Yuli Mártov para niños
Datos para niños Yuli Mártov |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Yuli Ósipovich Zederbaum, en ruso: Ю́лий О́сипович Цедерба́ум |
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Nombre en ruso | Юлий Осипович Мартов | |
Nacimiento | 24 de noviembre de 1873 Constantinopla, ![]() |
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Fallecimiento | 4 de abril de 1923 Schömberg ![]() |
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Sepultura | Urnenfriedhof Gerichtstraße | |
Nacionalidad | rusa y soviética | |
Etnia | Judío | |
Religión | Ateísmo | |
Lengua materna | Ruso | |
Familia | ||
Padre | Joseph Alexandrovich Tsederbaum | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Estatal de San Petersburgo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y periodista de opinión | |
Movimiento | socialismo | |
Partido político | Partido menchevique | |
Miembro de | Comité Ejecutivo Central Panruso | |
Yuli Mártov, también conocido como Julius Mártov o L. Mártov, cuyo nombre real era Yuli Ósipovich Zederbaum (en ruso, Ю́лий О́сипович Цедерба́ум), fue un importante líder político ruso. Nació en Constantinopla, Imperio otomano, el 24 de noviembre de 1873, y falleció en Schömberg, Alemania, el 4 de abril de 1923. Fue una figura clave en el movimiento socialista ruso y se convirtió en el líder de la facción menchevique.
Mártov nació en una familia judía con una fuerte cultura rusa. A pesar de no ser muy religioso, sufrió la discriminación contra los judíos en Rusia a finales del siglo XIX. Desde joven, se interesó por las ideas del marxismo.
Estudió en la capital rusa, pero pronto se involucró en actividades políticas que no eran legales. Fue arrestado en 1892 y enviado a vivir lejos de su hogar, en Vilna. Allí, comenzó a organizar a los trabajadores socialistas. Más tarde, regresó a San Petersburgo y trabajó con Lenin, pero fue arrestado de nuevo y enviado a Siberia por tres años. Durante este tiempo, su amistad con Lenin se hizo más fuerte, y contrajo una enfermedad pulmonar que, lamentablemente, lo llevaría a la muerte años después.
Contenido
- ¿Cómo se formó el Partido Socialdemócrata Ruso?
- ¿Qué papel tuvo Mártov en las Revoluciones de 1917?
- Primeros años y activismo
- Colaboración y ruptura con Lenin
- La Revolución de 1905
- La Primera Guerra Mundial
- Las Revoluciones de 1917
- En el Estado soviético y el exilio
- Galería de imágenes
- Véase también
¿Cómo se formó el Partido Socialdemócrata Ruso?
Después de su exilio en 1900, Mártov y Lenin decidieron crear una nueva publicación llamada Iskra (La Chispa). Este periódico buscaba unir a los socialdemócratas. Sin embargo, después de varios años de trabajo juntos, Lenin y Mártov tuvieron diferencias importantes durante el Segundo Congreso del nuevo Partido Obrero Socialdemócrata Ruso.
Estas diferencias llevaron a la división del partido en dos grupos principales: los bolcheviques (liderados por Lenin) y los mencheviques (liderados por Mártov). Mártov intentó varias veces que los dos grupos se unieran de nuevo, pero no lo logró. Finalmente, en 1912, las dos facciones se separaron por completo y formaron partidos distintos.
Durante la Primera Guerra Mundial, Mártov se opuso a la guerra, ya que la consideraba un conflicto entre imperios. Sin embargo, no estaba de acuerdo con la idea de Lenin de que la guerra debía convertirse en una lucha interna en cada país.
¿Qué papel tuvo Mártov en las Revoluciones de 1917?
Después de la caída del zar en la Revolución de Febrero de 1917, Mártov regresó a Rusia en mayo. En ese momento, su partido, los mencheviques, ya estaba bajo el control de quienes apoyaban continuar la guerra. Mártov siguió oponiéndose a la guerra y defendía que se negociara la paz de inmediato. Sin embargo, su opinión era minoritaria entre los mencheviques.
Sus esfuerzos por lograr que el partido apoyara sus ideas no tuvieron éxito. En el verano de 1917, Mártov cambió de opinión y empezó a defender que el gobierno fuera solo de socialistas, sin alianzas con otros partidos.
Mártov se opuso a la toma del poder por los bolcheviques. Él defendía que se formara un gobierno de unión entre todos los partidos socialistas, pero sus esfuerzos fueron en vano.
