Pintura al óleo para niños
El óleo es una técnica de pintura muy antigua y popular. Su nombre viene del latín oleum, que significa "aceite". Para pintar al óleo, los artistas mezclan polvos de color (llamados pigmentos) con un líquido especial a base de aceites, que suelen ser de origen vegetal. Este líquido se llama aglutinante y ayuda a que el color se pegue a la superficie.
Cuando hablamos de "óleo", también nos referimos a la obra de arte que se ha creado con esta técnica. Se puede pintar al óleo sobre muchos materiales, como metal, madera, piedra o marfil. Sin embargo, lo más común es usar lienzo (una tela) o tabla (una superficie de madera).
Las pinturas al óleo más antiguas que conocemos fueron hechas por artistas budistas en Afganistán hace muchísimos años, alrededor del siglo VII. En Europa, la pintura al óleo se empezó a usar para decorar estatuas y trabajos en madera desde el siglo XII. Pero fue en el norte de Europa, con los pintores de los primeros Países Bajos, cuando se hizo muy popular para crear cuadros. Durante el Renacimiento, la técnica del óleo casi reemplazó por completo a otras como la pintura al temple para pintar sobre tabla. Sin embargo, para los iconos religiosos o las pinturas en paredes, se seguían usando el temple y el fresco.
Una de las ventajas del óleo es que tarda mucho en secarse. Esto permite a los artistas mezclar los colores directamente sobre el cuadro y hacer cambios con calma. Pero hay que tener cuidado, porque si se añaden ciertos productos para acelerar el secado, la pintura puede agrietarse con el tiempo.
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¿Cómo surgió la pintura al óleo?
Las pinturas al óleo más antiguas que se han encontrado están en las cuevas de Bamiyán, en Afganistán. Son murales budistas del siglo VII. Por lo bien hechas que están, los expertos creen que la técnica ya era conocida en Asia desde antes.
En Europa, un monje llamado Teófilo Presbítero escribió sobre la pintura al óleo alrededor del año 1125 en su libro De diversis artibus (Sobre diversas artes). El aceite más usado era el de linaza, pero cada artista tenía sus propias recetas secretas. Para que la pintura fuera más líquida o más espesa, se usaba trementina como disolvente. Otro artista, Cennino Cennini, también describió esta técnica en su Libro del arte. En la Edad Media, el óleo ya se usaba, pero no tanto como la pintura al temple o el fresco.
A finales del siglo XIV y durante el siglo XV, el óleo se hizo más popular. Su secado lento permitía a los pintores corregir errores y conseguir colores más estables y duraderos. Los pintores de Flandes fueron los primeros en usar el óleo de forma habitual. Aunque a veces se le atribuye su invención a Jan van Eyck, esto no es del todo cierto, pero él sí fue un gran maestro de esta técnica.
Para preparar la superficie donde se iba a pintar, se aplicaban varias capas de cola animal y yeso. Esto dejaba la superficie lisa y lista para la pintura, un proceso llamado imprimación. Al principio, la mayoría de los óleos se hacían sobre madera. Pero a partir del siglo XVII, con el arte Barroco, los pintores prefirieron el lienzo. Era más fácil de enrollar y transportar para obras grandes, y también sufría menos cambios por la temperatura o los insectos.
La pintura al óleo ofrecía muchas ventajas. Los artistas podían trabajar despacio, sin prisas, a diferencia de la pintura al temple o al fresco. Podían retocar la obra, cambiar la composición o los colores. Por eso, fue la técnica favorita de grandes pintores como Leonardo da Vinci, Tiziano y Velázquez. A ellos les gustaba pensar bien cada paso y poder corregir. Leonardo experimentó mucho con el óleo, incluso intentó usarlo en paredes como si fuera fresco, pero no siempre tuvo éxito. Sin embargo, logró crear efectos increíbles, como el sfumato, que es una forma de suavizar los tonos y las luces usando capas muy finas de pintura (llamadas veladuras).
