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Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú
Guerra de Independencia de la Argentina
Guerra de la Independencia de Bolivia
Parte de Guerras de independencia hispanoamericana
Ejército del Norte - 2da Campaña (2).png
Segunda Campaña al Alto Perú (1812-1813). Los triángulos representan las batallas: azules para las victorias independentistas (Éxodo jujeño, Tucumán y Salta) y rojas para las victorias realistas (Vilcapugio y Ayohuma).]]
Fecha 20 de agosto de 1812-4 de febrero de 1814
Lugar Jujuy, Salta, Tucumán, intendencia de Chuquisaca, Tarija, Intendencia de Potosí, Cusco, Challapata
Resultado Victoria realista
Beligerantes
Flag of Argentina (alternative).svg Provincias Unidas del Río de la Plata Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Virreinato del Perú: resistencia obediente a la Regencia del Reino.
Comandantes
Manuel Belgrano
Eustaquio Díaz Vélez
•Gregorio Aráoz de la Madrid
Juan Pío Tristán  Rendición
José Manuel de Goyeneche
Joaquín de la Pezuela
Juan Ramírez Orozco
Fuerzas en combate
Total: 3.800 hombres
15 cañones
Total: 5.500
18 cañones
Bajas
más de 1.000 muertos y muchos heridos menos de 600 muertos y pocas heridos

Después de que las fuerzas leales a la corona española, conocidas como realistas, expulsaran a las tropas del Ejército del Norte del Alto Perú, terminó la primera expedición auxiliadora al Alto Perú. El líder realista, José Manuel de Goyeneche, también controló levantamientos en Cochabamba y otras zonas. Esto le permitió mover su ejército para invadir Salta y Jujuy.

El gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata nombró a Manuel Belgrano como nuevo comandante del Ejército del Norte. Él reemplazó a Juan Martín de Pueyrredón. Eustoquio Díaz Vélez fue su segundo al mando.

La Segunda Expedición al Alto Perú

En 1812, con Belgrano al frente, el gobierno decidió enviar una segunda expedición al Alto Perú. El objetivo era claro: vencer a los realistas que habían ganado la batalla de Huaqui. También querían levantar el ánimo de la gente, que estaba desanimada por el avance de los realistas.

El 26 de marzo, Belgrano tomó el mando del ejército en la Posta de Yatasto (en Salta). Inmediatamente, avanzó hacia San Salvador de Jujuy para establecer una defensa. Luego, instaló su campamento en Campo Santo.

Belgrano al frente del Ejército del Norte

La misión de Belgrano en el Norte era tanto militar como política. Se esperaba que él restaurara la moral de la gente y desarmara a los realistas que vivían en la región. Había muchos realistas entre los líderes religiosos y las familias más ricas. Por eso, se eligió a Belgrano, aunque otros militares como Eustoquio Díaz Vélez o Juan Ramón Balcarce tenían más experiencia.

Entre los oficiales jóvenes de Belgrano estaban figuras importantes como José María Paz, Manuel Dorrego y Gregorio Aráoz de Lamadrid. En Salta, se unió a ellos el barón de Holmberg, un experto en artillería de las guerras en Europa. Él se encargó de los pocos cañones del ejército y de la estrategia.

Preparativos y desafíos

El ejército de Belgrano era pequeño, con unos 1500 hombres. Dos tercios eran de caballería, y solo unos 600 tenían armas de fuego. Faltaban bayonetas, así que tuvieron que usar lanzas para la mayoría de los soldados. Los oficiales que no tenían sable propio, no lo usaban.

La situación obligó a una organización estricta. Belgrano pasó los primeros meses creando un hospital, un tribunal militar y un grupo para asegurar los suministros. También negoció la fabricación de municiones y uniformes. La gente de la región no siempre ayudaba, así que se usaron contactos locales, como Lamadrid, para reclutar soldados. El apoyo de Martín Miguel de Güemes fue clave, aunque su relación con Belgrano fue difícil.

En Salta, Belgrano descubrió una red que ayudaba a los realistas. El obispo de la ciudad era parte de ella, y Belgrano lo obligó a irse. A pesar de que Belgrano y muchos de sus soldados estaban enfermos de paludismo, decidió avanzar hacia Cochabamba.

El 25 de mayo, Belgrano celebró el segundo aniversario de la Revolución de Mayo en Jujuy. Allí, hizo bendecir la bandera blanquiceleste. Esta ceremonia ayudó a levantar el ánimo, a pesar de las dificultades. Belgrano estableció reglas muy estrictas, con castigos severos para quienes desobedecieran o difundieran rumores alarmantes. Un soldado que desertó, Venancio Benavídez, se unió a los realistas y les dio información sobre el ejército de Belgrano.

Con esta información, Goyeneche, reforzado por Pío Tristán, decidió avanzar hacia el sur. Belgrano ordenó que todos los hombres capaces se unieran al ejército. Sin embargo, el gobierno central le ordenó retroceder hacia Córdoba.

