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Rumanía durante la Segunda Guerra Mundial para niños

Enciclopedia para niños

Rumanía, un país ubicado en el sureste de Europa, tuvo un papel importante durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio, el país intentó mantenerse neutral bajo el rey Carlos II. Sin embargo, en junio de 1941, bajo el gobierno de Ion Antonescu, Rumanía se unió a las fuerzas del Eje.

Cientos de miles de soldados rumanos lucharon junto al ejército alemán (la Wehrmacht) en la Unión Soviética contra el Ejército Rojo a partir de junio de 1941, cuando comenzó la Operación Barbarroja (la invasión de la URSS). Durante este tiempo, muchas personas de origen judío sufrieron terriblemente y perdieron la vida debido a acciones crueles del Estado rumano.

En agosto de 1944, el rey Miguel I, hijo de Carlos II, derrocó a Antonescu con un golpe de Estado. Esto hizo que Rumanía cambiara de bando y se uniera a los Aliados. A pesar de este cambio, Rumanía perdió algunos territorios a favor de Bulgaria y la Unión Soviética al finalizar la guerra.

Rumanía antes de la guerra

Rumanía era un país relativamente nuevo en el Siglo XIX, formado por las regiones de Valaquia y Moldavia. Estas tierras eran disputadas por el Imperio otomano, el Imperio ruso y el Imperio austrohúngaro. El primer rey de Rumanía, Carlos I, era de una familia alemana, los Hohenzollern-Sigmaringen.

En 1913, Rumanía creció al anexar el sur de Dobrudja después del Tratado de Bucarest. Durante la Primera Guerra Mundial, Rumanía fue neutral al principio, pero luego se unió a los Aliados con la promesa de obtener Transilvania. Sin embargo, al quedar aislada y después de que Rusia se retirara de la guerra, Rumanía tuvo que firmar un tratado que permitió la ocupación de su país por las potencias centrales.

Con la derrota de las potencias centrales en 1918, Rumanía terminó la guerra en el bando ganador. Gracias a los tratados de Saint-Germain-en-Laye (1919) y Trianon (1920), Rumanía obtuvo Bucovina, Transilvania, Besarabia y parte del Bánato. Así, se formó la "Gran Rumanía", que pasó de tener 8 millones a 18 millones de habitantes.

Después de la guerra, la economía rumana mejoró con la explotación de petróleo y el inicio de la industria. Sin embargo, a partir de 1927, surgió un movimiento nacionalista y ortodoxo llamado la Guardia de Hierro, liderado por Corneliu Zelea Codreanu y luego por Horia Sima.

Rumanía intentó mantener un equilibrio entre la creciente influencia de Alemania en los Balcanes y la presencia de Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética. En marzo de 1939, Rumanía firmó un acuerdo con Alemania para suministrarle petróleo. Sin embargo, no participó en el reparto de Checoslovaquia. Por eso, Francia y el Reino Unido garantizaron la independencia de Rumanía en abril de 1939.

Pocos meses después, Alemania y la URSS firmaron el pacto germano-soviético, que incluía una cláusula secreta sobre el interés soviético en Besarabia.

Cuando Alemania invadió Polonia en septiembre de 1939, Rumanía se mantuvo neutral y dio asilo a miembros del gobierno polaco. El 21 de septiembre, el primer ministro rumano, Armand Călinescu, fue asesinado por miembros de la Guardia de Hierro. El rey Carlos II intentó mantener la neutralidad, pero la derrota de Francia y el Reino Unido en mayo de 1940 hizo que las garantías de independencia de Rumanía fueran casi imposibles de cumplir.

La URSS exigió a Rumanía la entrega de Besarabia en junio de 1940, y en julio, la Unión Soviética ocupó Besarabia. Gran parte de Besarabia y una porción de territorio ruso formaron la República Socialista Soviética de Moldavia. El resto de Besarabia y el norte de Bucovina se unieron a Ucrania.

Archivo:Romania wwII
Pérdidas territoriales de Rumanía en 1940 tras el ultimátum soviético, el Tratado de Bucarest y los Acuerdos de Craiova.

Poco después, en agosto, Alemania e Italia obligaron a Rumanía a ceder la Transilvania septentrional a Hungría. En septiembre, Rumanía cedió el sur de Dobrudja a Bulgaria. Estas pérdidas territoriales sin lucha afectaron el prestigio del rey Carlos II.