Van Eyck y otros pintores flamencos usaban el óleo para pintar detalles muy pequeños, casi como si fueran miniaturas, logrando un acabado brillante. La escuela de Venecia (con Tiziano) exploró las diferentes texturas que se podían lograr con las pinceladas. Más tarde, artistas como Rubens y Rembrandt siguieron experimentando. Rembrandt incluso probó técnicas como el raspado. Todas estas formas de pintar fueron el método principal hasta el siglo XIX. Con el Impresionismo, los pintores empezaron a usar los colores casi sin mezclar ni diluir, y a menudo sin un boceto previo.

El equipo básico de un pintor al óleo incluye pinceles de diferentes tamaños y formas (hechos con cerdas de animales o pelo sintético), espátulas, un caballete para sostener el lienzo y una paleta para mezclar los colores. Se puede empezar con un boceto o pintar directamente.
¿Sobre qué superficies se puede pintar al óleo?
Óleo sobre muro
Pintar al óleo directamente sobre una pared no es lo más común, porque otras técnicas como el fresco son más duraderas. Sin embargo, algunas obras muy famosas se hicieron así. Por ejemplo, La última cena de Leonardo Da Vinci y las Pinturas negras de Francisco de Goya usaron esta técnica.
El artista Giorgio Vasari (1511-1574) describió cómo se preparaba una pared para pintar al óleo: "Primero se empapa la pared con varias capas de aceite cocido hasta que ya no absorba más. Cuando está seca, se aplica una capa de blanco de plomo, aceite, amarillo de plomo y arcilla. Las últimas capas se dan con polvo de mármol muy fino y cal, más una aplicación de aceite de lino. Para terminar, se extiende una mano de pez griega."
Óleo sobre tabla
Esta técnica fue muy usada por los artistas de pintura flamenca. También muchas pinturas italianas del primer Renacimiento se hicieron sobre tabla. Para prepararla, se cubría la madera con una capa de carbonato de cal blanco y cola animal (llamado gesso). Así, la superficie quedaba compacta y lisa, lista para pintar.
Óleo sobre lienzo
El lienzo ha sido el soporte favorito desde el Renacimiento hasta hoy. Es fácil de transportar y guardar, y se conserva muy bien. La tela evita las grietas que a menudo aparecen en la madera por los cambios de temperatura o humedad. Además, permite hacer pinturas más grandes. Muchos artistas aprovechan la textura de la tela para crear efectos especiales. Las pinturas sobre lienzo suelen verse más mate que las de tabla, aunque a menudo se les aplica un barniz al final para darles brillo. Las telas más usadas son el lino, la arpillera y el algodón.
Los artistas de Venecia fueron los primeros en usar el lienzo montado en un armazón a finales del siglo XV. La tela se hizo aún más popular en el siglo XIX con los impresionistas, que empezaron a pintar al aire libre y necesitaban soportes más ligeros y fáciles de llevar. Hoy en día, sigue siendo el favorito de muchos artistas, que incluso prueban nuevas formas de aplicar el óleo, como pintar solo con las manos, como hace Iris Scott.
Óleo sobre otros soportes
Aunque menos común, también se pintó al óleo sobre otros materiales. En el Barroco, se puso de moda usar objetos lujosos y diferentes, así que encontramos pinturas al óleo sobre piedras preciosas, metales, vidrio e incluso marfil, que fue muy popular en la época romántica. Estos materiales a veces presentan problemas de conservación, porque el óleo no se adhiere tan bien a superficies no porosas. Entre las piedras, se usaron el ágata y el mármol. Estos soportes, por su belleza, aumentaban el valor de las obras.
Entre los metales, el cobre fue el más usado. Se hizo muy popular a finales del siglo XVIII para obras pequeñas. Sus ventajas son que es muy estable y duradero, y su superficie lisa permite un acabado brillante.
¿Qué son las veladuras en el óleo?
La técnica de pintar al óleo con veladuras fue muy usada en el Renacimiento y por muchos artistas después. Por ejemplo, Rembrandt terminaba sus cuadros con muchas veladuras de color transparente sobre la base seca. Una veladura es una capa muy fina de pintura diluida en barniz o trementina. Es tan transparente que deja ver la capa de color de abajo. Así, el color final que vemos es una mezcla del color de abajo y el de la veladura. Una mezcla común para veladuras es la barniceta alemana, hecha con un tercio de aceite de linaza, un tercio de trementina y un tercio de barniz Damar.
