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Gueorgui Plejánov para niños

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Datos para niños
Gueorgui Plejánov
Plejanov1917.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Gueorgui Valentínovich Plejánov
Nombre en ruso Гео́ргий Валенти́нович Плеха́нов
Nacimiento 29 de noviembrejul./ 11 de diciembre de 1856greg.
Bandera de Rusia Gudálovka, Imperio ruso
Fallecimiento 30 de mayo de 1918
Flag of Finland (1918–1920).svg Terijoki, Finlandia
Causa de muerte Tuberculosis
Sepultura Literátorskie mostkí
Nacionalidad rusa
Religión Ateísmo
Información profesional
Ocupación Filósofo, político, periodista, escritor, historiador, sociólogo, economista, historiador del arte y revolucionario
Área Filosofía y política
Movimientos Marxismo, socialismo
Seudónimo Н. Бельтов, А. Волгин, С. Ушаков, Н. Андреевич, Н. Каменский, А. Кирсанов, Н. Валентинов, Утис, Симплициссимус, Д. Кузнецов, Г. Б., П. Бочаров y A. Volgin
Partido político Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia

Gueorgui Valentínovich Plejánov (en ruso: Гео́ргий Валенти́нович Плеха́нов; nacido en Tambov, Rusia, el 11 de diciembre de 1856 y fallecido en Terijoki, Finlandia, el 30 de mayo de 1918) fue un importante pensador y filósofo ruso. Se le considera el fundador del marxismo en Rusia y un gran defensor de sus ideas.

Plejánov nació en una familia de la nobleza con tradición militar. En 1875, dejó sus estudios militares y de ingeniería para dedicarse a la causa de los cambios sociales.

Participó en una manifestación en San Petersburgo en 1876. Luego se unió a una organización llamada "Tierra y Libertad" (Zemliá i Volia). Durante varios años, trabajó activamente para esta organización y escribió textos sobre la necesidad de cambios. Sin embargo, no lograron los resultados esperados con los campesinos. Esto llevó a algunos miembros a pensar que la violencia contra el gobierno era la única forma de acabar con el sistema autoritario. Plejánov no estaba de acuerdo con esta idea. En 1879, la organización se dividió. Plejánov se unió a un grupo que prefería la agitación pacífica. Este grupo no tuvo éxito, y a principios de 1880, Plejánov tuvo que irse al extranjero para evitar ser arrestado.

Pasó treinta y siete años fuera de Rusia. Durante este tiempo, Plejánov dejó sus ideas iniciales y se convirtió al marxismo. Aprovechó su estancia fuera para estudiar mucho y leer las obras de pensadores marxistas. Esto, junto con el fracaso de sus intentos anteriores y nuevos estudios sobre la situación de las comunidades rurales rusas, lo llevó a apoyar la socialdemocracia. Hasta 1896, su familia tuvo muchas dificultades económicas. Plejánov tuvo que cambiar de residencia varias veces por problemas políticos, viviendo en Suiza, Francia y Gran Bretaña. Las dificultades lo hicieron enfermar de tuberculosis, una enfermedad que finalmente causó su muerte. En 1882, empezó a publicar textos marxistas. Fundó el Grupo para la Emancipación del Trabajo con otros exiliados. Esta fue la primera organización marxista rusa. En sus escritos para este grupo, Plejánov estableció las bases del marxismo en Rusia. Creía que Rusia seguiría un camino similar al de Europa occidental para llegar al socialismo. Sus ideas influyeron en muchos jóvenes que buscaban cambios.

Plejánov era un estudioso muy versátil. Aportó muchas ideas al marxismo sobre filosofía y el papel del arte y la religión en la sociedad. Escribió sobre el materialismo histórico, la historia de la filosofía materialista, el papel de las personas en la historia y la importancia de las ideas.

En la década de 1890, su influencia en el movimiento de cambio ruso creció. Sin embargo, a finales de esa década, surgieron nuevas ideas que criticaban el marxismo. Plejánov se dedicó a criticar estas nuevas corrientes. Era muy estricto con lo que consideraba errores. Esta actitud influyó en Vladímir Lenin, con quien el Grupo de Plejánov se había aliado. En la nueva publicación conjunta, Iskra, Plejánov tuvo un papel importante como editor. En el II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, Plejánov apoyó a Lenin. Temía que las nuevas ideas dividieran al partido. Las discusiones con estas nuevas corrientes hicieron que Plejánov se acercara a los bolcheviques. Plejánov debatió con otros grupos que buscaban cambios en Rusia, como los que usaban la violencia, los populistas, los anarquistas y los liberales. Así, ayudó a difundir el marxismo entre los trabajadores y los intelectuales de Rusia.

Poco después del congreso, Plejánov se distanció de Lenin y se acercó a los mencheviques. Sus intentos de unir a los diferentes grupos no tuvieron éxito, y su influencia en el partido disminuyó. Durante la Revolución rusa de 1905, Plejánov promovió la cooperación con la burguesía (clase media alta) para oponerse al gobierno autoritario, pero con poco éxito. Apoyaba que los trabajadores participaran en organizaciones legales para desarrollar su conciencia de clase. Sin embargo, se opuso a quienes querían eliminar las organizaciones secretas del partido.

Durante la Primera Guerra Mundial, Plejánov cambió su postura. Dejó de apoyar la idea de que los trabajadores de todos los países debían unirse contra la guerra. En cambio, defendió una postura de apoyo a su país, favoreciendo a la Triple Entente en la guerra. Esta idea no fue popular en Rusia. Después de la Revolución de Febrero de 1917, regresó a Rusia. Allí, su apoyo a la cooperación con los partidos de la burguesía y a continuar la guerra lo aisló de la mayoría de los socialistas. Se opuso a los cambios radicales y rechazó las ideas de los bolcheviques. No estaba de acuerdo con su toma del poder y predijo que habría una guerra civil. Se exilió en Finlandia, donde murió en la primavera de 1918.

Primeros años y formación

Orígenes familiares

Plejánov nació en Gudálovka, un pueblo de la gobernación de Tambov, el 11 de diciembre de 1856. Su padre, Valentín Petróvich Plejánov, era de la baja nobleza y había sido militar. La familia tenía una tradición militar. El padre de Plejánov había heredado tierras y siervos. La liberación de los siervos en 1861 hizo que la familia perdiera parte de sus tierras y tuviera dificultades económicas.

El padre de Plejánov era conservador y estricto con sus doce hijos. Le inculcó a Gueorgui un sentido de valentía y el deseo de ser independiente. Sus seguidores lo describirían más tarde como una persona imponente y reservada, con pocos amigos cercanos.

Su madre, María Fiódorovna Belýnskaya, era mucho más joven que su padre. Había sido institutriz y había estudiado. Después de la muerte de su esposo, trabajó como maestra para mantener a la familia. La madre de Plejánov tuvo una muy buena relación con su hijo mayor. Ella apoyó sus habilidades intelectuales y le inculcó el altruismo y el sentido de la justicia.

Estudios y acercamiento a las ideas de cambio

Archivo:GeorgiPlejánovDeJoven
El joven Plejánov en fecha desconocida. Su conversión a la actividad revolucionaria y abandono de sus estudios universitarios tuvo lugar en 1875-1876.

Plejánov no fue a la escuela hasta los diez años. En 1866, ingresó en la Academia Militar de Vorónezh. Era inteligente, pero no destacaba en sus estudios militares porque no le interesaban. Sin embargo, ya era un lector muy ávido. Se graduó en 1873 y se fue a San Petersburgo. Allí, ingresó en otra escuela militar. Cada vez leía más sobre temas sociales y políticos. En 1875, dejó la escuela militar porque no quería servir al zar en contra del pueblo. Empezó a prepararse para entrar en el Instituto de Minería.

Su relación con los grupos que buscaban cambios creció en los años siguientes. Asistía a reuniones secretas y leía mucho sobre temas sociales y políticos. En el invierno de 1875-1876, dio refugio en su casa a Pável Axelrod, quien era buscado por la policía. A principios de 1876, ya permitía que su habitación se usara para reuniones políticas. Unos meses después, recibió a Lev Deutsch, un revolucionario que más tarde sería su colaborador.

Su creciente participación en estas actividades hizo que sus estudios se vieran afectados. Fue expulsado del Instituto de Minería por no asistir a clases. En el verano de 1876, visitó a su madre para decirle que se dedicaría a la causa de los cambios sociales. Su familia no recibió bien esta decisión. Fue la última vez que vio a su madre.