El gobierno de Antonescu

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-B03212, München, Staatsbesuch Ion Antonescu bei Hitler
Antonescu junto a Hitler

Tras la pérdida de Transilvania, el general Ion Antonescu fue encargado por el rey Carlos II de formar gobierno. Antonescu aceptó e intentó formar un gobierno de unidad nacional, incluyendo a los partidos tradicionales y a la Guardia de Hierro. Sin embargo, los partidos tradicionales se negaron a participar sin la renuncia del rey. Antonescu forzó la abdicación de Carlos II a favor de su hijo de 19 años, Miguel I. Se proclamó el Estado Nacional Legionario, que se uniría a las fuerzas del Eje.

Una vez en el poder, la Guardia de Hierro endureció las leyes contra las personas de origen judío y también contra empresarios de origen griego o armenio. El 14 de octubre de 1940, seis divisiones alemanas entraron en Rumanía a petición de Antonescu. En noviembre de 1940, Rumanía se unió al Eje firmando el Pacto Tripartito. Pronto, más de quinientos mil soldados alemanes estaban en Rumanía, controlando la producción de petróleo y preparándose para atacar la Unión Soviética.

Antonescu mantuvo su cargo y aceptó colaborar con los alemanes para recuperar Besarabia. Sin embargo, antes de que Rumanía entrara en la guerra en junio de 1941, hubo conflictos internos.

La Guardia de Hierro era muy poderosa, y el 27 de noviembre de 1940, más de 60 antiguos líderes fueron asesinados en la prisión de Jilava como venganza por la muerte de Codreanu. Entre las víctimas estaban el historiador Nicolae Iorga y el economista Virgil Madgearu.

La relación entre la Guardia de Hierro y Antonescu no fue fácil. Después de los asesinatos, Antonescu logró el apoyo de Hitler para controlar a la Guardia de Hierro. El 20 de enero de 1941, la Guardia de Hierro se rebeló e intentó tomar el poder en Bucarest, pero Antonescu, con el apoyo del ejército, aplastó el intento. La Guardia fue eliminada del gobierno. Sima y muchos otros miembros escaparon a Alemania, mientras que otros fueron encarcelados. En marzo, Antonescu convocó un voto popular, donde obtuvo un gran apoyo.

Los sindicatos fueron prohibidos a finales de 1940.

La guerra en el Frente Oriental

Archivo:Romania 1942 es
Fronteras de Rumanía entre 1941 y 1944.

El 22 de junio de 1941, el ejército alemán atacó la URSS en un amplio frente, desde el Báltico hasta el mar Negro, en la operación llamada "Operación Barbarroja". El ejército rumano participó activamente junto a los alemanes. En total, 473.000 soldados rumanos formaron parte de la ofensiva, siendo el contingente más grande del Eje después de los alemanes. Las tropas rumanas cruzaron el río Prut y, junto a los alemanes, recuperaron Besarabia. Luego, conquistaron la ciudad ucraniana de Odesa y Sebastopol.

Rumanía se anexó territorios soviéticos al este del río Dniéster, formando una región llamada Transnistria, que incluía Odesa. Los ejércitos rumanos avanzaron profundamente en la URSS en 1941 y 1942, antes de sufrir una gran derrota en la batalla de Stalingrado. Allí, el ejército rumano, que protegía los flancos de Stalingrado, fue atacado directamente por el Ejército Rojo.

En noviembre de 1942, el general rumano Petre Dumitrescu estuvo al mando del 3.º Ejército rumano y, por un tiempo, también del 6.º Ejército alemán para resistir la ofensiva soviética. Sin embargo, los soviéticos lograron romper las defensas rumanas y rodear al 6.º Ejército alemán en Stalingrado. Los soviéticos sabían que los ejércitos aliados de Alemania tenían armamento deficiente y los superaban en número de dos o tres a uno en tanques y armas.

Archivo:Bundesarchiv N 1603 Bild-241, Rumänische Infanterie auf dem Marsch
Infantería rumana en 1943

Antonescu explicó que las quejas sobre el desempeño de las tropas rumanas se debían a su armamento inadecuado, la gran extensión del frente que debían cubrir con pocas tropas y la falta de reservas. También había problemas de entrenamiento, especialmente entre los suboficiales y oficiales.