El Éxodo Jujeño: Una decisión difícil

Archivo:Buenos Aires-Plaza de Mayo-Estatua Belgrano(2)
Manuel Belgrano, uno de los principales líderes revolucionarios, era un abogado y economista que debió improvisarse como militar para hacerse cargo de los ejércitos independentistas enviados al Paraguay y al Alto Perú. Estatua en la Plaza de Mayo (Buenos Aires).

La situación se volvió muy difícil. A mediados de julio, Belgrano supo que los realistas llegaban a La Quiaca. Para evitar que el enemigo usara los recursos, organizó el "Éxodo Jujeño" en agosto. Ordenó a la población civil que se retirara con el ejército y quemara todo lo que quedara atrás. Así, los realistas no tendrían nada útil.

El 21 de agosto, Belgrano dejó Humahuaca con la retaguardia del ejército. El 23, llegó a San Salvador de Jujuy y la abandonó esa misma noche. Los realistas la ocuparon enseguida. El 26 de agosto, hubo un enfrentamiento en combate de Cobos, cuando la retaguardia patriota fue atacada.

El 1 de septiembre, los realistas ocuparon la ciudad de Salta. La retirada del ejército patriota fue ordenada, con las tropas de Díaz Vélez protegiendo la retaguardia. El 3 de septiembre, los realistas alcanzaron a la caballería de gauchos jujeños, "Los Patriotas Decididos", en el río Las Piedras. Allí ocurrió el combate de Las Piedras. Belgrano usó su artillería y logró una victoria. Esta victoria dio ánimo al ejército, que siguió su retirada hacia el sur.

Victorias importantes: Tucumán y Salta

El gobierno había ordenado a Belgrano que se retirara hasta Córdoba si los realistas tomaban Salta y Tucumán. Pero Belgrano no estaba de acuerdo. Creía que si se alejaban más, sería más difícil recuperar lo perdido. También pensaba que el ejército podría dispersarse.

Belgrano decidió desobedecer las órdenes y se retiró hacia Tucumán. Cambió su ruta para engañar al ejército realista, que se detuvo en Metán. Envió al coronel Juan Ramón Balcarce a San Miguel de Tucumán para organizar la defensa y reclutar soldados.

El Cabildo de Tucumán pidió a Belgrano que defendiera la ciudad. Él aceptó, pidiendo a cambio dinero y soldados. Contó con la ayuda de la importante familia Aráoz, que ya tenía oficiales valiosos en el ejército.

El 12 de septiembre, Belgrano escribió al gobierno explicando su decisión. Dijo que la gente de Tucumán quería defender su ciudad y que él aprovecharía ese espíritu para detener al enemigo.

El 21 de septiembre, Belgrano acampó en San Miguel de Tucumán y se preparó para la defensa. Tuvo la suerte de que Tristán detuvo su avance, creyendo que Belgrano huía hacia Santiago del Estero. De Santiago del Estero y Catamarca llegaron más soldados de caballería, llamados los Patriotas Decididos.

Cuando la vanguardia realista avanzó, el coronel Huici fue capturado por una patrulla patriota y entregado a Belgrano.

La Batalla de Tucumán

El 23 de septiembre, Tristán acampó cerca de San Miguel de Tucumán. Al día siguiente, avanzó sobre la ciudad. Belgrano obtuvo una gran victoria en la batalla de Tucumán. La carga de la caballería fue clave para el triunfo. Unos 1.800 patriotas vencieron a 3.000 realistas. Los realistas tuvieron muchas bajas y perdieron toda su artillería, lo cual fue muy útil para el ejército patriota. Tristán se retiró hacia Salta, perseguido por Díaz Vélez.

Los cuatro meses que Belgrano tuvo para reorganizarse después de la victoria de Tucumán le permitieron duplicar el número de sus hombres. También mejoró su entrenamiento y disciplina. Recibió refuerzos de Buenos Aires.

La Batalla de Salta

Con el ejército bien preparado y con el ánimo alto, Belgrano marchó hacia Salta el 12 de enero. Tristán se había fortificado allí y había pedido refuerzos. Un mes después, a orillas del Río Juramento, las tropas juraron lealtad a la Asamblea General Constituyente y a la bandera creada por Belgrano (la actual bandera de Argentina).

El 20 de febrero, Belgrano sorprendió a Tristán por la retaguardia. La victoria de los independentistas en la batalla de Salta fue total. Tristán se rindió sin condiciones. Los patriotas, con 3.700 hombres, vencieron a 3.700 realistas. A cambio de no volver a luchar contra las Provincias Unidas, Belgrano les dio libertad a Tristán y a sus hombres. El ejército patriota se quedó con todas las armas y equipos realistas.

Consecuencias de la Batalla de Salta

El general Tacón evacuó sus tropas de Jujuy hacia Tupiza sin entregar las armas. Goyeneche se apresuró a dejar Potosí y pidió un acuerdo de paz a Belgrano, quien se lo concedió por 40 días. Goyeneche renunció a su mando y fue reemplazado por el general Joaquín de la Pezuela.