En el otoño de 1917, Mártov empezó a recuperar el control de su partido. Impulsó la participación en conversaciones para formar un gobierno socialista después de la Revolución de Octubre. También puso sus esperanzas en que se formara un gobierno así después de la apertura de la Asamblea Constituyente Rusa. Sin embargo, cuando el gobierno bolchevique disolvió la Asamblea, Mártov se opuso a usar la fuerza. Él prefería intentar recuperar el apoyo de la gente y cambiar el gobierno bolchevique por medios pacíficos y legales.
A pesar de que los mencheviques ganaron algunas elecciones en los sóviets (o consejos) en la primavera de 1918, los bolcheviques los disolvieron. A principios del verano, Mártov y otros líderes de la oposición fueron expulsados del Comité Ejecutivo Central Panruso. Incluso cuando la represión se hizo más fuerte, Mártov se opuso a apoyar a las fuerzas que estaban en contra de la revolución durante los conflictos internos.
Los años siguientes estuvieron marcados por periodos de persecución y tolerancia. Finalmente, en el verano de 1920, el partido menchevique fue reprimido y muchos de sus líderes fueron arrestados. En 1920, Mártov se exilió en Alemania, donde falleció cuatro años después.
Primeros años y activismo
Yuli Mártov nació en una familia judía con buena posición económica. Su padre era un intelectual que se había adaptado a la cultura rusa y no seguía las tradiciones religiosas judías. Su madre era judía sefardí, nacida en Viena. La familia de Yuli no tenía mucha relación con los judíos más tradicionales.
En 1878, su familia se mudó de Estambul a Odesa. Aunque vivían fuera de la zona designada para judíos, Yuli se dio cuenta de su origen judío durante un pogromo (ataque violento contra una comunidad judía) en 1881. Aunque no conocía bien la vida de la mayoría de los judíos en Rusia, desarrolló un fuerte sentido de solidaridad con su comunidad, que era oprimida por las autoridades.
En 1883, fue rechazado en una escuela secundaria por ser judío. Aunque logró entrar en otra escuela, la disciplina era dura y había un ambiente de prejuicio. En su adolescencia, se interesó por las historias de los revolucionarios rusos. En 1889, su familia regresó a San Petersburgo, donde Yuli pudo estudiar en un lugar con jóvenes intelectuales. Allí, hizo amigos y desarrolló sus ideas revolucionarias. Después de ingresar a la Universidad de San Petersburgo en 1891, formó un grupo de estudio. A finales del siglo XIX, ya era un socialdemócrata convencido, admirado por su inteligencia y sus principios.
Primeros exilios
Gracias a los contactos de su abuelo, Mártov pudo ingresar a la universidad, evitando las restricciones para los judíos. Sin embargo, pronto se dedicó más a la política que a sus estudios. En febrero de 1892, fue arrestado y pasó tres meses en prisión, lo que lo llevó a dejar la universidad. Se dedicó a estudiar las ideas de Marx y, en 1893, fundó el Grupo de Petersburgo por la Emancipación del Trabajo.
Fue arrestado de nuevo en diciembre de 1892 y enviado a prisión. En mayo de 1893, fue liberado, pero condenado a dos años de exilio, sin poder vivir en grandes ciudades universitarias. Se estableció en Vilna, un centro industrial con un activo movimiento socialdemócrata.
Allí, Mártov defendió la creación de un movimiento socialista judío separado que usara el yidis, el idioma de la mayoría de los judíos de la región. Quería que este movimiento luchara contra la discriminación y la explotación económica. También impulsó un nuevo método de activismo, donde los intelectuales socialistas guiaban a los trabajadores para que tomaran conciencia de sus derechos.
En octubre de 1895, regresó a San Petersburgo. Junto con Lenin, fundó la «Unión de Lucha por la Liberación de la Clase Obrera» para intensificar el activismo entre los trabajadores. Tres meses después, fue arrestado de nuevo. Pasó ese año en prisión, mientras grandes huelgas ocurrían en el verano.
En 1897, fue condenado a otros tres años de exilio en Turujansk, cerca del círculo polar ártico en Siberia. Mártov, que siempre tuvo una salud delicada, sufrió mucho en Siberia y se cree que allí contrajo la enfermedad pulmonar que lo mataría. El aislamiento y la falta de comunicación también lo afectaron. Durante este exilio, su amistad con Lenin se hizo muy fuerte.