¿Qué se usa como aglutinante en el óleo?
Antiguamente, el óleo se trabajaba principalmente solo con aceite de linaza. Hoy en día, hay otros materiales que se usan como aglutinante, como el aceite de linaza, el aguarrás bidestilado y el barniz damár. Si se mezclan en cantidades iguales, forman un aglutinante que se adhiere mejor a la tela o al soporte.
¿De dónde vienen los pigmentos del óleo?
Antes, los artistas preparaban sus propios colores mezclando pigmentos con aceite de lino y resina. A finales del siglo XIX, empezaron a venderse tubos de óleo ya preparados. Cada maestro tenía sus propias recetas, y hay historias curiosas sobre la fabricación de colores. Por ejemplo, el marrón de momia se obtenía del polvo de momias que se vendían para usos medicinales en el siglo XII. O el amarillo indio, muy apreciado por los pintores flamencos de los siglos XVII y XVIII, que se producía a partir de la orina de ganado alimentado solo con hojas de mango.
Hoy en día, muchos pigmentos naturales han sido reemplazados por pigmentos sintéticos. Estos son más baratos y menos dañinos, pero han conservado sus nombres históricos. Algunos ejemplos son:
- Azul ultramar: Originalmente, este pigmento se obtenía de una piedra semipreciosa llamada lapislázuli. Era el color que se usaba para pintar los mantos de la Virgen María. Era tan valioso que en los contratos entre los artistas y quienes encargaban las obras, se especificaba exactamente cuánto se debía usar. Era uno de los pigmentos más caros porque venía de Afganistán.
- Amarillo de cromo: Se hacía con cromato de plomo y tenía un color muy intenso, desde tonos claros hasta casi naranja. Se usó hasta mediados del siglo XIX, y era uno de los colores favoritos de Vincent van Gogh. Pero como el cromo es dañino y el color no era muy estable a la luz, se dejó de usar.
- Carmín: Tradicionalmente se producía con insectos llamados cochinillas Kermes vermilio, y desde el siglo XVI, con cochinilla americana. Daba un rojo intenso, pero no era muy estable a la luz en la pintura al óleo.
- Cardenillo: La pintura al óleo hecha con este pigmento, que se obtiene de la pátina verdosa del cobre (también conocido como verdigris), al principio era verde-azulada y tardaba un mes en volverse verde estable. Además, era muy dañina.
Leonardo Da Vinci escribió en su Tratado de pintura (1498): "El cardenillo y el aloe, así como la cúrcuma y la hiel, brindan un verde hermoso; esto también sucede con el oropimente quemado y el azafrán, aunque prontamente han de ennegrecer, según me temo. Mixturando amarillo vítreo y azul marino se obtiene un hermoso verde para el fresco. El cardenillo y la laca brindan al azul de óleo unas sombras magníficas."
Ejemplos de obras famosas al óleo
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Jan van Eyck, Retrato de los esposos Arnolfini, óleo sobre tabla, 1434. National Gallery de Londres
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La lechera es uno de los cuadros más famosos del artista neerlandés Johannes Vermeer
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Joseph Severn, Retrato de John Keats, óleo sobre marfil (miniatura), 1819. National Gallery de Londres
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Leonardo da Vinci, La Gioconda, óleo sobre tabla de álamo, c. 1503-06. Museo del Louvre
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Virgen del canciller Rolin, de Jan van Eyck (h. 1435). Tomada en la Revolución francesa. Actualmente está expuesta en el Museo del Louvre en París
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Jean-François Millet, Las espigadoras, óleo sobre lienzo, 1857. Museo de Orsay
Galería de imágenes
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Florero con cuadriga vista de frente, por Tomás Yepes. Óleo sobre lienzo, 1643. Museo del Prado.
Véase también
En inglés: Oil paint Facts for Kids
- Historia de la pintura
- Boceto al óleo