De esta época, existe una descripción de Plejánov que se considera muy precisa:

En su aspecto y vestimenta, Plejánov –a diferencia de nosotros, los que buscábamos cambios en ese entonces– no se parecía a los nihilistas: vestía con pulcritud y elegancia, pero sin exagerar, se peinaba hacia atrás y llevaba la barba, de un color rojizo oscuro, recortada, mientras que muchos de nosotros rara vez usábamos una cuchilla o un peine, de modo que nuestro cabello lucía un «desorden pintoresco».

En sus modales y costumbres, Plejánov también se diferenciaba mucho de nosotros: era educado, correcto y daba la impresión de ser un joven bien formado, mientras que nosotros, con nuestros «modales nihilistas», nos habíamos ganado fama de alborotadores.
Al recordar ahora al joven de veinte años que he descrito y compararlo con el Plejánov maduro, no encuentro diferencias notables en sus modales o carácter: su forma general se mantuvo casi sin cambios. Hasta edad avanzada, conservó su tez morena, su porte militar y su cabello entrecano.
Las mujeres lo encontraban atractivo, pero en las facciones regulares de su cara había algo de mongol, que él mismo explicaba por su lejana ascendencia tártara que se reflejaba, según sus propias palabras, en su apellido: Ple-jan-ov.

Tenía un rostro inteligente y muy expresivo que atraía inmediatamente la atención. Especialmente notables eran sus ojos de color avellana oscuro que parecían penetrar a su interlocutor y que miraban severamente desde unas cejas extraordinariamente pobladas y unas largas pestañas con una sonrisa irónica.
Lev Deutsch

Participación en "Tierra y Libertad"

El 18 de diciembre de 1876, Plejánov participó en una manifestación frente a la catedral de Kazán. Esta manifestación fue organizada por el nuevo grupo "Tierra y Libertad" (Zemliá i Volia). Querían protestar por el trato a los populistas arrestados y provocar más protestas. La manifestación fue más pequeña de lo esperado. El joven Plejánov dio un discurso breve pero apasionado en apoyo de Nikolái Chernishevski y otros arrestados. La policía disolvió la concentración y arrestó a varios manifestantes, pero Plejánov logró escapar.

Como era buscado por la policía, huyó al extranjero y regresó a Rusia a mediados de 1877. En octubre de 1876, se había casado con Natalia Smirnova. Se separaron dos años después. Durante su primer tiempo fuera de Rusia, Plejánov estuvo brevemente en París y luego se instaló en Berlín. Allí conoció a los socialdemócratas alemanes, a quienes no valoró mucho por considerarlos demasiado moderados. Cuando regresó a Rusia, se unió a "Tierra y Libertad" y participó en actividades para agitar a campesinos, obreros, estudiantes y cosacos. En este periodo, Plejánov, como agitador, llevaba consigo un puño de hierro, una daga y una pistola.

Archivo:"Der Streik" von Robert Koehler
La huelga, de Robert Koehler. Plejánov participó en la organización y el apoyo a diversas huelgas de la capital durante su periodo de pertenencia a Zemlia i Volia en la década de 1870.

Su primera misión al volver fue agitar a la gente en la zona del bajo Volga, donde casi fue capturado por la policía. A mediados de 1878, los cosacos empezaron a protestar por medidas del gobierno. Plejánov intentó avivar estas protestas. En los debates de esa época, ya se le conocía como "el orador". Demostró sus habilidades para debatir, que lo harían famoso más tarde. Era seguro de sí mismo, capaz de mostrar los puntos débiles de sus oponentes y de embellecer sus propios argumentos con citas históricas y literarias. Usaba el ingenio y la burla para ridiculizar a sus adversarios. Estas habilidades lo hacían un oponente formidable en los debates, pero le impedían convencer a sus rivales y ganarlos para su causa. Esto limitó su poder como político más adelante.

En diciembre de 1877, Plejánov agitó a los estudiantes por un juicio a 193 populistas. También asistió al funeral del poeta Nikolái Nekrásov, donde elogió al fallecido por la conciencia social de sus poemas.

Pocos días después, en 1878, Plejánov agitó a los trabajadores de una fábrica de cartuchos donde habían muerto varios obreros. Este fue el primer folleto que se conserva de Plejánov. El mismo tono de rebeldía se vio en sus escritos de ese año. Criticó el juicio de Vera Zasúlich, el fin de los juicios con jurado para acusados de delitos políticos, el maltrato a estudiantes que se manifestaban y el trato a los arrestados en las protestas. En la primavera de ese año, se le encargó revisar las reglas de "Tierra y Libertad". Ese mismo año, se involucró mucho en la huelga de la Nueva Compañía Textil de la capital. Impresionó a los obreros en huelga por su inteligencia y valentía. La huelga le sirvió para darse cuenta de la ingenuidad de los obreros, que querían solucionar sus problemas apelando al príncipe heredero. Durante la huelga, fue detenido por casualidad, pero como no lo reconocieron, fue liberado. Varios meses después, evitó ser detenido de nuevo. Regresaba de la región del Don, donde había apoyado protestas de los cosacos, y se encontró con que gran parte de la organización había sido arrestada. Gracias a los esfuerzos de Plejánov y Mijáilov, "Tierra y Libertad" volvió a estar activa y tuvo una nueva publicación. En este periodo, Plejánov combinó su trabajo como editor de Zemliá i Volia con la agitación entre los obreros de las fábricas.

La división de "Tierra y Libertad"

La organización "Tierra y Libertad" se disolvió debido a las diferencias de opinión. Algunos, como Plejánov, preferían la agitación entre la gente para oponerse al gobierno autoritario. Otros defendían el uso de la violencia, ya que la agitación no parecía dar resultados, especialmente en el campo.

Aunque el grupo que apoyaba la violencia era minoritario, en un congreso en junio de 1879, logró el apoyo de la mayoría para concentrar los esfuerzos en ataques violentos contra el gobierno. Plejánov, que estaba completamente en contra, abandonó la reunión. Sus seguidores intentaron cambiar las decisiones del congreso, pero esto llevó a la disolución de "Tierra y Libertad". Se formaron dos nuevas organizaciones: una a favor de la violencia y otra a favor de la agitación política tradicional. La división ocurrió en octubre. Los que apoyaban la violencia se llamaron Naródnaya Volia ("La voluntad popular"). Los que apoyaban la agitación se llamaron Chorni Peredel ("Repartición negra"). La separación fue amistosa. Plejánov se convirtió en el líder intelectual de la nueva formación de agitación.

Pronto, la organización que apoyaba la violencia se volvió más atractiva para quienes querían rebelarse. El grupo de Plejánov no pudo atraer suficientes miembros dispuestos a ir al campo a agitar a los campesinos. Además, algunos de los viejos populistas regresaban del campo, desilusionados. En enero de 1880, una redada policial desmanteló casi toda la organización de Plejánov. Quedaron solo unos pocos exiliados y algunos grupos en Rusia. Entre los exiliados estaban Plejánov, Vera Zasúlich y Lev Deutsch. Fueron enviados al exilio en enero de 1880, pocos días antes de la redada.

El largo exilio y el marxismo

Primeros años y el cambio al marxismo

Influencias de Plejánov
Piotr Lavrov, populista ruso cercano a los marxistas, ayudó y colaboró con Plejánov en sus primeros años de exilio.
Jules Guesde, socialista francés, inspiró a Plejánov con su dedicación a la revolución a pesar de su miseria.

Cuando Plejánov se exilió, seguía siendo un populista anarco-socialista. Creía que la supervivencia de la comuna rusa (una forma de comunidad rural) permitiría al país pasar al socialismo sin antes tener una etapa capitalista. Su conocimiento de los estudios de Marx y Engels era limitado. Como populista, creía que el objetivo de la revolución era destruir el Estado, al que veía como opresor. Esto era diferente de los socialdemócratas, que pensaban que se necesitaba un Estado centralizado fuerte para llegar al socialismo. Su actitud hacia la política era negativa. Prefería centrarse en la acción social y económica. Una vez convencido de que la agitación en el campo era inútil, aprovechó su estancia en Europa occidental para ampliar sus conocimientos. Dejó la actividad de agitador y se dedicó a la teoría política y al estudio. Su gran conocimiento, ya notado antes, se hizo aún mayor durante el exilio.

La falta de resultados en la agitación de los campesinos, la poca probabilidad de un levantamiento campesino y el estudio de Orlov sobre la crisis de la comuna en Rusia y el crecimiento del capitalismo en el país, junto con su creciente conocimiento de los escritos socialistas occidentales, hicieron que Plejánov cambiara su postura política.

En 1880, nació su primera hija, Vera, con su compañera Rosalía, con quien se casaría en 1908. Rosalía no acompañó a Plejánov al principio para cuidar a la niña y terminar sus estudios de medicina, lo que podría ayudar a la familia, ya que Plejánov no tenía ingresos en el exilio. La niña murió dos años después.

