 a dos mil soldados para conquistar la región de Sind (en el valle inferior del Indo). Bajo el mando de Muhammad ibn-Qasim, que era muy joven, derrotaron al ejército del rajá Dahir, que tenía 50.000 hombres. El rajá fue asesinado y la región fue saqueada. Ibn-Qasim fue llamado a Damasco por acusaciones falsas y condenado a muerte. El hijo de Dahir aprovechó para rebelarse y recuperar algunas ciudades, pero no logró expulsar a los árabes. Después de un tiempo de conversiones, a los hindúes y budistas se les concedió el estatus de dhimmis (protegidos), lo que les permitía practicar su religión a cambio de un impuesto llamado jizya. En 737, los árabes fundaron una nueva capital en Mansura y en los siglos IX y X se independizaron del califato. En 965, los ismailíes tomaron Multán y dominaron Sind, fomentando el comercio con Oriente Medio.

Mahmud de Ghazni y Muhammad de Gur

Mientras que la conquista de Sind, una región en la periferia, tuvo poco impacto en el resto del país, las campañas dirigidas por Mahmud de Ghazni y Muhammad de Gur desde el noroeste, la ruta tradicional de las invasiones, fueron mucho más significativas.

Mahmud de Ghazni (r. 997-1030)

Archivo:Mahmud and Ayaz and Shah Abbas I
Imagen de Mahmud de Ghazni (vestido de rojo) del siglo XVII, en el museo Reza Abassi en Teherán

Los gaznávidas (962-1186), un grupo nómada de Asia Central, fundaron la primera dinastía túrquica iranizada, llamada así por su capital, Gazni, al sur de Kabul. Mahmud de Ghazni (971-1030) fue reconocido como el gobernante más poderoso de la región por el califa de Bagdad, lo que le dio una justificación religiosa para sus conquistas. Atraído por la gran riqueza del subcontinente indio, lanzó su primer ataque en el año 1000 contra Jayapala, a quien derrotó en Peshawar. Después, conquistó y saqueó las ciudades de Delhi y Kannauj en 1018, y también Somnath, uno de los templos indios más ricos, que destruyó después de un conflicto con la población. No solo atacó reinos hindúes; en 1005 y 1010, también atacó Multán, gobernada por musulmanes, a quienes consideraba de una rama diferente del islam.

El famoso erudito Al-Biruni, que acompañó a Mahmud de Ghazni en sus campañas, las describió en su Historia de la India:

Mahmud arruinó por completo la prosperidad del país y logró hazañas singulares, reduciendo a los indios a átomos de polvo esparcidos. Sus restos dispersados mantienen naturalmente la más profunda aversión hacia los musulmanes.
Archivo:Tomb of Sultan Mahmud of Ghazni in 1839-40
Mausoleo de Mahmud de Ghazni, en Afganistán. Se decía que las puertas de madera de sándalo procedían del saqueo del templo hindú de Somnath.

Entre 1000 y 1026, Mahmud de Ghazni realizó diecisiete incursiones exitosas en la India. Era un soldado brillante que, con menos fuerzas, superó a los ejércitos indios, que a menudo eran poderosos pero menos organizados. Aunque los gaznávidas dominaron el valle del Indo durante 150 años y fundaron Lahore en 1022, Mahmud de Ghazni no buscaba construir un reino permanente en la India, sino que la veía como una fuente de riquezas. Después de cada expedición, regresaba a Gazni, cargado con tesoros y muchas personas capturadas. Usó su riqueza para embellecer su capital, donde construyó una gran mezquita, una universidad y una biblioteca, y apoyó las artes y las letras.

Después de la muerte de Mahmud de Ghazni en 1030, los túrquicos se dividieron y debilitaron, dando a los indios un siglo y medio de paz.

Muhammad de Gur (1173-1206)

Archivo:Qutub Minar (1)
Con 72.5 m de altura, el Qutab Minar o «torre de la victoria» cuya construcción fue emprendida por Qutb ud-Din Aibak en Delhi es uno de los minaretes más altos del mundo

A mediados del siglo XII, los gaznávidas fueron reemplazados por los gúridas, originarios de Ghur (Afganistán). Muhammad de Gur (1160-1206) comenzó la conquista del subcontinente indio en 1175. Después de algunos éxitos en el Punjab, encontró más resistencia en el Guyarat y por parte de los rajputs. Luego dirigió sus esfuerzos hacia el norte, pero fue derrotado por Prithiviraja Chahumana III, rey de Delhi, y sus aliados en la primera batalla de Tarain en 1191. El sultán gúrida regresó un año después, mejor preparado, y en la segunda batalla de Tarain obtuvo una victoria decisiva, ayudado por la falta de unidad entre los hindúes.

Este éxito le abrió el valle del Ganges. Conquistó Delhi en 1193 y luego regresó a Ghur, dejando a uno de sus generales, Qutb ud-Din Aibak, a cargo de continuar la guerra. Aibak se dedicó con gran energía a conquistar el valle del Ganges, saqueando las ciudades de Kannauj y Benarés, donde destruyó templos y causó grandes conflictos. Fue asistido por Muhammad Khilji, quien, avanzando más al este, destruyó en 1199 las universidades monásticas budistas de Nalanda y Vikramashila, causando la muerte de muchos monjes y obligando a los sobrevivientes a refugiarse en Nepal. Continuando su avance, sometió Bengala en 1202, tomando su capital, Nadiya. A pesar de varios intentos, Aibak no pudo superar la resistencia de los rajput y finalmente abandonó el Guyarat.

Estas campañas fueron muy difíciles para los hindúes, ya que, además de las pérdidas materiales y humanas, causaron la destrucción de importantes centros culturales, religiosos, bibliotecas y universidades. Aunque las conquistas de Aibak no siempre fueron permanentes —varias ciudades fueron tomadas, perdidas y reconquistadas—, después de cada victoria dejaba a un lugarteniente y tropas para controlarlas, iniciando así la formación de un reino.

Muhammad de Gur fue asesinado en 1206, dejando el reino sin un heredero claro.

