Bayoneta para niños
La bayoneta es un arma blanca, con o sin filo, que se acopla o cala al extremo del cañón del fusil o de la carabina para combatir cuerpo a cuerpo. La bayoneta más común desde el siglo XVII hasta el XIX era la llamada de cubo, consistente en un cilindro metálico hueco al que se adosaba una cuchilla triangular, que fue especialmente utilizada en los mosquetes. En el siglo XX pasó a ser un cuchillo que se puede acoplar al arma para permitir su uso como bayoneta.
Historia
La palabra bayoneta proviene de la ciudad de Bayona, donde fue inventada en 1670, aunque hay indicios de que ya en 1642 fuera utilizada. Antes de la supresión de la pica, algunos oficiales, teniendo a esta arma por inútil y embarazosa en muchas ocasiones, buscaron otra que fuese más cómoda. Cuando M. de Puysegur, mandado en 1642 a Flandes, enviaba partidas más allá de los canales, los soldados no llevaban espadas, sino bayonetas cuyo cabo era de un pie de largo y lo mismo la hoja: aquella bayoneta podía entrar en el cañón del fusil y servía de defensa contra los que querían atacar a una tropa después de que había hecho su fuego.
Por una ordenanza de 16 de mayo de 1676 mandó Luis XIV que los dragones se armasen de mosquete y bayoneta. Los granaderos creados en 1667, reunidos en compañías en 1671, estaban armados de fusiles y bayonetas desde la paz de Nimega en 1678.
Mallec escribía en 1684 en su obra titulada, los trabajos de Marte:
Se nota que excepto en los combates de la llanura, los piqueros son muy inútiles, no pudiendo emplearse de faccionarios en los puestos avanzados donde para advertir es necesario hacer ruido; como ni servir en los ataques y asaltos de las plazas donde se necesita tener armas fáciles de manejar y que causen mucho rumor para intimidar a los atacados. Estas y otras muchas razones fueron la causa de dar este año bayonetas a algunos mosqueteros, para meterlas en sus cañones y servir de picas cuando los atacase la caballería y quizá por este medio se abandonaran las picas.
En efecto lo fueron en 1703, por el dictamen del Mariscal de Vauban y se sustituyó la bayoneta. El P. Daniel cree que el primer cuerpo que se armó de este modo es el regimiento de los fusileros creado en 1671 y llamado después Real Artillería. Esta arma no tenía más que un cabo de madera, que entraba en el cañón y era necesario quitarla y ponerla en la vaina para tirar o cargar el fusil; tales movimientos hacían perder tiempo y el soldado en el calor y turbación de la acción podía olvidar la bayoneta, tirar sin haberla quitado y reventar el fusil. Estos inconvenientes hicieron imaginar pronto en el cabo hueco y de la misma materia que la bayoneta, de suerte que en lugar de entrar en el cañón, este le recibiese y se adaptase de un modo fijo y sólido por medio de una abertura hecha en el cubo de hierro, en que entrase un punto cuadrado colocado a la extremidad del cañón. Al mismo tiempo, en lugar de poner la hoja en la dirección del cañón, se la colocó de lado por medio de un cuello encorvado que la uniese al cubo y en una dirección paralela al cañón, con cuya invención se halló el medio de tirar y de cargar sin quitar la bayoneta.
Así el fusil se convirtió también en arma blanca y después no se hizo más uso de la espada, aunque se continuó llevándola e incluso muchos regimientos la abandonaron por completo. Si todavía pueden darse algunas ocasiones de atacar con las armas blancas, la espada sería más ventajosa contra la infantería que el fusil armado con la bayoneta. Un arma de esgrima demasiado larga es muy débil; la pica de los griegos era muy inferior a la espada de los romanos, el fusil con la bayoneta sería superior a la pica y una espada fuerte y recta, entre las manos acostumbradas a manejarla, mejor que el fusil armado con la bayoneta.
El uso de la bayoneta comenzó a ser discutido ya desde la segunda mitad del siglo XIX, por considerarse inútil al aumentar la potencia de fuego del fusil, e incluso peligrosa para el propio soldado que la utiliza. Si bien se siguió utilizando en la Primera Guerra Mundial, su empleo en la Segunda se puede considerar anecdótico, aunque visto desde puntos de vista diferentes. En la Segunda Guerra, fue muy poco utilizada en Europa; por el contrario, en Oceanía, Estados Unidos y Japón lucharon a muerte con balas y bayonetas por el control de las valiosas islas del Pacífico. Sin embargo, si comparamos dos épocas distintas, mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, la diferencia en el uso de la bayoneta es abrumadora, pues mientras en una batalla de la primera guerra mundial al menos la mitad de los hombres que fallecían era por arma blanca, por lucha cuerpo a cuerpo; en la segunda guerra mundial ni el 5% de los caídos eran por bayoneta.
Actualmente la técnica de la esgrima de combate con bayoneta aún se aprende en numerosos cuerpos militares, siendo una excelente preparación psicológica para el combate aún con muy pocas posibilidades de llegar a emplearse (como la lucha con cuchillo de combate), siendo muy empleada igualmente para uso ceremonial y de desfile.
Carga de bayoneta
El desarrollo de la bayoneta a mediados del siglo XVII llevó a la carga de bayoneta a convertirse en la principal táctica de infantería durante el siglo XIX y el XX. Ya en el siglo XIX, los eruditos militares ya notaban que la mayoría de las cargas de bayoneta no resultaban en combate cuerpo a cuerpo. En cambio, un lado generalmente huía antes de que se produjera una lucha real con bayonetas. Se ha sostenido que el acto de colocar las bayonetas está relacionado principalmente con la moral, la creación de una señal clara para amigos y enemigos de la voluntad de matar de cerca.
La carga de bayoneta fue sobre todo una herramienta de choque. Si bien las cargas eran razonablemente comunes en las guerras de los siglos XVIII y XIX, el combate real entre formaciones con sus bayonetas era tan raro que en realidad no existía. Por lo general, una carga solo ocurriría después de un largo intercambio de disparos, y un lado se rompería y correría antes de que realmente se hiciera contacto. Sir Charles Oman, llegando al final de su historia de la Guerra Peninsular en la que había estudiado de cerca cientos de batallas y combates, sólo descubrió un único ejemplo de, en sus palabras, "una de las cosas más raras de la Guerra Peninsular, una verdadera lucha cuerpo a cuerpo con el arma blanca". Los combates cuerpo a cuerpo de la infantería eran mucho más comunes en el campo cercano: pueblos, aldeas, movimientos de tierra y otros terrenos que reducían la visibilidad a tales rangos que la lucha cuerpo a cuerpo era inevitable. Estos tumultos, sin embargo, no eran cargas de bayoneta per se, ya que no fueron ejecutados ni defendidos por cuerpos regulares de infantería ordenada; más bien fueron una serie caótica de combates individuales donde se usaron culatas de mosquete y puños junto con bayonetas.
Véase también
En inglés: Bayonet Facts for Kids