Plejánov se instaló en Ginebra pensando que su exilio duraría solo unas semanas o meses. Pero no regresó a Rusia hasta 37 años después. Sus primeros dos años de exilio, de 1880 a 1882, fueron los más importantes para su desarrollo intelectual. Fue en este periodo cuando dejó su populismo anterior para adoptar el marxismo, que ya no abandonaría. Plejánov es considerado el último "occidentalizador" ruso, un intelectual con muchos intereses: filosofía occidental, economía, historia y, sobre todo, obras socialistas. Estos estudios lo llevaron a adoptar el marxismo. Sus aportaciones a la sociología y la filosofía son notables, y es la figura principal del marxismo ruso.

Una de sus primeras influencias en el extranjero fue Piotr Lavrov, a pesar de sus disputas anteriores. Lavrov, un populista, simpatizaba con la socialdemocracia de Marx y Engels. Compartía con Plejánov el respeto por el conocimiento y la importancia de la teoría para el movimiento de cambio. Cuando Plejánov llegó a Europa occidental, comenzó un periodo de tres años de colaboración con Lavrov. Lavrov lo ayudó con su conocimiento del socialismo, sus contactos y económicamente, dada la pobreza de Plejánov. Plejánov pasó un año en París para colaborar con Lavrov. La situación económica de la familia era difícil. Las autoridades rusas le habían negado a Rosalía su diploma médico, impidiéndole ejercer la medicina y mantener a la familia. La pobreza persistió durante gran parte del exilio. Se alivió principalmente por los artículos que Plejánov lograba vender a diversas revistas, al principio gracias a Lavrov.

En 1880, Plejánov aprendió alemán para leer las obras de los marxistas alemanes en su idioma original. Le impresionó mucho la crítica de Friedrich Engels a Piotr Tkachov, que atacaba duramente las bases del populismo ruso. Engels negaba la validez de la comuna rusa, que consideraba en decadencia ante el crecimiento del capitalismo. Afirmaba que la siguiente revolución en Rusia sería de tipo burgués (es decir, liderada por la clase media alta) y no socialista. En su descripción de la situación en Rusia en 1882, Plejánov hizo un análisis muy similar al de Engels. La crítica de Marx y Engels a los populistas influyó en el proceso de Plejánov de alejarse del populismo y acercarse al marxismo. En su tercer y último artículo para Chiorny Peredel, en enero de 1881, Plejánov ya mostraba su acercamiento al marxismo, pero aún intentaba conciliarlo con su populismo anterior. Su principal obstáculo para abandonar el populismo era el miedo a que aceptar que solo un capitalismo avanzado podía preceder a la revolución socialista hiciera inútiles los esfuerzos de los revolucionarios rusos. Si la comuna estaba en crisis y el capitalismo ruso tardaría mucho en desarrollarse, las actividades de los revolucionarios no tendrían sentido. La solución de Plejánov fue proponer que los socialistas debían participar en la primera revolución burguesa que acabara con el gobierno autoritario, aliándose con la burguesía. Pero debían prepararse para enfrentarse a esta y avanzar hacia el socialismo una vez que el gobierno autoritario fuera vencido y la burguesía tomara el poder. Los socialistas no solo debían concentrarse en tomar el poder político, como hacían los que usaban la violencia, ni ignorar la política y centrarse en la agitación social y económica, como hacían los populistas. Debían combinar ambas actividades para establecer el socialismo. Esta actitud, surgida de su estudio del Manifiesto Comunista, fue un momento clave en la vida de Plejánov.

En 1882, Plejánov hizo una nueva traducción al ruso del Manifiesto Comunista. Para entonces, Plejánov defendía las ideas de Marx y Engels. Su primera obra puramente marxista fue Socialismo y lucha política de 1883. Plejánov creía que la evolución histórica de Rusia sería igual que la de Europa occidental, y que el camino al socialismo sería el mismo.

El Grupo para la Emancipación del Trabajo

Ruptura con los populistas

La conversión de Plejánov al marxismo no llevó a la creación de una nueva organización de inmediato. El Grupo para la Emancipación del Trabajo se fundó a finales de 1883, junto con Vera Zasúlich y León Deutsch. Mientras tanto, hubo intentos de reunir a los antiguos miembros de Chiorny Peredel y Naródnaya Volia, pero fracasaron. A pesar del entusiasmo por las acciones de los que usaban la violencia, incluido el asesinato del zar Alejandro II en marzo de 1881, Plejánov seguía convencido de que estaban equivocados y que sus acciones no llevarían al socialismo. Finalmente, en 1883, las negociaciones se rompieron, y el 12 de septiembre se anunció la formación del Grupo, la primera organización marxista rusa.

Ideas principales

En sus dos primeros años, el Grupo sentó las bases ideológicas del marxismo ruso. Las dos principales contribuciones de Plejánov fueron Socialismo y lucha política (1883) y Nuestras diferencias (1885). La segunda obra se considera que contenía "casi todas las ideas básicas del marxismo ruso hasta finales de siglo". Estas ideas siguieron influyendo en la facción menchevique y, en menor medida, en la bolchevique, después de la división del partido socialdemócrata en 1903. Plejánov, por su parte, defendió estos principios el resto de su vida. En su análisis de la situación en Rusia, Plejánov negaba la base del populismo: la vitalidad de la comuna que debía permitir alcanzar el socialismo sin pasar por la etapa capitalista. Plejánov afirmaba que el capitalismo ya se había establecido en Rusia, estaba creciendo y acabando con la comuna. Por lo tanto, era imposible basar la transformación socialista en esta institución en decadencia. En cambio, Plejánov defendía la necesidad de basar la actividad de cambio en la progresiva socialización de la producción y el trabajo, tanto en la ciudad como en el campo, y en el creciente grupo de trabajadores urbanos, a quienes consideraba la clase más importante para el cambio en la etapa capitalista.

Para Plejánov, el socialismo sería el final de una larga evolución económica y el último paso de una lucha de clases que debía darse en la política. Creía que era imposible saltarse una de las etapas, la capitalista, que era esencial para crear las condiciones que permitirían el socialismo. Para Plejánov, el paso al socialismo necesitaba una sociedad muy industrializada en un sistema capitalista. El capitalismo debía reducir a la mayoría de los pequeños propietarios y empujar a la mayoría a convertirse en trabajadores, urbanos y agrarios. Estos trabajadores, a su vez, debían eliminar el capitalismo que los había creado. Plejánov consideraba que, en el momento adecuado para el socialismo, los trabajadores ya serían la mayoría de la población. El socialismo se lograría gracias a que los trabajadores tomarían conciencia de sus intereses de clase durante el periodo capitalista. Sin embargo, la tarea de lograr esa conciencia no recaía en los propios trabajadores, sino en los intelectuales socialistas. Estos debían guiar los instintos de cambio de los trabajadores hacia el socialismo. Esa conciencia debía desarrollarse lentamente durante el periodo burgués, una vez eliminada la autocracia y obtenidas las libertades que permitirían a los trabajadores organizarse y defender sus derechos. A diferencia de Lenin, Plejánov no consideraba que los trabajadores fueran incapaces de desarrollar por sí mismos una conciencia de clase, pero sí creía que los intelectuales podían acelerar este proceso. La lucha por eliminar el gobierno autoritario debía unir temporalmente a los trabajadores con la burguesía. La revolución burguesa debía dar a los trabajadores "la posibilidad de desarrollo político y educación". Su desarrollo y organización en esta etapa les permitiría convertirse en una clase gobernante, que más tarde desplazaría a la burguesía del poder. La debilidad inicial del capitalismo ruso también permitiría una organización temprana de los trabajadores, acelerando la transición de la fase liberal a la socialista.

Plejánov consideraba que los campesinos de ese momento eran pequeños burgueses y conservadores. Creía que querían detener el avance del capitalismo, no para implantar el socialismo, sino para defender su sistema de pequeños propietarios. Por su deseo de detener el progreso capitalista, que Plejánov creía necesario, los campesinos quedaban excluidos de las clases que impulsarían el cambio.

Las ideas de Plejánov sirvieron para formar a toda una generación de personas que buscaban cambios en Rusia. Se sintieron atraídos por el marxismo al ver que sus ideas no solo se aplicaban a Europa occidental, sino también a Rusia.