Explicación de los éxitos musulmanes

Archivo:Prithvi Raj Chauhan (Edited)
Prithivîrâja Châhumâna III, derrotado, capturado y asesinado por Muhammad de Gur, durante la segunda batalla de Tarain

Las conquistas musulmanas fueron sorprendentes por su tamaño y rapidez. Las crónicas medievales escritas por autores musulmanes son las únicas fuentes históricas disponibles, por lo que es posible que tengan un punto de vista particular. Sin embargo, nos dan algunas ideas sobre las razones de estos éxitos.

  • Causas políticas: La división de la India y la incapacidad de sus gobernantes para unirse y crear una defensa fuerte fueron las principales razones de sus derrotas. A menudo, los príncipes o ministros actuaban por interés propio, lo que llevaba a la deslealtad. La población, acostumbrada a las guerras internas, permanecía indiferente.
  • Causas estratégicas: Los guerreros hindúes se preocupaban más por demostrar su valor individual que por obedecer a un líder o seguir una estrategia colectiva. La mayoría de las veces, los soldados eran reclutados a la fuerza y solo reconocían a su superior inmediato, quien les pagaba. Si este desaparecía, desertaban, ya que no tenían un interés personal en la lucha. Los rajás hindúes mantenían ejércitos con mucha infantería y elefantes; al estar llenos de no combatientes, eran muy pesados, lentos y difíciles de manejar. Los musulmanes, en cambio, tenían ejércitos más pequeños, pero estaban formados por soldados experimentados y disciplinados, con una caballería bien equipada y muy rápida.
  • Debilidades de las fuerzas musulmanas: Los túrquicos y afganos estaban bajo la autoridad de dinastías donde la personalidad del líder era crucial. Las rivalidades eran intensas, a veces llevando a la eliminación de familias enteras. Además, no tenían la administración necesaria para gobernar a una población sedentaria y muchos no tenían raíces profundas en el país. Estos factores hacían que la duración de sus conquistas fuera incierta.

Sultanato de Delhi

Archivo:Delhi History Map
Expansión del sultanato de Delhi

El Sultanato de Delhi dominó el norte del subcontinente indio desde el siglo XIII hasta el siglo XV. Las cinco dinastías que gobernaron vieron cómo el tamaño de su territorio cambiaba mucho, dependiendo de la capacidad del sultán para controlar las rebeliones de sus vasallos y los ataques de los mongoles.

Expansión del sultanato

Dinastía de los túrquicos ilbarîdes (1211-1290)

Muhammad de Ghur murió sin herederos. Qutb-ud-din Aibak (r. 1206-1210) se proclamó sultán en Delhi y se dedicó a fortalecer la administración de los territorios conquistados. Aibak murió en 1210, y su hijo fue rápidamente derrotado por Iltutmish, quien fundó la dinastía Ilbarida. Iltutmish, después de eliminar a sus rivales, fortaleció su autoridad al sur del Ganges y en la región de Bengala, y logró detener los ataques de los mongoles que comenzaron en 1220. Como gobernante capaz, hizo del sultanato una monarquía hereditaria y continuó el trabajo administrativo de Aibak. Fue ayudado por la llegada a Lahore y Delhi de muchos musulmanes que huían de los ejércitos mongoles que devastaban Asia Central. Después de la muerte de Iltutmish, el reino sufrió por las disputas de sucesión y las rivalidades entre grupos. Los gobernantes se dedicaron principalmente a someter las rebeliones de sus vasallos y a resistir las incursiones mongolas.

Dinastía de los Khaljis (1290-1320)

A los Ilbaridas les sucedieron los Khaljis. Ala ud-Din (1296-1316) —quien gobernó primero en nombre de su tío, el sultán Jalal ud-Din Firuz, y luego por su cuenta después de haberlo asesinado y proclamarse sultán—, emprendió una serie de importantes conquistas. Comenzó tomando la capital de los Yadavas, Devagiri (ahora Maharashtra), y luego, con sus hermanos, conquistó el Guyarat (1299) y atacó las fortalezas rajputas de Ranthambhore (1301) y Chittor (1303).

Ala ud-Din luego encargó a Malik Kafur, un indio de Guyarat a su servicio, que realizara tres campañas impresionantes entre 1309 y 1312. Kafur avanzó por el sur de la India hasta Madurai, saqueó ciudades, destruyó templos y causó conflictos con las poblaciones, tanto hindúes como musulmanas. Luego, reinstaló a los príncipes sometidos en sus tronos después de despojarlos de sus riquezas. Para fortalecer su poder y mantener su ejército, Ala ud-Din implementó reformas económicas que le dieron muchos fondos, pero que empobrecieron a los líderes de aldeas, artesanos y comerciantes. Reorganizó su sistema de espionaje y controló de cerca a la nobleza y a los príncipes.

Dinastía de los Tughluq (1320-1414)

Archivo:Delhi tughra
Monograma del sultán Muhammad bin Tughluq

El primer sultán de la dinastía de los Tughluq, Ghiyath al-Din, fue un gobernante moderado que restableció una política económica menos estricta para la población, lo que lo hizo muy popular.

Su sucesor, Muhammad bin Tughluq (r.1325-1351), fue un buen estudioso y un brillante soldado. Después de rechazar a los mongoles y sofocar varias rebeliones, consideró que la importancia estratégica del Decán era fundamental y decidió trasladar su capital de Delhi a Devagiri, a la que renombró Daulatabad. Esta operación, que resultó costosa en recursos y vidas, fue un fracaso y el sultán tuvo que regresar a Delhi. Muhammad bin Tughluq también intentó establecer una moneda de cobre, pero esta iniciativa, mal preparada y adelantada a su tiempo, también fue un desastre debido a la falsificación de monedas. Probablemente para eliminar la amenaza mongola, planeó conquistar Asia Central y reunió un gran ejército para ello, pagándolo por adelantado sin usarlo, lo que nuevamente puso en riesgo las finanzas del estado. Bajo el reinado de Muhammad bin Tughluq, el Sultanato de Delhi alcanzó su mayor extensión territorial, desde el Himalayas hasta el norte del país tamil, pero los repetidos fracasos políticos del gobernante provocaron revueltas, a menudo sofocadas, pero a veces exitosas, como en Bengala, el sultanato bahmaní, Rajastán o Vijayanagar.

