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Batalla de Tampico (1829) para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Batalla de Tampico
Intentos de Reconquista en México
Parte de Intentos españoles de reconquista de México
Acción militar en Pueblo Viejo (Batalla de Tampico, 11-9-1829), Carlos París (1820 - 1835).png
Acción militar de pueblo viejo, Tamaulipas. Pintura de Carlos París, 1829-1835, óleo sobre tela, Museo Nacional de Historia.
Fecha 11 de septiembre de 1829
Lugar Tampico, México
Resultado Victoria decisiva mexicana
Beligerantes
Bandera Histórica de la República Mexicana (1824-1918).svg Estados Unidos Mexicanos
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg España
Comandantes
Bandera Histórica de la República Mexicana (1824-1918).svg Antonio López de Santa Anna
Bandera Histórica de la República Mexicana (1824-1918).svg Manuel Mier y Terán
Bandera Histórica de la República Mexicana (1824-1918).svg Felipe de la Garza
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Isidro Barradas
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Miguel Salomón
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Fulgencio Salas
Fuerzas en combate
500 al inicio, 5000 al final. 3500 realistas partieron de Cuba.
Bajas
Alrededor de 100 muertes y 191 heridos. Alrededor de 100 muertes, 66 heridos y varias bajas por fiebre amarilla.

La Batalla de Tampico, también conocida como la Victoria de Tampico, fue un enfrentamiento importante que ocurrió entre el 27 de julio y el 11 de septiembre de 1829. Tuvo lugar cerca del puerto de Tampico, en la costa del golfo de México, en el estado de Tamaulipas.

En esta batalla, el Ejército de Operaciones de México, liderado por los generales Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán, se enfrentó a una parte del Ejército Real de España. Esta fuerza española, comandada por el brigadier Isidro Barradas, formaba parte de la Expedición Barradas. Su objetivo era intentar recuperar México para la Corona de España.

El plan de los españoles era conseguir el apoyo de líderes militares mexicanos que aún simpatizaran con el antiguo gobierno español. Así, esperaban aumentar sus fuerzas, establecer una base en la costa y recibir más ayuda desde la isla de Cuba.

Los primeros enfrentamientos ocurrieron el 31 de julio. Las tropas españolas lograron tomar Tampico el Alto, Pueblo Viejo de Tampico y el Fortín de la Barra a principios de agosto. Los generales mexicanos Felipe de la Garza y Manuel Mier y Terán intentaron detener el avance español sin éxito. Después de tomar Tampico, los españoles llegaron hasta Altamira.

Mientras tanto, en Veracruz, el general Antonio López de Santa Anna organizó un ejército para defender la zona. Al mismo tiempo, la División de San Luis Potosí, bajo el mando del general Francisco Valdivieso y el coronel José Velázquez, también se dirigió hacia la zona invadida.

La ciudad de Tampico, Tamaulipas, fue abandonada por sus habitantes y tomada fácilmente por las fuerzas españolas. El 21 de agosto, Santa Anna atacó la ciudad desde Pueblo Viejo, en lo que se conoce como la Batalla de Tampico. El general mexicano estuvo cerca de ganar ese día. Después de este combate, la ciudad fue sitiada y se acordó una tregua para esperar refuerzos, que duró hasta septiembre.

El 7 de septiembre, la División de San Luis llegó a Altamira, lo que dio a los mexicanos una fuerza superior. Al día siguiente, Santa Anna envió un mensaje al brigadier Barradas pidiendo su rendición. El combate final, en La Barra del Río Pánuco, comenzó la noche del 10 de septiembre y terminó a las 6:00 de la mañana del 11 de septiembre de 1829. Esa misma tarde, a las 3, se firmó la rendición de las fuerzas españolas. Los soldados españoles fueron hechos prisioneros y obligados a regresar a La Habana y España, prometiendo no volver a luchar contra México.

¿Por qué España quería reconquistar México?