Desarrollo de la organización
El Grupo para la Emancipación del Trabajo
Pável Axelrod
Vera Zasúlich

La actividad de Plejánov se centró en el Grupo durante sus veinte años de existencia, de 1883 a 1903. A diferencia de la segunda década, en la primera el Grupo representaba casi todo el movimiento socialdemócrata ruso. Fue un tiempo de dificultades, aislamiento y frustración para sus pocos miembros. La represión del gobierno ruso, la creciente indiferencia de los intelectuales y la dificultad para reemplazar a los miembros arrestados dificultaron la expansión del marxismo. A la hostilidad de los populistas rusos se sumó la de los socialdemócratas de Europa occidental, más interesados en acabar con el gobierno autoritario ruso que en establecer la socialdemocracia entre los revolucionarios rusos. A pesar de esto, el Grupo se propuso producir y distribuir literatura marxista. El Grupo quería acabar con la simpatía hacia el populismo y atraer a los intelectuales al marxismo, lo cual era fundamental para enseñar a los trabajadores la conciencia de clase y facilitar su organización. La tarea del Grupo era la difusión de ideas para el cambio.

Archivo:RosalíaLidiaPlejánovEugeniaDécadaDe1890
La familia Plejánov en la década de 1890. De izquierda a derecha: Rosalía Márkovna, Lidia, Gueorgui Plejánov y su otra hija, Eugenia. Las estrecheces de la familia cesaron a partir de 1895, cuando Rosalía pudo comenzar a ejercer la medicina.

Los primeros problemas del Grupo surgieron con la muerte de uno de sus cinco miembros, V. I. Ignátov, por tuberculosis en 1885, y el arresto de Lev Deutsch a mediados de 1884 en Alemania. El primero había aportado la mayoría de los escasos fondos del grupo, mientras que el segundo se había encargado de la administración y los contactos. Su pérdida fue muy grande, ya que ninguno de los miembros restantes —Vera Zasúlich, Pável Axelrod y el propio Plejánov— tenía la capacidad de Deutsch en estas tareas. Plejánov, además, intentaba concentrarse lo más posible en el desarrollo de la teoría política y dejar las tareas de organización a sus compañeros.

Los primeros contactos del Grupo con otros círculos de cambio en Rusia fueron escasos y de corta duración, ya que la policía rusa los desmantelaba sistemáticamente. La lejanía de Rusia, la renuencia a admitir nuevos miembros en el Grupo y la dura crítica de Plejánov a posibles adversarios dificultaban la colaboración con otras organizaciones. Además, la falta de apoyo económico externo llevó a los miembros del Grupo y sus familias a la pobreza. Para sobrevivir, Plejánov tuvo que dar clases particulares a niños de familias rusas adineradas que vivían en Suiza. Axelrod montó una fábrica de kéfir, y Zasúlich aceptó otro trabajo menor. A pesar de esto, las familias de los revolucionarios pasaron serias dificultades. En el caso de Plejánov, la actividad incesante, la poca comida y la falta de sueño lo hicieron enfermar de tuberculosis. Estuvo gravemente enfermo entre 1885 y 1888, pero logró recuperarse parcialmente. Sin embargo, tuvo recaídas, y la enfermedad finalmente lo mató en 1918. Su compañera Rosalía retomó sus planes de ejercer como médico para mantener a la familia, pero solo lo logró a partir de 1895, una vez que obtuvo su título en Suiza.

En 1889, una explosión accidental causada por unos que usaban la violencia en Rusia, que experimentaban con combustible y causó varias muertes, llevó a las autoridades suizas a exigir la salida de Plejánov del país. Se instaló en el pueblo fronterizo francés de Mornex, acompañado de Vera Zasúlich, quien lo siguió para cuidarlo. Tuvo que vivir durante los siguientes cinco años separado de su familia, que permaneció en Suiza y a la que solo pudo visitar ocasionalmente. En 1894, fue expulsado de Francia debido a una campaña de prensa en su contra por sus críticas al acercamiento francés a Rusia. Después de considerar ir a Estados Unidos, finalmente se mudó a Gran Bretaña en el otoño de 1894. Mientras tanto, su tercera hija había muerto en 1893, lo que sumió a Plejánov en una profunda tristeza. En 1889, después del congreso fundacional de la Segunda Internacional Socialista en París, Plejánov viajó a Gran Bretaña para conocer a Engels a través de un conocido mutuo. Plejánov siempre lo trató con gran respeto. Los dos estrecharon relaciones después de que Plejánov se instalara en Gran Bretaña, expulsado de Francia, hasta su regreso a Ginebra a finales de 1894. Ese mismo año, meses antes de morir, Engels permitió al Grupo reeditar su obra crítica con Tkachov y los populistas.

A finales de la década de 1880 y principios de la siguiente, los trabajos del Grupo, y especialmente los de Plejánov, comenzaron a tener mayor influencia entre los que buscaban cambios en Rusia. La nueva actividad de los intelectuales rusos, impulsada en parte por la mala gestión del gobierno durante la hambruna de 1891, favoreció a los socialdemócratas. Figuras importantes de la política (Lenin, Yuli Mártov, Piotr Struve), la economía (Mijaíl Tugán-Baranovski), la filosofía (Serguéi Bulgákov) o la literatura (Máximo Gorki) se sintieron atraídas por el marxismo. El gobierno ruso, deseoso de que los marxistas desacreditaran a los populistas (considerados la oposición más peligrosa), permitió la multiplicación de las publicaciones socialdemócratas en Rusia. Esto llevó a una gran expansión de su actividad e influencia. Plejánov tuvo un papel destacado en la expansión socialdemócrata en Rusia y comenzó a publicar, aunque con diversos seudónimos para evitar la censura. Tuvo un impacto especial su obra Acerca del desarrollo de la concepción monista de la historia (1895), que influyó mucho en los intelectuales de la época. Ya en 1892, había aconsejado no limitarse a la propaganda en círculos pequeños, sino expandir la actividad socialdemócrata entre los trabajadores a través de la agitación relacionada con cuestiones económicas, lo que tuvo mucho éxito.

El Grupo aumentó considerablemente su influencia y sus contactos con grupos de cambio en Rusia. En 1893, los socialdemócratas de San Petersburgo de Yuli Mártov pidieron al Grupo que los representara en el congreso de la Internacional Socialista de ese año en Zúrich. Al año siguiente, comenzó el periodo de mayor tolerancia de las autoridades rusas hacia los socialdemócratas y el crecimiento acelerado de sus organizaciones. El Grupo aconsejó la formación de un partido político.

Oposición a nuevas ideas

Las corrientes «heterodoxas»
Eduard Bernstein, el principal ideólogo de la corriente revisionista, rechazada con vehemencia por Plejánov desde 1898.
Serguéi Nikoláyevich Prokopóvich, uno de los más destacados miembros de la corriente economicista rusa, que Plejánov atacó con dureza.

A finales del siglo XIX, surgieron dos corrientes socialistas que proponían abandonar la idea de una revolución violenta para lograr el socialismo a través de reformas: el revisionismo y el economicismo. El principal impulsor del revisionismo fue el socialdemócrata alemán Eduard Bernstein. Él proponía un socialismo práctico que dejara de lado la retórica revolucionaria y avanzara hacia el socialismo mediante la actividad política en el parlamento y la acción de los sindicatos. Esta posición estaba más cerca de la experiencia de los trabajadores y se alejaba de la teoría de los ideólogos socialistas. La aparición de la teoría de Bernstein causó una fuerte impresión en Plejánov y Axelrod, quienes se opusieron a ella. Ambos admitieron que parte de los argumentos de Bernstein eran ciertos, pero se opusieron a sus conclusiones. Plejánov trató de refutar duramente sus posiciones a partir de agosto de 1898. Para Plejánov, la teoría de Bernstein era completamente incompatible con la socialdemocracia y la combatió con vehemencia, llamándola "traición al marxismo". Los esfuerzos de Plejánov y las condenas a la postura de Bernstein no acabaron con esta corriente. Incapaz de aceptar que las corrientes revisionista y fabiana se debían a la mentalidad "oportunista" de los trabajadores, Plejánov culpó a los intelectuales de las nuevas corrientes. Para Plejánov, la actitud de estos mostraba dudas en su tarea de difundir el socialismo y había provocado que los trabajadores se conformaran con el capitalismo reformado. La controversia con estas corrientes reformistas acentuó la tendencia de Plejánov a preferir un control centralizado y estricto, y tuvo importantes consecuencias en la evolución del socialismo ruso. De él escribió Lenin en 1908: "Plejánov fue el único marxista en la socialdemocracia internacional que criticó desde el punto de vista del materialismo dialéctico consecuente aquellas increíbles tonterías acumuladas por los revisionistas".