Su sucesor, Firuz Shah (r. 1351-1388), continuó luchando para mantener la integridad del sultanato, sin más éxito pero con menos crueldad. Además, con el apoyo de los brahmanes, emprendió obras de riego, la construcción de caravanserais y hospitales. Interesado en la educación y la cultura, creó madrasas y bibliotecas, hizo traducir manuscritos sánscritos al persa y apoyó a poetas y eruditos.

Tamerlán

Con el Sultanato de Delhi en una fase de declive y división, Tamerlán (Timur Lang), un rey túrquico-mongol musulmán de la Transoxiana, aprovechó la oportunidad para lanzar una incursión devastadora en la India. Partió de su capital, Samarcanda, en la primavera de 1398, devastó Afganistán, tomó varias fortalezas rajputas, Sarsuti, y llegó a las puertas de Delhi en diciembre. Las tropas túrquico-mongolas aplastaron a sus defensores, saquearon la ciudad y causaron conflictos con la población. Tamerlán luego se dirigió al norte, devastando las ciudades de Nagarkot y Jammu, regresando a Samarcanda en marzo de 1399. Esta expedición de unos pocos meses dejó al Sultanato de Delhi en completo desorden.

Reino de Vijayanagara (1336-1565)

Archivo:Vijayanagara 1450s
El reino de Vijayanagar alrededor de 1450-60

El reino o imperio de Vijayanagara (1336-1565) fue el último gran reino hindú en el subcontinente indio, sirviendo como una fortaleza contra la expansión musulmana durante ese período. Según la tradición, el reino de Vijayanagara ('ciudad de la Victoria') fue fundado entre 1336 y 1346 por los cinco hermanos Sangama. Ellos fueron capturados durante las incursiones musulmanas, se convirtieron al islam y luego fueron liberados para ayudar a calmar una revuelta en el Decán. Bajo la influencia del maestro védico Vidyaranya, regresaron al hinduismo. Los Sangama establecieron su autoridad en la India peninsular, al sur del río Tungabhadra, donde fundaron su capital, Vijayanagara. Desde esta ciudad fortificada, construyeron un poderoso reino militar que durante más de dos siglos se opuso al sultanato bahmaní (1347-1518) y luego a los cinco sultanatos del Decán que surgieron de su división. Durante este tiempo, las fuerzas de ambos lados estaban equilibradas, pero la derrota de Ramayara en la batalla de Talikota en 1565 llevó a la destrucción de su capital y marcó el fin del reino de Vijayanagara.

Los gobernantes Sangama y luego Tuluva controlaron firmemente a los príncipes y gobernadores locales, obligándolos a vivir en la corte y prohibiéndoles construir fortalezas sin permiso. Administraron su estado con rigor, haciendo de Vijayanagar un reino próspero tanto en agricultura (arroz, caña de azúcar) como en minería (diamantes, oro, hierro) y comercio marítimo. Esta riqueza benefició al hinduismo, que floreció aún más con la llegada de pandits del norte que huían del poder musulmán. El sur de la India se convirtió entonces en un centro de cultura sánscrita y dravidiana. La literatura, la música, la arquitectura y las ciencias fueron apoyadas por el emperador y los príncipes, y se desarrollaron sin las influencias persas que se veían en los estados musulmanes.

Fin del sultanato

Dinastía sayyida (1414-1451)

Archivo:Tumb of Mohammed Shah
Mausoleo de Muhammad Shah, cuyo hijo fue el último gobernante de la dinastía de los Sayyid, en el jardín Lodi de Delhi

Debilitado por la incursión de Tamerlán, el sultanato fue escenario de conflictos internos que permitieron a Khizr Khan Sayyid ganar poder y fundar la dinastía sayyida (1414-1451). Khizr Khan intentó recuperar los tributos de los antiguos vasallos del sultanato para llenar las arcas y reclamar los territorios cuyos gobernadores y rajás se habían declarado independientes aprovechando la debilidad del poder central. Pero sus intentos y los de sus sucesores, la mayoría de ellos poco capaces, no tuvieron éxito, y el sultanato se redujo a la región de Delhi.

Dinastía Lodi (1451-1526)

Bahlul Lodi (r.1451-1489), un rico gobernador afgano que había construido un gran territorio en el Punjab, atacó la ciudad de Delhi varias veces y finalmente la conquistó en su tercer intento. Se proclamó sultán en 1451, fundando una nueva dinastía, la dinastía Lodi (1451-1526), que retomó una política de conquistas. Su llegada al poder marcó la importancia de los afganos en la política india, que hasta entonces había sido dominada por los túrquicos. Bahlul Lodi derrotó al poderoso sultán de Jaunpur en 1479 para dominar el valle del Ganges hasta Bengala. Su sucesor, Sikandar Lodi (1489-1517), comenzó expulsando a sus hermanos y primos para asegurar su autoridad sobre el sultanato. Luego trasladó su capital a Agra para luchar contra los rajput, pero no logró tomar Gwalior. Mientras expandía gradualmente su territorio, Sikandar Lodi reorganizó el sultanato, lo que le permitió recuperar la prosperidad. Pero su sucesor, Ibrahim Lodi (1517-1526), enfrentado a la rivalidad de su hermano, provocó la hostilidad de muchos nobles al actuar de forma muy estricta. Para resolver sus diferencias, las diversas facciones decidieron pedir ayuda al rey de Kabul, el mogol Babur, quien puso fin al conflicto tomando el poder para sí mismo.

Imperio mogol (1526-1858)

El subcontinente indio a principios del siglo XVI

El Sultanato de Delhi se fue debilitando, y a principios del siglo XVI el subcontinente indio estaba dividido en varios estados, tanto musulmanes (los más numerosos) como hindúes. Fue también en este momento cuando los portugueses establecieron sus primeras bases comerciales en la región.

Los estados musulmanes

Archivo:Karta sodra indien 1500-es
El subcontinente indio en 1500, con los sultanatos del Decán
Archivo:India in 1525 Joppen-es
El subcontinente indio en 1525

En el Decán, el sultanato bahmaní se había separado desde 1347. Poco a poco se dividió en cinco sultanatos, conocidos como los sultanatos del Decán: Ahmednagar (1494-1636), Bijapur (1489-1686), Bidar (1528-1609), Berar (1490-1572) y Golconda (1512-1687). Estos eran ricos y bien administrados, e integraron a los hindúes en sus gobiernos. Algunos de sus gobernantes practicaban una rama diferente del islam en medio de una India musulmana mayoritariamente de otra rama.