El 27 de septiembre de 1821, México logró su independencia. Sin embargo, el rey Fernando VII de España nunca aceptó esta independencia. Por eso, hubo varios intentos y planes para que España recuperara su antigua colonia.

Algunos ejemplos de estos intentos incluyen la conspiración del padre Joaquín Arenas y el apoyo de Miguel Barragán al Plan de Montaño. Los seguidores de este plan gritaban: "¡Viva la religión, viva España y viva el general Barragán!". Además, los barcos mexicanos atacaban a los barcos mercantes españoles cerca de Cuba y en el Golfo de México, lo que llevó a la batalla de Mariel. También, el gobierno mexicano había ordenado la expulsión de los españoles del país. Todos estos eventos motivaron a España a decidir invadir México.

La expedición española: ¿Cómo se organizó?

Archivo:Eugène Aviraneta-BnF
Eugenio de Aviraneta, secretario político de la expedición de reconquista.

El 28 de octubre de 1828, el Consejo de Estado español, siguiendo los deseos del rey Fernando VII, decidió iniciar la reconquista de México. Se creó un plan con cinco puntos principales:

  • 1) Informar en secreto al capitán general y al intendente de La Habana, Cuba, sobre el plan y su misión.
  • 2) Ambos líderes debían conseguir cien millones de reales (una moneda de la época) mediante préstamos de Estados Unidos o de las ganancias de La Habana. Este dinero se pagaría con las ganancias de La Habana y de México una vez que fuera reconquistado.
  • 3) La Corona española no podía financiar la expedición, pero apoyaría con tropas. Los gastos de transporte, comida y uniformes se pagarían con los cien millones de reales.
  • 4) El plan militar sería diseñado por el rey y el capitán general juntos.
  • 5) Si la expedición tenía éxito, el arzobispo de México y otros líderes religiosos acompañarían a las tropas para organizar la iglesia en México.

El 7 de abril de 1829, se dio la orden real para autorizar la expedición, y se nombró al brigadier Isidro Barradas como comandante. El 2 de junio, Barradas llegó a La Habana y se reunió con el gobernador Francisco Dionisio Vives. Juntos, comenzaron los preparativos. Contaban con 3000 soldados de infantería, 400 dragones (soldados a caballo que luchaban a pie) y 200 artilleros. No tenían cañones ni caballos, ya que planeaban conseguirlos en México. También llevaban miles de mosquetes para armar a los mexicanos que supuestamente se unirían a ellos. Así se formó la División de Vanguardia del Ejército Real.

Eugenio de Aviraneta fue nombrado encargado de las finanzas militares y secretario político de la expedición. Aviraneta había sido un espía e informante para el gobierno español, haciéndose pasar por comerciante. Vivió en Veracruz de 1825 a 1828 hasta que fue expulsado. Durante su estancia, conoció a Antonio López de Santa Anna. Su misión era convencer a comerciantes y líderes militares mexicanos de unirse a la causa española. El coronel Miguel Salomón fue nombrado segundo al mando, y el teniente coronel Fulgencio Salas fue el jefe de Estado Mayor.

El almirante Ángel Laborde fue el comandante naval de la expedición. El 5 de julio, una flota de barcos zarpó de La Habana. Incluía el navío Soberano, las fragatas Lealtad, Restauración y Bingham, 10 bergantines de guerra y 40 goletas mercantes. Durante el viaje, la flota fue sorprendida por una fuerte tormenta. La fragata Bingham, con 400 hombres a bordo, tuvo que ir a Nueva Orleans. El resto de la flota llegó a Cabo Rojo el 26 de julio.

Preparativos de la defensa mexicana

Archivo:Plano topográfico de Tampico
Plano topográfico de Tampico.

Desde el 8 de enero de 1829, el coronel Feliciano Montenegro, cónsul mexicano en Nueva Orleans, informó al gobierno sobre rumores de una expedición española que llegaría a las costas de la península de Yucatán. A principios de julio, el gobernador de Veracruz, Antonio López de Santa Anna, ya estaba al tanto de los detalles de la expedición gracias a sus informantes en Cuba. Escribió varias cartas al presidente Vicente Guerrero pidiendo recursos para preparar la defensa.

