Historia de Arganda del Rey para niños
La historia de Arganda del Rey se divide en tres grandes periodos. El primero va desde la Prehistoria hasta el siglo XV, cuando diferentes culturas como los celtas, romanos y árabes se establecieron en la zona hasta que se formó una población estable.
El segundo periodo comienza en el siglo XVI y termina a mediados del siglo XIX. Arganda vivió momentos importantes como el Motín de Arganda y la Guerra de la Independencia, pero logró superarlos e iniciar un crecimiento económico. Este crecimiento se hizo mucho más evidente en la tercera etapa, que va desde la segunda mitad del siglo XIX hasta hoy. Gracias a este desarrollo constante, Arganda del Rey se ha convertido en una de las ciudades más prósperas y con mayor futuro de la Comunidad de Madrid.
Su ubicación estratégica ha hecho de Arganda un lugar de interés a lo largo del tiempo, donde varias civilizaciones se han asentado en su larga historia.
Contenido
Orígenes de Arganda: De la Prehistoria al Imperio Romano
Primeros Habitantes: Neolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro (5.000 a.C. - Siglo I d.C.)
La primera evidencia de presencia humana en esta zona corresponde a la llegada de los celtas. Ellos se dedicaban a cultivar cereales y a criar animales. Sin embargo, ni los celtas ni los romanos, que llegaron después, fundaron un asentamiento permanente en lo que hoy es Arganda.
Existen pocas pruebas arqueológicas de este periodo en la zona. Alrededor del año 1000 a.C., pueblos de Europa central llegaron a la península, mezclándose con los habitantes locales. Se cree que los que se asentaron en la actual Arganda eligieron un lugar llamado Vilches, ya que solían vivir cerca de valles y ríos.
La Influencia Romana en Arganda (Siglos I a.C. - V d.C.)
Los romanos tomaron el control de esta región en el año 78 a.C., bajo el mando de Sertorio. Los celtas no ofrecieron mucha resistencia.
Durante la época romana, se construyeron grandes residencias a lo largo de una calzada importante. Esta calzada seguía el valle del río Jarama y conectaba Titulcia con Complutum (Alcalá de Henares). Arganda era un punto clave en este cruce de caminos. Por aquí pasaba la vía 25 del itinerario de Antonino, que iba desde Mérida hasta Zaragoza. Otra vía importante cruzaba de este a oeste, desde Cartagena hasta Tarancón.
En Valtierra se encontró un miliario, una columna de piedra que marcaba las distancias en las calzadas romanas. Esto sugiere el paso de una de estas vías. Personas adineradas de Complutum compraron tierras agrícolas en la zona para convertirlas en grandes propiedades.
También se encontraron hallazgos en la carretera de Loeches y Valtierra, como lápidas con inscripciones. La presencia romana fue muy importante, y su legado se ve en nombres de lugares como Valdocarros, Senda Galeana, Villares (que viene del latín villaris, que significa pueblo pequeño) e incluso el nombre de Arganda podría venir del latín area-canda, que significa superficie blanca.
Arganda en la Edad Media y los Austrias
El Nacimiento de Arganda en la Edad Media (Siglos VI - XV)
El primer asentamiento permanente en lo que hoy es Arganda se formó con la llegada de los árabes. Ellos establecieron un pequeño núcleo de población, posiblemente alrededor de una atalaya o torre de seguridad. Este asentamiento se consolidó durante la Reconquista, con la repoblación cristiana a finales del siglo XI.
Sin embargo, no fue hasta el Siglo XIV cuando la población de Arganda creció de manera notable. Aunque no hay pruebas definitivas, se cree que este crecimiento se debió a que las tierras de Valtierra y Vilches se despoblaron. Esto pudo ser por una epidemia de peste en 1348 o, menos probable, por una plaga de insectos.
La consolidación de Arganda llegó con la Edad Moderna. Esta migración hizo que el pueblo creciera aún más, bajando del cerro al llano y creando nuevas calles. En 1525, se construyó una nueva iglesia parroquial, que es el antecedente de la iglesia actual. La antigua Ermita del Castillo, que fue el centro del pueblo en la Edad Media, pasó a un segundo plano.
La plaza y las construcciones a lo largo del camino real crearon un nuevo centro urbano que se mantuvo durante siglos. Fue importante la llegada de población morisca de Granada, específicamente de Baza y Guadix. La población se duplicó rápidamente, llegando a 2.000 habitantes, cifra que se mantuvo hasta mediados del siglo XIX.