En Rusia, el economicismo surgió al mismo tiempo que el revisionismo en Alemania. Su aparición fue una consecuencia del crecimiento del movimiento socialista en Rusia y su creciente inclusión de elementos de la clase trabajadora, más interesados en asuntos económicos que en objetivos políticos. Plejánov no atacó a los economicistas hasta dos años después de su surgimiento, en 1900, porque estaba concentrado en refutar las ideas de los revisionistas. Para Plejánov, esta última corriente era simplemente una variante rusa de la alemana, que amenazaba sus esfuerzos para crear un partido socialdemócrata basado en el marxismo. Plejánov consideraba que ambas corrientes subestimaban la importancia de los intelectuales en el movimiento socialista. El hecho de que los líderes de la nueva corriente tuvieran un largo historial de conflictos con el Grupo acentuó el enfrentamiento. El principal ataque de Plejánov a los economicistas llegó con su publicación del Vademécum en marzo de 1900. El mes siguiente, el Grupo abandonó su asociación con la Unión de Socialdemócratas Rusos, que agrupaba a parte de los economicistas. El mes siguiente, formó una nueva organización afín y fomentó la polarización entre partidarios y opositores de las ideas economicistas. La crítica de Plejánov a los economicistas fue muy dura, pues consideraba que estaban dividiendo a la socialdemocracia. Percibía la controversia como similar a la anterior con los populistas: un nuevo desprecio al aspecto político de la tarea de cambio frente a los económicos. Según Plejánov, la nueva corriente abandonaba su tarea de fomentar la conciencia de clase entre los trabajadores y se limitaba a tratar de alcanzar objetivos económicos, a menudo locales, perdiendo de vista los políticos y la visión global del movimiento socialdemócrata:

No nos rebelamos contra la agitación basada en la economía, sino contra aquellos agitadores que no saben aprovechar los conflictos económicos de los trabajadores con los empresarios para desarrollar la conciencia política de los trabajadores.
Archivo:Iskra 12-1900
Número de diciembre de 1900 del periódico Iskra, editado en colaboración entre el Grupo y Lenin, Mártov y Potrésov. Plejánov logró que la línea editorial no fuese conciliadora con las nuevas corrientes socialdemócratas y logró obtener para sí dos votos en la junta editorial, más que ningún otro de sus compañeros editores.

Para Plejánov, los economicistas perdían de vista el objetivo final del movimiento al concentrarse demasiado en las tareas inmediatas. En lugar de inculcar y fomentar la conciencia de clase entre los trabajadores, misión crucial de los intelectuales para Plejánov, los economicistas se limitaban a adaptarse a las necesidades y deseos de los propios trabajadores, que aún no eran conscientes de lo que él consideraba sus verdaderos intereses. Como poseedores del conocimiento de las leyes históricas que, según las ideas marxistas, conducían inevitablemente al socialismo a través de su dominio de la teoría, los intelectuales eran para Plejánov los transmisores de este conocimiento a los trabajadores. Los economicistas parecían abandonar esta tarea para convertirse en simples ayudantes de los sindicatos obreros. No dudó en publicar cartas privadas y en atacar personalmente a sus adversarios en la disputa. Considerando que las opiniones de los economicistas eran completamente erróneas, se opuso a cualquier tipo de acuerdo con ellos y abogó por su expulsión de las organizaciones socialdemócratas.

Después de su liberación, Lenin, Mártov y Potrésov habían decidido fundar una nueva publicación que uniera a las diversas organizaciones y solicitaron el apoyo del Grupo. En agosto, Lenin tuvo una fuerte discusión con Plejánov. Plejánov rechazó la tolerancia hacia las demás corrientes y grupos socialdemócratas. En esa discusión, Plejánov mostró su condescendencia y vanidad en su trato a Lenin. Sin embargo, Lenin terminó reconociendo más tarde lo acertado de la posición de Plejánov. La disputa con los economicistas y revisionistas había radicalizado a Plejánov, quien se oponía a cualquier tolerancia y había acentuado su preferencia por un control centralizado y estricto. Plejánov consideraba que sus opiniones y las de sus partidarios eran correctas e indiscutibles. La actitud conciliadora con los que Plejánov creía que debían ser expulsados por defender posiciones que consideraba erróneas lo enfureció. Finalmente, la nueva publicación, Iskra (La chispa), se fundó en diciembre de 1900. Plejánov obtuvo importantes concesiones: aunque la junta editorial estaba formada por los tres miembros del Grupo, Lenin, Mártov y Potrésov, en las votaciones Plejánov tenía dos votos. En caso de desacuerdo entre los seis miembros, las opiniones de los miembros del Grupo debían aparecer en la publicación sin modificación. Una segunda publicación filosófica y teórica, Zariá (El amanecer), quedó en la práctica en manos de Plejánov. Los estatutos de la publicación eliminaban los elementos conciliadores propuestos originalmente por Lenin y se ajustaban a la defensa de la supuesta ortodoxia según los deseos de Plejánov. Pronto, la relación entre Plejánov y Lenin, encargado de la dirección editorial desde Múnich, volvió a mejorar. Plejánov mostró su admiración por la eficiencia y seriedad de Lenin en esta tarea.

El partido: su formación y división

Relación con Lenin

Archivo:VladimirUlyanovLenin2
Lenin tras su exilio en Siberia, en el periodo de colaboración con los integrantes del Grupo para la Emancipación del Trabajo en Iskra. Los roces con Plejánov se fueron sucediendo, intercalados entre otros de estrecha colaboración hasta la ruptura entre ambos después del Segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso.

Plejánov, satisfecho por la dura crítica de Lenin en su obra ¿Qué hacer? a los economicistas y revisionistas, no expresó dudas en el momento de su publicación en 1902 sobre el criterio de organización del partido que Lenin reflejó en la obra. Lenin exponía su preferencia por un partido pequeño, disciplinado, secreto, formado por personas dedicadas a la causa con gran conocimiento de la teoría política. Aunque abierto a los trabajadores con mayor conciencia de clase, la estructura propuesta por Lenin excluía del partido a la mayoría de los trabajadores, considerados aún demasiado "primitivos" para formar parte de él. La diferencia entre Lenin y Plejánov en la obra era más de detalle que de fondo: ambos defendían con vehemencia lo que consideraban la forma correcta del marxismo, se oponían a las demás corrientes, y Lenin simplemente hacía más énfasis en la necesidad de tener una conciencia de clase desarrollada para pertenecer al nuevo partido. En aquel momento, cuando el partido solo existía de nombre, las pocas diferencias sobre su organización no alarmaron a Plejánov.

Ese mismo año, los roces entre Plejánov y Lenin se debieron no a desacuerdos sobre la estructura del partido, sino a la redacción del proyecto de programa, que Plejánov presentó a principios de año a petición de Lenin. Las críticas de Lenin y Mártov hicieron que Plejánov retirara su propuesta y criticara duramente la contrapropuesta de Lenin. Las diferencias entre ambos amenazaron con disolver la asociación de Iskra. Una vez que las desavenencias parecían haberse calmado, una nueva crítica dura de Plejánov a la sección sobre política agraria volvió a desatar el enfrentamiento. Finalmente, Axelrod y Zasúlich lograron que Plejánov se disculpara ante Lenin. Gracias a la actitud conciliadora de Lenin, el consenso volvió al grupo, aunque el incidente mostró de nuevo el creciente desacuerdo entre sus miembros.

El segundo congreso del partido

Plejánov abrió y presidió el Segundo congreso del partido, que comenzó en Bruselas en julio de 1903. El objetivo del congreso era crear el partido político socialdemócrata, que solo existía de nombre, y aprobar su programa y sus reglas de organización. Los miembros de Iskra habían intentado asegurarse de que la mayoría de los delegados fueran favorables a sus propuestas. Los intentos de la oposición, minoritaria, de separar a Plejánov y a Lenin no tuvieron éxito. A pesar de las dudas de algunos editores de Iskra, Plejánov mantuvo su apoyo a Lenin para mantener la unidad frente a los economicistas. Plejánov también apoyó la idea de un partido centralizado, que permitiría al comité central intervenir en las organizaciones que ingresaran en el partido.