El Guyarat, con muchos puertos, dominaba el comercio marítimo gracias a la habilidad de los navegantes árabes y los comerciantes indios. Poco a poco, los árabes fueron reemplazados por indios convertidos al islam, pero desde el siglo XVI, Guyarat entró en competencia y conflictos con los portugueses. Sin embargo, Ahmadabad siguió siendo una de las ciudades comerciales más importantes de la India.

La región de Bengala, cuya sumisión al Sultanato de Delhi siempre había sido más bien simbólica, obtenía su riqueza de la agricultura y el comercio marítimo. Mantenía embajadas en China, y su puerto principal, Chittagong, tenía un comercio significativo con el Lejano Oriente. A diferencia de la mayoría de los estados musulmanes, la población bengalí se convirtió al islam y desarrolló una cultura única, con una literatura rica en su lengua local.

En Cachemira, la población también se había convertido al islam desde el siglo XIV, y los gobernantes de la dinastía de los Mir Shah (1342-1561) fomentaron el comercio y la artesanía. Zayn al-Abidin, un sultán tolerante, promovió la traducción de obras sánscritas al persa y viceversa, y también apoyó la reconstrucción de templos hindúes.

Otros estados musulmanes independientes eran Sind, Malwa y Kandesh.

Los Estados hindúes

El Orissa, situado en el centro del golfo de Bengala y heredero del legendario Kalinga, poseía grandes riquezas naturales. Alcanzó su mayor desarrollo territorial, económico y cultural bajo Kalipendra Deva (1435-1469) de la dinastía de los Gajapati.

Los reinos rajput (de raja putra, 'hijo del rey') ocupaban las tierras áridas entre Guyarat y el valle del Ganges. Su prosperidad venía de los botines de guerra, el comercio y la presencia de minas de plata, hierro, estaño y cobre. Los rajput eran chatrias (casta de soldados) organizados en una sociedad de caballeros, regidos por leyes militares. Eran guerreros feroces que luchaban hasta el final. Generalmente estaban divididos y en guerra entre sí, pero se unieron brevemente bajo el rânâ Sanga (1509-1527) para resistir los ataques de los sultanatos vecinos.

El Nepal, limitado al valle de Katmandú, fue gobernado por los mallas de 1382 a 1768. Poco a poco, el budismo y las religiones tribales disminuyeron en favor del hinduismo.

Pero el Imperio vijayanagara siguió siendo el reino hindú más poderoso durante otro medio siglo.

Llegada de los portugueses

En 1498, Vasco da Gama desembarcó en Kerala. Los portugueses abrieron muchas bases comerciales en la costa oeste, aprovechando las rivalidades entre los gobernantes o imponiéndose por la fuerza. Desde su base en Goa, rápidamente dominaron el comercio en el océano Índico, que hasta entonces había sido monopolio de los musulmanes.

Babur (1526-1530)

Archivo:Idealized portrait of Babur (1483-1530), painted in 1605-1615 in India (British Museum 1921,1011,0.3)
Retrato de Babur

Fue en este contexto de una India dividida cuando Babur (1483-1530) tomó el Sultanato de Delhi en 1526 y fundó el Imperio mogol (del árabe-persa mughal, que significa 'mogol').

Zahir ud-din Muhammad, conocido como Babur, "la pantera", era un mongol turquizado que decía ser el 14º descendiente de Genghis Khan por parte de madre y el 5º descendiente de Tamerlán por parte de padre. Heredero de la provincia de Fergana (ahora Uzbekistán), recibió una excelente educación tanto en cultura general como en el arte militar. Habiendo perdido su herencia, intentó construir un reino alrededor de la ciudad de Samarcanda, pero fue expulsado por los uzbekos; luego se retiró a Kabul, que conquistó en 1504 y desde donde lanzó sus campañas. Afganistán cayó así bajo el dominio mogol, de forma más firme ya que Babur se casó con una mujer afgana.

Babur lanzó sus primeras incursiones en el subcontinente indio desde 1519, tomó Lahore en 1524, luego fue llamado por facciones Lodi rivales y finalmente dirigió la campaña por su propia cuenta. En la primera batalla de Panipat, en 1526, se enfrentó a Ibrahim Lodi y derrotó a su poderoso ejército con su habilidad táctica y su artillería, que por primera vez jugó un papel decisivo en el subcontinente indio. Entró victorioso en Delhi donde tomó el poder. Su hijo Humayun, muy pronto asociado con el gobierno y las expediciones de su padre, sometió Agra donde se apoderó del famoso diamante Koh-i-Noor. De 1526 a 1530, Babur trabajó para fortalecer su control sobre el norte de la India. En 1527 emprendió una campaña contra Jaunpur y Ghazipur. El mismo año derrotó a la coalición del rana Sanga y tomó las fortalezas de Chittor, Kannua y Chanderi, en Rajastán, y en 1529 sometió a los afganos de Bihar.

Bien instruido, Babur escribió poemas y El libro de Babur, una colección de memorias en turco de gran calidad literaria. Es una importante fuente de información para el conocimiento de la historia de Asia Central y del subcontinente indio. Obra de gran sinceridad, en ella Babur se describe como amante de la poesía, con inclinación al misticismo, aficionado a los jardines, pero también cazador y un guerrero audaz. Admitía su falta de afecto por la India, cuya exuberancia le asustaba, pero que le interesaba por el poder y la riqueza que le proporcionaba:

India es un país que ofrece poco encanto. No hay belleza entre sus habitantes.[...] No tienen carácter, ni capacidad, ni urbanidad, ni generosidad, ni cualidades viriles. En sus artesanías y sus obras, no hay orden, ni simetría, ni rectitud, ni perpendicularidad. No tienen ni buenos caballos, ni buenos perros, ni buenas uvas, ni buenos melones, ni buenos frutos, ni hielo, ni agua fresca. En los bazares, no hay ni buena comida ni buen pan.

Babur murió en 1530 y, a petición suya, fue enterrado en Kabul.