El Motín de Arganda y la Época de los Austrias (Siglos XVI - XVII)
Durante esta época, Arganda dependía del Arzobispado de Toledo hasta el 16 de noviembre de 1580. Lo que ocurrió después llevó al famoso Motín de Arganda.
Este suceso fue causado por la pérdida del privilegio de ser una villa de realengo, es decir, de depender directamente del Rey. El Duque de Lerma, Francisco de Sandoval y Rojas, fue una figura clave. El Rey Felipe II había otorgado a Arganda la condición de Villa Realengo después de que el pueblo pagara 10.000 ducados. Esto significaba que Arganda pasaba a depender directamente de la Corona, lo cual era muy valorado en esa época.
Sin embargo, 30 años después de conseguir ser villa de realengo, Arganda pasó a depender de un nuevo señor, el Duque de Lerma. Él tenía el derecho de administrar justicia, cobrar impuestos y nombrar a los funcionarios del pueblo.
En 1613, Arganda estaba en una situación difícil y fue comprada por el poderoso Duque de Lerma. La gente de Arganda no quería al Duque como su señor, y esto provocó una revuelta. Cuando el Duque llegó a la plaza, hubo un gran alboroto. El Duque intentó calmar la situación ofreciendo dinero al alcalde, pero este se negó, diciendo que el problema no era personal, sino que afectaba a la dignidad del pueblo. El Duque tuvo que regresar a Madrid al día siguiente.
En 1650, Arganda volvió a ser villa de realengo cuando el nieto del Duque de Lerma falleció sin herederos varones. En 1594, se había empezado a construir la Casa del Rey, encargada por el embajador de Alemania, Hans Khevenhüller. Era conocida como la "Quinta del Embajador", una casa de campo rodeada de jardines. Más tarde, en la segunda mitad del siglo XVII, fue comprada por la Compañía de Jesús, que la convirtió en una granja. Otro edificio de la época, la Casa de Vilches, se ha conservado mejor y hoy en día mantiene su aspecto original.
La Ermita de la Soledad se construyó entre 1658 y 1668, y fue ampliada y renovada entre 1733 y 1736.
A mediados del siglo XVII, la Compañía de Jesús se estableció en Arganda. Los jesuitas adquirieron las mejores tierras de la zona, llegando a controlar un tercio del municipio. Dedicaron estas tierras al cultivo de viñedos y a la producción de vino para la venta. Sin embargo, en 1764, tuvieron que dejar Arganda porque sus propiedades y productos, como el vino, estaban exentos de impuestos. Esto no gustaba a los encargados de la recaudación, lo que llevó a su partida. A partir del siglo XIX, la venta de vino quedó en manos de unos pocos propietarios que controlaban la política y la economía de la villa.
Durante los siglos XVII y XVIII, el paisaje de Arganda se llenó de viñedos, y las casas comenzaron a tener bodegas en su interior. Más tarde, se añadieron cuevas para almacenar las tinajas de vino.
Arganda en la Edad Contemporánea: Crecimiento y Desafíos
La Guerra de la Independencia y el Esplendor del Siglo XIX (Siglos XVIII - XIX)
El siglo XIX fue un periodo de gran crecimiento económico para Arganda, que trajo mejoras al municipio, aunque no sin antes vivir momentos difíciles durante la Guerra de la Independencia Española.
Arganda fue afectada por la Guerra de Independencia. La localidad sufrió acciones de saqueo entre diciembre de 1808 y principios de 1809. El Primer Cuerpo de Ejército de Napoleón, bajo el mando del Mariscal Claude Víctor Perrin, con 14.000 soldados de infantería y 3.000 de caballería, entró en Arganda la noche del 6 de diciembre. Tomaron casas y establecimientos, y causaron daños en el archivo histórico del Ayuntamiento. Su objetivo era detener el avance español hacia Tarancón. Arganda era un punto estratégico clave para la entrada a Madrid desde el eje Cuenca – Valencia, un papel que volvería a tener más de un siglo después en la guerra civil.
Las tropas francesas permanecieron en Arganda hasta que cesaron las operaciones militares en la zona. Eligieron la Casa del Rey como su cuartel general para controlar las rutas hacia Guadalajara, Aranjuez y Tarancón. Muchos campamentos se establecieron cerca del Camino de Morata. Las tropas partieron con el objetivo de adelantarse en la comarca del Tajo para encontrarse con las tropas españolas.
Sin embargo, los pueblos del valle del alto Tajo se rebelaron y resistieron el paso de las tropas, ayudando a las guerrillas. Por esta razón, se cree que los saqueos fueron una forma de represión. El alcalde de entonces, Manuel Asenjo Santero, sufrió humillaciones a pesar de su disposición a colaborar. Su casa fue una de las más afectadas, y él mismo fue maltratado.