El gobierno de Antonescu pensaba que una guerra con Hungría era inevitable por el control de Transilvania. Pero en febrero de 1943, con la rendición del 6.º Ejército alemán en Stalingrado y las graves pérdidas sufridas, el ejército rumano quedó muy debilitado y tuvo que retirarse junto a sus aliados alemanes.

Bombardeos en Rumanía

Archivo:Ploiesti 1943 bombardament
Depósitos petrolíferos en llamas en Ploiești tras una incursión de bombardeo de la USAAF.

Durante el gobierno de Antonescu, Rumanía fue un proveedor clave de petróleo, cereales y productos manufacturados para Alemania y los ejércitos del Eje. Por esta razón, a partir de 1943, se convirtió en un objetivo importante para los bombardeos de los Aliados.

En agosto de 1943, la operación "Tidal Wave" (Maremoto) fue una de las más grandes llevadas a cabo por la fuerza aérea estadounidense. El 1 de agosto de 1943, 178 bombarderos B-24 despegaron de Libia para atacar las refinerías de petróleo en Ploiești. Los alemanes habían interceptado mensajes sobre esta operación, por lo que la incursión aérea enfrentó una fuerte resistencia de la aviación alemana (la Luftwaffe). Solo 88 bombarderos estadounidenses regresaron a sus bases. Los daños causados pudieron ser reparados rápidamente, y la producción de petróleo se recuperó en pocas semanas.

Fue en 1944 cuando los bombardeos masivos, realizados desde bases más cercanas en Italia, causaron daños más graves a las instalaciones petrolíferas rumanas. Bucarest, la capital, también sufrió fuertes bombardeos el 14 y 15 de abril de 1944 por parte de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y el Reino Unido.

Relaciones con Alemania

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-L07770, Manfred v. Killinger
El embajador alemán durante la guerra, Von Killinger.

Antonescu visitó a Adolf Hitler el 22 de noviembre de 1940, después de asumir el poder. Hitler le informó de sus planes sobre la Unión Soviética, lo que pudo haber influido en la preparación del ejército rumano para la Operación Barbarroja. En otra visita a Hitler el 12 de junio de 1941, Antonescu declaró que Alemania siempre podría contar con el apoyo de Rumanía, siempre que no fuera un ataque contra los eslavos. Esto no representaba el sentir de toda la población rumana, pero sí el de grupos como la Guardia de Hierro. También influyó la minoría alemana de Transilvania, que era favorable a la idea de una Alemania dominante en Europa.

Los alemanes se hicieron dueños del capital que el gobierno francés tenía en la industria petrolífera rumana. Esto ocurrió porque Francia usó ese capital para pagar parte de la deuda de guerra impuesta por el armisticio de 1940. Alemania, a su vez, usó ese capital como pago parcial a Rumanía. La mayoría de los productos entregados por Rumanía no recibieron compensación económica, lo que causó una gran inflación en el país.

El embajador alemán en Bucarest durante la guerra fue Manfred von Killinger, y el representante de la policía secreta alemana fue Gustav Richter.

El trato a la población judía en Rumanía

En diciembre de 1930, había 756.930 personas de origen judío en Rumanía. De ellas, unas 420.000 vivían en regiones cedidas en 1940 a la Unión Soviética, Hungría o Bulgaria, quedando unas 330.000 en las regiones que Rumanía conservó.

Rumanía es un caso particular porque el Estado se involucró directamente, junto a los alemanes, en acciones crueles y en la organización de campos de concentración, lo que llevó a la pérdida de la mitad de la población judía que existía antes de la guerra. Sin embargo, el mismo Estado rumano se desvinculó del plan de exterminio a partir de 1942, negándose a participar en la deportación de personas judías rumanas a los campos alemanes. Esto explica por qué la mitad de la población judía anterior a la guerra sobrevivió.

Según la Commission Wiesel, el Estado de Rumanía fue responsable de la muerte de entre 280.000 y 380.000 personas judías en las regiones de Besarabia, Bucovina y Transnistria. A pesar de los intentos de culpar solo a los alemanes, los oficiales rumanos participaron activamente y de forma voluntaria en estas acciones, sin necesidad de órdenes alemanas.

Después de la guerra, las 400.000 personas judías que sobrevivieron emigraron a Palestina.