Humayun (1530-1540, 1555-1556)

Archivo:Emperor Humayun
Retrato de Humayun (acuarela y oro sobre marfil)

Su hijo mayor, Humayun (1508-1556), lo sucedió, pero la costumbre túrquica-mogol establecía una soberanía compartida entre los herederos. Sus tres hermanastros recibieron territorios y tramaron constantes planes contra él. Al principio, Humayun logró contener las ambiciones de los afganos al este de Benarés. Luego se enfrentó a Bahâdûr Shah, sultán de Guyarat, a quien derrotó en Champaner, confiscando su inmenso tesoro, y después tomó Ahmedabad. Sin embargo, cometió el error de confiar este territorio recién conquistado a su hermano Askari, quien lo perdió de inmediato.

Mientras tanto, Sher Khan, un líder afgano, fortaleció su posición en Bengala, lo que le permitió derrotar al gobernante mogol en Chausa en 1539, y luego en Kannauj en 1540. Humayun tuvo que huir rápidamente por todo el país, buscando refugio en vano entre sus antiguos aliados que se unieron a Sher Khan. Humayun finalmente encontró asilo en Persia, con el gobernante safawí, el sah Tahmasp I, quien a cambio de su protección le pidió a Humayun que se convirtiera a otra rama del islam. De este largo exilio en Irán, de 1540 a 1555, Humayun, un hombre culto, regresó con un grupo de pintores con quienes fundó la escuela de miniaturas mogol.

Sher Shah (1540-1545)

Archivo:Sher Shah Suri's Tomb, Sasaram, 1870 photograph
La tumba de Sher Shah en Sasaram, fotografiada en 1870
Archivo:Fort Gwalior
El fuerte de Gwalior

Farid Suri, conocido como Sher Khan antes de tomar el título de Sher Shah (1486-1545), provenía de un modesto clan afgano, los suris. Recibió una buena educación y luego llevó la vida de un soldado antes de establecer su base en el Bihar, donde creó su propio ejército. Este fue uno de los factores de su éxito: en él reinaba una disciplina estricta, los soldados recibían su paga regularmente y eran recompensados según sus méritos, a diferencia del sistema de clanes y facciones que solía existir. Este régimen, duro pero justo, atrajo a muchos soldados, tanto afganos como rajput. El otro elemento del éxito de Sher Shah fue su riqueza. Esta provenía de la buena administración de sus posesiones, de sus matrimonios con viudas ricas y de los tesoros que acumuló, especialmente en Bengala.

Sher Shah expandió rápidamente su territorio; después de vencer a Humayun, tomó las ciudades de Delhi, Agra, Lahore y las regiones de Punjab, Bengala (1541) y Sind (1543). De 1541 a 1545 atacó los reinos rajput y conquistó Gwalior, Malwa, Chanderi, Marwar, Jodhpur, Ajmer y finalmente la fortaleza de Chittor, símbolo de la resistencia rajput.

Sher Shah no solo fue un gran conquistador, sino también un administrador talentoso. Dividió su imperio en cuarenta y siete provincias, subdivididas en distritos. Preocupado por la justicia, estableció una administración de impuestos basada en el valor de las tierras; estableció una moneda de calidad y pesos fijos garantizada por el Estado, la rupia, que todavía se usa. Mejoró la red de caminos, creando la Grand Trunk Road que unía Bengala con el Indo, lo que facilitaba el rápido movimiento de sus tropas y estimulaba el comercio. También fue un gobernante tolerante y el primer rey musulmán de la India que estableció un imperio verdaderamente indio que satisfacía las necesidades de todos sus súbditos, fueran musulmanes o hindúes.

Sher Shah murió en 1545, víctima de una explosión de pólvora durante el asedio de Kalinjar. Su imperio se dividió entre sus herederos, ninguno de los cuales estuvo a su altura, lo que permitió a Humayun emprender la reconquista de la India desde Kabul. Tomó Lahore y Delhi en 1555, pero murió al año siguiente tras caer por las escaleras del techo de su biblioteca, donde realizaba observaciones astronómicas.

Akbar (1556-1605)

Jalaluddin Muhammad Akbar (1542-1605), hijo de Humayun, llegó al poder en 1556 a la edad de 14 años. Bajo la guía de su tutor y general del ejército, Bairam Khan, comenzó a eliminar a los aspirantes al trono del clan afgano: Hemu, un líder hindú, en 1556 y Sikandar Shah Sur en 1557.

Conquistas territoriales

Archivo:Moghol
Expansión mogol

Con la autoridad sobre el imperio dejada por su padre asegurada, decidió gobernar solo y comenzó una serie de conquistas de 1561 a 1576. Primero, atacó los reinos rajput y conquistó el de Malwa en 1561. Luego, el rajá Bihara Mal Kachwaha de Amber se sometió y le dio a su hija en matrimonio, quien se convertiría en la madre del príncipe Salim, el futuro Jahangir. Mientras que Ran Singh Rathor también entró al servicio de los mogoles (1564), Udai Singh de Mewar resistió ferozmente y Akbar emprendió el largo asedio de Chittor (1568) que terminó con la victoria de los mogoles y un conflicto con la guarnición. Al año siguiente, cayó la fortaleza de Rathambore. Esta sucesión de victorias convenció a los rajput de la superioridad militar de los mogoles y se sometieron uno tras otro: Chandra Sen, de Marwar; Rai Kalyan Evil, de Bikaner; Rawal Har Rai. Algunos de ellos ofrecieron a sus hijas en matrimonio al soberano, sellando así alianzas rajput-mogolas que serían la fuerza del Imperio.

Akbar luego se dirigió a la región de Guyarat, entonces sometida a conflictos internos de poder. Comenzó por aliarse con Itimad Khan, a quien cedió la mitad del sultanato; luego, cuando se mostró demasiado independiente, Akbar dirigió dos campañas contra él en 1573 y se anexionó todo Guyarat.

Los ejércitos imperiales se desplazaron hacia el este, donde Daud Khan Kararani controlaba Bengala, Bihar y parte de Orissa. El afgano se sometió después del asedio de Patna en 1573, luego se rebeló, pero fue derrotado de nuevo en la batalla de Raj Mahal en 1576. La anexión de Bengala le dio a Akbar una segunda salida al mar, después de la de Guyarat.