Colaboración y ruptura con Lenin
En junio de 1898, Mártov se enteró de la fundación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia en Minsk. Durante su exilio, apoyó la lucha de los liberales contra el gobierno autoritario, pero siempre desconfió de sus intenciones. También se opuso firmemente a las nuevas ideas que buscaban cambios graduales en lugar de una revolución. Su postura coincidía con la de Lenin, quien le ofreció trabajar juntos y fundar un periódico, lo cual Mártov aceptó con entusiasmo.
La revista Iskra

A principios de 1900, Mártov terminó su exilio y se reunió con Lenin y Aleksandr Potrésov. Decidieron fundar el periódico Iskra (La Chispa), que se imprimiría en el extranjero para evitar la censura. El periódico buscaba aclarar las diferencias de ideas entre los socialdemócratas y mejorar su organización. Mientras Lenin y Potrésov viajaban para organizar la publicación, Mártov se quedó en Rusia para organizar su distribución. En abril de 1901, se unió a ellos en Múnich.
En septiembre de 1901, Mártov asistió a un congreso del partido socialdemócrata alemán. Allí, criticó las ideas reformistas y defendió las ideas originales del marxismo. Creía que cualquier movimiento que buscara cambios graduales debía ser combatido con firmeza. También se opuso a las tácticas violentas.
En la primavera de 1903, Mártov publicó artículos defendiendo la necesidad de un solo partido socialista en el Imperio Ruso. Para entonces, ya habían surgido las primeras diferencias entre Mártov y Lenin. Lenin quería mantener un control estricto del partido, mientras que Mártov creía que nadie debía tener tanto poder. Mártov empezó a ver que Lenin identificaba el partido con sus propios seguidores y se opuso a las propuestas de Lenin que daban demasiado poder al centro del partido.
Durante el Segundo Congreso del partido, Mártov adoptó una postura más radical que Lenin. Rechazó la idea de que el partido fuera una federación de grupos y logró la expulsión de un grupo que se negaba a unirse al partido nacional. Mártov también fortaleció sus ideas internacionalistas, rechazando las tendencias nacionalistas de algunos socialistas.
El éxito de Iskra se debió en gran parte a la fuerza moral y el entusiasmo revolucionario que Mártov puso en sus artículos. Ayudó a formar una generación de socialistas que, a pesar de sus diferencias, siempre lo admiraron.
La división del partido
En abril de 1902, la dirección de Iskra se mudó a Londres. La cercanía entre Mártov y Lenin, que había sido muy fuerte, comenzó a desaparecer. Lenin fue tomando cada vez más control del periódico y sus redes en Rusia, dejando a los demás editores en un segundo plano.
En marzo de 1903, las relaciones personales entre Lenin y Mártov se rompieron debido a un desacuerdo sobre la ética de los activistas socialdemócratas en Rusia. Lenin lo veía como un asunto personal, pero Mártov y otros editores creían que era importante para el partido.
En el Segundo Congreso, que comenzó en Bruselas en julio de 1903 y continuó en Londres, Mártov y Lenin discutieron sobre quién debía ser miembro del partido. Lenin defendía una membresía limitada a personas totalmente comprometidas, mientras que Mártov proponía una interpretación más flexible, que incluyera a quienes apoyaban al partido sin ser revolucionarios profesionales. Además, la propuesta de Mártov limitaba el poder del comité central del partido y daba cierta autonomía a los comités locales, mientras que la de Lenin le daba poder ilimitado.
Cuando se votaron las propuestas, el grupo de Lenin perdió, lo que llevó a una división. A pesar de perder esa votación, el grupo de Lenin fue llamado «bolchevique» (que significa «mayoría»), y el de Mártov fue llamado «menchevique» (o «minoría»). Esto se debió a que los bolcheviques ganaron otras votaciones importantes después de que algunos delegados se retiraran del congreso.
El Segundo Congreso fue una victoria para Lenin, quien logró el control del partido. Mártov y sus seguidores se negaron a participar en el comité central y en la dirección de Iskra, que estaban controlados por Lenin. La victoria de Lenin fue temporal y causó más divisiones en el partido.