Situación antes de la alianza con Alemania

Incluso antes de que Rumanía se aliara oficialmente con Alemania, las autoridades rumanas ya tenían políticas de exclusión contra las personas judías. Las principales víctimas eran quienes vivían en el este del país, a quienes se les asociaba con el comunismo y la Unión Soviética. A quienes vivían en Transilvania se les asociaba con el antiguo Imperio austrohúngaro. Movimientos de extrema derecha, como la Guardia de Hierro, tenían mucho apoyo popular y gubernamental para que las personas judías fueran excluidas de cargos de influencia o expulsadas del país.

Las primeras medidas de exclusión se aprobaron en diciembre de 1937, bajo el primer ministro Octavian Goga: 120.000 personas judías perdieron su nacionalidad rumana. Los siguientes gobiernos continuaron con estas medidas, prohibiendo el ejercicio de ciertas profesiones a personas de religión judía. El 8 de agosto de 1940, se prohibieron más profesiones, y por primera vez, estas prohibiciones se aplicaron también a personas de origen judío que se habían bautizado en el cristianismo. También se prohibieron los matrimonios entre personas de religión cristiana y judía. Sin embargo, estas discriminaciones solo se aplicaron parcialmente a quienes tenían ciudadanía rumana desde antes de 1918.

Como resultado, en el otoño de 1940, miles de personas judías abandonaron Rumanía y se dirigieron a Palestina, lo que permitió que las medidas de prohibición de profesiones fueran cada vez más estrictas.

Acciones en las regiones fronterizas

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Ataque antisemita en Iaşi.

Incluso después de la caída de la Guardia de Hierro, el gobierno de Antonescu, aliado con Alemania, continuó con políticas de opresión y acciones crueles contra las personas judías y, en menor medida, contra el pueblo gitano.

En las regiones cedidas a la Unión Soviética o a Hungría (Besarabia, Bucovina y Transilvania septentrional), la entrada de Rumanía en la guerra en junio de 1941, con la invasión alemana a Rusia, significó el inicio de una fase de persecución especialmente intensa y mortal para la población judía. La mayoría de las acciones crueles fueron cometidas por tropas rumanas en las zonas de guerra, a menudo con la colaboración de grupos especiales alemanes, pero también hubo muchas persecuciones en la retaguardia.

Antes de la Operación Barbarroja, el gobierno rumano había expulsado a las personas judías de las zonas fronterizas con la Unión Soviética, acusándolas de apoyar a la URSS. Poco después del 22 de junio de 1941, un incidente con desertores que dispararon contra el ejército fue el detonante de un ataque en Iași: doce mil personas judías fueron asesinadas o encerradas en trenes donde murieron lentamente de hambre o sed. A finales de julio, Rumanía expulsó a entre 25.000 y 30.000 personas judías de Besarabia al este del río Dniester, a la Transnistria, de donde a su vez fueron expulsadas por los alemanes. Cuando Rumanía obtuvo el control de Transnistria, envió allí a 160.000 personas judías en condiciones tan difíciles que solo 135.000 sobrevivieron al llegar. La mitad de las 320.000 personas judías de Besarabia, Bucovina y el distrito de Dorohoi fueron asesinadas en los meses siguientes a la entrada de Rumanía en la guerra. Después de estas acciones iniciales, sufrieron más ataques, fueron encerradas en guetos y finalmente enviadas a campos de concentración en Transnistria. En cuanto a las 150.000 personas judías de Transilvania septentrional, 120.000 de ellas fueron asesinadas poco después por los húngaros.

Las tropas rumanas tuvieron una fuerte participación en las acciones crueles cometidas en la ciudad de Odesa en el otoño de 1941, donde 100.000 personas judías fueron asesinadas. Durante este período, el jefe de Estado de Rumanía, Ion Antonescu, se comunicó con Wilhelm Filderman, presidente de la federación de comunidades judías en Rumanía. El 19 de octubre de 1941, Antonescu se justificó ante Filderman diciendo que "en Odesa, las personas judías habían empujado a las tropas soviéticas a una resistencia inútilmente prolongada, solo para infligirnos más bajas".

La situación en la Rumanía central

Archivo:Bundesarchiv Bild 146-2005-0128, Rumänien, Festnahme von Juden
Detención de judíos en diciembre de 1941.