Por otra parte, Akbar emprendió una política de entendimiento con los portugueses que controlaban el océano Índico para restablecer la seguridad de la ruta de peregrinación a La Meca. En los últimos años de su reinado se anexionó territorios cercanos como Cachemira en 1585, el Ladakh, el Sind, el Baluchistán y Kandahar. Al sur, conquistó con dificultad Kandesh, Berar y una parte de Ahmadnagar. Pero a partir de 1576, la mayoría de las conquistas de Akbar ya se habían realizado. La razón de su éxito fue la combinación de dos factores. El primero era su ejército, disciplinado, compuesto por una gran caballería de arqueros móvil y la artillería. El segundo elemento fue la diplomacia: Akbar no dudó en interferir en los muchos conflictos internos y en usar la persuasión para convencer a sus oponentes de que tenían más que ganar al integrarse en el Imperio que al permanecer fuera y, especialmente, al ser sus enemigos.

La organización del Imperio

Archivo:Adham Khan pays Homage to Akbar at Sarangpur, Akbarnama
Adham Khan rinde homenaje a Akbar, después de la victoria mogola de Sarangpur (Madhya Pradesh)

Akbar estableció una organización del Imperio basada en el principio de no compartir el poder y en el apoyo de tres elementos: una buena administración, la centralización y la inclusión de élites no musulmanas. Inspirado por la administración de Sher Shah, Akbar dividió el imperio en quince provincias cuyos gobernadores y administradores civiles y militares eran trasladados regularmente para evitar la formación de feudos familiares. Los registros de impuestos se revisaban y la recaudación se hacía directamente, sin intermediarios. Además, Akbar se rodeó de ministros capaces, como el visir Turbani o el ministro de finanzas Todar Mal, y mantuvo la seguridad del Imperio, lo que le permitió prosperar.

Para asegurar la centralización del poder, el emperador luchó contra todas las facciones, tanto políticas como religiosas. Despidió a Bairam Khan, que se había vuelto demasiado ambicioso; dispersó el clan de su nodriza Maham Anaga; integró hábilmente a los Mirza, descendientes de los timúridas como él, mediante matrimonios en la familia imperial. Para limitar la influencia de los ulemas, Akbar redujo sus tierras, pronunció el sermón de la oración del viernes de 1579 y se nombró a sí mismo árbitro de sus desacuerdos. Se alejó de la antigua comunidad musulmana trasladando su capital a Agra y, de 1571 a 1584, a Fatehpur Sikri, una ciudad que construyó desde cero. Además, estableció una cuidadosa jerarquía de dignatarios, el mansab, que asignaba a cada uno un puesto de trabajo, unos ingresos y fijaba sus derechos y obligaciones militares. Esta centralización del poder se reflejaba en el propio ritual de la corte, donde las apariciones y audiencias del soberano se organizaban y codificaban, y cada uno ocupaba un lugar definido según su rango, siendo el del emperador central y elevado, como un "rey sol". Estableció la lealtad a su persona por encima de todas las demás alianzas, incluso religiosas, fundando así un culto imperial.

Con habilidad y mente abierta, nombró a hindúes para altos cargos militares o civiles, como Todar Mal, quien fue nombrado ministro de finanzas. Hizo traducir los textos clásicos hindúes al persa y organizó debates religiosos entre diferentes grupos. Finalmente, eliminó la jizya, lo que significó la igualdad de todos sus súbditos.

Cuando Akbar murió en 1605, su imperio se extendía desde Afganistán hasta Bengala y desde Cachemira hasta el Decán.

Jahangir (1605-1627)

Archivo:Shalimar gardens
Los jardines de Shalimar en Cachemira

El Imperio mogol fue el más poderoso del siglo XVII; Lahore, Delhi, Agra y Ahmadabad se encontraban en ese momento entre las ciudades más importantes del mundo. El esplendor sin igual de la corte deslumbraba a los visitantes extranjeros y promovía el desarrollo del arte indo-musulmán.

Salim Nur Ud-Din Muhammad (1569-1627), después de varios intentos de derrocar a su padre, llegó al poder en 1605 con el nombre de Jahangir ('conquistador del mundo'). Pero el trono también era ambicionado por su hijo, Khusrau, quien fue rápidamente derrotado y encarcelado. Jahangir ejecutó a algunos de sus partidarios, incluyendo a Guru Arjan, el líder espiritual de los sikhs, quienes desde entonces le tuvieron un fuerte rechazo.

Jahangir hizo pocas conquistas, sometió a los últimos rajput que se resistían en Mewar y conquistó Kangra (Himalaya) en 1620, donde, a diferencia de la tolerancia que mostraba generalmente, dañó un templo. De 1609 a 1626 se esforzó sin éxito en el Decán contra Malik Anbar. Al principio, favoreció a los portugueses, pero desde 1615 dio preferencia a la Compañía Británica de las Indias Orientales.

Al igual que su abuelo Babur, escribió sus memorias en las que se describe a sí mismo de forma directa, contemplativo, afable, pero capaz de enojos violentos y de represiones severas, como las que dirigió contra las revueltas campesinas. Gran amante de los jardines, hizo acondicionar los de Shalimar en Srinagar, que se encuentran entre los más logrados del arte mogol. En 1611 se casó por amor con Nur Jahan ('Luz del mundo'), quien tuvo una gran influencia sobre él. El emperador perdió poco a poco el interés en el ejercicio del poder, cediendo las riendas del Imperio, promoviendo a su padre y a su hermano a altos cargos, casando a su hija de un matrimonio anterior con Sharyar, hijo de Jahangir, y a su sobrina, Mumtaz Mahal, con Khuram, el futuro Shah Jahan.

Jahangir murió en 1627, debilitado por la enfermedad, y su esposa Nur Jahan hizo coronar a su yerno Sharyar.

Shah Jahan (1627-1658)

Archivo:Jama Masjid, Delhi, watercolour, 1852
La Jama Masjid, la «mezquita del Viernes», de Delhi. Acuarela de 1852.

Sharyar se mostró incapaz, y el príncipe Khuram (1592-1666) lo derrocó, siendo coronado en 1628 con el nombre de Shah Jahan ('rey del Mundo') y eliminando a todos los demás aspirantes masculinos. Su largo reinado, símbolo del esplendor mogol, está marcado por la expansión territorial y la construcción de muchos edificios. Molesto por las incursiones y la captura de personas para trabajo forzado practicada por los portugueses en Bengala, Shah Jahan asedió su fuerte de Hooghly en 1632 y persiguió a los cristianos durante varios años. Los ingleses se establecieron en la India y fundaron Madras en 1639.