Los periódicos mexicanos como El Sol y El Censor publicaron artículos para alertar a la gente y pedir unidad entre los mexicanos, sin importar sus ideas políticas. El 14 de julio, desde Campeche, Norberto Molina hizo un llamado al pueblo yucateco para que se preparara para defenderse.

El 2 de agosto, una vez confirmada la invasión, el secretario de Relaciones Exteriores, José María Bocanegra, pidió a los gobernadores de los estados que tomaran precauciones. El presidente Vicente Guerrero, en un emotivo mensaje a la población, dio el aviso oficial, pidió voluntarios y dio instrucciones para organizar las tropas en cinco grupos bajo el mando de los generales Santa Anna, Garza, Herrera, Valdivieso y Velázquez. Las milicias de San Luis Potosí, Zacatecas, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz y el Estado de México respondieron al llamado.

El desarrollo de los combates

Archivo:Barradas Expedition map
Mapa de la expedición de Barradas.

El 26 de julio, las fuerzas españolas desembarcaron en Cabo Rojo, cerca de la desembocadura del Río Pánuco, en Veracruz. El desembarco terminó la tarde del 28 debido al mal tiempo. El 29, comenzaron su avance hacia Tampico, a unos 80 km al norte. Después de dos días de marcha por las playas, el primer enfrentamiento ocurrió en La Aguada el 31 de julio. Fueron atacados por sorpresa con cañones y fusiles, lo que desorganizó al segundo batallón español. Después de la sorpresa inicial, contraatacaron, ganaron y capturaron a 50 guerrilleros y 4 cañones, con 11 españoles heridos.

Al día siguiente, el capitán Ruiz Esparza, al mando de 400 mexicanos, intentó detener el avance español en el Paso de los Corchos, pero tuvo que retirarse al Pueblo Viejo de Tampico. Mientras tanto, el teniente coronel Palacios organizó un pequeño grupo de 60 hombres para defender el Fortín de La Barra. Los días 2 y 3 de agosto, las tropas españolas tomaron Tampico el Alto y Pueblo Viejo de Tampico. El día 4, casi sin luchar, tomaron el Fortín y una gran bandera española ondeó en el fuerte mexicano. Por su parte, las tropas mexicanas se ubicaron en la ranchería Doña Cecilia y en Las Piedras.

El día 5, el general Barradas pidió una tregua para hablar y explicar que su misión era de "paz y concordia". Al día siguiente, el general Felipe de la Garza se reunió, en medio del Río Pánuco, con Barradas y Laborde. Ellos le dijeron que querían que México volviera al antiguo sistema de gobierno y que fuera gobernado por el infante Francisco de Paula. De la Garza respondió que la república no reconocería a ningún señor y que la independencia se defendería a toda costa. La tregua terminó. Barradas logró tomar el puerto de Tampico de Tamaulipas, que sus propios habitantes habían abandonado, dejándolo vacío y sin comida.

Antonio López de Santa Anna, comandante militar de Veracruz, al enterarse del desembarco español en Tampico, se preparó para defender el lugar. Fue nombrado general de división y jefe del Ejército de Operaciones. Consiguió préstamos para alquilar barcos. Finalmente, el día 6, zarpó en la goleta Louisiana con su equipo. Sus tropas, que sumaban 1000 hombres, se embarcaron en varios barcos. La caballería fue enviada por tierra.

Archivo:Antonio Lopez de Santa Anna2
General Antonio López de Santa Anna, jefe del Ejército de Operaciones.

Al mismo tiempo, desde San Luis Potosí, partieron varias unidades militares bajo el mando del general Zenón Fernández. En el Valle del Maíz se les unieron el general Francisco Valdivieso y el capitán Gabriel Maciel. Paralelamente, desde la Huasteca avanzaba el coronel José Velázquez. Todas estas fuerzas militares se dirigieron a Villerías, cerca de Altamira.