En la propia Rumanía, la corrupción se alimentaba de la explotación de las personas judías de todas las formas posibles. A partir de 1943, se impuso el trabajo forzado para las personas judías, por el que 40.000 hombres debían realizar trabajos manuales cerca de sus casas, presentándose al amanecer con herramientas y, a menudo, llevando su propia comida. 26.000 personas judías pudieron pagar para evitar esta medida.

Al mismo tiempo que la política de la Rumanía de Antonescu hacia la población judía, los alemanes también presionaron para que esta política se ajustara a las líneas de la "Solución final" (el plan de exterminio sistemático de la población judía) que Alemania había puesto en marcha a partir de 1942. Sin embargo, la misma Rumanía que había participado en acciones crueles en Besarabia, Bucovina o Transnistria, tuvo algunas dudas, motivadas por un sentimiento nacionalista.

A finales de 1941, Gustav Richter, miembro de las SS, y Radu Lecca, el ministro rumano para asuntos judíos, habían logrado que Mihai Antonescu creara un Consejo Judío, el Centrala Evreilor din Romania. Pero al mismo tiempo, Filderman y la Confederación continuaron sus actividades y organizaron ayuda para las personas judías de Transnistria.

En noviembre de 1941, la embajada alemana en Bucarest logró que Rumanía no se interesara por la situación de las personas judías en Alemania. Sin embargo, en otros países, los cónsules de Rumanía siguieron protestando e interviniendo cuando había amenazas contra personas judías de nacionalidad rumana. En julio de 1942, la Embajada de Rumanía en Berlín señaló que las personas judías húngaras no estaban siendo deportadas, y que el gobierno rumano difícilmente podía aceptar que sus ciudadanos judíos fueran tratados peor que los de Hungría.

También en julio de 1942, los alemanes parecían haber logrado el apoyo para deportar a todas las personas judías de Rumanía a Polonia. En agosto, Radu Lecca viajó a Berlín para negociar el asunto, pero se sintió mal recibido y desde entonces se dedicó a retrasar la operación. Es posible que hubiera sido sobornado para ello.

El cambio definitivo en la política rumana no fue claro para los alemanes hasta diciembre de 1942, cuando supieron que Antonescu consideraba autorizar la emigración de 75.000 a 80.000 personas judías a Palestina a cambio de una fuerte suma de dinero.

A diferencia de otros países de Europa central y del este, donde gran parte de la población judía fue enviada a campos de exterminio, la mayoría de las personas judías rumanas sobrevivieron a la guerra, a pesar de las persecuciones que sufrieron: trabajos forzados, explotación y leyes de exclusión. La Comisión Wiesel resume esta compleja situación: "De todos los aliados de Alemania, Rumanía tiene la responsabilidad de la muerte de más personas judías que cualquier otro país excepto la propia Alemania... Iasi, Odesa, Bogdanovka, Domanovka y Peciora, por ejemplo, se encuentran entre las acciones más crueles cometidas contra las personas judías durante este período. Rumanía cometió actos de gran crueldad contra las personas judías. El hecho de que algunas personas judías hayan sobrevivido en ciertas zonas de Rumanía no debe ocultar esta realidad."

La guerra en territorio rumano

A partir de febrero de 1943, con la ofensiva del Ejército Rojo tras la derrota alemana en la batalla de Stalingrado, quedó claro que la guerra estaba cambiando en contra de los intereses del Eje.

Los bombardeos Aliados comenzaron en agosto de 1943 en los campos petrolíferos, pero se hicieron más intensos y sistemáticos a partir del gran bombardeo de Bucarest el 4 de abril de 1944. Desde entonces, la capital y otras ciudades sufrieron fuertes bombardeos de aviones estadounidenses que causaron daños considerables. Cuando la capital se volvió peligrosa, la gente con más recursos se trasladó a las poblaciones de los Alpes transilvanos; mientras tanto, la mayoría de la población vivía en condiciones difíciles, con un intenso mercado negro.

En 1944, debido a las derrotas en el frente oriental y los bombardeos aliados, la economía rumana se encontraba en una situación cada vez más delicada. El descontento por la creciente presencia alemana en Rumanía aumentaba, incluso entre quienes habían apoyado más la alianza militar con Alemania y la entrada en la Segunda Guerra Mundial.

En abril, los soviéticos entraron en territorio rumano y capturaron Cernăuţi, Bălți y Jotín, pero detuvieron su avance durante cuatro meses.