Intentos de reunificación
A finales de octubre, Mártov recuperó la mayoría en una reunión en Ginebra y criticó las tácticas de Lenin. En noviembre, Georgi Plejánov, preocupado por la actitud de Lenin, volvió a incluir a Mártov y sus partidarios en la dirección de Iskra. Lenin, al verse en minoría, renunció. Mártov podría haber expulsado a Lenin del partido, pero su objetivo era unir las facciones. Sin embargo, todos los intentos de reunificación fracasaron.
Los que se oponían a Lenin insistieron en la necesidad de respetar la discusión y descentralizar el partido. Mártov, aunque antes había apoyado una fuerte centralización, cambió de opinión al ver cómo Lenin la aplicaba. En 1904, exigió que cualquier reunificación garantizara el respeto a las opiniones minoritarias.
Mártov era una figura muy conocida y tenía una gran inteligencia, pero no se convirtió en el líder indiscutible de los mencheviques. Su falta de presencia física y habilidad táctica lo hacían menos efectivo políticamente que Lenin.
La Revolución de 1905
La derrota de Rusia en la guerra ruso-japonesa y la posterior revolución hicieron que las disputas internas del partido perdieran importancia para Mártov. En abril de 1905, los bolcheviques convocaron un congreso separado en Londres, y los mencheviques respondieron con su propio congreso en Ginebra en mayo. Allí, Mártov defendió la democratización del partido y que la organización no participara en la administración del país, ya que consideraba que Rusia no estaba lista para un gobierno socialista.
Durante la Revolución rusa de 1905, Mártov defendió que los revolucionarios debían formar una oposición activa al nuevo gobierno. Quería crear una red de organizaciones de trabajadores (sindicatos, cooperativas, sóviets) que presionaran al gobierno hasta que las condiciones sociales y económicas permitieran una revolución socialista. Creía que, en una sociedad poco industrializada, el partido no debía intentar tomar el poder ni unirse a la burguesía en el gobierno.
A finales de octubre, Mártov regresó a Rusia y vio en los soviets las organizaciones de autogobierno revolucionario que él había defendido. Se opuso a que el partido los controlara, como proponían los bolcheviques. Se encontró en minoría entre los mencheviques, quienes consideraban la posibilidad de tomar el poder. Mártov había aconsejado prudencia, creyendo que los trabajadores no tenían suficiente fuerza para tomar el poder, pero fue ignorado.
Mártov fue arrestado en febrero de 1906 y no pudo participar en el congreso de unificación del partido en abril. Regresó a la actividad en mayo para las elecciones a la Duma Imperial de Rusia. Sin embargo, la mayoría del partido decidió boicotearlas, lo que disgustó a Mártov, quien creía que las tácticas clandestinas y violentas favorecían a los bolcheviques. Fue arrestado de nuevo en julio y tuvo que exiliarse en Berlín en septiembre. En noviembre, regresó a Finlandia para seguir trabajando en el partido.
Conflictos con los bolcheviques
En mayo de 1907, Mártov asistió al Quinto Congreso del partido en Londres. Allí, defendió el trabajo de los diputados socialistas en la Duma y el apoyo a las organizaciones de trabajadores, incluso las que no estaban controladas por el partido. También defendió a la burguesía frente a la reacción, en contraste con la propuesta de insurrección armada de los bolcheviques. La postura de Mártov fue derrotada.
En junio de 1907, un cambio de gobierno en Rusia llevó al partido a la clandestinidad, lo que favorecía a los bolcheviques. Mártov no regresó a Rusia, sino que se estableció en París, donde vivió de sus escritos hasta que una amnistía en 1913 le permitió volver a Rusia.
A principios de 1908, el arresto de un grupo bolchevique que había realizado acciones ilegales llevó a Mártov a proponer la separación de los bolcheviques, pero su postura fue rechazada. Durante 1908 y 1909, los mencheviques condenaron las acciones ilegales de los bolcheviques, pero no se separaron de ellos.
Mártov se convirtió en uno de los líderes mencheviques más destacados. Siempre estuvo en el ala más de izquierda de la facción menchevique, abogando por la reunificación con los bolcheviques, que ocurrió brevemente en 1906, aunque la unión fue frágil y se separaron de nuevo en 1907.
En 1912, por iniciativa de Lenin, las dos facciones se convirtieron en partidos políticos separados. Los intentos de reconciliación fueron interrumpidos por el estallido de la Primera Guerra Mundial. Mártov se encontraba en París, de camino a una conferencia para reunificar el partido, cuando comenzó la guerra.