El 11 de agosto, Santa Anna llegó a Tuxpan. Al día siguiente, se dirigió con sus tropas hacia el Pueblo Viejo de Tampico. El día 15, el brigadier Barradas, imitando a Hernán Cortés, ordenó al almirante Laborde zarpar con toda la flota hacia Cuba. Su intención era regresar con refuerzos de un segundo ejército español y evitar que sus tropas desertaran. El almirante, entendiendo la gravedad de esta decisión, pidió la orden por escrito. A pesar de que Aviraneta y un coronel intentaron convencer al brigadier de lo contrario, la flota abandonó las costas mexicanas.

El día 16, 1800 españoles al mando de Barradas dejaron Tampico y se dirigieron a Altamira en busca de comida. Durante su marcha, fueron atacados esporádicamente por el capitán mexicano Domingo Ugartechea, quien usó los árboles para atacar y desaparecer con la ayuda de sus dragones y caballería. El general Manuel Mier y Terán con 200 hombres y 2 cañones apoyó esta operación. Felipe de la Garza evacuó Altamira y se retiró. Cuando Barradas llegó a Altamira, solo encontró desolación, ya que la población había destruido todo y no había gente ni comida.

La noche del 20 de agosto, Santa Anna intentó sorprender a los 600 españoles en Tampico. Embarcó a sus hombres en canoas para cruzar el río en silencio, pero un miliciano disparó accidentalmente, causando un tiroteo entre las propias tropas mexicanas. Sin otra opción, Santa Anna ordenó avanzar en tres columnas hacia Tampico. El combate duró hasta las 2 de la tarde del día siguiente. Dos lanchas cañoneras atacaban a los mexicanos desde el río. Las tropas mexicanas atacaron el edificio del coronel Salomón, dejando más de 100 muertos en ambos bandos. El coronel Salomón izó la bandera blanca para negociar la rendición.

Durante la tregua, los 1800 hombres de Barradas que estaban en Altamira regresaron al lugar del combate. Santa Anna se encontró en una situación difícil, sus tropas estaban rodeadas por una fuerza mucho mayor. Sin embargo, Barradas, con honor militar, respetó la tregua y aceptó la reunión. Ambas fuerzas acordaron volver a la situación inicial del combate: los españoles se quedaron en el puerto de Tampico y los mexicanos regresaron al Pueblo Viejo.

Archivo:Manuel de Mier y Terán
General Manuel Mier y Terán, segundo jefe del Ejército de Operaciones.

Según Santa Anna, esta aparente amabilidad del general español se debió a informes exagerados que el brigadier Salomón le dio sobre un supuesto ejército de 20,000 mexicanos en Pueblo Viejo.

De la Garza y Mier y Terán se reunieron con Santa Anna en el río Pánuco, sumando un total de 1500 hombres. El general en jefe ordenó distribuir sus fuerzas en Altamira, Doña Cecilia, El Humo y Las Piedras. Nombró a Mier y Terán como segundo jefe del Ejército de Operaciones y envió a De la Garza a la Ciudad de México. Mientras tanto, los españoles construyeron un fortín en La Barra, en la orilla izquierda del río, que sería defendido por 600 hombres bajo el mando del coronel Luis Vázquez, quien también tenía 4 cañones capturados a los mexicanos.

El 25 de agosto, Barradas envió una carta a Santa Anna proponiendo una reunión en El Humo, a la que asistiría Aviraneta. Santa Anna respondió negativamente, diciendo que había recibido órdenes de su gobierno de negociar solo en caso de rendición. Sin embargo, se ofreció a transmitir la petición al presidente. Esta situación dio tiempo para que llegara la División de San Luis Potosí. Al día siguiente, Santa Anna envió copias de las cartas al secretario de Guerra y al presidente, pero recomendó no aceptar la petición y pidió más recursos.