Los soldados realistas que habían jurado en Salta no volver a tomar las armas, fueron liberados de su juramento por el virrey y muchos volvieron al ejército.

Las ciudades de Potosí y Chuquisaca se pusieron a disposición de Belgrano. Cuatrocientos hombres de Chuquisaca se unieron al ejército de Belgrano. En Santa Cruz de la Sierra, el coronel Antonio Suárez recuperó la ciudad y asumió el gobierno. En Cochabamba, el gobernador también se puso a las órdenes de Belgrano.

En el Perú, las victorias de Belgrano inspiraron levantamientos. Sin embargo, una de estas rebeliones fue derrotada en la batalla de Camiara. En ese momento, los patriotas tenían una ventaja en número de soldados y moral.

Avance y nuevas batallas en el Alto Perú

Con el apoyo de Potosí, Chuquisaca, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, Belgrano, aunque enfermo, permaneció en Salta. Su vanguardia, al mando de Díaz Vélez, entró en Potosí el 7 de mayo. Belgrano llegó a esa ciudad el 19 de mayo con el resto del ejército.

En Potosí, Belgrano se dedicó a organizar el gobierno en el Alto Perú. Nombró nuevos gobernadores y presidentes en varias ciudades. El 12 de julio, se eligieron diputados para la Asamblea General Constituyente en las ciudades liberadas.

El ejército realista se reunió en Oruro, incluyendo a los soldados que habían sido liberados en Salta. El 25 de junio, ocuparon Challapata. A principios de agosto, el general de la Pezuela asumió el mando en Oruro, llegando con más tropas y artillería.

Belgrano salió de Potosí con 3.600 hombres. Pezuela lo atacó por sorpresa en la batalla de Vilcapugio el 1 de octubre de 1813. Aunque al principio parecía que los patriotas ganarían, finalmente fueron derrotados. Belgrano se retiró hacia Chuquisaca y reagrupó sus fuerzas. Díaz Vélez se retiró a Potosí, donde fue rodeado por los realistas. Sin embargo, una acción exitosa de Gregorio Aráoz de Lamadrid permitió que Díaz Vélez se uniera a Belgrano.

En Macha, Belgrano recibió ayuda y más soldados, formando un ejército de casi 4.000 hombres. Luego, partió hacia Ayohuma, llegando el 9 de noviembre.

La Batalla de Ayohuma

Cinco días después, llegó el ejército de Pezuela, y se desató la Batalla de Ayohuma. El ejército patriota, con 2.000 hombres listos para luchar, se enfrentó a un enemigo superior de 3.500 hombres. La batalla fue muy dura para ambos lados. Los patriotas perdieron, con más de 400 muertos y 800 heridos o prisioneros. También perdieron toda su artillería.

Como resultado de estas derrotas, el Alto Perú volvió a estar bajo control realista. Belgrano se retiró hacia Jujuy. El 18 de noviembre, Belgrano y Díaz Vélez llegaron a Potosí, pero la abandonaron al día siguiente ante la llegada inminente del ejército realista.

A principios de 1814, el ejército realista entró en Tarija y otras zonas. El general Ramírez ocupó San Salvador de Jujuy y Salta. Pezuela trasladó su cuartel general a Tupiza.

La resistencia continúa: Las "Republiquetas"

El general Pezuela envió tropas a Santa Cruz de la Sierra. Esto obligó a Álvarez de Arenales a abandonar Cochabamba en diciembre de 1813. Fue vencido en la Batalla de San Pedrillo el 4 de febrero de 1814. Álvarez de Arenales se refugió y recibió ayuda. El 25 de mayo de 1814, él y Warnes vencieron en la Batalla de Florida. Ambos líderes continuaron resistiendo hasta la llegada de un nuevo ejército auxiliar. Álvarez de Arenales lideró las guerrillas, conocidas como "republiquetas", en Vallegrande, y Warnes en Santa Cruz.

En el Cusco, hubo una rebelión liderada por los hermanos Angulo y el cacique Mateo Pumacahua. Enviaron un ejército que tomó Puno y luego La Paz.

La división realista de Ramírez llegó a Oruro y derrotó a los revolucionarios cusqueños en la batalla de Achocalla el 2 de noviembre de 1814. Ramírez entró en La Paz al día siguiente.

Cambio de mando en el Ejército del Norte

En enero de 1814, en Tucumán, Manuel Belgrano fue reemplazado por el coronel José de San Martín. Belgrano fue separado del Ejército del Norte y viajó a Buenos Aires. Allí fue investigado, pero finalmente se reconocieron sus méritos. San Martín, por problemas de salud, renunció cuatro meses después. Fue reemplazado por el coronel José Rondeau.

Los objetivos de esta campaña se lograron solo en parte. El ejército realista no fue derrotado por completo, pero se logró detener su avance y mantener viva la lucha por la independencia. Las Provincias Unidas del Río de la Plata harían un nuevo intento de avanzar sobre el Alto Perú en la tercera expedición auxiliadora al Alto Perú.

Galería de imágenes

Véase también

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Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú para Niños. Enciclopedia Kiddle.