En la gran disputa que llevó a la división entre bolcheviques y mencheviques, Plejánov apoyó con decisión la propuesta de Lenin, que fue derrotada: la de admitir en el partido solo a aquellos dispuestos a participar activamente en sus organizaciones, sin permitir el ingreso a los simpatizantes. Según Plejánov, la propuesta de Lenin debía evitar que el partido admitiera a elementos oportunistas y no significaba que el nivel de conocimientos de la teoría marxista que Lenin requeriría excluiría del partido a la mayoría de los obreros. La propuesta de Lenin debía, a ojos de Plejánov, evitar la entrada en el partido de aquellos intelectuales incapaces de someterse a la disciplina del partido y llenos de "individualismo burgués", y así fortalecer la formación. Una vez lograda una pequeña mayoría por la retirada de algunos delegados, Lenin procedió a tomar el control de los órganos del partido. Alegando una mejora en la gestión de Iskra, Lenin propuso reducir la junta editorial a Plejánov, Mártov y él mismo, lo que le habría dado el control en alianza con Plejánov. Mártov se negó a aceptarlo, y el congreso dejó el control de la publicación, convertida en órgano oficial del partido, en manos de Plejánov y Lenin como coeditores. El congreso terminó con el control de las instituciones del partido por los bolcheviques, y Plejánov había apoyado a estos en las votaciones. También había sido nombrado presidente de la junta del partido y se mantuvo como editor de Iskra junto a Lenin. En una famosa intervención que lamentaría más tarde, afirmó la importancia del interés de la revolución, juzgada por el partido, por encima de cualquier principio democrático. Plejánov consideraba al partido infalible respecto de la revolución como portador de la conciencia socialista y, por tanto, legitimado para corregir posibles elecciones "equivocadas" por parte del pueblo. Su preferencia por un control centralizado y estricto, y la influencia de su oposición a las corrientes surgidas a finales del siglo XIX, lo habían llevado a situarse cerca de los bolcheviques y a acentuar su tendencia al centralismo en el partido.

Distanciamiento de Lenin y mediación

Plejánov siguió apoyando a Lenin en el congreso de la Liga Extranjera de la Socialdemocracia Revolucionaria. Sin embargo, la creciente intransigencia de Lenin hacia sus adversarios desagradaba cada vez más a Plejánov, quien deseaba evitar la división del partido recién formado. Plejánov comenzó a abogar por la tolerancia mutua para evitar la división. En octubre de 1903, decidió renunciar a la junta editorial de Iskra. Pero Lenin, para no parecer que lo forzaba, decidió renunciar él mismo. Inmediatamente, Plejánov volvió a incluir en la junta a los antiguos editores excluidos en el congreso. Este cambio también añadió automáticamente a Axelrod y a Mártov a la junta del partido. El cambio de Plejánov privó a Lenin del control de la junta. Los intentos de mediación de Plejánov entre las facciones fracasaron. Su cambio de actitud hacia Lenin, después de su cercanía durante el congreso del partido, sin embargo, dañó el prestigio de Plejánov.

Plejánov comenzó a criticar cada vez más duramente a Lenin, no solo en asuntos de organización, sino también en los teóricos y tácticos. Su intransigencia podía debilitar al partido al privarlo de apoyos, y su insistencia en un centralismo y una forma de pensar estricta podían ser excesivos. Según Plejánov, simplemente llamando a los que no estaban de acuerdo "oportunistas" o "revisionistas", "los duros están dispuestos a excluir alegremente del partido una categoría tras otra de camaradas como se despoja hoja por hoja una alcachofa". En una crítica anterior a otra similar de Trotski, Plejánov describió el posible carácter del partido si este seguía las directrices de Lenin:

Imagine que el comité central que todos reconocemos poseyese el derecho de «liquidar» que aún debatimos. Esto es lo que sucedería: al acercarse la fecha de un congreso, el comité central «liquidaría» a los elementos que no lo satisficiesen, elegiría en todas partes a sus criaturas y, colmando todos los comités con ellas, se aseguraría sin dificultad una mayoría sumisa en el congreso. El congreso, formado por criaturas del comité central, lanza vivas a este, aprueba todas sus acciones, exitosas o fallidas, y aplaude todos sus planes e iniciativas. No habría entonces en realidad mayorías ni minorías en el partido, ya que habríamos alcanzado el ideal de los shah de Persia.

Para Plejánov, los bolcheviques "confunden evidentemente el control del gobierno por los trabajadores con el control sobre los trabajadores". Favorecía el control del Estado por los trabajadores como clase, pero no por una minoría que dijera representarlos. Rechazó lo que consideraba una excesiva importancia leninista de los intelectuales, a quienes parecía considerar como los únicos poseedores de la conciencia socialista, de la que las masas, con tendencias oportunistas, carecían. Esto llevaba, según Plejánov, a que el partido quedara reducido a los intelectuales que simplemente utilizarían a las masas para lograr sus objetivos ideológicos. En oposición a esto, Plejánov proponía un traspaso gradual del control del partido a los trabajadores, una vez que estos hubieran adquirido conciencia de clase, lo que pondría fin al periodo de "tutela" de los intelectuales.

A mediados de 1905, para intentar presionar a mencheviques y bolcheviques para que se reconciliaran y unificaran el partido, Plejánov renunció a su puesto en Iskra y a la junta del partido. En 1906, se celebró el IV Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia que unificó aparentemente el partido, pero la unidad no era real dadas las diferencias entre las corrientes, y los intentos de Plejánov de mantenerla fracasaron. A partir de 1905, comenzó a criticar con más dureza a los mencheviques, a quienes creía que, por temor a ser tildados de oportunistas, sostenían una postura demasiado radical. Convencido de la necesidad de extender la conciencia de clase entre las masas, se opuso al boicot de las elecciones a la Primera Duma y defendió el trabajo de los obreros en sindicatos y campañas electorales, que debían fomentarla. Sus intentos de recabar el apoyo de destacadas figuras marxistas internacionales a favor de su postura de cooperación vigilante con la burguesía resultaron un fracaso total. Kautsky apoyó a los bolcheviques en su análisis de la situación en Rusia. Opuesto a cualquier cambio a pesar de los hechos de la revolución que cuestionaban sus teorías o de la oposición de aquellos cuya opinión valoraba, Plejánov se mostró muy apegado a sus ideas y fue incapaz de adaptarse a la realidad.

La revolución de 1905

Plejánov estaba gravemente enfermo cuando estalló la Revolución rusa de 1905 y no viajó a Rusia. Desde 1895, se encontraba de nuevo en Ginebra, donde las autoridades suizas le permitieron regresar. Allí, una vez que su esposa pudo finalmente ejercer la medicina, la familia vivía más cómodamente. Desde entonces, sus costumbres apenas habían variado: trabajaba en su estudio de ocho de la mañana a seis de la tarde, sin permitir interrupciones, paraba para descansar brevemente, cenar y dar un paseo, recibía visitas y luego solía trabajar varias horas más por la noche. Sus estudios, además de la política, abarcaban la literatura, la etnografía o el arte. Siempre acompañado por un libro, un cuaderno de notas y un lápiz, realizaba largos paseos y era una figura habitual en la zona universitaria de Ginebra.

Archivo:CongresoDeLaInternacionalSocialistaEnAmsterdamEn1904
Plejánov, en el centro, junto con otros delegados de la conferencia de la Internacional Socialista en Ámsterdam en 1904. Plejánov era para entonces una destacada figura del socialismo internacional.

Plejánov mantuvo una actitud de apoyo a la unión de los trabajadores de todos los países en la Guerra ruso-japonesa. Estaba a favor de la revolución y la derrota del gobierno autoritario ruso en el conflicto. En el congreso de la Internacional de agosto de 1904 en Ámsterdam, mostró su solidaridad con el representante japonés Sen Katayama. La necesidad de acabar con el gobierno autoritario ruso para facilitar el avance del socialismo hizo que Plejánov redoblara sus esfuerzos para recomponer la unidad interna del POSDR. Temía que las divisiones internas no le permitieran desempeñar el papel importante que le otorgaba en la inminente revolución. Publicó su actitud hacia la contienda en su obra Patriotismo y socialismo, en la que defendió la solidaridad de los trabajadores y negó el patriotismo de estos. Creía que los trabajadores estaban más unidos entre sí, a pesar de sus diferentes nacionalidades, que con las demás clases sociales de su propio país. Los intereses de la humanidad en general, según Plejánov, debían estar por encima de los de la nación. Con el objetivo de la revolución siempre presente, los socialistas debían apoyar al país en guerra que pareciera favorecer el avance hacia el socialismo.

Archivo:LidiaPlejánovRosalíaEugeniaLevDeichEnGinebraEn1907
La familia Plejánov y Lev Deich en Ginebra en 1907. Para entonces la familia llevaba una vida relativamente acomodada que chocaba a los que visitaban a Plejánov, ya una figura legendaria del movimiento revolucionario ruso.

Convertido en una figura respetada del socialismo internacional, era considerado un "monumento vivo" al que numerosos rusos en el extranjero acudían a visitar. Esperando encontrarse con el arquetipo del revolucionario, muchos se sorprendían al ver la vida cómoda que Plejánov llevaba una vez pasados los largos años de pobreza: la familia ocupaba un apartamento con criada y pasaba los inviernos en la riviera italiana por la tuberculosis de Plejánov. Sus hijas habían estudiado en colegios europeos, y el propio Plejánov siempre iba bien vestido.