La Primera Guerra Mundial

En 1914, Mártov se opuso a la Primera Guerra Mundial, una postura mayoritaria entre los mencheviques, quienes la veían como una guerra entre imperios. Mártov se convirtió en el líder de la corriente internacionalista, que se oponía a la guerra, pero no estaba de acuerdo con la idea de Lenin de que la derrota del propio país en la guerra era deseable. La guerra, sin embargo, dividió a los mencheviques. Mártov participó en la conferencia de Zimmerwald en 1915 durante su exilio en Suiza.
Mártov defendía el fin inmediato de las hostilidades y una paz negociada por los partidos socialistas. Creía que la guerra había sido causada por la disputa de poder entre dos centros financieros. La tarea de la revolución era destruir este poder económico. La victoria de un bando no ayudaría a la causa socialista, por lo que se necesitaba una paz sin anexiones ni compensaciones. A diferencia de Lenin, que quería transformar la guerra mundial en conflictos internos, la posición de Mártov era pacifista y buscaba el fin de la contienda.
Mártov mantuvo su oposición a la guerra y a la colaboración con los liberales después de la Revolución de Febrero, convirtiéndose en una figura destacada de la corriente internacionalista dentro del Partido Menchevique. Para Mártov, era imposible colaborar con los liberales rusos, ya que representaban los intereses de los imperios a los que él se oponía.
Las Revoluciones de 1917
Oposición a la guerra y a las alianzas
Después de enterarse de la caída del zar, Mártov se negó a aceptar la oferta alemana de paso a Rusia sin un intercambio de prisioneros, temiendo ser acusado de trabajar para Alemania. Finalmente, aceptó viajar a Rusia en las mismas condiciones que Lenin, junto con otros 257 revolucionarios.
Después de la Revolución de Febrero de 1917, Mártov regresó a Rusia el 22 de mayo de 1917. Para entonces, algunos mencheviques ya se habían unido al Gobierno Provisional y apoyaban continuar la guerra. Mártov se opuso firmemente a la participación de los socialistas en el gobierno y defendió que la prioridad debía ser lograr un alto el fuego inmediato y negociar la paz. Creía que el gobierno debía ser exclusivamente de partidos no socialistas, vigilado por los socialistas desde las organizaciones revolucionarias como los consejos (sóviets).

Aunque rechazaba la postura de su partido, decidió quedarse y tratar de imponer su visión. Sin embargo, su indecisión le impidió consolidarse como un líder fuerte. Era un buen orador en reuniones pequeñas, pero no en grandes asambleas. Era honesto y no le interesaba el poder, pero no supo oponerse a los grandes políticos de la época.
Sus esperanzas de cambiar la postura del partido en alianza con otros líderes se frustraron, ya que estos se convirtieron en los principales defensores de continuar la guerra y apoyaron la participación de los socialistas en el gobierno. La postura de Mártov, que tenía pocos seguidores, era muy minoritaria.
En el primer Congreso Panruso de los Sóviets en junio de 1917, Mártov no consiguió apoyo para iniciar negociaciones de paz y rompió definitivamente con otros líderes. Su postura, que coincidía con la de muchos trabajadores de Petrogrado, fue derrotada en las votaciones. Mártov se convirtió en la voz crítica dentro del partido, oponiéndose a la coalición de gobierno y a la continuación de la guerra.
Después de la renuncia de algunos ministros en julio, Mártov defendió la formación de un gobierno provisional exclusivamente socialista. También se opuso a las medidas policiales contra bolcheviques y anarquistas, considerándolas perjudiciales para la revolución.
En el congreso del partido a finales de agosto, la posición de Mártov fue derrotada de nuevo. Su grupo internacionalista comenzó a disolverse, y algunos de sus miembros se unieron a los bolcheviques. Mártov denunció el carácter de los liberales y defendió un gobierno socialista temporal que acabara con las amenazas a la revolución. Aunque rechazaba las decisiones del partido, decidió quedarse, convencido de que el descontento le permitiría pronto retomar el control de la organización.
Tras un intento de cambio de gobierno en septiembre, la postura de Mártov a favor de un gobierno exclusivamente socialista pareció ganar apoyos. Sin embargo, las contradicciones en las votaciones permitieron que se formara una nueva coalición, derrotando de nuevo a Mártov. Sin una alternativa al gobierno de coalición, los bolcheviques aceleraron sus planes para tomar el poder. Mártov reclamó en vano la formación de un gobierno exclusivamente socialista.