El 29 de agosto, el presidente Vicente Guerrero ordenó formar un Ejército de Reserva, que estaría bajo el mando del vicepresidente Anastasio Bustamante y José Joaquín de Herrera. Esta fuerza militar estaría en Xalapa, Córdoba y Orizaba, lista para moverse si fuera necesario. También se organizó la División del Sur bajo el mando del general Isidoro Montes de Oca, y se pidió a los estados que organizaran sus milicias para estar preparados.

El 3 de septiembre, una patrulla española fue atacada en el camino de Altamira por una emboscada enemiga, y murieron dos soldados y un sargento. Al día siguiente, una balandra española, necesaria para comunicarse con el fortín de La Barra, fue capturada, y cuatro soldados fueron hechos prisioneros. El oficial al mando logró escapar. Se envió una lancha artillada para intentar recuperar la embarcación, pero fue inútil.

Finalmente, el 7 de septiembre, la División de San Luis Potosí llegó a Altamira, sumando casi 5000 hombres. La plaza quedó defendida por el general Zenón Fernández con las milicias de Tamaulipas y la mayoría de las fuerzas recién llegadas. Mier y Terán avanzó con mil hombres y tres cañones hacia Doña Cecilia en el Pánuco. Las tropas mexicanas se posicionaron en la hacienda del paso de Doña Cecilia e instalaron un fortín y campamento militar en la Laguna del Carpintero, cortando la comunicación de las fuerzas españolas.

El 8 de septiembre, Santa Anna envió un mensaje a Barradas pidiendo la rendición incondicional, dándole un plazo de 48 horas. Barradas respondió pidiendo paso libre para salir del país, pero Santa Anna no aceptó, argumentando que tenía órdenes específicas de rendición incondicional o lucha a muerte. Al día siguiente, Barradas negó la rendición incondicional y, con sus tropas debilitadas por la fiebre amarilla, se preparó para el combate, que comenzaría al terminar la tregua.

De forma inesperada, un fuerte ciclón tropical entró en la zona al atardecer. Con la lluvia incesante toda la noche, el río Pánuco se desbordó, inundando las fortificaciones de ambos bandos. El día 10 amaneció aún lloviendo. Los soldados mexicanos habían desertado debido a la tormenta. A las 4 de la tarde, Santa Anna ordenó el ataque al fortín español con una columna de 1000 hombres. Las condiciones del terreno, fangoso y resbaladizo, eran muy difíciles. La lucha duró toda la noche y hasta el día siguiente sin lograr tomar el fortín. Los españoles pidieron una tregua para atender a sus heridos. A las 3 de la tarde del 11 de septiembre, finalmente el coronel José Miguel Salomón y el teniente coronel Fulgencio Salas firmaron la rendición, que fue confirmada por el brigadier Barradas en Tampico.

El resultado del combate fue de 127 muertos y 191 heridos mexicanos. Las tropas españolas reportaron 104 muertos y 66 heridos.

La rendición de las fuerzas españolas

Archivo:Plano de la batalla de Barradas
Plano de la Batalla de Tampico realizado por el coronel José Ignacio Iberri.

El 11 de septiembre, se reunieron en el cuartel del Pueblo Viejo de Tampico representantes de ambos ejércitos para redactar la rendición. Por parte del Ejército de Operaciones mexicano estuvieron los coroneles Pedro Landero, José Ignacio Iberri y José Antonio Mejía. Por parte de la División de Vanguardia española, el coronel José Miguel Salomón y el teniente coronel Fulgencio Salas. El documento de rendición, que contenía 10 artículos, fue confirmado en la Casa Fuerte de Castilla:

  • 1° Las tropas españolas en La Barra y el Fortín entregarían sus armas al ejército mexicano, pero los oficiales españoles podrían conservar sus espadas.
  • 2° Las tropas españolas en Tampico entregarían armas, banderas y cajas de guerra. Los oficiales también conservarían sus espadas.
  • 3° El ejército mexicano respetaría la vida y las propiedades privadas de los soldados españoles.
  • 4° La División española se trasladaría a Ciudad Victoria para esperar su embarque a La Habana.
  • 5° Dos oficiales españoles viajarían a La Habana para pedir el transporte.
  • 6° La comida y el transporte serían responsabilidad del general español.
  • 7° Los enfermos y heridos serían atendidos en el hospital del ejército mexicano, pero por médicos españoles.
  • 8° El transporte de equipaje y comida sería responsabilidad de la División española.
  • 9° El teniente coronel jefe del Estado Mayor de la División española se encargaría de que sus tropas cumplieran la rendición.
  • 10° El ejército mexicano nombraría un jefe y un oficial de Estado Mayor para facilitar provisiones y alojamiento a la División española.

Además, todos los oficiales y tropas españolas se comprometieron a no volver a luchar contra la República mexicana. El documento fue firmado finalmente por Isidro Barradas y Antonio López de Santa Anna. El 13 de septiembre, el brigadier Barradas se embarcó hacia Nueva Orleans para conseguir transportes y comida para sus tropas. Al día siguiente, Santa Anna escribió un informe detallado para el presidente.

El 15 de septiembre de 1829, debido a la incertidumbre sobre el resultado de la invasión española, el presidente Vicente Guerrero publicó el Decreto de Abolición de la Esclavitud en México. Este decreto reafirmaba uno de los ideales de la lucha por la independencia. El día 20, mientras estaba en el teatro de la Ciudad de México, Vicente Guerrero recibió el informe de la victoria en Tampico. El público, atento al palco presidencial, aplaudió y vitoreó a la república. La noticia de la victoria se publicó en el Boletín Oficial al día siguiente. Después de varios días de celebraciones, se realizó una misa solemne en la Villa de Guadalupe.

¿Qué consecuencias tuvo la victoria de Tampico?

Esta victoria mexicana demostró al mundo que México podía defender su independencia con sus propias fuerzas. Algunas potencias extranjeras reconocieron inmediatamente la independencia del joven país. Esta guerra unió a los mexicanos, al menos por un corto tiempo, contra un invasor extranjero y demostró que el Ejército Mexicano podía enfrentarse a ejércitos de naciones poderosas.

Con este triunfo militar, la Independencia de México y, en gran parte, de la América española, se consolidó. La rendición del Ejército Español en Tampico dejó alrededor de 1800 prisioneros de guerra y el compromiso de no volver a tomar las armas contra México. Las armas y banderas españolas rendidas en 1829 se convirtieron en símbolos de la soberanía mexicana y se exhibieron con orgullo en el Congreso General Mexicano, el Palacio de Gobierno y en la Colegiata de Guadalupe durante el siglo XIX.

Para 1830, el gobierno de Fernando VII, aún descontento con lo ocurrido en Tampico, planeó una nueva y más grande expedición. Lucas Alamán, entonces ministro de Relaciones, comenzó a recaudar fondos nuevamente para la defensa mexicana. Sin embargo, el derrocamiento del rey Carlos X de Francia y el ascenso de Luis Felipe de Orleans en Francia, en julio y agosto de 1830, afectó el sistema de gobierno absolutista español. Por esta razón, los nuevos planes de invasión se pospusieron indefinidamente.

La Victoria de Tampico fue muy importante a nivel nacional porque fue la última vez que ejércitos mexicanos y españoles se enfrentaron durante el proceso de Independencia de México, terminando con una rendición y un acuerdo escrito del Ejército Español. Finalmente, en 1836, España y México firmaron un "Tratado de Paz y Amistad". Esto marcó el inicio de una nueva era de relaciones comerciales y diplomáticas, con España reconociendo a México como un país independiente.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle of Tampico (1829) Facts for Kids

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Batalla de Tampico (1829) para Niños. Enciclopedia Kiddle.