Una vez que se recuperó lo suficiente para viajar, las circunstancias en Rusia habían empeorado para los que buscaban cambios, y se le aconsejó no regresar. La imposibilidad de ir a Rusia durante la revolución afectó a Plejánov, quien confesó a su esposa que se sentía "como si hubiera abandonado el campo de batalla". Este sentimiento lo llevó en 1917 a ir a Rusia, incluso si su enfermedad lo llevaba a la muerte, antes que volver a estar ausente durante la revolución.

La teoría de Plejánov y la debilidad de la burguesía rusa hacían necesaria la intervención de los trabajadores para acabar con el gobierno autoritario. Pero esto presentaba un problema: los trabajadores tenían que enfrentarse al gobierno no para obtener el poder para sí mismos, sino para la burguesía, su "enemigo de clase". El periodo de dominio burgués, necesario según su teoría para la organización y concienciación de los trabajadores, también conllevaba el peligro de desilusión. Su apoyo a la colaboración de socialistas y burgueses contra el gobierno autoritario, incluso a pesar del creciente conservadurismo de los liberales, hizo que Plejánov se encontrara entre las posturas más conservadoras del POSDR. Fue rechazado por los bolcheviques, que lo acusaban de oportunista, y por los mencheviques, que desconfiaban de la colaboración con la burguesía. Se mostró incapaz de aceptar la dificultad y de proponer alternativas al problema de encontrar una táctica que aumentara la actividad de los trabajadores a favor de sus intereses y lograra a la vez la alianza de la burguesía. La necesidad de lograr la revolución burguesa, imprescindible según sus principios para la posterior socialista, llevaba a Plejánov a intentar moderar la conciencia de clase y el antagonismo con la burguesía que había intentado inculcar toda su vida. Su posición, sin embargo, recibió cada vez menos apoyo, y su intento de recabar el apoyo del socialismo internacional fracasó.

La relación entre los intelectuales, inclinados a la teoría, y los trabajadores, que podían no seguir los objetivos planteados por los teóricos socialdemócratas, también presentaba un problema en la teoría de Plejánov. De forma intermitente, Plejánov también mostró tendencias a preferir un control centralizado y estricto, atribuyendo gran importancia al grupo de elegidos con mayor conciencia marxista.

Las tácticas bolcheviques y la mayoría de las mencheviques (cercanas a la teoría de la revolución permanente de Trotski), fueron analizadas y criticadas por Plejánov tras el fracaso de la revolución. Apoyó la colaboración con los liberales que defendían nuevamente la mayoría de los mencheviques y el trabajo en las organizaciones legales, que debían servir para aumentar la conciencia de clase entre los trabajadores. Pero volvió a distanciarse de la mayoría de ellos en las posteriores disputas sobre la necesidad de acabar con la organización y actividades secretas.

Últimos años y fallecimiento

Su negativa a cambiar o adaptar las teorías que había desarrollado durante décadas, a pesar de los cambios en la situación rusa, hizo que la última década después de la revolución de 1905 fuera poco productiva en aportaciones políticas para Plejánov. Sus intentos de reconciliar a las facciones del partido apenas recibieron apoyos y fracasaron. En 1912, el partido quedó formalmente dividido en dos, aunque Plejánov siguió intentando lograr la reconciliación. Poco antes del estallido de la guerra mundial, fundó, junto con un reducido número de partidarios, una nueva organización en torno a una nueva publicación, Unidad.

En la disputa sobre el "liquidacionismo" —la defensa de la necesidad de disolver el partido y las acciones secretas para concentrar las actividades de los socialistas en tareas legales—, se opuso a quienes favorecían esta posición, que consideraba contraria a la revolución. Dada la influencia de esta corriente entre los mencheviques, la oposición de Plejánov lo llevó a un aislamiento de la mayoría de la facción, acercándolo de nuevo parcialmente a los bolcheviques. Su relación anterior con Axelrod, muy cercana hasta el segundo congreso del partido, se vio profundamente afectada por las duras críticas de Plejánov y el uso de sus cartas privadas en la controversia. Sus esfuerzos por reunificar las facciones y su oposición a las tácticas de los bolcheviques, sin embargo, lo separaban de Lenin. En la práctica, el mantenimiento por Plejánov de las ideas que había desarrollado como miembro del Grupo para la Emancipación del Trabajo lo alejaron tanto de mencheviques como de bolcheviques.

Entre 1908 y 1914, e incluso una vez comenzada la Primera Guerra Mundial, la actividad de Plejánov pasó a otros campos como la literatura, el arte, la filosofía o la historia, y se dedicó cada vez menos a la política. En 1909, su interés por la historia, siempre intenso, se acentuó, y comenzó a escribir su Historia del pensamiento social ruso, que dejó inacabada a su muerte. Plejánov no era solo un destacado teórico político, sino que se le considera uno de los autores rusos más talentosos, cultos e influyentes de su época.

La Primera Guerra Mundial: del internacionalismo al apoyo a la defensa nacional

Archivo:Russian poster WWI 078
Cartel de propaganda bélica rusa de 1916. Plejánov abandonó su anterior internacionalismo y oposición frontal a la guerra para adoptar una postura defensista favorable a la Triple Entente.

Después de que Austria-Hungría declarara la guerra a Serbia, Plejánov fue de París a Bruselas, donde se iba a celebrar una reunión extraordinaria del Buró Socialista Internacional. En esta reunión, los socialistas austrohúngaros no quisieron oponerse a los deseos de guerra de su gobierno. Sin embargo, los representantes alemanes y franceses mantuvieron la postura de unión de los trabajadores de todos los países y de oposición a la guerra que la Internacional había sostenido desde principios de siglo. Tras el asesinato de Jean Jaurès poco después, su sucesor al frente del partido socialista francés, Jules Guesde, viejo amigo de Plejánov, abandonó la idea de unión internacional. Anunció su disposición a votar a favor de los fondos de guerra solicitados por el gobierno francés y más tarde entró en el Consejo de Ministros. Por su parte, los socialdemócratas alemanes acataron la orden de su gobierno de acabar con las manifestaciones y votaron a favor de los fondos de guerra el día del ultimátum alemán a Bélgica.

Los cambios de actitud de los socialistas europeos coincidieron con los de Plejánov: de una oposición a la guerra, este pasó a defender la victoria de la Entente y la derrota alemana. Para Plejánov, que estaba en Francia cuando estalló el conflicto mundial, este país representaba la causa del progreso, mientras que Alemania era la nación que encarnaba el imperialismo y el militarismo. Consideraba a los Imperios Centrales culpables del conflicto y la defensa de la Triple Entente como la simple defensa del agredido. Las acciones del SPD también le causaron una profunda desilusión. Después de cuarenta años de oposición al gobierno zarista, Plejánov pasó a defenderlo y a participar en el reclutamiento de voluntarios rusos para el frente francés. También abogó por el voto favorable de los diputados socialistas de la Duma a los fondos de guerra, a diferencia de otros socialistas más moderados que también apoyaban la defensa nacional. Su actitud hacia el gobierno zarista fue extremadamente moderada. Adoptó una posición de apoyo a la defensa nacional que causó asombro y tristeza entre sus seguidores. Su posición lo llevó a la extrema derecha del partido y lo aisló prácticamente de todos sus antiguos compañeros. Su evolución hacia la postura de los revisionistas y su adopción del derecho de defensa de la patria se vio acompañada en el aspecto filosófico por el acercamiento a Emmanuel Kant, a quien antes había criticado duramente. Las opiniones de Plejánov quedaron reflejadas en la nueva publicación La llamada, impresa en París, que reunió a diversos socialdemócratas y socialrevolucionarios de los sectores más conservadores.

Incluso con el crecimiento de la oposición a la guerra en Rusia, Plejánov no cambió de actitud. En cambio, trató de frenar el cambio y reforzar la defensa del país. Temía que una posible revolución trajera desorden y perjudicara el desempeño de Rusia en la guerra. Con la burguesía rusa opuesta a cualquier idea de cambio, una posible revolución no podría ajustarse a las premisas de Plejánov de un paso al socialismo en dos etapas con una primera fase burguesa. Una toma del poder por los socialistas le parecía la peor posibilidad para la clase trabajadora. Plejánov prefería una victoria rusa que, aunque reforzaría el gobierno autoritario, debía permitir, según su análisis, el desarrollo económico del país, necesario para la evolución hacia el socialismo. Se opuso a las resoluciones de las conferencias de Zimmerwald y Kienthal, en las que no participó.