Muchas bodegas también sufrieron daños en la búsqueda del famoso vino de Arganda, y se robaron los fondos del pueblo, que ascendían a 29.900 reales.
Otro suceso importante fue el incendio de la Ermita de la Soledad, donde desapareció la imagen original de la patrona, la Virgen de la Soledad, hecha por Gaspar Becerra. Un año después, el 24 de junio de 1810, fue reemplazada por la imagen actual del escultor José Ginés.
Arganda primero albergó el Cuartel General del Mariscal Víctor y luego vio pasar una columna de 6.000 prisioneros españoles, después de la derrota de las tropas del General Venegas.
Una vez superados estos desafíos, el crecimiento económico se hizo evidente. En 1843, las comunicaciones mejoraron con la construcción de un puente colgante de hierro sobre el Jarama, conocido como el ‘Puente de Arganda’. Esta infraestructura reemplazó a una barca que transportaba a los viajeros de una orilla a otra cuando el río crecía.
En 1893, Arganda logró un reconocimiento histórico para su vino, recibiendo la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Chicago. En 1886, otro hito fue la inauguración de una línea de ferrocarril con Madrid, aunque solo funcionó para pasajeros hasta 1953.
El Siglo XX y la Arganda Actual (Siglo XX - Actualidad)
Arganda continuó creciendo, las construcciones mejoraron, las calles se llenaron de gente de otros lugares y el comercio generó ganancias.
El impulso decisivo para la economía de Arganda llegó con la instalación de la fábrica Azucarera de La Poveda en 1900. Esto dio un gran empuje social a Arganda, que miraba hacia el futuro. Gran parte de los cultivos del municipio se transformaron para sembrar remolacha, y más de 600 hombres y mujeres, incluso de otros pueblos, fueron empleados como trabajadores temporales para la cosecha, complementando las tradicionales vendimias.
A partir de 1903, Miguel Díaz Álvarez, el último alcalde español de La Habana, asumió la dirección de la Azucarera. Lo que era una situación difícil se convirtió, según la prensa de la época, en una explotación modelo.
Precisamente en la Azucarera nació el primer movimiento sindical, que se consolidó con la llegada de la II República. Los años treinta fueron complicados. El desempleo causó malestar social, y el Ayuntamiento decidió alquilar terrenos municipales a los campesinos para que los trabajaran en común. La llegada de la Guerra Civil afectó a Arganda. La economía entró en crisis porque los campos fueron dañados por las trincheras. A pesar de esto, los viñedos y los olivares seguían siendo la base de la economía local.
La cercanía del frente del Jarama hizo que Arganda sufriera continuos bombardeos, y sus viñedos y bodegas fueron destruidos por las bombas. La defensa del Puente de Arganda fue muy importante en la Batalla del Jarama. Su defensa se convirtió en un símbolo, y allí ocurrieron los enfrentamientos más duros, incluso cuerpo a cuerpo, entre el 6 y el 9 de febrero de 1937.
Esta historia impresionó mucho al escritor estadounidense Ernest Hemingway. El Puente de Arganda tuvo un papel destacado en su película documental "Tierra española" y, especialmente, en su famosa novela "Por quien doblan las campanas". En esta novela, el héroe de ficción es parte de la Brigada Lincoln (la más numerosa que estuvo en Arganda). Más tarde, la novela fue llevada al cine por Sam Wood en 1943, con Gary Cooper como protagonista.
La recuperación y el relanzamiento definitivo de Arganda llegaron con la implantación de la industria (especialmente el sector servicios), que comenzó a destacar en los años 60. Hoy en día, la industria de Arganda es aún más próspera que la producción de uva en el pasado. Arganda ha vuelto a destacar por su industria y su polígono industrial, uno de los mejores de España, que emplea a cerca de 30.000 personas y sigue expandiéndose con la construcción de nuevos parques empresariales.
Durante el siglo XXI, la población y la economía han crecido rápidamente. Arganda dejó de ser una villa pequeña para convertirse en lo que es hoy, una ciudad moderna y de referencia en la Comunidad de Madrid.
Véase también
- Historia de España
- Historia de la Comunidad de Madrid
- Arganda del Rey
- Motín de Arganda
- Guerra de la independencia española
Galería de imágenes
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William-Adolphe Bouguereau (1825-1905) - Nymphs and Satyr (1873).jpg
En Loeches y Valtierra se encontraron inscripciones dedicadas a ninfas.