En mayo de 1944 tuvo lugar la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial en territorio rumano, la batalla de Târgul Frumos. Pero no fue hasta agosto de ese mismo año cuando las tropas soviéticas cruzaron masivamente la frontera rumana y tuvo lugar la batalla de Rumanía.

El cambio de bando del rey

Archivo:CampañaRumana1944
El frente rumano de marzo a agosto de 1944. En rojo, los avances de las unidades soviéticas; en amarillo, los de las rumanas; en azul, las unidades del Eje y la situación del frente.
Archivo:Red Army greeted in Bucharest
Los habitantes de Bucarest aclaman al Ejército Rojo, el 31 de agosto de 1944, a su entrada en la ciudad como nuevo aliado de Rumanía.

El 23 de agosto de 1944, el rey Miguel I dio un golpe de Estado exitoso, con el apoyo de políticos de la oposición y parte del ejército rumano. Los Antonescu fueron depuestos, y el rey propuso al embajador alemán, Manfred von Killinger, que las tropas alemanas se retiraran sin ser molestadas. Los alemanes intentaron revertir la situación, pero el ejército rumano se unió al rey para resistir los ataques alemanes. Miguel I ofreció entonces a los Aliados el ejército rumano para luchar contra los alemanes. Desde el 30 de agosto, con la entrada de las primeras unidades soviéticas en la capital, Rumanía quedó bajo influencia soviética.

Las respuestas de la Unión Soviética y el Reino Unido tardaron hasta el 12 de septiembre. Mientras se negociaba, los soviéticos trataron a Rumanía como un enemigo, y el Ejército Rojo que cruzaba el país cometió saqueos. Ciento cuarenta mil soldados rumanos fueron hechos prisioneros por los rusos. Los líderes británicos y estadounidenses consideraron que las condiciones del armisticio impuestas por Moscú eran moderadas, dada la experiencia soviética. Los líderes rumanos, sin embargo, esperaban que el golpe contra Antonescu permitiera al país convertirse en un Aliado sin más problemas.

El 10 de octubre de 1944, en Moscú, Winston Churchill y Stalin llegaron a un acuerdo sobre las áreas de influencia en los Balcanes, válido teóricamente solo durante las operaciones contra el Eje. Rumanía y Bulgaria quedaron bajo influencia soviética, mientras que Grecia quedó bajo influencia británica. Dado que la URSS ya dominaba Rumanía y Bulgaria, Churchill buscaba con el acuerdo aceptar la situación y evitar la ocupación de Grecia o Italia.

El acuerdo de armisticio, firmado el 12 de septiembre de 1944, estipulaba que el gobierno rumano debía someterse a una Comisión de Control aliada, que en la práctica era soviética. También preveía que los tribunales rumanos debían juzgar a quienes habían cometido crímenes de guerra y que los partidos políticos fascistas debían disolverse. El control soviético sobre la interpretación del armisticio y estos artículos sirvieron de base para que la URSS tomara el control del país, buscando no solo vengar la invasión de su territorio, sino también asegurar su seguridad futura eliminando el poder de quienes la habían permitido.

Finalmente, el ejército rumano terminó la Segunda Guerra Mundial junto al Ejército Rojo, luchando contra los alemanes en Transilvania, Hungría y Checoslovaquia. Durante estos últimos combates, los rumanos sufrieron muchas bajas.

La posguerra

Archivo:Romania WWII ES
Mapa de Rumanía tras la Segunda Guerra Mundial, con indicación de los territorios perdidos por el país respecto a 1939.

En 1947, el tratado de París no reconoció a Rumanía como "co-beligerante" (un país que lucha junto a los Aliados desde el principio). Transilvania fue reconocida nuevamente como parte de Rumanía, pero Besarabia y el norte de Bucovina fueron anexados de nuevo por la Unión Soviética. Así, Rumanía perdió cerca de 60.000 km² y 3 millones de habitantes.

La presencia militar del Ejército Rojo, que significó la ocupación soviética del país, llevó a la abdicación de Miguel I y a la formación de un gobierno comunista en 1947. Los dos Antonescu habían sido ejecutados en 1946, mientras que el embajador alemán, von Killinger, se había quitado la vida en 1944.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Romania in World War II Facts for Kids

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Rumanía durante la Segunda Guerra Mundial para Niños. Enciclopedia Kiddle.