Al igual que sus predecesores, Shah Jahan estaba interesado en el Decán. En 1631 hizo campaña contra Ahmadnagar, que finalmente fue anexado gracias a la deslealtad de su jefe del ejército, Fath Khan. Luego emprendió una guerra larga y difícil contra Golconda y Bijapur, que le prometieron lealtad, respectivamente, en 1635 y 1636. Shah Jahan nombró a uno de sus hijos, Aurangzeb, virrey del Decán. Este último intentó varias veces anexar los sultanatos cuya riqueza deseaba. Asistido por Mir Jumla, un aventurero y líder militar que había contratado artilleros europeos, asedió Golconda y atacó Bijapur, pero sus ambiciones fueron frustradas por el Emperador que, por consejo de Dara Shikoh, su hijo mayor, prohibió a Aurangzeb continuar.

Archivo:Morning view of the Taj Mahal, Agra, Uttar Pradesh, India
El Taj Mahal, mausoleo de Mumtaz Mahal.

En 1638, Shah Jahan recuperó Kandahar, perdida por su padre. Luego, en 1646, lanzó una gran ofensiva hacia Asia central, soñando con recuperar la tierra de sus antepasados. Sus hijos, Murad Baksh y Aurangzeb, lograron algunas victorias sobre los uzbekos, pero la intervención de los persas, militarmente superiores, la poca motivación de las tropas y las disputas entre los oficiales obligaron al ejército mogol a una retirada difícil en 1647. Kandahar fue tomada definitivamente por los safávidas en 1653, lo que terminó de afectar la reputación de los mongoles en Asia Central.

Shah Jahan apoyó a eruditos, poetas y músicos, especialmente a los hindúes; también amaba el lujo de la corte, y en 1628 hizo construir el Trono del Pavo real completamente cubierto de zafiros, rubíes, esmeraldas, perlas y otras piedras preciosas. En 1631, su esposa Mumtaz Mahal ('Maravilla del palacio') murió al dar a luz a su decimocuarto hijo. Por amor a su esposa favorita, erigió un mausoleo grandioso en Agra, el Taj Mahal, que sigue siendo la joya de la arquitectura mogola. En esa misma ciudad, que fue su capital hasta 1648, reconstruyó muchos edificios en el Fuerte Rojo, que transformó en un verdadero palacio real. Sin embargo, desde 1638 construyó una nueva capital en Delhi, Shahjahanabad, embellecida con jardines, canales, bazares y que dominaban un nuevo fuerte Rojo y la Jama Masjid.

Esta ambiciosa política de grandes obras y conquistas territoriales obligó al soberano a aumentar los impuestos, que sumados a una grave escasez de alimentos en 1630-1632, hicieron que la situación de los campesinos fuera difícil. Además, en 1657 estalló una guerra de sucesión desastrosa cuando Shah Jahan cayó gravemente enfermo. Murad Baksh, Shah Shuja y Aurangzeb se unieron y vencieron a Dara Shikoh, el heredero designado por su padre. Luego Aurangzeb eliminó a sus hermanos, hizo condenar a muerte a Dara Shikoh en 1659 y encarceló a su padre en el Fuerte Rojo de Agra, donde murió en 1666.

Aurangzeb (1618-1707)

A lo largo de su reinado, Aurangzeb (1618-1707) siempre buscó expandir los límites del Imperio, pero este se mostró frágil ante la aparición de nuevos poderes y el descontento popular.

Aurangzeb envió a Mir Jumla al noreste para conquistar el Cooch Behar (1661) y Assam (1662), de cuyos tesoros se apoderó. Pero el clima difícil y los ataques constantes de los asameses obligaron a las fuerzas mogolas a retirarse. Shayista Khan luego luchó contra los piratas portugueses y los arakaneses de Bengala y se apoderó del próspero puerto de Chittagong en 1666. Pero el verdadero interés del Emperador residía en el Decán, donde lideró una guerra implacable para anexar los sultanatos de Bijapur y Golconda. Para ello instaló su capital en Aurangabad y aumentó los recursos militares a partir de 1684. Terminó derrotando a Bijapur en 1686 y a Golconda, gracias a una deslealtad, en 1687.

Archivo:Aurangzeb 27
Aurangzeb anciano en oración

Pero apenas Aurangzeb había terminado en el Decán cuando en el oeste de la misma región, desde la década de 1660, comenzaron a surgir grupos armados de origen campesino, los marathas. Su audaz y carismático líder, Shivaji Bhonsla (1630-1680), era hijo de un dignatario al servicio de los sultanatos. Muy joven se convirtió en defensor del hinduismo y reunió a los guerreros marathas que emprendieron una guerra de guerrillas contra la que las tropas mogolas se desgastaron sin éxito. Shivaji se enriqueció gracias a los saqueos de Surat en 1664 y 1670 y recaudando tributos en las aldeas, el chauth, para asegurarles su protección. En 1666, sorprendió al Emperador al escapar de sus prisiones disfrazado y en 1674 organizó su coronación con esplendor, lo que aumentó su prestigio. Después de su muerte, su hijo Sambhaji fue asesinado y su nieto hecho prisionero, pero la lucha marathi continuó bajo la autoridad de Rajaram, hermano de Sambhaji, y luego de Tara Bai, su cuñada. Aurangzeb también lo intentó mediante la diplomacia, nombrando a muchos dignatarios marathas en cargos, pero sin más éxito. Sin embargo, persistió, transformando la guerra en el Decán en un verdadero problema financiero.

El reinado de Aurangzeb fue perturbado por numerosas revueltas y rebeliones de una importancia nunca antes vista; fueron reprimidas con fuerza. Los Jats se sublevaron en la región de Mathura en 1669, 1681 y 1689; los pobres hicieron lo mismo cerca de Narnaul. En 1669 los comerciantes de Surat abandonaron la ciudad para protestar contra las exigencias del cadi. En 1679 fueron los habitantes de los barrios populares de Delhi quienes intentaron oponerse a la restauración de la jizya. En 1674 el emperador tuvo que trasladarse a Peshawar para sofocar una rebelión y en 1678 envió a su hijo Akbar al Marwar para someter a los rajput que luchaban contra la anexión de su territorio, pero el joven príncipe se unió a los rebeldes. Por último, los sijs se organizaron militarmente para resistir las represalias a las que fueron sometidos.