La posición de Plejánov ante la guerra recibió poco apoyo en Rusia, lo aisló políticamente y anuló su influencia en el país. Esta impotencia para controlar los acontecimientos y el alejamiento de sus antiguos compañeros afectó a Plejánov. Ya en 1916, un antiguo seguidor lo describió como herido y abatido por la situación. Lenin lo acusó de "social-chovinista" (alguien que apoya la guerra de su propio país, incluso si es imperialista) en sus Tesis de abril.

Periodo de cambios y fallecimiento

Archivo:PlekhanovAbril1917
Plejánov en Petrogrado en abril de 1917. Enfermo, sostuvo posiciones conciliadoras con la burguesía que lo alejaron de la mayoría de los socialistas; su influencia en el periodo interrevolucionario fue escasa.

La noticia de la Revolución de Febrero de 1917 y el fin de la monarquía en Rusia le llegó a Plejánov mientras estaba en el balneario fundado por su esposa en San Remo. Al principio, no consideró necesario dejar su trabajo en La historia del pensamiento social ruso y regresar a Rusia. Pronto cambió de idea, considerando que la revolución parecía haber logrado la cooperación entre socialistas y burgueses que él había predicho como necesaria en la primera fase revolucionaria. Ocho días después de la renuncia del zar, el matrimonio Plejánov partió de San Remo hacia Rusia, a pesar del riesgo para la salud de Plejánov, cuya tuberculosis se había agravado. Decidido a no estar ausente de Rusia en esta segunda revolución, Plejánov insistió en continuar el viaje a pesar de un fuerte resfriado.

Las autoridades británicas le facilitaron el regreso, confiando en que su presencia en Rusia sirviera para recuperar el vigor del esfuerzo bélico ruso. Llegó a Petrogrado el 13 de abril de 1917 junto con una delegación de socialistas de la Entente. Una gran multitud lo recibió en la Estación Finlyandsky, donde lo esperaban también algunos de sus partidarios y Nikolái Chkheidze como representante del Sóviet de Petrogrado.

Archivo:Membres du Soviet de Petrograd (1917)
Miembros del Sóviet de Petrogrado (1917). Plejánov el tercero a la izquierda en primera fila.

Al principio, los líderes socialistas moderados que controlaban los sóviets (consejos) coincidieron con Plejánov en la necesidad de colaborar con el Gobierno provisional liberal. Sin embargo, se opusieron a su fuerte apoyo a la defensa nacional y a su crítica de la Orden número 1. El clamor popular entre las tropas a favor de la paz hacía imposible que el Sóviet de Petrogrado adoptara la posición de Plejánov. Contrario a las ocupaciones de tierras por parte de los campesinos, rechazó el llamado del Primer congreso de los soviets campesinos a nacionalizar la tierra y defendió la compensación a los terratenientes expropiados. A los obreros también les aconsejó moderación para mantener la unidad nacional, intentando en todo momento reducir la lucha de clases que había defendido toda su vida. Sus intentos no lograron frenar la radicalización popular que se produjo a lo largo de 1917. Favorable a la coalición social-burguesa, apoyó los Gobiernos de coalición, temió por su continuidad en la crisis de julio y defendió la moderación de las masas para lograr el establecimiento de la democracia burguesa que creía necesaria antes del paso al socialismo. Su oposición a la postura de Lenin fue total. En su intento por detener el acercamiento de la población a los bolcheviques, dio crédito a los rumores sobre la relación de Lenin con los alemanes durante las Jornadas de Julio, los acusó de anarquistas y demagogos, y defendió la represión de Kérenski después de las Jornadas. A los socialistas moderados los criticó por su supuesta falta de firmeza hacia los bolcheviques.

Su oposición a los moderados y a los bolcheviques le hizo perder rápidamente el prestigio y la influencia entre los que buscaban cambios. No participó en las actividades de los soviets y rechazó un puesto en el Comité Ejecutivo Central (VTsIK) cuando los miembros se negaron a darle dos puestos en él. La desconfianza de los moderados se manifestó en el veto del Comité Ejecutivo a la candidatura de Plejánov como ministro en los gabinetes formados en mayo y julio. Sin un puesto en los soviets ni en el Gobierno provisional, Plejánov tuvo que conformarse con la presidencia de una comisión gubernamental para mejorar las condiciones de los trabajadores ferroviarios, un puesto secundario. Sin la confianza de los socialistas moderados, se le consideraba cada vez más un kadete (miembro de un partido liberal), ya que sus opiniones apenas se distinguían de las de estos. Alejado de sus antiguos compañeros socialistas, recibió elogios de los liberales. Opuesto al golpe de Kornílov, este, sin embargo, consideró la posibilidad de incluirlo en su Gobierno.

Criticó desde las páginas de Yedinstvo la Revolución de Octubre, que consideró que fracasaría en imponer un régimen socialista. Creía que los trabajadores no constituían la mayoría necesaria de la población, que los campesinos no estaban interesados en el socialismo sino en obtener la posesión de la tierra, y que la revolución en Alemania no se produciría. Todo esto, según él, conduciría a una guerra civil y a la pérdida de lo ganado desde la Revolución de Febrero. Pocos días después, la publicación fue prohibida por las nuevas autoridades y, tras aparecer con otro nombre un par de números, fue definitivamente suprimida. Pocos días después de la toma del poder por Lenin y sus seguidores, un grupo de soldados y marinos irrumpió en su casa de las afueras de Petrogrado en busca de armas, sin reconocerlo. Temiendo por su vida tras la campaña de desprestigio en su contra, no reveló su identidad al grupo. Días después, el nuevo Gobierno (Sovnarkom) promulgó un decreto para protegerlo. Para entonces, su esposa había decidido trasladarlo al hospital de la Cruz Roja francesa de la capital y, en enero de 1918, tras el asesinato de dos exministros en el mismo a manos de un grupo de soldados y marinos, a un sanatorio de Terijoki (entonces Finlandia), donde residió hasta su muerte pocos meses más tarde.

Archivo:Literator Bridges Grave Plekhanov
La tumba de Plejánov en el Cementerio Vólkovo.
Archivo:Памятник Плеханову и дом-музей Плеханова
Casa de Plejánov en Lípetsk durante su exilio.

Lúcido, aunque ya muy enfermo, se sentía desilusionado por los acontecimientos. Murió el 30 de mayo de 1918 a la edad de 61 años por tuberculosis. Su cuerpo fue trasladado a Petrogrado, donde estuvo expuesto durante varios días y fue honrado por la multitud que, sin embargo, no lo había apoyado en vida. En su funeral, se le pidió a Nicolas Slonimsky que tocara el piano y eligió una marcha fúnebre de Beethoven. Fue enterrado en el Cementerio Vólkovskoe o Vólkovo, en el sector llamado Literátorskie mostkí (Литераторские мостки), cerca de su familiar Visarión Belinski.

Legado

Archivo:Stamp of USSR 1998
Sello soviético de 1956 para el 100 aniversario del nacimiento de Plejánov.

Plejánov es recordado como un importante y pionero pensador marxista ruso. Durante su vida, Plejánov escribió mucho sobre el materialismo histórico y el papel de las personas en la historia. Plejánov siempre insistió en que el marxismo era una doctrina materialista y que Rusia tendría que pasar por una etapa de desarrollo capitalista antes de convertirse en socialista. También escribió sobre la relación entre la base y la superestructura, el papel de las ideologías y el papel del arte en la sociedad humana.

Plejánov y Lenin no estaban de acuerdo en términos de participación en la acción política, así como en la orientación directa a la clase trabajadora. A pesar de estos desacuerdos, Lenin consideraba a Plejánov un filósofo sobresaliente y escribió en 1921 que:

"Es imposible convertirse en un comunista inteligente y genuino sin estudiar, precisamente estudiar, todo lo que Plejánov ha escrito sobre filosofía, pues lo que ha escrito es lo mejor que se puede encontrar en toda la literatura internacional sobre el marxismo".

Los comunistas soviéticos también apreciaron su memoria y dieron su nombre a la Universidad Rusa de Economía Plejánov y al Instituto Estatal de Minería de San Petersburgo G. V. Plejánov. Una estatua suya fue erigida en 1925 en San Petersburgo.

Obras

  • Socialismo y la lucha política, 1883.
  • El anarquismo y el socialismo, 1894
  • La concepción monista de la historia, 1895.
  • Esbozos de historia del materialismo, 1896.
  • La concepción materialista de la historia, 1897.
  • El papel del individuo en la historia, 1898.
  • Contra el Anarquismo, 1895.
  • Las cuestiones fundamentales del marxismo, 1907.
  • Materialismo militante, 1907.
  • Cartas sin dirección, 1899-1906.
  • El arte y la vida social, 1912.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Georgi Plekhanov Facts for Kids

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Gueorgui Plejánov para Niños. Enciclopedia Kiddle.