El 6 de noviembre de 1917, en medio de la toma del poder por los bolcheviques, Mártov logró el apoyo de una parte del partido y formó una alianza que exigió una reforma agraria inmediata y un alto el fuego. La propuesta fue aprobada, pero no tuvo consecuencias debido al cambio de gobierno bolchevique.
La toma del poder por los bolcheviques

Durante el Segundo Congreso Panruso de los Sóviets, que se inauguró al mismo tiempo que el Gobierno provisional ruso era derrocado por los bolcheviques, Mártov defendió una propuesta para detener los enfrentamientos y crear un nuevo gobierno aceptable para todos los partidos democráticos. La propuesta fue aprobada por unanimidad, incluso por los bolcheviques. Sin embargo, las críticas de otros delegados a las acciones bolcheviques dieron a los bolcheviques la excusa para rechazar la propuesta de Mártov.
Al ver que su postura a favor del acuerdo era rechazada, Mártov anunció que sus partidarios también abandonarían el Congreso.
Mártov participó en conversaciones, impulsadas por una amenaza de huelga de un sindicato de ferrocarriles, para intentar lograr un acuerdo y formar un nuevo gobierno socialista. Insatisfecho con la postura de los bolcheviques, Mártov declaró su oposición a las medidas de represión política y exigió su eliminación como prueba de buena voluntad, pero sin éxito.
En el Estado soviético y el exilio
Defensor de la unidad socialista
Durante las conversaciones en noviembre, Mártov comenzó a recuperar su influencia en el partido menchevique. En el congreso extraordinario del partido en diciembre de 1917, Mártov logró oficialmente el control de la organización. Basó sus esperanzas de cambio en la formación de un nuevo gobierno de unión de los partidos socialistas, que debía surgir de la Asamblea Constituyente. Ante el rechazo de los bolcheviques a compartir el poder, Mártov confiaba en que, con el tiempo, parte de los trabajadores se desilusionarían con ellos y volverían a apoyar a los mencheviques, forzando un gobierno de alianza socialista.
Mártov se opuso a seguir el ejemplo de otros partidos que llegaron a un acuerdo con los bolcheviques para unirse al gobierno. Solo habría aceptado regresar al Comité Ejecutivo Central Panruso si se garantizaba que el poder se entregaría a la Asamblea Constituyente Rusa, pero no obtuvo esa garantía.
Aunque su partido fue derrotado en las elecciones a los soviets y en las de la Asamblea Constituyente, Mártov creía que aún podía mediar entre bolcheviques y otros socialistas para lograr una unión. El partido debía evitar tensiones y la guerra civil. Adoptaría una postura neutral: ni se uniría al gobierno bolchevique ni apoyaría acciones violentas contra él.
Mártov defendió firmemente la Asamblea Constituyente Rusa, pero decidió ofrecer solo resistencia pacífica cuando el gobierno bolchevique la disolvió, temiendo que cualquier otra acción desatara una guerra. Mártov proponía reemplazar el gobierno de los soviets por una democracia parlamentaria.
Se opuso firmemente a la postura de Trotski en las negociaciones con otros países a principios de 1918 y pidió continuar la guerra contra Alemania si esta se negaba a firmar una paz justa. Rechazó firmar el Tratado de Brest-Litovsk, ya que sus términos no habían sido comunicados al Comité Ejecutivo Central Panruso.
En abril, se mostró a favor de reorganizar la industria para evitar el caos, pero sin eliminar las organizaciones de trabajadores ni sus derechos. Se opuso al control directo del estado sobre la industria. En mayo, condenó un decreto que permitía la toma de alimentos en el campo, considerándolo una forma de desviar el descontento de los trabajadores urbanos hacia el campo.
Durante la primavera, Mártov también participó en un juicio donde Stalin lo acusó de hacer acusaciones falsas. El resultado del juicio fue parcialmente favorable a Mártov, pero fue anulado. Mártov y sus seguidores intentaron usar estos juicios para defender sus ideas legalmente, evitando siempre el enfrentamiento armado.
Después de un periodo de cierta tolerancia, el 14 de junio de 1918, el gobierno expulsó a Mártov y a sus compañeros mencheviques del Comité Ejecutivo Central Panruso y cerró sus periódicos, haciendo que el partido pasara a la clandestinidad. Para entonces, el conflicto entre bolcheviques y otros socialistas había frustrado las esperanzas de acuerdo de Mártov.