El reinado de Aurangzeb marcó un regreso a una interpretación más estricta del islam, especialmente después de 1669. Viviendo como un asceta, prohibió la música, la danza y cerró los talleres de los miniaturistas. Hizo destruir algunos templos nuevos, desincentivó la enseñanza del hinduismo y aumentó los impuestos a los no musulmanes. Y sobre todo, bajo la presión de los ulemas que se beneficiaron, restableció la jizya; esta medida lo hizo impopular entre los hindúes. Por el contrario, fue el gobernante mogol que reclutó más dignatarios hindúes, que llegaron a representar el 31% del cuerpo contra el 22% en tiempos de Akbar.

Descomposición del Imperio

Archivo:Marathe-es
La India en torno a 1760.

Aurangzeb murió en el Decán en 1707, agotado por las guerras constantes. El Imperio nunca había tenido una expansión territorial tan grande, pero estaba amenazado por todos lados: la muerte del soberano desencadenó la inevitable guerra de sucesión y varios gobernadores se declararon independientes. Entonces comenzó un rápido e inevitable declive que culminó, en 1739, con el saqueo de Delhi por el emperador persa Nadir Shah, quien se apoderó del Trono del Pavo real.

En 1747, Ahmad Shah (r. 1747-1772), un pastún del clan Abdali, se proclamó soberano en Kandahar, fundando la dinastía de los durrani (1747-1826). Dominando un territorio que iba desde Herat hasta el Indo, formó un vasto pero inestable imperio. Aprovechando las rivalidades que debilitaban a los mogoles, Ahmad Shah lideró una docena de ataques contra el subcontinente indio. Inicialmente rechazado por el ejército mogol en 1748, derrotó en 1752 a Muinulmulk, el virrey del Punjab, para luego anexar la provincia de Multán y Cachemira, tomando así todas las provincias fronterizas del Imperio mogol. En 1757, saqueó Delhi y devastó las tierras de los Jats, Mathura, Vrindavan y Agra, y dañó muchos santuarios hindúes. Solo una epidemia en el ejército afgano detuvo la devastación. En 1761, las tropas de Ahmad Shah aplastaron a los marathi en la Tercera Batalla de Panipat y luego regresaron a Afganistán.

Con el imperio mogol en plena decadencia y los marathas vencidos, la India estaba desunida, una situación que permitió a la Compañía Británica de las Indias Orientales (British East India Company) asumir gradualmente el control del país a partir de Bengala, región que dominaba tras su triunfo en las guerras carnáticas finalizadas en 1763.

Conversiones

Archivo:Muslim percent 1909
Presencia de musulmanes en la India en 1909, como porcentaje de la población de cada región (obtenido de The Imperial Gazetteer of India).

El número y las razones de las conversiones son temas que generan debate. Las fuentes hindúes son pocas, mientras que las crónicas musulmanas, más abundantes, a menudo se centran en acciones militares y exageran los hechos para glorificar a los conquistadores. Además, los problemas políticos recientes y los conflictos entre India y Pakistán, así como la aparición de partidos que defienden ideas religiosas específicas, contribuyen a una interpretación parcial de este período.

Archivo:Badshahi Mosque Sideview of entrance gate July 1 2005
Entrada a la mezquita de Badshahi en Lahore, un importante centro de la cultura islámica en el subcontinente indio

El primer censo de la población india, realizado por los británicos en 1872-1874, ofrece una visión cuidadosa. Nos dice que los musulmanes representaban menos del 20% de la población y que su distribución geográfica era muy desigual. La mayoría se concentraba en las regiones del noroeste (Sind, Baluchistán, Punjab y Cachemira) y del noreste (Bengala), donde eran la mayoría. En el resto del país, es decir, en la parte del territorio que corresponde aproximadamente a la actual República de la India, los musulmanes representaban entre el 10% y el 15% de la población. La concentración en el noroeste se debía a la cercanía de las zonas donde el islam ya estaba establecido y a la antigüedad del dominio musulmán: desde el siglo VIII en Sindh y desde el siglo XI en el resto del valle del Indo. La situación de Bengala es más particular; de hecho, la conversión se dio en poblaciones con poca influencia de los brahmanes, que se asentaron y se hicieron musulmanas durante un gran movimiento de desarrollo de tierras que comenzó en el siglo XVI. En Cachemira, la conversión de la población se hizo sin ninguna conquista militar; los habitantes adoptaron gradualmente la religión de su gobernante desde el siglo XIV.

Algunos historiadores que se enfocan en la historia hindú resaltan las conversiones que pudieron haber sido forzadas y el ambiente de conflicto mantenido por los sultanes. Otros, que se enfocan en la historia musulmana, señalan la idea de igualdad en el islam que habría atraído a grupos que se sentían oprimidos por el sistema de castas y a grupos más dinámicos. De hecho, el estudio de los musulmanes en las regiones donde eran minoría muestra que los brahmanes y los "intocables" no se convirtieron mucho, mientras que los artesanos, comerciantes y artistas estaban más dispuestos a hacerlo, conscientes de los beneficios sociales que esto les brindaba: exención de la jizya, entrada en la administración, fácil acceso a los clientes de las cortes musulmanas.

El éxito limitado de la conversión religiosa en la India tiene muchas causas, cuya importancia es difícil de determinar. Los sultanes de Delhi y los emperadores eran de una rama del islam, pero había muchos de otra rama entre los gobernantes de Oriente, en el Decán y entre los comerciantes. Además, los sufies gozaban de gran prestigio por sus prácticas que se parecían a las de los yoguis, lo que muestra un islam diverso, incluso dividido, que no favorecía las conversiones masivas. Además, la falta de una decisión clara por parte de los conquistadores, la gran cantidad de población india y la resistencia del hinduismo, cuyo sistema de castas se había vuelto más rígido, fueron otros factores que pueden explicar por qué la mayoría de los indios no se convirtieron al islam.

Véase también

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Conquistas musulmanas en el subcontinente indio para Niños. Enciclopedia Kiddle.