Los conflictos internos

Días después de la expulsión de los mencheviques del Comité Ejecutivo Central Panruso, Mártov predijo un aumento de la represión. A partir de entonces, el partido no pudo lograr mayorías en los soviets para intentar cambiar el sistema político.
Durante el conflicto entre bolcheviques y otros socialistas en el verano de 1918, Mártov prohibió a sus seguidores unirse a las revueltas, incluso cuando algunas defendían objetivos que él compartía, tratando de evitar el enfrentamiento. Quienes se unieron a los rebeldes fueron expulsados del partido.
Después de que la represión bolchevique se intensificara en agosto, la situación del partido se volvió desesperada y el propio Mártov fue arrestado brevemente. El número de abandonos en el partido creció enormemente. Para contrarrestar la influencia bolchevique, el partido adoptó una postura más de izquierda en octubre. El 30 de noviembre de 1918, Lenin legalizó a los mencheviques como un gesto de acercamiento.
En el otoño de 1918, el inicio de un movimiento político en Alemania dio esperanzas de cambio a Mártov. Al mismo tiempo, los conflictos internos en Rusia, que se convirtieron en una lucha entre bolcheviques y fuerzas contrarias a la revolución, hicieron que Mártov se acercara a los bolcheviques, pero manteniendo su defensa del sistema democrático y la abolición de la represión.
Durante 1919 y 1920, el partido pasó por fases de dura represión gubernamental y otras de tolerancia. Los arrestos periódicos de sus líderes se hicieron comunes. En junio de 1919, el propio Mártov fue arrestado de nuevo en su casa.
Aunque Mártov apoyó al Ejército Rojo contra las fuerzas contrarias a la revolución durante los conflictos internos, una postura a menudo difícil para sus seguidores, continuó denunciando la persecución de los periódicos y rechazando las ideas bolcheviques. Finalmente, aceptó el sistema de los soviets como "un hecho de la vida, aunque no por principio".
En el verano de 1920, después de que Mártov lograra una victoria en unas elecciones de fábrica a principios de año, el partido fue reprimido definitivamente. En julio, la dirección del partido fue arrestada, y en agosto, muchos otros líderes y miembros. La esperanza de Mártov de que fuera solo otra fase de represión pasajera resultó ser falsa.
El exilio en Alemania

El 21 de septiembre de 1920, después de muchas dudas, Mártov abandonó Rusia para asistir a una conferencia de un partido alemán, el USPD, que había sido muy cercano a los mencheviques y que estaba a punto de unirse a la Internacional Comunista, algo que Mártov quería evitar. La represión de sus seguidores y su posible influencia moderadora en el gobierno lo habían hecho considerar salir del país. Mártov, gravemente enfermo, recibió permiso del gobierno para ir a Alemania, ya que querían deshacerse de un opositor al que no podían silenciar sin usar la violencia. Aunque no logró disuadir al USPD de su objetivo, el ala moderada del partido decidió formar una organización política separada, lo que alegró a Mártov.
Después del congreso del USPD, se instaló en Berlín, que se convirtió en el centro del partido en el exilio y lugar de publicación de su periódico a partir de febrero de 1921. Enfermo, Mártov pasó cuatro meses de ese año en un sanatorio. Desde noviembre de 1922 hasta su muerte por tuberculosis el 4 de abril de 1923, estuvo ingresado en el sanatorio en Schönberg, sin dejar de dirigir el partido ni de publicar en su periódico.
Durante su enfermedad, Lenin intentó enviarle ayuda económica, con la aprobación de toda la dirección soviética. En sus últimos meses de vida, Lenin, que no podía hablar ni moverse, se obsesionó con reunirse de nuevo con Mártov, quien también estaba agonizando. Señalaba los libros de Mártov que guardaba y pedía que lo llevaran junto a él.
El periódico que fundó se mantuvo como publicación de los mencheviques en el exilio en Berlín y, más tarde, en París y en Estados Unidos hasta 1965.
Galería de imágenes
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Manifestantes dirigiéndose hacia el Palacio de Invierno.
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Irakli Tsereteli, principal figura del partido menchevique del periodo interrevolucionario y partidario de la coalición con los liberales, fue el más importante rival de Mártov en la formación y mantuvo un respaldo mayoritario hasta el otoño de 1917, relegando a Mártov repetidamente al papel de representante de la minoría internacionalista.
Véase también
En inglés: Julius Martov Facts for Kids